capitulo 9
Mientras Rui, Senjuro, Kota y Katsuma caminaban juntos por la calle en la noche , algunos transeúntes notaron el kimono suelto de los chicos y el colorido de sus prendas interiores, lo que generó reacciones de sorpresa y algunos susurros curiosos entre quienes pasaban. Los cuatro, sin embargo, parecían despreocupados, centrados en sus asuntos y disfrutando de su día.
Eri, quien estaba con ellos, no entendía del todo por qué la gente los miraba con asombro y algo de vergüenza. Viendo a sus hermanos relajados y confiados, decidió imitarlos y reír junto a ellos, disfrutando de la libertad que sentía ahora como parte del grupo.
Este pequeño paseo, aunque llamativo, les permitió a los cuatro hermanos disfrutar de una salida juntos, sin preocuparse por las miradas ajenas y demostrando su unión y camaradería mientras cuidaban a Eri.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se miraron entre ellos con una chispa traviesa en los ojos, llenos de energía y emoción. Habían pasado por tanto juntos, y ahora querían hacer algo divertido y un poco alocado para aliviar la tensión y celebrar su nueva vida como demonios libres.
Rui sonrió y dijo: "¿Qué tal si nos quitamos el kimono y vemos cómo reaccionan los demás?" Los otros se rieron, pensando que sería un acto divertido y un poco provocador. Sabían que sería una broma que captaría la atención de quienes pasaban por allí.
Con un acuerdo tácito, se quitaron los kimonos, dejando al descubierto sus bragas. La calle se llenó de miradas sorprendidas y risas nerviosas de los transeúntes. Algunos chicos se sonrojaron instantáneamente, mientras que otros simplemente se quedaron boquiabiertos, sorprendidos por la audacia de los cuatro.
Eri, que observaba desde un lugar más seguro, no podía evitar reírse, sintiéndose feliz de ver a sus hermanos tan despreocupados. La risa y la sorpresa se esparcieron rápidamente, creando un ambiente ligero y divertido en la calle.
Eri, algo desconcertada y divertida, miró a sus hermanos mientras ellos se reían y posaban con confianza, sin vergüenza alguna. Al ver cómo los jóvenes a su alrededor reaccionaban, algunos incluso con sangre en la nariz de la vergüenza, Eri sintió una mezcla de asombro y ternura hacia sus hermanos, quienes parecían estar disfrutando de la atención.
Tamayo y Shinobu, observando la situación desde una distancia prudente, intercambiaron miradas y decidieron que sería mejor guiar a los hermanos de vuelta al manicomio. Aunque apoyaban su libertad y espontaneidad, también entendían que era importante enseñarles a moderarse en público.
Cuando volvieron al manicomio, Rui y sus hermanos comenzaron a bromear entre ellos sobre la situación, riéndose de las expresiones de los que los habían visto. Eri, contagiada por su alegría, se sintió aún más aceptada y conectada con ellos, comprendiendo que, en su peculiar familia, podía ser ella misma sin miedo a ser juzgada.
amayo y Shinobu, con una mirada seria pero divertida, le dieron una orden clara a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma.
Tamayo: "¡Pónganse sus kimonos de nuevo! Esto está causando incomodidad entre los chicos, y no podemos permitir que sigan así. ¡Ahora!"
Shinobu: "Sí, no queremos que esto se convierta en un espectáculo que moleste a los demás. Vuelvan a la normalidad, por favor."
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se miraron entre sí, sorprendidos pero entretenidos por la situación.
Rui, aún con una sonrisa traviesa, comentó: "¡Qué malas son, chicas! Nos arruinaron la diversión."
Senjuro se rió y agregó: "Pero tienen razón, no queremos incomodar a nadie. Vamos a ponernos los kimonos antes de que se nos meta más gente."
Mientras comenzaban a cubrirse con los kimonos, Kota se quejó juguetonamente: "¡Pero estábamos teniendo un buen momento! ¿Por qué siempre tienen que arruinar la diversión?"
Katsuma sonrió, asintiendo: "¡Es cierto! Al menos podríamos haber disfrutado de las reacciones un poco más."
Con un aire de diversión y un poco de resignación, los cuatro se pusieron rápidamente los kimonos de nuevo, riendo y bromeando sobre la situación, mientras Tamayo y Shinobu los miraban con una mezcla de diversión y exasperación. Al final, todos compartieron una risa, disfrutando de la complicidad y el ambiente ligero que habían creado.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, emocionados por su travesura anterior, decidieron hacer una nueva jugada y levantaron nuevamente sus kimonos, dejando al descubierto sus bragas. La reacción de los chicos fue inmediata: sonrojados, algunos incluso se taparon la cara mientras otros miraban con sorpresa.
Tamayo, viendo lo que estaba sucediendo, no pudo contener su frustración y dio un fuerte chanclazo en la cabeza de los cuatro demonios.
Tamayo: "¡Basta! ¿Es que no aprenden? ¡Eso no es apropiado!"
Shinobu, intentando contener la risa pero también seria, añadió: "¡Sí, chicos! Están haciendo que todos se sientan incómodos. No es el lugar para este tipo de comportamientos."
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se frotaron la cabeza, aún riendo a pesar del chanclazo.
Rui, entre risas, dijo: "¡Eso fue inesperado! Pero tenemos que darles algo de crédito, ¡es divertido ver sus reacciones!"
Senjuro, intentando calmar la situación, comentó: "¡Lo sentimos! Solo queríamos divertirnos un poco. Pero prometemos que nos comportaremos."
Kota agregó, sonriendo: "¡Sí! A veces es difícil contenerse cuando tienes tanto poder."
Katsuma se unió a la broma: "¡Exacto! Pero tal vez deberíamos guardar las travesuras para otro momento."
Al final, la tensión se disipó un poco, y todos se unieron en risas. Aunque Tamayo y Shinobu estaban firmes en su papel de disciplinarias, no podían evitar sentirse un poco divertidas por las travesuras de los cuatro demonios.
Eri, viendo la escena, no pudo contener la risa después del fuerte chanclazo que Shinobu les dio a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma. La risa de la pequeña resonó en el ambiente, y su alegría era contagiosa.
Eri: "¡Eso fue gracioso! ¡Los cuatro parecen niños traviesos!"
Los pilares, héroes y alumnos de U.A., que estaban observando la escena, intercambiaron miradas y sonrisas ante la situación. Era difícil no reírse al ver a los cuatro demonios tratando de explicarse mientras se frotaban la cabeza.
Muichirō Tokito, con una expresión serena, comentó: "Es cierto, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma tienen una energía infantil. Pero también necesitan aprender a comportarse en situaciones como estas."
Tanjiro, sonriendo mientras miraba a Eri, añadió: "Es bueno ver que Eri se divierte. A veces, es bueno recordar lo que es ser niño, incluso en tiempos difíciles."
Zenitsu, con una mirada de admiración, dijo: "¡Quiero ser así de libre! ¡Sin preocuparme por nada!"
Inosuke, riendo, intervino: "¡Sí! ¡Podemos ser un equipo de travesuras! Pero, tal vez, menos chanclazos en la cabeza."
Shinobu sonrió suavemente, aliviada de ver a Eri feliz, y finalmente, decidió dejar pasar la travesura. "Está bien, pero por favor, intenten comportarse un poco más. Quiero que todos se sientan cómodos."
La atmósfera se volvió más relajada, y todos comenzaron a compartir risas y anécdotas, disfrutando de un momento de calma y felicidad juntos. Era un recordatorio de que incluso en los momentos oscuros, siempre había espacio para la alegría y la diversión.
Shinobu, con una firmeza maternal, tomó a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma por el cuello del kimono, levantándolos un poco del suelo mientras se dirigía hacia la U.A.
Shinobu: "Vamos, niños maleducados. Es hora de que aprendan a comportarse."
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma comenzaron a hacer berrinches, tratando de zafarse de su agarre, sus expresiones mezcladas entre sorpresa y frustración.
Rui: "¡Suelta, loca! No somos niños!"
Senjuro: "¡Esto no es justo! ¡Sólo estábamos bromeando!"
Kota: "¡No quiero ir a la U.A. ahora! ¡Déjanos jugar!"
Katsuma: "¡Esto es humillante!"
Eri, observando la escena, no pudo evitar reírse de la situación, disfrutando de cómo sus "hermanos" estaban tratando de escapar.
Eri: "¡Ustedes son muy graciosos!"
Los demás héroes y alumnos de U.A. se unieron a la risa, viendo cómo Shinobu mantenía a los cuatro bajo control.
Shinobu, con una ligera sonrisa, continuó: "No se preocupen, aprenderán lo que significa ser responsables y comportarse como es debido. Además, a Eri le encantará estar en la U.A. y conocer a todos."
Finalmente, aunque seguían quejándose, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma sabían que no tenían más opción que seguir a Shinobu, resignándose a su destino mientras los demás los animaban con sonrisas y risas.
Los Pilares observaban la escena con miradas diversas, cada uno reaccionando de manera única ante la travesura de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma mientras Shinobu los llevaba del cuello del kimono, arrastrándolos hacia la U.A.
Giyū Tomioka, con su habitual calma, simplemente levantó una ceja.
Giyū: "No puedo creer que se comporten así. A pesar de ser demonios, parecen niños traviesos."
Mitsuri Kanroji, sonriendo de manera tierna, no podía contener la risa.
Mitsuri: "¡Son tan adorables! Es como si estuvieran en una gran aventura."
Obanai Iguro, cruzado de brazos, tenía una expresión seria, pero sus ojos revelaban un atisbo de diversión.
Obanai: "Esos cuatro nunca cambiarán, ¿verdad?"
Sanemi Shinazugawa, con su carácter explosivo, no pudo evitar soltar una risa.
Sanemi: "¡Los demonios de la diversión! Nunca pensé que vería algo así."
Gyomei Himejima, el más grande entre ellos, se rió de manera profunda y amable.
Gyomei: "Los niños siempre encuentran maneras de sorprendernos, incluso los que han tomado un camino oscuro."
Tengen Uzui, con su estilo extravagante, añadió con una sonrisa.
Tengen: "¡Esto es un espectáculo! Debemos asegurarnos de tenerlo grabado."
Muichiro Tokito, con su naturaleza despreocupada, simplemente observó, su rostro sin expresión pero con un ligero brillo en los ojos.
Muichiro: "Es curioso cómo parecen más felices así."
Finalmente, Shinobu, aún sosteniendo a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, les dio una mirada divertida.
Shinobu: "Quizás esto les enseñe una lección sobre el comportamiento adecuado, o tal vez solo termine en más travesuras."
La escena se tornó más ligera, con risas y comentarios de los Pilares, mientras la interacción entre Shinobu y los cuatro demonios creaba un ambiente divertido y peculiar. Eri observaba, riendo, sintiendo que había encontrado una familia que, a pesar de sus travesuras, siempre se cuidaría entre sí.
La escena se convirtió en un verdadero espectáculo. Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, con sus kimonos en la mano, corrían a toda velocidad por las calles, vestidos solo con sus bragas, riendo y gritando mientras intentaban escapar de Shinobu, que los perseguía con una mezcla de enfado y diversión.
Civiles: La reacción de los ciudadanos fue de asombro y sorpresa. Algunos cubrieron sus bocas para ahogar las risas, mientras otros miraban con incredulidad.
—¡¿Qué están haciendo esos chicos?!
—¡Nunca he visto algo así en mi vida!
—¡Están locos!
Pilares: Los Pilares observaban la escena con una mezcla de sorpresa y diversión.
Giyū Tomioka, manteniendo su habitual serenidad, simplemente negó con la cabeza.
—Esto es increíblemente vergonzoso...
Mitsuri Kanroji se cubrió la boca, intentando contener las risas.
—¡Es tan gracioso verlos correr así! Son como niños traviesos.
Obanai Iguro cruzó los brazos, pero una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro.
—¿Qué clase de ejemplo están dando?
Sanemi Shinazugawa soltó una carcajada, disfrutando del espectáculo.
—¡No puedo creer que estén haciendo esto! ¡Es demasiado divertido!
Gyomei Himejima rió de forma profunda, su risa resonando por el área.
—Es bueno verlos disfrutar de la vida, a pesar de su pasado.
Tengen Uzui comenzó a grabar la escena con su teléfono.
—¡Esto definitivamente merece un video! ¡Los héroes y los demonios a la vez!
Muichiro Tokito se quedó mirando, un ligero sonrojo en sus mejillas, disfrutando del momento.
—Es... diferente, pero parece que se divierten.
Shinobu, aunque estaba intentando mantener la autoridad, no podía evitar sonreír.
—¡Deténganse, niños maleducados! ¡Regresen aquí ahora mismo!
A medida que los cuatro demonios continuaban su carrera, la atmósfera se llenó de risas y asombro, creando un momento ligero y memorable en medio del caos. Eri, riendo al ver a sus "hermanos" actuar de esa manera, se unió a la diversión, sintiendo que, sin importar su pasado, había encontrado un lugar donde podía ser feliz.
Aizawa, con su mirada seria y su habitual expresión impasible, decidió que era hora de poner fin a la travesura. Con un movimiento rápido, sacó el polvo de glicelina de su bolsillo y lo lanzó en dirección a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma.
Aizawa: —¡Eso es suficiente, chicos!
El polvo envolvió a los cuatro demonios en una nube espesa. En cuestión de segundos, sus risas y gritos se convirtieron en un murmullo aturdido, y luego cayeron al suelo, desmayados, en un montón desordenado.
Eri, que estaba observando la escena con sus ojos brillantes, no pudo contener la risa.
—¡Eso fue increíble! ¡No puedo creer que Aizawa los atrapara tan rápido!
Los Pilares y los héroes miraron a Aizawa con asombro.
Mitsuri Kanroji soltó una risa ligera.
—¡Vaya! Eso fue muy efectivo. A veces me pregunto si Aizawa tiene superpoderes para atrapar a esos chicos.
Shinobu, aún sonriendo, se acercó a Eri.
—Parece que ahora tendremos que cuidar de ellos mientras están inconscientes.
Giyū Tomioka miró a Aizawa con una expresión de aprobación.
—Has hecho lo correcto. Era necesario detenerlos antes de que causaran más alboroto.
Tengen Uzui rió.
—¡Bien hecho, Aizawa! ¡Deberíamos ponerle una medalla por esto!
Con Rui, Senjuro, Kota y Katsuma desmayados, el grupo comenzó a organizarse para llevar a los traviesos demonios de regreso a un lugar donde pudieran descansar y recuperarse, mientras que Eri se reía y disfrutaba de la diversión que había traído el día.
Cuando Rui, Senjuro, Kota y Katsuma despertaron, se encontraron en una cama en la U.A., cubiertos con una sábana que los protegía de la vergüenza de estar en ropa interior. La luz del día entraba por la ventana, y el ambiente era tranquilo, aunque aún podían sentir un ligero aturdimiento por el polvo de glicelina que Aizawa había usado.
Eri, sentada en una silla junto a la cama, los miró con una sonrisa traviesa.
—¡Despertaron! Aizawa los atrapó porque se fueron corriendo en ropa interior por la calle. ¡Fue tan gracioso!
Rui, aún aturdido, se frotó los ojos y trató de recordar lo que había pasado.
—¿Qué? ¿De verdad hicimos eso?
Senjuro se sentó rápidamente, sus mejillas sonrojadas de vergüenza.
—¡No puedo creerlo! ¿Por qué se me ocurrió quitarme el kimono?
Kota soltó un suspiro, alzando las manos en señal de rendición.
—Esto es demasiado. La próxima vez, ¡prometo que no lo haré!
Katsuma se unió a sus compañeros de infortunio.
—Espero que los demás no se rieran de nosotros.
Eri comenzó a reírse de nuevo, pero al ver sus expresiones preocupadas, se acercó y los tranquilizó.
—No se preocupen, no los juzgan. De hecho, todos pensaron que era divertido. ¡Ustedes son como niños!
Rui miró a Eri, sintiendo un calidez en su corazón al ver su felicidad.
—Gracias, Eri. No queremos que te preocupes por nosotros.
Eri sonrió.
—¡Pero me gusta estar con ustedes! Ustedes son mis hermanos.
En ese momento, la puerta se abrió y entró Shinobu, seguida de Tamayo y Yushiro.
—¡Ah, buenos días, chicos! Nos alegra que finalmente hayan despertado.
Shinobu cruzó los brazos y sonrió, aunque con un toque de seriedad.
—Es mejor que se comporten en el futuro. No queremos que Aizawa tenga que volver a usarlos como un ejemplo.
Rui y sus amigos asintieron, sintiéndose un poco avergonzados pero aliviados de estar juntos y en un lugar seguro. A pesar de la situación, había un sentido de unidad y camaradería entre ellos, y eso era lo que más importaba.
Mientras estaban sentados en la cama de la U.A., Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se encontraron con un festín inesperado de fideos que les había preparado Tamayo. Los tazones estaban llenos de fideos humeantes, bañados en tres tipos de salsas picantes diferentes, cada una más intensa que la anterior, y espolvoreados con chile habanero molido. La vista de los fideos, brillando con un toque de picante, hizo que sus estómagos rugieran de anticipación.
Kota miró su tazón con ojos brillantes.
—¡Esto se ve increíble! ¡No puedo esperar para probarlo!
Senjuro asintió, su entusiasmo era palpable.
—Siempre me encantan los fideos picantes. ¡Vamos a hacerlo!
Rui tomó su palillo y, con una sonrisa traviesa, comenzó a mezclar todo en su tazón.
—Apostemos quién puede comer más sin rendirse. ¿Están listos?
Katsuma levantó su tazón, preparado para el desafío.
—¡Por supuesto! No hay manera de que me eche atrás. ¡Voy a ganar!
Al mismo tiempo, Eri observaba con curiosidad, un poco confundida por el nivel de picante que estaban a punto de enfrentarse.
—¿Es muy picante, hermanos?
Rui se rió y le sonrió.
—No te preocupes, Eri. Si quieres, podemos enseñarte a disfrutarlo. ¡Es divertido!
Los cuatro comenzaron a comer, y las primeras cucharadas estaban llenas de sabor. El calor de las salsas y los chiles hacía que sus rostros se encendieran, pero no se detuvieron. Rui, con su habilidad para manejar el picante, lideraba el camino, mientras que Senjuro y Katsuma luchaban por mantenerse al día.
—¡Esto es increíble! —exclamó Senjuro, mientras limpiaba un hilo de sudor que comenzaba a formarse en su frente.
Kota soltó una risita nerviosa, ya sintiendo el ardor.
—¡Es un poco más picante de lo que esperaba, pero no me rendiré!
Eri, viendo su emoción, decidió probar un pequeño bocado de uno de los fideos. Cuando sintió el ardor en su boca, sus ojos se abrieron de par en par, pero luego sonrió, disfrutando de la nueva experiencia.
—¡Es picante pero delicioso!
Los cuatro se animaron al ver a Eri disfrutar, y pronto las risas y los gritos de sorpresa llenaron la habitación mientras competían por comer más fideos. Este momento, lleno de calor, picante y risas, fortalecía aún más los lazos entre ellos, haciendo que se sintieran como una verdadera familia.
Mientras los Pilares observaban la divertida competencia de fideos picantes, Izumi Midoriya y la clase 1-A de la U.A. se unieron a la escena. Al escuchar las risas y los gritos de los chicos, decidieron investigar qué estaba pasando.
Midoriya, siempre curioso y entusiasta, entró en la habitación con sus compañeros, mirando con asombro a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma devorando los fideos picantes.
—¡Wow! ¿Qué están haciendo? ¡Parece increíble!
Katsuki Bakugo, con su habitual actitud desafiante, frunció el ceño al ver la cantidad de salsa picante.
—¿Esos idiotas se están volviendo locos? ¿Quién comería eso sin pensar?
Ochaco Uraraka, con una sonrisa divertida, se acercó a la mesa.
—¡Parece que se están divirtiendo mucho! Pero no sé si podría comer eso.
Shoto Todoroki, observando en silencio, solo alzó una ceja ante el espectáculo.
—No me sorprendería si terminan lamentándose después de esto.
Tenya Iida, siempre preocupado por el bienestar de los demás, intervino.
—Chicos, ¡tengan cuidado! Esa cantidad de picante no es saludable.
Mientras tanto, Mina Ashido se unió a la diversión, riendo al ver cómo Rui y los demás luchaban por terminar sus tazones.
—¡Deberíamos hacer una competencia de fideos picantes! ¡Yo podría ganar!
Eri, quien había estado observando desde el costado, se unió a la conversación.
—¡Quiero probar! ¡Se ven tan ricos!
Los demás estudiantes de la clase 1-A se acercaron para ver más de cerca, riendo y bromeando entre ellos mientras los chicos demonios continuaban comiendo con entusiasmo.
Midoriya, al ver la camaradería entre Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, sonrió, sintiendo que, a pesar de sus pasados oscuros, estaban encontrando una nueva familia.
—Esto es genial. Me alegra ver que todos están felices juntos, incluso después de lo que pasó.
La atmósfera en la sala se volvió más vibrante, con risas, palabras de aliento y un sentido de unidad que envolvía a todos, demostrando que, a pesar de las diferencias y el pasado, los lazos de amistad y familia podían formarse en cualquier lugar.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma estaban sentados alrededor de una mesa, disfrutando de su momento con una variedad de cervezas y fideos. Sin embargo, la verdadera estrella de la noche era su singular combinación de cerveza con cinco tipos de salsas picantes diferentes y chiles molidos, lo que resultaba en una mezcla explosiva.
Rui levantó su vaso con una sonrisa traviesa.
—¡Vamos a ver quién aguanta más! ¡Esto será épico!
Senjuro, emocionado y con un brillo en los ojos, agregó.
—¡Sí! ¡Que empiece la competencia! ¡Quiero ver quién puede manejar más picante!
Kota y Katsuma, riendo, comenzaron a probar cada tipo de salsa y mezclarlas en sus cervezas, haciendo caras graciosas mientras lo hacían.
—¡Esto es una locura! —exclamó Kota, mientras Katsuma soltaba risas.
—¡Pero sabe increíble!
Mientras disfrutaban de la mezcla picante, los chicos comenzaron a retarse entre ellos, intentando ver quién podía tomar más. La sala se llenó de risas y gritos mientras competían para ver quién podía aguantar la bebida más picante.
Eri, que observaba con curiosidad, no pudo evitar reír al ver las reacciones de sus "hermanos".
—¡Se ven divertidos! Pero, ¿no les arde la boca?
Mitsuri Kanroji, que se había unido al grupo, no pudo resistirse a entrar en la conversación.
—¡Yo quiero unirme! Siempre he querido probar algo así.
Shinobu Kocho, al ver la locura, sacudió la cabeza con una sonrisa.
—Chicos, cuidado con no terminar con un dolor de estómago.
Mientras tanto, Izumi Midoriya y los demás de la clase 1-A también observaban, algunos sorprendidos, otros intrigados.
—No puedo creer que estén haciendo eso. ¡Es increíble! —dijo Midoriya, admirando la valentía de Rui y los demás.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, llenos de energía y confianza, se miraron entre sí antes de gritar al unísono:
—¡Somos demonios! ¡Nos regeneramos y somos inmunes al chile y al jalapeño!
La afirmación fue acompañada de risas y gestos exagerados, como si estuvieran en una competencia de resistencia. Rui levantó su vaso de cerveza con una sonrisa desafiante, mientras Senjuro daba un pequeño salto de emoción.
Kota se inclinó hacia adelante, con la mirada brillante.
—¡Exactamente! ¡Nada nos detiene, ni siquiera el picante extremo!
Katsuma, con un guiño, añadió:
—¡Así que sigan intentando, pero no podrán superarnos!
Mientras tanto, Izumi Midoriya y el resto de la clase 1-A y 1-B miraban con asombro. Algunos estaban impresionados, otros un poco preocupados por la locura de los demonios.
Ochaco Uraraka, con una expresión de asombro, dijo:
—¡Eso suena peligroso! ¿De verdad pueden comer todo eso sin problema?
Kirishima, entusiasmado, se unió a la conversación.
—¡Eso es genial! ¡Yo quiero probar también! Aunque no sé si aguantaría.
Mina Ashido, siempre lista para un desafío, intervino con una sonrisa traviesa.
—¡Yo soy buena con el picante! ¡Déjenme unirme! ¡Vamos a hacer esto aún más interesante!
Shoto Todoroki, con su expresión habitual de seriedad, no pudo evitar levantar una ceja.
—No estoy seguro de que eso sea lo más inteligente. Pero si quieren hacerlo, asegúrense de tener suficiente agua a mano.
Yosetsu Awase, uno de los estudiantes de la clase 1-B, comenzó a emocionarse por la idea.
—¡Tal vez podríamos hacer una competencia de resistencia al picante! ¿Quién aguanta más?
Rui escuchó esto y sonrió con picardía.
—¡Eso suena como una gran idea! ¡Pero asegúrense de que su don no les fallé, porque nosotros estamos listos para cualquier desafío!
Los estudiantes comenzaron a murmurar entre ellos, y algunos empezaron a animarse a probar las salsas picantes, mientras que otros se preparaban para la competencia que se venía. La atmósfera se llenó de emoción y diversión, creando un lazo aún más fuerte entre todos, demonios y héroes por igual. ¡Era un momento de unión y risas en medio del caos del mundo!
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma entraron a su cuarto, riendo y llenos de energía después de la intensa competencia de picante. Con una chispa traviesa en sus ojos, decidieron que era el momento perfecto para soltarse y divertirse. Se quitaron la ropa y se quedaron solo en bragas, lo que generó más risas entre ellos.
Rui, con su característica confianza, comenzó a moverse al ritmo de una música imaginaria, haciendo gestos exagerados.
—¡Vamos, chicos! ¡A bailar!
Senjuro, un poco más tímido pero siempre dispuesto a unirse a la diversión, se unió a su hermano, intentando imitar sus movimientos.
—No soy tan bueno bailando, pero haré lo que pueda.
Kota y Katsuma, llenos de energía, comenzaron a improvisar una coreografía cómica, saltando y girando en la habitación.
—¡Esto es genial! ¡Nunca pensé que bailar en bragas sería tan divertido! —exclamó Kota, mientras giraba con entusiasmo.
Katsuma no pudo contener la risa mientras veía a sus amigos disfrutar del momento.
—¡Mira, Rui! ¡Esto es lo que hacemos los demonios para relajarnos!
El ambiente se llenó de risas y buena vibra, mientras ellos se dejaban llevar por la música y la alegría. Eri, que había estado observando desde la puerta con una sonrisa, no pudo resistirse y decidió unirse a ellos.
—¡Yo también quiero bailar! —dijo con entusiasmo, haciéndose un lugar entre ellos.
Rui y Senjuro se hicieron a un lado, permitiendo que Eri se uniera a la diversión. Los cuatro comenzaron a bailar en un divertido círculo, dejando atrás sus preocupaciones y disfrutando del momento de camaradería y alegría.
Las risas resonaban en la habitación, creando un espacio de felicidad y conexión que llenaba sus corazones, recordándoles que, a pesar de las dificultades que habían enfrentado, aún podían encontrar momentos de diversión y amistad juntos.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, completamente desinhibidos y llenos de energía, decidieron llevar su baile al siguiente nivel. Sin ropa y solo en bragas, se posicionaron en la habitación, con el suelo brillante y resbaladizo, ideal para deslizarse.
Rui fue el primero en probar el famoso moonwalk. Con una sonrisa confiada, dio un paso hacia atrás, deslizándose suavemente mientras sus pies se movían con gracia.
—¡Mira esto! ¡Soy un maestro del moonwalk! —exclamó, mirando a sus amigos.
Senjuro, inspirado por la actuación de Rui, se unió a él. Con un poco de nerviosismo, comenzó a deslizarse hacia atrás, concentrándose en la sincronización de sus movimientos.
—¡Yo también puedo hacerlo! —gritó, logrando hacer el movimiento con bastante éxito.
Kota y Katsuma, siempre competitivos, no podían quedarse atrás. Se colocaron uno al lado del otro y, en un instante, comenzaron a ejecutar el moonwalk al unísono.
—¡Esto es increíble! —dijo Katsuma, mientras ambos se deslizaban perfectamente, sincronizados.
Los cuatro amigos se reían y animaban entre ellos, disfrutando del momento. Cada vez que uno de ellos lograba un moonwalk especialmente suave, los demás aplaudían y vitoreaban, creando un ambiente festivo.
Rui, decidido a impresionar aún más, añadió algunos giros y movimientos de brazos al baile.
—¡Vamos, chicos! ¡Hagámoslo como Michael Jackson!
Con esa motivación, los cuatro comenzaron a agregar sus propios toques al moonwalk, transformando el simple paso en un espectáculo lleno de risas y diversión. Se deslizaban por la habitación, disfrutando de la libertad y la alegría del momento.
Eri, observando desde la puerta, no pudo evitar reírse al ver a sus hermanos mayores disfrutar tanto.
—¡Quiero intentarlo también! —dijo con emoción.
Rui y los demás se detuvieron y le hicieron espacio, animándola a unirse. La habitación se llenó de risas y movimientos fluidos, un momento que sellaría aún más su lazo como familia, donde cada uno podía ser ellos mismos sin juicios.
La escena en la habitación de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma atrajo la atención de los pilares, los héroes profesionales y las clases de Izuku Midoriya (1-A y 1-B). Desde el pasillo, todos miraban sorprendidos, algunos con risas contenidas, mientras los cuatro demonios se deslizaban en moonwalk, exhibiendo sus movimientos en bragas.
Aizawa, con su típico tono serio, comentó mientras observaba a los chicos:
—Ese paso es el famoso moonwalk de Michael Jackson, el Rey del Pop.
Tanjiro, que estaba justo al lado, no pudo evitar soltar una risa nerviosa.
—Sí, pero... en este contexto, parece más un baile de demonios. Y no olvidemos que Muza... —se detuvo a medio camino, recordando la conexión con Muzan—, bueno, él también era famoso por su forma de moverse.
Los demás comenzaron a reírse a carcajadas, disfrutando de la atmósfera ligera. Mitsuri Kanroji, con su naturaleza entusiasta, aplaudió emocionada.
—¡Es genial verlos divertirse así! ¡Deberíamos unírnos a ellos!
Tengen Uzui, siempre buscando el espectáculo, asintió.
—¡Sí! ¡Vamos a hacer una competencia de baile!
Obanai Iguro, más reservado, rodó los ojos pero no pudo evitar sonreír.
—No sé si eso es una buena idea, pero... su energía es contagiosa.
Izumi Midoriya, que estaba al fondo con sus compañeros de clase, observó con asombro.
—No puedo creer que estén haciendo esto... ¡en ropa interior! Es tan... inusual.
Bakugo, con su habitual actitud explosiva, agregó:
—¡No sean unos idiotas! Pero tengo que admitir que se ven divertidos.
Mientras tanto, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma seguían disfrutando de su momento, ajenos a las miradas de asombro. Eri, animada por la diversión, se unió a ellos, intentando hacer su propio moonwalk con un gran esfuerzo.
Rui se volvió hacia los observadores y, con una sonrisa traviesa, les dijo:
—¡Vamos, anímense! ¡No hay razón para quedarse ahí parados!
El ambiente se llenó de risas y alegría, creando un espacio de camaradería entre los héroes, los pilares y los jóvenes demonios, quienes, a pesar de su pasado, estaban demostrando que podían disfrutar de la vida.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma seguían en bragas, divirtiéndose sin preocuparse demasiado por la atención que estaban generando. Mineta, con un sonrojo evidente y sus ojos brillando, no pudo contener su entusiasmo:
—¡Vaya! ¡Esos cuatro demonios... se ven muy bien con esa lencería de colores!
Iida, siempre preocupado por las reglas y el comportamiento adecuado, alzó la voz:
—¡Esto es inapropiado! ¡Esos cuatro claramente no están cumpliendo con las normas de la U.A.!
Izumi Midoriya, dándose cuenta de que Iida estaba exagerando la situación, lo miró con una mezcla de irritación y diversión:
—Iida, ¿podrías relajarte un poco? No es para tanto.
Tokito, con su voz fría y directa, miró a Iida y dijo:
—Esos demonios sufrieron mucho bajo las manos de Overhaul, y Eri fue usada para experimentos con esas balas anti-quirks. Así que sería mejor que no te quejes de ellos, Iida. Cuando yo te entrene, te haré pasar seis días sin comida, con agua limitada, y luego lucharás contra mí con una katana real.
Iida, sorprendido y sin palabras, asintió tímidamente, dándose cuenta de que Tokito no estaba bromeando y que sus compañeros habían pasado por mucho más de lo que imaginaba. La clase quedó en silencio, con un respeto renovado hacia Rui, Senjuro, Kota, Katsuma, y Eri.
Los estudiantes de las clases 1-A y 1-B observaron en silencio, impactados por la seriedad en el tono de Tokito y el peso de sus palabras. A pesar de lo inusual de ver a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma en bragas de colores, la historia detrás de su sufrimiento bajo el dominio de Overhaul y los experimentos en Eri les hizo comprender mejor el dolor y el trauma que habían soportado.
Algunos de los estudiantes comenzaron a murmurar entre ellos:
—Nunca imaginé que esos demonios fueran víctimas también... —dijo Kirishima, visiblemente afectado, mientras cerraba el puño con fuerza.
—Es terrible lo que pasaron... incluso Eri... —murmuró Yaoyorozu, llena de compasión.
Bakugo, aunque más reservado, comentó en voz baja: —No sé cómo soportaron todo eso... deben ser más fuertes de lo que pensaba.
Ochaco miró hacia Eri y a los cuatro demonios con una mezcla de tristeza y admiración, y Izumi apenas podía contener su emoción al ver cómo, a pesar de todo, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma lograron mantenerse fuertes.
Todos se sintieron inspirados, recordando por qué se habían unido a U.A.: para proteger y ayudar a quienes más lo necesitan.
Mientras Rui, Senjuro, Kota y Katsuma interpretaban apasionadamente "Bad" de Michael Jackson, su energía y entusiasmo empezaron a captar la atención de todos a su alrededor. Los estudiantes de las clases 1-A y 1-B, junto a algunos héroes y Pilares, se acercaron, maravillados por la interpretación enérgica. Incluso algunos comenzaron a aplaudir y a moverse al ritmo de la canción.
Ah, your butt is mine, gon' tell you right, ahJust show your face in broad daylight, ahI'm tellin' you on who I feel, ahGonna hurt your mind, don't shoot to killShamone, ah, shamoneLay it on me, ah, alrightAh, I'm givin' you on count to three, ahJust show your stuff or let it be, ahI'm tellin' you, just watch your mouth, ahI know your game, what you're aboutWell, they say the sky's the limitAnd to me that's really true, ahBut, my friend, you have seen nothin'Just wait 'til I get throughBecause I'm bad, I'm bad, shamone (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it (really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)Shamone, you know (really, really bad)And the whole world has to answer right nowJust to tell you once againWho's bad?The word is out, you're doin' it wrong, ahGon' lock you up before too long, ahYour lyin' eyes gon' tell you right, ahSo listen up, don't make a fight, ahYour talk is cheap, you're not a man, ahYou're throwin' stones to hide your handsWell, they say the sky's the limitAnd to me that's really true, ahBut, my friend, you have seen nothin'Just wait 'til I get throughBecause I'm bad, I'm bad, shamone (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it (really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it, you know (really, really bad)And the whole world has to answer right nowJust to tell you once againWho's bad?We can change the world tomorrowThis could be a better place, ahIf you don't like what I'm sayin'Then won't you slap my face?Because I'm bad, I'm bad, shamone (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it (really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it, you know (really, really bad)And the whole world has to answer right now (hoo, hoo)Just to tell you once again (hoo)You know I'm bad, I'm bad, shamone (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it, you know it (really, really bad)You know, you know (bad, bad)You know, shamone (really, really bad)And the whole world has to answer right nowJust to tell you once againYou know I'm smooth, I'm bad, you know it (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad, really, really bad)You know, you know, you know it, come on (bad, bad, really, really bad)And the whole world has to answer right now (hoo)Just to tell you once again (hoo)You know I'm bad, I'm bad, you know it (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, you know, woo (bad, bad, really, really bad)You know I'm bad, I'm bad (bad, bad)You know it, you know (really, really bad)And the whole world has to answer right nowJust to tell you once againWho's bad?
https://youtu.be/dsUXAEzaC3Q
Kirishima gritó: "¡Eso es increíblemente varonil!" mientras seguía el ritmo de la música.
Mitsuri aplaudía emocionada, moviéndose alegremente con la música, y Tokito, aunque normalmente más serio, no pudo evitar sonreír levemente. Izumi Midoriya y Ochaco intercambiaron miradas sorprendidas, riendo ante la energía y confianza de los cuatro.
Mientras tanto, Aizawa solo suspiraba, aunque en el fondo reconocía el impacto positivo que tenían estos momentos de diversión en todos. La energía era contagiosa, y el ambiente, lleno de vida, hizo que hasta Tokito comentara en voz baja: "Realmente tienen un espíritu inquebrantable...".
En ese instante, Eri empezó a reír alegremente al ver a sus hermanos tan felices y libres, y hasta algunos de los héroes presentes tarareaban la canción, disfrutando del espectáculo improvisado que rompía con la rutina y unía a todos en una gran celebración de amistad y buena energía.
En una reunión improvisada, Muzan Kibutsuji escuchó los ecos de la canción "Bad" resonando desde la distancia, junto con la voz de Tanjirō llamándolo "Muzan Jackson". Su ceño fruncido se profundizó, y por un momento, un tic de incredulidad apareció en su rostro.
Akaza, siempre con una expresión de seriedad, intentó ocultar una sonrisa burlona al escuchar los ritmos y las letras de la canción. "¿Así que ahora te llaman... 'Muzan Jackson', maestro?" comentó con un tono apenas contenido.
Kokushibo, imperturbable, observó a Muzan en silencio, aunque no pudo evitar notar la intensidad con la que sus compañeros escuchaban la canción. Parecía que hasta él sentía la ironía de la situación.
Doma, siempre entusiasta, soltó una risotada: "¡Oh, Muzan-sama! ¡No sabía que tenías un lado artístico tan... extravagante! 'Bad', ¿eh? ¡Toda una declaración de tu estilo!"
Muzan, visiblemente molesto, se giró hacia sus Lunas Superiores y en tono frío les dijo: "Recuerden quién soy. No soy ningún 'Jackson'. Que esto sea lo último que escuche sobre mi 'estilo'."
Las Lunas Superiores, en silencio pero con sonrisas apenas disimuladas, asintieron respetuosamente, aunque era evidente que el apodo y la canción se quedarían en sus memorias como un pequeño motivo de diversión a costa de su temido líder.
A la mañana siguiente, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma aparecieron en el salón de clases luciendo bragas de Momo y vestidos que le habían robado, llamando la atención de todos los estudiantes en la U.A. Los murmullos y miradas de sorpresa no tardaron en aparecer, mientras el grupo se mostraba completamente ajeno a la conmoción que causaban.
Momo, al ver que usaban su ropa, se quedó perpleja y luego se cubrió la cara de vergüenza, exclamando: "¡¿Qué creen que están haciendo con mi ropa?!"
Los estudiantes de la Clase 1-A y 1-B miraban la escena sin saber cómo reaccionar. Algunos, como Kirishima y Mina, intentaban no reírse demasiado fuerte, mientras que otros, como Iida, fruncían el ceño ante lo que consideraban una falta de respeto.
Aizawa, al notar la escena, les lanzó una mirada seria y suspiró, ya acostumbrado a sus travesuras. "Rui, Senjuro, Kota, Katsuma... explíquenme por qué robaron la ropa de Momo y están haciendo alboroto antes de la primera clase," dijo con tono cansado.
Ante esto, Rui y los demás, con una sonrisa traviesa, se limitaron a decir: "Solo queríamos probar algo diferente y... ¡se ve bien en nosotras!"
La clase estalló en risas, y Momo, avergonzada pero divertida, no pudo evitar sonreír, mientras Aizawa les ordenaba que devolvieran las prendas y se prepararan para la lección del día.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, tras escuchar las instrucciones de Aizawa, respondieron en tono burlón: "Bien, vagabundo", antes de irse a cambiar. Al regresar, devolvieron los vestidos a Momo, quien los aceptó con una mirada entre recelosa y agradecida. Sin embargo, los cuatro guardaron en secreto el hecho de que aún llevaban puestas las bragas de Momo, sintiéndose satisfechos con su pequeña travesura.
Aizawa los observó con desconfianza y, aunque sospechaba que la broma aún no había terminado, decidió no profundizar en el tema. Con un último suspiro, procedió a iniciar la clase, ignorando las miradas cómplices entre los chicos. La clase avanzó mientras Rui, Senjuro, Kota y Katsuma intercambiaban sonrisas discretas, logrando conservar su pequeño secreto sin levantar sospechas... por ahora.
Izumi los miró con incredulidad y suspiró, exclamando: "¿En serio? ¿Todo esto solo para usar un vestido?"
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma intercambiaron miradas cómplices antes de responder con una sonrisa juguetona: "Es refrescante y sexy, nos vemos bien, y además, es mucho más fácil levantar la falda y sorprender a los chicos solteros con nuestra ropa interior," dijeron en tono bromista, riendo entre ellos.
"Además, no es la primera vez que lo hacemos," añadió Rui con una sonrisa traviesa. "Antes trabajábamos en un bar; nos ayudaba a captar la atención. Aunque ahora tenemos que lidiar con el primo de Sonic, alias Iida, que siempre es un fastidio con sus reglas," agregó, haciendo una imitación exagerada de la postura recta y seria de Iida, lo que hizo que los demás se rieran.
Izumi solo pudo rodar los ojos, entre divertida y resignada.
Los demás alumnos de la clase escucharon la conversación y se quedaron boquiabiertos. Algunos no podían creer lo que acababan de oír, mientras otros trataban de contener la risa.
"¿Trabajaron en un bar... usando vestidos?" preguntó Kirishima, rascándose la cabeza, confundido pero fascinado.
"Y, ¿por qué Iida es el primo de Sonic?" agregó Kaminari, riéndose ante la comparación, mirando a Iida, que parecía molesto y a punto de dar un sermón sobre el respeto a las normas.
Iida, visiblemente nervioso, trató de mantener la compostura. "¡Este comportamiento es completamente inapropiado! La U.A. tiene normas que debemos respetar y—"
"Vamos, Iida," lo interrumpió Izumi con una sonrisa, "a veces hay que divertirse."
Mientras la clase estallaba en risas y susurros, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma sonrieron satisfechos, disfrutando de la inesperada atención y las reacciones que habían provocado.
Los alumnos se quedaron atónitos al escuchar a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma explicar su situación.
"¿19,000,000 yenes? ¿Y 9,000 yenes a la semana?" exclamó Midoriya, asombrado. "¿De verdad estaban ganando tanto en ese bar?"
"Sí," respondió Rui con una sonrisa traviesa. "Pero no eran vestidos largos, eran cortos, perfectos para mostrar nuestras bragas. Y, claro, nuestras camisas sin mangas también ayudaban."
"¡No puedo creer que hicieran eso!" dijo Mina, riéndose mientras tapaba su boca. "¡Eso es tan extremo!"
"¿Por qué no lo hacen aquí en la U.A.?" preguntó Kaminari, con una mezcla de admiración y sorpresa.
"¡Claro que no!" interrumpió Iida, visiblemente irritado. "Esto es una institución de héroes, no un espectáculo de variedades. Hay límites que no se deben cruzar."
"Vamos, Iida," dijo Senjuro, riendo. "A veces hay que divertirse un poco. La vida no solo es pelear contra villanos."
Los estudiantes comenzaron a murmurar entre ellos, algunos divertidos, otros indignados, pero todos estaban de acuerdo en que Rui, Senjuro, Kota y Katsuma definitivamente sabían cómo atraer la atención.
Los alumnos quedaron en silencio, sorprendidos por la revelación de Rui.
"¿Drogas anti quirks?" preguntó Midoriya, su expresión de preocupación creciente. "¿Eso significa que Overhaul estaba involucrado en actividades ilegales mientras ustedes eran sus esclavos?"
"Sí," respondió Kota, mirando hacia abajo. "Era una situación difícil. Nos obligaban a hacer cosas que no queríamos. Pero ahora somos libres y estamos aquí."
"Eso suena horrible," dijo Ochako, con empatía. "Nadie debería pasar por eso."
"Nosotros no queríamos estar en esa vida," agregó Senjuro. "Pero ahora, hemos encontrado una nueva familia aquí. Y usamos ese dinero para vivir mejor."
"Lo importante es que están a salvo ahora," intervino Momo, con una mirada de alivio. "Y pueden construir un futuro diferente."
"¡Exacto!" exclamó Katsuma, sonriendo. "¡Y con nuestros talentos, podemos hacer cosas increíbles juntos!"
Los alumnos de la U.A. comenzaron a aplaudir y animar a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, reconociendo su fortaleza y determinación para superar el pasado oscuro. La atmósfera se llenó de apoyo y camaradería, mostrando que a pesar de las dificultades, siempre había una oportunidad para cambiar y seguir adelante.
Los alumnos se miraron entre sí, sorprendidos y curiosos al escuchar la risa de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma.
"¿Robaron una copia de la droga Trigger perfecta?" preguntó Bakugo, con una mezcla de incredulidad y admiración. "Eso suena peligroso, pero genial."
"¿En serio, eso es algo que deberían haber hecho?" intervino Uraraka, preocupada. "¿No es arriesgado?"
"Claro que es arriesgado," dijo Rui, encogiéndose de hombros con una sonrisa traviesa. "Pero Overhaul nunca se enteró. Nos aseguramos de que estuviera muy bien escondida. Es nuestra pequeña ventaja ahora."
"Además, no la usamos," agregó Senjuro, levantando la mano como para calmar a los demás. "Solo nos aseguramos de que no cayera en manos equivocadas. No queremos que nadie más sufra como nosotros."
Kota asintió enérgicamente. "Exacto. La tenemos guardada para asegurarnos de que Overhaul no la use de nuevo. Solo la utilizamos como una medida de seguridad."
"¿Y qué piensan hacer con eso?" preguntó Iida, con su habitual seriedad. "Es importante que se maneje con responsabilidad."
"Tal vez podamos encontrar una forma de destruirla o hacer algo positivo con ella," sugirió Momo, mirando a sus compañeros. "Es una oportunidad para hacer algo bueno."
"¡Eso suena genial!" exclamó Katsuma, entusiasmado. "Podemos ayudar a otros con eso y asegurarnos de que nadie más pase por lo que nosotros pasamos."
Los alumnos comenzaron a murmurar entre ellos, reconociendo la valentía y la creatividad de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma. La idea de convertir una experiencia tan oscura en algo positivo resonó con todos, y el ambiente se llenó de esperanza y camaradería.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se miraron entre ellos, sonriendo con complicidad mientras recordaban la confrontación con Tanjiro.
"Sí, realmente hubiera sido mejor que solo le hubiera cortado la cabeza," dijo Rui, riendo. "Pero, bueno, al menos ya no puede usar esas manos para nada."
Senjuro se unió a la risa. "¿Te imaginas la cara de Tanjiro si se entera de que seguimos hablando de esto? Él siempre tan serio y honorable."
Kota hizo una mueca. "Él no entiende el sentido del humor, eso es seguro. Pero no importa, al final, seguimos de pie y tenemos nuestro propio camino."
Katsuma agregó con picardía: "Y siempre tendremos la ventaja. Además, si Overhaul se enterara de lo que hicimos, seguro le daría un ataque."
Los cuatro se rieron de nuevo, disfrutando de su pequeña burla. La atmósfera se volvió más ligera, alejando las memorias pesadas de su pasado y permitiéndoles disfrutar del momento presente. Mientras tanto, los alumnos de la clase 1-A y 1-B intercambiaron miradas de sorpresa y algo de admiración ante la audacia de los cuatro.
"Esos chicos son una locura," murmuró Bakugo, sin poder evitar sonreír. "Pero me gustan."
Lida se acercó, con una mirada seria y desafiante en su rostro. "¡Escuchen, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma! Necesitan entregarnos la copia de la droga Trigger perfecta y los quirks artificiales. ¡Es una cuestión de responsabilidad y ética para futuros héroes!" Su tono era autoritario, tratando de imponer su autoridad.
Rui se cruzó de brazos, una sonrisa burlona en su rostro. "¿Responsabilidad? ¿Ética? Eso suena lindo, Lida, pero no estás en posición de darnos órdenes. Estamos en nuestra fortaleza de dimensión infinita, y aquí las reglas las hacemos nosotros."
Senjuro se unió a la diversión, inclinándose hacia adelante. "Sí, y si intentas meterte donde no te llaman, no dudaríamos en devorarte sin piedad. Así que piénsalo dos veces antes de amenazarnos."
Kota y Katsuma se rieron, dejando en claro que no estaban bromeando. "La última vez que alguien intentó desafiarnos aquí, terminó muy mal. Así que, ¿qué te parece, Lida? ¿Te vas a retirar o quieres ser nuestra próxima comida?"
Lida, aunque algo inquieto por su respuesta, intentó mantener su compostura. "No estoy aquí para pelear, solo estoy cumpliendo con mi deber. Pero no puedo dejar que esto continúe."
"¿Deber? ¿Y qué hay de nosotros? También tenemos nuestros propios deberes y caminos," replicó Rui, desafiándolo. "Así que si quieres algo de nosotros, tendrás que ser más persuasivo."
Mientras la tensión aumentaba, los demás estudiantes de la clase 1-A y 1-B observaban con curiosidad, sin saber si intervenir o simplemente disfrutar del espectáculo.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se miraron confundidos después de escupir los huesos, uñas y algunos cabellos de su boca. La sorpresa y el desconcierto se reflejaban en sus rostros.
Rui frunció el ceño y dijo: "¿Qué demonios acaba de pasar? ¿Por qué tenemos esto en la boca?" Miró a sus amigos, tratando de comprender la extraña situación.
Senjuro, con una expresión de incredulidad, añadió: "Esto no puede ser normal. Debemos haber sido afectados por el polvo de flor glicerina que Overhaul activó. Nunca pensamos que tendría un efecto tan raro."
Kota, rascándose la cabeza, comentó: "Eso no suena nada bien. ¡Espero que esto no tenga alguna consecuencia seria! No quiero que me pase algo peor que esto."
Katsuma se acercó a ellos, tratando de mantener la calma. "Tal vez deberíamos investigar más sobre el polvo. Quizás haya alguna forma de neutralizar sus efectos. No podemos quedarnos así, especialmente ahora que estamos en medio de esto con Lida y los demás."
Mientras discutían el extraño incidente, Lida, que había estado escuchando la conversación, no pudo evitar intervenir. "Eso es lo que sucede cuando se juegan con cosas peligrosas. Deberían ser más cuidadosos. Si Overhaul tiene acceso a esos polvos, podría ser un problema mucho mayor de lo que piensan."
Rui miró a Lida con desdén. "No necesitamos que nos des lecciones sobre peligro. Sabemos lo que estamos haciendo, pero esto es... diferente. Solo esperamos que no sea algo que nos cause más problemas."
Senjuro asintió, "Lo mejor que podemos hacer ahora es actuar rápido y averiguar cómo deshacernos de esto antes de que se vuelva un gran problema."
Los cuatro amigos compartieron una mirada decidida, listos para enfrentar lo que sea que Overhaul hubiera desatado en ellos.
Tanjiro observó a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma con preocupación. "Esa flor es una debilidad para los demonios," explicó, intentando transmitir la gravedad de la situación. "Si Overhaul activó el polvo de flor glicerina, podrían estar en serios problemas. Y no olviden que la luz del sol también es letal para ustedes."
Los estudiantes de la U.A. miraron con asombro a los cuatro demonios, dándose cuenta de que la situación era más crítica de lo que habían imaginado.
Los estudiantes de la clase 1-A y 1-B se quedaron atónitos, intercambiando miradas entre sí. "¿Están hablando en serio? ¿La luz del sol puede matarlos?" preguntó Izumi Midoriya, incrédulo ante la revelación.
"Sí," respondió Tanjiro, manteniendo la mirada fija en los demonios que se alejaban. "Es una debilidad que tienen. Necesitan mantenerse a salvo."
Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri llegaron rápidamente al gran árbol, subiendo ágilmente entre las ramas cubiertas de hojas. Una vez en la seguridad de su refugio, se quedaron en silencio, observando cómo los rayos del sol se filtraban a través de las hojas, temblando por la cercanía de su peligroso brillo.
Los estudiantes de las clases 1-A y 1-B los miraban desde abajo, sorprendidos por la escena. "¿De verdad tienen que estar ahí arriba?" preguntó Izumi Midoriya, preocupado por la salud de sus amigos demonios.
Tanjiro, con una expresión seria, se dirigió a ellos. "Sí, es por su propia seguridad. No pueden exponerse a la luz del sol. Es mejor que se queden ahí hasta que el sol se oculte."
Rui, con un ligero temblor, miró hacia abajo. "¿Por qué tenemos que esperar aquí? Necesitamos encontrar una manera de solucionar esto."
Senjuro, tratando de mantener la calma, asintió. "Sí, pero no podemos arriesgarnos. Debemos ser pacientes y esperar."
Kota y Katsuma se miraron, sintiendo la ansiedad en el aire. Eri, abrazada a Katsuma, se encogió un poco, sintiéndose nerviosa por la situación. "¿Estaremos bien aquí?" preguntó con voz temblorosa.
"Estaremos bien, Eri," respondió Katsuma con una sonrisa, intentando tranquilizarla. "Solo tenemos que esperar un poco más."
Los demás estudiantes seguían observando la escena, con la curiosidad mezclada con preocupación. No podían evitar sentir una mezcla de admiración y asombro por la valentía de Rui y su grupo, pero también sabían que el peligro era real. Mientras el sol seguía ascendiendo, todos esperaban que la situación mejorara pronto.
Sanemi observó a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri escondidos en el gran árbol, una expresión de desprecio en su rostro. Con un movimiento rápido, se dirigió a un demonio atrapado, un ser que había estado deambulando por la zona, que se había descuidado y se encontró cerca de la luz del sol. Sin pensarlo dos veces, Sanemi lo lanzó hacia el rayo de luz. El demonio gritó mientras su piel comenzaba a arder, el dolor evidente en sus ojos mientras se consumía hasta convertirse en polvo.
Los estudiantes de las clases 1-A y 1-B miraron horrorizados la escena, atónitos por la brutalidad de Sanemi.
"¡Eso es lo que les espera a ustedes, demonios traidores!" gritó, volviéndose hacia Rui y su grupo. "No morirán por la luz del sol, pero una vez que acabemos con Muzan, los llevaré a un museo como recordatorio de lo que son: monstruos."
Rui, sintiendo el miedo recorrer su cuerpo, apretó los dientes. "No somos como esos demonios. Luchamos contra Muzan, no estamos de su lado."
Senjuro, intentando mantenerse firme, replicó: "No tienen que vernos de esa manera. No todos los demonios son iguales."
Sanemi despreció sus palabras, riéndose con desdén. "No me importa lo que digan. Ustedes son lo que son, y cuando llegue el momento, aprenderán lo que significa ser un verdadero cazador de demonios."
Tanjiro, observando la escena con creciente preocupación, dio un paso adelante. "¡Sanemi! No necesitamos más odio entre nosotros. Debemos unirnos para derrotar a Muzan."
Sanemi lo miró con una mezcla de desdén y reconocimiento, pero su mirada permaneció dura. "No me hables de unidad. Ustedes, los demonios, solo traen destrucción. Estén alerta; el día de su juicio llegará."
Mientras Sanemi se alejaba, los estudiantes intercambiaron miradas, inquietos por la amenaza que pendía sobre Rui y su grupo, sintiendo que la situación se estaba volviendo cada vez más tensa.
Tokito, con su tono calmado y su mirada centrada, intervino en la conversación. "Sanemi, tienes razón en que Nezuko puede volver a ser humana, pero eso no se aplica a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri. Ellos han hecho elecciones diferentes, y por eso serán llevados a un museo como un recordatorio de lo que son."
Los estudiantes de la clase 1-A y 1-B intercambiaron miradas de preocupación, sintiendo el peso de las palabras de Tokito. La idea de que Rui y su grupo terminaran como trofeos en un museo era inquietante, y algunos comenzaron a cuestionar la moralidad de tal acción.
Rui, aún temblando por el miedo, sintió que sus defensas se alzaban. "No somos solo demonios, Tokito. Hemos cambiado. Luchamos para proteger a los que amamos. No somos tus enemigos."
Senjuro, a su lado, asintió. "No importa lo que fuimos en el pasado; estamos luchando contra Muzan. Eso debería contar para algo."
Tokito los observó con seriedad. "Entiendo que intentan redimirse, pero hay una línea que no se puede cruzar. La humanidad necesita protección, y eso significa que debemos ser cautelosos con quienes consideramos aliados. El miedo que sienten los cazadores de demonios hacia ustedes no desaparecerá fácilmente."
Sanemi intervino, con una sonrisa sarcástica. "Mira cómo intentan justificar su existencia, como si eso les otorgara una vida digna. Ustedes están condenados a ser lo que son, demonios, y la humanidad no los aceptará."
Kota, temblando de nervios, levantó la voz. "¡No somos lo que tú dices! Estamos aquí para luchar, no para ser considerados trofeos. Hay demonios que pueden cambiar, como Nezuko."
Tanjiro, sintiendo la tensión creciente, intentó suavizar el ambiente. "Deberíamos concentrarnos en nuestro verdadero enemigo, Muzan. Si todos trabajamos juntos, tal vez podamos encontrar una forma de coexistir y luchar por un futuro mejor."
Tokito y Sanemi intercambiaron miradas, pero sabían que la conversación no iba a resolverse fácilmente. La brecha entre cazadores y demonios era amplia, y el tiempo se estaba agotando. El sol seguía brillando intensamente, y Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri se mantenían en el árbol, conscientes de que su futuro dependía de las decisiones que tomarían a partir de ese momento.
Tokito observó a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri con una mezcla de compasión y determinación. "Es una triste realidad, pero la historia se escribe con acciones. Si ustedes realmente quieren cambiar su destino, deben demostrarlo con cada decisión que tomen a partir de ahora."
Rui, sintiendo el peso de la condena, cruzó los brazos y miró hacia el suelo. "Entonces, ¿estamos condenados a ser tratados como seres antiguos por generaciones? ¿Una historia de advertencia en lugar de una oportunidad para redimirnos?"
Sanemi se cruzó de brazos, sin poder evitar sonreír con arrogancia. "Así es. Cuando la humanidad cuente su historia, ustedes serán un ejemplo de lo que puede salir mal. Un recordatorio de que los demonios nunca podrán ser confiables."
Kota, que se había mantenido en silencio, finalmente habló con valentía. "No somos solo demonios. Luchamos contra Muzan. ¿No deberían ver eso como un paso hacia el cambio? No todos los demonios son iguales."
Obanai, quien había estado escuchando en silencio, asintió con tristeza. "Me temo que eso no será suficiente para borrar lo que han hecho en el pasado. Pero si continúan luchando del lado de la humanidad, tal vez haya esperanza para ustedes, aunque el camino será difícil."
Eri, mirando a sus amigos, levantó la voz. "¡No quiero que sean considerados seres antiguos! Quiero que todos podamos vivir juntos. ¿Por qué no pueden darle una oportunidad a Rui y a los demás? Todos merecen un segundo chance."
Senjuro, inspirado por las palabras de Eri, se dirigió a los cazadores. "Si creen que somos solo demonios, entonces están cegados por el odio. Pero si están dispuestos a ver más allá, quizás podamos encontrar un camino que funcione para todos."
Tokito, al ver la determinación en los ojos de los jóvenes, sintió que había una chispa de esperanza. "Tal vez, solo tal vez, haya una manera de transformar esta historia. Pero primero, deben ganarse la confianza de aquellos que aún tienen miedo."
Rui, sintiéndose un poco más optimista, se asomó desde el árbol. "No buscaremos su aceptación a través del miedo o la violencia. Lo haremos a través de acciones valientes y desinteresadas."
Mientras el sol continuaba subiendo en el cielo, el grupo sabía que su lucha apenas comenzaba. Con la mirada puesta en el futuro, se dieron cuenta de que su camino podría estar lleno de obstáculos, pero juntos, tenían la fuerza necesaria para enfrentarlos.
Los estudiantes de las clases 1A y 1B observaron atentamente a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri mientras compartían sus esperanzas y temores sobre el futuro. La atmósfera estaba cargada de tensión, y muchos se sentían atrapados entre la historia que conocían de los demonios y la realidad que estaban presenciando ante ellos.
Izumi Midoriya, sintiéndose inspirado por la valentía del grupo, no pudo evitar intervenir. "Después de derrotar a Muzan, todos tendrán la oportunidad de demostrar que pueden cambiar. Tal vez, ustedes no tengan que ser considerados demonios para siempre. Pueden ser héroes."
Ochako Uraraka, con una mirada comprensiva, añadió: "Incluso los que han cometido errores pueden redimirse. Si luchan a nuestro lado, podrían ayudar a otros a entender que hay más en ustedes que solo ser demonios."
Los murmullos entre los estudiantes crecieron, mientras algunos comenzaban a considerar la idea de un futuro diferente para Rui y su grupo. Todoroki, que había estado observando en silencio, finalmente habló: "Si hay una forma de que podamos trabajar juntos, deberíamos intentarlo. No podemos dejar que el miedo nos divida."
Rui, sintiéndose alentado por las palabras de sus compañeros, se dirigió a todos. "Nos hemos enfrentado a desafíos que nos han cambiado. No somos solo demonios; somos luchadores que quieren proteger lo que es importante. Y estamos dispuestos a arriesgarnos por ello."
Tanjiro, quien había sido un ejemplo de empatía y compasión, asintió con la cabeza. "Recuerden, no todos los demonios son iguales. Algunos han sufrido tanto como nosotros. Si ustedes realmente quieren ayudarnos, necesitamos su apoyo para demostrarlo a otros."
Los alumnos comenzaron a darse cuenta de que el camino hacia la aceptación sería difícil, pero no imposible. Había una chispa de esperanza en el aire mientras comenzaban a imaginar un futuro en el que demonios y humanos pudieran coexistir, al menos en un nivel más comprensivo.
Sanemi, aunque todavía escéptico, observó con atención. "No será fácil. El camino que eligieron estará lleno de peligros y juicios. Pero si realmente quieren cambiar, tendrán que demostrarlo no solo con palabras, sino con acciones."
Rui asintió, decidido a demostrar su valía. "Estamos listos para luchar, no solo contra Muzan, sino también contra cualquier prejuicio que se interponga en nuestro camino. Nos esforzaremos para que el mundo vea lo que realmente somos."
Con esos sentimientos compartidos, los estudiantes comenzaron a verse mutuamente de una manera diferente. La lucha por la aceptación apenas comenzaba, pero con la promesa de unidad y esfuerzo compartido, quizás podrían forjar un nuevo destino para todos.
Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri se reunieron en un rincón del gran salón, discutiendo su inquietante futuro y cómo podrían usar su conocimiento para sobrevivir, incluso si terminaban en un museo. Mientras hablaban, su tono se tornó serio y decidido.
Rui: "Si terminamos en un museo, debemos asegurarnos de que nuestro legado no se pierda. Sabemos mucho sobre cómo crear Nomu, duplicar quirks, y desarrollar quirks artificiales. Esa información no puede caer en manos equivocadas."
Senjuro: "Exacto. Necesitamos una libreta que contenga todas nuestras habilidades, debilidades y, lo más importante, los secretos de los héroes y villanos que hemos encontrado a lo largo del tiempo. Es información vital."
Kota: "Si los futuros héroes y villanos conocen nuestras debilidades, también tienen que conocer sus propias. La información es poder, y tenemos que asegurarnos de que sea utilizada de manera responsable."
Katsuma: "Podemos entregar esa información a los nuevos héroes, pero también a los villanos. El conocimiento no debería estar reservado solo para uno de los lados. Necesitamos equilibrar el poder, de alguna manera."
Eri, con su mirada esperanzada, agregó: "Si logramos crear un sistema donde ambos lados puedan aprender de las experiencias pasadas, tal vez podamos evitar conflictos futuros. No quiero que más personas sufran."
Mientras tanto, los Pilares y los héroes profesionales estaban al tanto de la conversación. Tanjiro, que escuchó desde un lado, se acercó. "Si planean hacer esto, ¿están preparados para las repercusiones? La información que poseen puede ser peligrosa, tanto para los héroes como para los villanos."
Rui miró a Tanjiro con determinación. "Lo sabemos. Pero también sabemos que la ignorancia solo perpetúa el ciclo de violencia. Si todos tuviéramos acceso a esta información, podríamos trabajar juntos para prevenir guerras y malentendidos."
Sanemi, que estaba escuchando con atención, finalmente intervino: "No confío completamente en ustedes, demonios. Pero si lo que dicen es cierto, quizás haya una oportunidad para que esto funcione. Tendrán que demostrar que son dignos de confianza."
Los demás estudiantes y héroes comenzaron a murmurar entre sí, considerando la idea de un futuro más colaborativo. La tensión en el aire era palpable, pero había una chispa de curiosidad. Todoroki, con su voz tranquila, concluyó: "Tal vez podamos iniciar algo nuevo. No se trata solo de demonios o héroes, sino de un entendimiento mutuo. Pero deben estar dispuestos a trabajar duro para ganarse esa confianza."
Con esos pensamientos, Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri comenzaron a esbozar un plan. Sabían que la tarea no sería fácil, pero estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para asegurarse de que su legado y el de sus enemigos no se convirtieran en meras historias en un museo, sino en un punto de partida para un futuro mejor.
Rui Ayaki se posicionó frente a sus amigos, con una expresión seria y decidida. La conversación sobre el futuro había encendido una chispa de ambición en él.
Rui: "Además de nuestra libreta de habilidades y debilidades, deberíamos recopilar las muestras de sangre de los futuros héroes, villanos y civiles de cada generación. Con eso, podría estudiar y mostrar cómo eran los quirks antes de que se desarrollaran y evolucionaran."
Senjuro, intrigado por la idea, respondió: "Eso suena arriesgado, Rui. Pero si puedes copiar quirks, sería un conocimiento invaluable. Podríamos entender las raíces de cada quirk y cómo han cambiado a lo largo del tiempo."
Kota asintió, entusiasmado: "Imagina poder ver cómo evolucionaron los quirks a través de las generaciones. Podríamos aprender de los errores del pasado y aplicar ese conocimiento para el futuro."
Katsuma se rascó la cabeza, considerando las implicaciones: "Pero, ¿cómo planeas obtener esas muestras de sangre? No podemos simplemente pedirles que nos la den. Tendríamos que ser muy cuidadosos."
Eri, que escuchaba atentamente, sugirió con esperanza: "Podríamos proponer un sistema de donación, similar a lo que hacen con la sangre en los hospitales. Si explicamos que es para un bien mayor, tal vez algunos estén dispuestos a ayudar."
Rui sonrió, viendo el potencial de su idea. "Exactamente, Eri. Necesitamos ganarnos la confianza de la nueva generación. Si logramos demostrar que lo que estamos haciendo es por el bien de todos, tal vez nos ayuden."
Mientras discutían los detalles, los demás comenzaron a escuchar, algunos con escepticismo, otros con curiosidad. Tanjiro dio un paso adelante: "Entiendo que tienen buenas intenciones, pero deben ser claros sobre cómo usarán esa información. El conocimiento puede ser tanto una herramienta como un arma."
Sanemi cruzó los brazos, observando la dinámica entre los jóvenes. "Es un camino peligroso, Rui. Pero si realmente piensas en un futuro más colaborativo, deberás estar preparado para enfrentar las consecuencias de tus acciones."
Con el apoyo de sus amigos y el interés de algunos de los héroes, Rui se sintió más seguro en su propuesta. Sabía que el camino sería complicado, pero estaba decidido a demostrar que, aunque su pasado era oscuro, podían forjar un nuevo futuro lleno de esperanza y entendimiento.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma compartieron su historia, revelando un aspecto oscuro de su pasado que sorprendió a todos en el salón. La atmósfera se tornó tensa mientras contaban lo que habían vivido.
Rui: "La Sexta Luna Superior está en el distrito rojo. Lo sabemos porque, en el pasado, éramos... prostitutas en un bar. Pasamos mucho tiempo escuchando a los clientes y sus conversaciones."
Senjuro, con una expresión seria, continuó: "Era un lugar donde los secretos se compraban y vendían. Muchos de los clientes eran poderosos, y escuchábamos rumores sobre demonios, quirks y otros asuntos oscuros que circulaban entre ellos."
Kota, visiblemente afectado por los recuerdos, añadió: "No era solo sobre el dinero. Nos enteramos de cosas que no deberían haberse dicho en voz alta. Las conexiones de la Sexta Luna con otros demonios y sus planes. Esas conversaciones nos dieron pistas sobre cómo operan."
Katsuma, que siempre había sido un poco más atrevido, dijo: "Nunca pensamos que algún día usaríamos esa información para luchar contra ellos. Pero ahora, lo que sabemos podría ser crucial."
Los alumnos y los pilares intercambiaron miradas de sorpresa y respeto. La valentía de los cuatro al compartir su pasado les permitió ver a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma desde una nueva perspectiva.
Tanjiro, con su carácter amable, comentó: "Aprecio que hayan compartido esto. Sabemos que su pasado no define quiénes son ahora. Lo que han aprendido puede ser muy valioso para nosotros."
Tokito, que había escuchado con atención, asintió: "La información sobre la Sexta Luna Superior podría ser la clave para debilitar a Muzan. Necesitamos usarla sabiamente."
Sanemi, aunque escéptico, no pudo evitar mostrar un leve reconocimiento. "Si eso es verdad, será necesario que colaboremos. No podemos permitir que esos demonios sigan causando daño."
La conversación tomó un giro estratégico, y los alumnos comenzaron a discutir planes sobre cómo podían utilizar la información que Rui, Senjuro, Kota y Katsuma habían obtenido. Un sentido renovado de unidad se formó entre ellos, todos conscientes de que juntos podrían enfrentar la oscuridad que se cernía sobre ellos.
Rui, Senjuro, Kota y Katsuma continuaron compartiendo información sobre la Sexta Luna Superior, revelando más detalles que sorprendieron a todos en el salón.
Rui, con una expresión seria, dijo: "La Sexta Luna Superior es Gyutaro. Daki, su hermana, es considerada un demonio común, aunque no subestimen su poder. Juntos, forman una dupla formidable."
Senjuro asintió y agregó: "Gyutaro es astuto y manipulador. A menudo se esconde detrás de su hermana, pero es él quien realmente maneja las cosas. Escuchamos que tienen un vínculo muy fuerte, lo que los hace aún más peligrosos."
Kota añadió: "En el distrito rojo, su presencia se siente. Controlan todo el tráfico y los negocios. Lo que sabemos podría ayudar a los cazadores a entender mejor cómo operan."
Katsuma, que había estado observando las reacciones de los demás, dijo: "No solo son fuertes, también son astutos. Nos enteramos de que tienen métodos para atraer a los cazadores a emboscadas, y han hecho un buen trabajo ocultándose."
Los alumnos y los pilares se miraron entre sí, asimilando la información. La conexión entre Gyutaro y Daki era un punto crítico que necesitaban considerar en sus estrategias futuras.
Tanjiro comentó: "Si vamos a enfrentarlos, necesitamos prepararnos bien. Sabemos que tienen habilidades únicas que pueden ser devastadoras en combate."
Tokito, con su calma habitual, añadió: "Debemos estudiar sus patrones de ataque y buscar cualquier debilidad que podamos explotar."
Sanemi, cruzando los brazos, dijo: "No podemos permitir que esos demonios se salgan con la suya. Si tenemos la oportunidad, debemos acabar con ellos de una vez por todas."
La sala se llenó de un aire decidido. La revelación sobre Gyutaro y Daki, junto con la valentía de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma al compartir su experiencia, había unido aún más a todos en su misión. Todos eran conscientes de que la batalla estaba lejos de terminar, pero juntos, estaban listos para enfrentar cualquier desafío.
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