Capítulo 7. Adiós (final)

Adiós


Los últimos rayos del día ingresaban por los altos ventanales de su apartamento, produciendo un ambiente cálido. Kyungsoo se sorprendió al verse casi perdido en el perfil de JongIn bañado en tonos de un suave anaranjado. En las últimas horas, Kai había retomado la lectura del libro de ciencia ficción que JongIn había iniciado antes de esa última misión, finalizando ya las últimas páginas. Suspiró pesadamente alejando su vista ya nublada por las lágrimas. Kai seguía siendo tan hermético como al inicio, tan distante, que no podía simplemente sentirse cómodo a su alrededor.

—¿Por qué dejaste de mirarme?

—¿Qué dices? —preguntó confundido.

—Parecías encantado mirándome hasta hace un momento atrás —justificó Kai dejando el libro a su lado para observarlo con una pequeña sonrisa.

Las mejillas de Kyungsoo enrojecieron tras ser atrapado in fraganti.

—No te estaba observando a ti —explicó intentando verse indiferente—, estaba mirando a JongIn, me sentí atraído.

—Atracción —Kai miró hacia arriba en un gesto pensativo— yo puedo reconocerla, en mi mundo puedo sentirme atraído hacia... ¿Cómo es para ustedes, los humanos? —preguntó esta vez mirándolo.

Su expresión era curiosa. Kyungsoo con el ceño fruncido, tuvo que meditar su respuesta en busca de palabras sencillas.

—Cuando te sientes atraído hacia alguien, deseas estar cerca de esa persona, pero no siempre lo haces.

Pareció sopesar sus palabras, el soldado creyó que el tema estaba aclarado, más le sorprendió que continuara, hablando más de lo que había hecho desde que se instalaron en su apartamento.

—De donde vengo, no hay opción, si algo nos atrae, lo tenemos. Son nuestros instintos, ustedes han podido evolucionar, y pueden controlarse mejor.

—¿Es así como terminaste invadiendo a JongIn? ¿Por instinto?

Kai asintió con la cabeza antes de verbalizar su respuesta:

—Fue algo inevitable, me sentí atraído.

—¿Te gustó JongIn?

—No me gusta, Kyungsoo —espetó seriamente—. No conocía esto antes, ni el amor.

—¿Qué fue entonces, lo que te atrajo de JongIn?

—Tú —expresó sin ninguna vacilación—. Muchas imágenes tuyas, JongIn muriendo te proyectaba fuera de su mente, fue extraño, porque había mucho miedo; me acerqué y me sentí atraído hacia ese extraño sentimiento. Y solo terminé dentro de él... por ti.

Debieron pasar minutos para comprender y atar cabos sueltos, no fue por JongIn, fue una decisión de instintos despertada por los recuerdos en los que él era el protagonista. Las palabras de Yixing cobraron sentido: «Es por ti que Kai no desea irse».

—Pero no lo confundas, no es amor —añadió.

—Entiendo que no sea amor, me queda completamente claro.

Esta vez el silencio no se hizo rogar, Kai tomó el libro y se veía e bastante inmerso en él, así que no lo interrumpió.





—¿Puedes dormir conmigo esta noche? —preguntó reuniendo todo el valor que necesitaba y dejando su dignidad en el piso.

Era su última noche juntos, acababa de lavar los platos y Kai permanecía en una de las sillas de la mesa auxiliar de la cocina; y aunque le estuviera dando la espalda, podía sentir su pesada mirada sobre él.

—No creo...

Kyungsoo bajó la cabeza, apoyando sus manos por unos segundos sobre el mesón antes de dar media vuelta, enfrentándolo.

—Por favor —suplicó con ojos brillantes—. Sé que en las dos últimas noches duermes conmigo, solo no quiero que te escabullas antes del amanecer.


Aunque renuente, el parásito había accedido a su tonta petición. No sabía qué le deparaba el futuro, lo único que pudo hacer, fue rogarle al desconocido Universo para que JongIn no desapareciera junto con Kai.

Kyungsoo apoyó su cabeza sobre el pecho de JongIn, escuchando el latido tranquilo de su corazón, la melodía que ha intentado memorizar, y que en esa última noche vino acompañada de recuerdos y de preguntas que iniciaban con un ¿Y si...?

Al despertar, lo primero que sintió fue la mano de Kai sobre su cabello, dando perezosamente sutiles roces que intentaban tranquilizarlo; inadvertidamente sonrió, acercándose más al cuerpo del otro, era su forma casi inconsciente para retenerlo y que nunca se marchara... Que JongIn no desapareciera, incluso si cambiaba y se daba cuenta que no lo amaba, Kyungsoo estaría feliz por el hecho que estuviera allí.

—Sé que estás despierto, es hora —anunció Kai.

Kyungsoo sintió un malestar repentino tras escucharlo, su cuerpo se sentía pesado, no quería, en su lugar, deseaba enterrarse en su fantasía y pretender que los brazos que lo rodeaba era los de Jongin, porque así él lo quiso, porque era su amado quien le manifestaba su amor.

—Cinco minutos más, por favor Kai —suplicó con hilo de voz.

—Está bien.





☄🌟☄🌟☄


Sus manos no habían soltado el volante desde que se estacionaron en el subterráneo de la Base Militar; temeroso a los próximos acontecimientos.

—¿Cómo... cómo será?

Convenientemente había evitado conocer a cerca de lo que sería el evento de expulsión de los Sin Nombre sobre los cuerpos que los hospedaban, y sobre este Mundo; solo tenía entendido que no implicaba realizar una inmersión a bordo de la nave.

—Es... nos convertimos en uno —explicó tranquilamente—, nosotros juntos, el núcleo creará una falla momentánea en el espacio, como un agujero y allí seremos absorbidos por nuestra dimensión.

—Suena como a una mala película de ciencia ficción —opinó intentando reír, pero no lo consiguió del todo.

—¿Me extrañarás? Me refiero —Kai se notaba inseguro, ni siquiera lo estaba mirando, y juraba que se había encorvado un poco en la silla—. No a JongIn, a mí, a lo que soy, ¿dolerá cuando pienses en mí? —La voz de Kai se quebró al final, esta vez sus miradas se encontraron.

Kyungsoo negó tras notar la pequeña esperanza en los ojos de un cautivador azul; así que se vio en la necesidad de darle algunas palabras cálidas.

—Pensaré en ti, pero no creo que duela. Cuando extrañas a alguien no necesariamente debe doler, podrás extrañar y al mismo tiempo sentirte feliz por el instante que duró —añadió acariciando suavemente sus mejillas.

Kai se sonrojó con el gesto, en tanto Kyungsoo terminó regalándole una sonrisa sincera. Era verdad, lo extrañaría

—Yo... no creo que te extrañe —Kai lucía acongojado, como si esperara que Kyungsoo se molestara tras su declaración—, porque no sé cómo hacerlo, son demasiadas emociones, yo no me siento capaz de extrañarte, ni de amarte. Eso... eso me enoja.

Emociones primitivas, Kai no podía identificar emociones a las que no estaba configurado; pero el hecho que lo deseara, hizo que su sonrisa se ampliara y mostrara su habitual forma de corazón.

—Creo que estoy listo —expuso serenamente luego de unos segundos.

La reacción de Kai fue tomar entre sus dedos su mano y darle un sutil apretón, junto a una media sonrisa.

—Todo va a salir bien —susurró antes de salir del vehículo.

Kyungsoo se quedó allí por un momento, repitiendo la oración de Kai.




La primera vez que regresaron luego de sus vacaciones, JongIn valientemente había tomado su mano y caminaron con sus dedos entrelazados, mientras sus corazones permanecían en regocijo y se daban miradas que hacían que el otro se sonrojara. Esta vez no había nada como eso, Kai caminaba a un paso detrás de él; por otro lado, Kyungsoo con su porte militar y una expresión en blanco, se mantenía a un paso ligero con su vista firme hacia el frente. Estaban siendo escoltados por un grupo de soldados hacia el área dispuesta para el proceso de expulsión, donde ya estarían las otros Sin nombre envasados en los cuerpos de los cinco perdidos.

El acceso al área fue permitido, luego de esperar por unos segundos hasta que el General Lee, desde el intercomunicador, diera la orden; más soldados se aglutinaron allí, incluyendo a los médicos y demás personal sanitario, detrás de él, permanecía Kai. De una de las esquinas de los pasillos relucientes en blanco, apareció el General Lee, siendo escoltado por dos de los Ingenieros del Proyecto Exo'rdium, su expresión era cordial pero no sonriente.

—Soldado Do, Kai —Los saludó mirando a cada uno. Los aludidos devolvieron el saludo.

El parásito estaba ahora a su lado, pero Kyungsoo se resistía a mirarlo, a fin de mantener su expresión estoica.

—Los estábamos esperando, los demás ya están en sus lugares —informó—. Kai, puede usted ir siguiendo. Ingeniero Park, por favor escóltelo.

Quedando implícita la directriz del General, los demás se marcharon, hasta que estuvieron solo los dos.

—¿Cómo has estado? —preguntó su superior rompiendo el silencio.

—Si le soy sincero, he tenido mejores días —suspiró pesadamente antes de añadir—. Yo estoy intentando entender todo esto.

—Lo entiendo, es complejo. En caso que JongIn no lo resista, será despedido con todos los honores.

Kyungsoo se sintió enfermo tras escucharlo, sus ojos rápidamente se vieron empañados por las lágrimas que resistían en salir, porque incluso el General Lee ya no guardaba la misma esperanza.

—Sabes Kyungsoo, que debes prepararte para el peor de los escenarios. —El mayor se acercó con una expresión piadosa—. Lamento si mis palabras son demasiado crudas.

Kyungsoo negó, resistiéndose.

—Debe haber otro camino —susurró para sí mismo, pensando en voz alta.

—No lo hay —contestó firme—. La única posibilidad es que su cuerpo se haya podido reparar con Kai dentro de él.

—Pero —Se detuvo mirando al mayor—, podemos llevar a JongIn a la quinta dimensión, allí, Kai será más fuerte, se hará cargo y podrá sanarlo; yo estaré a su lado, y esperaré hasta que sea adecuado.

El General negó apenado, mientras la esperanza de Kyungsoo se deshacía ante sus ojos, aguardando la respuesta de su superior.

—El vórtice ha sido sellado definitivamete y la partícula Cizell Tao ha sido destruida en su totalidad. El Proyecto será clausurado una vez ellos regresen a su dimensión.

Los ojos de Kyungsoo se abrieron casi caricaturescamente.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Era peligroso —lamentó—, desconocemos lo que hay allí, puede ser perjudicial para el país, ¡para el mundo! De hecho, fue Kai, usando tus manos, quien cerró el portal.

—Yo... necesito un minuto —Kyungsoo necesitaba un momento, las náuseas era muy fuertes—. Iré al baño, no demoraré.

Ni siquiera esperó alguna clase de permiso, simplemente salió prácticamente corriendo hacia el baño más lejano.


Luego de refrescar su cara y reorganizar sus pensamientos, solo podía concluir que realmente la última esperanza de JongIn era esta, no había vuelta de hoja, y él estaba allí, escondiéndose de lo que podía ser la última oportunidad de verlo, así sea solo un disfraz de Kai.

No le tomó muchos pasos, cuando escuchó una serie de murmullos, su piel se erizó al reconocer las voces ¡eran ellos! así que aprovechando que no había sido notado, se escondió en la esquina contigua y escuchó con atención:

—Tú no lo amas, maldición. No te dejes engañar, son los sentimientos de ese al que posees.

Pudo reconocer a X-Baekhyun con un tono cínico acusando a...

—Sé que no lo amo.

Fue Kai quien habló, refiriéndose claramente a él, y aunque ya sabía que no lo amaba, le dolió solo un poco, que lo reconociera sin una gota de vacilación.

—¿Acaso crees que no nos damos cuenta? Sabemos todo lo que piensas cuando estás cerca de ese. Por eso me pareció estúpido que te alejaras de nosotros.

Seguía acusando X-Baekhyun.

—Ya hemos desperdiciado suficiente aquí, y todo por un estúpido humano.

—Sabes que nos estamos debilitando cada día que permanecemos aquí. Este no es nuestro mundo.

La última voz que intervino era menos fuerte que la anterior, así que, arriesgándose, se asomó brevemente, quien opinaba era el alto pelirrosa, debía ser X-Chanyeol.

—Lo sé... solo.

—Nos necesitan.

Informó una cuarta voz, la que pudo notar le pertenecía al de ojos turquesa, X-JongDae.

—Pueden seguir, yo estaré allí pronto —expresó Kai.

—Más te vale, lo sabremos —espetó X-Baekhyun amenazante.



El solado permaneció en su lugar, esperando que todos se marcharan para poder salir.

—¿Kyungsoo? Sé que nos estabas escuchando.

Kyungsoo apretó sus ojos recargando su cabeza sobre la pared antes de salir tímidamente de su escondite, mordiendo su labio inferior al encontrarse con Kai. Ingenuamente pensando que no había sido pillado; ahora todos los Sin Nombre sabrían que los había escuchado.

—Lo siento... no quería.

Kai lo tomó de su cintura y antes de poder reaccionar, lo empezó a besar con tal fuerza, que su cabeza terminó golpeando la pared de atrás, sintiéndose ridículamente aprisionado; le tomó unos segundos, luego de salir de la sorpresa inicial, corresponder con igual intensidad, tan urgido, tan necesitado. Kyungsoo rodeó su cuello, acercándolo más, devorando sus bocas, sin pensarlo demasiado, dejándose llevar por la pasión, y el tacto de sus suaves labios que hacía que sus rodillas se debilitaran.

—Lo que dije aquella vez, lo decía en serio —dijo Kai con voz agitada. Sus ojos le miraban con intensidad, el azul de su iris parecía resplandecer.

Kyungsoo se sentía abrumado por las muchas emociones en su interior, emociones humanas.

—Espero algún momento evolucionar, y ser un humano que pueda amar y ser amado. Es lo más valioso que ustedes pueden tener.

Esas fueron las últimas palabras que escuchó de Kai antes de dar media vuelta y dejarlo allí. Luego de ese beso, sus labios seguían hormigueando y ni siquiera pudo responderle de vuelta.



—¡Kyungsoo! Te estamos esperando, el General Lee ha dado la orden que, sino apareces en 5 minutos, iniciaremos sin ti.

No sabía cuánto tiempo llevaba allí, sin moverse ni un centímetro de su lugar, después que Kai se marchara. Finalmente salía de su ensoñación, enfocándose en el pelinegro de expresión amable; quien acababa de hablarle, sin embargo, no había captado el mensaje.

—¿Min-Mikseok?

—¡El mismo! —sonrió bastante animado—. ¿Estás bien?

Kyungsoo negó en silencio. Al instante, los brazos del ahora pelinegro lo rodearon.

—Lo siento mucho, qué estúpido soy por preguntar. Yo aquí feliz de finalmente deshacerme de X-Sehan y tú... por supuesto debes estar triste. Lo lamento, en verdad lo lamento mucho. ¿Estoy hablando demasiado? Cuando estoy nervioso no lo puedo evitar, me callaré ahora.

Una vez se desajustó del abrazo de su compañero de viaje, Kyungooo pudo haber reaccionado de diferentes maneras, pero en ese momento, solo rió con gana al ver su cara apenada luego que hablara sin parar.

—¿Deshacerte de X-Sehan? —preguntó curioso arqueando una de sus cejas.

La mirada de su compañero permanecía confusa tras estallar en risas; lo cierto es que su corazón sufría, solo necesitaba una distracción mientras emprendían el camino hacia donde lo vería por última vez.

—Eh sí, verás —Minseok empezó dubitativo luego de manifestar su aparente interés—. A algunos de nosotros se nos asignó ser el anfitrión de los X, lo que en realidad se tradujo a convertirnos en sus niñeras 24/7, Yixing la tuvo fácil porque X-Junmyeon es el más cordial de los cinco. ¡Pero a mí, Kyungsoo! me tocó X-Sehan, el estúpido mimado, no sabía que se podía ser tan malcriado, hasta X-Sehan apareció. Definitivamente pediré vacaciones después de esto, siento que he envejecido una década gracias a él.

Minseok seguía parloteando, en realidad, quejándose de X-Sehan, demasiado caprichoso e impulsivo para su beneficio; Kyungsoo pudo deducir que no era peligroso; los realmente amenazantes eran los otros: X-Baekhyun; el que siempre estaba cerca de él, X-Chanyeol; y el de ojos turquesa, X-JongDae.

El camino de regreso se le hizo corto gracias a su compañero; mentalmente le agradeció al cumplir su tarea de distraerlo hasta ese momento. Ahora ya estaban a una puerta de ingresar, no sabía lo que encontraría, Minseok, tal vez comprendiendo su incertidumbre, puso su mano sobre su hombro.

—JongIn, yo sé que él podrá hacerlo, es fuerte, lo hará.

—Deseo creerte.



Una vez ingresaron, no se sorprendió al recibir todas las miradas del equipo sobre él, incluyendo a los 6 parásitos finalmente reunidos en todo el centro del lugar. Kyungsoo solo pudo enfocarse en Kai, quien le sonrió brevemente. Vio el momento que X-Baekhyun le estrechaba la mirada en su dirección y tomaba a Kai de sus manos y lo llevaba a su posición en el hexágono formado por los 6 intrusos, quienes llevaban una vestimenta sencilla, con electrodos en sus cuerpos. Arriba, había también 6 pantallas, cada una monitoreando a los 6 cuerpos. El escenario, aunque amplio era bastante sencillo, lo más sobresaliente era la plataforma plateada en la que se encontraban los Sin Nombre. No había ningún indicio de lo que ocurriría en un par de minutos. Miró al General Lee a unos metros de allí, hablando con la ingeniera Park Joy y con alguien más que no supo identificar.

No sabía que se había quedado parado allí, estancado en su lugar, hasta que sintió una sacudida en su brazo derecho, por parte de Minseok.

—¡Hey! Kyungsoo. Tenemos que ponernos los trajes especiales.

Dirigió su mirada hacia donde Minseok señalaba. Allí estaba Yixing, en el área acondicionada para el vestuario.

—¿Vestuario?

—Probablemente la reacción de expulsión, eleve los niveles de radiación, solo estamos tomando precauciones —Le explicó Yixing una vez se encontraron con él—. ¿Cómo has estado?

Kyungsoo solo se encogió de hombros y tomó el traje que le ofreció. Tal vez fue grosero, pero no estaba particularmente interesado en ser cordial, no cuando quería gritar y aferrarse a JongIn o Kai, no estaba seguro.


A sus compañeros de tripulación, al parecer se les fue asignada la tarea no oficial, de ser sus guardaespaldas, ya que los tres terminaron sentados juntos, con Kyungsoo en el medio, en la bóveda aislada, donde los pocos espectadores, podrían ver a través del cristal, el momento culminante.

Kyungsoo se mantenía tenso con sus manos apretadas, moviendo sus piernas, producto de un ligero tic nervioso, incluso le era difícil pasar saliva; esto solo empeoró, cuando todos callaron y el General Lee dio algunas cortas palabras, explicando el protocolo a seguir. Pero su atención en todo ese tiempo, se mantuvo fija en aquel sujeto que, de forma poco particular, le había dado la oportunidad de amar y ser amado. Deseó que Kai también pudiera lograrlo, que en algún momento, en este basto y desconocido universo, siguiera existiendo para recibir y entregar ese extraño sentimiento.

—Eso es todo —culminó el General, ingresando a la bóveda, usando también el traje especial.

Kai seguía mirándolo, era afortunado, que en la posición que ocupaba en el hexágono, quedara justo frente a él, entre X-Junmyeon en su silla de ruedas, y X-Sehan. Los otros 3 le daban la espalda, así que no podía ver sus expresiones, las cuales dedujo, no debían ser muy amenas.

Intentó poner una sonrisa en sus labios, Kai le dedicó una pequeña sonrisa. Se quedaron conectando sus miradas, como si fueran los únicos allí. Vio cuando Kai movía sus labios formando una única palabra dirigida solo a él, la cual comprendió al instante: adiós; Kyungsoo con el nudo en la garganta y con palabras que apenas salieron de sus labios, también se despidió de él. Luego de ese momento compartido, Kai dio un leve asentimiento con la cabeza hacia el General Lee y sus miradas jamás se volvieron a encontrar.

Una especie de alarma de tono grave, resonó por todo el lugar aturdiéndolo por un par de segundos. El momento había llegado.

Los 6 Sin Nombre se tomaron de las manos formando un circulo, la plataforma plateada en la que se encontraban, empezó a ascender lentamente, mientras mantenían los ojos cerrados; simultáneamente se escuchaba una especie de turbina. El aire, literalmente se sentía pesado en el interior, había una corriente electroestática, que incluso al estar en una bóveda aislada, se filtró. 

Los vellos de sus brazos se levantaron y sintió un escalofrío, al notar que desde el pecho de los huéspedes, emergía una brillante luz azul, que en segundos los cubrió totalmente, y era casi imposibles mirarlos sin sentir la irritación en los ojos debido a la fuente luminosa en la que se habían convertido. Por fortuna, incluido dentro del traje, había un par de gafas especiales de un lente oscuro polarizado, Kyungsoo y los demás, las usaron, observando cómodamente el espectáculo de luces.

De no ser por las gafas, no hubiese notado que dentro de esos cuerpos de luz azul, se iban formando pequeñas partículas doradas flotando desde sus pechos y extrapolarizándose hacia los lados; las pequeñas partículas parecían unirse. Pronto estas se movían a grandes velocidades sobre el mismo eje, en un movimiento centrifugado entre los 6 cuerpos, formando un aro de luz dorada, que fue ascendiendo sobre ellos, hasta que salió de cada uno, girando ahora sobre sus cabezas, hasta que esas partículas, prácticamente, se solidificaron, en una extraña circunferencia dorada, flotando en el centro del circulo que formaban. La luz azul de sus cuerpos, poco a poco era absorbida por esta gran esfera, hasta que no quedó más, y poco a poco, sus cuerpos perdieron toda su luminiscencia.

La esfera pareció crecer, iluminando con gran fuerza, hasta que estalló, como si un millón de flashes se dispararan al mismo tiempo, y luego todo quedó complemente oscuro... literalmente no había luz, como si la gran masa luminosa, hubiese absorbido no solo el núcleo de color azul de los Sin Nombre, sino toda la energía a su alrededor.

Kyungsoo contuvo la respiración, Minseok y Yixing tomaron su mano, a la espera... En cuestión de segundos, el sistema eléctrico regresó, pudo ver el momento exacto, cuando los 5 cuerpos que estaban de pie, caían inconscientes. Inmediatamente, se escucharon una serie de indicaciones dadas por el General Lee, algunos del equipo abandonaron la bóveda. Kyungsoo estaba a punto de pararse, pero dos brazos a cada lado, lo retuvieron en la silla. Los miró sin entender a sus captores.

—Todavía no es el momento.

Quienes habían salido, estaban midiendo el nivel de radiación y dieron alguna señal, que comprendió al instante; el equipo médico, previamente preparado, salió a toda carrera. Todo esto pasaba muy rápido ante sus ojos, hasta que vio cómo trasladaban en camillas a 5 de ellos, excepto a JongIn, quien seguía en la misma posición en la que había caído.

—Está muriendo —murmuró en medio de un sollozo entrecortado.

El equipo médico evidentemente apurado, le estaban haciendo reanimación cardiopulmonar. Kyungsoo salió presurosamente; incluso cuando sus leales compañeros intentaron retenerlo, no lo consiguieron. Y ya que los demás estaban ocupados en funciones específicas, tuvo el camino despejado.

—JongIn, bebé —habló con voz temblorosa, una vez se posicionó a su lado tomando su mano, la cual se sentía fría—. Re-resiste, tienes que vivir, no puedes irte solo así —suplicaba en medio de sollozos—, estaré a tu lado, incluso si descubres que no me amas, está bien.

—¡Encontramos pulso! Alisten el equipo de asistencia —Alguien del equipo médico exclamó a los demás.

Estaba llorando, y no opuso resistencia cuando fue alejado de la actuación de los médicos quienes intentaban salvar la vida de JongIn. No supo cómo, fue alejado de la zona y llevado a las afueras, donde no se escuchaba ni se veía nada de lo que ocurría allí. Fue despojado de su traje, Yixing y Minseok le hablaban, pero se escuchaba tan lejano que no podía alcanzarlos.






☄⭐☄⭐☄


4 días habían pasado en los que no se despegó de su lado, a la espera que despertara. Luego de los exámenes realizados, JongIn había logrado sanarse por completo, ya no había secuelas de envenenamiento por radiación; el tejido necrótico de sus órganos se había reparado; su actividad cerebral era la esperada; sus reflejos estaban en orden; no había masas tumorales; todo aparentemente estaba bien, simplemente JongIn no despertaba. Permanecía dormido, porque ni siquiera necesitaba de asistencia ventilatoria, respiraba por sí mismo.

Nadie, ni siquiera Kyungsoo, pensó que después de casi 8 meses teniendo un huésped en su interior, algo se removería en su subconsciente, al punto de permanecer aislado de su consciencia.

—¿Kyungsoo? —Tras escuchar su nombre, lentamente se giró hacia Yixing quien había ingresado a la habitación y lo llamaba en un tono gentil—. Tienes que descansar, no es bueno para tu salud.

—No puedo, Yixing —habló suavemente—. Estaré aquí hasta que despierte.

Kyungsoo dio un breve vistazo hacia el rostro sereno de JongIn, cualquiera que lo viera, pensaría que solo estaba tomando una siesta.

—Puede tomar días hasta que lo logre —añadió el extranjero.

Kyungsoo frotó con los dedos sus ojos cerrados, estaba agotado, pero simplemente no pensaba abandonarlo.

—Tú en mi lugar, ¿podrías hacerlo? —preguntó a cambio. Era claro, que tomó al chino por sorpresa.

—¿Qué?

—¿Cómo lo está haciendo, Junmyeon?

—Junmyeon lo está haciendo muy bien —contestó manteniendo una expresión neutra—, empezó sus terapias físicas ayer, X-Junmyeon aportó a su recuperación, de lo contrario... Le diré a Junmyeon que preguntaste por él, de seguro, se alegrará —añadió claramente incómodo con el nuevo curso de la conversación.

Kyungsoo leyó más allá del rostro en blanco que intentaba proyectar Yixing, sabía que era una máscara, cuando en el fondo había sentimientos oscuros, ¿dolor? ¿miedo? Pero también había algo más. Había escuchado algunos rumores respecto a lo sucedido con Junmyeon, y la implicación del extranjero en su condición.

—¿Te sientes culpable por lo que le pasó a Junmyeon? ¿Es por eso que no lo has abandonado?

—Lo que le pasó a JongIn no es tu culpa —respondió a cambio. La máscara de indiferencia se resquebrajaba, Yixing se notaba cansado—. Lo que le pasó a Junmyeon, en parte fue mi culpa; no puedo permitir que por mis acciones, él quede así —resopló profundamente, le había costado sincerarse. 

Kyungsoo entendió.

—Tampoco es tu culpa —afirmó mirando al extranjero—. Yo... recuerdo, X-Baekhyun lo mató frente a nuestras narices.

—Y luego yo le disparé, Kyungsoo —aclaró haciendo una pausa. Sus labios se mantuvieron cerrados en una delgada línea con su vista perdida—. Intenta descansar —añadió antes de marcharse.



Al día siguiente recibió una segunda visita, Minseok, siempre sonriente, y a diferencia de la visita anterior, esta fue bastante amena. Le comentó todo lo sucedido, ahí se dio cuenta que le gustaba cotillea; pero era algo bueno, porque le distrajo por un par de horas, mientras aguardaba en la habitación junto con JongIn.

Se enteró por el pelinegro, que una vez despertaron Sehan, Baekhyun, Chanyeol y JongDae, actuaron violentamente arrojando todo lo que tenían a su paso, al parecer, estaban confundidos, ya que pensaban que seguían defendiéndose en la quinta dimensión. Luego que se dieron cuenta que estaban en casa, se calmaron y les tomó un par de horas comprender todo lo sucedido. Al principio, lo negaron como le había sucedido a él después de enterarse que Kai lo había usado, hasta que ellos también vieron los videos de sus propios interrogatorios.

Además, Junmyeon, quien fue el único que contrario a los demás, al despertar se había echado a llorar, les explicó lo que había pasado en la quinta dimensión. Ya que fue al único al que no poseyeron, él recordaba todo lo amenazante que fueron sus antiguos compañeros luego de ser poseídos, el miedo y la angustia al ser el único sano del grupo de cinco, y luego cuando debió ser el cebo para atraerlos. Todo esto, hasta que X-Baekhyun fracturó su columna vertebral produciéndole la muerte instantánea.

Posteriormente, cuando X lo poseyó, empezó a recuperarse a una velocidad vertiginosa; sin embargo, una sola herida de bala, hizo que su veloz sanación producto del parásito en su interior, se viera interrumpida. Las conexiones neuronales para el movimiento y la sensibilidad de sus extremidades inferiores, no pudieran regenerarse completamente; pero estaba cerca de ello, según le comentó Minseok. Por supuesto, Yixing, como lo sospechó, no se había despegado de su lado, así como él hacía con JongIn; por lo cual resultaba irónico, que él le hubiese aconsejado que tomara un descanso.

Después de su animosa conversación, o debía decir, cotilleo, Minseok le comentó que había solicitado una licencia de descanso por el estrés generado tras cuidar de X-Sehan.



En la noche, Kyungsoo como era lo usual, se acomodó a un lado de JongIn en la camilla, siendo cuidadoso, pasó su mano sobre su cintura, solo en esos momentos, podía pensar, que todo estaba bien y que al día siguiente, JongIn lo besaría para despertarlo.

Esa noche no durmió, su mente daba vueltas con toda la información recibida, y fue cuando cayó en cuenta de algo, que había olvidado preguntar: la nave con la que ellos se estrellaron, aquella que Kai mencionó que venía del futuro, debía ser precisamente, la nave CB. Chanyeol y Baekhyun también se habían estrellado con una nave que tampoco vieron; y ya que no habría más inmersiones en la quinta dimensión, no podía haber otra opción.

«Solo despierta, por favor».

«Te amo, JongIn».



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Kyungsoo sonrió complacido tras ver su apartamento reluciente de limpio, había tardado parte de la mañana para que todo quedara en su lugar y no se viera con esa capa de polvo; incluso más temprano en ese día, había ido a un vivero, y comprado algunas materas y un cactus, para darle un poco más de vida a su apartamento. Todo estaba perfecto, excepto por... Decidió darse una ducha, para luego preparar su almuerzo, sentado en la isla de la cocina, miraba su celular mientras devoraba su plato de espagueti con Kimchi.

La tarde pasó lentamente entre programas que no le interesaba y su estado anímico cayendo pesadamente sin ninguna noticia. Llevó la cabeza hacia atrás sobre el espaldar del sofá cerrando los ojos, extendió sus brazos e inadvertidamente, su mano terminó en el fondo del mueble detrás de los cojines; sus dedos dieron con algo que no debía estar allí. Se sentó con su espalda erguida, y sacó lo que había caído en el fondo del sofá entre el espaldar y el cojín; su corazón se aceleró al sostener el libro que JongIn había iniciado y que Kai había finalizado en su última noche. Sus ojos se inundaron de lágrimas, se sentía tan solo y el libro lo transportaba a días mejores.

Lo acercó hacia su pecho y allí lo sostuvo hasta que se dio cuenta que sus lágrimas caían sobre el lomo del libro; decidió llevarlo a su lugar, en la biblioteca, junto a los otros libros que había coleccionado JongIn. Dio una última hojeada, y algo llamó su atención, en la primera hoja había algo escrito; su corazón parecía que se le saldría en cualquier momento, sus manos empezaron a temblar mientras se embarcaba en la lectura de lo que era una carta escrita por el mismo Kai dirigida a JongIn.

«No se cómo iniciar, es la primera vez que hago algo como esto. JongIn, espero que puedas leer esto, yo quiero disculparme contigo, los últimos meses han sido algo caóticos, hice mucho daño y lastimé a algunos humanos que no tuvieron la culpa de lo que hice. Esa vez estabas en mi mundo y estabas sufriendo mucho y luego pude apreciar la imagen del humano de ojos grandes, no sé cómo, me sentí atraído y con miedo, actué instintivamente, y me apoderé de ti, me sentí extraño, pero por primera vez creí que hacía parte de algo más grande que mi propia existencia, y había tanto daño dentro de ti, que me ocupé de repararlo casi por completo.

Debo sincerarme, en un inicio me apoderé de tus recuerdos y no quise devolvértelos, me apoderé también de tus sentimientos, fue tan grande que por un momento pensé que eran míos y actúe imprudentemente. Luego, los míos se contactaron contigo, sabía que no podía seguir allí, ese no era mi lugar, así que te regresé cada uno de tus recuerdos. Lamento todo lo que tuviste que experimentar con los otros como yo, invadiendo tu mente, insertando pensamientos que no eran tuyos; tenías miedo, lo lamento mucho. Pero ahora que ya me he ido, todo estará solucionado, y nunca los molestaremos.

Espero que sigas amando a Kyungsoo, él te ama a ti, al humano que eres, quise pensar que él podía amarme a mí, pero no lo conseguí. Permanece con ese sentimiento hasta el final de tus días.

Te deseo que vivas una buena existencia.

Adiós».

No lloró, Kyungsoo releyó la carta y lo extrañó, pero no dolía, no había dolor en su corazón, por primera vez en dos semanas respiró profundamente, y se sintió con vida. Había permanecido todo este tiempo junto con JongIn, a la espera de algo que no llegaba, y su escapada a su apartamento ese día, fue lo que necesitaba para concluir su historia.

Su teléfono que había dejado en la sala empezó a sonar, corrió la pequeña distancia, contestó y las palabras que necesitaba escuchar llegaron a sus oídos.

«JongIn despertó».





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Hubo un tiempo en que JongIn no tenía recuerdos, no sabía quién o qué era, su mente permanecía en blanco, y no entendía su propia existencia. En ese primer estadio, solo podía sentir enojo porque no comprendía nada a su alrededor. Tampoco podía comunicarse para pedir ayuda, porque cada que lo intentaba, se escuchaba como un animal enjaulado; otros parecían hablarle, pero también eran violentos con él, así que, en medio de su confusión, intentó defenderse, pero eso fue peor, ya que fue confinado a una pequeña habitación. Nada tenía sentido para él.

Hasta que ese rostro apareció frente a él. La primera vez que se vieron, sintió una sensación diferente fuera del enojo, quería tenerlo solo para él, se sentía impotente, porque no podía hacerlo, porque nadie le entendía. Tras acercarse al cristal que los separaba, sus miradas se encontraron y supo que su existencia debía tener algún sentido. Y así fue como comprendió la primera palabra: Kyungsoo, era el nombre de esta persona, Kyungsoo por quien se sintió curioso.

Lentamente y a medida que empezaba a comprender cuando le hablaban y a pronunciar más palabras, aparecieron en su mente algunas imágenes y en la mayoría de ellas estaba esta persona; acompañadas de una extraña sensación en su pecho, que se avivaba cuando tenía toda la atención de Kyungsoo para él. Pero todo esto no llegó solo, había voces detestables en su mente que le hacían pensar que tenía que matarlo; aunque muy en el fondo sabía que no debía hacerlo, ¿por qué debía matarlo si le hacía sentir agradable? Más de estas imágenes fueron apareciendo gradualmente, al tiempo que se mezclaban con nuevas sensaciones, y a veces era como si actuara por otra fuerza.

Así que entre más empezaba a razonar, más lógica le resultaba la idea, que él, era el verdadero intruso en ese cuerpo, él no pertenecía allí; eso explicaba, sus limitados recuerdos. Por lo tanto, se resignó, y quiso aprender de ese tal JongIn, así que cuando alguien le entregó el diario de JongIn, él lo tomó como suyo, y si él iba a ser JongIn, tendría que aprender sobre él. Estaba enloqueciendo, y en algún punto se dio cuenta que ¡él en verdad era JongIn! Y los demás eran los invasores, aquellas voces habían estado jodiendo su mente, pero ya no lo permitiría.

Desde ese momento, todo empezó a tener sentido, las voces en su mente, era criaturas de una dimensión desconocida, que querían acabar con Kyungsoo. Tenía miedo cada vez que su amado mencionaba sobre ir a la quinta dimensión; dentro de él, alguien le decía que debía protegerle y advertirle del peligro, esa vocesita, la única agradable, lo guiaba cuando estaba enojado o con miedo, porque JongIn era un cobarde, y quien estaba dentro de él, no tenía miedo, y le hacía sentirse libre; le permitía actuar completamente deshinbido, sin la presión del uniforme militar. Se dejó llevar, y se permitió amar y ser amado era finalmente él, Kim JongIn. 

Había despertado.



Kyungsoo fue retenido por el General Lee, estaba bastante sonriente y hasta diría que a propósito lo retuvo. Él no quería ser grosero con su superior, pero ansiaba ver a JongIn, y quemaría todo a su paso sino lograba poner sus manos en la cara morena de Kim JongIn.

—Él está en el jardín, esperándote.

Abrió grande los ojos y salió precipitadamente a su encuentro. Lo halló sentado en una de las bancas del jardín, leyendo tranquilamente, a medida que se acercó, notó que lo que leía era su diario.

—Hola Kyungsoo, estaba leyendo mi diario, ¿puedes creerlo?, puse tu nombre rodeado de corazoncitos.

El alivio tras escucharlo, inundaba todo su ser. JongIn, el verdadero, estaba frente a él, luciendo saludable, con una bella sonrisa y su cabello castaño de regreso. Quería capturar ese momento, quería hacer tantas cosas, decir que lo amaba, pero esas no fueron las primeras palabras que brotaron de sus labios.

—¡JongIn, realmente volviste!

—Yo sí —respondió, poniéndose de pie.

Kyungsoo lo vio suspirar antes de hablar nuevamente.

—Creo que nunca me he sentido más real como ahora. Soy completamente Kim JongIn, quien siempre quiso ser, quien te ama desde hace 6 años cuando nos encontramos en el primer entrenamiento y me pateaste el trasero. Soy ese mismo quien guardó en silenció sus sentimientos por miedo de ser rechazado y por esa misma razón, se enojaba y se frustraba —Hizo una pequeña pausa, sus ojos parecían brillar—. Perdón por no ser el hombre que necesitabas.

JongIn se acercó, hasta tomar sus manos. Las mejillas de Kyungsoo se sonrojaron con el gesto, pestañeó repetidamente, se sentía tan bien; así que intentó relajarse para aflojar el nudo de su garganta.

—Está bien, sé que tenemos mucho qué hablar... yo tengo que decirte algo. Ya no puedo esperar más, y es que —respiró profundo y cerró los ojos por un momento para ganar algo de valentía—. Te amo a ti, y solo a ti, Kim JongIn. ¿Entiendes lo que te digo?

Kyungsoo desajustando sus manos, las llevó hacia las mejillas del más alto, que ya estaban ruborizadas, y sus miradas se conectaron. Su amado solo asintió como respuesta.

—Te amo, Do Kyungsoo, ¿me aceptas ahora que mis ojos ya no son azules?

—Te acepto tal y como eres —habló devotamente.

Kyungsoo estaba enternecido ante aquella imagen, su corazón se agitaba, así que, estrechando la distancia, cerró los ojos y lo besó, como tanto había querido hacerlo, era completamente Kim JongIn, y no cabía de la felicidad. Cuando se separaron, JongIn estaba sonriendo en sintonía con sus propias emociones. Por lo que se besaron nuevamente.

—¿Qué dices, si regresamos a nuestro hogar? —propuso Kyungsoo sonriente.

El más alto solo asintió, visiblemente emocionado, antes de besarlo apasionadamente, hasta que fueron interrumpidos por un carraspeo poco sutil. Kyungsoo frunciendo el ceño, miró al soldado de expresión divertida, lo reconoció al instante, era el mismo soldado de la vez pasada.

—¿Usted qué mira, soldado Park? —preguntó JongIn.

Sorprendido lo volteó a mirar, JongIn le había robado su línea. 

El soldado se encogió de hombros antes de responderle con su típica frase: «Buen provecho». En seguida, les dio un poco de privacidad y se alejó.

Kyungsoo y JongIn, no aguantaron más, y soltaron a reír. Cuando las risas cesaron y sin perder la sonrisa de sus rostros y el brillo de sus ojos, entrelazaron sus manos con una única promesa: se seguirían amando pasara lo que pasara.


🌟 Fin 🌟


J3KY11

J = JongIn

K = Kyungsoo

Y = Yixing

3 + 1 + 1 = 5in Nombre.


______________
Realmente hemos llegado al final 😣

Gracias por apoyar esta historia, con sus votos  y comentarios 💖💛
Espero les haya gustado. 💜 🎉✨🎇🎆

Cualquier duda, pueden dejar sus comentarios aquí, intentaré responderlos todos.

Muchas gracias 😊

Nos queda solo el epílogo --->

Hasta pronto.


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