capitulo 29
La entrevista continuó, con los noticieros grabando cada momento y los jóvenes en ropa interior intentando mantener su dignidad a pesar de la incomodidad de la situación.
Izuku, tomando la iniciativa, se dirigió a las cámaras con una mezcla de nerviosismo y determinación. "Sabemos que esto puede parecer extraño, pero estamos en una situación muy peculiar. No estamos aquí para hacer un espectáculo, sino para hablar sobre nuestra existencia."
Gregory asintió, añadiendo: "Como demonios, somos inmortales. Pero eso también significa que necesitamos alimentarnos, y nuestra dieta no es como la de los humanos. Necesitamos carne humana para sobrevivir."
Killua, sintiéndose más a gusto, continuó: "Es un tema delicado, pero no lo hacemos por diversión. Es una necesidad biológica. Vivimos en un mundo donde la lucha por la supervivencia es constante."
Kota, aún un poco sonrojado, se unió a la conversación. "Sí, no elegimos ser demonios. Las circunstancias nos llevaron a esto, y cada uno de nosotros tiene su propia historia. No somos monstruos, solo estamos tratando de vivir como cualquier otro."
Senjuro, mirando a los noticieros con seriedad, dijo: "Queremos que la gente entienda que no estamos aquí para hacer daño. Solo queremos encontrar una manera de coexistir con los humanos. Necesitamos su comprensión y, tal vez, su ayuda."
Hooni, que había estado callado hasta ese momento, añadió: "Es incómodo estar así en un hospital, pero lo que realmente queremos es hablar sobre cómo podemos encontrar un equilibrio. No queremos ser vistos solo como demonios, sino como personas con necesidades."
Los reporteros, al escuchar sus palabras sinceras, comenzaron a mostrar un interés genuino. La audiencia también podía sentir la autenticidad en sus voces. Aunque estaban en una situación vulnerable, su deseo de ser comprendidos y aceptados era fuerte.
El presentador, ahora más reflexivo, preguntó: "¿Qué es lo que más desean en este momento, además de salir de este hospital y vestirse adecuadamente?"
Makoto, con una mirada decidida, respondió: "Queremos ser tratados con respeto. Queremos que la gente sepa que no somos diferentes a ellos en muchos aspectos. Solo queremos un lugar en el mundo donde podamos vivir en paz."
A medida que la entrevista continuaba, los jóvenes comenzaron a sentir que, tal vez, podían transformar su incomodidad en una oportunidad para compartir su historia y hacer que el mundo comprendiera su realidad.
La atmósfera en la sala se tornó más ligera y juguetona cuando Izuku, con una sonrisa traviesa, declaró: "Y, por si no lo saben, ¡somos demonios muy sexys! Con estas lencerías, definitivamente sabemos cómo lucir."
Los otros rieron nerviosamente, mientras Hooni se unió a la broma. "Sí, y podemos beber más de 100 copas de alcohol al 100% sin preocuparnos por las consecuencias. ¡Imaginen lo que eso significa para una fiesta!"
Kota, aún un poco sonrojado, agregó: "Solo que, a diferencia de los humanos, no nos embriagamos como ustedes. Solo nos volvemos más... divertidos."
Senjuro, tomando el relevo, dijo: "Eso es cierto. En lugar de emborracharnos, simplemente nos volvemos más atrevidos y juguetones. ¡Como si el mundo fuera nuestro escenario!"
Gregory se echó a reír, mientras continuaba: "Y con nuestro sentido del humor, definitivamente sabemos cómo hacer que cualquier fiesta sea memorable. ¡Imaginen nuestras habilidades como demonios en una fiesta! ¡Sería épico!"
La risa y la energía positiva empezaron a llenar la sala. Los reporteros, aunque sorprendidos por el giro de la conversación, no pudieron evitar reírse ante la confianza de los jóvenes.
"¿Y qué más pueden hacer además de emborracharse?" preguntó uno de los reporteros, intrigado.
Killua, con una mirada astuta, respondió: "Bueno, tenemos habilidades especiales como demonios. Y aunque a veces pueda parecer que estamos aquí para causar problemas, en realidad solo queremos disfrutar la vida al máximo, a nuestra manera."
La entrevista había tomado un giro inesperado, y a pesar de la situación, los jóvenes estaban aprovechando la oportunidad para mostrar su personalidad y el lado más divertido de ser demonios, dejando a todos con una mezcla de sorpresa y diversión.
Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni , con una mezcla de confianza y picardía, alzaron la voz al unísono: "¡Somos demonios muy sexys con estas lencerías de mujer y las putas prostitutas mundiales aquí!" Su declaración resonó en la sala, dejando a los reporteros y civiles atónitos.
El noticiero, sorprendido por la audacia de sus palabras, enfocó la cámara en sus reacciones. Algunos reporteros intentaban mantener una expresión profesional, pero la risa nerviosa era difícil de ocultar. La situación se volvía cada vez más surrealista.
En la parte de atrás, Tanjiro, Gon, Zushi, Leorio, Kurapika, Isouke, Zenitsu y el padre de Gon intercambiaron miradas de incredulidad. Tanjiro, tratando de contener una sonrisa, preguntó: "¿Realmente creen que eso es apropiado para una entrevista?"
Gon, entusiasmado, añadió: "¡Pero al menos están siendo ellos mismos! ¡Eso tiene su encanto!"
Zenitsu, ruborizado, exclamó: "¡No puedo creer que estén diciendo eso en televisión en vivo! ¡Es demasiado!"
Afuera del hospital, algunos civiles que habían estado mirando la transmisión comenzaron a reírse, sorprendidos y divertidos por la inesperada vuelta de la conversación. Un grupo de jóvenes en la esquina comentaba: "¡Esto es mejor que cualquier programa de televisión!"
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni se dieron cuenta del impacto que estaban causando y continuaron disfrutando de la atención, mientras que la atmósfera se volvía más desenfadada.
Uno de los reporteros finalmente logró recuperar la compostura y preguntó: "Entonces, ¿cómo se sienten siendo demonios en un mundo humano? ¿Han tenido experiencias interesantes?"
Evan Rui Ayaki sonrió travieso y respondió: "¡Oh, sí! Ser un demonio tiene sus ventajas, y la vida es una gran aventura. Pero también tenemos nuestras propias luchas, como todos ustedes. Solo que lo hacemos con estilo."
El ambiente se tornó más ligero, y la entrevista se transformó en una mezcla de risas y curiosidad, con los ocho disfrutando del momento y los reporteros tratando de mantenerse al día con el inesperado giro de los acontecimientos.
Los Pilares, que estaban viendo la transmisión en una sala cercana al hospital, se quedaron atónitos al escuchar la declaración de Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni. Cada uno tenía una reacción diferente ante lo que consideraban un momento increíblemente surrealista.
Giyū Tomioka, siempre sereno, levantó una ceja y murmuró: "No puedo creer que digan eso en la televisión..."
Shinobu Kōchō, con una sonrisa divertida, no pudo contenerse: "Son tan audaces, pero eso es lo que los hace únicos. Supongo que ser demonio tiene sus ventajas en cuanto a la confianza."
Mitsuri Kanrōji se rió a carcajadas, sintiéndose un poco más cómoda con la idea. "¡Son tan divertidos! Tal vez debería aprender un poco de su actitud despreocupada."
Sanemi Shinazugawa, por otro lado, frunció el ceño. "¡Esto es ridículo! No deberían estar diciendo esas cosas. Hay un tiempo y un lugar para todo."
Gyōmei Himejima se limitó a observar, con una mirada seria pero curiosa. "Quizás estén tratando de hacer una declaración sobre su existencia en este mundo. Después de todo, ellos son demonios y han vivido experiencias que nosotros no entendemos completamente."
Tengen Uzui, siempre en busca de emociones fuertes, se unió a la diversión. "¡Me gusta su estilo! ¡Viven la vida al máximo! Tal vez deberíamos invitarlos a un evento de entretenimiento o algo así. ¡Sería un gran espectáculo!"
La conversación se tornó en una mezcla de asombro y diversión entre los Pilares. Mientras tanto, en la transmisión, Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni continuaban disfrutando del momento, sin darse cuenta de que estaban causando revuelo no solo entre los reporteros, sino también entre los cazadores que los observaban.
Tanjiro, Gon, Zushi, Leorio, Kurapika, Isouke y Zenitsu, al ver a los Pilares tan entretenidos, comenzaron a reírse entre ellos. "¿Quién hubiera pensado que nuestros amigos demonios provocarían una reacción así en los cazadores?" comentó Tanjiro, mientras todos asentían, sonriendo ante lo inesperado de la situación.
La familia Zoldyck, al escuchar lo que dijeron Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni, tuvo reacciones variadas, reflejando tanto su naturaleza como su relación con los demonios y la situación actual.
Maha Zoldyck, el patriarca de la familia, levantó una ceja con una mezcla de sorpresa y desdén. "No puedo creer que hablen de esa manera en la televisión. ¿Es esta la nueva generación de demonios? Su comportamiento es completamente inaceptable."
Zeno Zoldyck, más relajado, se cruzó de brazos y sonrió levemente. "Me parece que están tratando de llamar la atención. Y lo han logrado. A veces, la provocación puede ser efectiva, aunque me pregunto si tienen idea de las consecuencias."
Silva Zoldyck, el padre de Killua, observó con una expresión seria. "No subestimen a los demonios. Si son tan audaces, probablemente son más poderosos de lo que aparentan. Hay que tener cuidado."
Kikyo Zoldyck, la madre de Killua, se sintió incómoda con la conversación. "No sé si esto es apropiado. Nuestros hijos ya tienen suficientes problemas con su propia identidad sin que otros demonios se comporten de esta manera."
Illumi Zoldyck sonrió de forma siniestra. "Interesante. Quizás debería considerar hacer uso de ellos en nuestras estrategias. Unos demonios con tal confianza pueden ser herramientas útiles."
Milluki Zoldyck, el hermano mayor de Killua, se rió. "¿Sexy? ¿En bragas? Me pregunto cómo se verían en persona. Tal vez deberían hacer una colaboración con nuestra familia."
Kalluto Zoldyck miró con curiosidad. "Aunque son demonios, me parece que tienen un sentido del humor peculiar. Quizás sea interesante conocerlos."
Alluka Zoldyck frunció el ceño, sintiéndose incómoda. "No creo que eso sea gracioso. Están en un lugar vulnerable, y deberíamos ser más solidarios con ellos, no burlarnos."
Zzigg Zoldyck, más filosófico, reflexionó en voz alta. "Tal vez su comportamiento es una forma de enfrentar su existencia. Ellos son demonios y, como tal, tienen una historia que los ha llevado a donde están. No podemos juzgarlos tan fácilmente."
La conversación entre la familia Zoldyck mostró tanto la variedad de sus personalidades como la complejidad de la situación. Mientras tanto, en el hospital, Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni continuaban con su peculiar comportamiento, sin darse cuenta de que su provocación había causado tanto revuelo en diferentes sectores del mundo.
En el hospital, Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni se encontraban en medio de una conversación animada sobre sus nuevas circunstancias y la peculiar relación que habían establecido con las 12 Lunas Demoníacas de su mundo.
"¡Deberíamos liberar a esas Lunas y permitirles que exploren otros universos!" propuso Izuku, con entusiasmo. "Imaginen lo que podrían aprender y las experiencias que podrían tener. Podrían incluso traernos algo interesante de sus aventuras."
"Sí, eso suena divertido," añadió Killua, sonriendo. "Pueden ir a mundos como One Piece y tener batallas épicas, o incluso unirse a las aventuras de Naruto. Quiero ver qué tipo de habilidades pueden aprender de esos mundos."
"Y en el mundo de My Hero Academia, podrían aprender sobre los Quirks y cómo utilizarlos a su favor," comentó Makoto. "Podrían regresar más fuertes y llenos de sorpresas."
Mientras tanto, en la fortaleza, las 12 Lunas Demoníacas y Nakime escucharon la propuesta de los nuevos demonios. Nakime, siempre intrigante y perceptiva, sonrió ante la idea de explorar otros mundos.
"Podría ser refrescante salir de este lugar," dijo Nakime. "Y quién sabe, quizás podamos encontrar aliados inesperados en nuestros viajes."
Muzan, aunque estaba al tanto de sus planes, decidió no interferir. "Si pueden obtener información valiosa de otros universos, puede que haya un beneficio en ello. Pero deben regresar a tiempo, y no olviden su lealtad a mí."
Con una mezcla de emoción y expectación, las 12 Lunas Demoníacas se prepararon para su viaje. Con sus habilidades y poderes, abrieron portales hacia los mundos que habían mencionado. Uno por uno, se desvanecieron en la luz brillante de los portales, dejando atrás el hospital y a sus inusuales compañeros demoníacos.
Mientras tanto, Izuku, Evan Rui Ayaki y los demás se quedaron en la fortaleza, mirando los portales cerrarse. "Ahora tenemos tiempo para concentrarnos en nuestras propias habilidades," dijo Gregory. "Podemos trabajar juntos y tal vez incluso crear una nueva familia."
"Estoy listo para entrenar y mejorar," afirmó Senjuro, ya ansioso por enfrentar nuevos desafíos. "No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras ellos están en sus aventuras."
A medida que el grupo se preparaba para comenzar su propio viaje de crecimiento y autodescubrimiento, las emociones de ansiedad y emoción se entrelazaban. Sabían que su destino estaba en sus propias manos y que, sin importar lo que el futuro les deparara, se enfrentarían a cualquier desafío juntos. La fortaleza resonaba con un nuevo sentido de propósito, mientras las aventuras de las Lunas Demoníacas se desataban en otros mundos, dejando a Izuku y sus amigos en el centro de una historia que apenas comenzaba a desarrollarse.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni observaban el cierre de los portales que llevaban a las 12 Lunas Demoníacas a sus respectivas aventuras. La sala de la fortaleza, una vez llena de la energía caótica de sus compañeros demoníacos, ahora parecía más tranquila, pero también cargada de potencial.
"¿Y ahora qué hacemos?" preguntó Katsuma, un poco ansioso, mirando a su alrededor. "No podemos simplemente quedarnos aquí."
"Podemos aprovechar este tiempo para mejorar nuestras habilidades," sugirió Killua, que siempre estaba motivado por la idea de volverse más fuerte. "Ya sabemos que cada uno de nosotros tiene un gran potencial. Si nos enfocamos en entrenar juntos, podríamos alcanzar un nivel que ni siquiera las Lunas Demoníacas podrían imaginar."
"Eso suena genial, pero también necesitamos comida," intervino Hooni, su estómago retumbando. "Recuerden que somos demonios inmortales, pero aún así necesitamos nutrientes. ¿Qué tal si nos organizamos para salir y conseguir algo de carne?"
"Podemos hacer una expedición," propuso Gregory, con una sonrisa traviesa. "Reclutemos un poco de carne, quizás en el bosque cercano. Y, mientras tanto, podemos practicar algunas de nuestras habilidades en combate."
"Eso suena bien," asintió Evan Rui Ayaki, que estaba entusiasmado con la idea de explorar más allá de la fortaleza. "Además, podríamos utilizar esa oportunidad para conocer mejor nuestras habilidades en un entorno real."
Senjuro, que había estado escuchando en silencio, finalmente se pronunció: "Debemos ser cuidadosos. Aunque somos inmortales, eso no significa que no podamos ser heridos o enfrentarnos a peligros. Necesitamos un plan."
Con la decisión tomada, el grupo comenzó a organizarse. Se equiparon con sus armas y habilidades, listos para una expedición que no solo les permitiría cazar, sino también fortalecer su lazo como equipo. Mientras se preparaban, compartieron risas y anécdotas, sintiendo cómo la camaradería se profundizaba en cada momento.
Una vez listos, se aventuraron fuera de la fortaleza, sintiendo la brisa fresca del exterior y el olor de la tierra y la vegetación. A medida que se adentraban en el bosque, el ambiente se llenó de una mezcla de emoción y nerviosismo. Cada paso les acercaba no solo a su próxima comida, sino también a un futuro lleno de posibilidades.
Mientras recorrían el bosque, comenzaron a practicar sus habilidades de combate. Izuku, con su fuerte sentido de la justicia, lideraba los ejercicios, mientras que Killua demostraba su agilidad y rapidez. Gregory y Makoto se enfocaron en la estrategia y la planificación, utilizando su inteligencia para establecer tácticas.
A lo largo del camino, la conversación fluía entre ellos, discutiendo sobre sus sueños y aspiraciones. La idea de las 12 Lunas Demoníacas explorando otros mundos les hacía reflexionar sobre sus propias metas y lo que querían lograr mientras permanecían en su universo.
"Quiero ser más fuerte y proteger a todos los que me importan," dijo Kota, con determinación. "Y quiero ser parte de algo grande, como lo que están haciendo las Lunas."
"Y yo quiero entender más sobre nuestra naturaleza como demonios," añadió Hooni. "¿Por qué somos diferentes? ¿Qué significa ser un demonio inmortal? Hay mucho que aprender."
Con cada conversación, se hicieron más conscientes de sus circunstancias y de las oportunidades que tenían ante ellos. Mientras la luz del día se desvanecía, comenzaron a cazar, buscando carne para satisfacer su hambre, pero también para probar su fuerza.
La expedición no solo les proporcionó alimento, sino que también se convirtió en un momento de autodescubrimiento, donde la unión de sus habilidades y sueños los llevó a un nuevo capítulo en su vida como demonios. Sin importar los desafíos que enfrentaran, sabían que juntos podían superar cualquier obstáculo, y eso les daba la fuerza para seguir adelante.
En un universo alternativo de Demon Slayer, la atmósfera era tensa y oscura en el dominio de Muzan Kibutsuji. Este universo se caracterizaba por una estética más sombría, donde la naturaleza misma parecía estar contaminada por la maldad de los demonios.
Muzan estaba en su sala de trono, rodeado por las 12 Lunas Demoníacas, quienes estaban inquietas por los rumores de un grupo de demonios inusuales que se habían hecho conocidos por sus extravagantes comportamientos y su notoriedad en los medios humanos.
Rui, en particular, observaba con gran interés a su variante, quien, a pesar de ser una versión más débil y vulnerable, tenía un sentido del humor peculiar y una forma de llamar la atención que sorprendía a los demás. Rui siempre había anhelado tener una familia que lo apoyara, y ver a este Izuku, Evan Rui Ayaki y sus amigos actuando tan audazmente lo hizo sentir una mezcla de envidia y admiración.
"¿Qué es esta locura?" exclamó Akaza, visiblemente irritado. "¿Por qué los demonios están haciendo el ridículo en un hospital humano?"
"Parece que están intentando burlarse de los cazadores de demonios," dijo Douma, riendo. "¿Quién lo diría? ¡Demonios en ropa interior! Es un espectáculo que podría aprovecharse."
Kokushibo, con su mirada fría, intervino. "No subestimen su poder solo porque se comportan de esa manera. La verdadera fuerza no siempre se muestra en la batalla. Si son inmortales, podrían ser peligrosos si se unen contra nosotros."
Muzan, con una mirada intensa, se levantó de su asiento. "No me importa su comportamiento. Si han encontrado una forma de hacerse notar, eso puede ser útil. Pero no olviden que son demonios, y siempre están bajo mi control. Si se convierten en una amenaza, no dudaré en eliminarlos."
Rui sintió una punzada de emoción. "Quizás podríamos acercarnos a ellos. Su valentía es admirable, y tal vez podrían ser aliados. No todos los demonios son como nosotros. Algunos buscan su propio camino."
Akaza, escéptico, respondió: "Aliados o no, su comportamiento es una distracción que puede debilitar nuestra posición. Los cazadores se fijarán en ellos y nos harán perder la atención."
Douma sonrió con malicia. "Oh, me encantaría ver cómo esos demonios hacen que los cazadores pierdan la cabeza. Sería un espectáculo digno de ver."
Mientras tanto, en el hospital de ese universo, los ecos de la conversación entre las 12 Lunas Demoníacas resonaban a través del tiempo y el espacio. La variante de Rui, con su grupo, continuaba haciendo olas, sin saber que sus acciones estaban llamando la atención de algunos de los demonios más poderosos del multiverso.
El destino de todos ellos estaba entrelazado, y la historia de Rui, su variante y los demás estaba a punto de tomar un giro inesperado. ¿Podría haber una oportunidad para que estos demonios, que se atrevieron a ser diferentes, cambiaran la narrativa de su existencia? La tensión entre ambos mundos crecía, y el choque de personalidades y ambiciones se acercaba rápidamente.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, y Hooni se encontraban en su fortaleza, experimentando con un artefacto que habían creado juntos. Era un dispositivo diseñado para explorar otros mundos, pero algo salió mal durante la activación. Una chispa brillante de energía se desató y, en un instante, los ocho amigos fueron absorbidos por un vórtice de luz, cayendo en un nuevo universo.
Cuando el brillo se desvaneció, los ocho aterrizaron pesadamente, todos en el suelo, con la cara hacia abajo. Con un ligero aturdimiento, se levantaron lentamente, dándose cuenta de que estaban en un bosque denso, rodeados de árboles altos y oscuros.
"¿Dónde estamos?" preguntó Gregory, mientras se sacudía la tierra de la ropa.
"Esto no parece nuestro mundo," respondió Killua, observando a su alrededor. "Pero la energía aquí se siente... extraña."
"¡Izuku, Evan Rui Ayaki! ¡Mira!" gritó Senjuro, señalando a un grupo de figuras que se acercaban. Al principio, parecían amenazantes, pero al mirar más de cerca, reconocieron a Tanjiro, Nezuko (en su forma demoníaca), Zenitsu e Inosuke.
"¿Quiénes son ustedes?" preguntó Tanjiro, con cautela, sosteniendo su espada. Nezuko observaba a los extraños, su expresión neutral, pero claramente lista para proteger a su hermano.
"Nosotros somos... bueno, venimos de otra realidad," explicó Izuku, intentando calmar la situación. "Yo soy Izuku, y estos son mis amigos: Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma."
"¿Otra realidad?" repitió Inosuke, frunciendo el ceño. "¿Qué demonios significa eso?"
"Estamos aquí por error," añadió Hooni, levantando la mano. "Creíamos que estábamos experimentando con un artefacto que creamos, y bueno, terminamos en este universo."
Zenitsu, que parecía más asustado que nunca, se escondió detrás de Tanjiro. "¿Demonios? ¿Son demonios?"
"No, no somos demonios," aclaró Evan Rui Ayaki rápidamente. "Al menos, no en el sentido en que lo piensas. Algunos de nosotros tenemos habilidades especiales, pero no somos como los demonios que has estado enfrentando."
Tanjiro frunció el ceño, analizando sus palabras. "Si no son demonios, ¿por qué se sienten tan poderosos?"
"Probablemente porque todos hemos tenido experiencias en nuestras propias realidades que nos hicieron más fuertes," explicó Killua. "Pero no estamos aquí para pelear."
Mientras la tensión aumentaba, la curiosidad comenzó a apoderarse de los jóvenes cazadores de demonios. Nezuko, con su naturaleza más empática, se acercó un poco, observando a sus nuevos compañeros.
"Entonces, ¿qué piensan hacer ahora?" preguntó Tanjiro, bajando la guardia, aunque aún sosteniendo su espada con cautela.
"Estamos buscando una manera de volver a nuestro mundo," respondió Makoto. "Pero si podemos ayudarles en algo aquí, tal vez podamos encontrar respuestas."
Inosuke, aún receloso, dijo: "¡No necesitamos su ayuda! Pero si quieren probar su fuerza, podríamos pelear."
"Eso no es necesario," interrumpió Senjuro, con una sonrisa amistosa. "Podemos encontrar una forma de trabajar juntos. Tal vez podamos aprender unos de otros."
La conexión entre estos dos grupos de guerreros comenzaba a formarse. Mientras tanto, Rui, sintiendo la extraña energía de este universo, tenía la sensación de que algo grande estaba a punto de suceder. "De acuerdo, trabajaremos juntos. Pero antes, tal vez debamos hacer una presentación adecuada. Después de todo, hemos venido a este mundo por una razón."
Tanjiro asintió, viendo la determinación en los ojos de Rui. "Entonces, ¡bienvenidos! ¿Qué les parece si nos dirigimos a la aldea más cercana y discutimos cómo podemos ayudarnos mutuamente?"
Con eso, ambos grupos se dispusieron a avanzar juntos, listos para explorar las posibilidades de sus realidades entrelazadas y, quizás, enfrentar nuevas amenazas que se avecinaban en este universo de Demon Slayer.
Mientras Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Hooni estaban en la nueva dimensión, de repente, un gran objeto metálico cayó del cielo con un estruendo ensordecedor. Era una tenaza astro toilet, un artefacto que habían creado en su mundo, diseñado para un propósito muy diferente, pero que ahora parecía un poco fuera de lugar.
"¡Rayos!" exclamó Hooni, cubriendo su cabeza con los brazos mientras el artefacto se precipitaba hacia ellos. "¡Es una tenaza!"
"No puedo creer que esto esté pasando," dijo Makoto, intentando reaccionar a la situación. "¿Qué está haciendo aquí?"
En el último segundo, Izuku levantó una mano. "¡Tenaza, encógete!" gritó, utilizando el comando que habían programado en el dispositivo.
La tenaza, al recibir la orden, comenzó a disminuir su tamaño rápidamente, transformándose de un objeto masivo a uno pequeño que se quedó justo en la palma de su mano. Sin embargo, la reducción no fue suficiente para evitar que cayera sobre ellos y, de hecho, impactó justo en el centro del grupo.
Los ocho amigos cayeron al suelo, aturdidos por el peso del objeto. Mientras tanto, Tanjiro, Zenitsu, Nezuko e Inosuke observaron la escena con asombro, sin comprender del todo lo que estaban presenciando.
"¿Qué demonios es eso?" preguntó Inosuke, mirando la tenaza con desconfianza. "¿Es una trampa de demonio?"
"¿Trampa? No, es un artefacto de otro universo," explicó Gregory, levantándose lentamente y sacudiéndose el polvo. "Nosotros lo hicimos para... bueno, para ayudar con algunos trabajos en nuestra realidad."
Tanjiro se acercó, todavía cauteloso. "¿Y qué se supone que hace?"
"En realidad, es más un gadget de limpieza y mantenimiento," dijo Killua, riendo nerviosamente. "Lo usamos para hacer cosas como recoger objetos y... eh, evitar que se ensucien."
"¡¿Recoger?! ¿Eso es todo?" preguntó Zenitsu, con una mezcla de confusión y miedo. "¿Y por qué se cayó del cielo?"
"Parece que el artefacto no fue programado para aterrizar correctamente," dijo Senjuro, examinando la tenaza que ahora reposaba inofensivamente en el suelo. "Lo bueno es que no nos hizo daño."
"Al menos no somos demonios," agregó Kota, intentando calmar a los demás. "Esto es solo un malentendido."
Nezuko, curiosa, se acercó y tocó la tenaza. La máquina emitió un suave zumbido y parpadeó. "¿Es seguro tocarlo?" preguntó Tanjiro, mirando a su hermana.
"Sí, es seguro. Pero no lo toquen demasiado. Podría ser un poco impredecible," advirtió Izuku, mientras se agachaba para examinar el artefacto.
"¡Mira, tiene un botón!" exclamó Hooni, emocionado, y presionó uno de los botones de la tenaza.
De repente, la tenaza emitió una luz brillante, y todos se quedaron paralizados al ver cómo comenzó a desmaterializarse antes de desaparecer por completo.
"¿Qué acaba de pasar?" preguntó Inosuke, visiblemente confundido.
"Eso fue inesperado," comentó Gregory, mirando el lugar donde la tenaza estaba antes. "Parece que hemos perdido la tenaza."
"Espero que no sea un problema," dijo Makoto, frunciendo el ceño. "No quiero que esto se convierta en un desastre."
Tanjiro, intentando hacer que todos se calmaran, dijo: "Vamos a seguir adelante. Tal vez podamos encontrar otra forma de volver a casa, y esta vez, sin caídas del cielo."
Con eso, los grupos comenzaron a caminar juntos, dejando atrás el incidente con la tenaza, pero con un sentido renovado de camaradería mientras exploraban este nuevo mundo lleno de desafíos y aventuras.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Hooni apenas habían terminado de explicar su llegada accidental a este nuevo universo cuando, de repente, otro de los dispositivos tecnológicos de Izuku Evan Rui Ayaki cayó del cielo, directo hacia ellos.
"¡Ay, por favor, no otra vez!" exclamó Izuku, tratando de esquivar el aparato, pero no tuvo éxito. El dispositivo impactó directamente en ellos, y de alguna forma, en la confusión, sus kimonos se deshicieron, dejándolos solo en sus bragas.
Al ver esto, Rui Ayaki, la versión de este universo, junto con su familia de demonios araña, observó la escena con una mezcla de sorpresa y desconcierto. Su expresión mostraba una mezcla de confusión y curiosidad, especialmente al notar que estos recién llegados eran versiones más fuertes de demonios como él.
Evan Rui Ayaki, mirando a su versión más débil, suspiró con resignación. "Parece que tenemos algunos problemas de tecnología aquí," murmuró, ajustándose como pudo en las bragas mientras se cubría un poco con lo que quedaba de tela.
Rui Ayaki del universo de Demon Slayer no pudo evitar mirarlos detenidamente. "Entonces... ¿son demonios de otro universo y... sin kimonos?" preguntó, aún procesando la situación.
"Sí, somos demonios... aunque esto de estar en ropa interior no es parte del plan," respondió Gregory, cruzando los brazos y mirando con incomodidad al grupo de demonios araña.
Senjuro, con el rostro sonrojado, intentó explicar: "Realmente, no estamos aquí por elección, simplemente algo salió mal."
La familia de Rui los miraba perplejos. Incluso Douma y algunos otros demonios observaban la escena a la distancia, entretenidos con la situación inesperada.
Izuku Evan Rui Ayaki, al encontrar una mochila que había caído con ellos, sacó unas mantas para que él y sus compañeros pudieran cubrirse. Con las mantas alrededor de sus hombros, su expresión cambió de incomodidad a firmeza.
Miró directamente a Rui Ayaki, su contraparte de este universo. "Soy Izuku Evan Rui Ayaki," dijo con voz firme. "Soy como tú, pero más poderoso y más preparado. Te recomiendo que dejes este monte y te refugies en otro lugar, porque hoy vendrán los cazadores, y Tomioka en especial no tendrá piedad."
Rui Ayaki del Monte Natagumo miró a su contraparte con sorpresa, luego bajó la vista, visiblemente perturbado por las palabras de su versión alternativa. Los demonios araña a su alrededor también se mostraban inquietos, sintiendo la tensión en el aire.
"¿Tomioka...?" murmuró Rui Ayaki, pensativo y visiblemente afectado. Aunque era orgulloso, no podía ignorar el hecho de que esta versión de él parecía mucho más fuerte y confiado.
Gregory, observando la situación, apoyó a Izuku Evan Rui Ayaki. "Es mejor que escuches. Si él dice que estás en peligro, no lo tomes a la ligera."
Senjuro asintió, con una mirada de empatía. "Sabemos lo que significa enfrentar a esos cazadores y qué tan fuerte es Tomioka. Este consejo es lo mejor para ti."
Rui Ayaki miró a su familia demoníaca, y aunque su orgullo le decía que no debía retirarse, sus instintos y las palabras de su otra versión le indicaban que tomar precauciones podría ser la mejor decisión.
Tanjiro apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando una inmensa boca apareció de repente en el campo de batalla, dejando escapar una ola de energía sonora que rugió hacia él. La combinación de los quirks activados por Izuku Evan Rui Ayaki transformó el aire en una onda de choque ensordecedora que se acercaba a una velocidad increíble.
Izuku Evan Rui Ayaki miraba fijamente, su expresión fría y calculadora, cada uno de sus movimientos perfeccionado para maximizar el impacto. La piel de acero y el aumento sonoro amplificado le daban una presencia imponente, mientras que su habilidad Overclock aseguraba que cada movimiento y reacción fueran mucho más rápidos de lo que Tanjiro pudiera predecir.
Tanjiro, sin embargo, no era ajeno a enfrentarse a demonios poderosos. Respirando hondo, se centró y desenvainó su espada, preparándose para recibir el ataque. Su concentración se enfocó en la respiración del agua, y en un instante, ejecutó una técnica defensiva en un intento por dispersar la onda sonora. Pero la fuerza de la combinación de quirks de Izuku Evan Rui Ayaki era abrumadora.
La enorme onda sonora lo empujó hacia atrás, obligándolo a usar todas sus fuerzas solo para mantenerse en pie. Con su determinación característica, Tanjiro se levantó una vez más, jadeando pero firme, dispuesto a enfrentar el desafío que Izuku Evan Rui Ayaki había traído a la batalla.
Rui Ayaki miraba con sorpresa a su contraparte, Izuku Evan Rui Ayaki, quien mostraba un poder muy superior al que él mismo poseía. Nunca antes había visto una combinación tan abrumadora de habilidades, y por primera vez sintió que enfrentarse a los cazadores sería inútil si continuaba en el Monte Natagumo.
Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma, y Hooni, quienes se habían acercado a él con urgencia, alzaron la voz al unísono:
—"Ahora vámonos, Rui Ayaki. Deja todo."
Rui Ayaki dudó, mirando el monte que había considerado su hogar y refugio, pero la insistencia en las palabras de sus compañeros era clara. Sabía que quedarse solo significaría su perdición. Con una última mirada a Tanjiro y a los cazadores en el bosque, finalmente asintió y se dio la vuelta para seguirlos.
Juntos, comenzaron a retirarse, dejando atrás el lugar que había sido una prisión y un santuario para Rui Ayaki.
Izuku Evan Rui Ayaki miró a Tanjiro y Nezuko con una expresión desafiante mientras activaba su don Aracne. De las puntas de sus dedos emergieron hilos súper finos, tan duros como el acero y afilados como cuchillas, extendiéndose en una red casi invisible alrededor de sus oponentes. Al mismo tiempo, usó Puñalada Remaches, transformando sus dedos en espinas negras y agrietadas con líneas rojas brillantes, que parecían latir con energía oscura.
Con una velocidad inhumana, los hilos y las espinas se dirigieron hacia Tanjiro y Nezuko. Los hilos cortaban el aire con precisión letal, rodeando a Tanjiro y atrapándolo en un círculo peligroso, mientras las espinas buscaban debilitarlo aún más.
Nezuko, impulsada por su instinto de proteger a su hermano, esquivaba las puntas de las espinas con agilidad demoníaca. Pero los hilos parecían interminables, y cada movimiento de Izuku Evan Rui Ayaki hacía que las fibras se tensaran y presionaran aún más, buscando cualquier apertura para inmovilizar a sus enemigos.
—"¡No podrán escapar de mis hilos!" —exclamó con una voz resonante y confiada, sus ojos destellando con determinación.
Izuku Evan Rui Ayaki se acercó a Tanjiro, su expresión mostrando una mezcla de intensidad y severidad. Con una voz baja pero amenazante, le dijo:
—"Tu hermana, Nezuko, estará en peligro. Sanemi, el Pilar del Viento, no dudará en atacarla cuando lleguen ante el patrón. Y si ella está en su caja bajo la luz del día, Sanemi la apuñalará sin piedad."
Tanjiro lo miró con sorpresa y temor por la advertencia sobre el destino de Nezuko, su mano temblando al aferrar su espada. Pero antes de que pudiera reaccionar, Izuku Evan Rui Ayaki dio media vuelta y se alejó, acompañado de Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni, llevando consigo a Rui Ayaki.
La escena quedó en silencio, dejando a Tanjiro con una creciente angustia y la determinación de proteger a su hermana, aún sabiendo los peligros que enfrentarían en su próxima misión.
En la sede del Cuerpo de Exterminio, Tanjiro y Nezuko fueron escoltados bajo la vigilancia estricta de los Pilares, quienes los miraban con desconfianza y hostilidad. La tensión en el aire era palpable, especialmente mientras Tanjiro enfrentaba los duros cuestionamientos de los Pilares por haber protegido a un demonio, su propia hermana. Sus intentos de explicar la naturaleza especial de Nezuko eran recibidos con incredulidad y desdén.
Sanemi Shinazugawa, el Pilar del Viento, observaba la situación con una mezcla de furia y desprecio. Con sus ojos fríos y su postura amenazante, desenvainó su espada, acercándose a Nezuko con la clara intención de provocar. En ese momento, Tanjiro recordó la advertencia de Izuku Evan Rui Ayaki, y, sin dudarlo, cargó hacia Sanemi.
Con un movimiento rápido y decidido, Tanjiro le dio un cabezazo contundente en la frente a Sanemi. El sonido del impacto resonó en el lugar, sorprendiendo a todos los presentes. Sanemi retrocedió un paso, sorprendido tanto por el golpe como por la valentía del joven cazador.
—¡Nezuko nunca lastimaría a un humano! —exclamó Tanjiro con fuerza, su mirada encendida de determinación—. ¡Es mi hermana, y yo la protegeré, incluso si tengo que enfrentarme a cada uno de ustedes!
El silencio invadió la sala. Aunque los Pilares estaban desconcertados, algunos no podían evitar admirar la tenacidad de Tanjiro. El maestro de los Pilares, Kagaya Ubuyashiki, observaba la escena en silencio, reflexionando sobre la pureza de Tanjiro y la determinación que lo impulsaba a defender a su hermana, incluso en una situación tan arriesgada.
Ubuyashiki intervino, con su voz tranquila y autoritaria, pidiendo a los Pilares que consideraran la posibilidad de aceptar a Tanjiro y a su hermana demonio, Nezuko, dentro del Cuerpo de Exterminio. Sin embargo, su propuesta no fue bien recibida; los Pilares intercambiaron miradas de incredulidad y escepticismo. La idea de permitir la presencia de un demonio, incluso uno que parecía pacífico, era algo que no podían aceptar tan fácilmente.
Sanemi Shinazugawa, con su usual impetuosidad y determinación de acero, decidió demostrarles a todos que la naturaleza de un demonio era incontrolable y peligrosa. Sin decir una palabra, desenvainó su espada y se hizo un profundo corte en el brazo, provocando que la sangre brotara y comenzara a gotear en el suelo frente a Nezuko. La miró intensamente, esperando que el aroma de la sangre humana desatara su instinto de depredador.
—Si realmente ha superado su naturaleza, entonces demuéstrenlo —dijo Sanemi, su mirada dura y retadora puesta en Tanjiro y en Nezuko.
Nezuko, ante la visión de la sangre, se tensó, pero permaneció inmóvil. Sus ojos se posaron en el brazo herido de Sanemi, y aunque el olor era evidente, ella no hizo ningún movimiento para atacarlo. Su rostro reflejaba una lucha interna, una batalla silenciosa para reprimir cualquier impulso que pudiera surgir de su naturaleza demoníaca. Lentamente, Nezuko apartó la mirada, cerrando los ojos con determinación. En su mente, sólo estaba el recuerdo de su familia y la promesa que había hecho de no dañar a ningún humano.
Tanjiro observaba la escena con el corazón en la garganta, sintiendo un profundo orgullo al ver a su hermana resistir. Con voz firme, agregó:
—Nezuko no es como los otros demonios. Ella ha elegido no dañar a los humanos. ¡Ella los protege!
Los Pilares, aunque aún reticentes, comenzaron a mirar a Nezuko con una mezcla de sorpresa y respeto. La demostración de autocontrol de Nezuko, bajo circunstancias tan provocadoras, había plantado una semilla de duda en sus creencias. Kagaya Ubuyashiki, satisfecho, asintió levemente, viendo que poco a poco, sus guerreros empezaban a ver la realidad de lo que Tanjiro y Nezuko representaban.
Mientras los Pilares observaban a Nezuko y Tanjiro en la sede del Cuerpo de Exterminio, una presencia inesperada interrumpió la tensa reunión. Izuku Evan Rui Ayaki, junto a Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni, apareció bajo la luz del sol, algo impensable para demonios normales. Su llegada, caminando sin temor al sol, causó un revuelo entre los Pilares y dejó atónitos a Tanjiro y a Kagaya Ubuyashiki.
Tanjiro miró a Izuku Evan Rui Ayaki y reconoció de inmediato al misterioso demonio que había advertido sobre los Pilares. "¡Tú...!", murmuró con incredulidad, recordando las palabras que Izuku le había dicho sobre Sanemi y la prueba de Nezuko.
Izuku Evan Rui Ayaki, con una mirada calmada, respondió: "Hola. Venimos de otro universo."
Sin perder un segundo, Sanemi, desconfiado y agresivo como siempre, desenvainó su espada y atacó sin dudar. Pero Izuku reaccionó rápidamente. Combinando varias habilidades —"Aumento de Fuerza," "Garras Metálicas," "Overclock," "Brazos Transformadores," "Deformación Física," y "Rivet Stab"—, generó un látigo largo y espinoso, hecho de zarcillos oscuros con líneas rojas brillantes, que atrapó a Sanemi en un instante. Con un movimiento brusco, lanzó a Sanemi al suelo, dejándolo sorprendido y aturdido.
El resto de los Pilares se quedaron en guardia, evaluando la amenaza que estos extraños demonios representaban. Kagaya, sin embargo, mantuvo la calma, observando atentamente. Con serenidad, dijo:
—Parece que sus habilidades están mucho más allá de lo que conocemos. Explíquenme: ¿qué propósito tienen en este mundo?
Izuku Evan Rui Ayaki miró a Kagaya y, con una voz firme, respondió:
—No venimos para pelear. Solo queremos observar y comprender este universo, y tal vez aprender algo de ustedes.
Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni estallaron en risas al ver la confusión en los rostros de los Pilares. El ambiente, que había estado tenso momentos antes, se sentía ahora lleno de una energía sorprendente y relajante.
Senjuro, con una sonrisa traviesa, miró a Rengoku y continuó: "Rengoku, cuida bien a tu hermano. Porque puede convertirse en demonio o, peor aún, quedar solo. Porque tú, Rengoku, morirás a manos de una Luna Superior."
Rengoku, sorprendido por la audacia de Senjuro, levantó una ceja pero no pudo evitar sonreír. "No puedo permitir que eso suceda. Protegeré a mi hermano a toda costa."
Senjuro, con un tono de complicidad, añadió: "Quizás deberías pedirle a Tokito que lo cuide. Después de todo, soy una variante de Senjuro, y él tiene una habilidad impresionante para proteger a los demás."
Los otros demonios intercambiaron miradas divertidas, disfrutando de la broma. Gregory se unió al juego, mirando a Rengoku con un guiño. "¿No crees que sería un buen trato? Además, tengo la sensación de que si Tokito lo protege, quizás le dé un poco de poder extra."
Kota, siempre el más impulsivo, agregó: "¡Vamos, Rengoku! No dejes que la muerte de tu hermano te consuma. Tómalo como un desafío y conviértete en un mejor Pilar!"
Mientras tanto, los Pilares observaban la interacción con asombro. Tanjiro, aún en shock por la revelación de Izuku Evan Rui Ayaki, no pudo evitar sentir una mezcla de admiración y confusión ante la extraña dinámica del grupo.
"¿De verdad crees que puedes predecir el futuro?" preguntó Tanjiro, mirando a Senjuro con curiosidad.
Senjuro, riendo, respondió: "No es solo una predicción, es más bien un recordatorio. Todos tenemos un papel que jugar en esta historia, y lo importante es estar preparados para lo que venga."
Mientras la risa resonaba en la sala, la atmósfera se volvía menos hostil, creando una oportunidad para el diálogo y la comprensión entre dos mundos.
Izuku Evan Rui Ayaki, con una mirada decidida, se dirigió a los presentes y dijo: "Yo, Izuku Evan Rui Ayaki, soy una variante de Rui Ayaki que reencarnó y salvé a mi variante de morir a manos de Tomioka. He venido aquí con un propósito claro."
Senjuro se unió a la conversación, su tono serio pero esperanzador. "Y yo, Senjuro, soy una variante de Senjuro Rengoku. Estoy aquí para salvar a mi variante de nuestro padre. No podemos permitir que las decisiones de otros destruyan lo que podría ser un futuro mejor."
Rengoku, aún procesando la magnitud de lo que escuchaba, sintió un nudo en el estómago. "¿Qué es lo que debo hacer para evitar que esto suceda? No dejaré que mi hermano se aleje de mí ni de nuestro padre borracho. Haré lo que sea necesario para protegerlo."
Izuku Evan Rui Ayaki asintió, sus ojos brillando con determinación. "Así es, Senjuro. Debes estar dispuesto a enfrentarte a tu padre y a los demonios que amenazan tu familia. Tienes el poder para cambiar su destino. El futuro de tu hermano depende de ti."
Senjuro se acercó a Rengoku y puso una mano en su hombro. "No solo se trata de protegerlo, sino de hacer que nuestro padre entienda que el amor y la familia son más importantes que el poder. Si no lo haces, podrías perderlo para siempre."
Rengoku sintió una mezcla de presión y motivación. La conexión con su hermano, el deseo de protegerlo y la responsabilidad que sentía pesaban sobre sus hombros. "Lo haré. No dejaré que las sombras del pasado se interpongan en el camino de nuestro futuro. Eliminaré lo que amenace nuestra unión."
Izuku Evan Rui Ayaki sonrió con orgullo, viendo la determinación en los ojos de Rengoku. "Recuerda, estamos aquí para apoyarte. Juntos, podemos enfrentar cualquier adversidad y crear un futuro donde nuestros lazos familiares sean más fuertes que cualquier obstáculo."
Con la resolución renovada, el grupo se preparó para enfrentar lo que se avecinaba. La alianza entre las variantes de Rui y Senjuro Rengoku se había forjado, y estaban listos para luchar por el futuro de su familia.
Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni llegaron a la playa con entusiasmo, listos para disfrutar de un día bajo el sol. Al quitarse la ropa, se quedaron solo en bragas, riendo y disfrutando del ambiente relajado que ofrecía la playa.
"¡Finalmente, un poco de libertad!", exclamó Izuku, mirando el vasto mar. La brisa marina acariciaba sus rostros y el sonido de las olas les daba una sensación de calma.
Gregory sonrió y comentó: "No hay nada mejor que un día de playa para recargar energías. ¡Vamos a aprovecharlo!"
Senjuro, sintiendo la calidez del sol en su piel, sugirió: "¿Qué tal si hacemos una competencia de natación? Quiero ver quién es el más rápido en el agua."
Killua, siempre competitivo, se rió y respondió: "Te apuesto a que no puedes ganarme, Senjuro. ¡Prepárate para perder!"
Makoto, Kota, Katsuma y Hooni se unieron a la diversión, y pronto comenzaron a correr hacia el agua, riendo y desafiándose unos a otros. Las olas rompían suavemente contra la orilla mientras todos se sumergían, disfrutando del frescor del mar.
Izuku, disfrutando del momento, miró a su alrededor y se sintió agradecido por la compañía de sus amigos y por poder vivir aventuras así. "Este es el tipo de día que necesitamos," dijo, sonriendo.
Bajo el sol radiante, los ocho amigos se zambulleron en el agua, creando recuerdos que atesorarían por siempre. La playa se llenó de risas y juegos, un merecido descanso antes de enfrentar nuevos desafíos.
Los Pilares, junto con Tanjiro, observaban con sorpresa a Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni, que estaban en la playa solo en bragas. Aunque ya los conocían de su anterior encuentro, verlos en una situación tan relajada y poco habitual los dejó perplejos.
Giyū Tomioka, el Pilar del Agua, fue el primero en hablar: "Esto es... inesperado." Su expresión era seria, pero en su interior, no podía evitar sentir una leve curiosidad.
Shinobu Kōchō, con una sonrisa traviesa, agregó: "Parece que han decidido disfrutar del sol. ¡Qué osados! Aunque, espero que no olviden el protector solar."
Kyōjurō Rengoku, siempre lleno de energía, rió alegremente. "¡Nada como un buen día en la playa! Se ve que están disfrutando. Tal vez deberíamos unirnos a ellos."
Mitsuri Kanrōji, sonrojándose un poco, miró a los chicos en bragas y dijo: "Es... interesante verlos así. Son valientes, eso es seguro."
Obanai Iguro observaba desde la sombra, algo escéptico. "No sé si esto es apropiado, considerando su estatus como demonios. Deberíamos mantenernos alerta."
Sanemi Shinazugawa, con una mirada burlona, comentó: "¿Por qué no se visten un poco mejor? Esto es ridículo. Pero, qué más da, al menos están lejos de problemas por ahora."
Gyōmei Himejima, siempre serio, solo observó en silencio, mientras Tengen Uzui se reía a carcajadas. "¡No se preocupen! ¡El sol es para disfrutar! Y estos chicos parecen tenerlo todo bajo control."
Muichirō Tokito, un poco despistado, solo miraba el mar, sin prestar mucha atención a la conversación. "¿Por qué están tan emocionados? Es solo agua..."
Tanjiro, viendo a sus amigos en la playa, no pudo evitar sonreír. "Me alegra ver que están disfrutando de un momento así. Todos necesitamos un descanso de las batallas."
Mientras Zenitsu observaba a Izuku Evan Rui Ayaki y su grupo en la playa, no pudo evitar sonrojarse intensamente. Su mirada se movía entre los amigos en bragas y su rostro se encendía con cada segundo que pasaba. "¡No puedo creer que estén así en público!" murmuró, tratando de cubrir su rostro con ambas manos.
Zenitsu, Kanao e Inosuke llegaron a la playa, sus ojos ampliándose al ver a Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni en bragas.
Zenitsu, con el rostro rojo como un tomate, no pudo evitar dejar escapar un susurro: "¡Qué sexy! No puedo creer lo que estoy viendo..." Su voz temblaba de emoción y asombro.
Kanao, con una sonrisa traviesa, asintió. "Son muy guapos... especialmente los que tienen esos músculos. Me gustaría... nalgar a esos ocho." Su mirada brillaba con un destello de picardía.
Inosuke, sin captar del todo la situación, se acercó con una expresión de emoción. "¡Oye! ¿Por qué no están peleando? ¡Esto no es un campo de batalla! ¿No deberían estar listos para luchar?" Su voz era alta y ruidosa, mientras miraba a los chicos con curiosidad.
Zenitsu, aún sonrojado, replicó rápidamente: "¡Es la playa, Inosuke! No todo es pelear. ¡Mira cómo se ven! Deberíamos disfrutar del momento."
Kanao sonrió, apoyando la idea de Zenitsu. "Sí, además, parece que se están divirtiendo. Tal vez podríamos aprender algo de ellos sobre relajarse."
Inosuke frunció el ceño, todavía un poco confundido. "¿Relajarse? ¿Eso se come? ¡Quiero probarlo!" Su entusiasmo era contagioso.
Los chicos en bragas, al notar la llegada de Zenitsu, Kanao e Inosuke, sonrieron y saludaron, listos para compartir un momento de diversión en la playa, dejando de lado las tensiones de las batallas pasadas.
Los Pilares se detuvieron en seco al escuchar las palabras de Kanao. Un silencio momentáneo llenó la playa mientras sus miradas se dirigían a ella y luego a Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma y Hooni.
Giyū Tomioka, con su habitual seriedad, frunció el ceño levemente. "Eso es... inesperado." Su tono era neutral, pero había una chispa de sorpresa en su mirada.
Shinobu Kōchō soltó una risita, su sonrisa traviesa iluminando su rostro. "Oh, Kanao, ¡parece que has estado observando bien! Esos chicos definitivamente tienen algo atractivo." Su tono era juguetón, disfrutando de la incomodidad de los otros pilares.
Kyōjurō Rengoku, siempre optimista, rió alegremente. "¡Ja! Me gusta su energía. Pero, Kanao, no olvides que siempre debes tener cuidado con lo que deseas. ¡La vida de un cazador está llena de sorpresas!" Su voz era fuerte y vibrante, como siempre.
Mitsuri Kanrōji sonrió, sus mejillas sonrojadas mientras miraba a los chicos. "Yo también creo que son guapos. Es refrescante ver a otros disfrutando del sol y de la playa. Tal vez deberíamos unirnos a ellos."
Obanai Iguro frunció el ceño, pero una pequeña sonrisa asomó en su rostro. "No te distraigas, Mitsuri. La misión sigue siendo nuestra prioridad, pero no puedo negar que esos chicos parecen interesantes."
Sanemi Shinazugawa, cruzando los brazos, dejó escapar un suspiro de frustración. "¿Es en serio? ¿Ahora todos estamos hablando de lo guapos que son? ¡Esto es una pérdida de tiempo!" Sin embargo, había una nota de curiosidad en su voz.
Gyōmei Himejima, siempre sereno, sonrió con bondad. "Es bueno ver que los jóvenes se divierten. Después de tantas batallas, merecen un momento de paz."
Tengen Uzui, el más llamativo de todos, se rió a carcajadas. "¡Kanao, si realmente quieres nalgar a esos chicos, necesitarás un plan! No puedes solo lanzarte al agua así." Su tono era burlón, disfrutando de la situación.
Muichirō Tokito, con su expresión despreocupada, murmuró: "¿Nalgar? No estoy seguro de qué significa eso, pero parece que todos se están divirtiendo." Su falta de comprensión solo hacía la situación más divertida.
Mientras el ambiente en la playa se llenaba de risas y comentarios despreocupados, de repente, el aire se volvió tenso y pesado. Una sombra se proyectó sobre la arena dorada, haciendo que todos los presentes levantaran la vista.
De entre las olas, apareció El Hombre de la Televisión, un ser imponente con una estética peculiar. Llevaba una chaqueta de traje combinada con una elegante corbata violeta que destacaba contra el oscuro de sus pantalones de vestir. Sus zapatos negros pulidos reflejaban el brillo del sol, pero lo que realmente capturaba la atención era su cabeza, un soporte giratorio adornado con múltiples pantallas de televisión anchas. Estas pantallas parpadeaban con imágenes distorsionadas, creando un espectáculo visual inquietante.
A su espalda, las garras de detención estaban listas para atacar, y un arma que se asemejaba a una espada Konda o Hook se encontraba firmemente asegurada. Las placas adicionales en su cabeza le daban un aspecto aún más amenazante, como si fuera una fusión entre tecnología y terror.
Izuku Evan Rui Ayaki, al verlo, sintió una mezcla de orgullo y preocupación. "¡Es mi creación! Pero... ¿qué está haciendo aquí?" Se adelantó, listo para enfrentar cualquier eventualidad, consciente de que esta entidad podría no tener buenas intenciones.
Los Pilares, sorprendidos por la aparición del extraño ser, adoptaron posturas defensivas. Giyū Tomioka se colocó en una posición de combate, su espada desenvainada y lista. "¿Qué es eso? ¿Un nuevo enemigo?"
Shinobu Kōchō observó con curiosidad, interesada por la combinación de tecnología y forma física del hombre. "Parece interesante. ¿Tienes un control sobre él, Izuku?"
Sanemi Shinazugawa se preparó para atacar. "No importa si es tu creación; si representa una amenaza, lo eliminaré sin dudarlo."
Izuku levantó una mano para calmar a todos. "Es una creación mía, pero puede haber algún tipo de error en su programación. Necesito hablar con él."
El Hombre de la Televisión giró su cabeza lentamente, las pantallas mostrando imágenes estáticas y distorsionadas. Su voz resonó como una mezcla de estática y ecos, "He venido a transmitir un mensaje... y no soy un enemigo... a menos que se me provoque."
Izuku Evan Rui Ayaki, al escuchar la afirmación del Hombre de la Televisión, sintió una oleada de alivio mezclada con la responsabilidad que conllevaba tener tal creación.
"¡Encontraste los lirios de araña azul y roja!" exclamó Izuku, emocionado. "Esa planta es crucial para nuestros experimentos y para entender más sobre el poder que puede ofrecer. Si lo tienes en la base, asegúrate de que esté en un lugar seguro."
El Hombre de la Televisión, con su voz resonante y estática, respondió: "Lo he almacenado en la cámara de seguridad. Está bien protegido y bajo vigilancia constante."
Izuku asintió con satisfacción, pero antes de que pudiera preguntar más, el ser comenzó a desaparecer en un humo negro que lo envolvió. "Retirándome, como ordenaste." Las últimas palabras resonaron mientras su figura se desvanecía por completo, dejando tras de sí un ligero rastro de electricidad en el aire.
Los Pilares, que habían estado observando la escena con atención, intercambiaron miradas de sorpresa. Giyū Tomioka, el Pilar del Agua, fue el primero en romper el silencio. "Eso fue... inusual. ¿Qué significa exactamente que es tu creación?"
"Sí, ¿cuáles son sus intenciones?" preguntó Shinobu Kōchō con su característico tono curioso. "¿Puede ser de ayuda para el Cuerpo de Exterminio?"
Izuku, aún un poco distraído por el espectáculo, se volvió hacia ellos. "El Hombre de la Televisión fue diseñado para ayudarme a investigar y experimentar con las propiedades de los lirios de araña. Pero hay un riesgo, ya que su naturaleza puede tornarse peligrosa si no se controla adecuadamente."
Kyōjurō Rengoku, siempre optimista, sonrió. "Entonces, tenemos una nueva herramienta en nuestra lucha contra Muzan. ¿No es eso una ventaja?"
Sanemi Shinazugawa no se mostró convencido. "Una herramienta que puede volverse en nuestra contra. No podemos confiar ciegamente en eso."
Mitsuri Kanrōji, la Pilar del Amor, se cruzó de brazos. "Pero si Izuku lo controla, podríamos hacer grandes avances. Los lirios son muy poderosos, ¿no?"
"Exacto," asintió Izuku. "He estado estudiando sus propiedades, y estoy convencido de que pueden ayudarnos a encontrar una forma de combatir a los demonios de manera más efectiva. Pero debemos ser cautelosos."
Gyōmei Himejima, el Pilar de la Roca, intervino: "Si decides usarlo, asegúrate de que todos estemos al tanto de su funcionamiento. La confianza debe ganarse, pero debemos estar preparados para cualquier eventualidad."
Con un aire de determinación, Izuku respondió: "Lo haré. Me aseguraré de que esté bajo control. Gracias a todos por su apoyo. Necesitamos unir fuerzas y concentrarnos en nuestra misión. ¡Vamos a la base!"
Con eso, el grupo se preparó para marchar hacia la base, sus corazones llenos de determinación mientras se dirigían a enfrentar los desafíos que les aguardaban.
Izuku Evan Rui se sintió satisfecho al pensar en los avances que había hecho con el Large TV Man. "Lo creé en un intento de experimentar con la combinación de tecnología y habilidades demoníacas." comentó, mientras todos se reunían en la base.
"Y no solo eso," continuó Izuku con entusiasmo. "Le he añadido mejoras significativas. Ahora cuenta con un arsenal de armas, incluidas garras de detención y espadas Konda, lo que lo convierte en un poderoso aliado en nuestra lucha."
Senjuro, mirando curioso, preguntó: "¿Qué más puede hacer? Sabemos que tiene capacidad de teletransporte, pero... ¿hay algo más que no hayamos visto?"
"Sí," respondió Izuku, su rostro iluminado por la emoción. "He integrado nuevas funcionalidades en su programación. Puede analizar y adaptar sus tácticas de combate en tiempo real, lo que lo hace más versátil en el campo de batalla. También tiene la capacidad de proyectar imágenes y sonidos para confundir a los enemigos, lo que puede ser útil para distraer o engañar a los demonios."
Killua, siempre intrigado por la tecnología, preguntó: "¿Y qué tal la defensa? ¿Es capaz de protegerse de los ataques enemigos?"
"Absolutamente," afirmó Izuku. "He reforzado su estructura con materiales similares al acero, lo que lo hace resistente a ataques físicos. Además, tiene un sistema de defensa que le permite desplegar un campo de energía temporal que puede desviar algunos ataques."
Los Pilares intercambiaron miradas, impresionados por las capacidades del Large TV Man. Mitsuri Kanrōji sonrió con entusiasmo. "¡Suena increíble! Con esas mejoras, definitivamente podremos utilizarlo en nuestras misiones."
Giyū Tomioka asintió. "Pero también debemos ser cautelosos. Asegurémonos de que pueda ser controlado adecuadamente. La tecnología, aunque útil, puede ser peligrosa en manos equivocadas."
Izuku sonrió, entendiendo la preocupación de Giyū. "Lo sé, y lo tendré en cuenta. Mi objetivo es que el Large TV Man sea una herramienta de apoyo, no una amenaza."
Con el grupo preparado para lo que vendría, se sintieron más seguros al saber que contaban con el Large TV Man y sus nuevas mejoras. Mientras se preparaban para enfrentarse a los demonios y a Muzan, la determinación brillaba en sus ojos. ¡Estaban listos para lo que les esperaba!
El ambiente en la playa cambió de tono cuando Kanao, en un arranque de diversión, decidió darle una nalga a Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma, y Hooni al mismo tiempo. El sonido resonante provocó una serie de gemidos sorprendidos y sonrojados por parte de los ocho, quienes no esperaban ese gesto juguetón.
Tanjiro, Zenitsu, y Kanao se sonrojaron al instante, observando la escena con mezcla de sorpresa y un toque de diversión. Mientras tanto, los Pilares se quedaron boquiabiertos, incapaces de procesar lo que acababa de suceder. Giyū, Shinobu, Rengoku y los demás intercambiaron miradas de asombro, cada uno con sus propias reacciones.
"¿Qué acaba de pasar?" murmuró Rengoku, intentando contener la risa.
Mitsuri, con una sonrisa traviesa, añadió: "Parece que se están divirtiendo mucho."
Sanemi, aunque irritado, no pudo evitar un leve sonrojo en su rostro al ver la situación. "No puedo creer que esto esté sucediendo..." comentó, tratando de mantener su compostura.
Mientras tanto, los ocho chicos se miraron entre ellos, sorprendidos por lo que Kanao había hecho, riendo nerviosamente al darse cuenta de lo inusual que era la situación.
"Eso fue inesperado," dijo Killua, intentando reponerse de la sorpresa.
"Definitivamente no me esperaba eso," agregó Izuku, aún sonrojado, pero con una sonrisa en su rostro.
Kanao se rió con alegría, disfrutando del momento. "¡Solo quería que se divirtieran un poco!"
La tensión se disipó rápidamente mientras todos se unían a las risas, y el ambiente en la playa volvió a ser ligero y amistoso, con la promesa de más aventuras y sorpresas por venir.
La atmósfera en la playa se volvió aún más animada con las palabras de Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma, y Hooni. Cada uno de ellos se estaba divirtiendo a su manera, disfrutando del momento y de la compañía.
Izuku Evan Rui Ayaki sonrió, dejando escapar una risa juguetona: "Me parece que a Kanao le gustó lo que vio. ¡Definitivamente somos un grupo caliente!"
"Parece que Kanao se divirtió un poco demasiado," dijo Gregory, riendo mientras se acomodaba en la arena. "¡No te preocupes, Kanao! Nos encanta la atención."
Senjuro asintió con una sonrisa y agregó: "No puedo creer que Kanao haya sido tan atrevida. Definitivamente le gustó la atención."
Kanao, aún sonrojada, se unió a la risa, tratando de disimular su vergüenza. "¡Solo estaba bromeando! No se lo tomen tan en serio."
"Pero, ¿quién puede culparla?" comentó Killua con una sonrisa traviesa. "Después de todo, somos un grupo bastante atractivo."
Makoto asintió y, con un guiño, dijo: "Y si hablamos de medidas, creo que estamos en la liga." La broma hizo que algunos de ellos se rieran aún más.
Kota, un poco más tímido, murmuró: "Eso sí, ¡nos llevamos bien!" Aunque su voz era baja, todos lo escucharon, lo que provocó más risas.
Katsuma, sin poder contenerse, agregó con un toque de orgullo: "¡Sí, y me gusta que todos tengamos lo nuestro! ¡Dieciocho centímetros de pura diversión!"
Hooni, siempre dispuesto a animar, exclamó: "¡Chicos, creo que esto se está volviendo muy interesante!" Su entusiasmo contagió a todos, haciéndolos reír aún más.
Mientras tanto, Kanao, Zenitsu, y Tanjiro se pusieron rojos al escuchar todos esos comentarios. Zenitsu, nervioso y sonrojado, murmuró: "¿Por qué hablan de eso tan abiertamente?" mientras trataba de esconderse tras su cabello.
Tanjiro, aunque un poco más serio, no pudo evitar sonreír ante la felicidad de sus amigos, incluso si se sentía un poco fuera de lugar en medio de tanta broma. "Supongo que es bueno que todos podamos reírnos y disfrutar del momento," dijo, tratando de mantener la calma en medio del alboroto.
La situación en la playa se volvió más desenfadada con las palabras de Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, y Katsuma.
"Los pilares son demonios pervertidos," comentó Izuku con una sonrisa burlona, levantando una ceja. "Nosotros ya hemos chupado ese ganso, y sí, somos bastante atractivos, pero nunca hemos tenido una chica entre nosotros."
Gregory se rió, inclinándose hacia adelante con interés. "Bueno, ¿quién puede culparnos? Somos un grupo de chicos jóvenes y guapos, después de todo."
Senjuro, con un tono juguetón, agregó: "Puede que haya algunas chicas que no se resistan a nuestra 'atractividad'."
Killua, siempre listo para un comentario sarcástico, intervino: "¿Qué hay de malo en disfrutar de un poco de atención? A veces, una buena charla es suficiente para animar el día."
Makoto sonrió, "Lo importante es que estemos juntos y disfrutemos el momento, ¿no creen?"
Kota, sintiéndose un poco más confiado, comentó: "Quizás deberíamos hacer un plan para atraer a algunas chicas. No siempre tiene que ser solo chicos, ¿verdad?"
Katsuma agregó con entusiasmo: "¡Sí! Un día de diversión con amigos y quizás alguna chica que quiera unirse a nosotros."
La conversación giró en un ambiente de risas y complicidad. Los chicos estaban disfrutando de la libertad de estar en la playa, haciendo bromas sobre su atractivo y lo que podría ser una reunión más animada.
Mientras tanto, los pilares, que observaban desde la distancia, no pudieron evitar sentirse un poco sorprendidos por la confianza de estos jóvenes demonios. Giyū Tomioka frunció el ceño, aún sin saber cómo manejar la situación, mientras que Shinobu no pudo contener una sonrisa divertida al escuchar a los chicos.
"Parece que han creado su propio mundo de locuras aquí," comentó Mitsuri Kanrōji, mirando a los demás pilares. "Quizás deberíamos unirse un poco más a ellos."
La playa se llenó de risas y un ambiente despreocupado, donde los jóvenes disfrutaban de su tiempo juntos, dejando de lado por un momento las complicaciones del mundo demoníaco.
La escena en la playa se volvió aún más divertida cuando Kanao, Tanjiro, Muichiro, y Zenitsu se dieron cuenta de que estaban sonrojados. La risa y la actitud desenfadada de Izuku Evan Rui Ayaki y los demás estaba teniendo un efecto inesperado en ellos.
Kanao, sintiéndose un poco avergonzada por la conversación que había surgido, trató de ocultar su sonrojo, pero no pudo evitar mirar a los chicos con una mezcla de curiosidad y diversión. "¿Por qué tienen que ser tan... atrevidos?" murmuró, intentando sonar seria pero no pudiendo evitar sonreír.
Tanjiro, por su parte, se sonrojó aún más al recordar las palabras de Kanao y cómo se había expresado de forma tan libre. "No puedo creer que estemos hablando de esto..." dijo, mientras trataba de calmarse. "¿Por qué no hablamos de algo más... normal?"
Muichiro, aunque normalmente tranquilo, se sintió un poco fuera de lugar y sonrojado por la atmósfera ligera. "¿Es así como suelen comportarse?" preguntó, mirando a su alrededor con una expresión de confusión divertida.
Zenitsu, como siempre, se dejó llevar por su personalidad dramática, "¡No puedo soportarlo! ¡Esto es tan incómodo y emocionante al mismo tiempo!" gritó, sonrojándose como un tomate mientras se tapaba la cara con las manos.
Y mientras tanto, Nezuko, dentro de su caja, también se sintió sonrojada al escuchar las risas y la conversación atrevida. A pesar de no poder hablar, su rostro reflejaba una mezcla de sorpresa y timidez, lo que era una visión encantadora para quienes la conocían.
La atmósfera en la playa era un cóctel de risas, sonrojos y complicidad, un momento de despreocupación que contrastaba con las serias batallas que todos ellos habían enfrentado juntos. La mezcla de chicos atrevidos y su propio rubor solo hacía que el día fuera más memorable.
La atmósfera en la playa se tornó aún más divertida y desinhibida con las palabras de Izuku Evan Rui Ayaki y su grupo. La mención de "chupado XD hizo que todos estallaran en carcajadas, creando un ambiente festivo y desenfadado.
Gregory se unió a la broma, riendo mientras decía: "¡Eso suena como un récord! ¡Quién lo diría, nosotros los demonios jóvenes y atrevidos!"
Senjuro, con una sonrisa traviesa, añadió: "¿109? ¡Eso es solo el principio! ¡Todavía tenemos mucho tiempo para divertirnos!"
Killua, siempre listo para aprovechar cualquier oportunidad, exclamó: "¡Definitivamente debemos seguir contando! ¡Imagínense la historia que podremos contar después de esto!"
Makoto se rió y dijo: "¡Chicos, esto se está volviendo épico! ¡Debemos dejar una marca en esta playa!"
Kota se sonrojó un poco pero se unió a la diversión. "Creo que esta es la mejor playa a la que hemos ido. ¡Nunca se había sentido tan... emocionante!"
Katsuma, no queriendo quedarse atrás, agregó con una sonrisa: "¡Imaginen lo que dirán las futuras generaciones! ¡Los demonios que conquistaron la playa!"
Mientras tanto, los Pilares, sorprendidos por el desenfreno del grupo, no pudieron evitar sonrojarse y mirarse entre ellos, sintiéndose un poco fuera de lugar en medio de tanto alboroto. Sanemi, aunque intentando mantener su seriedad, finalmente gritó, "¡Ustedes son unos demonios pervertidos!" lo que provocó que todos estallaran en más risas.
La escena se volvió un torbellino de bromas, sonrisas y una camaradería inquebrantable, reflejando un momento de alegría en medio de las dificultades que todos enfrentaban como cazadores y demonios. La playa era un lugar de diversión, un respiro de la dura realidad que los rodeaba.
La risa y la diversión continuaron en la playa, y las palabras de Izuku Evan Rui Ayaki sobre "esa crema blanca" llevaron la conversación a un nuevo nivel de desinhibición. El ambiente estaba cargado de bromas y risas, y la reacción de Kanao, Tanjiro, Muichiro y Zenitsu fue instantánea. Todos se sonrojaron profundamente, sorprendidos por la audacia de los comentarios.
Gregory no pudo evitar reírse y comentó: "¡Eso suena como un festín de demonios! ¡Nunca pensé que diría eso!"
Senjuro, al ver las reacciones de sus amigos, añadió: "Parece que hemos causado un pequeño escándalo. ¿Quién diría que hablar de eso haría que todos se pusieran tan rojos?"
Killua se rió aún más, disfrutando de la incomodidad de los demás. "¡Vamos, es solo una broma! Pero me gusta cómo Kanao se sonroja. ¡Es adorable!"
Makoto miró a los demás y dijo: "Esto definitivamente se está convirtiendo en una playa legendaria. ¡No olvidemos que somos demonios!"
Kota, aún algo tímido, murmuró: "Tal vez deberíamos calmarnos un poco... pero es divertido verlos así."
Katsuma rió y agregó: "¡Esto es genial! ¡Nunca había tenido tanto humor en la playa!"
Mientras tanto, los Pilares intentaron mantener la compostura, pero se dieron cuenta de que la atmósfera relajada y divertida era contagiosa. Muichiro, aunque habitualmente serio, sonrió levemente, disfrutando del momento.
Con risas y comentarios juguetones, todos en la playa se sintieron más unidos, disfrutando de un respiro de sus luchas y responsabilidades.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top