Cenizas II

-Jack, Toothless!!!-

-Hiccup!?-

El espíritu se acercó ante el castaño, aparentemente, cansado. Puso una expresión de preocupación, se suponía que el aseguraba al dragón y luego lo alcanzaría en su alcoba. Sin embargo, Hiccup se veía preocupado y angustiado.El albino pensó que tal vez algo había pasado, tal vez Astrid los traicionó.

-Encontraron el nido de los dragones-

-¿El qué?-

-Su nido, su colmena, de la cual salen todos los dragones. Estan buscando extinguirlos, mi padre está luchando una guerra que no podrá ganar-

Jack observo los ojos acuosos y atormentados de Hiccup. Algo dentro de él se retorció, sabía muy bien lo que seguía.

-Quieres ir, ¿verdad?-

El dragón se acercó al muchacho y colocó su hocico en la mano de este como muestra de apoyo. El castaño sonrió ante el contacto con Toothless y miró a Jack a los ojos.

-Ellos no tienen un Toothless...ni un Jack...yo tengo a ambos. Puedo, podemos hacer algo, solo si estas dispuesto a ayudarme...si sientes que te estoy pidiendo demasiado yo no....-

-Hiccup..-

Jack simplemente se arrodilló y estiró el brazo con la palma abierta, dejando a la vista un anillo negro hecho a mano, aparentemente, con una de las escamas del Furia Nocturna.

-Yo estaré contigo por siempre, no lo olvides-

Hiccup solo sonrió con los ojos algo húmedos. Agarró el anillo con ambas manos y lo observó desde todos los ángulos posibles encontrando en su interior una "J" grabada. 'simplemente perfecto' pensó para despues deslizarlo por su dedo.

-Y yo contigo....por siempre-

Sellaron estas últimas palabras con un beso, el cual para uno significaba un "saldremos de esto" y para el otro un "Hasta pronto".

***
Se acercaban los barcos de guerra a la isla de los dragones. Armados con cientos de soldados, un grito de guerra se escuchaba en el aire. La batalla final llegaba a su climax.

Vikingos contra dragones, una lucha ya escrita en piedra, que se hacia presente como un profecía mítica. Y que ahora era una realidad.

Astrid solo observaba como sus amigos cercanos eran deborados o simplemente desmembrados uno a uno. La inexperiencia de los que se querian proclamar héroes caía junto con sus cuerpos. Y ahí estaba ella, con su hacha, esperando cumplir con el cometido que corría por su sangre.

Luchando por defender el cuerpo del líder de la aldea, que yacía malherido en el piso. Entre ataque y ataque su cuerpo cedía. Ya no había esperanzas. Ella moriría.

-Astrid, la mano-

Como un rayo de luz el sonido del veloz vuelo del Furia Nocturna se hacia presente, la batalla cesó por unos instantes. La mano de la rubia fue sostenida por las del castaño, mientras que un peli blanco levantaba con algo de esfuerzo el cuerpo robusto del jefe de la aldea.

Los ojos de los vikingos y dragones se centraban en el espectáculo. El más débil de la aldea, Hiccup...montado en el dragón más peligroso conocido por el hombre, y el jefe de la aldea volando por los aires sin, aparentemente, nada que lo sostenga.

Una vez llegados a los barcos, los soltaron. En este Astrid se encargaría de defender al líder malherido, mientras Hiccup y Jack harían el intento de luchar contra las ordas que se aproximaban.

*Se aproxima*

-¿Qué se aproxima?-

Jack miraba a Toothless que estaba inquieto y gruñendo. Algo no estaba bien.

*La muerte*

Y justo en el instante en el que Jack escuchó lo último una erupción se hizo presente en aquella pequeña isla. El volcán, dormido por miles de años había despertado y con el una figura casi demoniaca emergía de la lava.

Arrasando y devorando todo a su paso, vikingos y dragones por igual, la bestia infernal preparaba su planeado castigo contra aquellos que interrumpieron su sueño.

-Jack, cuida de Astrid y de mi papá-

-¿De qué hablas? No dejaré que te enfrentes solo a esa cosa-

-No estoy solo, Toothless irá conmigo-

-Hiccup estas yendo demasiado lejos...¿qué pasó con nuestro plan? Tenemos a tú padre y a Astrid, podemos salvarlos y vivir para recordarlo-

Mirando hacia la batalla y cruel masacre el castaño solo entre cerro los ojos. Muchas de las personas que lo vieron crecer estaban en el campo. Muchas de ellas morirían

-Ellos son mi familia-

-Ellos no te querían cerca, pero yo si!-

Jack sostuvo la mano de Hiccup mirándolo directo a los ojos. Este tenía puesto el anillo, lo cual le causaba algo de melancolía.

-Lo siento-

-Hicc..-

-Tengo un plan lo juro-

Toothless agarró al menor y como un rayo se lo llevó hacía el centro de la batalla. Jack no se quedaría atrás y levantándose en vuelo se impulsó para alcanzarlo; sin embargo, chocó contra un muro aparentemente invisible. Su cayado brillaba justo en la letra impregnada en este. No podía cruzar.

-¿por qué?...¡¡¡¿por qué?!!!!-

Golpeando la aparente nada el albino se quedó en silencio. Con la mandíbula apretada se dio la vuelta y observó a la rubia sobre el barco.

-si su padre muere no me perdonará cuando vuelva-

-si...-

Astrid miró preocupada al albino. Rogaba a los Dioses que todo saliera bien y que el castaño volviera, al menos vivo.

***

Los ojos esmeralda brillaban en medio del fuego y cenizas, y los verde tóxico se afilaban con determinación. Tanto jinete como dragón sabían que no iba a ser una batalla fácil. Hiccup quería sobrevivir, tenía que volver con Jack. A pesar de tener un plan "B" no quería dejar atrás todo lo que conocía.

La Muerte observó la mancha negra acercándose a una velocidad estremecedora. Conocía bien la mirada que le daba el muchacho junto al dragón negro. La mirada de un Héroe, una leyenda .... 'Lamentablemente todas las leyendas, están muertas'.

Con una furia incontrolable el dragón arremetió contra el castaño y su dragón. Estos se elevaron hacía el cielo, por sobre las nubes. La batalla se decidiría arriba.

La Muerte, en un acto atroz, se despojó de su propia piel y levantó sus alas despegándolas de su tórax. Se levantó en el aire extendiendo sus alas y agitándolas, en forma de vendavales.

La guerra entre vikingos y dragones había cesado. Estos solo observaban temerosos la batalla que se desenfrenada sobre sus cabezas.

El silencio reinó por unos minutos y de repente disparos en forma de rayos se hicieron presentes. Las sombras de ambos dragones se mostraron por sobre las nubes. El más pequeño esquivaba las ráfagas de fuego y así respondía de a poco. En un instante el cielo se volvió un mar de llamas el primero en salir fue el pequeño vikingo y su dragón seguidos de cerca por La Muerte.

Este último cargando sus fauces con u gas se preparaba para aniquilar a cualquiera que se interpusiera en su camino. Sin embargo, en un ultimo movimiento desesperado, el jinete le ordenó a su dragón disparar dentro del hocico de la Muerte.

El escenario se movió rápidamente. Toothless atinó el disparo y la cabeza del monstruoso dragón se incendio desorientandolo y haciéndolo caer. La gravedad jugó en su contra. El gigantesco cuerpo cayó sobre ellos y estos trataron de esquivarlo..., pero no lograron escapar a tiempo.

La cola de la Muerte los golpeó separando a jinete y dragón. Hiccup estaba inconsciente y Toothless aún afectado por el golpe trató de llegar a él. A todavía unos peligrosos metros de altura. El cuerpo del pequeño héroe y su dragón fueron consumidos por las llamas aún vivas de La Muerte....

..Y todo se puso negro.

***

Los ojos verdes se abrieron de golpe, su respiración era pesada, puesto que no sentía las palpitaciones de su corazón. La luz inundaba toda su vista. Un trono dorado, tal vez recubierto con oro se vislumbraba en el centro.

-Así que eres tú..-

Un hombre joven con una gabardina dorada se sentó en el trono. Mostrando una sonrisa de superioridad hacia el castaño sentado en el piso.

-Odín, verdad?-

Los ojos dorados del joven se abrieron sorprendidos ¿Qué humano ve a su Dios a la cara y lo reconoce como tal?

-Pare ser que no me equivoqué en mi elección, bueno y qué se podría esperar de mi....y dime niño ¿sabes por qué estas aquí?-

-Es mi plan "B"-

***
Entre todo el fuego y cenizas, el cuerpo difunto de Hiccup era levantado con delicadeza.

-no, no, no.... Hiccup.... despierta.. por favor despierta-

Sus lágrimas caían sobre el cuerpo del dragón que se aferraba a su jinete, también fallecido.

-Jack!.... como se encuentra... Hiccup...-

Se llevó las manos a su boca, tratando de no vomitar. Astrid veía la escena con una mezcla de horror y miedo. Las lágrimas caían por su cara, se sintió una hipócrita y tratando de tranquilizarse a si misma trató de reconfortar al mayor.

Sin embargo, un ligero temblor se hizo presente. La muerte seguía con vida... Y levantándose con furia dio un grito hacía el cielo.

'No perdonaré la rebelión de unos insignificantes...'

-insignificante... Hiccup insignificante..-

Con lágrimas aún en sus ojos Jack temblaba en rabia.

-Jack..¿estas bien?...¿me estas escuchando? ¿Qué es lo qué te pasa?!!...tenemos que salir de aquí-

Astrid gritaba con desesperación y miedo. Agarrando el hombro del espíritu trató de sacarlo de su trance. Jack solo volteó la cabeza hacia Astrid y con una mirada fría y vacía, sus ojos se iluminaron en un azul amenazante ante todo aquel que se interponga.

-Lo rechazaron.... Lo torturaron toda su vida haciéndole creer que era un inútil... aún así el luchó su guerra... Y murió por ustedes, y ahora.... ahora todo debe desaparecer-

Frente lo último susurrado Astrid se puso alerta presintiendo lo peor. Escapando rápidamente una nube de hielo la alcanzó y la tiro lejos. El dragón que antes estaba de "pie" frente al espíritu se encontraba tolamente gélido y hecho pedazos resquebrajándose de a poco y cayendo al frío suelo. Tanto dragones y algunos vikingos no pudieron escapar de la fría devastación que incluso fue capás de exterminar al latente volcán y la lava que salia de este.

~La era de los vikingos y dragones encontró su final tras una lucha desconocida por la historia (1080 d.c)~

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>Créditos a Corea con sus dramas inspiradoras y algo irreales.

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