Como entrenar a tu dragon II

Las delgadas piernas del chico castaño se encontraban corriendo torpemente y con dificultad, tratando a duras penas de esquivar las bolas de fuego, abrasador, que salia de la boca de ese dragón rechoncho, llamado Gronckle.

-Hiccup, acaso quieres morir? Corre!!- exclamaba Bocón desde la plataforma más alta.

-si..si, solo una pregunta más, acaso no hay información de los Furia Nocturna? No sé, algo más que solo "correr, tirar a....."-

Otra bola de fuego se dirigió hacia el castaño pero este no pudo esquivarlo a tiempo. Todos reaccionaron impactados ante la explosión que, según sus ojos podían visualizar, dio directamente contra el pequeño cuerpo del joven hijo del jefe de la aldea.

-Hiccup!!!!-

El desesperado, y tal vez un poco desgarrado, grito del único vikingo adulto en aquella zona de entrenamiento inundó toda la arena. Ahogando plegarías a los dioses para que su apreciado discípulo de la forja al menos pueda usar una extremidad de su cuerpo, se acercaba cada vez más mientras el humo de la explosión se apaciguaba.

Astrid fue la segunda en reaccionar. Aunque no lo admitiría frente a los demás, ella realmente no quería ver a nadie morir en su primer día y menos a quien probablemente sera el líder de la aldea en un futuro, ya que el jefe actual de está podría tener represalias en el futuro contra todo aquel que estaba en el campo y que no hiciera nada por proteger a su único heredero, por más inútil que este haya sido en primer lugar.

Ciertamente, el ver al muchacho parado sin ningún rasguño y con trozos de hielo en él piso debió ser el primer indicio para muchos de que el chico tenía algo de especial. Sin embargo, lo único que se oyó en toda el área fueron sonidos de reclamo y algunos de pesimismo por verlo intacto después de el supuesto ataque mortal que le cayó encima.

- ni siquiera puedes lastimarte como es debido, ya eso de raro te faltaba- comentó Snotlout con un tono claramente de fastidio y asco por el menor.

Hiccup por la conmoción y el susto que le proporcionó la bola de fuego se olvido por completo de darle las gracias a Jack quien se había encargado de dejarlo en una pieza y sin ningún rasguño, evaporando la bola de fue con su helada escarcha.

-Bueno chicos como todos están vivos...al menos eso parece...dejaremos la practica por hoy, hagan lo que quieran, ya que casi todo el pueblo se fue en busca del gran nido-

Mientras Bocón se encargaba de poner al dragón en su jaula todos los jóvenes aprendices se dirigían a la salida incluyendo un muy cabizbajo Hiccup.

- pudiste haber muerto-

- pero me salvaste, como lo prometiste, así que no le veo lo malo-

- porque no valoras más tu vida? no crees que si la información de tu aldea dice que esos lagartos son peligrosos es por algo?-

Mientras el espíritu flotaba al rededor de la cabeza del castaño, regañándolo por su actitud. Una mirada azulada y llena de sospecha se posa sobre Hiccup y sus movimientos.

...

- por Thor ya basta con tus regaños, pareces mi padre-

- me estas diciendo gordo?-

Como ya se le hizo costumbre al castaño, las discusiones con el albino solo eran momentáneas. Después de algunos intentos de seguir enojado, la risa lo consumía por las ocurrencias del mayor.

-No, pero recuerdo que cuando probaste los pastelillos que guarde para el desayuno te los comiste todos y no me dejaste ni uno-

Acercándose una vez más al valle apartado y oculto, en donde se encontraba el dragón, ingresaron por la misma entrada, como la primera vez. Y una vez más Jack se quedo atrás, por ordenes de Hiccup, y este último se acerco al dragón durmiente, en esta ocasión con un barril de pescado, intentando distraerlo y así ganar un grano de su confianza.

El olor a comida despertó el apetito del dragón, y a este con el. Mirando de reojo al muchacho con la canasta, se acerco lentamente. Una vez más observaba de reojo al albino; sin embargo, el hambre pudo más y dirigió su vista al castaño.

-Bien amigo, aquí tengo delicioso pescado putrefacto, malo para cualquier ser vivo que lo consuma, ¿verdad que lo quieres?-

Tirando la canasta al piso, derramó, sobre este, todo el botín de pescados que se había molestado en robar del almacén de su padre. El dragón por mas interesado que este por el pescado, se limita a observar al albino parado, a una distancia considerable, detrás del castaño. Esto fue considerado por Hiccup, el dragón parecía tener cierto desprecio por Jack.

-No le prestes atención-

Agarrando uno de los pescados y alzándolo en frente del dragón, trató de distraerlo y ganarse su atención.

-Él no es tan malo-

Los ojos verde tóxico observaban interesados la ofrenda del humano y con cierta cautela se fue acercando. Abriendo sus fauces, mostrando encías pulidas y carentes de cualquier dentadura.

-Ah.. no tienes dientes; no tenía idea de que fueras..-

No pudo terminar su oración, debido a que el dragón, impaciente, le arrebato el pez muerto de las manos

-chimuelo....toothless..-

Los ojos del dragón se afilaron, y en un acto instintivo se fue acercando al joven castaño. Este por el asombro callo sentado al suelo. Intento alejarse pero el dragón seguía avanzando hacia el. Jack hizo acto de presencia, colocándose en el camino del dragón; sin embargo este solo lo evadió y alcanzo a hiccup cuando este choco su espalda contra una gran roca.

-no..no..yo, ya no tengo más-

La criatura entre arcadas regurgitó una parte del pescado, que previamente había engullido, sobre el regazo del menor. Tanto Jack, que se había acercado y sentado cerca por si las dudas, como Hiccup veían asombrados al pobre pez destripado sobre el regazo del menor. El castaño levantó el pequeño cadáver mirándolo y luego al dragón, el cual se había sentado sobre su cola para observar al ojiverde. Mirando el piso, luego a Jack y luego al dragón, finalmente, entendió el mensaje.

Suspiró hondo y alzo el cadáver hasta sus labios. Abrió la boca mostrando los dientes y cerró los ojos con fuerza, para así lograr obtener valor. Le dio un mordisco rápido, aguantando las lágrimas y el asco, e hizo sonidos de satisfacción fingida para que la criatura frente a el le dejará de observar. Pero no fue así. Insistente el dragón hizo un sonido con su garganta, como si pasara la comida y luego se lamió el hocico. Hiccup no tenía otra opción y frente a un aterrorizado Jack pasó la comida por su garganta tratando de no vomitar.

-mnmn deagg si muy rico....aunque ya comí antes y estoy satisfecho, gracias-

El dragón miró al espíritu y luego a Hiccup. Este último capto el mensaje y con una sonrisa perversa le entrego el pescado a Jack.

-que? Oh no, no....nononono-

-Vamos sabes que quieres...-

La sonrisa del castaño fue seguida de la mirada intensa del dragón. El albino alzo el pescado delante suyo y mordió con fuerza. Leves lágrimas querían escapar de sus ojos, pero estas se congelaron al contacto con el exterior.

El menor no dudó en reír ante las expresiones de Jack. Este pasó el pescado por su garganta y sacó la lengua asqueado. Miró molesto al castaño, sin embargo, segundos después le siguió con las risas. La criatura delante suyo los miró con curiosidad y trató de imitar sus expresiones y una sonrisa algo forzada se dibujo sobre su hocico.

El castaño se levantó de su lugar y alzo su mano hacia la criatura. No dudó, quería tocarlo, quería saber más sobre aquel dragón. Sin embargo, este no parecía grato con la idea y soltando un grave gruñido se alejó.

-Hicc creo que tienes razón, no es tan peligroso como dicen-

-no, no lo es-

El anochecer nuevamente se acercaba y el albino nuevamente llevo volando al menor a su alcoba.

-me estoy acostumbrando a esto, es perturbador-

-vamos sabes que te encanta-

-arruinas el ambiente Jackson...entrarás a dormir?-

-emmn hoy tengo que salir por un momento, cosas de espíritus tu sabes-

Dejandolo con la incógnita, se alejó volando a una ruta desconocida para el castaño.

***

Llegó volando al valle donde se encontraba el dragón. Se quedó quieto mientras este lo observaba.

-Hey!....Emmm hola-

*Eres la cosa que sigue al muchacho*

-no me digas cosa..Soy Jack-

*no tengo nombre...¿por qué viniste hasta acá sin el humano?*

-bueno, Hiccup quiere descansar un rato, sabes como son los humanos-

El dragón solo lo miró fijamente y se recostó sobre el frío césped.

*¿Por qué estas aquí?¿No deberías estar torturando al humano?*

-Oye soy un espíritu bueno...solo quería preguntar...¿qué te traes con Hiccup?-

*¿A qué te refieres?*

-si él fuera otra persona de seguro lo hubieras despedazado-

*No atacaría a ningún humano sin razón, pero hay algo raro en ese humano*

-¿algo raro en Hiccup?-

*simplemente no puedo hacerle daño, algo en él me produce felicidad*

Jack abrió los ojos sorprendido. "Felicidad", eso era lo que sentía al estar cerca de Hiccup. Tal vez, el simple hecho de ser él hace a las demás criaturas, felices. Los humanos no lo entienden...pero Hiccup es especial

*Así que tu también la sientes...debe ser porque ese chico huele a bosque*

-¿a bosque?-

*a hogar*

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