-Entonces, te veré despues de clases?-

-no lo creo...tengo que hacer unas cosas en el laboratorio de mi hermano-

La vista del pelinegro apuntó hacia el suelo, advirtiendo a Jamie que estaban entrando a terreno peligroso. Despues de todo ya se cumple un año desde la muerte de su hermano mayor.

-bueno.. entonces te veré después Hiro-

-Claro..-

Luego de la despedida del castaño, el menor se dispuso a trabajar con los diseños que había dejado su difunto hermano. "Beymax", un robot que sería capaz de apoyar en misiones de rescate como auxiliar, así como puede funcionar como médico personal. Claro aún no estaba terminado y era su misión, autoimpuesta, conseguirlo.

-Genial, necesita una batería a base de silicio y se me terminó ayer...-

El joven observó la foto de su hermano. Aún no era capaz de superar ese "accidente".

-Tadashi, solo querías hacer un mundo mejor....y mira como terminaste-

Una lágrima amenazó con escapar de su ojo, pero él rápidamente se limpio la cara. Se prometió así mismo no derramar más lágrimas.

'Y si te dijera que él aún podría regresar'

-Es imposible, él ya no está aquí-

'y si te dijera que puedes hacerlo volver'

-pensaría que es tan o igual de loco como el hecho de que estoy oyendo una voz que no existe-

'pero y si lo que yo te dijera fuera verdad, aceptarías hacer cualquier cosa por lograr recuperarlo?'

-Sé que él no volverá, pero si tuviera la oportunidad, hipotéticamente hablando, haría cualquier cosa-

'incluso si...?'

-Incluso si tuviera que dañar a las personas, si....de seguro él me detendría, pero hasta ese momento....al menos estará a mi lado-

Los ojos marrones del muchacho se tornaron de un verde oscuro que destellaban en medio de la habitación oscura, susurrando una ligera amenaza hacia quienes buscan proteger el mundo.

.
.

-alteza-

La joven rubia ingresó al cuarto de la princesa, sus rubios cabellos estaban alborotados muestra de que probablemente haya corrido todo el camino hasta la habitación.

-¿Astrid, estás bien? luces muy palida-

Recuperando el aliento perdido los ojos azules de la joven se dirigieron hacia el piso, trataba de encontrar las palabras correctas, pero no llegaban a su alborotada cabeza.

Antes de articular cualquier palabra, hombres bien uniformados, con aspectos levemente medievales, irrumpieron tambien en la habitación de la joven.

-princesa-

-señorita Gothel, ¿qué está haciendo aquí?-

La alzada y elegante mujer se paseó por los alrededores mirando cada curioso artefacto que los plebeyos osaban usar.

-querida, yo prácticamente te crié no tienes que ser tan formal-

Astrid miró con odio a la mujer, conocía de lo que era capaz. Desde que eran pequeñas ella se encargó de que Elsa no pudiera mirar la luz del día dejándola encerrada en el castillo.

Los padres de la joven princesa murieron en un trágico accidente hace mucho tiempo y la que quedó a cargo del cuidado de  la princesa y su hermana fue la madre superior del clérigo, Gothel. La mujer las crió de una forma estricta y poco a poco se ganó la confianza de cada uno de los representantes del reino, cada decisión importante era dada por ella y los demás se doblegaban, claro siempre recibía beneficios especiales por sus servicios como madre sumplente de las niñas.

-¿entonces, me dirás que estas haciendo aquí...madre?-

Elsa odiaba decir esa palabra, pero la mujer fue muy clara en el pasado sobre que pasaría si no le respetaba como una, claro esto solo con la intención de ganarse el cariño del pueblo por ser tan "buena" persona.

-cariño, te tengo excelentes noticias~....¿preparada? te casaras, ¿no es grandioso?-

-¿disculpa?, señorita....madre prometiste que podía estudiar aquí hasta terminar mi educación-

-oh por favor..querida no desperdicies valiosos años de belleza en este...basurero, realmente con esa mocosa basta-

-dejame estudiar aquí, por favor y..y prometo que yo misma me haré cargo del reino, lo gobernare-

-tú? Ja! cariño una mujer no puede gobernar y menos una niñita tan frajil como tu, necesitas un hombre....ya sabes alguien que pueda darte lujos y a mi tal vez una parte del castillo, solo deja que él se encargue de las cosas aburridas-

-soy muy joven yo, yo no quiero casarme, madre te lo ruego no..-

-el trato ya está hecho cariño, no te preocupes, enviaré una limusina a recogerte en la mañana, la pequeña Astrid se quedará aquí....no aceptaré un no por respuesta, empaca-

Y así como vino, la extravagante mujer se fue, dejando a una impotente Elsa con las ilusiones destrozadas y mucho en que pensar.

-alte...Elsa yo lo lamente tanto-

-dejame sola un momento, por favor-

Inútil, basura, buena para nada....incluso la palabra mujer hacia eco en su cabeza y provocaba un dolor agudo y desgarrador, sus lagrimas comenzaron a brotar. Ella vivió encerrada toda su vida, aislada de su hermana por ordenes de Gothel, usada como un bonito accesorio público que los lideres de su reino podían usar por pura propaganda. Ella no era un trofeo, no era un objeto.....pero ¿cómo liberarse de rejas invisibles?

'tienes miedo'

-si...no sé que más hacer-

'quieres ser libre, ¿no es así?'

-es imposible, solo soy una princesa inútil-

'puedes lograr tu propia libertad...si estás dispuesta a pagar el precio'

-¿eres real?-

'el miedo es completamente real'

-entonces acepto, por favor....haré lo que sea-

'Así me gusta'

La sonrisa macabra de Pitch se notó a lo lejos dentro de las sombras, su plan estaba en marcha y ahora ni siquiera la Luna y todo su ejercito de fenómenos podría detenerlo.

El piso debajo de los pies de la joven empezó a congelarse, su aliento helado chocaba con la temperatura de la habitación, su piel se volvió más pálida y sus ojos azules se intensificaron, se abrazó así misma tratando de darse calor, pero no lo logró.

-¿qué me está pasando?-

Su respiración se agitó y terminó desmayándose sobre su cama.

.
.

-¿entonces tu me diste este anillo?-

El castaño sostenía con delicadeza el anillo negro que traía consigo desde su despertar. Nunca se había puesto a analizar el pequeño objeto, era hermoso a los ojos del ojiverde. En la parte interna del anillo estaba grabada la letra "J" y una vez más la nostalgia invadió al menor.

-anillo de compromiso, bueno...nunca te hice la pregunta-

Nerta y Jack una vez más estaban de guardia mientras los demás seguían las escasas pistas de Pitch. Ya era una costumbre entre ellos hablar respecto al pasado del castaño, este estaba muy interesado de Hiccup y en la "incomoda" relación que mantuvo con el albino.

-hazla...-

-¿qué?-

-no tuviste la oportunidad y ahora tienes el cuerpo de tu novio frente a ti...solo hazlo-

El castaño desvío un poco la mirada avergonzado por lo que acababa de decir, pero no se retractaría. Extendió el anillo hacia el albino como muestra de que hablaba en serio. Jack tragó fuertemente al encontrar lógica en las palabras del menor y lo tomó.

-hiccup horrendous haddock III..-

El menor no pudo evitar reírse por el nombre tan extravagante que tenía en el pasado, pero rápidamente se recompuso para dejar al albino terminar.

-...yo...yo...desde el momento en él que te conocí sentí bueno...je.. sentí que ya te conocía y resultó que si, Jackson lo hizo....pero aún así me aceptaste como Jack y yo me enamoré de ti, de tus ojos, de tus labios, de tu adorable pero tonta cabeza y solo quiero pasar el resto de mi vida contigo....¿me aceptarías a pesar de no ser por completo un humano y estar medio muerto?..Nerta..-

Jack se reprendió internamente por decir el nombre del espíritu de forma inconsciente. Por otro lado el castaño estaba hipnotizado por las palabras que le brindó el albino, tal vez no eran totalmente para él, pero de alguna forma lograban erizar cada parte de su cuerpo.

-si...-

Nerta se tapó rápidamente la boca al notar lo que se escapo de sus labios.

-que?-

-nada!-