Era una mañana de verano, las aves cantaban y el sol brillaba.

Un chico de cabello peliazul estaba durmiendo tranquilamente en su cama.

En eso la puerta de la habitación se abrió mostrando una figura enorme.

Un joven de cabello castaño entró al cuarto con una bandeja en las manos.

Jake se removió incómodo mientras el brillo del sol se filtraba por las ventanas.

—Cariño~ ya despierta -dijo con un tono juguetón en su voz el chico mientras dejaba la bandeja en la mesita de noche

—unmm no~... Cinco minutos más -se quejo el peliazul mientras se movía entre las sábanas

—Aww eres tan tierno cariño -con una sonrisa le dio un beso en la frente

Jake dio una leve sonrisa ante el gesto de su novio, en un movimiento rápido enredo sus brazos en el cuello del contrario.

—Buenos días corazón -dijo mirando fijamente a su pareja

—Te eh dicho que te vez increíble cuando despiertas? -preguntó juguetón mientras se subía en la cama de modo que quedo sobre Jake

—Muchas veces osito~ -respondió coqueto, sin pena alguna acomodo sus piernas al costado de la caderas de su novio de modo que se apegara más

—Veo que ya andas de travieso~ -soltó una leve risa, se acercó con entusiasmo y empezó a besar el cuello del peliazul

—ummjum~qué buena forma de despertar -soltó un leve suspiro cuando sintió la cálida lengua de su pareja pasar por su cuello

Konal ya estaba dejando chupetones por el cuello del peliazul.

Si algo amaba el castaño era el dulce aroma de Jake.

—Konal~ tenemos que desayunar~ -dijo entre pequeños jadeos, este hombre siempre lo ponía loco

—Eso estoy haciendo bebé~ -respondió con un tono de voz coqueto

Esto provocó que Jake se pusiera rojo, su novio era un desvergonzado aunque eso era algo que él amaba.

—Bueno yo quiero comer el delicioso desayuno que me preparaste -dijo mientras se sentaba en la cama

—Oh sisisisisi! -grito con emoción -Cocine solo lo mejor para ti cariño!

Jake sonrió, no había duda que su novio era un amor.

Aunque konal se negó en compartir el desayuno que le hizo a Jake.

Pero en cuanto este empezó hacerle avioncito para que coma,  no fue capaz de rechazar su adorable gesto.

Ya eran las una de la tarde y Konal fue a trabajar. Hoy Jake iba ayudar a su novio en la tienda.

No pasó ni treinta minutos para que la tienda se llene de varias personas.

Hoy era jueves y los clientes siempre vienen por un simple motivo.

Sabían que Jake trabajará hoy!

Lo que significa que habrá dulces de sandia.

Cuando Jake empezó ayudar a su novio en la pastelería, Konal dejo que ponga sus propios postres para vender en la tienda.

Y vaya había sido un éxito!

La mayoría de personas amaban los dulces de sandia qué Jake preparaba.

Ambos chicos, estaban haciendo un gran trabajo, aunque aveces se distraían entre ellos.

Finalmente el día acabó y nuestra pareja se fue a casa a descansar.