capitulo 10

Título: "Reliquias Eternas: La Vida de Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri en el Museo de las Joyas"

Después de la gran batalla y con el legado que dejaron como demonios, Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri recibieron un honor especial de parte de los propietarios de un prestigioso museo. Les entregaron a cada uno un collar adornado con preciosas gemas: rubí, esmeralda, diamante y ámbar, cada una simbolizando su resistencia y valor a lo largo del tiempo.

Equipados con estos collares, fueron trasladados a una residencia especialmente diseñada con techos altos y oscuros, protegiéndolos de la luz del sol. Allí, pudieron disfrutar de todas las comodidades modernas: ropa, cómics, mangas, televisores, celulares, tablets y hasta un área de juegos, dándoles una vida llena de distracciones y entretenimiento. Este nuevo hogar no era solo un refugio; era un espacio donde, lejos de ser observados como meras reliquias, podían vivir con un sentido de libertad y comodidad en una vida que nunca pensaron que tendrían.

Los héroes, junto con los estudiantes de las clases 1A y 1B, observaron en silencio cómo Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri se encaminaban hacia su destino final en el museo. La idea de que ellos, quienes habían luchado y arriesgado tanto, ahora fueran destinados a vivir como "prisioneros" en exhibición, causó una mezcla de emociones en todos.

Para algunos, el sacrificio de los demonios era un precio necesario para la paz y la seguridad de futuras generaciones. Para otros, resultaba injusto y triste verlos confinados, alejados de la posibilidad de una vida libre. Aunque contaban con comodidades y lujos, la realidad de estar siempre bajo observación y considerados "antigüedades vivientes" era un destino incierto y, en cierto modo, trágico.

Izumi, en particular, sentía el peso de la situación. Miró a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri con empatía, admirando su fuerza y valentía. Para él, ellos no eran solo reliquias, sino seres con historias, sueños y batallas propias. Mientras se alejaban, algunos estudiantes se acercaron, intentando procesar la realidad de lo que sería su "hogar" a partir de ese momento, y deseándoles en silencio que algún día pudieran ser recordados no solo como demonios, sino como verdaderos héroes que hicieron posible un mundo mejor.

Los reporteros comenzaron a cubrir la historia en todos los noticieros, con titulares que llamaban la atención: "Los Demonios del Pasado: Rui Ayaki, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri Llevados al Museo Nacional de Japón". La noticia se propagó rápidamente, generando una mezcla de reacciones entre el público. Algunos admiraban la valentía de los cinco, quienes habían enfrentado al temible Muzan Kibutsuji y habían contribuido a la paz, mientras que otros expresaban su preocupación por la moralidad de convertirlos en exhibiciones.

Los reporteros entrevistaron a varios pilares y héroes sobre la decisión, destacando la necesidad de preservar la historia de estos demonios para las futuras generaciones. Se argumentó que su presencia en el museo serviría como un recordatorio de la lucha constante entre el bien y el mal, y de cómo incluso aquellos que una vez fueron considerados enemigos pueden redimirse y contribuir a la sociedad.

En medio de las cámaras y los micrófonos, los estudiantes de la U.A. también compartieron sus pensamientos. Izumi Midoriya, sintiéndose conflictuado, mencionó que era importante recordar que, a pesar de su pasado, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma habían tomado decisiones difíciles y habían luchado por lo que creían. Eri, con lágrimas en los ojos, se preguntó si algún día tendrían la oportunidad de ser realmente libres nuevamente.

Mientras tanto, el museo se preparaba para la llegada de los cinco. Se establecieron medidas de seguridad y protocolos para garantizar que su nuevo hogar fuera lo más cómodo y seguro posible. Sin embargo, en el fondo de la historia, el eco de una pregunta persistía: ¿serían realmente prisioneros o se convertirían en símbolo de esperanza y redención en un mundo que a menudo se olvidaba de las complejidades del pasado?

En un acto sin precedentes, todos los héroes, civiles y villanos del mundo se reunieron en el Museo Nacional de Japón para un evento que cambiaría la historia. La razón era clara: Rui Ayaki y sus compañeros, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri, necesitaban conservar la esencia de sus poderes y habilidades para las futuras generaciones. La propuesta era simple, pero impactante: cada individuo donaría una pequeña muestra de su sangre, un sacrificio que simbolizaba tanto su pasado como su futuro en la lucha contra el mal.

Los reporteros cubrieron el evento con fervor, capturando la historia de cómo héroes y villanos, a menudo en conflicto, se unieron en esta causa común. Con mesas dispuestas en el centro del museo, los donantes se alinearon, listos para extraer su sangre en pequeñas cantidades, que serían cuidadosamente almacenadas para Rui.

Las colas se formaron rápidamente, con héroes de renombre como All Might y Endeavor, junto con villanos temibles como Shigaraki y Dabi, todos entregando su sangre. Cada muestra se etiquetó con el nombre del donante y una breve descripción de sus poderes, formando un archivo invaluable para Rui. Este archivo no solo serviría como un catálogo de habilidades pasadas, sino también como un recurso para entender cómo habían evolucionado los quirks a lo largo del tiempo.

Durante el evento, Rui Ayaki se mostró emocionado y agradecido. Mientras observaba a los donantes, comprendió la magnitud de lo que esto significaba: no solo estaba recopilando información sobre quirks y habilidades, sino que estaba formando un puente entre dos mundos que solían estar en guerra. Este gesto de unidad y redención le dio esperanza para el futuro, y una visión de cómo podrían trabajar juntos, héroes y demonios, en la construcción de un mundo mejor.

Eri, al ver a tantos héroes y villanos donando su sangre, se sintió inspirada. Sabía que su propio destino estaba entrelazado con el de Rui y sus amigos, y que, aunque se enfrentaban a un futuro incierto, la unión de todos para ayudarles era una señal de que el mundo podía cambiar para bien.

A medida que el evento llegaba a su fin, Rui y sus amigos se prepararon para recibir el primer lote de muestras de sangre, sintiéndose un poco más seguros en su nueva realidad. No solo serían exhibidos en un museo, sino que también se convertirían en los guardianes del legado de aquellos que una vez fueron sus enemigos, llevando con ellos la historia de cómo el pasado puede moldear un futuro esperanzador.

Con cada generación, Rui Ayaki, Senjuro, Kota  Katsuma Eri  se convirtieron en una reliquia viviente dentro del Museo Nacional de Japón, guardando en su interior los secretos y los poderes de héroes, villanos y civiles de cada país. Rui, habiendo absorbido todos los quirks donados, se transformó en un archivo sin precedentes de habilidades. A medida que la sociedad avanzaba y los quirks evolucionaban, Rui y sus compañeros fueron observados y estudiados como testigos de eras pasadas y guardianes de poderes únicos, inalcanzables para otros.

El museo se había convertido en algo más que una simple exhibición; era una fortaleza destinada a preservar el pasado, un recordatorio de las capacidades y los sacrificios de la humanidad. Las generaciones que visitaban el museo quedaban impresionadas, contemplando las historias de cada héroe y villano cuyas habilidades estaban contenidas en Rui. Este conocimiento no solo era un archivo físico, sino una oportunidad de aprendizaje y un punto de referencia para comprender cómo habían evolucionado los quirks.

Mientras Rui, Senjuro, Kota Katsuma eri vivían en una especie de inmortalidad, se resignaban al hecho de que estarían encerrados por generaciones. Pero con cada grupo de visitantes, la curiosidad y el asombro renovaban su propósito. Los cuatro entendieron que no solo eran prisioneros, sino también los custodios de un legado para un mundo en constante cambio. Aunque confinados, lograron dejar un impacto en cada visitante y en cada generación, recordándoles que la fuerza y el conocimiento trascendían el tiempo.

Al enterarse de que Rui, Senjuro, Kota Katsuma y Eri fueron llevados al Museo Nacional de Japón como prisioneros, la Liga de Villanos reaccionó con una mezcla de sorpresa, frustración y curiosidad.

Tomura Shigaraki estaba molesto y ligeramente intrigado. "¿En serio? Encerrados como piezas de exhibición... No puedo imaginar una forma peor de desperdiciar poder. Eso debería estar con nosotros, no en un museo."Kurogiri, siempre calmado, observó con interés. "Puede que esa ubicación se convierta en un objetivo estratégico, Tomura. Podrían ser útiles para nuestros planes, si logramos liberarlos."Toga, divertida pero con un toque de enojo, exclamó: "¡Qué aburrido que los encierren! ¡Quiero ver cómo son ahora! Imagínate lo que harían con esa sangre..."Dabi se encogió de hombros, pero esbozó una sonrisa torcida. "Eso es lo que pasa cuando te vuelves demasiado 'bueno' y traicionas tus orígenes. Ahora son solo adornos."Spinner y Twice parecían divididos; Spinner veía un tipo de injusticia en ello, mientras que Twice se debatía entre querer ayudarlos y pensar que estaban bien ahí.

Mientras tanto, en la Fortaleza Infinita, Muzan Kibutsuji y las Seis Lunas Superiores también notaron la noticia. Muzan parecía desinteresado, incluso un poco desdeñoso.

Muzan, con una sonrisa fría, comentó: "Es un destino que ellos mismos buscaron al renunciar a su naturaleza demoníaca. No representan ninguna amenaza para nosotros."Kokushibo, la primera luna, observó en silencio, considerando el valor de tener a esos demonios lejos de sus filas.Doma, en cambio, se mostró divertido. "Qué adorable, casi como si estuvieran en una gran jaula decorada. Seguro harán una excelente exhibición para los humanos."Akaza mostró desdén. "Se dejaron atrapar por la debilidad de los humanos. No valen ni el recuerdo."Las demás lunas superiores permanecieron en silencio, sabiendo que, al final, el poder verdadero estaba con Muzan y con ellos, y que aquellos que abandonaban su naturaleza demoníaca solo les merecían indiferencia o desprecio.

Ambas fuerzas —los villanos y los demonios— coincidían en que Rui y su grupo ya no representaban ninguna amenaza ni interés real.

El Dr. Garaki, con una sonrisa calculadora, respondió a Tomura:

"Exactamente, Tomura. Si Rui, Senjuro, Kota Katsuma Eri  están confinados en el museo, podemos utilizarlos para preservar y transmitir nuestro legado sin que lo sospechen. Con el conocimiento adecuado, podrán ser un recurso de información y quizás incluso una distracción para los héroes.

Les daré todo lo que sé sobre la duplicación de quirks y la creación de Nomus. También me aseguraré de que comprendan la historia del One for All y el legado de All for One. De este modo, no solo se convertirá en un museo de poder, sino en una fuente de información para futuras generaciones... una amenaza latente en el lugar menos esperado."

Tomura, vislumbrando la estrategia, esbozó una sonrisa oscura. "Entonces, será cuestión de tiempo antes de que esos 'adornos' se conviertan en algo útil para nuestra causa."

La Liga de Villanos encontró en este plan una manera de transformar lo que parecía una simple exhibición en un recurso para sus oscuros propósitos, asegurándose de que el legado de All for One siguiera vivo.

El Dr. Garaki se aseguró de que Rui, Senjuro, Kota  Katsuma y Eri tuvieran acceso a todo el conocimiento de All for One y One for All a través de un holograma instalado en su nuevo hogar dentro del museo. Con el holograma proyectando detalles sobre la historia, habilidades, secretos y debilidades de ambos quirks, los cuatro jóvenes absorbieron cada fragmento de información. La tecnología holográfica de Garaki incluía incluso simulaciones y datos detallados de experimentos con quirks, Nomus y duplicaciones.

Cada día, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma podían estudiar y practicar de forma segura en este espacio reservado solo para ellos, convirtiéndose en expertos en las historias y poderes de los quirks. Además, esta base de conocimiento no solo les ofrecía acceso al pasado, sino que les permitió comprender los complejos esquemas de All for One y los sacrificios de los héroes a lo largo del tiempo. En silencio y sin levantar sospechas, el Dr. Garaki había logrado transmitir su legado a una nueva generación, garantizando que esos conocimientos quedarían seguros y preservados en sus mentes, listos para el momento adecuado.

Muzan se acercó a la celda de Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri, observándolos con una mirada de desdén. Al verlos, comentó con frialdad:

—Qué débiles son... Apenas parecen dignos de haber sobrevivido tanto tiempo.

Los cinco jóvenes lo miraron en silencio, tratando de contener el temor que les provocaba su presencia. Sin embargo, antes de que Muzan pudiera decir algo más, Kokushibo, la Primera Luna Superior, se adelantó. Observando a los cinco, decidió ofrecerles una oportunidad para comprender una parte de su poder.

—Quizás comprendan un poco de la verdadera fuerza si conocen la Respiración Lunar —dijo Kokushibo, su voz resonando con calma y gravedad. Acto seguido, empezó a explicarles los fundamentos de su técnica, describiendo cómo manipulaba la energía y la forma en que sus ataques cortaban como la luna en el cielo nocturno.

Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri escucharon atentos, fascinados por el poder de Kokushibo. Aprender sobre una respiración tan poderosa les despertaba una mezcla de temor y admiración. Aunque no podían utilizar la Respiración Lunar como lo hacía Kokushibo, el conocimiento los fortalecía mentalmente, dándoles un nuevo entendimiento del poder demoníaco y de las técnicas de combate que los demonios más antiguos poseían. Para ellos, incluso en su encierro, este aprendizaje era un recordatorio de cuán lejos podían llegar y de las habilidades que les quedaba por descubrir.

Tanjiro observaba la celda de lujo donde estaban Rui Ayaki, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri, sintiendo un peso en el corazón. La idea de que sus amigos y aliados estuvieran atrapados allí, incluso en un lugar que podría parecer cómodo, lo llenaba de tristeza. Sabía que, aunque disfrutaran de ciertos lujos, su libertad estaba restringida y, lo más importante, su futuro era incierto.

Mientras tanto, los Pilares se reunieron para discutir la situación. Muichiro Tokito y Sanemi Shinazugawa compartieron sus conocimientos sobre sus respectivas técnicas de respiración, explicando cómo estas les habían permitido enfrentarse a los demonios y sobrevivir en batallas difíciles. Sanemi, con su carácter directo, mencionó la importancia de la Respiración del Viento y cómo su agresividad y fuerza eran fundamentales para debilitar a sus enemigos.

A su vez, Muichiro se centró en la Respiración de la Niebla, describiendo cómo su enfoque en la evasión y la velocidad podía ser una ventaja crucial en el combate. Los Pilares se dieron cuenta de que debían unirse no solo como guerreros, sino también como mentores para la próxima generación de cazadores de demonios, incluyendo a Rui y sus amigos.

Finalmente, Tokito habló de la leyenda de Yoriichi Tsugikuni, el primer portador de la Respiración Solar, quien había sido un faro de esperanza en tiempos oscuros. Relató cómo Yoriichi había derrotado a Muzan en el pasado y la importancia de su legado, sugiriendo que el conocimiento sobre su técnica podría ser crucial para el futuro de la humanidad.

—Si algún día esos cinco logran liberarse, necesitarán toda la información que podamos ofrecer —dijo Tokito con determinación—. No solo debemos ser sus enemigos, sino también su guía.

Mientras tanto, Tanjiro, al escuchar estas historias de las respiraciones y el sacrificio de Yoriichi, sentía que había una conexión que debía ser restaurada. Tenía la esperanza de que, con el tiempo, Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri encontrarían un camino hacia la redención, y él estaba decidido a ayudarles en esa búsqueda, sin importar lo que se interpusiera en su camino.

All Might, con su característica sonrisa y un aire de determinación, se reunió con los estudiantes y héroes de la U.A. para compartir una historia que llevaban mucho tiempo esperando contar. En sus manos sostenía un libro desgastado, que contenía la historia de One For All y su legado.

—Este libro no es solo un registro —comenzó All Might—. Es un compendio de esperanza, de sacrificio y del poder de la herencia. One For All no se puede robar; solo puede ser heredado. Y cada portador ha dejado su huella en esta historia.

Con cada palabra, All Might relató la saga de los portadores de One For All, comenzando con Yoichi Shigaraki, el primer portador, quien había enfrentado al antiguo villano conocido como All For One. La historia estaba llena de valentía y lucha, describiendo cómo Yoichi había pasado el poder a su hermano, quien luego continuaría la lucha a lo largo de las generaciones.

—Desde el primer portador hasta el noveno —continuó All Might—, cada uno ha enfrentado desafíos inmensos. Todos ellos han contribuido a fortalecer este poder para luchar contra All For One, un enemigo que ha amenazado nuestra sociedad por tanto tiempo.

Los estudiantes escuchaban con atención, sintiendo la intensidad de las palabras de All Might. Izumi Midoriya, especialmente, sintió que su corazón latía más rápido. Era el heredera de One For All y sentía el peso de su responsabilidad al saber que debía enfrentar a All For One y, con él, la historia de su propia familia.

—Izumi —dijo All Might, volviéndose hacia él—, aunque tú llevarás la carga de este poder, recuerda que no estás solo. Siempre hay quienes te apoyarán en tu camino. Y, si alguna vez te sientes abrumado, recuerda que cada uno de estos portadores ha luchado con la misma carga.

La sala estaba llena de un aire renovado de determinación. Los estudiantes de la U.A. y los héroes, incluyendo a Tanjiro, Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri, sabían que debían prepararse para el inevitable enfrentamiento con All For One. Con la historia de One For All como su guía, se comprometieron a luchar juntos, a heredar la esperanza de aquellos que habían venido antes que ellos, y a nunca rendirse.

All Might cerró el libro y sonrió, sintiendo que, aunque el camino por delante sería difícil, la fuerza de sus estudiantes y la historia compartida de los héroes pasados serían suficientes para enfrentarse a cualquier adversidad.

Rui Ayaki, al haber estado en contacto con la historia de One For All y con el conocimiento que obtuvo en el museo, comenzó a experimentar un fenómeno extraordinario. Con su habilidad de Copia de artes demoníacas, se dio cuenta de que no solo podía copiar habilidades de demonios, sino también quirks de héroes y villanos, lo que incluía los poderes de One For All.

Mientras meditaba sobre los relatos que había escuchado de All Might y los anteriores portadores, Rui sintió una conexión profunda con el poder de One For All. En un momento de intensa concentración, comenzó a manifestar los quirks que componen esta formidable habilidad, sintiendo su energía fluir a través de su cuerpo.

Con cada portador que había existido, Rui pudo absorber y entender no solo los poderes individuales, sino también la esencia de cada uno. Desde la velocidad de Yoichi hasta la fuerza descomunal de Toshinori Yagi (All Might), Rui experimentó un torrente de habilidades que le otorgaron una ventaja sin igual.

A medida que exploraba su nueva capacidad, se dio cuenta de que podía alternar entre los diferentes quirks, adaptándose a la situación en tiempo real. Así, Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri comenzaron a entrenar juntos, combinando sus habilidades demoníacas y quirks, creando un estilo de combate único que nunca antes se había visto.

Rui se sentía más poderoso que nunca. No solo tenía el potencial de rivalizar con los héroes, sino que también poseía el conocimiento estratégico que había acumulado sobre ellos. La combinación de su astucia y los poderosos quirks de One For All lo convirtió en un adversario temible, capaz de desafiar incluso a los más grandes héroes y villanos.

Sin embargo, este nuevo poder también le recordaba la responsabilidad que conllevaba. Sabía que no podía permitir que sus habilidades cayeran en manos equivocadas. Con su grupo a su lado, Rui estaba decidido a forjar un nuevo camino, uno que desafiara las normas establecidas y le permitiera convertirse en una leyenda por sí mismo, pero también en alguien que podría redimirse de su pasado oscuro.


En una intensa batalla en el distrito rojo, los cazadores de demonios se enfrentaron a Daki y Gyutaro, los temibles hermanos que habían causado estragos entre los humanos y los demonios por igual. Tanjirō, Zenitsu, Nezuko e Inosuke se unieron bajo el liderazgo del Pilar de la Sonido, Tengen Uzui, en un esfuerzo por acabar con esta amenaza.

La lucha fue feroz, con cada uno de los cazadores utilizando sus habilidades únicas para contrarrestar las técnicas de Daki y Gyutaro. Tanjirō, con su respiración de agua y fuego , lanzó cortes precisos, mientras que Nezuko utilizó su fuerza demoníaca para atacar con ferocidad. Zenitsu, en su forma de combate de un solo movimiento, se lanzó hacia los enemigos con una velocidad impresionante, y Inosuke, con su estilo salvaje, se lanzó al combate como una fuerza de la naturaleza.

Sin embargo, a medida que la batalla se intensificaba, Tengen Uzui se dio cuenta de que sus adversarios eran más poderosos de lo que habían anticipado. Daki y Gyutaro trabajaron juntos de manera formidable, con Daki utilizando su habilidad para manipular cintas y Gyutaro invocando su fuerza bruta y astucia para frustrar los ataques del equipo.

En un momento crítico, Uzui se lanzó al frente para proteger a sus compañeros de un ataque devastador de Gyutaro. En un sacrificio heroico, bloqueó el ataque con su propia carne, perdiendo su brazo y un ojo en el proceso. La escena fue desgarradora, pero su valentía inspiró a los otros cazadores de demonios a luchar con aún más determinación.

Aprovechando la distracción, Tanjirō, Zenitsu, Nezuko e Inosuke unieron sus fuerzas. Con un esfuerzo monumental y un trabajo en equipo sin igual, lograron desatar un ataque combinado que finalmente superó las defensas de Daki y Gyutaro. Tanjirō, recordando las enseñanzas de su mentor y su amor por su familia, dio el golpe final que acabó con la vida de los demonios.

La victoria fue amarga. Aunque habían derrotado a Daki y Gyutaro, el costo fue alto. Tengen Uzui, a pesar de su grave herida, se mantuvo firme, demostrando una resiliencia extraordinaria. Con su brazo y ojo perdidos, aún miró a sus compañeros con orgullo, sabiendo que habían logrado lo que muchos consideraban imposible.

El sacrificio de Uzui resonó entre todos, y su historia se convirtió en un símbolo de valor y determinación. Los cazadores de demonios habían triunfado, pero el camino hacia la redención y la paz aún era largo y lleno de desafíos.

Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma habían decidido aprovechar su nueva libertad en la casa con techo que les había proporcionado, y, con un toque de travesura, se pusieron vestidos cortos que mostraban sus piernas. Los vestidos, elegidos para ser frescos y cómodos, resultaron ser más reveladores de lo que habían anticipado, con las piernas levantadas y abiertas, exponiendo sus bragas blancas transparentes.

Cuando entraron a la sala donde estaban los héroes, alumnos de la U.A., y otros presentes, el impacto fue inmediato. Los chicos se quedaron con la boca abierta, claramente sonrojados, mientras que las chicas intercambiaban miradas de sorpresa y confusión. Los héroes, acostumbrados a lidiar con situaciones inusuales, simplemente se quedaron perplejos, murmurando entre ellos en estado de incredulidad.

—¿Qué... qué acaba de pasar? —preguntó uno de los héroes, sin poder contener una mezcla de sorpresa y vergüenza.

—¡Esto no es lo que esperaba al entrar aquí! —exclamó otro, claramente tratando de evitar mirar.

Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, disfrutando del momento y riendo entre ellos, no parecían preocupados por las reacciones de los demás. Con una actitud despreocupada, Rui se encogió de hombros.

—Es solo un poco de diversión. ¿No es refrescante ser un poco traviesos? —dijo Rui, sonriendo mientras giraba en su vestido.

Senjuro, con una sonrisa traviesa, agregó: —Además, estamos en una casa, no en un campo de batalla. Un poco de diversión no le hace daño a nadie, ¿verdad?

Los demás comenzaron a reaccionar de diferentes maneras; algunos se reían nerviosamente, otros intentaban disimular su sorpresa, y unos pocos se alejaban, tratando de evitar la incomodidad de la situación. Sin embargo, la atmósfera era ligera, y el aire se llenó de risas y comentarios burlones a medida que la incomodidad inicial se disipaba.

Los héroes, aunque sorprendidos, se dieron cuenta de que Rui y sus amigos solo estaban disfrutando de un momento de libertad, algo que les había sido negado durante mucho tiempo. A pesar de la confusión, la risa compartida ayudó a romper las barreras entre ellos, creando un nuevo vínculo en medio de la extraña situación.

Tomura Shigaraki, Kurogiri, Toga, Dabi y Spinner estaban reunidos en la base de la Liga de Villanos, observando las noticias en un holograma sobre los eventos recientes relacionados con Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma. De repente, la transmisión mostró a los cuatro chicos en la casa con techo, vistiendo vestidos cortos que dejaban al descubierto sus piernas y revelaban sus bragas blancas transparentes.

La reacción fue instantánea y variada:

Tomura, con su habitual expresión desinteresada, arqueó una ceja y murmuró:
—¿Qué demonios están haciendo? Esto no es un espectáculo de moda.

Kurogiri, con su tono calmado, comentó:
—Parece que han encontrado una forma de aprovechar su tiempo libre. Aunque no es precisamente lo que esperábamos...

Toga, por otro lado, estaba visiblemente emocionada. Con una gran sonrisa, aplaudió.
—¡Oh, eso es tan divertido! Quiero ver más. ¡Son tan traviesos!

Dabi se echó a reír, divertido por la situación.
—¿En serio? Esto es más raro de lo que pensé que sería. No puedo creer que estén mostrando eso tan a la ligera.

Spinner, un poco más tímido, intentó desviar la mirada, pero no pudo evitar sonrojarse.
—Esto... no está bien, ¿verdad? Deberían ser más cuidadosos.

Tomura suspiró, sintiéndose un poco frustrado.
—Sea lo que sea que estén intentando, parece que han olvidado el objetivo. No estamos aquí para jugar a la moda.

Sin embargo, no pudieron evitar que sus miradas se posaran en la pantalla, observando a Rui y a los demás, quienes estaban disfrutando de la atención, ajenos a la sorpresa que causaban en la Liga de Villanos. La escena resultaba tan absurda como entretenida, lo que provocó un ligero cambio en el ambiente entre los villanos, haciendo que se cuestionaran si, quizás, esos cuatro no eran tan diferentes a ellos después de todo.

Título: "Un Despertar Inesperado"

Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma estaban en su habitación dentro de la casa con techo, disfrutando de su tiempo y despreocupándose de las consecuencias de sus acciones. En un arrebato de travesura, decidieron quitarse las camisas y los vestidos cortos, quedando en solo sus bragas blancas transparentes. La escena era sorprendente y provocativa.

Los chicos civiles, al ver la inesperada exhibición, comenzaron a sonrojarse intensamente, con sangre brotando de sus narices por la sorpresa y la emoción. Un murmullo se extendió entre ellos, cada uno intentando procesar lo que acababan de presenciar.

Entre los pilares, la reacción fue de asombro. Tanjiro, Zenitsu y Tokito se pusieron rojos como tomates, incapaces de apartar la mirada de la pantalla que mostraba a los cuatro. La incredulidad se mezclaba con un toque de admiración.

Los alumnos, por su parte, no estaban en mejor situación. Izumi, Shoto, Bakugo, Denki, y Mineta se ruborizaron intensamente, sintiendo que el calor se acumulaba en sus rostros. Las chicas, también impactadas por la escena, se unieron a la reacción colectiva, sonrojándose con intensidad.

La atmósfera se tornó tensa y divertida al mismo tiempo, mientras todos intentaban no mirar, pero el magnetismo de la situación hacía que fuera casi imposible ignorar lo que estaba sucediendo en la pantalla. La mezcla de sorpresa, vergüenza y un toque de risa se instaló en el aire, creando un momento memorable que todos recordarían.

La Reacción de Lida y los Héroes Pro

Lida, furioso por la impunidad con la que Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma estaban disfrutando de su libertad en el museo, se dirigió rápidamente hacia donde se encontraban los héroes pro y los estudiantes. Su rostro estaba rojo de indignación y frustración, y su voz resonó con la urgencia de un líder preocupado.

"¿Cómo es posible que estos demonios estén en un museo y hagan lo que quieran sin sufrir castigo? ¡Esto es inaceptable!" gritó Lida, sacudiendo su cabeza en desaprobación. La idea de que Rui y los demás pudieran comportarse de esa manera mientras estaban en un entorno controlado lo enojaba aún más.

Los héroes pro, que se encontraban cerca, compartieron miradas de sorpresa y confusión. All Might, con su eterna sonrisa, intentó calmar la situación, diciendo: "Lida, recuerda que ellos han estado en situaciones difíciles y han sufrido mucho. Quizás es su manera de adaptarse a su nuevo entorno."

Sin embargo, otros héroes como Hawks y Mirko estaban más intrigados que preocupados. "¿Y si esto es parte de su estrategia? Tal vez están intentando obtener información o manipular la percepción pública a su favor," comentó Hawks, observando la situación con atención.

Izumi, Tanjiro y Shoto, que estaban cerca, asintieron. "Tienen que estar actuando de esta manera para sacar ventaja de su situación," dijo Izumi, sintiendo una mezcla de compasión y preocupación por ellos.

Mientras tanto, dentro del museo, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma continuaban disfrutando de su tiempo. Sus risas resonaban, ajenos a la preocupación que generaban en el exterior, desafiando las normas y expectativas que se habían impuesto a ellos.

La Tensión Aumenta

Lida, incapaz de contener su frustración, decidió que era hora de actuar. "Necesitamos poner un alto a esto. No podemos permitir que los demonios se comporten así. ¡Debemos hacer algo antes de que esto se convierta en un espectáculo aún más grande!"

A medida que la tensión aumentaba entre los héroes pro y los estudiantes, una sensación de incertidumbre llenaba el aire. Todos sabían que Rui, Senjuro, Kota y Katsuma eran más que simples demonios; tenían conocimientos y habilidades que podían cambiar el rumbo de cualquier batalla. ¿Serían capaces de manejar la situación sin desatar un conflicto mayor? La respuesta estaba a punto de revelarse, y todos esperaban ansiosamente la siguiente jugada en este juego de poder y estrategia.

La Burla de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma

Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma se encontraban en el centro del museo, disfrutando de la atención que generaban con su comportamiento provocador. Con sonrisas desafiantes, se giraron hacia los héroes, alumnos y civiles que los observaban con asombro e indignación.

"¿Qué pasa? ¿Acaso están tristes porque somos inmortales y ustedes son solo humanos?" se burló Rui, levantando su dedo del medio en un gesto despectivo. "Lamentablemente, ustedes morirán, mientras nosotros continuaremos existiendo, disfrutando de esta vida."

Senjuro, con su habitual descaro, se unió a la diversión. "Exacto. Dejen de darnos reglas y enfóquense en los verdaderos problemas. La Liga de Villanos y Muzan son mucho más peligrosos que nosotros. A ustedes, héroes, ni siquiera les va bien con un demonio común. ¿No fue tan vergonzoso que incluso los cazadores como Uzui, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke derrotaran a la sexta luna? ¡Qué patéticos son!"

Kota y Katsuma se rieron, apoyando las palabras de sus amigos. "¡Sí! Mientras ustedes se pelean por controlar a unos demonios, nosotros somos más fuertes y estamos aquí, disfrutando de nuestra libertad. ¡Qué triste es ver a los héroes tratando de ser importantes mientras nosotros tenemos el verdadero poder!"

La Reacción de los Héroes

Las palabras de Rui y sus amigos resonaron con fuerza entre los presentes. Los héroes, furiosos pero también avergonzados, sintieron cómo sus fracasos eran expuestos a la luz. Los estudiantes se miraban entre sí, algunos sonrojados de la indignación, otros riendo a pesar de la situación.

Lida, visiblemente molesto, gritó: "¡Esto no es una broma! Ustedes no pueden seguir comportándose así. Hay un precio por la arrogancia, y lo aprenderán de la manera difícil si no tienen cuidado."

Tanjiro, que observaba desde la distancia, sentía una mezcla de tristeza y frustración. "No se dan cuenta de lo que están diciendo. Cada uno de nosotros ha luchado para proteger a los demás. Aunque ustedes son demonios, deberían entender que hay más en esta vida que solo poder."

La Respuesta de Rui

Rui miró a Tanjiro con desdén. "¿Y qué? Ustedes luchan por una causa que, al final, no significa nada para nosotros. Nosotros tenemos el conocimiento y la fuerza. Ustedes son solo peones en un juego que no comprenden. ¡Disfruten de su mortalidad mientras puedan!"

Los murmullos crecieron entre la multitud. La tensión era palpable mientras los héroes y estudiantes comenzaban a darse cuenta de que Rui, Senjuro, Kota y Katsuma no solo eran demonios; eran seres inteligentes y calculadores que estaban decididos a demostrar su superioridad, incluso en un mundo que intentaba controlarlos.

La situación estaba lejos de ser resuelta, y la burla de Rui y sus amigos solo añadiría más combustible al fuego en un conflicto que estaba destinado a intensificarse.

La Provocación de Rui Ayaki

Rui Ayaki, con una sonrisa burlona en el rostro, continuó desafiando a los héroes presentes. "Vamos, héroes, ¿no se supone que son los mejores? ¿Por qué no se enfrentan a una Luna Superior? Eso les daría la fama y el dinero que tanto desean. Después de todo, ¿quién no querría ser conocido como el que derrotó a Muzan, el Rey Demonio?"

Senjuro, apoyando la provocación, agregó: "Sí, lo que necesitan es una buena pelea. Si de verdad quieren ser recordados, deben seguir los pasos de Yoriichi Tsugikuni, quien hirió a Muzan. Ese hombre lo traumatizó. ¿No es eso lo que quieren? ¡Hacer historia!"

Kota y Katsuma rieron mientras miraban a los héroes, disfrutando de la incomodidad que generaban. "Tanjiro, tú te pareces a Yoriichi, tal vez deberías aprender de él. ¿Acaso no tienen miedo de Muzan? ¡Deberían tenerlo, porque él sí tiene miedo de Yoriichi y lo que representa!"

La Verdad de Kagaya

Kagaya, quien había estado observando la interacción, intervino. "Tienen razón. Muzan es el verdadero enemigo al que todos deben enfrentarse. Los pilares han derrotado más demonios que la mayoría de los héroes, y su trabajo es vital para proteger a la humanidad."

Lida, sintiendo la presión de las palabras, trató de mantenerse firme. "No importa lo que digan, nosotros somos héroes y estamos aquí para proteger a la gente. Pero... debemos ser conscientes de que Muzan es un enemigo formidable. Quizás haya llegado el momento de unir fuerzas."

El Desafío a los Héroes

Rui sonrió aún más, disfrutando de la tensión en el ambiente. "¿Unir fuerzas? Eso suena interesante. Pero hasta que ustedes realmente muestren lo que son capaces de hacer, seguiré disfrutando de mi libertad aquí en el museo. No olviden que los pilares han sido más efectivos en la batalla contra los demonios que ustedes, los héroes arrogantes."

Los héroes comenzaron a murmurar entre sí, sintiendo el desafío. La idea de que Rui y sus amigos tuvieran razón se instaló en sus mentes, y la presión de demostrar su valía aumentó. Sin embargo, la historia de sus derrotas pasadas y la imagen de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma burlándose de ellos pesaba en su orgullo.

La tensión creció, y la pregunta de si los héroes estarían a la altura del desafío de Rui y sus amigos se volvió cada vez más presente. Era un momento decisivo que podría cambiar el curso de su misión contra Muzan y sus demonios.

La Reacción de la Liga de Villanos

La Liga de Villanos observaba la provocación de Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma desde las sombras. En una sala oscura, Tomura Shigaraki, con una mirada intrigada, se cruzó de brazos y dejó escapar una risa burlona. "¿Así que esos demonios están desafiando a los héroes? Me gusta. Es hora de que estos héroes se enfrenten a la realidad de su propia debilidad."

Toga, emocionada, aplaudió con entusiasmo. "¡Sí! ¡Quiero ver cómo se desmoronan! Siempre hablan de ser los mejores, pero nunca se enfrentan a los verdaderos monstruos. Esto es lo que necesitábamos para hacer que se sientan inferiores."

Kurogiri, más calmado, intervino. "Este es un momento clave. Si Rui y los demás logran hacer que los héroes se enfrenten a Muzan, podríamos ver un cambio en el equilibrio de poder. Si ellos pierden, su reputación se verá gravemente afectada."

Dabi, cruzando los brazos, observó con una sonrisa cínica. "Me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que se den cuenta de que enfrentar a Muzan no es un juego. Tal vez incluso perderán la vida, y eso sería divertido de ver."

La Reacción de los Héroes

Mientras tanto, Uzui, Tanjiro, Nezuko, Zenitsu e Inosuke estaban en un lugar diferente, recuperándose de su dura batalla contra la Sexta Luna. Uzui, visiblemente herido y cansado, se recostó contra la pared, sus ojos llenos de frustración. "No puedo creer que después de todo esto, la Liga de Villanos siga riéndose de nosotros. ¿Acaso no ven que hemos dado todo de nosotros?"

Tanjiro, con el ceño fruncido, recordó el esfuerzo que habían hecho. "Lo hicimos, y aunque la victoria fue nuestra, no fue fácil. Pero ellos tienen razón en un sentido. Si queremos realmente proteger a la humanidad, debemos prepararnos para enfrentar a Muzan y las Lunas Superiores de una vez por todas."

Nezuko, siempre atenta a la situación, asintió y agregó: "No podemos permitir que la provocación de Rui y sus amigos nos desanime. Debemos encontrar la fuerza para levantarnos de nuevo, y juntos, enfrentaremos al Rey Demonio."

El Impacto del Desafío

Los héroes se dieron cuenta de que la provocación no solo desafiaba su capacidad, sino que también planteaba la necesidad de una estrategia unificada. Uzui, aún débil, miró a sus compañeros y dijo: "Si Rui, Senjuro, Kota y Katsuma realmente tienen el poder para retar a Muzan, debemos estar listos para lo que venga. Tal vez deberíamos unirnos con los pilares y prepararnos para una guerra."

Zenitsu, nervioso pero decidido, se levantó. "Entonces, ¡vamos a entrenar! ¡No dejaremos que estos demonios se rían de nosotros ni un minuto más!"

La Liga de Villanos observaba con anticipación, sabiendo que la dinámica del enfrentamiento se estaba formando y que el conflicto entre héroes y demonios estaba lejos de haber terminado. La tensión crecía, y ambos lados se preparaban para una inevitable confrontación que podría cambiar el destino de todos.

La Reacción de Muzan y las Lunas Superiores

En un lugar sombrío, Muzan Kibutsuji observaba la transmisión de la provocación de Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma con una mezcla de curiosidad y desdén. Su mirada fría y calculadora se detuvo en las imágenes de los jóvenes demonios desafiando a los héroes. Las seis Lunas Superiores restantes estaban reunidas a su lado, y la atmósfera era densa con la tensión palpable de sus intenciones.

Kokushibo, el más poderoso de las Lunas, fue el primero en hablar. "Estos jóvenes demonios están jugando con fuego. Si continúan provocando a los héroes, podría resultar en su propia perdición. Pero... si logran hacer que se enfrenten a ti, Muzan, podría ser una buena distracción."

Muzan sonrió, una sonrisa que nunca llegaba a sus ojos. "Ellos no entienden el verdadero poder que tengo. Pero su desafío puede ser una oportunidad. Los héroes se creen invencibles, y su orgullo les puede llevar a la ruina. Quizás sea hora de demostrarles que hay algo más allá de su comprensión."

Kaigaku, con su impaciencia habitual, se cruzó de brazos. "¿Crees que los héroes realmente tendrán el valor de enfrentarte? Ellos saben que una derrota ante ti significaría su caída en la historia. La fama que buscan podría volverse en su contra."

Muzan asintió lentamente. "Exactamente. La fama no se gana sin riesgos, y a menudo, esos riesgos llevan a la muerte. Les daré la oportunidad de demostrar su valía. Si se atreven a venir a mí, los haré desear nunca haberme desafiado."

La Impresión de las Lunas Superiores

Hantengu, nervioso por naturaleza, miró a su líder con una mezcla de respeto y temor. "¿Qué pasará si los héroes, a pesar de su miedo, deciden atacar? Podrían formar una alianza más fuerte entre ellos."

Kokushibo respondió con confianza. "Si eso sucede, no serán más que un desafío más. Después de todo, hemos derrotado a muchos antes que ellos. Su unión no será suficiente si no pueden superar sus propios límites."

Muzan, mirando al horizonte, dejó caer una última advertencia. "La verdadera prueba no solo será contra mí, sino contra la naturaleza misma de lo que significa ser un héroe. Si desean enfrentarme, les haré entender que no hay lugar para la debilidad en este mundo."

La Respuesta de los Héroes

Mientras tanto, en la fortaleza de los héroes, la provocación de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma había dejado a todos en un silencio incómodo. Las palabras resonaban en sus mentes, y las dudas comenzaron a surgir.

All Might, preocupado, se acercó a sus compañeros. "No podemos permitir que nos atemoricen. Necesitamos prepararnos y reunir a todos los que podamos. Si se dan cuenta de que podemos unirnos y ser más fuertes, tal vez eso les envíe un mensaje."

Izumi Midoriya, siempre optimista, levantó la mano. "Si trabajamos juntos y aprendemos de nuestros errores, podemos enfrentarlos. No podemos dejar que la provocación de Rui y los demás nos divida. En cambio, debemos unirnos para mostrarles lo que realmente significan los héroes."

El desafío estaba lanzado, y aunque la provocación había sembrado dudas, también encendió una chispa de determinación en los corazones de los héroes. La batalla que se avecinaba sería más que un enfrentamiento físico; sería una prueba de sus convicciones y de lo que significaba ser un héroe en un mundo donde la oscuridad acechaba.

Los Susurros de la Historia: El Desafío de Rui Ayaki y sus Compañeros

Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma, en su celda de lujo en el museo, se divertían provocando a los héroes y compartiendo sus reflexiones sobre la historia de los héroes de Japón. La conversación, impregnada de sarcasmo y desafío, resonaba en la sala mientras sus palabras iban calando en los corazones de los jóvenes héroes que los observaban.

El Fracaso de los Héroes

Rui, con una sonrisa burlona, se dirigió a sus compañeros. "¿No es irónico? La historia siempre ha celebrado a los héroes, pero aquí estamos, nosotros, los demonios, con más agallas que ellos. Mientras los pilares, esos 'valientes', se sacrificaban para derrotar a unos pocos de nuestros hermanos, los héroes simplemente se quedaban mirando desde la distancia."

Senjuro asintió, dejando caer su mirada hacia los héroes frustrados. "La historia los pintó como los salvadores, pero la realidad es que han sido cobardes, incapaces de enfrentarse a lo que realmente importa. ¿Dónde estaban cuando los pilares cayeron? Mientras ellos luchaban, los héroes estaban escondidos, buscando la manera de salvarse."

Kota, con su mirada desafiante, agregó: "Así que ahora, después de lo que ocurrió con Daki y Gyutaro, siguen ahí, sin querer tomar acción. Pero eso no cambia el hecho de que, a pesar de sus poderes, han demostrado ser menos que inútiles ante nosotros."

Katsuma, riéndose entre dientes, apuntó hacia los héroes que los miraban con ojos llenos de ira y frustración. "¿De verdad creen que se ganarán la fama y el respeto enfrentando a demonios comunes? Ustedes han tenido a su disposición la oportunidad de ser más que simples figuras en un libro de historia, pero han elegido ser sombras."

La Respuesta de los Héroes

Las palabras de Rui y sus amigos resonaban en los corazones de los héroes, creando un aire de tensión palpable. Algunos de ellos se sentían atacados, mientras que otros, como Izuku Midoriya, reflexionaban sobre la verdad en las palabras de los demonios.

All Might, con su fuerte voz, trató de calmar la creciente frustración. "No podemos permitir que las provocaciones de ellos nos dividan. La lucha no se trata solo de enfrentar demonios; se trata de proteger a la humanidad, de ser ejemplos a seguir."

Sin embargo, el silencio que siguió dejó en claro que las palabras de Rui habían dejado huella. La incomodidad se podía sentir mientras los héroes intercambiaban miradas. La verdad de sus fracasos, de las vidas que se habían perdido, pesaba en sus conciencias.

Un Nuevo Desafío

Rui, notando la frustración en los héroes, sonrió con satisfacción. "Tal vez necesiten un recordatorio. Si quieren realmente ser los héroes que dicen ser, deben demostrarlo. Vengan a enfrentarse a nosotros, y quizás, solo quizás, podamos reescribir esta historia de cobardía."

Senjuro se unió al juego. "Sí, si tienen lo que se necesita, demuéstrenlo. A veces, los verdaderos héroes deben aceptar sus fracasos y aprender de ellos. Pero eso solo sucede cuando se enfrentan a la verdad de su propia historia."

Kota y Katsuma, con la adrenalina corriendo por sus venas, terminaron la provocación. "Ustedes son los héroes, así que actúen como tales. Si son tan valientes como dicen, ¿por qué no vienen y nos enfrentan? Después de todo, un héroe no se define por su poder, sino por su voluntad de luchar."

Un Desenlace Inesperado

Las palabras de los jóvenes demonios resonaron en el aire, y el desafío quedó establecido. Los héroes sabían que debían tomar una decisión. Ya fuera aceptar el reto y arriesgarse a enfrentarse a Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, o permanecer en las sombras de la historia, conocidos solo por su cobardía.

El tiempo apremiaba, y el camino hacia la redención estaba claro: solo a través de la lucha podrían demostrar su valía y aprender a enfrentar la oscuridad que acechaba tanto a los demonios como a la humanidad misma. Pero, ¿tendrían el valor de hacerlo? La historia estaba lista para escribirse una vez más.

La Aceptación de un Desafío

Con la tensión aún palpable en el aire, los héroes comenzaron a murmurar entre ellos. Fue un momento decisivo, un punto de inflexión en la historia de ambos grupos. Al final, el murmullo creció en un consenso, y varios héroes, encabezados por Izuku Midoriya, dieron un paso al frente.

"¡Nosotros aceptamos el desafío!" exclamó Midoriya, su voz resonando con determinación. "Si esto es lo que se necesita para demostrar que somos verdaderos héroes, no nos echaremos atrás. Vamos a salvar la humanidad, no solo de los demonios, sino también de nuestra propia cobardía."

Los murmullos de acuerdo se extendieron entre los demás. La chispa de la valentía comenzó a encenderse en sus corazones. Cada uno se dio cuenta de que debían enfrentarse a sus miedos y, al mismo tiempo, demostrar que eran dignos de los títulos que llevaban.

La Sonrisa de los Demonios

Rui, Senjuro, Kota y Katsuma intercambiaron miradas de complicidad, y sonrisas se dibujaron en sus rostros. Habían provocado a los héroes con intenciones específicas, buscando que estos se levantaran y lucharan por lo que realmente creían.

"Así se hace," dijo Rui, con su tono burlón pero satisfecho. "Ahora, esto se vuelve interesante. No se olviden de que cada uno de ustedes lleva una parte de la responsabilidad de proteger a los inocentes. Si quieren ser recordados como verdaderos héroes, deberán luchar con todo lo que tienen."

Senjuro añadió, con un brillo en los ojos, "Es hora de dejar atrás el miedo y mostrar lo que realmente son capaces de hacer. ¡Esto es solo el comienzo!"

Preparándose para la Batalla

Con la resolución de los héroes firmemente establecida, comenzaron a prepararse. En sus corazones ardía una nueva motivación, una mezcla de temor y esperanza. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero esta vez no estarían solos; tenían un desafío que enfrentar y un nuevo propósito.

Rui, Kota y Katsuma observaron a los héroes con una mezcla de curiosidad y diversión. "¿Listos para ver lo que pueden hacer, héroes? Recuerden, esta vez no hay margen de error."

La Decisión Final

Así, se forjó una nueva alianza, o al menos un pacto de rivalidad. Ambos lados sabían que la lucha contra Muzan y las Lunás Superiores no sería fácil, pero también sabían que, si realmente querían ser recordados en la historia, tendrían que enfrentarse al mal que acechaba en las sombras.

Mientras tanto, en la fortaleza de Muzan, la noticia de este desafío pronto se filtraría, y la ira del Rey Demonio se sentiría. La historia de los héroes y demonios estaba a punto de entrelazarse de una manera que nunca antes se había visto, y el mundo entero observaría el resultado de este enfrentamiento épico.

El Comienzo de una Nueva Era

Así, el relato de Rui Ayaki, Senjuro, Kota, Katsuma y los héroes de Japón avanzó hacia un nuevo capítulo, uno lleno de promesas, desafíos y la oportunidad de convertirse en verdaderos héroes o demonios. La batalla por la humanidad y su legado estaba a punto de comenzar, y nadie podría predecir el desenlace de esta historia entrelazada de luz y oscuridad.

El Refugio en la Cúpula del Museo

Rui Ayaki, Senjuro, Kota, Katsuma, y Eri se retiraron del centro de atención y regresaron a su refugio especial en la cúpula del museo. Era un espacio diseñado para ellos, donde podían disfrutar de momentos de paz y privacidad, lejos de las miradas del público y el frenesí de los medios. La cúpula estaba perfectamente acondicionada para protegerlos de los rayos del sol, con techos altos y paneles oscuros que garantizaban su seguridad, además de una vista panorámica de la ciudad.

Este refugio tenía de todo: estanterías llenas de cómics y mangas, televisores de última tecnología, dispositivos como tabletas y celulares, y una zona de juegos donde podían distraerse y disfrutar de una vida casi normal. También había un rincón acogedor con sofás y cojines donde pasaban largas horas conversando y compartiendo historias.

Un Momento de Paz

Mientras se acomodaban en el espacio, se sintió una atmósfera de tranquilidad. Aunque sabían que afuera el mundo seguía observándolos y esperando sus próximos pasos, este rincón en la cúpula les ofrecía un respiro. Senjuro, siempre el más optimista, propuso ver alguna película para relajarse, y todos estuvieron de acuerdo.

"Es extraño, ¿verdad?" dijo Rui, mirando por la ventana hacia la ciudad. "Después de todo lo que hemos hecho, estamos aquí, en paz. Aunque sólo sea por un momento, se siente... bien."

Eri, con su natural dulzura, se acercó y asintió. "Es como tener una familia aquí, ¿no creen? Aunque estamos encerrados, estamos juntos."

Reflexión y Planes a Futuro

Cada uno se encontraba en sus propios pensamientos, recordando las batallas, los sacrificios, y sus decisiones hasta ahora. Aunque habían tomado caminos distintos, todos compartían una historia de superación y desafíos que los había unido en esta extraña situación.

Por ahora, disfrutaban de su tiempo en la cúpula, pensando en las oportunidades y en lo que el futuro podría traer. Estaban listos para los desafíos que pudieran venir, sabiendo que, juntos, tenían el poder y el conocimiento para hacer frente a lo que fuera.

El Dr. Garaki, con su siempre meticulosa planificación, llegó al museo cargando una colección impresionante de quirks, cuidadosamente duplicados, provenientes de los Nomus más poderosos y de los mismos líderes de la Liga de Villanos, incluyendo a All For One, Tomura Shigaraki y Kurogiri. Este conocimiento y poder inmensos fueron ofrecidos a Rui Ayaki, quien, con su habilidad para copiar y absorber quirks, comenzó a asimilarlos uno a uno.

La Absorción de Poderes

Rui, con su control extraordinario, absorbió los quirks con concentración, sintiendo el flujo de cada habilidad en su propio cuerpo. Su energía se intensificaba a medida que más quirks se sumaban, adquiriendo habilidades regenerativas, físicas, y de manipulación únicas que amplificaban su fuerza y sus capacidades más allá de lo que había experimentado antes. Rui sentía cómo los quirks de los Nomus—como Hood, Six y Woman—se mezclaban con los de All For One y Shigaraki, otorgándole una potencia inimaginable.

Cada nuevo quirk lo hacía sentir una comprensión más profunda del funcionamiento de estas habilidades, y sus capacidades de combate crecían a un nivel superior al de la mayoría de héroes y villanos conocidos. Con habilidades como fuerza sobrehumana, regeneración avanzada, manipulación de sombras y más, Rui ahora poseía un arsenal temible que podría rivalizar con el mismo All For One.

Senjuro, Kota, Katsuma y Eri Observan

Mientras Rui asimilaba este poder, sus amigos—Senjuro, Kota, Katsuma y Eri—observaban impresionados. Aunque tenían confianza en Rui, veían con algo de inquietud el peso de los nuevos poderes que estaba adquiriendo. Sabían que este poder extraordinario traía consigo una gran responsabilidad, y aunque Rui siempre había mostrado control, la magnitud de estas habilidades los hacía preguntarse cuál sería el límite.

Reflexión sobre el Poder Recibido

Cuando el proceso de absorción terminó, Rui se tomó un momento para procesar todo el conocimiento y poder que ahora formaban parte de él. Sabía que tenía ante sí una oportunidad única, no solo de proteger a los suyos sino de enfrentarse a amenazas que ni héroes ni villanos ordinarios podrían vencer. Rui levantó la mirada y, con una leve sonrisa, les dijo a sus compañeros:

"Ahora somos más fuertes que nunca. Esto no es solo para nosotros; es para el futuro que protegeremos juntos."

Con este nuevo poder, Rui y sus compañeros sabían que tenían los medios para cambiar el rumbo de la historia si era necesario.

Tanjiro se acercó a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri, aliviado de verlos bien. Aunque ahora llevaban en su interior una increíble variedad de poderes, seguían siendo sus amigos y aliados, aquellos a quienes tanto había llegado a respetar. Tanjiro sonrió, mostrando la misma calidez que siempre, mientras les preguntaba cómo estaban.

Rui respondió con tranquilidad, y los demás asintieron. A pesar de todos los cambios, su espíritu se mantenía intacto. La visita de Tanjiro les recordaba sus tiempos de lucha y les traía un sentimiento de camaradería que compartían con pocos.

Mientras tanto, David Shield y su hija Melissa observaban con curiosidad e intriga desde la distancia. Como científicos e investigadores de renombre, sabían de la leyenda de estos demonios que, de alguna forma, habían superado sus instintos y ahora llevaban en sus cuerpos poderes de héroes, villanos y criaturas temibles. Para ellos, el solo hecho de ver a Rui y sus compañeros en persona era fascinante y los llenaba de preguntas científicas y éticas sobre la naturaleza de los quirks y las habilidades demoníacas.

En otro lugar, lejos del bullicio de los héroes y villanos, Monoma y Shinso habían optado por alejarse de todo el caos y las expectativas de la sociedad de héroes. Ambos se habían retirado a China, buscando una vida de paz y anonimato, lejos de la lucha constante por la fama o el reconocimiento.

David y Melissa Shield observaron a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri, impresionados al ver su calma y su presencia imponente. Era extraño y a la vez fascinante para los investigadores estar frente a seres inmortales, quienes, a pesar de su naturaleza demoníaca, parecían estar en paz.

Rui y sus compañeros les explicaron sin rodeos que Muzan, el Rey Demonio, tenía el poder de crear demonios, un conocimiento que David y Melissa escucharon con creciente preocupación. El hecho de que estos seres pudieran originarse y vivir para siempre, a un alto costo, les recordaba la fragilidad de la humanidad frente a amenazas sobrenaturales. Rui también mencionó que su sangre demoníaca era altamente tóxica; en quienes intentaran volverse demonios, despertaría una insaciable hambre de carne humana.

Al escuchar esto, Melissa preguntó si había alguna forma de revertir la transformación, a lo que Rui negó. Explicó que, aunque algunos demonios podían vivir ocultándose o controlando sus impulsos, su debilidad universal seguía siendo la exposición al sol. David asintió, intrigado pero también inquieto por los peligros y posibilidades que esta revelación implicaba.

Los empleados del museo, bajo la orden de los directores, lanzaron carne humana a Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri. La carne provenía de personas que se habían suicidado y de villanos caídos. La escena era cruda y desconcertante, pero para los cinco demonios, era un espectáculo habitual.

Rui, con sus garras afiladas y su sonrisa sádica, comenzó a devorar la carne con ansias, utilizando sus dientes afilados para desgarrar los trozos. Senjuro, Kota y Katsuma lo siguieron, disfrutando del festín que se les ofrecía, cada uno mostrando su habilidad única para consumir la carne de manera casi ritual. Eri, aunque no del todo cómoda con la situación, se unió a ellos, sintiendo que debía mantener la cohesión del grupo.

David y Melissa Shield observaron con horror y fascinación. Sabían que estaban ante un espectáculo poco convencional, algo que desafiaba la naturaleza de la humanidad. Sin embargo, la tranquilidad con la que los demonios consumían la carne les recordaba que estos seres no eran solo bestias, sino criaturas con una historia y un pasado.

En la sala, Nezu y los héroes profesionales, así como los alumnos de la U.A., miraban la escena desde la distancia, sintiendo una mezcla de asco y curiosidad. Algunos héroes intentaron mantener la calma, recordando que debían observar y analizar para comprender mejor a sus enemigos.

Bakugo frunció el ceño, incapaz de ocultar su desprecio. "No puedo creer que se alimenten de humanos. ¡Qué asco!" Zenitsu, temblando, añadió: "¿Y si ellos se vuelven más fuertes con cada bocado?"

Mientras tanto, Tanjiro, que observaba en silencio, pensaba en las vidas perdidas y el sufrimiento que traía el demonio Muzan. Con un profundo suspiro, supo que tendrían que prepararse para enfrentar estos horrores, ya que la batalla por la humanidad aún no había terminado.

Lida observaba con una mezcla de asco y alivio mientras Rui Ayaki, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri devoraban la carne humana en el museo. Aunque sabía que ya no eran una amenaza directa como lo habían sido antes, la escena era grotesca. "No puedo creer que esto esté sucediendo", pensó, tratando de bloquear la imagen de los demonios consumiendo la carne de personas que habían sufrido.

Izumi, al lado de Lida, sentía una punzada de dolor en su corazón. Los cuerpos que estaban siendo devorados eran de personas sin quirks, aquellas que habían sido olvidadas por la sociedad, y algunos incluso eran víctimas de su propio hermano, Rui Ayaki. La revelación de que Rui era un demonio complicaba aún más sus sentimientos. "¿Cómo puede ser que mi hermano haya llegado a esto?" se preguntó, sintiéndose impotente.


Mientras tanto, la Liga de Villanos observaba la escena con interés y diversión. Tomura Shigaraki, con su mirada fría y calculadora, sonrió de manera torcida. "Miren cómo se alimentan esos demonios. Son más monstruos que nosotros", comentó, divertido por la ironía de la situación.

Kurogiri, siempre más analítico, observó en silencio, preguntándose cómo esto podría ser utilizado a su favor en el futuro. Toga, con su típica excitación, parecía fascinada. "¡Son tan salvajes! ¡Me encanta!" dijo, aplaudiendo mientras miraba a Rui y sus amigos devorando la carne.

Dabi, cruzado de brazos, murmuró con desdén: "Son demonios, ¿y qué? La humanidad no se preocupa por ellos, así que, ¿por qué deberían ellos preocuparse?"

El ambiente era tenso, una mezcla de repulsión y fascinación. La Liga de Villanos sabía que, a pesar de lo grotesco de la escena, Rui Ayaki y sus amigos eran ahora un nuevo tipo de poder en el mundo, y sus acciones podrían tener repercusiones importantes en el futuro de todos, héroes y villanos por igual.

Mientras tanto, en el museo, Rui, Senjuro, Kota, Katsuma y Eri continuaban su festín, ajenos a las miradas críticas y a los pensamientos de quienes los rodeaban. Para ellos, era solo otra parte de su existencia demoníaca, una forma de sobrevivir y, tal vez, un recordatorio de su propia humanidad perdida.

Rui Ayaki, Senjuro, Kota y Katsuma se reían a carcajadas, disfrutando de la atención que estaban recibiendo. "¡Somos demonios inmortales!", proclamó Rui con una sonrisa burlona, mientras Senjuro, con un aire de desafío, agregó: "¡Y somos cuatro prostitutas con cuerpos sexys! Cada generación nos verán culeros y nadie nos dará reglas".

Las palabras resonaron en el ambiente, y todos, desde los héroes pro hasta los alumnos de la U.A., se quedaron sorprendidos. David y Melissa Shield intercambiaron miradas de incredulidad. La idea de que estos demonios, a pesar de su naturaleza violenta y peligrosa, se comportaran de esta manera era chocante y surrealista.

Lida, con una expresión de desaprobación, apenas podía procesar lo que estaba escuchando. "¿De verdad tienen que hacer eso? Esto es completamente inaceptable", pensó, sintiendo que la situación se escapaba de control.

Izumi, sin embargo, sintió una mezcla de vergüenza y confusión. "¿Es esto lo que realmente son ahora? ¿Solo demonios que se burlan de todo?", reflexionó, luchando con sus sentimientos sobre su hermano y lo que había llegado a ser.

Los héroes pro, por otro lado, se sentían indignados. Bakugo frunció el ceño y gritó: "¡No pueden hablar así! ¡Son demonios! ¡Deberían estar encerrados o muertos!", mientras que Shoto, con su mirada seria, simplemente observaba la escena, tratando de entender la complejidad de la situación.

La Liga de Villanos, por su parte, no pudo evitar reírse. Toga aplaudía y gritaba: "¡Son tan geniales! ¡Quiero ser como ellos!", mientras Dabi simplemente sonreía, disfrutando de la provocación.

En medio de toda esta confusión, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma continuaban disfrutando de su momento de protagonismo, desafiando a todos los presentes y dejando claro que, aunque fueran demonios, no tenían intención de seguir las reglas de nadie. La provocación estaba hecha, y todos los que estaban allí se darían cuenta de que su presencia cambiaría las cosas para siempre.

Título: La Verdad Detrás de los Demonios

Rui, Senjuro, Kota y Katsuma observaron en silencio a Muzan, disfrazado de niño, que se movía entre la multitud con una sonrisa engañosa. No dijeron nada, pero sus miradas estaban llenas de desdén y comprensión.

Rui rompió el silencio: "Lástima que los humanos no entiendan. Algunos aceptan ser demonios porque se odian a sí mismos, especialmente los que son mandones y matones. Fueron devorados por las víctimas que hicieron sufrir, y ahora Muzan aprovecha eso. Ustedes, con sus miedos y odios, le dan más poder con sus demonios".

La atmósfera se volvió tensa. Los héroes y civiles que estaban presentes no podían evitar sentir un escalofrío recorrer sus espinas. Lida, que había estado observando la escena, sintió un malestar creciente en su estómago.

"Es cierto", continuó Rui, su voz resonando en el aire. "Lástima que no devoré a mis matones, a mi propia hermana y a mis padres, pero arruiné sus vidas peor que la muerte". Las palabras de Rui tenían un peso profundo y sombrío. La verdad detrás de su transformación como demonio se hizo palpable en el ambiente, y muchos comenzaron a entender que sus elecciones eran el resultado de un dolor y sufrimiento mucho más profundo.

Senjuro se unió a la conversación: "Todos los que sufrieron por ser abandonados y acosados, fueron devorados por quienes lastimaron a sus víctimas. La rabia y el dolor se convierten en un ciclo interminable. Ustedes lo ven como una elección, pero es una respuesta a un sufrimiento incesante".

Los héroes, que se habían mantenido firmes ante el desafío de Rui y sus amigos, comenzaron a dudar. Izumi se sintió abrumado, su mente dándole vueltas a las implicaciones de las palabras de Rui. "¿Podría ser que hemos fallado en entenderlos realmente? ¿Hemos contribuido a esto sin saberlo?" pensó.

Tanjiro, con su naturaleza compasiva, sintió una punzada en su corazón. "Esto no es solo sobre demonios y humanos", murmuró. "Es sobre el sufrimiento y la conexión entre todos nosotros. Debemos encontrar una manera de romper este ciclo".

Los héroes, aunque frustrados, se sintieron tocados por las palabras de Rui y Senjuro. Bakugo, que siempre había sido agresivo y directo, ahora parecía contemplativo, preguntándose si había algo más que podían hacer.

La Liga de Villanos, que observaba desde un rincón, compartió miradas de aprobación. Toga aplaudió, encantada con la forma en que los demonios desafiaban las normas. "¡Es tan emocionante ver a los demonios hablar de la verdad!", exclamó, mientras Dabi sonreía de medio lado, disfrutando del caos que se estaba desatando.

La revelación de Rui y Senjuro dejó a todos en el lugar cuestionando no solo la naturaleza de los demonios, sino también su propia humanidad y el papel que desempeñaban en el ciclo del dolor que parecía jamás terminar.

Muzan observó la escena con una mezcla de sorpresa y satisfacción. La revelación de Rui y Senjuro había sembrado la semilla del miedo entre los humanos presentes. A medida que sus palabras resonaban, muchos comenzaron a mirar a su alrededor, evaluando a aquellos que alguna vez habían considerado sus aliados, y en el fondo de su ser, comenzaron a cuestionar si estaban en el lado correcto.

"Vaya, qué interesante", pensó Muzan, sintiendo cómo el miedo se apoderaba del ambiente. "Ellos han creado un caos que ni siquiera yo podría haber imaginado. Al enfrentar la verdad, estos humanos no pueden evitar temer lo que podrían convertir a sus propios demonios".

Mientras algunos matones y familiares de Rui, Senjuro, Kota y Katsuma escuchaban las palabras de los demonios, el terror se apoderó de ellos. Recordaron sus actos de violencia, el acoso y el desprecio que habían infligido a otros, y la idea de ser devorados por aquellos que una vez habían lastimado se convirtió en una pesadilla palpable. La posibilidad de que aquellos a quienes habían menospreciado se convirtieran en demonios y tomaran venganza era más aterradora que cualquier criatura de la noche.

Los matones, que alguna vez se sintieron invencibles, empezaron a temblar. "¿Y si se convierten en demonios? ¿Y si realmente no hay forma de escapar de esto?", murmuraban entre ellos. Sus rostros, antes altivos y arrogantes, ahora mostraban signos de pánico y arrepentimiento.

Los padres, al escuchar a Rui hablar de su propia historia, se sintieron culpables por los años de dolor que habían infligido, tanto a él como a otros. "¿Hemos creado monstruos al ignorar su sufrimiento?", se preguntaron en voz baja. La idea de que sus hijos pudieran convertirse en demonios, llenos de rabia y dolor, los llenaba de horror.

El ambiente se tornó denso con la tensión del miedo y el arrepentimiento, y algunos comenzaron a buscar la manera de alejarse, temerosos de lo que pudieran desatar. La revelación de que aquellos a quienes habían despreciado podían volverse contra ellos era una sombra que se cernía sobre todos, y el ecosistema de poder entre humanos y demonios estaba cambiando drásticamente.

Muzan sonrió en la oscuridad, su plan de manipulación avanzando. La confusión y el miedo que había sembrado en los humanos solo servirían para aumentar su influencia y el poder de sus demonios. "Ahora, con cada palabra que sale de sus labios, se aseguran de que el ciclo de dolor y sufrimiento continúe", pensó, mientras su risa interna resonaba en su mente.

Douma apareció ante Rui, Senjuro, Kota y Katsuma con una sonrisa que reflejaba tanto desprecio como diversión. "¡Bravo, mis amigos!", exclamó, sus ojos brillando con entusiasmo. "Han hecho un trabajo maravilloso al provocar a estos humanos. Pero déjenme agregar algo más a la conversación. Es cierto que las víctimas a menudo claman por ayuda, y nosotros, los demonios, somos los que escuchamos esos gritos".

Con un movimiento fluido de su mano, Douma continuó: "En un mundo donde el sufrimiento es una constante, algunos deciden llamar a los demonios. ¿Por qué? Porque a veces, la única manera de obtener justicia es a través de un trato. Nos invocan, nos ofrecen su sangre, su dolor, y nosotros aceptamos. Les prometemos que aquellos que les hicieron daño serán devorados, y a cambio, ellos son liberados de su sufrimiento".

Los rostros de los humanos presentes se tornaron pálidos ante la revelación de Douma. La idea de que algunos de ellos podían ser vistos como un medio para un fin, un sacrificio para satisfacer la sed de venganza de los demonios, era escalofriante. Se miraron entre sí, sintiendo una mezcla de horror y culpa.

"Así es, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma", continuó Douma, inclinándose hacia adelante con un brillo maligno en sus ojos. "Las víctimas buscan un fin para su tormento, y en nuestra naturaleza como demonios, encontramos la oportunidad perfecta. Nos alimentamos de la rabia, el dolor y el sufrimiento. Si un humano puede obtener su venganza a través de nosotros, entonces ¿por qué no aceptar el trato? Después de todo, el ciclo de sufrimiento es eterno, y nosotros estamos aquí para aprovecharlo".

Rui, con su mirada aguda, asintió en silencio. "Es cierto", dijo. "Los humanos no entienden que al buscar venganza a través de nosotros, están creando más demonios, alimentando un ciclo interminable de dolor. Son ellos quienes, en su desesperación, abren las puertas a la oscuridad, convirtiendo sus deseos en nuestra oportunidad".

Senjuro agregó, "Y aunque somos demonios, al menos somos honestos sobre lo que hacemos. No pretendemos ser héroes ni salvadores; simplemente tomamos lo que nos ofrecen. En cambio, los humanos, con su hipocresía, se aferran a una idea de justicia que solo perpetúa el ciclo de dolor".

La tensión en la sala aumentó mientras los humanos se daban cuenta de que su sufrimiento no solo había sido ignorado, sino que había sido utilizado como una moneda de cambio en un juego mucho más grande. La idea de que podrían convertirse en cómplices de sus propios verdugos era abrumadora.

Douma se rió suavemente, disfrutando del pánico que se cernía sobre ellos. "Así que, si quieren ver un verdadero cambio, deben mirar dentro de sí mismos. Dejen de creer que pueden ignorar el sufrimiento que causan. En este mundo, cada acción tiene una reacción, y nosotros, los demonios, somos la consecuencia de sus decisiones".

La sala quedó en silencio, la atmósfera cargada de un nuevo entendimiento sombrío. La verdad era dolorosa, y muchos empezaron a cuestionar su papel en este juego de vida y muerte. La naturaleza de los demonios, y su relación con los humanos, nunca había sido tan clara.

Douma sonrió con un aire de misterio mientras se acomodaba, disfrutando del desconcierto que había sembrado entre los presentes. "Ah, pero eso no es todo", continuó, su voz resonando con un tono casi hipnótico. "Nosotros, los demonios, tenemos un sistema en marcha, una especie de red secreta que se activa cuando alguien que sufre clama por ayuda. Si una víctima se encuentra en una situación desesperada y proporciona su ubicación, se activa una señal y, como por arte de magia, nosotros respondemos".

Rui, Senjuro, Kota y Katsuma escuchaban atentamente mientras Douma elaboraba su plan. "A veces, las víctimas son jóvenes, desamparadas, y, por supuesto, los demonios nunca decimos que no a una comida fresca. Pero no solo nos limitamos a devorarlos; muchos de nosotros les ofrecemos una salida. A veces, la manera más rápida de acabar con el sufrimiento es convirtiéndolos en uno de nosotros, dándoles un nuevo propósito".

La revelación dejó a los héroes y a los civiles completamente atónitos. Algunos se miraron entre sí, preocupados por lo que esto significaba. La noción de que los demonios podían ser vistos como salvadores en un mundo donde el dolor era tan común era abrumadora. Algunos comenzaron a cuestionar su propia moralidad y sus acciones pasadas.

Los pilares, quienes habían presenciado toda la conversación, intercambiaron miradas. La idea de que los demonios ayudaran a los que sufrían, en lugar de solo ser seres malignos, desafiaba sus creencias. "¿Es cierto?", preguntó Muichiro Tokito, su voz grave llena de curiosidad. "¿Los demonios realmente ofrecen ayuda a aquellos que han sido heridos?"

Douma asintió, satisfecho. "Exactamente. Hay una línea delgada entre ser un monstruo y ser un salvador, y a menudo se cruza en momentos de desesperación. Los héroes deben preguntarse: ¿cuántas veces han ignorado el dolor de quienes están a su alrededor? ¿Cuántas víctimas han sido dejadas de lado mientras ustedes se aferran a su título de héroes?"

La tensión creció en la sala, y el eco de las palabras de Douma resonó en la mente de todos los presentes. Algunos héroes empezaron a reflexionar sobre sus acciones, sintiendo el peso de la responsabilidad que llevaban. ¿Eran ellos verdaderamente los salvadores que proclamaban ser, o habían fallado en su deber de proteger a todos los que sufren?

Rui, con una sonrisa desafiante, agregó: "Los humanos se han olvidado de su propia humanidad. Al rechazar a aquellos que sufren, están alimentando el ciclo de dolor que hemos mencionado. Quizás es hora de que reconsideren lo que realmente significa ser un héroe. La próxima vez que piensen en salvar a alguien, pregúntense: ¿realmente están ayudando, o solo están ignorando su dolor?"

El ambiente se tornó tenso mientras los héroes, los civiles y los pilares absorbían la verdad de las palabras de Rui y Douma. Las reacciones iban desde el miedo hasta la confusión, pero una cosa estaba clara: la línea entre el bien y el mal era más difusa de lo que habían imaginado.

En medio de esta revelación, Douma sonrió, sabiendo que había sembrado la semilla de la duda en el corazón de los presentes, un paso más hacia un cambio en la percepción de la humanidad sobre los demonios y su relación con el sufrimiento.

Akaza, con su característica actitud desafiante y confiada, miró a los héroes con desprecio. "¡Yo, Akaza, reto a todos los héroes hombres y villanos a un duelo de sangre!", proclamó con voz potente, su mirada llena de determinación. "Ninguno de ustedes puede igualar mi poder, y todos lo saben. Soy un demonio de fuerza inigualable y estoy aquí para demostrarlo".

Su declaración resonó en el aire, y el ambiente se cargó de tensión. Los héroes, que hasta ese momento se habían sentido cómodos en su papel de defensores, comenzaron a sentir el peso de la amenaza que representaba Akaza. Miradas nerviosas se cruzaron entre ellos, mientras evaluaban la seriedad de su desafío.

Kokushibo, que había permanecido en silencio, observó la escena con un interés calculado. "Los pilares y verdaderos héroes son los verdaderos salvadores de la humanidad", dijo con voz grave y autoritaria. "Ustedes, héroes de pacotilla, no comprenden el sacrificio que hemos hecho para mantener a salvo a los que son vulnerables. Solo ven lo que quieren ver".

Los héroes, incluidos algunos de los pilares, se sintieron confrontados por sus palabras. En sus corazones, sabían que había una verdad en lo que decía Kokushibo, que muchos habían fracasado en proteger a aquellos que más lo necesitaban.

"¿De verdad creen que son los únicos que luchan por la humanidad?", continuó Kokushibo, su tono cada vez más fuerte. "Cada vez que se olvidan de las sombras que acechan en la noche, se vuelven cómplices del sufrimiento. El verdadero heroísmo no se mide por la fama o los aplausos, sino por el sacrificio y el compromiso de enfrentar el horror sin importar el costo".

Akaza asintió, sintiendo la fuerza de la afirmación de Kokushibo. "Así que, héroes, ¿qué dicen? ¡Acepten mi desafío! Demuéstrenme que tienen el coraje para enfrentarse a un verdadero demonio y que no son solo figuras decorativas en un mundo de ilusiones".

La sala se llenó de murmullos, y los héroes se encontraron en una encrucijada. Algunos comenzaron a cuestionar su propia valentía y compromiso, sintiendo el ardor de la vergüenza. En contraste, otros estaban decididos a demostrar su valía, a demostrar que no eran simples impostores.

La mirada de Akaza era desafiante, pero también había un destello de desafío. "Si creen ser héroes de verdad, ahora es el momento de demostrarlo. ¡No se escondan detrás de sus títulos! ¡Vengan y enfrenten su destino conmigo!"

Los héroes y los pilares intercambiaron miradas, sintiendo el peso de la decisión que debían tomar. La tensión en el aire era palpable, y el eco de las palabras de Akaza y Kokushibo resonaban en sus mentes. ¿Aceptarían el desafío y demostrarían su valía, o se permitirían ser considerados como los verdaderos cobardes que habían sido acusados de ser?

Akaza continuó desafiando a los héroes con su desdén característico. "Hasta All Might me dio más batalla que ustedes, y lo dejé con vida. Eso dice mucho sobre lo débiles que son", declaró, con una sonrisa arrogante en su rostro. "All For One también demostró ser un rival formidable, pero, a pesar de su ingenio y poder, fue incapaz de superar la prueba de la verdadera lucha".

Sus palabras resonaron en el corazón de los héroes, una provocación que iba más allá de lo físico. "Lastima que esos dos, All Might y All For One, perdieron su momento de gloria por su edad", continuó Akaza, burlándose de la fragilidad del tiempo y la inevitable decadencia que enfrentan incluso los más poderosos.

"¿Y qué hay de Rengoku?", preguntó con desdén. "Él mostró más valentía que cualquiera de ustedes al rechazar mi oferta de ser un demonio. Al final, su orgullo y su honor lo llevaron a la muerte. Una muerte que, honestamente, podría haberse evitado si tan solo hubiera aceptado el poder que le ofrecí".

Los murmullos entre los héroes se intensificaron. Las palabras de Akaza eran un recordatorio doloroso de sus fracasos pasados y las elecciones que habían hecho. Algunos se sintieron incómodos, mientras otros apretaron los puños, decididos a no dejar que sus errores definieran su futuro.

Kokushibo, observando la reacción de los héroes, agregó: "Rengoku pudo haber sido un pilar brillante, pero su resistencia al cambio fue su perdición. En este mundo, uno no puede permitirse la debilidad del espíritu. Deben aprender que los tiempos están cambiando y que la fuerza debe adaptarse o perecer".

Los héroes intercambiaron miradas, sintiendo el peso de la situación. Sabían que estaban en un punto crucial. Debían decidir si se dejarían influenciar por las palabras de Akaza y Kokushibo, o si se levantarían y demostrarían que eran más que sus fracasos pasados.

"Si quieren ser recordados como verdaderos héroes, entonces deben demostrarlo aquí y ahora", retó Akaza. "Acepten el desafío. Muestren que tienen lo que se necesita para enfrentarse a los demonios y salir victoriosos. No hay más excusas".

La sala se volvió silenciosa mientras los héroes consideraban su respuesta. La presión aumentaba, y sabían que el momento de la verdad se acercaba. ¿Serían capaces de superar su miedo y demostrar que eran dignos de ser llamados héroes, o seguirían permitiendo que los demonios se burlaran de ellos?

Kokushibo, Douma y Akaza intercambiaron miradas de comprensión ante la decisión de Muzan. Sabían que su amo tenía grandes planes y que la humanidad, en su debilidad, podría ser un recurso valioso para el futuro de los demonios.

"Si nuestro amo desea que nos retiremos y nos tomemos un descanso, lo haremos", declaró Kokushibo con un tono sereno, pero firme. "La humanidad no tiene futuro, y su propia codicia y arrogancia los llevarán a su perdición. Será un espectáculo interesante observar cómo se destruyen entre sí".

Douma sonrió, con su característico aire despreocupado. "Siempre he encontrado fascinante cómo las personas eligen el camino del sufrimiento. Tal vez sea hora de dejar que se enfrenten a las consecuencias de sus propias acciones. El caos puede ser una hermosa obra de arte".

Akaza se cruzó de brazos, su expresión se tornó desafiante. "Pero no olviden que ellos también pueden volverse más fuertes. A veces, la lucha los transforma en adversarios dignos. Si Muzan crea nuevas Lunas Superiores, asegúrense de que sean realmente formidables. No quiero enfrentarme a una debilidad que me haga sentir menos".

Muzan, observando la interacción de sus tres Lunas Superiores, asintió lentamente. "Mis planes son más grandes de lo que pueden imaginar. He estado observando el potencial de algunos humanos, y pronto, en su desesperación, comenzarán a surgir individuos que podrían rivalizar con los más grandes héroes. Necesito asegurarme de que mis nuevos guerreros estén a la altura de ese desafío".

Con una voz fría, Muzan continuó: "Retírense y invernen. Cuando despierte a la nueva generación de Lunas Superiores, asegúrese de que sean criaturas que puedan inspirar miedo. La humanidad será una mezcla de caos y lucha, y ellos mismos forjarán la próxima etapa de este conflicto. Cuando lleguen, deberán estar preparados para gobernar con mano firme".

Kokushibo, Douma y Akaza se inclinaron ligeramente en señal de respeto y aceptación. "Como desees, nuestro amo", respondieron al unísono, antes de dar la espalda y desaparecer en la oscuridad, listos para cumplir con los deseos de Muzan.

Con su partida, el ambiente se volvió tenso. Los héroes sabían que el verdadero peligro no se había ido; simplemente estaba en espera. La creación de nuevas Lunas Superiores significaba que los demonios aún tenían mucho que ofrecer, y que la lucha por la humanidad apenas estaba comenzando. La presión de demostrar su valía se intensificó, y todos comprendieron que su tiempo para actuar estaba a la vuelta de la esquina.

Muzan apareció con su presencia imponente, su mirada fría y calculadora recorriendo el entorno. Los héroes, los civiles y hasta los demonios que aún permanecían en las cercanías sintieron un escalofrío recorrer sus espinas. Sabían que cuando él hablaba, las consecuencias eran inminentes.

"Si quieren que los demonios se vayan, lo haremos", declaró Muzan con una voz serena pero cargada de ominosa amenaza. "Sin embargo, será fascinante observar cuánto tiempo podrá resistir la humanidad sin nuestra influencia. Estoy seguro de que se darán cuenta de lo frágiles que son cuando no tienen el miedo de los demonios acechando sobre ellos".

Con una leve sonrisa que no alcanzaba a sus ojos, Muzan continuó: "Las luchas internas, los conflictos y las traiciones surgirán entre ustedes, humanos. Se desgastarán en su propia ceguera, dejando que el caos y la desesperación los consuman. Mis demonios han sido una fuerza que, aunque temida, les ha proporcionado un propósito. Sin nosotros, serán meras sombras de lo que podrían haber sido".

La multitud, compuesta por héroes y civiles, escuchaba en silencio, temerosos del futuro que se les venía encima. La amenaza de Muzan resonaba en sus corazones. Los héroes miraron a sus compañeros con preocupación, sabiendo que la confianza en su capacidad para proteger al mundo se estaba desmoronando.

"Así que, ¿quieren que me retire?", dijo Muzan con desdén. "Sería un placer darles lo que desean, pero recuerden, cada acción tiene sus repercusiones. Veamos cómo se desmoronan sus ideales de unidad y heroísmo cuando ya no tengan que lidiar con nosotros. La historia está a punto de reescribirse, y les aseguro que será un espectáculo digno de observar".

Muzan levantó una mano, gesticulando como si estuviera presenciando un juego que apenas comenzaba. "Mientras tanto, voy a preparar mi próximo movimiento. Y cuando regrese, lo haré con más fuerza que antes. Esta vez, los héroes no tendrán a quién recurrir".

Con esa última declaración, Muzan se desvaneció en la oscuridad, dejando un aire pesado de incertidumbre en el ambiente. Los héroes sabían que tenían que prepararse para lo que estaba por venir, pero la presión de la inminente calamidad les pesaba como una losa sobre el corazón. La lucha por la humanidad estaba lejos de terminar; de hecho, apenas estaba comenzando.

ui, Senjuro, Kota y Katsuma se despidieron con una risa despreocupada, sabiendo que el caos que habían desatado había dejado una profunda impresión en los héroes y en la humanidad. "Bueno, ¡adiós! Vamos a ver nopon XD", exclamó Rui con una sonrisa burlona, guiando a sus amigos hacia su hogar.

Mientras se alejaban, una bruma oscura comenzó a rodearlos, señalando la intervención de Nakime. La habilidad de Nakime para manipular el espacio y crear portales les permitió a los demonios desaparecer en un instante, como si nunca hubieran estado allí. Se desvanecieron, dejando atrás solo una sensación de inquietud en el aire.

Los pilares, al ver que la situación se había calmado momentáneamente, también decidieron retirarse. Al igual que los demonios, se desvanecieron sin dejar rastro, conscientes de que su papel en esta historia no había terminado, pero necesitaban tiempo para regroup y prepararse para la próxima batalla.

El exterminio de demonios, aunque en pausa, seguía en la mente de todos. La amenaza de Muzan y sus nuevas lunas superiores persistía, y cada héroe, cada civil, sabía que el tiempo que tenían era limitado. Sin embargo, por ahora, la tranquilidad volvía a reinar, al menos temporalmente.

Rui, Senjuro, Kota y Katsuma llegaron a su hogar, donde el ambiente era más ligero, más familiar. Se sintieron aliviados de estar juntos, disfrutando de la compañía mutua mientras las tensiones del mundo exterior se desvanecían, al menos por un momento.

"¿Qué tal si vemos algo divertido antes de que todo vuelva a volverse caótico otra vez?", sugirió Senjuro, mientras se acomodaban en la comodidad de su casa en la cúpula del museo.

Y así, se sumergieron en un mundo de diversión y risas, ignorando por un instante las sombras que acechaban fuera de su hogar. Pero en el fondo sabían que la calma era solo temporal, y que, eventualmente, tendrían que enfrentar las repercusiones de sus acciones y las amenazas que aún persistían en el mundo. Pero por ahora, se permitieron disfrutar de la paz que habían encontrado.

Mientras los héroes observaban, un cambio sorprendente comenzó a desarrollarse en el mundo. La Liga de Villanos y los Nomus, que una vez habían sido considerados una amenaza, comenzaron a mezclarse con la sociedad civil, trabajando en diversos empleos y tratando de llevar vidas normales. Este giro inesperado dejaba a los héroes perplejos, cuestionándose si realmente podrían confiar en estos antiguos enemigos.

Por otro lado, Rui, Senjuro, Kota y Katsuma, en su habitual espíritu travieso y desafiante, decidieron disfrutar de su libertad de la manera más audaz posible. Salieron a explorar el museo de historia en el que estaban alojados, vistiendo solo sus bragas. Se reían entre ellos, disfrutando de la atención que generaban y de la peculiaridad de la situación.

"¿Quién necesita ropa cuando tenemos este hermoso museo para nosotros?" exclamó Rui, mientras caminaban con confianza por los pasillos, desafiando las convenciones y disfrutando de su vida despreocupada.

Senjuro, con una sonrisa en el rostro, agregó: "Es nuestro momento de brillar. ¡Vamos a mostrarles cómo se vive de verdad!" Mientras avanzaban, su risa resonaba por las salas, dejando una estela de sorpresa y asombro entre quienes los veían.

Los otros visitantes del museo, que en su mayoría eran civiles y algunos héroes, no podían evitar mirar con incredulidad. La combinación de la actitud despreocupada de Rui y su grupo con el ambiente solemne del museo creaba una escena surrealista, que nadie había anticipado.

Mientras tanto, los héroes, que se encontraban observando la extraña situación desde una distancia prudente, intercambiaron miradas confundidas. Era evidente que los tiempos estaban cambiando, y que los límites entre héroes y villanos se estaban difuminando. Sin embargo, la audacia de Rui y sus amigos era algo que no podían ignorar, y se preguntaban qué significaría esto para el futuro de la humanidad y su lucha contra las sombras que aún acechaban.

Rui, Senjuro, Kota y Katsuma se estaban convirtiendo en un símbolo de esta nueva era, donde la línea entre el bien y el mal se volvía cada vez más difusa. ¿Sería posible que los antiguos enemigos pudieran convertirse en aliados? Solo el tiempo lo diría. Pero por ahora, disfrutaron de su libertad y de la extraña vida que estaban creando en el museo de historia.


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