Capítulo O9


❛ JACK──;;
Capítulo OO9
*ૢ ❱ Sshxny- 16.O2ˎˊ˗




























;;── ❱ xx de junio, año 51O .


N257 estuvo a punto de desbordar de la ira, eso lo podía notar cualquiera desde lejos. Las pisadas fuertes, su expresión alterada y la sensación a su alrededor de que podría atacar al primero que se le acercara lo delataban. No obstante, se dio unos minutos para calmarse al salir de la casa. No podía causar una escena ahí y ser reportado, se suponía que no deberían estar allí para empezar, lo complicaría todo para él, su compañero y su investigación personal.

Habían pasado horas y no encontraron nada que les fuese de utilidad. No era su trabajo encargarse de la desaparición del herrero del castillo, esa tarea ya había sido realizada por los soldados comunes y habían concluido que se fugó por su deuda. Esa fue la conclusión oficial, mas Elliot no lo creía. ¿Desde cuándo esos tipos hacían bien su trabajo? Podrían incluso haberles pagado o conociendo la reputación de ese herrero fácilmente serían incentivados por el rencor.

Mientras caminaba alrededor tratando de pensar en cualquier otra cosa para olvidar su ira, se chocó con una pequeña figura. Por su parecido con la mujer dueña de la casa, el de hebras grises concluyó que era el hijo de esta. Al verlo en el suelo, le tendió la mano para ayudarlo a levantarse.

En ese momento, Elliot notó los moretones en su cuerpo, también había visto unos similares en la madre del menor. Aunque al de ojos bicolores no le convenía y odiaba la idea, pensó que si de verdad los espectros estaban involucrados ojalá y no vuelva a aparecer ese desagradable sujeto, que se hayan encargado de él.

A pesar de no tener malas intenciones, el niño lo miró asustado, se levantó por su cuenta apresuradamente e inmediatamente ingresó a su hogar. Elliot se había olvidado que los niños le tenían demasiado miedo a los de su especie, en general cuando reconocían su uniforme, pero su caso siempre había sido por su rostro y su no tan amigable expresión. A decir verdad, a ese punto estaba acostumbrado y no le importaba.

Decidió quedarse al lado de los caballos mientras esperaba a que su compañero volviese. Ese día quedaron en investigar las cosas por sí mismos, por si encontraban algo, así que Acker se encargó de hablar con la esposa del desaparecido. Acker sin duda sabía tratar mejor con las personas, no se parecía a él. N26 siempre había demostrado ser diferente a los demás monstruos, él sí parecía empatizar con la gente y era amable. Por ello solían tenerle lástima, pero esa es otra historia. Si hubiese sido Elliot quien hablara con la pobre mujer, ella se habría quedado temblando incapaz de pronunciar una sola palabra y eso no les convenía.

El peligris estaba enojado porque esa señora se negaba a hablar. La deuda que tenía había sido pagada, eso es lo que dijo ella. Según su testimonio, lo hizo vendiendo su casa cercana a la capital y que por esa misma razón se estaban mudando al hogar de sus padres en un pueblo a las afueras. No obstante, Elliot y Acker acababan de enterarse de que no era una sencilla deuda, eran varias, y una casita no las iba a pagar todas. No tenían ni pruebas de eso, solo las habladurías de la gente que solía beber con el desaparecido.

Por lo tanto, era más probable que alguien las haya pagado por ellos y los mayores sospechosos fueron los Espectros. Sin embargo, la mujer no diría nada que pudiera vincular a sus benefactores con ella. Eso lo tuvieron claro.

Elliot se giró al escuchar la puerta abrirse. De la casa salió Acker y al notar la mirada inquisitiva de su compañero negó con su cabeza. No logró sacarle información a la señora y como el de cabellera azulada estaba con él, no intentarían obtener información de una forma cruel. El de cabellera plateada pateó una piedra de la frustración.

N257 odiaba la situación.

───No hay mucho más que podamos hacer aquí, Elliot. Creo en ti, pero esta vez no hay ni una sola pista sobre los Espectros, no pareciese estar relacionado a este caso. Al menos nos están dejando creer eso, así que no hay nada que hacer. Volvamos, está oscureciendo.

───Valía la pena investigar nosotros mismos ───habló bajo apretando los puños.

───Lo sé, Elliot, eso nunca lo dudes. Siempre que haya al menos una pequeña posibilidad de saber algo, vale la pena.

Ambos procedieron a desamarrar las cuerdas que evitaban que sus respectivos caballos se fuesen y luego subieron a estos. Acker miró a su compañero, quería animarlo de alguna forma, pero la desconocía. Después, al sentir pequeñas gotas de agua sobre su cabeza, alzó la mirada y notó las nubes oscuras sobre él, como si fuera lo único que faltara para ese fatal día.

───Está lloviendo otra vez, tengamos cuidado al regresar ───pidió el de cabellos azules sabiendo bien que la lluvia podría afectar las emociones de su amigo y no deseaba otro accidente. Él de por sí era impulsivo.

Elliot sin duda odiaba los días lluviosos, debido a que lo obligaba a recordar el día que más deseaba olvidar: el día en que murió Cecil, su adorada Cecil.

Todavía recuerda el momento en que la conoció como si fuera ayer.

Eran sus primeros días como aprendiz de caballero, cuando acababa de despertar, no sabía nada de nada en ese entonces, su mente estaba vacía, mas en su interior sentía una furia inexplicable. Los aprendices no tienen familia ni tuvieron infancia, son creados por su majestad artificialmente con la edad de entre 6 a 8 años y enviados de inmediato a entrenar cuando podían moverse sin problemas. Por tanto, el que sintiera las ganas de golpear algo de la nada no tenía explicación. Sabía bien que a otros les pasaba algo similar, si no era enojo era tristeza, pero siempre estaba alguna emoción que no deberían tener.

Elliot no hizo nada con esa emoción como el resto de aprendices, la dejó ser. De hecho, como todo era desconocido, no le importaba para nada. Sin embargo, ese no fue el caso de Cecil. 

Quizás fue el único momento en que la vio increíblemente molesta ──todavía desconocía lo inexpresiva que era──. Apenas se reincorporó de la camilla en la que despertó, la pelinegra fue directamente a pelearse con las personas que se interponían y querían detenerla. Ella lucía como un verdadero demonio con el fuego que usaba y el arma que robó de un guardia. Tuvieron que llamar a otros caballeros especiales a la sala en la que estaban y noquearla, estuvo fuera de control y no dudaba en que pudo haber matado a alguien.

N257 no lo admitiría ahora, pero su furia dentro de él se disipó y abrió paso al miedo hacia esa chica, ella sí parecía cumplir con la definición de los monstruos apenas despertó. Desde entonces, revisaron continuamente al resto de aprendices nuevos de ese lote, por si alguno tenía una falla como esa. No hubo más problemas y los enviaron al campo de entrenamiento.

El primer aprendiz con el que se relacionó fue Acker, porque solían juntarlos al ver que se complementaban bien, así que se hicieron amigos de esa forma. Además , le convenía a Elliot, ya que el de hebras azules llevaba más tiempo entrenando que él. Era más fácil sobrevivir si iban de a dos, así incluso al dormir podían tomar turnos y vigilar si alguien los atacaba por las noches. Se convenció de que todo era necesario para sobrevivir, aunque no sabía por qué quería hacerlo.

Pasaron los meses y Elliot fue el único que quedó de su lote, el resto fueron eliminados por diferentes razones que él prefirió desconocer. Para él estuvo bien, siempre llegaban nuevos y morían otros, eso pasaba todo el tiempo. Lo que no se esperó es volver a ver a la chica loca del fuego cuando ingresó otro lote. Sin embargo, esta vez su rostro no mostraba alguna emoción y pasó así demasiado tiempo.

Elliot no le ha contado a nadie sobre lo sucedido ese día, ni siquiera a Acker, pero siempre se encargó de que los dos estuviesen lo más lejos posible de ella durante un buen tiempo. Para él, N126 era peligrosa, más que los otros aprendices que contaban con varios años de entrenamiento, y no entendía cómo es que estaba allí entrenando con los demás como si nada. Lo desconocido e incomprensible siempre le había parecido más riesgoso.

Pasaron más meses y los mandaron a hacer un entrenamiento en un bosque. Este era relativamente pequeño y ninguno de los aprendices podía salir de este. Sus superiores estaban en los alrededores y las reglas fueron claras: sobrevivir una semana por su cuenta, el que saliera del perímetro sería eliminado. La dificultad estaba en conseguir sus propios alimentos, evitar a los grandes animales salvajes y a sus propios compañeros. Esto último era debido a que también habían incluido un sistema de puntos en el que los conseguías si les quitabas al resto sus brazaletes o encontrabas los que estaban ocultos.

Si tanto Elliot como Acker seguían con vida, era por Cecil. Los dos fueron emboscados por un grupo que los superaban en número. No tenían dónde huir, pero fue ella quien los ayudó y acabó con la vida de sus adversarios. Luego, la pelinegra explicó que no fue por ellos, sino que simplemente pasaba por ahí y también la querían atacar.

Desde entonces, Elliot fue conociéndola mejor. Cecil siempre había sido habilidosa, mas también diligente. Entrenaba arduamente, nunca se conformó con poco a pesar de tener facilidades para aprender que los demás no poseían. Eso es lo que lo atrajo hacia ella, lo que hizo que la admirara. Pasaba demasiado tiempo observándola y entrenando con N126, quería ser igual de fuerte, protegerla como ella lo había hecho antes aunque no fuera su intención hacerlo.

Así, se volvieron amigos, por mucho que ninguno de los dos lo dijera abiertamente. El dúo pasó a ser un trío, y bastante después un cuarteto con la incorporación de Ale.

En algún momento cuando estuvieron solos N257 sacó el tema de la primera vez que despertaron, quería saber sobre qué es lo que ella recordaba. Cecil le comentó que estaba sola con un médico que revisó que todo estuviera en orden y de ahí la mandaron con un grupo a los campos de entrenamiento. Elliot decidió no decirle nada de lo que sabía, quizás era mejor para ella seguir olvidando ese día donde parecía que mataría a todos los de su alrededor. Decidió dejar de pensar en eso también, porque no quería herirla de ninguna forma. Y quizás, ese fue uno de sus errores.

N126 nunca había demostrado tanto sus emociones, la mayoría del tiempo siempre estaba con su inexpresivo semblante. Es por eso y por sus habilidades, el no contenerse sea cual sea la batalla, que era tan temida por todos. Parecía no tener emociones, antipática y cruel. El arma perfecta de su majestad.

Sin embargo, para su reducido grupo de amigos, no era así. Ella los había ayudado un montón, les había demostrado a su forma que los apreciaba y veló por su seguridad, se esforzó para ello. La querían a pesar de que no sabía expresarse y no parecía comprender las emociones como el resto, la comprendieron aunque ella callara muchas cosas, se las guardaba para sí. Después de todo, era su estimada Cecil.

Y Elliot, aunque nunca se lo hubiera dicho, la amaba. No había otra palabra más que el amor para explicar lo que él sentía.

Amar a N126 le pareció inevitable, pasaron por demasiadas dificultades juntos, se cuidaron, compartieron su tiempo. ¿Si él se hubiese atrevido a decirle algo sobre sus sentimientos podría haber evitado su muerte? Lo desconocía, así como desconocía qué pasaba por la mente de N126, qué pensaba de él y si ella se sentía feliz de haberlo conocido. Ahora, nunca podría saberlo, porque ella murió antes de poder hablar de lo que sentía.

Quizás, ese era su castigo por atreverse a querer algo más de lo que los monstruos tenían permitido. Ser feliz era un privilegio concedido solo a las personas.

La misma pesadilla se repetía todas las noches. Encontrar su cuerpo carbonizado e irreconocible si no fuese por la esclava de plata en su muñeca. Él nunca debió de dejarla sola, debió de acompañarla, debió de evitar que sus escapadas fueran cada vez más frecuentes. Nunca había llorado ni sentido tanta desesperación en su vida. Abatido, destrozado por dentro, no sabía que los de su especie podían sentir tanto dolor.

Si realmente existía la Diosa a la que tanto adoraban en el sagrado reino de Epiriden, era seguro que lo odiaba. 

N257 pensó que las salidas de Cecil eran buenas para ella aunque nunca confió en aquella fémina de cabellos rosas con la que se encontraba. Desde que todavía era un aprendiz, en el fondo, sabía que esa sería la perdición de Cecil y también la suya. No obstante, decidió dejar que se desarrollaran las cosas por su cuenta, N126 parecía poder comprender mejor sus propias emociones con la ayuda de esa chica. Empezó a sonreír ligeramente, mostrar enfado y tristeza, eran cosas apenas percibibles para los demás, pero sus amigos sí supieron sobre esos pequeños cambios. Elliot nunca podría haberla ayudado con eso al ser también una creación artificial, ¿cómo un monstruo podía enseñar a otro monstruo sobre los sentimientos?

Cecil había sido asesinada por los Espectros, grupo en el que estaba más que seguro que la pelirrosa formaba parte, y todo apuntaba a que fue por esa misma chica.

Elliot debió de asesinar a esa mujer apenas pudo. Ahora, no tenía ni la más mínima idea de dónde se encontraba y de los Espectros tenía menos información.

Con esos pensamientos, llegó al establo del castillo. Él y Acker bajaron de los caballos y mientras los guardaban y se encargaban de que tuvieses agua de la cual beber, se dieron cuenta que no eran los únicos en el lugar.

Acker sonrió al reconocer a la mujer. No obstante, N257 no le dio el tiempo a su capitán de saludar a su compañera al hablar primero:

───¿Ese chiquillo hizo algo sospechoso?

Al escuchar su voz, la oji verde rodó los ojos fastidiada. N257 era la última persona que N58 quisiera ver. Lo aborrecía.

───Elliot, hace un tiempo que no nos encontramos con Ale, creo que podemos preguntar eso luego y empezar por cómo ha estado...

───No, todavía no ha hecho nada que se pueda reportar ───interrumpió la pelirroja.

Acker se preguntó si realmente alguno de los dos lo respetaba como el capitán de división que era. Parecía que en lo único que ese par podía estar de acuerdo era en ignorarlo y adorar a Cecil. Es en momentos como esos en los que la extraña mucho más. Ay, Cecil...

───O de repente no eres lo suficientemente útil como para encontrar algo ───dijo Elliot ante su respuesta.

───Aunque lo hiciera dudo que un imbécil como tú podría detenerlo, así que no vale la pena informarte, ¿por qué no te pierdes por allí? ───inquirió con un semblante enfadado.

───Como si un pedazo de basura podría hacer mejor trabajo que yo.

───¡Ya, fue suficiente, deténganse los dos! ───intervino Acker situándose entre ambos.

Los días en el que el trío hablaba con tranquilidad e incluso hacían bromas parecían lejanos y todo se debía a la pérdida de la anterior capitana de su división. Cecil fue quien los había unido, si no fuese por ella Acker y Elliot nunca le habrían dirigido la palabra a Ale para otra cosa no relacionada a su trabajo y probablemente la misma Ale no habría llegado tan lejos y no estaría viva. Los cuatro se conocieron cuando los grupos de aprendices empezaron a enfrentarse entre ellos como parte de su entrenamiento, desde entonces no hubo vuelta atrás.

Acker ha intentado innumerables veces que esos dos dejen de pelearse cada que se encuentran desde que Cecil murió. Ese fatídico día fue el punto en el que se empezó a desmoronar todo. 

Los más afectados entre todos sin duda alguna fueron esos tres, en especial Ale y Elliot. Acker lo comprendía, porque a él todavía le seguía doliendo, pero nunca se compararía al dolor que sentían ellos. Los dos la amaron de diferente forma, pero lo hicieron sinceramente y el vacío que les había dejado era inconmensurable.

Los cambios desde ese terrible día se notaron de inmediato. Elliot empezó a actuar de forma aún más irascible, hubo ocasiones en las que terminó peleándose con el resto de sus compañeros de división al punto de llegar a herirse mutuamente. Ale simplemente se aisló de todo y todos, no es hasta que empezó a actuar como vigilante de Heath Moore que empezó a salir del castillo. La mera mención de Cecil los alteraba y esos dos solo sabían pelear entre ellos.

Acker ya no sabía qué hacer para que las cosas volvieran a ser como antes o que dejaran de pelearse. Incluso consultó con el bibliotecario real, un anciano al que aprecia, con el que lleva hablando desde pequeño y quien le enseñó a leer y escribir, ya que podía comprender mejor los sentimientos. En el fondo, N26 sabía que no había nada que pudiese hacer, pero todavía no deseaba desistir.

Sin duda, la división lunar era un completo caos. Como capitán, Acker se sentía responsable de ese caos. Debió hacer algo por Cecil, a fin de cuentas se suponía que él era su mano derecha al ser el segundo en mando.

───Haznos el favor y púdrete, N257 ───habló Ale antes de fulminarlo con la mirada y retirarse.

Elliot realmente no odiaba a Ale, lo mismo aplicaba para ella. Sin embargo, no tenían cómo desahogarse de lo sucedido con Cecil. Se echaban la culpa mutuamente, después de todo, ellos fueron los más cercanos emocionalmente a ella y no pudieron evitar su fatal destino. Se odiaban a sí mismos; no obstante, era más fácil desquitarse con el otro.

Quizás, habría sido aún más fácil para ellos cooperar en la venganza común que querían, mas sus métodos eran distintos, Ale era la más consciente de eso. Si Elliot llegase a enterarse que ella estaba involucrada con el grupo del infame Jack, no dudaría en intentar acabar con su vida. En ese momento, si ocurriese algún día, se olvidaría por completo de la amistad que tuvieron y el cariño que la misma Cecil le tenía a la pelirroja.

Todo porque lamentablemente N257 no se detendría hasta acabar con cada uno de esos malditos Espectros y la única persona capaz de frenarlo ya no estaba con él.











































¡Feliz San Valentín atrasado! Jaja

Nada gente, no hay excusas por demorar tanto, solo disfruten el cap, coméntenme qué les pareció, sus teorías, cómo les va su día, etc., simplemente lo que quieran <3

Y si quieren quejarse de que mucho hago sufrir a los personajes, también pueden hacerlo que sí soy consciente, pobre Elliot, Acker y Ale 😭

Este cap no tiene especificado qué día de junio es porque no recuerdo qué día iba a ser y no quiero que después las fechas se me crucen, perdón, no hay más misterio con el xx que puse JAJAJ

Con suerte tienen otro capítulo pronto. De todas formas, sí suelo tardar, pero siempre vuelvo xd

(De que acabo el fic lo acabo gente 😉)

Bye, tengan una linda semana 👊

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