capitulo 9

Izuku Evan Andrew llegó a la base de la Liga de Villanos, cubriendo sus bragas con una manta gris negra, aún sintiéndose algo incómodo después de la situación en casa. Al entrar, fue recibido por las miradas curiosas de Tomura, Kurogiri, Dabi, Toga, Spinner, y los nuevos miembros de la liga, Moonsfish, Mustard y Muscular.

—¿Qué les importa? Me llamaron y vine —dijo Izuku con una mezcla de molestia y arrogancia, tratando de mantener la compostura a pesar de su inusual atuendo.

De repente, Douma apareció con su característica sonrisa, moviéndose con su aire despreocupado y burlón. —¡Hola, mi pequeña arañita! —saludó en tono juguetón—. ¿Vestido así? Debes estar marcando tendencia —añadió, riendo mientras señalaba la manta que cubría las bragas de Izuku.

Izuku frunció el ceño y lanzó una mirada de puro desdén hacia Douma. —¿Te puedes callar, ojos de gay? Eres una Elsa barata —respondió con un tono de burla aún más afilado.

El comentario hizo que algunos miembros de la liga reprimieran risitas. Dabi, siempre relajado, soltó una carcajada. —"Elsa barata", esa fue buena.

Douma, lejos de molestarse, simplemente sonrió más ampliamente, como si nada lo afectara. —Oh, mi arañita, siempre tan ingeniosa. Pero bueno, está bien, no todos pueden manejar mi estilo.

Mientras el ambiente seguía cargado de tensión y bromas, Tomura, claramente molesto por el desorden, intervino. —Basta de tonterías. Nos hemos reunido por algo importante. No tengo tiempo para sus juegos ridículos.

Izuku Evan Andrew, aún cubriéndose con la manta, dio un paso adelante, dejando clara su presencia a pesar de las circunstancias. —Entonces, ¿por qué no empiezas a decirme qué demonios es tan importante como para hacerme venir?

Dabi, Toga, Spinner, Twice, Magne, y Mustard, observando a Douma e Izuku Evan Andrew devorar carne humana, se miraron entre ellos con curiosidad y desconcierto. Dabi, con su típica expresión desinteresada, fue el primero en hablar.

—¿Por qué comen carne humana? —preguntó sin emoción, aunque claramente interesado en la respuesta.

Douma, siempre con su sonrisa macabra, se detuvo por un momento y giró para mirarlos. —Oh, ¿por qué? Porque somos demonios —respondió con una voz alegre, casi como si estuviera dando una lección—. La carne humana es nuestro alimento, y no solo eso, nos da más poder. Cuanto más comemos, más fuertes nos volvemos.

Toga, siempre fascinada por la sangre y lo macabro, inclinó la cabeza hacia un lado y sonrió. —¿Poder a través de la carne? Hmm... suena interesante. ¿Pero solo carne humana?

Douma asintió, saboreando el brazo que aún tenía en la mano. —Así es, pequeña. Yo prefiero la carne de mujeres jóvenes. Su carne tiene algo especial, algo que me da un poder aún mayor. ¡Es deliciosa! —añadió, mientras sus ojos brillaban de satisfacción.

Izuku Evan Andrew, quien había permanecido en silencio mientras devoraba su propia parte de carne humana, levantó la vista y añadió con un tono más serio pero igualmente frío: —Yo como carne humana de hombres y mujeres. Para mí, no hay distinción. Ambos me dan fuerza, y mientras más como, más poder obtengo. Es simple.

Los miembros de la Liga de Villanos asimilaron la explicación. Aunque no eran ajenos a lo grotesco, esto añadía un nivel diferente de oscuridad a la naturaleza de Douma e Izuku. Spinner frunció el ceño, aún asimilando la información.

—Tch, parece más perturbador de lo que ya estamos acostumbrados —comentó Dabi, cruzándose de brazos, pero sin mostrar verdadero desagrado.

Twice, como de costumbre, comenzó a hablar consigo mismo, discutiendo si debería probar la carne humana también o si debería mantener distancia.

Mientras tanto, Magne y Mustard simplemente asintieron, sin comentarios adicionales. En su mundo, ya nada parecía realmente sorprenderlos.

Cuando Kokushibo apareció ante los miembros de la Liga de Villanos, su imponente figura y aterradora apariencia dejaron a todos sin palabras. El demonio de rango superior, con su larga melena negra con puntas rojas y su cuerpo musculoso, se destacaba no solo por su tamaño, sino por los seis ojos que adornaban su rostro. Cada par de ojos, con iris amarillos y esclerótica de un rojo carne, parecían observar a todos los presentes de manera penetrante, especialmente el par central que mostraba los kanji que indicaban su rango: "Rango Superior Uno". Las líneas negras que irradiaban de cada iris y las marcas de llamas rojas en su frente y barbilla solo añadían a su aura intimidante.

Los miembros de la Liga lo miraron, sorprendidos e inquietos por su presencia. Toga se acercó un poco más a Twice, quien no pudo evitar murmurar consigo mismo, mientras que Dabi frunció el ceño, claramente analizando la situación. Spinner, fascinado por las transformaciones de los cuerpos, no pudo evitar examinar los múltiples ojos de Kokushibo, pero aún así mantuvo su distancia.

—¿Quién demonios es este? —susurró Toga, visiblemente impresionada por la figura amenazante que tenían enfrente.

Kurogiri, siempre calmado y controlado, pareció ser el único que mantuvo su compostura, aunque incluso él mostró un atisbo de precaución ante la presencia de un ser tan poderoso. Tomura, por su parte, observaba a Kokushibo con una mezcla de interés y desconfianza. Aunque la Liga de Villanos estaba acostumbrada a tratar con individuos poderosos, la presencia de Kokushibo parecía de una magnitud completamente diferente.

Izuku Evan Andrew, aún cubierto por su manta gris negra, intercambió una mirada con Kokushibo, sabiendo que este demonio de rango superior era extremadamente poderoso, incluso entre los demonios. Había un entendimiento tácito entre ambos, una jerarquía no pronunciada pero entendida.

—Él es Kokushibo —dijo Izuku Evan Andrew, rompiendo el silencio con una voz seria—. El demonio de rango superior uno. Y créanme... no quieren meterse con él.

La atmósfera en la habitación se tornó más tensa. Los villanos, aunque intrigados, se dieron cuenta de que Kokushibo no era alguien a quien subestimar.

Cuando Kokushibo habló con su profunda y autoritaria voz, el ambiente se volvió aún más tenso.

—El amo Muzan los llama a ambos, Douma e Izuku Evan Andrew, a la fortaleza —dijo, sin dejar lugar a dudas de que la orden debía cumplirse de inmediato.

Izuku Evan Andrew, aún envuelto en su manta gris para cubrir sus bragas, se levantó sin decir una palabra. En ese momento, un sonido profundo, como el de una campana lejana o una antigua diwa, resonó en el aire. Frente a todos, una puerta imponente, oculta en la pared, comenzó a abrirse lentamente, revelando una vasta fortaleza. A través de la entrada, se podían ver interminables pasillos y muchas habitaciones misteriosas, iluminadas por luces tenues y sombras inquietantes.

Los miembros de la Liga de Villanos se quedaron sorprendidos, observando con asombro la magnitud y el poder de lo que estaban presenciando. Dabi y Toga no podían ocultar su fascinación, mientras que Twice murmuraba nerviosamente. Spinner, aunque impresionado, mantuvo su actitud vigilante. Sin embargo, Tomura y Kurogiri no mostraron ninguna sorpresa; parecía que ambos ya estaban al tanto de esta conexión entre los demonios y la Liga de Villanos.

—¿Qué demonios es esto? —preguntó Toga, incapaz de ocultar su sorpresa.

—Este es el dominio de Muzan, nuestro señor —respondió Douma, esbozando una sonrisa despreocupada mientras caminaba hacia la fortaleza—. No todos tienen el honor de verlo. Vamos, Izuku, no hagamos esperar al amo.

Douma, con su sonrisa habitual, se acercó despreocupadamente a la entrada, riendo con su típico tono alegre.

—Bueno, parece que nos espera una audiencia con el gran amo Muzan. ¡Qué emocionante! —dijo Douma mientras se deslizaba hacia la fortaleza.

Izuku Evan Andrew, aún serio y cubierto, caminó detrás de Douma, siguiendo a Kokushibo. La puerta se cerró tras ellos con un estruendo, dejando a los miembros de la Liga de Villanos afuera, sumidos en sus pensamientos sobre lo que acababan de presenciar.

La fortaleza de Muzan era vasta, con un diseño que parecía retorcido y laberíntico. A medida que avanzaban por los pasillos, el poder oscuro y la opresión que emanaba de las paredes se hacía cada vez más palpable. El encuentro con Muzan sería inminente, y tanto Douma como Izuku Evan Andrew sabían que esto significaba una reunión de gran importancia.

Cuando Muzan dio la orden, Nakime, la manipuladora de la fortaleza infinita, tocó una melodía suave en su biwa, y el espacio alrededor de los miembros de la Liga de Villanos comenzó a distorsionarse. Sin previo aviso, el grupo entero, compuesto por Tomura, Kurogiri, Dabi, Toga, Spinner, Twice, Magne, Mustard, Moonfish y Muscular, fue transportado a la imponente fortaleza. Al llegar, se encontraron de pie en una vasta sala oscura, decorada con intrincados grabados y rodeada de una atmósfera de poder puro y sofocante.

El aire estaba tenso, y los villanos rápidamente se dieron cuenta de que no estaban solos. Ante ellos, en círculo, se encontraban las Doce Lunas Demoníacas, los más poderosos sirvientes de Muzan Kibutsuji. Entre ellos estaban Kokushibo, el rango superior más fuerte; Douma, que sonreía despreocupadamente; y otros demonios de aspecto intimidante, todos observando a los recién llegados con miradas intensas.

Izuku Evan Andrew, también presente en la sala, miraba desde un rincón, envuelto todavía en sus mantas grises que cubrían su ropa interior. A su lado, Muzan observaba a todos con una expresión fría y calculadora, acompañado por TN Shira y Nakime, cuya biwa había hecho posible la teleportación.

La Liga de Villanos, en particular Tomura, no parecía intimidada, aunque algunos de sus miembros, como Toga y Twice, no podían ocultar su asombro ante la presencia de estos demonios tan poderosos. Dabi, con su habitual actitud distante, entrecerró los ojos, analizando la situación.

—Así que estas son las famosas Doce Lunas —dijo Tomura, sin molestarse en ocultar su desdén—. No pensé que Muzan tendría tantos perros a su servicio.

Muzan, con una sonrisa apenas perceptible, ignoró el comentario de Tomura y se dirigió a todos los presentes.

—Han sido convocados porque su destino y el nuestro están entrelazados —dijo con voz suave, pero llena de autoridad—. Los cazadores de demonios y los héroes han comenzado a cruzar nuestros caminos, y para sobrevivir, debemos unir nuestras fuerzas. Cada uno de ustedes tiene un rol que cumplir en los tiempos que se avecinan.

Nakime, siempre en silencio, ajustó su biwa ligeramente, causando que las paredes de la fortaleza comenzaran a moverse, revelando diferentes habitaciones y caminos, simbolizando la vastedad de sus poderes y el control absoluto que Muzan tenía sobre ese dominio.

Los miembros de la Liga de Villanos intercambiaron miradas, dándose cuenta de la magnitud del poder demoníaco al que ahora estaban siendo expuestos.

—Esto va a ser interesante —murmuró Dabi, con una chispa de emoción en sus ojos.

Izuku Evan Andrew, mirando a Muzan, sabía que esta era solo la primera fase de lo que sería una alianza letal entre demonios y villanos.

Mientras la tensión en la sala aumentaba, Enmu, uno de los miembros más intrigantes de las Doce Lunas, se acercó a Izuku Evan Andrew con una sonrisa burlona. Su mirada estaba fija en la manta que cubría al joven demonio, claramente intrigado por lo que ocultaba.

—Déjame ver lo que cubres, arañita —dijo Enmu, su tono lleno de provocación.

La ira de Izuku Evan Andrew estalló de inmediato. Sin dudarlo, extendió la mano y, utilizando sus hilos, cortó los brazos de Enmu en un instante. Los miembros de la Liga de Villanos observaron con sorpresa, sintiendo la presión en el aire aumentar. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación sorprendió aún más a todos.

Los brazos de Enmu se regeneraron casi al instante, como si nada hubiera pasado. Con una sonrisa traviesa en su rostro, miró a Izuku y comentó:

—Qué malo eres, arañita. Pero eso solo me hace querer jugar más contigo.

Tomura y los otros miembros de la Liga intercambiaron miradas, algunos admirando la ferocidad de Izuku, mientras otros parecían inquietos por la actitud de Enmu. Dabi se cruzó de brazos, mostrando una ligera diversión.

—Parece que te has hecho un enemigo, Izuku —dijo Dabi, riéndose—. No muchos pueden decir que han cortado a un demonio y han salido ilesos.

Toga se acercó un poco más, con sus ojos brillando de emoción.

—¡Esto es genial! ¡Quiero pelear también! —exclamó, mirando a Enmu como si fuera una posible fuente de diversión.

Kurogiri intervino, manteniendo la calma en medio del caos.

—Ahora no es el momento para peleas innecesarias. Tenemos que escuchar lo que Muzan tiene que decir.

Spinner, algo nervioso, asintió con la cabeza.

—Sí, la última cosa que necesitamos es empezar una pelea aquí. Hay algo más grande en juego.

Mientras tanto, Enmu, aún divertido por la reacción de Izuku, se movió un poco más cerca.

—No te preocupes, pequeño arañita. La diversión apenas está comenzando. —Su tono era juguetón y amenazante al mismo tiempo.

La tensión se mantuvo en el aire mientras todos los presentes se preparaban para escuchar a Muzan y las implicaciones de la alianza que se estaba formando entre demonios y villanos. Sin embargo, la rivalidad entre Izuku Evan Andrew y Enmu estaba lejos de haber terminado.

Muzan observó a todos los presentes con una mirada calculadora y fría. Su voz resonó en la sala, y todos los miembros de la Liga de Villanos se quedaron en silencio, prestando atención.

—Enmu, Izuku Evan Andrew y Kamanue, ustedes irán con la Liga de Villanos —declaró Muzan, su tono implacable—. Las demás lunas deben encargarse de eliminar a los cazadores de demonios.

Con un gesto de su mano, Nakime comenzó a tocar su diwa, resonando en el ambiente como una melodía hipnótica. A medida que lo hacía, la fortaleza tembló ligeramente, y las paredes se transformaron, llevándose a las otras lunas a sus respectivas posiciones. Los ecos de la música llenaron el aire mientras los demás demonios desaparecían en la fortaleza.

Kokushibo, que se mantenía al margen, observó la escena con una expresión imperturbable. Sabía que la misión que Muzan había planeado no era solo una simple caza; había un objetivo mayor detrás de todo esto.

Finalmente, la Liga de Villanos, junto con Enmu, Izuku Evan Andrew y Kamanue, se encontraron en la guarida de los villanos. El ambiente era tenso, con los miembros de la liga intercambiando miradas curiosas y nerviosas mientras se adaptaban a la presencia de los demonios.

Tomura, siempre el líder pragmático, dio un paso adelante y se dirigió a los recién llegados.

—Así que ustedes son los nuevos aliados de la Liga. —Su voz era seria, pero había un aire de desafío—. ¿Qué es lo que podemos esperar de ustedes en esta alianza?

Izuku Evan Andrew, aún cubierto con su manta, no se contuvo.

—Lo que pueden esperar es poder. —Su mirada era feroz, y su aura intimidante—. Yo soy un demonio con múltiples quirks, y no tengo intención de perder.

Enmu, sonriendo, añadió:

—Y yo también estoy ansioso por probar su valía. La diversión está a punto de comenzar.

Kamanue, de pie detrás de ellos, cruzó los brazos con una expresión de desdén.

—Solo espero que esto no se convierta en un estorbo. Tengo mis propios objetivos.

La Liga de Villanos se miró entre sí, sintiendo la mezcla de poder y tensión en el aire. Sabían que al aliarse con estos demonios, estaban entrando en un territorio peligroso. Sin embargo, la oportunidad de obtener más poder y recursos era irresistible.

Con Muzan y Nakime aún presentes, todos se prepararon para discutir su próximo movimiento, cada uno con sus propias intenciones ocultas, pero unidos por un objetivo común: eliminar a los cazadores de demonios y solidificar su control sobre el mundo.


El primer semestre en la Academia U.A. ha terminado y comienzan las vacaciones de verano; la Clase 1-A y la Clase 1-B hacen un viaje escolar a un campo de entrenamiento bajo la supervisión del equipo de héroes Wild Wild Pussycats. Durante el trayecto, los estudiantes estaban llenos de emoción y expectativa por la aventura que les esperaba.

Melissa Shield, con su habitual energía, lideraba el grupo, entusiasmada por el viaje. Se sentía emocionada por aprender de los héroes y mejorar sus habilidades. Sus compañeros de clase, como Todoroki, Kirishima, Iida y Ochaco, compartían su entusiasmo, mientras que la Clase 1-B también se unía al bullicio.

Al llegar al campo de entrenamiento, se encontraron con un paisaje impresionante, lleno de árboles frondosos y amplios espacios abiertos. Mandalay, la líder de Wild Wild Pussycats, les dio una cálida bienvenida y explicó el objetivo del campamento: fortalecer sus habilidades como héroes y trabajar en equipo.

Aizawa explicó que las habilidades de los héroes ayudarían a los estudiantes durante su estadía en el campamento. Tras su introducción, Mandalay tomó la palabra, explicando que la primera prueba del campamento sería llegar al lugar donde se hospedarían, el cual se podía ver a lo lejos en el horizonte. Ella añadió que su equipo llegaría en menos de tres horas, o de lo contrario, se perderían la comida. Al escuchar esto, varios alumnos sintieron un mal presentimiento y comenzaron a tratar de volver rápidamente al autobús.

Sin embargo, Pixie-Bob, utilizando su don "Flujo de Tierra", manipuló la tierra y lanzó a varios alumnos por el acantilado. Los estudiantes cayeron, algunos con raspones en el cuerpo. Mandalay aclaró que todo el bosque les pertenecía a ellos, por lo que podían usar sus dones libremente, pero que debían tener cuidado con las criaturas mágicas que habitaban en él, revelando que se trataban de Golems de Tierra.

Así pasaron cinco horas en las que los estudiantes de la U.A. se enfrentaron a los Golems. Melissa y Iida se unieron para patear a los golems, mientras que otros, como Katsuki Bakugo, los hacían volar por los aires con explosiones. Fue un combate caótico pero emocionante, donde cada uno mostró sus habilidades. Después de un rato, finalmente llegaron a la casa donde se hospedarían.

Al llegar, Melissa notó a un niño sentado a un lado del edificio. Al preguntar, Mandalay explicó que se trataba de su sobrino, Kota. Melissa trató de saludarlo con una sonrisa, pero él simplemente la ignoró, alejándose rápidamente. La situación hizo que Melissa se sintiera un poco decepcionada, pero no dejó que eso la desanimara.

Después de acomodarse, los alumnos fueron llevados a las aguas termales del lugar para relajarse y recuperar energías. Mientras los Wild Wild Pussycats preparaban la comida, los estudiantes disfrutaban del agua caliente y compartían risas.

Cuando terminaron de comer, Melissa sintió una curiosidad creciente sobre el lugar y el niño que había visto. Así que decidió acercarse a Mandalay.

"¡Oye, Mandalay!" dijo Melissa, con una sonrisa entusiasta. "¿Por qué Kota parecía tan distante? ¿Está todo bien con él?"

Mandalay miró a Melissa con comprensión. "Kota ha pasado por cosas difíciles en su vida. La pérdida de su familia lo ha hecho un poco reservado, pero estoy segura de que se abrirá a ti si le das tiempo."

Melissa asintió, sintiendo un impulso de querer ayudar al niño. "Me gustaría intentar hablar con él de nuevo más tarde. Tal vez pueda hacerle sentir más cómodo."

"Eso suena bien", respondió Mandalay. "Dale espacio, pero no dudes en acercarte. La conexión es importante, especialmente en momentos como este."

Con esa motivación, Melissa decidió que haría todo lo posible por acercarse a Kota y apoyarlo. Sabía que, al final del campamento, todos saldrían más fuertes, no solo como héroes, sino también como personas.

Melissa: —¡Señorita Mandalay! —dijo llamando la atención de la mencionada.

Mandalay: —Shield-san, ¿qué necesitas de mí? —preguntó sonriendo.

Melissa: —Me gustaría saber por qué Kota actúa tan distante hacia nosotros. —preguntó confundida.

Mandalay: —Oh, eso... —dijo rascándose la nuca—. Pues es debido a que sus padres, que eran héroes, murieron. —respondió con tristeza.

Melissa: —¿Le molestaría decirme cómo pasó, si no es mucha molestia? —preguntó, poniéndose seria.

Mandalay: —Descuida, no es molestia. —dijo sonriendo, aunque su tristeza era evidente—. Durante una redada a una guarida de traficantes, mi equipo y los padres de Kota, que eran los héroes Waterhose, fueron asesinados por un maldito villano que destruyó los cimientos del lugar, causando un derrumbe y, por consecuencia, la muerte de ellos y otros héroes. —relató con enojo, ocultando un pequeño detalle.

Mandalay: —Fue el villano Muscular. —respondió con una expresión de furia—. Además, se cree que estuvo involucrado en otros asesinatos de héroes y civiles. Es un maldito desquiciado que solo mata por diversión. —dijo, cruzando los brazos.

Melissa sintió una mezcla de tristeza y enojo. Comprendía mejor ahora por qué Kota era tan distante. La pérdida de sus padres, héroes admirables, debía ser una carga pesada para él.

Melissa: —Eso es horrible... —dijo, mirando hacia abajo, reflexionando sobre lo que había escuchado—. Debe ser difícil para él confiar en otros después de eso.

Mandalay: —Así es. Kota ha estado lidiando con su dolor a su manera. Pero creo que, si le demuestras que te importa, podrías ayudarlo a abrirse.

Melissa: —Lo intentaré. Gracias por decírmelo, Mandalay. Quiero ser una buena influencia para él. —dijo con determinación.

Mandalay: —Eso es lo que más necesita, Melissa. A veces, solo un poco de apoyo puede hacer una gran diferencia. —sonrió, esperanzada.

Melissa se sintió motivada. Sabía que tenía que encontrar la manera de acercarse a Kota y mostrarle que había personas en las que podía confiar. Se preparó para el desafío, decidida a ayudar al niño a sanar, al menos un poco.

Melissa caminó hacia el escondite secreto de Kota en la montaña, sosteniendo un plato de curry en sus manos. Después de unos minutos de caminata, llegó al lugar donde lo encontró, observando cómo el niño miraba el bosque con tranquilidad.

Melissa: —Kota —dije, llamando su atención. Pero al verlo, noté cómo fruncía el ceño—. Te traje curry. —dije con una sonrisa, extendiéndole el plato.

Kota: —Mmm... —me respondió con desinterés—. Ahora podrías dejarme solo, no me interesa hablar con futuros héroes. —dijo, molesto.

Melissa: —No digas eso, seguro hay algún héroe que te gusta, ¿verdad? —pregunté, esperanzada de que le gustara All Might, Endeavor o algún otro.

Kota: —Mmm... —dijo, pensativo—. Sí, hay uno. —dijo con una pequeña sonrisa.

Kota: —Rui Ayaki. —dijo, sonriendo con admiración.

Melissa: —¿Q-qué? —pregunté en shock—. R-Rui Ayaki no es un héroe; no es un villano, es un demonio muy peligroso, Kota. No puedes admirarlo. —dije, tratando de hacerlo entender.

Kota: —No me importa que sea un villano. Yo lo admiro, su forma de pensar e ideales. —dijo, con admiración en su voz, algo que no me gustó—. Él tiene razón en algo: los héroes de verdad no existen, solo son farsantes. —dijo, con molestia.

Melissa: —No es cierto. No existe algo como héroes farsantes. Todos los héroes son buenos. —dije, intentando que cambiara de opinión.

Kota: —¡Cállate! Él es mi héroe, aunque sea un demonio. Él elimina a falsos héroes como tú. ¡Déjame solo! —gritó, rechazando mi compañía.

El rechazo de Kota me dolió. Intenté comprender su perspectiva, pero no podía aceptar que admirara a alguien como Rui. Sabía que Rui era peligroso y que sus acciones eran incorrectas. Sin embargo, sentí que debía ser paciente.

Melissa: —Kota, solo quiero ayudarte. Los héroes luchan por proteger a las personas. No todos son falsos. —le dije, intentando que reconsiderara su postura.

Kota se cruzó de brazos y miró hacia otro lado, mostrando claramente su desinterés en la conversación. Era un desafío, pero sabía que no podía rendirme tan fácilmente.

Kota: —Sí, como no. No solo entrenan para ganar fama y dinero. Rui Ayaki luchó contra tres Lunas Superiores para proteger a sus dos seres queridos; hasta quedó herido. Eso es un héroe. —dijo con pasión, defendiendo su punto de vista.

Melissa: —Kota, pero Rui es un demonio, y lo que hace está mal. —intenté explicarle, pero él continuó.

Kota: —¡Tú salvaste a un falso héroe llamado Iida! —gritó, claramente frustrado—. ¡Lárgate!

Su ira me sorprendió, y me quedé en silencio por un momento, tratando de procesar sus palabras. Podía ver lo mucho que admiraba a Rui, pero eso no cambiaba el hecho de que su admiración era peligrosa.

Melissa: —Kota, solo quiero que entiendas que hay héroes que realmente se preocupan por la gente. Iida, a pesar de sus defectos, es uno de esos héroes. —dije, tratando de razonar con él.

Pero Kota no estaba dispuesto a escuchar. Su convicción en Rui Ayaki era demasiado fuerte, y su resistencia a aceptar la realidad era desalentadora.

Kota: —¡No me hables de él! Prefiero admirar a alguien que lucha de verdad, aunque sea un demonio. —dijo, alejándose de mí—. ¡Déjame solo!

Sentí una mezcla de frustración y tristeza al ver a Kota tan cerrado. Sabía que tenía que respetar sus deseos, pero no podía dejar de preocuparme por él. Me di la vuelta, sintiéndome impotente, pero prometiéndome a mí misma que seguiría intentando acercarme a él en el futuro.


Campamento de la U.A., Tercera Noche

La luna brillaba intensamente sobre el campamento, pero la atmósfera estaba lejos de ser pacífica. Dabi, con su cabello azul oscuro danzando en el viento, observaba desde las sombras con una sonrisa maliciosa. Era la tercera noche del campamento de los estudiantes, y había decidido que era el momento perfecto para atacar.

Dabi: —Escuadrón de Acción Vanguard, ¡es hora de hacer su trabajo! —ordenó, mirando a sus diez villanos de élite—. Derriben a los héroes de sus pedestales y destruyan esta falsa sensación de paz que los estudiantes tienen.

Con un movimiento de su mano, Dabi dio la señal para que comenzaran la operación. Las llamas comenzaron a danzar a su alrededor, consumiendo rápidamente el bosque y creando un espectáculo de destrucción.

Mustard, con su risa maníaca, se unió al caos. Con un gesto, liberó una nube de gas venenoso que se esparció por el aire, cubriendo el área con una bruma peligrosa.

Mustard: —¡El aire es nuestro aliado! ¡Esto será divertido! —exclamó mientras el gas llenaba los rincones del bosque.

Los estudiantes, atrapados entre el fuego y el gas, comenzaron a entrar en pánico. Sus intentos de luchar contra la situación se veían frustrados, ya que las llamas ardían cada vez más cerca de sus refugios. Algunos héroes menores trataban de organizar una defensa, pero la situación era desesperante.

Dabi, riendo entre dientes, observaba cómo el caos se desataba. Sus ojos brillaban con emoción mientras contemplaba a los estudiantes luchando por respirar y escapar del gas tóxico.

Dabi: —¿Así que querían ser héroes? ¡No hay héroes aquí esta noche! —gritó, desatando un poderoso ataque de fuego hacia un grupo de estudiantes, que apenas lograron esquivarlo.

En medio del caos, Melissa Shield se encontraba tratando de mantener la calma entre sus compañeros. Con una expresión decidida, ella utilizó su quirk para crear una barrera temporal, intentando proteger a sus amigos del fuego y el gas.

Melissa: —¡No podemos dejarlos ganar! ¡Debemos unir fuerzas! —gritó, intentando animar a los demás mientras el pánico se apoderaba del campamento.

Los estudiantes comenzaron a reagruparse, utilizando sus habilidades para contrarrestar la amenaza. A medida que la batalla se intensificaba, la oscuridad del bosque se llenaba de gritos, llamas y humo, un recordatorio aterrador de que la paz que habían disfrutado era solo un espejismo.

Mientras tanto, en las sombras, los otros miembros del Escuadrón de Acción Vanguard esperaban la señal de Dabi para intensificar el ataque, asegurándose de que la noche se convirtiera en una pesadilla para los estudiantes de la U.A.

El caos se desató en el campamento mientras Dabi y su escuadrón de élite sembraban el terror. En medio del fuego y el gas tóxico, Muscular, Moonfish y Mr. Compress se separaron del grupo, buscando a su objetivo: Katsuki Bakugo.

Muscular, su musculatura intensificada por la emoción de la caza, reía a carcajadas mientras se lanzaba a la búsqueda.

Muscular: —¡Vamos a encontrar a ese mocoso explosivo! ¡Quiero verlo sufrir! —gritó, sus músculos palpitan al prepararse para la batalla.

Moonfish, con su sonrisa sádica y cuchillo en mano, siguió de cerca, disfrutando de la idea de la carnicería que se avecinaba.

Moonfish: —Ese chico tiene un aire emocionante. No puedo esperar a probar su carne —dijo, saboreando la anticipación.

Mr. Compress, en su característico tono burlón, añadió: —No se preocupen, chicos. Una vez que lo atrape, será un espectáculo divertido. Pero debemos ser rápidos, o podríamos perderlo entre todo este caos.

Mientras tanto, en el centro del conflicto, Magne y Spinner estaban inmersos en una feroz lucha contra las Wild Wild Pussycats. Magne manipulaba su metal, tratando de crear barreras y proyectiles para frenar a los héroes.

Magne: —¡No dejen que se acerquen! ¡Usen todo lo que tengan! —gritó, mientras lanzaba fragmentos de metal a las Pussycats.

Spinner, aunque inseguro, se esforzaba por contribuir, lanzando ataques con su espada mientras intentaba seguir el ritmo de su compañero.

Mientras tanto, Twice corría por el campamento, creando dobles de Dabi para distraer a los héroes Eraserhead y Vlad King. Con cada doble que creaba, la confusión aumentaba, permitiendo que los villanos desataran el caos sin ser detenidos.

Twice: —¡Miren, más Dabis por aquí! ¡Qué divertido! —se reía mientras sus dobles corrían hacia los héroes, desatando su confusión.

En el centro del campamento, el Nomu fue liberado, desatando su fuerza bruta para causar más estragos entre los estudiantes y héroes.

Dabi: —¡Deja que el Nomu se divierta! ¡Eso debería mantenerlos ocupados! —gritó, disfrutando de la creciente desesperación.

Mustard, mientras tanto, continuaba esparciendo su nube de gas tóxico, asegurándose de que nadie pudiera respirar con tranquilidad. Su risa resonaba mientras veía a los estudiantes toser y tratar de escapar.

Mustard: —¡Es un aire fresco, pero no para ustedes! —gritó, disfrutando de la escena.

Himiko Toga, con su energía desbordante, tenía una misión clara: recolectar tres muestras de sangre diferentes. Sus ojos brillaban de emoción mientras buscaba a los estudiantes heridos.

Himiko: —¡Solo necesito un poco de sangre, no se preocupen! —se reía mientras corría entre el caos, lista para aprovechar cualquier oportunidad.

Muscular: —¡Así es, mocoso! ¡Yo fui el responsable de haber matado a tus padres con mis propias manos! —gritó, disfrutando el recuerdo de la pelea—. Pero no me malinterpretes. Simplemente ellos se entrometieron en mi camino, y lo que pasó fue el resultado de haberme querido detener. ¡La culpa es de ellos por tratar de detenerme a mí! —su voz se volvió cada vez más amenazante mientras aumentaba su masa muscular, mirando a Kota, quien estaba llorando—. No te preocupes. ¡Pronto te reunirás con ellos junto a ese chico! —gritó, levantando su puño para golpear a Izuku.

En un parpadeo, Muscular apareció frente a Izuku y estampó su puño contra su cabeza, arrancándola. Kota se quedó paralizado, aterrado por la escena, pero lo que vio a continuación lo llenó de horror y asombro: el cuerpo de Izuku comenzó a moverse hacia donde había caído su cabeza. Un escalofrío recorrió a Kota al ver lo que estaba sucediendo.

Izuku recogió su cabeza con una gran sonrisa en el rostro.

Izuku: —Esto será divertido. —dijo mientras colocaba su cabeza de nuevo en su lugar—. Me voy a divertir mucho.

Muscular: —¡Eso es! ¡Esa es la actitud que espero de mi oponente! —gritó Muscular, recuperándose y aumentando sus fibras musculares—. ¡Finalmente podré divertirme un poco!

Izuku, ahora con una energía renovada, utilizó su habilidad de manipulación de hilos. Con una destreza impresionante, lanzó hilos afilados que cortaron a Muscular en pedazos, eliminándolo de una vez por todas. La escena era aterradora, pero al mismo tiempo, Kota observaba con una mezcla de fascinación y miedo.

Justo en ese momento, un TV Man, un villano con un televisor en la cabeza, apareció y, con una actitud despreocupada, llevó a Kota a la base de Izuku.

TV Man: —Vamos, pequeño. Tienes que conocer al nuevo líder. ¡Esto va a ser interesante!

Kota no podía procesar lo que estaba sucediendo. La admiración que tenía por Rui Ayaki se sentía vacía en comparación con la monstruosidad que acababa de presenciar. Sin embargo, también había algo en la forma en que Izuku había enfrentado a Muscular que lo intrigaba. Mientras el TV Man lo guiaba, Kota se preguntaba qué sucedería a continuación en este nuevo mundo en el que se encontraba

Campamento de la U.A. – El Caos Continúa

Después de una feroz batalla, los estudiantes de la Academia U.A. lograron derrotar a Moonfish y Mustard. La victoria, aunque efímera, les dio un respiro en medio del caos. Sin embargo, el escenario estaba lejos de calmarse.

Mientras los estudiantes celebraban su triunfo, un grito resonó a través del campamento: Muscular, el despiadado villano, había sido brutalmente asesinado. Su cuerpo fue encontrado destrozado, y el responsable no era otro que Rui Ayaki, el temido demonio araña que había aparecido de repente, dispuesto a sembrar más terror.

Rui Ayaki: —Una pena que hayas sido tan débil. Solo eres otro en la larga lista de enemigos que he eliminado —dijo Rui con una sonrisa sádica, disfrutando de la destrucción que dejó tras de sí.

Con la eliminación de Muscular, el caos se intensificó. En medio de la confusión, Mr. Compress aprovechó la oportunidad para ejecutar su plan.

Katsuki Bakugo, uno de los estudiantes más poderosos, fue capturado con éxito.

Mr. Compress: —¡Lo tengo! —exclamó mientras aseguraba a Katsuki con sus técnicas de compresión—. Te llevaré a un lugar más seguro.

Melissa, Shoto y Mezo Shoji, al darse cuenta de lo que estaba sucediendo, se lanzaron a la acción.

Melissa: —¡No puedes llevarte a Katsuki! —gritó mientras corría hacia ellos, seguida de Shoto y Shoji.

Shoto: —¡Debemos detenerlos! —añadió, listo para usar su hielo para bloquear la ruta de escape de los villanos.

Sin embargo, justo cuando estaban a punto de alcanzarlos, Kurogiri, el villano con el poder de la teleportación, intervino, haciendo aparecer una neblina oscura.

Kurogiri: —¡No tan rápido! —gritó mientras abría un portal, absorbiendo a los villanos conscientes y llevándolos a un lugar seguro.

Los estudiantes quedaron atónitos mientras los villanos desaparecían frente a sus ojos, llevándose a Katsuki con ellos.

En el escondite de los villanos, Dabi y el resto del escuadrón celebraron su victoria, pero no todo salió como esperaban.

Dabi: —¡Bien hecho, equipo! ¡Misión cumplida! —gritó, sonriendo con satisfacción.

Sin embargo, en medio de la confusión, un Nomu había capturado a Ragdoll, llevándola lejos antes de que alguien pudiera reaccionar.

En el campamento, los estudiantes se quedaron mirando el lugar donde habían sido derrotados y sintiendo el peso de su fracaso.

Melissa: —¡Debemos encontrar a Katsuki y a Ragdoll! No podemos dejarlos solos —dijo con determinación, su espíritu de heroína brillando a través del miedo.

Shoto: —No podemos rendirnos. Necesitamos reunir a todos y organizar una búsqueda —añadió, mirando a sus compañeros con seriedad.

Con una nueva misión en mente, los estudiantes de la U.A. se prepararon para lanzar una contraofensiva, decididos a recuperar a sus amigos y enfrentar a los villanos que amenazaban su mundo. La lucha estaba lejos de terminar.

El Enfrentamiento Decisivo – La Caída de Kamanue

La batalla había alcanzado su punto culminante. Tanjiro Kamado, con su inquebrantable determinación y habilidad en el combate, se encontraba cara a cara con Kamanue, la Sexta Luna Inferior. La lucha era intensa, y la tensión llenaba el aire.

Kamanue, un demonio formidable con una maestría en el combate, había estado causando estragos en el campo de entrenamiento, dejando a los estudiantes y héroes en un estado de desesperación. Sin embargo, la resistencia de Tanjiro era inquebrantable.

Tanjiro: —¡No dejaré que continúes causando dolor! —gritó mientras utilizaba su técnica del Estilo de Agua, lanzando una poderosa ola de agua hacia Kamanue.

Kamanue: —¡Eres un niño imprudente! ¡No tienes idea del poder que poseo! —respondió con desprecio, pero Tanjiro no se detuvo. Con un movimiento preciso, logró encontrar la debilidad del demonio.

Tanjiro: —¡No te dejaré seguir causando daño! —gritó, empuñando su espada Nichirin con firmeza mientras se preparaba para el golpe final.

Kamanue, un demonio que había subestimado a su oponente, intentó contraatacar, pero su arrogancia le costó caro. En un movimiento decisivo, Tanjiro se lanzó hacia adelante, utilizando una técnica de respiración de agua que lo permitió esquivar el ataque y asestar un golpe mortal en el cuello de Kamanue. La espada cortó a través de su carne, y la luz de la vida se desvaneció de sus ojos.

Kamanue: —¿Cómo...? —murmuró, sorprendido, antes de caer al suelo, derrotado.

 La caída del demonio resonó en el campo, un momento que fue tanto un alivio como un horror para quienes presenciaron la escena.

Sin embargo, entre los testigos, Izuku Evan Andrew y Enmu observaron desde las sombras. La ira y la frustración comenzaron a acumularse dentro de ellos al ver cómo Tanjiro, un cazador de demonios, eliminaba a uno de los suyos.

Izuku Evan: —¡Maldita sea! ¡No puedo creer que lo haya hecho! —exclamó, sus puños apretados de rabia.

Enmu: —Esto no se quedará así. Debemos retirarnos por ahora. La batalla no ha terminado.

Ambos demonios decidieron retirarse, sabiendo que debían trazar un plan mejor para el futuro.

Mientras tanto, Melissa, Shoto, Tokoyami y Mezo Shoji, quienes habían presenciado la escena, quedaron en shock. La determinación de Tanjiro y su habilidad para derrotar a un demonio de las 12 Lunas demoniacas era asombrosa, pero también los dejó con una sensación de inquietud.

Melissa: —Lo hizo... realmente lo hizo. —dijo, asombrada y al mismo tiempo preocupada.

Shoto: —No podemos permitir que los demonios se salgan con la suya. Tanjiro ha demostrado que pueden ser derrotados, pero esto solo es el principio.

Tokoyami: —Hay que estar preparados. Si los otros demonios vienen en busca de venganza, debemos estar listos para enfrentarlos.

Mezo Shoji: —Debemos reunirnos con el resto de los estudiantes y héroes. No podemos dejar que esto se convierta en un desastre.

Con la amenaza de los demonios aún presente y la victoria de Tanjiro resonando en sus corazones, el grupo se dispuso a reunirse con los demás, preparados para la lucha que vendría. La batalla por la supervivencia continuaba, y los estudiantes de la U.A. sabían que debían permanecer unidos frente a la oscuridad.

El Retiro de Tanjiro – Un Respiro en la Tormenta

Después de la intensa batalla contra Kamanue, Tanjiro Kamado se sintió abrumado por la mezcla de emociones que lo invadían. La victoria había traído consigo un sentimiento de alivio, pero también una pesada carga de responsabilidad y tristeza por la vida que había tomado.

Sabía que su lucha contra los demonios no había terminado; más bien, se intensificaba. La imagen de Kamanue cayendo ante su espada se repetía en su mente, junto con los recuerdos de las vidas que se habían perdido en esta guerra interminable. Para preservar su propia salud mental y emocional, Tanjiro decidió que necesitaba un momento de descanso y reflexión.

Tanjiro: —Necesito un momento para procesar todo esto —murmuró, hablando consigo mismo mientras se alejaba de la escena de la batalla.

Con un corazón pesado, se adentró en el bosque, buscando un lugar tranquilo donde pudiera estar solo y dejar que sus pensamientos fluyeran. En su mente, las voces de sus amigos y compañeros cazadores resonaban, recordándole la importancia de seguir adelante. Sin embargo, el peso de lo que había hecho lo seguía acosando.

En el bosque, el canto de los pájaros y el murmullo del viento le ofrecieron un respiro temporal. Se sentó sobre una roca, cerró los ojos y respiró profundamente, intentando calmar su agitada mente.

Tanjiro: —No puedo dejar que la culpa me consuma. Debo seguir luchando por aquellos que han caído, por los que aún están a salvo. —Se obligó a pensar en sus amigos, en la bondad que aún existía en el mundo, y en su promesa de proteger a los inocentes.

Después de unos minutos de silencio, Tanjiro abrió los ojos y observó la luz del sol filtrándose a través de las hojas. Sabía que este momento de reflexión era necesario, pero no podía quedarse ahí para siempre. La batalla continuaría, y él necesitaba estar listo.

Tanjiro: —¡Voy a regresar! —declaró con determinación, levantándose de la roca. Con un nuevo sentido de propósito, se dirigió de regreso hacia donde estaban sus compañeros, listo para seguir adelante y luchar por un futuro mejor.

Mientras Tanjiro se retiraba para recargar sus energías, Izuku Evan Andrew y Enmu estaban cada vez más decididos a vengar la caída de Kamanue, dejando entrever que el verdadero conflicto estaba lejos de concluir. La guerra entre cazadores y demonios estaba a punto de desatarse nuevamente, y todos, sin excepción, se prepararían para lo que vendría.

La Tensión en la Liga de Villanos

La atmósfera en la base de la Liga de Villanos era tensa, cargada de una mezcla de inquietud y furia tras la noticia de la caída de Kamanue. Los miembros se reunieron en un círculo, sus miradas centradas en Izuku Evan Andrew y Enmu, quienes parecían consumidos por la ira.

Tomura Shigaraki, líder de la Liga, cruzó los brazos y miró con desdén a los dos demonios.

Tomura: —¿Dónde está Kamanue? —preguntó con un tono helado, su voz resonando en la sala.

Izuku, con el rostro marcado por la rabia y el descontento, respondió de inmediato.

Izuku Evan Andrew: —Kamanue está muerto... por culpa de ese maldito cazador, Tanjiro Kamado. —Su voz temblaba con ira contenida. La frustración en su interior crecía al recordar cómo Kamanue había caído ante el poder del joven cazador.

Enmu, a su lado, frunció el ceño, compartiendo el mismo desagrado.

Enmu: —Era uno de nosotros, uno de las 12 Lunas Demoníacas. Esa victoria no debería haber ocurrido. ¡Debemos hacer que pague!

Los otros villanos intercambiaron miradas nerviosas, comprendiendo la gravedad de la situación. Dabi, que había estado escuchando, se inclinó hacia adelante.

Dabi: —No solo es un cazador más. Tanjiro es un espadachín formidable. Si queremos vengar a Kamanue, necesitaremos un plan. —Su tono era serio y calculador.

Magne, en el fondo, asentía mientras se cruzaba de brazos.

Magne: —No podemos permitir que esa derrota nos debilite. Kamanue se sacrificaría por nosotros si estuviera aquí. Necesitamos usar esto como combustible para nuestra próxima batalla.

Tomura, viendo cómo la ira crecía entre sus aliados, asintió lentamente, comprendiendo que debían actuar.

Tomura: —Entonces, hagamos que Tanjiro y sus amigos sientan el peso de nuestra ira. No solo por Kamanue, sino por todos los demonios que han caído. Es hora de que la Liga de Villanos se reagruppe y ataque con más fuerza que nunca.

Los miembros comenzaron a murmurar entre sí, sus miradas enfocadas en la misión que tenían por delante. La derrota de Kamanue solo avivaba la llama de su venganza, y con un nuevo plan en marcha, los villanos se prepararon para desatar su furia sobre los cazadores.

Izuku Evan Andrew y Enmu compartieron una mirada decidida. Juntos, estaban listos para arrasar con cualquier cosa que se interpusiera en su camino, incluyendo a los cazadores que se atrevieron a desafiar a las Lunas Demoníacas. La guerra estaba lejos de terminar; de hecho, solo estaba comenzando.

El Encuentro en la Oscuridad

Katsuki Bakugo se encontraba en un oscuro y frío sótano, atado a una silla, con los ojos bien abiertos mientras su mente procesaba la situación en la que se encontraba. La Liga de Villanos lo había secuestrado, y mientras trataba de encontrar una forma de liberarse, su mente se llenaba de preguntas.

La noticia de que Kamanue era un miembro de las 12 Lunas Demoníacas lo dejó atónito. No había imaginado que un villano de tal calibre pudiera estar en sus filas. Sin embargo, lo que más le sorprendió fue la revelación sobre Izuku Evan Andrew, quien había pasado de ser su compañero de clase a un villano temido.

Bakugo: —¡Malditos villanos! ¿Dónde está Kamanue? —gritó con desprecio, sabiendo que no le responderían.

La puerta del sótano se abrió con un chirrido, y la figura de Izuku Evan Andrew apareció, iluminada por la tenue luz de una lámpara. Bakugo no podía creer lo que veía. Aquel que había conocido como un amigo de la infancia  ahora era un demonio, con un aura oscura que lo rodeaba.

Izuku: —Hola, Bakugo. —dijo con una voz que no mostraba rastro de la amistad que alguna vez compartieron—. ¿Sorprendido de verme?

Bakugo frunció el ceño, recordando los momentos pasados y cómo Izuku había cambiado drásticamente.

Bakugo: —¡Tú...! ¿Eres un demonio ahora? ¿Y qué demonios pasó con Kamanue?

Izuku: —Kamanue ya no está con nosotros. —respondió con frialdad—. Fue derrotado por un cazador. Pero yo soy mucho más que eso. Soy un experimento de All For One y el doctor, y me he convertido en algo más soy un nomu que tengo multiples quirks.

Bakugo se quedó en silencio, digiriendo la información.

Izuku: —Soy un Nomu ahora, una creación de lo que alguna vez fui. No solo un simple villano; he sido diseñado para ser el más fuerte.

Bakugo se sintió impotente. Aquellos recuerdos de su infancia y de su rivalidad ahora eran solo ecos de un pasado que parecía tan lejano.

Bakugo: —¡No me importa lo que te hicieron! ¡Eres un traidor y un monstruo!

Izuku sonrió, pero no era una sonrisa amable. Era la sonrisa de alguien que había abrazado su nuevo ser.

Izuku: —No soy un monstruo. Soy libre. Libre de las limitaciones que me imponían. Y ahora, tengo el poder para cambiar las cosas. El mundo de los héroes es una farsa, y tú lo sabes.

Bakugo sintió una mezcla de ira y confusión. A pesar de todo, aún había algo de Izuku que resonaba en él.

Bakugo: —Eres un idiota. Solo estás sirviendo a un villano como All For One. No te ves libre; te ves como un títere.

La mirada de Izuku se oscureció un poco, pero luego se iluminó con determinación.

Izuku: —No soy un títere. Estoy aquí para desmantelar el sistema que los héroes han creado.

En ese momento, Enmu, la Primera Luna Inferior, entró en la habitación, observando la interacción entre los dos.

Enmu: —¿Tienes alguna idea de lo que significa ser parte de la Liga de Villanos? La verdadera fuerza reside en liberar nuestras verdaderas identidades.

Bakugo, luchando contra sus ataduras, decidió no rendirse.

Bakugo: —¡No me importa lo que digan! ¡Voy a escapar de aquí y detenerlos a todos!

Izuku se acercó, su mirada llena de una mezcla de lástima y desafío.

Izuku: —Eso es lo que queremos, Bakugo. Pero esta vez, no lo harás solo. Estás atrapado en este juego, y tú también serás parte de nuestra revolución.

Con eso, la habitación se llenó de un tenso silencio, y Bakugo sabía que la batalla que se avecinaba sería más difícil de lo que había imaginado.

El Conflicto Interno

La habitación estaba impregnada de una tensión palpable mientras Bakugo observaba a Izuku, quien compartía su desgarradora historia. Los recuerdos de su infancia se entrelazaban con las palabras de su antiguo compañero, y Bakugo no podía evitar sentir una punzada de culpa.

Izuku: —Soy hijo de William Afton, un hombre que me vendió a All For One a cambio de un aumento de inteligencia. Yo era solo un chico con cabello negro que quería ser aceptado, pero en lugar de eso, fui llamado villano y fui acosado por ti y Mike. Mis habilidades no eran más que una maldición. —su voz se volvió intensa—. Mis dones originales eran la habilidad de crear hilos afilados y una inteligencia sobrehumana. Pero todo eso cambió cuando me sometieron a experimentos.

Bakugo lo miró, aturdido por la revelación. No había tenido idea de las luchas internas que había enfrentado Izuku. Las palabras de su antiguo amigo resonaban con una mezcla de tristeza y rabia.

Izuku: —Sufrí implantaciones de quirks, y ahora, tengo inmortalidad. —dijo, dejando caer la última frase como un peso en el aire—. No soy solo un demonio, soy un Nomu, una creación que desata su propio poder.

Bakugo sintió cómo el calor de la ira comenzaba a subir por su cuerpo. ¿Cómo podían haber ignorado el sufrimiento de Izuku?

Bakugo: —Eso no justifica lo que has hecho. Te convertiste en un monstruo.

Izuku: —¡No! No soy un monstruo. Soy lo que elegí ser. He decidido no ser una marioneta en manos de los héroes. Ellos son los verdaderos villanos en esta historia.

En ese instante, Enmu intervino, como si estuviera disfrutando del espectáculo.

Enmu: —Tienes que entender, Bakugo, que el mundo no es blanco y negro. Todos tenemos nuestros propios demonios que enfrentar. —miró a Izuku con complicidad—. La lucha de Izuku es la lucha de muchos.

Bakugo se sintió atrapado entre la confusión y el resentimiento. No podía ignorar lo que había sufrido Izuku, pero tampoco podía olvidar el daño que él mismo había causado.

Bakugo: —Quizás haya algo de verdad en lo que dices. Pero eso no significa que puedas hacer lo que quieras y esperar que nadie lo detenga.

Izuku: —La verdadera batalla está por llegar, Bakugo. Y, aunque estés atado aquí, tus ideales heroicos no podrán salvarte cuando llegue el momento de decidir.

Bakugo se esforzó por liberarse, pero sus ataduras eran demasiado fuertes.

Bakugo: —¡No pienso rendirme! ¡Voy a luchar!

La Revelación de Izuku Evan Andrew

El aire se volvió tenso en la habitación mientras Izuku, o mejor dicho, Rui Ayaki, revelaba su verdad más profunda. La historia de su sufrimiento y transformación resonaba en el corazón de Bakugo, quien lo miraba con una mezcla de incredulidad y comprensión.

Izuku (Rui): —Yo, Izuku Evan Andrew, alias Rui Ayaki, sufrí experimentos que me cambiaron para siempre. Me implantaron quirks, y tengo una copia de All For One que me permite robar, copiar y dar habilidades. —hizo una pausa, dejando que las palabras calaran hondo—. Mi tercer quirk original es la inmortalidad, junto con un suero que potencia tanto mi inmortalidad como mi inteligencia.

Bakugo sintió un nudo en el estómago. Había escuchado rumores sobre los Nomus, criaturas creadas por villanos, pero nunca había imaginado que su antiguo amigo se había convertido en uno de ellos.

Izuku (Rui): —Antes de ser Izuku Evan Andrew, era un demonio llamado Rui Ayaki. —su voz se tornó sombría—. Mi vida pasada estuvo llena de dolor y traición. Ahora, he sido moldeado en algo más, algo que no se puede detener.

Bakugo se cruzó de brazos, sintiéndose cada vez más agitado. No podía comprender del todo la transformación de Izuku, pero podía sentir el peso de su historia.

Bakugo: —Pero eso no justifica lo que haces ahora. No puedes ser un villano y esperar que todo esté bien.

Izuku (Rui): —¿Villano? Tal vez. Pero el mundo no me dejó otra opción. Los héroes que admiramos no son lo que parecen. La verdad está en el sufrimiento que llevan. —hizo una pausa—. Este poder que tengo, me lo dieron para que pudiera luchar.

Bakugo: —¿Y qué hay de tus amigos? ¿De tus sueños? ¿De ser un héroe?

Izuku (Rui): —Todo eso se desvaneció en el humo de la traición. Los héroes solo buscan su gloria, no les importa realmente la vida de quienes pisan. —sus ojos brillaron con determinación—. Estoy aquí para acabar con esa hipocresía.

Bakugo: —No puedo creer lo que estás diciendo. ¡Tienes que despertar!

Izuku (Rui): —No necesito despertar, Bakugo. Estoy muy despierto. Y ahora que soy lo que soy, no hay vuelta atrás.

La tensión entre ellos era palpable, como si el aire mismo se dividiera entre dos caminos: uno que conducía a la redención y el otro a la destrucción. Bakugo sabía que la lucha no era solo física, sino también ideológica. Y aunque sentía la ira y el dolor de Izuku, también sabía que su camino estaba lleno de sombras.

Bakugo: —Entonces, si esto es lo que eliges, ¡tendré que detenerte!

Izuku (Rui): —Inténtalo. Pero recuerda, soy más fuerte de lo que alguna vez fui. No soy el mismo chico que conocías.

La atmósfera se volvió tensa mientras las palabras de Izuku resonaban en la mente de Bakugo. Había una oscuridad en la mirada de su antiguo amigo, algo que se sentía casi palpable.

Izuku (Rui): —Bakugo, tú y los demás se rieron de mí. Me burlaste por mi cabello que parecía el de una araña y por mis poderes, como si fuera un villano. Pero ahora, escúchame bien: tengo un secreto. —su voz se volvió grave—. Planeo eliminar a la familia Afton, y el primero será Mike Afton, tu querido amigo.

Bakugo se quedó boquiabierto, sintiendo cómo una mezcla de miedo e ira se apoderaba de él. Mike era alguien a quien había conocido, y la idea de que Izuku estuviera tras su muerte lo llenó de rabia.

Bakugo: —¡No puedes hacer eso! ¡Mike no tiene nada que ver con esto y es tu hermano!

Izuku (Rui): —¿Y tú crees que eso importa? La familia Afton es mi objetivo, y no voy a detenerme hasta que caigan uno a uno. Mi padre, Muzan, y el legado de los demonios están conmigo. Soy su hijo, el nuevo All For One, un demonio. —la intensidad de su mirada era abrumadora—.

Bakugo: —¡Detente! ¡No tienes que seguir este camino! Aún hay tiempo para redimirte.

Izuku sonrió, una sonrisa fría y distante que helaba la sangre.

Izuku (Rui): —Redención, dices. ¿Redención para un demonio? Esa palabra no tiene sentido para mí. He dejado atrás todo lo que era. Lo que quiero es la justicia que no obtuve en vida.

Bakugo sintió que el calor de su ira se intensificaba, pero al mismo tiempo, una pequeña chispa de tristeza se encendía en su corazón. Izuku había sido su amigo, y ver cómo se había transformado en un ser lleno de odio era devastador.

Bakugo: —¡Aún puedes volver! ¡Aún puedes ser el héroe que todos necesitamos!

Izuku (Rui): —No hay héroes aquí, Bakugo. Solo hay depredadores y presas. Y ahora soy el depredador. —se acercó un paso más, su voz se volvió un susurro amenazante—. Si no te apartas de mi camino, serás un obstáculo más.

La tensión era insoportable. Bakugo sabía que tenía que tomar una decisión: ¿luchar contra su antiguo amigo que había cambiado para siempre, o intentar salvarlo de su oscuro destino?

Bakugo: —¡No voy a dejar que lo hagas!

Izuku (Rui): —Entonces prepárate, Bakugo. Esta vez, no seré el chico que conocías. Seré el fin de lo que considerabas héroes.

El eco de sus palabras resonó en el aire mientras ambos se preparaban para un enfrentamiento inevitable. La batalla no sería solo física, sino una lucha de ideales, y cada uno tendría que enfrentarse a sus propios demonios en el proceso.


Katsuki se encontraba atado a una silla, su mirada ardía con furia mientras Dabi y Spinner lo llevaban a un lugar oculto. La oscuridad del lugar le hacía sentir una mezcla de vulnerabilidad y desafío. Frente a él, Tomura Shigaraki se cruzó de brazos, observándolo con una sonrisa burlona.

Tomura: —Mira quién ha venido, el famoso Katsuki Bakugo. Tan lleno de energía y rencor. ¿Te gusta estar aquí?

Katsuki frunció el ceño, su orgullo no le permitiría mostrar debilidad.

Katsuki: —¡Lárgate! No me importa lo que tengas que decir. No me uniré a una pandilla de perdedores como tú.

Spinner: —No somos perdedores. Estamos luchando por algo real. ¿Sabías que Stain enseñó a muchos de nosotros que los héroes son falsos? Que el verdadero heroísmo se encuentra en la lucha por la justicia verdadera, no en las medallas y el reconocimiento.

Katsuki apretó los dientes, recordando su propia idea de justicia y heroísmo.

Tomura: —La sociedad de héroes está rota, Bakugo. Los héroes no son más que títeres que sirven a un sistema que se alimenta de la desesperanza. Y tú, con tu enorme potencial, podrías ser parte del cambio.

Katsuki: —¿Cambio? ¿Destruirlo todo y dejar a la gente desamparada? ¡Eso no es un cambio! ¡Es locura!

Tomura se acercó, su expresión seria pero arrogante.

Tomura: —Disminuir la esperanza detrás de la sociedad es la razón por la cual los villanos están ganando. La gente se está dando cuenta de que su fe en los héroes es una ilusión. La Liga de Villanos puede ofrecerles una nueva perspectiva.

Dabi: —Te gusta ganar, ¿no? Imagínate ser parte de algo que realmente desafía a los héroes. Ser el que haga temblar a la sociedad. ¿Te gustaría eso, Katsuki?

Katsuki se sintió desbordado por la ira y la frustración. Sabía que sus ideales de héroe estaban siendo atacados, pero una pequeña parte de él se preguntaba si había algo de verdad en lo que decían. La lucha era más complicada de lo que pensaba.

Katsuki: —No necesito que me digan cómo es el mundo. Sé que los héroes son fuertes y están allí para proteger a los demás.

Tomura: —¿Y qué pasa cuando esos héroes fallan? ¿Cuándo se convierten en la causa de más sufrimiento? La vida no es tan sencilla como lo pintan.

Katsuki, ahora más enojado que nunca, miró a Tomura a los ojos.

Katsuki: —¡Lo que ustedes están haciendo es un insulto a los verdaderos héroes! No me van a convencer de unirme a su causa.

Dabi: —Entonces, ¿estás dispuesto a quedarte ahí y dejar que te derroten? No hay otra forma de ganar.

Tomura sonrió, viendo la determinación en el rostro de Katsuki.

Tomura: —Piensa en esto, Bakugo. Tienes el potencial para cambiarlo todo. Únete a nosotros, y juntos podríamos destruir el sistema podrido que te ha mantenido atado.

Katsuki se quedó en silencio, sus pensamientos eran un torbellino. A pesar de su furia, la oferta de Tomura resonaba en su mente. La lucha estaba lejos de terminar, y estaba claro que el futuro sería aún más caótico.

Katsuki: —¡No voy a dejar que me arrastren a su locura!

Katsuki se mantuvo firme, sintiendo el peso de la decisión que tenía que tomar. En medio de la tensión, Enmu se acercó, intentando usar la oportunidad para convencerlo.

Enmu: —Si te unes a nosotros, podrías convencer a Izuku Evan Andrew de no eliminar a Mike. La Liga de Villanos está compuesta por aquellos que han estado sufriendo mientras el resto del mundo vive en paz. ¿No sientes que hay algo injusto en eso?

Katsuki miró a Enmu con desdén, su rabia burbujeando en su interior.

Katsuki: —¿Sufriendo? No estoy aquí para compadecerme de ustedes. ¡Yo soy un héroe! Y no me importa lo que piensen de mí, no me uniré a su lado.

Tomura, que había estado observando con interés, decidió liberar a Katsuki de sus ataduras, viendo un potencial en su furia.

Tomura: —Eres fuerte, Katsuki. Pero estás atrapado en tu propio ideal. Tal vez podrías ver las cosas desde otra perspectiva.

Sin esperar, Katsuki se lanzó hacia Tomura, su explosión resonando en el aire mientras una explosión de energía emanaba de su mano.

Katsuki: —¡No me subestimes! ¡No seré un villano como ustedes!

La explosión golpeó a Tomura en la cara, dejando una marca significativa. En medio de la confusión, los demás miembros de la Liga observaron, sorprendidos por la ferocidad de Katsuki.

Dabi: —¡Impresionante! Pero no puedes simplemente actuar a la ligera.

Spinner: —¡Tienes que pensar en lo que estás haciendo!

Katsuki se enderezó, la adrenalina corriendo por sus venas. Su determinación era palpable, y su mirada estaba fija en el futuro que quería alcanzar.

Katsuki: —¡No me interesa lo que ustedes tengan que ofrecer! Mi objetivo es ser un héroe como All Might y derrotar a Izuku Evan Andrew para demostrar que soy el número uno. ¡Nada de lo que digan cambiará eso!

Los ojos de Tomura se estrecharon, sabiendo que estaban ante un verdadero desafío.

Tomura: —¿De verdad crees que puedes vencer a Izuku? La verdad es que él ha cambiado. Ha pasado por cosas que tú no puedes comprender.

Katsuki: —No me importa. ¡Voy a demostrar que puedo ser mejor!

Con su determinación renovada, Katsuki se preparó para pelear, listo para enfrentar a la Liga de Villanos. A pesar de sus amenazas y manipulación, su camino era claro. Él quería ser un héroe, y nada lo detendría.

Tomura sintió la frustración burbujear en su interior, pero en lugar de dejarse llevar por el enojo, decidió que era momento de mostrar el crecimiento que había experimentado.

Tomura: —Katsuki, escucha. En lugar de hacer un berrinche, estoy aquí para mostrarte lo que realmente significa ser poderoso. No solo tengo que vencer a los héroes, sino también a los demonios que amenazan nuestra existencia.

Con una calma peligrosa, Tomura se volvió hacia sus compañeros villanos, su mirada firme y decidida.

Tomura: —El demonio araña ha derrotado a tres de las lunas superiores. No subestimes lo que es capaz de hacer. Controla múltiples quirks al 100% y su inteligencia es sobrehumana. Necesitamos una estrategia diferente.

Al darse cuenta de que su pelea directa no sería suficiente, Tomura se puso la máscara nuevamente, un símbolo de su resolución y su conexión con All For One.

Tomura: —Voy a pedirle a All For One que me preste su poder. Con eso, puedo obligarte a someterte, Katsuki. No te estoy pidiendo que te unas a nosotros. Te estoy diciendo que no tienes otra opción.

Katsuki se mantuvo firme, su desafío ardiendo en sus ojos.

Katsuki: —¡No me someteré a ti ni a nadie! ¡Soy un héroe y lucharé hasta el final!

Tomura sonrió, pero no era una sonrisa de burla; era la confianza de alguien que sabía que estaba a punto de dar un paso importante hacia su evolución.

Tomura: —Entonces, prepárate. No será un enfrentamiento sencillo. Estás a punto de ver el verdadero poder de un villano.

El ambiente tenso se desvaneció abruptamente cuando el sonido de un timbre resonó en el escondite. Todos los ojos se volvieron hacia la puerta, y en un giro inesperado, una entrega de pizza llegó justo en el momento más crítico.

All Might, con su carismática presencia, irrumpió en el escondite, una gran sonrisa en su rostro.

All Might: —¡Espero que no les importe la pizza! ¡He traído suficientes para todos!

Sin embargo, el ambiente rápidamente se tornó serio cuando Kamui Woods utilizó su don para atrapar a todos los villanos en un abrazo de madera, inmovilizándolos.

Kamui Woods: —¡Quédense donde están! ¡No tienen adónde ir!

Gran Torino apareció en la escena como un rayo, lanzando un golpe que dejó a Dabi inconsciente en un instante.

Gran Torino: —Esto es para enseñarte a no subestimar a los héroes.

Mientras tanto, Edgeshot se encargó de abrir la puerta, permitiendo que la policía entrara rápidamente en el escondite. La operación de rescate estaba en marcha, y en cuestión de momentos, los héroes habían tomado el control.

Gran Torino: —Gracias a la investigación de la Policía, hemos logrado localizar no solo su escondite, sino también la mayoría de las identidades de los miembros de la Liga. Ahora solo falta Tomura, Dabi y Kurogiri.

Tomura, sintiendo la presión de la situación, reflexionó sobre el caos que estaba desatando.

Tomura: —Esto no puede estar sucediendo... ¡Kurogiri, llama a los Nomu! ¡Necesitamos refuerzos!

Kurogiri, aunque inicialmente dispuesto, se sorprendió al darse cuenta de que no podía convocar a ninguno de los Nomu desde la fábrica. La preocupación se apoderó de él.

Kurogiri: —No... No puedo transportarlos. Algo está mal.

Mientras Tomura intentaba usar nuevamente la habilidad de deformación de Kurogiri, Edgeshot apareció rápidamente, dejando a Tomura inconsciente con un movimiento preciso.

Edgeshot: —No hay más escape para ti.

En ese momento, Mt. Lady irrumpió en la fábrica de Nomu, causando un gran estruendo, mientras Best Jeanist lideraba a su equipo dentro. Con su don, comenzó a contener a todos los Nomu, evitando que se descontrolaran.

Best Jeanist: —¡No permitiré que hagan más daño! ¡Ahora son nuestros prisioneros!

Con la situación bajo control y la Liga de Villanos en la cuerda floja, los héroes se prepararon para actuar y llevar a los villanos ante la justicia. La batalla se había vuelto un contraataque efectivo, y el destino de la Liga de Villanos pendía de un hilo. La victoria estaba más cerca que nunca, pero sabían que aún quedaban desafíos por enfrentar.

La atmósfera en la fábrica de Nomu se tornó eléctrica cuando All For One finalmente decidió revelarse, impulsado por la necesidad de proteger a su más preciado aliado, Tomura Shigaraki. Con una presencia imponente y un aura oscura que lo envolvía, All For One apareció en medio de la acción.

All For One: —¿Pensaron que podrían hacer esto sin enfrentarme? ¡Están cometiendo un grave error!

Con un movimiento preciso de su don, comenzó a deformar a los Nomu en la fábrica, generando caos y confusión en las filas de Best Jeanist y su equipo. Los Nomu, ahora liberados de sus ataduras, surgieron de portales de un líquido negro, dispuestos a atacar a los héroes.

Nomu: —¡Grrr!

Best Jeanist: —¡Mantengan la posición! ¡No dejen que se abalancen sobre nosotros!

Los héroes se agruparon para hacer frente a la amenaza, pero el poder de All For One era innegable. En un abrir y cerrar de ojos, All For One transportó a los villanos y a Katsuki Bakugo a su escondite principal, asegurando su escape mientras les prometía a todos un nuevo comienzo.

All For One: —Tomura, este es solo el principio. Nuestra causa no ha terminado. Juntos, derrocaremos la sociedad de héroes y comenzaremos de nuevo.

Tomura: —¿De verdad crees que podemos hacerlo?

All For One: —Por supuesto. Tu potencial es ilimitado, y ahora tengo a mis aliados justo donde los necesito. La victoria está al alcance de la mano.

Mientras tanto, All Might sintió la intensidad del combate y la desesperación de sus aliados. Con el corazón latiendo con fuerza, se dirigió rápidamente hacia la escena del conflicto, determinado a enfrentar a su archienemigo.

All Might: —¡No permitiré que te salgas con la tuya, All For One! ¡Voy a detenerte!

La batalla que se avecinaba sería crucial, y tanto héroes como villanos se preparaban para el choque final que definiría el destino de la sociedad. Con la vida de Katsuki en juego y el futuro de los héroes en peligro, la tensión creció al máximo mientras ambos bandos se enfrentaban en una lucha titánica por el control y la esperanza.

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