capitulo 27
En su refugio oculto, Izuku Evan Rui Ayaki y sus compañeros —Gregory, Senjuro, Killua, y Makoto, junto con los jóvenes Kota y Katsuma— se encontraban relajándose en ropa íntima femenina, una peculiaridad que todos compartían en privado. Los colores y estilos variaban: desde encajes delicados hasta seda elegante en tonos de negro, morado y rojo, todos ellos contrastando con su apariencia oscura y misteriosa.
Esta preferencia no era algo que discutieran abiertamente, pero les daba una extraña sensación de comodidad y conexión, al recordar que incluso en su naturaleza demoníaca, compartían un lado humano y particular.
Izuku Evan Rui Ayaki y sus compañeros —Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma— convocaron al Titán TV Man Zombi, una terrorífica versión corrompida de su forma original. Este titán se erguía imponente, con su armadura destrozada y las telas de su vestimenta desgarradas, mostrando el desgaste de múltiples batallas. Sus pantallas, ahora convertidas en bocas agrietadas y rotas, emitían un leve destello, y el núcleo en su pecho brillaba de un intenso color rojo, como si fuese la fuente de una energía oscura recién restaurada.
Su espada, antes de un púrpura resplandeciente, había cambiado a un rojo oxidado y peligroso, como si estuviera impregnada de la esencia de los combates que había enfrentado. Esta figura, con su presencia imponente y su apariencia desgastada, representaba un símbolo de la corrupción y el poder que acompañaba a los demonios, sembrando un temor inquietante entre aquellos que lo observaban.
El Titán TV Man Zombi avanzaba hacia la ciudad, con sus bocas de pantalla destrozadas emitiendo gruñidos mecánicos, y su espada oxidada en mano, generando una imagen aterradora mientras se dirigía a asaltar un banco. Sus pasos resonaban con fuerza, cada pisada sacudiendo el suelo y atrayendo la atención de todos a su alrededor.
Gon, su padre, Zushi, Leorio, Kurapika, Tanjiro, Zenitsu e Inosuke observaron al colosal titán desde la distancia, sorprendidos y consternados. La visión de esta imponente figura no era solo amenazante, sino que mostraba claramente la influencia de la familia demonio araña y su líder, Izuku Evan Rui Ayaki. Gon y sus compañeros intercambiaron miradas, cada uno de ellos consciente de que el enfrentamiento sería complicado pero inevitable.
Sin dudar, comenzaron a formular un plan para interceptar al Titán TV Man Zombi antes de que lograra desatar el caos total en la ciudad.
Melissa y Mei llegaron al lugar en un traje de mecha impresionante: un robot colosal con un diseño intimidante y un arsenal para enfrentar al Titán TV Man Zombi. Este traje mecanizado, inspirado en el titán Cameraman, tenía un imponente altavoz de helicóptero negro en el pecho, flanqueado por otros altavoces en los costados que amplificaban su presencia. Con sus extremidades grandes y voluminosas, estaba equipado con un conjunto de cañones láser duales y una espada de energía cuádruple.
Al activar el sistema de combate, el traje emitió un zumbido mientras los cañones y las espadas se encendían, brillando intensamente. Melissa, en control del traje, se dirigió al Titán TV Man Zombi, mientras Mei ajustaba los parámetros de energía para mantener el equilibrio del robot en la pelea.
Al ver este formidable enfrentamiento aproximarse, Gon, Tanjiro y los demás mantuvieron la distancia para evitar quedar atrapados en el campo de batalla, preparados para intervenir si se presentaba la oportunidad.
Mientras el mech de Mei y Melissa cortaba con precisión las manos y piernas del Titán TV Man Zombi, preparándose para un golpe final, la atmósfera cambió drásticamente cuando Izuku Evan Rui Ayaki hizo su aparición. Con un tono amenazador, proclamó que habían cometido un grave error al robar su tecnología.
Al activar el modo Beast Zombie Titan TV Man, la figura del titán se transformó. Su apariencia, similar a la versión anterior, ahora era aún más aterradora: la ropa rasgada, los televisores convertidos en bocas rotas y el núcleo regenerado brillando en un rojo amenazante. Su espada, una obra maestra de ingeniería, se transformó en un mutante con piernas y brazos cibernéticos, recordando a los temibles enemigos de la película Edge of Tomorrow.
Este titán renovado desató un aura de poder abrumador que hizo que Mei y Melissa, dentro de su mech, se sintieran intimidadas. La tensión era palpable mientras el padre de Gon, Gon, Zushi, Leorio, Kurapika, Tanjiro, Zenitsu e Inosuke observaban, sorprendidos por la transformación y el desafío que Izuku había lanzado.
Gon, con determinación, se preparó para actuar, mientras los demás analizaban rápidamente la situación, conscientes de que se encontraban en medio de un enfrentamiento entre titanes tecnológicos y demonios.
El Beast Zombie Titan TV Man, con sus brazos cibernéticos adicionales, comenzó a desatar un ataque devastador. Los tentáculos que emergieron de su cuerpo se movieron con una agilidad sorprendente, destruyendo todo a su paso. Con una combinación de fuerza y velocidad, esos tentáculos comenzaron a golpear el mech de Mei y Melissa, haciendo temblar la estructura metálica mientras se debatían por mantenerse a flote.
Cada golpe resonaba como un trueno, y el mech se tambaleaba ante la ferocidad de los ataques. Los tentáculos se utilizaron no solo para atacar, sino también para moverse estratégicamente: trepaban por los edificios cercanos y cavaban en el suelo, creando un caos total en el campo de batalla.
Mei y Melissa, desesperadas, intentaban contrarrestar los ataques del titán, utilizando sus cañones láser y espadas de energía cuádruple, pero la habilidad del Beast Zombie Titan TV Man para emboscar y atacar desde múltiples direcciones les dificultaba la tarea.
Mientras tanto, Gon y su grupo observaban desde la distancia, atónitos ante el espectáculo de destrucción. Gon, decidido a ayudar, se preparó para lanzar su caña de pescar en un intento de debilitar a la criatura, mientras Kurapika y Leorio formulaban un plan de ataque para enfrentar al titán y rescatar la ciudad de su amenaza inminente.
Mei y Melissa, viendo que la situación se volvía insostenible, activaron la cápsula de escape justo a tiempo. El Beast Zombie Titan TV Man desató su furia, destrozando el mech en una explosión de chispas y metal, que resonó en el aire como un rugido triunfal.
Con el mech destruido, la cápsula de escape se elevó rápidamente, alejándose de la escena del combate. A medida que se alejaban, Mei y Melissa observaban desde la ventana cómo el titan se hundía en el suelo, cavando con su poderío cibernético y desapareciendo de la vista.
El titan había logrado un retiro estratégico, ocultándose bajo tierra mientras el caos se calmaba en la superficie. Mientras tanto, el grupo de Gon, junto a Tanjiro, Zushi, Leorio y Kurapika, se apresuraban a evaluar los daños y tratar de comprender la amenaza que representaba el Beast Zombie Titan TV Man.
"¿Qué fue eso?", preguntó Zushi, con los ojos muy abiertos por la sorpresa. "Ese titan es más formidable de lo que imaginábamos."
"Debemos encontrar una manera de detenerlo antes de que cause más destrucción," respondió Kurapika, su mente trabajando rápidamente para trazar un plan. Con la desaparición del titán, el grupo sabía que su próxima movida era crucial para proteger la ciudad y enfrentar a Izuku Evan Rui Ayaki y su familia demonio araña.
Hisoka, Illumi y Kalluto observaban desde las sombras mientras el Beast Zombie Titan TV Man se retiraba, cavando en el suelo y desapareciendo de la vista. Sus rostros reflejaban una mezcla de interés y preocupación ante la sorprendente escena que se desarrollaba ante ellos.
Hisoka, siempre intrigado por las sorpresas, sonrió con su típica expresión juguetona. "Vaya, parece que la diversión se ha escapado. Ese titan era interesante, pero también peligroso. Me pregunto si podrá regresar."
Illumi, con su mirada fría y calculadora, frunció el ceño. "No subestimes a Rui Ayaki y su familia. Ellos tienen recursos y habilidades que podrían complicar las cosas para nosotros. Tendremos que estar atentos a sus movimientos."
Kalluto, con su usual calma, asintió. "Deberíamos seguirles la pista. Si tienen un titan a su disposición, eso significa que están más cerca de conseguir su objetivo. No podemos permitir que eso suceda."
A medida que el titán se alejaba, los tres comenzaron a trazar un plan. La familia demonio araña, liderada por Izuku Evan Rui Ayaki, se estaba convirtiendo en una amenaza significativa en el mundo de los quirks y los cazadores de demonios. Sabían que su mejor opción sería infiltrarse en su red y descubrir sus intenciones.
"Puedo encargarme de mantener a Gon y sus amigos ocupados mientras ustedes se infiltran," propuso Hisoka, su sonrisa aún presente. "Siempre he disfrutado de jugar con mis presas."
Illumi y Kalluto intercambiaron miradas, y ambos asintieron en acuerdo. Con un plan en marcha, se movieron para seguir su camino, listos para lo que el futuro les deparara en su búsqueda de poder y control.
Mei y Melissa, junto con el padre de Gon, Gon, Zushi, Leorio, Kurapika, Tanjiro, Zenitsu e Inosuke, se reunieron para discutir la amenaza del Beast Zombie Titan TV Man. La situación era crítica, y era imperativo que los pilares fueran informados sobre el nuevo enemigo que se había presentado.
Gon tomó la iniciativa y se dirigió a los pilares que estaban presentes, su voz llena de determinación. "¡Todos, escuchen! El Beast Zombie Titan TV Man ha causado estragos y es un enemigo formidable. Necesitamos unir fuerzas y actuar rápidamente antes de que cause más destrucción."
Mei agregó, "Este titan no es solo una máquina. Ha demostrado tener habilidades únicas y es un producto de la tecnología creada de Izuku Evan Rui Ayaki. ¡No podemos permitir que siga atacando!"
Los pilares se miraron entre sí, sorprendidos y preocupados por lo que habían escuchado. Giyū Tomioka, el Pilar del Agua, fue el primero en romper el silencio. "Si este titan es realmente tan poderoso como dicen, necesitaremos un plan sólido. No podemos enfrentarlo sin prepararnos adecuadamente."
Shinobu Kōchō, la Pilar del Insecto, asintió con gravedad. "No solo debemos estar listos para combatirlo, sino también para proteger a los civiles que podrían estar en peligro."
Mitsuri Kanrōji, la Pilar del Amor, se mostró entusiasta. "¡Deberíamos reunir todos nuestros recursos y estrategias! ¡Si trabajamos juntos, podemos derrotarlo!"
Obanai Iguro, el Pilar de la Serpiente, cruzó los brazos. "No subestimen a Rui Ayaki y su familia. Ellos han demostrado ser astutos. Debemos estar preparados para cualquier trampa."
Sanemi Shinazugawa, el Pilar del Viento, soltó una risa burlona. "¿Un titan y una familia de demonios? Esto se está volviendo un espectáculo. Pero estoy listo para luchar."
Gyōmei Himejima, el Pilar de la Roca, mantuvo su tono serio. "Lo que importa es la seguridad de la humanidad. Necesitamos encontrar el punto débil del titan y aprovecharlo al máximo."
Tengen Uzui, el Pilar del Sonido, se unió a la conversación. "De acuerdo, dividámonos en grupos para investigar y recopilar información. Necesitamos estar un paso adelante de ellos."
Mientras los pilares discutían estrategias, Kagaka llegó rápidamente al lugar, buscando comprender la situación. "¿Qué está pasando? ¿Un titan y Rui Ayaki? Esto es más complicado de lo que pensaba."
Con la información de Mei y Melissa, los pilares se prepararon para un enfrentamiento inminente. Sabían que la batalla sería difícil, pero estaban decididos a proteger al mundo de la amenaza que se avecinaba.
Mientras Gon, Zushi, Leorio y Kurapika se acercaban a la playa, notaron algo inusual en la distancia. A medida que se acercaban, sus ojos se agrandaron al ver a Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma descansando despreocupadamente en sillas de playa. La escena era, para decir lo menos, sorprendente: todos ellos estaban en lencería de mujer, específicamente unas bragas coloridas que dejaban poco a la imaginación.
Gon, tratando de contener la risa y la incredulidad, miró a sus amigos. "¿Qué demonios está pasando aquí? ¿Es esto una broma?"
Zushi, un poco sonrojado, murmuró: "Esto es... muy raro. No pensé que los demonios fueran tan... atrevidos."
Leorio, siempre con su característico sentido del humor, no pudo evitar soltar una carcajada. "¡Esto es definitivamente algo que no esperaba ver! ¿Cómo es que están tan relajados cuando hay un titan suelto por ahí?"
Kurapika, con su usual seriedad, trató de mantener la calma. "Lo importante es que no subestimemos su poder, aunque se vean... así. No debemos permitir que la apariencia nos engañe."
Mientras tanto, Izuku Evan Rui y su grupo seguían durmiendo plácidamente, ignorantes del escándalo que estaban causando. Gregory se movió un poco en su silla, mientras que Katsuma se dio la vuelta, mostrando aún más su lencería.
"¡Esto no se puede dejar así!" exclamó Gon, tratando de hacer que sus amigos se concentraran. "Necesitamos averiguar qué están planeando."
"¿Por qué no los despertamos?" sugirió Zushi, con una sonrisa traviesa. "Tal vez se sorprendan un poco."
"Eso podría ser divertido," dijo Leorio, preparándose para hacer ruido.
Mientras tanto, el grupo en la playa continuaba disfrutando de su siesta despreocupada, ajenos a la confusión y el asombro que estaban provocando en sus observadores. La escena estaba a punto de volverse aún más caótica.
Mientras Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, y Katsuma seguían disfrutando de su siesta en la playa, un temblor repentino en el suelo interrumpió la calma. Desde la distancia, el Beast Zombie Titan TV Man emergió, su figura imponente y amenazadora proyectándose sobre la playa. Con su cuerpo regenerado y su aspecto más aterrador que nunca, el titan comenzó a moverse hacia ellos.
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika, que observaban desde la distancia, se sintieron instantáneamente alertas. "¿Qué está haciendo ese titan aquí?" preguntó Zushi, mirando con preocupación.
El Beast Zombie Titan TV Man, con sus brazos cibernéticos adicionales, comenzó a gritar y a moverse de manera amenazante, haciendo que la arena se levantara a su alrededor. Izuku Evan Rui, al notar la presencia del titan, se despertó de su siesta, todavía aturdido. Sin embargo, su instinto rápidamente tomó el control.
"¡Todos a la base! ¡Ahora!" ordenó Izuku Evan Rui con un tono autoritario. Su rostro mostraba seriedad mientras sus ojos miraban fijamente al titan que se acercaba. Gregory y los demás, aún en sus lencerías, se pusieron de pie de inmediato, dejando atrás sus momentos de relajación.
"No puedo creer que esto esté pasando ahora," murmuró Killua, mientras comenzaban a correr hacia la base, su mente aún confundida por la repentina interrupción.
El Beast Zombie Titan TV Man intentó alcanzarlos, pero Izuku Evan Rui se giró hacia él y gritó: "¡Regresa a tu lugar! No tengo tiempo para ti ahora." Con esa orden, el titan se detuvo por un momento, dudando ante la autoridad de su creador.
Mientras tanto, Gon, Zushi, Leorio y Kurapika observaban la escena desde la distancia, completamente atónitos. "¿Es su creación? ¿Realmente está bajo su control?" preguntó Leorio, frunciendo el ceño.
"No parece que lo controle completamente," respondió Kurapika, analizando la situación. "Si se descontrola, podría ser un gran problema."
"Debemos actuar rápido," dijo Gon, decidido. "No podemos permitir que eso cause más caos. Necesitamos encontrar una manera de detenerlo."
El grupo de Izuku Evan Rui continuó su camino hacia la base, mientras el titan, tras recibir la orden, cavó nuevamente en el suelo, desapareciendo de la vista y dejando un rastro de destrucción a su paso. La tensión en el aire era palpable, y todos sabían que la calma no duraría mucho.
Mientras Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma se retiraban a su base, comenzaron a discutir sobre el potencial destructivo del Beast Zombie Titan TV Man. La tensión se sentía en el aire, y sus palabras resonaban en las cercanías, sin darse cuenta de que Gon, Zushi, Leorio y Kurapika los estaban escuchando escondidos.
"¡El Beast Zombie Titan TV Man es nuestra creación!" proclamó Izuku Evan Rui con orgullo. "Sus brazos y piernas cibernéticos adicionales son armas implacables. ¡Lo controlamos totalmente! No hay nada que se le pueda enfrentar." Su voz estaba llena de confianza, y sus ojos brillaban con emoción ante el poder que habían desatado.
"¿Imparable, dices? Me gustaría verlo," murmuró Killua, una sonrisa desafiante dibujándose en su rostro. "Sería interesante enfrentarlo en combate."
"Cuidado, Killua," interrumpió Gregory. "No debemos subestimar su potencial. Si no lo controlamos adecuadamente, podría volverse contra nosotros."
Senjuro asintió, manteniendo un tono serio. "Es cierto. Necesitamos asegurarnos de que siga nuestras órdenes. Si se sale de control, puede causar más destrucción de la que podemos manejar."
Mientras tanto, Gon, Zushi, Leorio y Kurapika se intercambiaron miradas alarmadas. "¿Controlan realmente a esa cosa?" preguntó Zushi, tratando de procesar lo que acababa de escuchar.
"Es un arma muy poderosa," respondió Kurapika. "Si tienen el control, podría ser un gran problema para todos nosotros."
"Pero, ¿y si no lo tienen?" intervino Leorio, frunciendo el ceño. "Podría convertirse en una amenaza incontrolable."
"Debemos informarle a los demás," dijo Gon, decidido. "No podemos permitir que eso continúe. Si el Beast Zombie Titan TV Man está fuera de control, es nuestra responsabilidad detenerlo antes de que cause más daño."
Mientras Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma se encontraban en la playa, la diversión se vio interrumpida por una molesta sensación de arena en sus bragas.
"¡Maldita sea, tenemos arena en nuestras bragas!" exclamó Killua, frunciendo el ceño mientras intentaba sacarse la arena de la ropa interior.
"Esto es incómodo," añadió Gregory, haciendo una mueca y comenzando a quitarse la arena por debajo. Senjuro y Makoto siguieron su ejemplo, mientras Kota y Katsuma intentaban contener la risa.
"¡Espera! ¡No podemos quedarnos así!" dijo Izuku Evan Rui con una sonrisa burlona, mirando a sus amigos. "¡Vamos al agua y nos quitamos el resto!"
Sin más preámbulos, el grupo se dirigió hacia el mar, donde el agua fresca les brindaría un alivio del calor y la incomodidad de la arena. Rieron y jugaron mientras se mojan, sintiendo la brisa marina en sus rostros. La situación se volvió más ligera, olvidando temporalmente las preocupaciones sobre el Beast Zombie Titan TV Man y sus responsabilidades.
Mientras tanto, en la distancia, Gon, Zushi, Leorio y Kurapika observaban la escena con una mezcla de incredulidad y sorpresa. "No puedo creer lo que están haciendo," comentó Zushi.
"Sí, parece que se olvidaron de que son parte de una familia demoníaca," dijo Kurapika, tratando de contener la risa.
"¿Deberíamos interrumpirlos?" preguntó Leorio, aunque ya estaba pensando en lo ridículo de la situación.
"Tal vez deberíamos esperar un momento. No creo que eso cambie la amenaza que representan," respondió Gon, con una pequeña sonrisa. "Pero es bueno ver que están relajándose un poco."
Con eso, el grupo se quedó observando, esperando el momento adecuado para actuar y, tal vez, planear su próximo movimiento contra el Beast Zombie Titan TV Man y los demonios araña.
En el hotel, después de un refrescante baño en la playa, Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, y Katsuma se reunieron en la habitación, listos para relajarse un poco después de sus aventuras. La atmósfera era divertida y despreocupada.
"¿Qué tal si usamos vibradores debajo de nuestras bragas como reto?" sugirió Izuku Evan Rui, con una sonrisa traviesa. La idea fue recibida con risas y una mezcla de sorpresas.
"Eso suena... interesante," dijo Senjuro, con un brillo travieso en sus ojos. "Pero, ¿qué pasa si alguien se ríe demasiado y nos descubre?"
"¡Eso lo haría más divertido!" exclamó Killua, mientras los demás reían y discutían sobre el desafío.
Gregory miró a los demás y, con una sonrisa maliciosa, dijo: "Vamos, ¿quién tiene miedo? Es solo un reto divertido entre amigos."
Makoto, siempre dispuesto a unirse a las locuras del grupo, asintió entusiastamente. "¡Yo estoy dentro!"
Kota y Katsuma intercambiaron miradas nerviosas pero decidieron unirse al desafío, sabiendo que sería una gran historia que contar más tarde.
Mientras tanto, en la base, el Beast Zombie Titan TV Man estaba profundamente dormido, ignorando las travesuras de sus creadores. Su forma gigantesca permanecía inactiva, aunque su presencia siempre era una amenaza latente.
Con el plan en marcha, Izuku Evan Rui y su grupo se prepararon para llevar a cabo su divertido reto, riendo y disfrutando de la camaradería que compartían, incluso en medio del caos que solían enfrentar como parte de su vida. ¿Quién ganaría el reto? Esa era una historia que solo el tiempo diría.
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika estaban escondidos detrás de unas plantas cercanas al hotel, tratando de averiguar qué hacían Izuku Evan Rui y sus amigos. La curiosidad llenó el aire mientras Gon se preguntaba qué podría estar pasando.
"¿Vibradores? ¿Qué son exactamente?" preguntó Gon, frunciendo el ceño. Sus amigos, Zushi, Leorio y Kurapika, intercambiaron miradas de entendimiento, pero también de confusión.
Zushi, que había leído sobre muchas cosas curiosas, se aclaró la garganta. "Son... dispositivos que vibran. Se usan para diferentes cosas, principalmente en la intimidad," explicó con un tono que intentaba ser serio, pero que solo hacía que la situación fuera más graciosa.
Leorio se echó a reír, intentando contener su risa. "No puedo creer que Gon no sepa qué son. ¡Es algo común! Tal vez deberíamos explicárselo más a fondo..." Su tono era bromista, pero en el fondo, no quería que Gon se sintiera incómodo.
Kurapika, tratando de mantener la calma y el enfoque en la situación, intervino. "Lo importante es que no deberíamos estar espiando. Deberíamos regresar y contarles a los pilares sobre el Titan. Eso es más urgente."
Gon, aún confundido, asintió lentamente. "Sí, tienes razón. Pero ahora tengo curiosidad por lo que están haciendo. Tal vez podamos investigar un poco más."
Mientras tanto, en el hotel, Izuku Evan Rui y sus amigos continuaban riendo y planeando su reto, ajenos a la atención que estaban recibiendo. Gon y su grupo decidieron que necesitaban más información antes de actuar. La curiosidad de Gon podría llevarlos a una situación inesperada, pero sabían que tenían que mantener el enfoque en lo que realmente importaba.
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika se quedaron en silencio, sus ojos bien abiertos mientras escuchaban los gemidos que provenían del hotel. Las voces sonaban inusuales, casi como si fueran tortugas haciendo ruidos extraños. La confusión se apoderó de ellos nuevamente.
"¿Qué fue eso?" preguntó Zushi, frunciendo el ceño. "Suena como si... algo raro estuviera pasando."
Leorio se rió nerviosamente. "¿Por qué están sonando así? ¿Acaso están teniendo una competencia de ruidos de animales o algo así?"
Kurapika, tratando de mantener la compostura, dijo: "No creo que eso sea normal. Deberíamos asegurarnos de que estén bien... o al menos saber qué está pasando."
Gon, aún confundido, asomó la cabeza por un pequeño espacio entre las plantas, intentando ver algo. "Tal vez están... haciendo algo extraño con los vibradores que mencionaron antes."
Zushi asintió, un poco nervioso. "Sí, eso suena plausible. No sé si deberíamos seguir espiando, pero definitivamente hay algo raro aquí."
Mientras tanto, en el interior del hotel, Izuku Evan Rui y su grupo estaban envueltos en una mezcla de risas y gemidos, disfrutando de su propio juego y haciendo que la situación fuera aún más extraña. La combinación de sus voces inusuales y las risas resonaba en el aire, creando un ambiente peculiar y desconcertante que solo aumentaba la curiosidad de Gon y sus amigos.
Finalmente, Kurapika tomó la iniciativa. "De acuerdo, vamos a acercarnos un poco más, pero debemos ser sigilosos. No queremos que se den cuenta de que estamos espiando."
Con ese plan, el grupo se movió con cuidado hacia el hotel, decididos a descubrir qué estaba ocurriendo realmente.
Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma se miraron entre sí, un poco avergonzados después de la revelación de su "accidente".
"¡Maldición! ¡Nos mojamos de semen!" exclamó Killua, tratando de sacudir su ropa mientras todos intentaban ocultar su incomodidad.
Gon, todavía sin entender del todo la situación, preguntó: "¿Qué cosa blanca?"
Zushi, visiblemente sonrojado, se atrevió a responder, "Es... semen. Es lo que... lo que los hombres producen durante... ese tipo de actividades." Su voz se volvió más baja y nerviosa.
"¿Semen? ¿Eso significa que estaban haciendo algo raro?" Gon frunció el ceño, su mente tratando de procesar la información. "No entiendo, ¿por qué harían eso?"
Leorio, por su parte, se sintió incómodo y trató de cambiar de tema. "No, no, esto no es lo que parece. ¡Es solo un malentendido! Seguro que estaban solo... haciendo experimentos, sí, experimentos." Su nerviosismo era evidente.
Kurapika, intentando mantener la calma en medio de la confusión, se unió a la conversación. "Tal vez deberíamos hablar con ellos y aclarar las cosas. No podemos simplemente quedarnos aquí sin entender lo que realmente está sucediendo."
Mientras tanto, dentro del hotel, Izuku Evan Rui y su grupo intentaban limpiar el semen que les había salpicado. Risas y comentarios incómodos llenaban el ambiente mientras todos se sentían un poco avergonzados, pero también divertidos por lo ocurrido.
Gon y sus amigos, aún intentando comprender la situación, decidieron acercarse un poco más, decididos a descubrir lo que realmente estaba sucediendo en el interior del hotel.
Izuku Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma estaban en una conversación ligera mientras se limpiaban y se reían de la situación.
"¿Sabes? Esto me recuerda al yogur," comentó Izuku con una sonrisa traviesa, mientras miraba la "cosa blanca" que aún estaba sobre ellos. "Tal vez deberíamos probarlo, ¡podría saber bien!"
"¿Yogur?" exclamó Killua, riendo. "¿Estás loco? No creo que eso sea lo mismo, pero suena interesante."
"Vamos, solo un poco no hará daño," bromeó Gregory, mientras se acercaba a la "cosa blanca". "Podría ser un nuevo sabor, el sabor del verano."
Mientras tanto, en el exterior, Gon estaba completamente confundido. "¿Qué están diciendo? ¿Yogur? ¿Por qué hablarían de eso?" Su frente se frunció, sin entender el chiste.
Zushi, sonrojado y un poco avergonzado por la conversación que escuchaba, se unió a Gon. "Deberíamos ir a ver qué hacen. Tal vez... tal vez solo estén bromeando."
Leorio, tratando de cambiar de tema y algo preocupado, sugirió: "¡Eh! ¿Por qué no mejor vamos a buscar algo de comer en vez de pensar en eso? Hay una heladería cerca."
Kurapika asintió, aunque todavía con curiosidad sobre lo que realmente estaban haciendo. "Sí, mejor dejemos esto por ahora. No necesitamos meternos en problemas."
Con esa decisión, Gon, Zushi, Leorio y Kurapika se alejaron del hotel, dejando atrás las risas y las travesuras de Izuku y su grupo, mientras se dirigían a buscar algo más ligero y menos complicado que yogur.
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika se reunieron con los Pilares en un lugar apartado, listos para compartir las sorprendentes noticias sobre la creación de Izuku Evan Rui Ayaki y su equipo. Cada uno de los Pilares escuchaba atentamente, sabiendo que cualquier información sobre los demonios y sus habilidades era crucial.
"¡Escuchen! Izuku y su grupo han creado algo increíble," comenzó Gon, todavía un poco emocionado. "Se llama Beast Zombie Titan TV Man. Tiene brazos y piernas cibernéticas, y es una arma imparable. Ellos lo controlan."
Zushi se unió a la explicación, agregando más detalles. "Vimos cómo se movía y atacaba. Sus brazos cibernéticos le permiten cavar en el suelo y emboscar a sus enemigos. Es bastante aterrador."
Leorio, tratando de enfatizar la gravedad de la situación, dijo: "Este titan podría causar muchos problemas si no lo detenemos. Debemos averiguar cómo funciona y encontrar una manera de enfrentarlo."
Kurapika, con su mirada seria, agregó: "No solo es una amenaza, sino que también demuestra el ingenio de Izuku y su grupo. Debemos estar preparados para cualquier cosa que puedan lanzar contra nosotros."
Los Pilares intercambiaron miradas de preocupación. Giyū Tomioka, siempre el más tranquilo, comentó: "Si ellos han creado un arma así, debemos reunirnos y trazar un plan para enfrentarlos antes de que se convierta en un verdadero problema."
Shinobu Kōchō, con su aguda inteligencia, sugirió: "Podemos utilizar nuestras habilidades combinadas para debilitar al titan. Quizás incluso podamos infiltrarnos en su base y descubrir más sobre cómo lo controlan."
Mitsuri Kanrōji, con su energía optimista, añadió: "¡Podemos hacerlo! Con la fuerza de todos nosotros, podemos detener a Izuku y su creación. No dejaremos que esta amenaza se convierta en una pesadilla para la humanidad."
Obanai Iguro, siempre atento, dijo: "No subestimen el ingenio de ese grupo. Necesitamos más información sobre su tecnología y cómo la utilizan."
Sanemi Shinazugawa, que estaba cada vez más inquieto, expresó: "No perdamos tiempo. Si este titan es lo que dicen, debemos actuar rápido. No podemos permitir que eso esté suelto."
Gyōmei Himejima, con su profunda voz, añadió: "Juntos, somos fuertes. Debemos coordinarnos y preparar nuestras estrategias para asegurarnos de que podamos enfrentar esta nueva amenaza."
Tengen Uzui, siempre lleno de energía, concluyó: "¡Perfecto! Reunámonos y preparemos un plan. No dejaremos que esto nos tome por sorpresa. ¡Vamos a darles una lección!"
Con el consenso de todos, los Pilares comenzaron a trazar un plan, sabiendo que el Beast Zombie Titan TV Man era solo el principio de lo que Izuku Evan Rui Ayaki y su grupo podrían estar planeando. La lucha estaba lejos de terminar, y su determinación crecía con cada momento.
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika se aseguraron de mantener en secreto los detalles más escandalosos sobre la situación con Izuku Evan Rui Ayaki y su grupo. En su reunión con los Pilares, se centraron exclusivamente en el tema del Beast Zombie Titan TV Man.
"Lo más importante es que han creado una amenaza," dijo Gon, tratando de sonar lo más serio posible. "Este titan es el resultado de su tecnología y lo controlan, lo que significa que debemos estar preparados para cualquier cosa."
Zushi asintió con la cabeza. "Sus brazos cibernéticos le permiten moverse rápidamente y atacar sin previo aviso. Es una creación impresionante y aterradora a la vez."
Leorio, siempre el pragmático del grupo, agregó: "No podemos subestimar esto. Necesitamos un plan para neutralizarlo. Si no, podría causar estragos en la ciudad."
Kurapika, que siempre estaba atento a los detalles, mencionó: "Debemos investigar más sobre cómo funciona su control sobre el titan. Si encontramos una debilidad en su tecnología, podríamos tener una oportunidad."
Los Pilares, intrigados pero también preocupados, prestaron atención a cada palabra. Giyū Tomioka tomó la iniciativa y dijo: "Entonces, la prioridad es averiguar cómo enfrentar a este Beast Zombie Titan. No dejaremos que se convierta en un problema mayor."
Shinobu Kōchō, siempre analítica, sugirió: "Podríamos enviar a un grupo a espiar a Izuku y su equipo para aprender más sobre sus planes y su tecnología."
Con un consenso en la sala, los Pilares comenzaron a discutir estrategias y a organizar un plan de acción. Sabían que la batalla que se avecinaba podría ser difícil, pero juntos estaban decididos a proteger a la humanidad de esta nueva amenaza que había surgido de las sombras.
Mei y Melissa llegaron con una propuesta audaz, listas para compartir su plan con los Pilares y sus amigos. Al entrar, todos los presentes se volvieron hacia ellas, intrigados.
"Escuchen," comenzó Mei, su voz firme y decidida. "Hemos estado pensando en cómo neutralizar la amenaza que representa Izuku Evan Rui Ayaki y su grupo. La idea es enviar a ellos, junto con su fortaleza y sus armas, a otro universo. Un mundo donde no tengan acceso a nen, magia, o cualquier otro tipo de poder."
Melissa asintió, apoyando la idea. "En este nuevo universo, aunque ellos aún conservarían sus habilidades, estarían limitados. No podrían usar su poder para atacar porque estarían en un mundo común, sin ningún tipo de energía sobrenatural. Esto nos daría tiempo para prepararnos y encontrar una forma de detenerlos permanentemente."
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika intercambiaron miradas de asombro. "¿Pero cómo lo haríamos?" preguntó Leorio, claramente interesado pero escéptico.
Mei explicó, "Hemos estado trabajando en una tecnología que puede abrir portales interdimensionales. Con la ayuda de algunos aliados, podríamos crear un campo de energía que les transporte a este nuevo mundo, manteniendo todo lo que tienen, pero sin la capacidad de hacer daño."
"¿Y las 12 Lunas Demoníacas?" preguntó Zushi. "¿Cómo afectaría esto a ellos?"
"Lo mismo se aplicaría a ellos," respondió Melissa. "Serían enviados con su poder, pero sin la posibilidad de usarlo contra nosotros. La idea es aislarlos, darles un lugar donde no puedan amenazar a nadie."
Sanemi, uno de los Pilares más escépticos, frunció el ceño. "¿No es un riesgo? ¿Qué pasaría si logran encontrar una forma de adaptarse en ese mundo?"
"Es una posibilidad," admitió Mei, "pero es un riesgo que debemos asumir. Necesitamos actuar antes de que se convierta en una amenaza más grande. Además, no podemos permitir que sigan creando monstruos como el Beast Zombie Titan TV Man."
Giyū, reflexionando, finalmente habló. "Si decidimos hacerlo, necesitamos un plan bien coordinado y asegurarnos de que podamos abrir el portal sin contratiempos."
Con la decisión de enviar a Izuku y su grupo a un mundo sin poderes, el grupo comenzó a trazar un plan de acción. Sabían que tenían que actuar rápido, antes de que la situación se volviera aún más peligrosa.
Mei y Melissa trabajaban frenéticamente en el portal, usando todos los conocimientos y tecnologías avanzadas que habían desarrollado. Sin embargo, se encontraron con un obstáculo inesperado: el núcleo dimensional, pieza esencial para estabilizar el portal y realizar un envío seguro, resultó ser solo un prototipo incompleto. Izuku Evan Rui Ayaki, con su capacidad ingeniosa, había diseñado este núcleo, pero no lo había terminado del todo, dejándolo con ciertas limitaciones en cuanto a estabilidad y potencia.
Melissa frunció el ceño, revisando los planos de Izuku que habían conseguido. "Este prototipo puede funcionar por unos minutos, pero no resistirá el tiempo suficiente para enviar a todos ellos y su fortaleza," comentó con preocupación. "Si se desestabiliza en medio del proceso, todo podría fallar... o peor, podríamos crear una fisura dimensional incontrolable."
Mei, sin perder el ánimo, respondió: "Izuku debe tener un núcleo dimensional completo en su fortaleza. La clave será infiltrarse y conseguirlo. Una vez que tengamos ese núcleo, podremos construir un portal lo suficientemente estable para enviarlos a otro universo sin ningún fallo."
Ambas sabían que robar el núcleo dimensional de la fortaleza no sería fácil. La fortaleza estaba altamente protegida por la familia araña, las Lunas Demoníacas, Nomus, y otras armas biológicas. Sin embargo, Mei y Melissa no pensaban rendirse. Determinadas a completar su plan, comenzaron a delinear la estrategia para infiltrarse en la fortaleza, preparándose para enfrentar cualquier peligro que pudieran encontrar.
Mientras tanto, en la fortaleza, Izuku y sus aliados seguían ajenos a la amenaza que se cernía sobre ellos.
Mei tuvo una inspiración repentina mientras revisaba los planos. Se le ocurrió que podrían modificar el núcleo láser avanzado, otro de los proyectos de Izuku Evan Rui Ayaki, para fortalecer el prototipo del núcleo dimensional. Este núcleo láser, diseñado originalmente para generar una enorme cantidad de energía estable en poco tiempo, podría ser adaptado para proporcionar la potencia y estabilidad necesarias para el portal.
"Si logramos integrar el núcleo láser, podríamos estabilizar el portal el tiempo suficiente para transportar la fortaleza y a todos ellos a otro universo," explicó Mei emocionada. "Solo necesitamos ajustar las frecuencias de energía para que el láser soporte la presión dimensional sin sobrecargarlo."
Melissa asintió, viendo el potencial del plan. "¡Es brillante, Mei! Eso nos permitiría eludir la necesidad del núcleo completo de la fortaleza. Aunque será arriesgado, porque cualquier error en el ajuste de frecuencias podría causar una sobrecarga, el tiempo será suficiente para enviarlos."
Ambas se pusieron a trabajar rápidamente, realizando cálculos y ensamblando las piezas necesarias para vincular el núcleo láser al prototipo dimensional. El proceso era complejo y requería ajustes minuciosos, pero con sus conocimientos combinados y una planificación cuidadosa, lograron estabilizar la estructura temporalmente.
Con el portal listo y el núcleo láser ajustado, Mei y Melissa sabían que no tenían mucho tiempo antes de que Izuku y su grupo pudieran descubrir el plan.
Mei y Melissa habían completado la construcción de un cañón dimensional, una poderosa arma capaz de activar el portal y enviar a Izuku Evan Rui Ayaki, su familia de demonios araña, y toda su fortaleza, junto con sus armas biológicas y Nomus, a un universo sin poderes. Sabían que este cañón dimensional era su única esperanza para contrarrestar el inminente ataque de Izuku y sus aliados.
Mientras tanto, Izuku, junto con su familia demoníaca —Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma—, las 12 lunas, y una armada de armas biológicas y Nomus, comenzaron a moverse hacia la resistencia, que incluía a los Pilares, los Cazadores y los Hunters. La batalla prometía ser brutal, y el poder combinado de Izuku y sus aliados era una amenaza difícil de superar.
Cuando el ataque comenzó, los Pilares, Cazadores y Hunters lucharon con todas sus fuerzas, pero las habilidades demoníacas y los Nomus superaban en número y fuerza a muchos de sus guerreros. Sin embargo, Mei y Melissa, desde una posición oculta, se preparaban para activar el cañón dimensional en el momento preciso, esperando que pudiera atrapar a Izuku y a todos sus aliados sin causar daños colaterales.
Mientras los combatientes estaban distraídos en el campo de batalla, Mei apuntó el cañón dimensional hacia la fortaleza de Izuku. "Es ahora o nunca, Melissa," dijo, con determinación. Melissa asintió y presionó el botón de activación.
El cañón dimensional alcanzó la Fortaleza del Infinito, y su poderoso núcleo comenzó a abrir un vórtice que succionó a Izuku Evan Rui Ayaki, su familia de demonios araña —Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma—, las 12 lunas y todas sus armas biológicas y Nomus. Mientras la fortaleza se desmoronaba, Killua lanzó un grito de desesperación llamando a Gon, mientras Izuku, con un tono amenazante, declaró: "¡Esto no se quedará así! ¡Pagarán caro y quedarán atrapados aquí para siempre!"
En un último intento de venganza, Izuku activó un láser desde sus uñas, apuntando directamente al núcleo dimensional del portal. Su disparo fue certero y alcanzó el núcleo, destruyéndolo en el último momento. Sin embargo, antes de que pudieran detener su succión, el vórtice los absorbió por completo, cerrándose en un destello final de luz.
Finalmente, los buenos —los Pilares, los Cazadores y los Hunters— observaron cómo la amenaza de Izuku y sus aliados se desvanecía en el portal destruido. La paz había sido restaurada gracias al sacrificio y la estrategia de Mei y Melissa. Aunque sabían que el precio fue alto, los héroes celebraron su victoria, conscientes de que el universo estaba a salvo de la amenaza demoníaca y que, al menos en este mundo, la paz prevalecería.
La Brigada Fantasma y la familia Zoldyck observaban con asombro y confusión cómo Killua, justo antes de ser arrastrado por el vórtice, gritaba desesperadamente el nombre de Gon.
Entre los Zoldyck, Maha y Zzigg, los ancestros de la familia, intercambiaron miradas de sorpresa, mientras que Zeno y Silva, serios y analíticos, se mantenían en silencio, observando con intensidad el portal y tratando de comprender la magnitud de la situación.
Kikyo, preocupada por el destino de su hijo, apretaba los puños y lanzaba una mirada severa hacia el vórtice, mientras Illumi permanecía impasible, aunque con una chispa de interés en sus ojos. Milluki, algo alejado, miraba con desconcierto, tratando de descifrar los motivos de Killua.
Alluka, con lágrimas en los ojos, se aferraba a Kalluto, quien observaba la escena en silencio. La Brigada Fantasma, al igual que los Zoldyck, quedó perpleja por el giro inesperado de los acontecimientos, preguntándose qué podría haber llevado a Killua a gritar el nombre de su amigo en ese momento crítico y qué destino les aguardaba ahora a él y a sus compañeros.
La Brigada Fantasma y la familia Zoldyck miraron en shock cómo Izuku Evan Rui Ayaki, en un acto final de desafío, destruía el portal, sellando así el destino de Mei, Melissa, Kagaya y su familia, así como de los Pilares y Cazadores de Demonios.
Al comprender el significado de esa destrucción, tanto los Zoldyck como los miembros de la Brigada cayeron en cuenta de que todos aquellos que habían quedado atrapados en la Fortaleza del Infinito estarían allí permanentemente, sin esperanza de regreso. Incluso los planos y la tecnología avanzada creada por Mei y Melissa estaban ahora fuera de alcance, dejando en suspenso cualquier intento de recrear el portal y recuperar a los atrapados.
Silva Zoldyck observó con una mezcla de resignación y respeto hacia el ingenio estratégico de Izuku Evan Rui Ayaki, mientras Zeno, su mirada grave, reflexionaba sobre el alcance de la situación. Illumi, fríamente calculador, pensaba en cómo esta pérdida afectaría el equilibrio de poder. Por otro lado, la Brigada Fantasma, aunque sorprendida, se preguntaba cómo podrían aprovechar este nuevo panorama a su favor.
Mientras tanto, el mundo quedó en una calma inquietante, pues el sacrificio de los cazadores y los pilares parecía haber salvado a muchos, aunque a un precio irreversible.
Gon, Zushi, Leorio y Kurapika quedaron boquiabiertos al escuchar el grito de Killua mencionando el nombre de Gon. La revelación del sacrificio de Izuku Evan Rui Ayaki resonó en ellos como un eco aterrador, mientras la realidad de la situación se asentaba en sus mentes.
Los Pilares, junto con Tanjiro, Zenitsu, Inosuke, Nezuko, Mei y Melissa, compartieron una expresión de incredulidad. La destrucción del portal significaba que estaban atrapados en el mundo de Hunter x Hunter, incapaces de regresar a su hogar en el universo de Demon Slayer. La desesperación llenó el aire mientras todos asimilaban el impacto de la situación.
—¿Cómo pudo pasar esto? —preguntó Mitsuri, con lágrimas en los ojos, mientras Shinobu apretaba los puños, intentando contener su frustración.
Giyū Tomioka, siempre calmado, cerró los ojos por un momento, sopesando la gravedad de la situación. —No podemos permitir que esto termine aquí. Debemos encontrar una manera de recuperar a aquellos que se han ido, —dijo con firmeza, mirando a sus compañeros.
—Pero, ¿cómo? —intervino Kurapika, sintiendo la presión de la situación. —Sin el portal y con Izuku y su familia atrapados junto a las 12 Lunas , nuestras opciones son limitadas.
Mientras tanto, el grupo de Izuku, conformado por su familia de demonios araña —Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma—, así como las 12 Lunas y sus armas biológicas y Nomus, se preparaban para aceptar su nuevo destino en un mundo que no les pertenecía.
—Estamos desterrados, —murmuró Gregory, con una mezcla de resignación y determinación. —Pero no rendiremos nuestros ideales ni nuestros objetivos. Aún podemos encontrar un propósito aquí.
La atmósfera se volvió tensa, con cada uno de ellos considerando sus opciones y el camino hacia adelante. Sin embargo, el eco de la traición y el sacrificio aún resonaba en sus corazones, y la lucha apenas comenzaba en este nuevo y extraño mundo.
Illumi llegó con furia en sus ojos, incapaz de contener su enojo al ver la situación en la que se encontraban Izuku Evan Rui Ayaki, su familia demoníaca de arañas, y las Doce Lunas. Su ira crecía aún más al comprender que Mei, Melissa, los Pilares y el resto habían fracasado en su intento de deshacerse de ellos de manera permanente.
—¿Creen que esto se quedará así? —dijo Illumi con un tono helado, observando al grupo atrapado.
Kalluto asintió, expresando su desaprobación silenciosa pero intensa hacia los cazadores de demonios y los héroes que intentaron erradicar a su hermano y su familia. Al ver que los demás estaban ocupados procesando la situación, Alluka tomó el núcleo dimensional que aún quedaba y corrió hacia su padre, Silva Zoldyck, quien lo aseguró en sus manos con una sonrisa calculadora.
—Ustedes han fracasado —declaró Silva, con una calma inquietante mientras observaba a los cazadores, pilares y héroes. —Toda la tecnología y conocimiento de Izuku Evan Rui Ayaki y sus inventos ahora están fuera de su alcance.
Con un último vistazo de desprecio, la familia Zoldyck se retiró, dejando a los Pilares, a Mei, a Melissa y a los cazadores en un estado de incertidumbre total. Ahora, sin acceso a la tecnología y atrapados en el mundo de Hunter x Hunter, comprendían la magnitud de su derrota.
Silva Zoldyck sostuvo los planos con una expresión de satisfacción mientras se dirigía a su familia.
—La familia Zoldyck ahora posee estos planos —anunció—. Izuku Evan Rui Ayaki fue generoso al confiar en nosotros, y este conocimiento será aprovechado al máximo. No importa el costo que pagaron; nosotros somos quienes ganamos.
Hisoka, quien observaba desde un rincón, hizo un comentario sarcástico, su sonrisa habitual en el rostro.
—Ganaron, sí, pero ¿a qué precio? —murmuró, intrigado—. Todo el conocimiento de Izuku Evan Rui Ayaki está ahora perdido en ese portal. Esto no será fácil de recuperar.
Del otro lado, los Pilares y cazadores atrapados en el mundo de Hunter x Hunter se miraban entre sí, sintiendo el peso de su situación. Giyū, Shinobu, Mitsuri, Obanai, Sanemi, Gyōmei y Tengen intercambiaron miradas de preocupación. Kagaya, junto a su esposa, trataba de encontrar una solución, mientras Tanjiro, Zenitsu, Inosuke, Nezuko, Mei y Melissa permanecían en silencio, procesando lo que significaba estar atrapados sin posibilidad de regresar a su mundo.
La derrota era tangible; sin embargo, el espíritu de lucha de los cazadores y héroes seguía latente, incluso en esta nueva realidad.
Mientras Giyū, Shinobu, Mitsuri, Obanai, Sanemi, Gyōmei, Tengen, Tanjiro, Zenitsu, Inosuke, Nezuko, Mei y Melissa exploraban los laboratorios abandonados de Izuku Evan Rui Ayaki, sus expectativas de hallar alguna tecnología útil se desvanecían. Sala tras sala, los espacios estaban desiertos; cualquier equipo, documentos, o planos habían sido succionados por el portal.
Sin embargo, en uno de los rincones, lo único que encontraron fue un vibrador, una tanga y un frasco con el quirk de hielo. La escena era surrealista y desconcertante.
—¿Esto es todo lo que queda? —preguntó Mitsuri, con una mezcla de incredulidad y resignación.
Sanemi resopló, claramente frustrado.
—Ni siquiera hay algo útil aquí. Esto parece una burla.
Giyū observó el frasco de quirk de hielo con seriedad, pensando en su posible utilidad para sobrevivir en este nuevo mundo sin poderes.
—Al menos tenemos esto —comentó, levantando el frasco—. No será mucho, pero podría ayudarnos en el futuro.
El grupo se marchó con el quirk de hielo en manos de Giyū, conscientes de que su situación se volvía cada vez más difícil en este mundo desconocido.
Cuando llegaron a la última ubicación, una isla desolada en NGL, los cazadores y Pilares esperaban encontrar algo, cualquier indicio o pista. Sin embargo, lo único que los recibía en aquel sitio vacío era un inodoro oxidado, apenas funcional, con tornillos viejos y chirriantes. El lugar irradiaba abandono total.
Tengen, siempre con su sentido del humor, soltó una risa irónica:
—Increíble, ¿eh? Todo este esfuerzo y... esto es lo que encontramos.
Sanemi bufó, frustrado.
—¿Es que no queda nada útil? Este lugar está tan vacío como el resto.
Tanjiro suspiró y miró a los demás.
—Aunque no hayamos encontrado tecnología o armas, al menos aún estamos juntos. Eso sigue siendo lo más importante.
Mei, decepcionada por la falta de tecnología, asintió, aunque no podía ocultar su frustración. Con la isla y todos los laboratorios vacíos, su esperanza de recuperar algo de la tecnología de Izuku Evan Rui Ayaki se esfumaba.
Neferpitou, con una expresión fría y calculadora, miró a los Pilares y cazadores que se encontraban en la isla NGL. Sus ojos brillaban con una mezcla de frustración y determinación.
—Así que ustedes fueron los responsables de esto. Es una pena que nunca podremos recuperar a nuestros aliados, esos valientes que se convirtieron en Nomus. Killua e Izuku Evan Rui Ayaki se llevaron consigo todo el conocimiento de ese mundo.
Giyū, enojado, dio un paso adelante.
—No dejaremos que esto termine aquí. La lucha no ha terminado. Haremos todo lo posible para deshacer lo que han hecho.
Shinobu, con su habitual calma, agregó:
—Si hay un camino, lo encontraremos. No podemos permitir que el sacrificio de nuestros amigos sea en vano.
Neferpitou sonrió con desdén, sacudiendo la cabeza.
—¿Y qué planean hacer? ¿Buscar un portal para volver a ese mundo? Lo dudo mucho. Sin la tecnología de Izuku Evan Rui Ayaki, están en desventaja. Pero no se preocupen, siempre encontraré la manera de lograr mis objetivos.
Con una mirada desafiante, los cazadores y los Pilares se prepararon para un enfrentamiento, sabiendo que la batalla por la supervivencia apenas comenzaba.
Neferpitou, con una sonrisa triunfante, levantó el frasco vacío de quirk de regeneración y lo mostró a los cazadores y Pilares.
—Bueno, adiós a la tecnología de Izuku Evan Rui Ayaki. Se ha perdido para siempre. Pero solo encontré esto: un frasco con quirk de regeneración vacío.
Sin pensarlo dos veces, lo lanzó al suelo, el sonido del vidrio quebrándose resonando en la isla desierta.
—Y este otro frasco, que contiene un quirk de aumento de fuerza x4, lo llevaré a nuestro rey hormiga. Imaginen el potencial que tendrá con esto.
Los cazadores y Pilares se miraron, preocupados por el poder que Neferpitou estaba a punto de entregar a Meruem. Giyū frunció el ceño, su determinación intensificándose.
—No podemos permitir que Meruem obtenga más poder. Necesitamos encontrar una forma de detenerlo, antes de que lo use en nuestra contra.
Shinobu asintió, mirando a sus compañeros.
—Tenemos que seguir su rastro. Si ese quirk puede ser usado para transformar a los demás, no debemos subestimar lo que puede hacer.
Neferpitou sonrió de manera siniestra mientras miraba el frasco vacío que había lanzado al suelo. La oportunidad de obtener un poder adicional siempre era tentadora, pero su mirada se centró en el segundo frasco que tenía en la mano.
—Este es un quirk de aumento de fuerza por cuatro. Lo llevaré a nuestro rey, Meruem. Imaginen el poder que podrá alcanzar con esto —dijo, mientras se alejaba con un aire de superioridad.
Al poco tiempo, Meruem apareció, su presencia imponente llenando la sala. Neferpitou le mostró el frasco antes de abrirlo.
—Majestad, aquí está el quirk de aumento de fuerza. Con esto, serás aún más formidable. —Neferpitou inyectó rápidamente el contenido en Meruem, observando cómo el poder del quirk se fusionaba con la formidable esencia del rey hormiga.
Meruem sintió la energía fluir a través de él, su fuerza aumentaba exponencialmente. Una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro.
—Con este poder, ningún enemigo podrá detenerme. Juntos, Neferpitou, crearemos un nuevo orden. —Meruem, ahora más poderoso que nunca, se preparó para partir.
Neferpitou asintió, sintiéndose complacida.
—Sí, mi rey. Juntos dominaremos este mundo, y aquellos que se interpongan en nuestro camino conocerán la verdadera desesperación.
Meruem, con su nuevo poder, se lanzó hacia la distancia, listo para enfrentar a sus enemigos y reclamar lo que consideraba suyo. Neferpitou lo siguió, emocionada por lo que vendría. La batalla por la supremacía apenas estaba comenzando, y ambos estaban decididos a no dejar que nada se interpusiera en su camino.
El ambiente estaba cargado de tensión mientras los pilares y sus aliados reflexionaban sobre las decisiones recientes. Giyū Tomioka, el pilar del agua, miró a sus compañeros con una mezcla de preocupación y determinación.
—No fue una buena idea enviar a Izuku Evan Rui Ayaki y su familia a otro universo —dijo Giyū, su voz grave resonando entre el grupo—. Su poder es inmenso, y aunque creíamos que estaban atrapados, ahora sabemos que se han llevado consigo todo su conocimiento y tecnología.
Shinobu Kōchō, el pilar del insecto, asintió con tristeza. —Y no solo eso. Ellos tienen el potencial de regresar y buscar venganza. No podemos permitir que eso suceda.
Mitsuri Kanrōji, con su energía habitual, trató de mantener el ánimo. —Aún tenemos una oportunidad. Si unimos fuerzas y usamos todo lo que tenemos, tal vez podamos encontrar la manera de detenerlos antes de que sea demasiado tarde.
Obanai Iguro, el pilar de la serpiente, se cruzó de brazos. —No debemos subestimar a Izuku y su familia. Su ingenio y recursos son peligrosos. Tamayo y Yushiro tienen razón: no regresarán aquí nunca más.
Sanemi Shinazugawa, el pilar del viento, se rascó la cabeza, frustrado. —Entonces, ¿qué hacemos ahora? No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras ellos se fortalecen en ese otro universo.
Gyōmei Himejima, el pilar de la roca, ofreció su perspectiva. —Necesitamos reunir más información y prepararnos para cualquier eventualidad. No podemos permitir que su poder crezca sin control.
Tengen Uzui, el pilar del sonido, se inclinó hacia adelante. —Quizás deberíamos buscar aliados en este mundo. No podemos enfrentar a Izuku y su familia solos.
Mei y Melissa, que habían estado escuchando en silencio, se intercambiaron miradas. Finalmente, Mei habló. —Nosotros sabemos algo sobre su tecnología y cómo funcionaba. Podemos ayudar a encontrar un medio para contrarrestar sus poderes.
Tanjiro, Nezuko, Zenitsu, Tamayo y Yushiro estaban presentes, y todos compartían la misma preocupación. Gon, Zushi, Leorio y Kurapika, quienes habían estado atentos, comenzaron a murmurar entre ellos.
—Si ellos tienen la fortaleza y la tecnología, podríamos intentar infiltrarnos y sabotear sus planes —sugirió Kurapika, siempre analítico.
Gon, con su habitual entusiasmo, asintió. —¡Sí! Si formamos un equipo y usamos nuestra fuerza combinada, podemos enfrentarlos.
Zushi agregó: —La clave será actuar rápido antes de que tengan la oportunidad de organizarse.
Leorio, aunque un poco escéptico, se unió a la conversación. —Debemos ser estratégicos. No podemos permitir que Izuku y su familia crean que tienen el control.
Con la determinación renovada, el grupo decidió que la única forma de avanzar era trabajar juntos, combinando sus habilidades y conocimientos. Era un desafío monumental, pero sabían que la unión de sus fuerzas era la clave para enfrentar a la familia de demonios araña y asegurar la paz en su mundo.
Tamayo y Yushiro, con miradas preocupadas, compartieron su análisis de la situación.
—No regresarán aquí nunca más —dijo Tamayo, su voz llena de tristeza—. Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, y su familia araña han tomado todo. Su fortaleza, sus armas biológicas, incluso los Nomus... todo eso está en sus manos.
Yushiro asintió, la preocupación reflejada en su rostro. —Tienen una ventaja abrumadora. Con todos esos recursos y su poder, será difícil detenerlos. Si deciden atacar, no estamos en una buena posición para defendernos.
Los pilares, junto con los cazadores, sabían que la amenaza era real. Giyū Tomioka se cruzó de brazos, reflexionando. —Debemos ser estratégicos. Si bien creemos que están atrapados en otro universo, no podemos descartar la posibilidad de que encuentren una forma de regresar.
Shinobu Kōchō intervino, su mente aguda buscando soluciones. —¿Qué tal si intentamos entender mejor sus poderes? Si podemos estudiar sus habilidades y la tecnología que usaron, quizás encontremos una manera de contrarrestarlos.
—Exacto —agregó Mitsuri Kanrōji—. Si logramos reunir información, podríamos preparar una defensa. Pero también necesitamos crear un plan de contingencia en caso de que decidan atacar.
Sanemi Shinazugawa, con su temperamento habitual, se mostró escéptico. —No podemos quedarnos sentados esperando a que eso ocurra. Necesitamos actuar. Debemos buscar aliados y prepararnos para cualquier eventualidad.
Gyōmei Himejima, el pilar de la roca, habló con firmeza. —El primer paso es asegurarnos de que nuestra base de operaciones esté segura. Reforzaremos nuestras defensas y pondremos a nuestros mejores hombres en alerta.
Tengen Uzui, el pilar del sonido, asintió. —No solo necesitamos protegernos, sino también estar listos para la batalla. Si Izuku y su familia llegan, debemos estar preparados para enfrentarlos con todo lo que tenemos.
Tamayo y Yushiro, sintiendo la gravedad de la situación, decidieron involucrarse activamente en el plan. —Podemos ayudar a analizar cualquier información que logren reunir sobre sus poderes y tecnología —dijo Yushiro—. No podemos permitir que esta amenaza se vuelva más fuerte.
El grupo se unió en un esfuerzo por buscar formas de fortalecer sus defensas y prepararse para el desafío que se avecinaba. La unión de cazadores, pilares y aliados era más importante que nunca en este momento crítico. Sabían que tenían que estar listos, no solo para defender su hogar, sino también para descubrir la forma de enfrentar a la familia de demonios araña si alguna vez decidían regresar.
Un robot de Izuku Rui Ayaki llegó de repente, su presencia imponente llenó la sala. Con una voz mecánica, anunció:
—No volveremos. Ni Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, ni su familia araña —Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, Katsuma—, ni las 12 lunas demoníacas. Nadie se atreverá a enfrentarse a nosotros.
El ambiente se tornó sombrío; los pilares y cazadores sabían que la amenaza era real y que, en su ausencia, sus enemigos habían crecido en poder.
—Pero ahora la familia Zoldyck y la Brigada Fantasma se han aliado y serán su enemigo —continuó el robot, su tono frío e impasible.
Los cazadores intercambiaron miradas preocupadas. La familia Zoldyck, conocidos por su letalidad, y la Brigada Fantasma, con su propia agenda, representaban un desafío considerable.
En un acto inesperado, el robot tomó una katana de su lado. Era un gesto simbólico, pero también un sacrificio.
—Esta es mi última advertencia —dijo, su voz resonando con firmeza—. Nunca olviden la fuerza de Izuku Evan Rui Ayaki y su familia.
Con un movimiento rápido, se atravesó la memoria, provocando una explosión devastadora. La luz y el sonido llenaron el aire, y el resto del grupo se cubrió para protegerse de la onda expansiva. Cuando el humo se disipó, el robot había desaparecido, dejando solo escombros humeantes.
Los cazadores y pilares se quedaron atónitos ante lo que acababan de presenciar. La advertencia era clara: Izuku y su familia no solo eran poderosos, sino que su legado y sus recursos seguían intactos.
—No podemos permitir que esto nos detenga —dijo Giyū Tomioka, rompiendo el silencio. —Debemos unir fuerzas y prepararnos para lo que venga. La familia Zoldyck y la Brigada Fantasma son peligrosos, pero también podemos aprovechar sus debilidades.
—Así es —agregó Sanemi—. No podemos darnos por vencidos. Necesitamos planificar nuestra estrategia y asegurarnos de que todos estén listos para la batalla.
El grupo comenzó a trazar planes y a reunir sus recursos, conscientes de que el futuro de su mundo dependía de su capacidad para enfrentar la nueva amenaza que se cernía sobre ellos.
un nuevo universo
En el oscuro universo de Suicide Boy, la luna llena iluminaba la playa desierta mientras las olas rompían suavemente contra la orilla. De repente, un portal dimensional se abrió, y del otro lado emergieron Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, junto a su familia araña: Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma, así como las 12 lunas demoníacas. Todos salieron del portal, empapados por el agua del mar que había inundado la playa.
El aire estaba impregnado de una atmósfera tensa y cargada, reflejando la oscuridad de este nuevo mundo. A su alrededor, el ambiente parecía vibrar con una energía ominosa, y las sombras de la noche parecían cobrar vida a medida que se movían.
—¿Dónde estamos? —preguntó Senjuro, mirando a su alrededor con curiosidad y cautela.
—No lo sé, pero parece que hemos llegado a un lugar que no es como el nuestro —respondió Rui, sacudiendo el agua de su cabello. A su lado, Killua estaba atento, sus sentidos agudizados, listo para cualquier posible amenaza.
Las 12 lunas demoníacas intercambiaron miradas, comprendiendo que este universo podía presentar tanto oportunidades como peligros. La playa parecía tranquila, pero sabían que en este tipo de mundos, lo que parecía ser apacible a menudo escondía amenazas ocultas.
—Debemos explorar y entender este lugar —declaró Rui, su voz firme y decidida—. Este universo podría contener recursos valiosos, o incluso enemigos a los que enfrentar.
Gregory asintió, observando el horizonte.
—Mantengámonos juntos. No sabemos si hay otras entidades aquí que podrían considerarnos una amenaza. La playa puede ser solo el principio.
Con una mezcla de ansiedad y emoción, el grupo comenzó a avanzar hacia el interior del universo de Suicide Boy. La arena crujía bajo sus pies mientras se adentraban en un entorno lleno de misterios, dispuestos a descubrir qué secretos guardaba este nuevo mundo y cómo podrían aprovecharlo a su favor.
Mientras tanto, una figura oscura se asomaba desde las sombras, observando a los recién llegados con una sonrisa torcida en su rostro. Sabía que su llegada podría cambiar las cosas en este universo y estaba ansioso por jugar su parte en el juego que estaba a punto de comenzar.
Mientras Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, y su familia araña —Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota, y Katsuma— junto a las 12 lunas demoníacas caminaban por las calles de la República de Corea, el sol brillaba intensamente en un cielo despejado. Era un día común en la ciudad, con la gente realizando sus actividades diarias, ajena a la llegada de estas poderosas entidades de otro mundo.
La ciudad era vibrante y bulliciosa, con vendedores ambulantes ofreciendo deliciosos platos tradicionales, jóvenes riendo y jugando en las aceras, y ancianos sentados en bancos, disfrutando de la tranquilidad del día. Sin embargo, la llegada de los demonios no pasó desapercibida. Las miradas se volvían hacia ellos, llenas de asombro y confusión.
—¿Qué está pasando? —murmuró Makoto, notando cómo la gente les observaba con recelo.
—Parece que no hay héroes ni villanos aquí —respondió Killua, su mirada penetrante escaneando el entorno en busca de cualquier signo de amenaza.
Gregory, con su habitual actitud despreocupada, sonrió a la multitud y levantó la mano en un saludo. Algunos niños, intrigados, se acercaron, preguntándose quiénes eran esos extraños que lucían tan diferentes.
—Tal vez deberíamos intentar comunicarnos con ellos —sugirió Senjuro, observando la curiosidad en los ojos de los transeúntes.
A medida que caminaban, se dieron cuenta de que el ambiente era tranquilo, pero la sensación de ser observados persistía. Rui, con su aire de autoridad, lideraba el grupo, sintiendo que la situación podría cambiar en cualquier momento.
—No debemos subestimar este lugar —dijo Rui, manteniendo la guardia alta. Aunque la gente parecía pacífica, el hecho de que no había señales de poder o conflictos los ponía en alerta.
Las 12 lunas demoníacas intercambiaron miradas, sabiendo que debían permanecer unidos y estar listos para cualquier eventualidad. El día continuaba, pero el aire se sentía denso con la expectativa de lo que estaba por venir. El grupo decidió dirigirse a un parque cercano, buscando un lugar donde pudieran analizar su situación y planear su siguiente movimiento.
Mientras tanto, algunos de los habitantes de la ciudad comenzaban a murmurar entre sí, intrigados por la aparición de estos seres tan extraños y poderosos. Sin duda, la llegada de Rui y su familia no sería un suceso olvidado rápidamente en este rincón del mundo.
Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, miró a su familia y las 12 lunas demoníacas mientras se reían suavemente, disfrutando del momento. A pesar de la intensa batalla que habían librado anteriormente contra los pilares y cazadores, en ese instante se sentían aliviados, como si un peso enorme hubiera sido levantado de sus hombros.
—¡Vaya, lo lograron los pilares, cazadores y Mei y Melissa! —exclamó Gregory, riendo mientras señalaba a un grupo de personas que aún los observaban con curiosidad. La atmósfera era ligera y juguetona, un contraste bienvenido después de tantas tensiones.
Senjuro sonrió, sintiendo la calidez del sol en su rostro. —Quizás tengan un poco de tiempo antes de que vuelvan a darnos problemas —dijo, cruzando los brazos mientras se recostaba en una barandilla del parque.
Killua, siempre con su personalidad sarcástica, añadió: —Es divertido pensar que se preocupan tanto por nosotros, pero no vamos a hacer nada por ahora. ¡Tomemos vacaciones!
Makoto asintió, con una expresión de alivio. —Sí, podríamos usar un descanso. Después de todo, hemos pasado por mucho y este lugar parece interesante. —Miró a su alrededor, observando la arquitectura y la cultura local.
Kota, más emocionado, dijo: —¡Podemos explorar y probar toda la comida que hay! ¿Han visto los puestos de comida por aquí?
Katsuma, entusiasmado por la idea, propuso: —¡Vamos a conseguir algo de comida y disfrutar de este día! Tal vez podamos relajarnos un poco y ver qué más hay en esta ciudad.
Rui, todavía con su actitud autoritaria pero relajada, alzó la mano. —Está decidido. Vamos a tomarnos un tiempo para nosotros. No haremos nada que ponga en peligro nuestra tranquilidad. Este es nuestro momento.
Las 12 lunas demoníacas asintieron, sintiendo que era el momento perfecto para dejar atrás el pasado y disfrutar de su nueva realidad. Con esa decisión, comenzaron a caminar juntos por la ciudad, riendo y compartiendo historias, disfrutando de una pausa en sus tumultuosas vidas como demonios.
Mientras caminaban, la risa llenaba el aire, y la atmósfera se volvía más alegre. En ese instante, parecía que nada podía perturbar su paz, aunque todos sabían que el futuro siempre podía traer sorpresas. Pero por ahora, estaban decididos a disfrutar de su merecido descanso.
Lee Hoon, conocido como "Hooni", junto a Jeong Soorim, Kim Jaehoon, Jeong Sana y otros amigos, paseaban por las calles de la República de Corea. Era un día soleado y vibrante, lleno de vida y movimiento, cuando de repente se encontraron con una escena inusual que captó su atención.
Desde una distancia prudente, observaron a Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, y su peculiar grupo: su familia araña, que incluía a Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma, así como las 12 lunas demoníacas. La presencia de estos seres, con sus atuendos llamativos y su aura poderosa, causó una mezcla de fascinación y temor en el grupo.
—¿Quiénes son ellos? —preguntó Jeong Soorim, mirando con curiosidad. Sus ojos se abrieron de asombro al ver la singularidad de la escena.
—No tengo idea, pero definitivamente no son de aquí —respondió Kim Jaehoon, frunciendo el ceño mientras intentaba entender la situación. La energía que emanaban era palpable, y una sensación de misterio los envolvía.
Jeong Sana, más aventurera, dijo: —Deberíamos acercarnos y ver qué están haciendo. ¡Podría ser algo emocionante!
Hooni, sin embargo, se mostró más cauteloso. —No creo que sea buena idea. Mira cómo se ríen y disfrutan. Tal vez no les guste que los interrumpamos.
A medida que el grupo se acercaba, las risas de Izuku y su familia resonaban en el aire, creando un ambiente sorprendentemente festivo. Las 12 lunas demoníacas parecían estar en una conversación animada, mientras que Killua y Senjuro intercambiaban bromas. Makoto y Kota estaban entusiasmados por la idea de explorar la comida local.
Sin embargo, a pesar de la diversión, la presencia de estos seres poderosos despertaba una intriga innegable en Hooni y su grupo. Sabían que estaban ante una situación inusual y que, aunque el ambiente parecía ligero, podrían ser capaces de grandes cosas.
Finalmente, decidieron mantener una distancia prudente y observar, sintiéndose un poco como espectadores en un espectáculo sobrenatural. La curiosidad llenaba sus corazones mientras contemplaban a aquellos que parecían ser más que simples mortales, sintiendo que estaban siendo testigos de algo extraordinario.
En un ambiente caótico y lleno de vida, Douma se encontraba en un puesto de comida, rodeado de grandes montañas de algodón de azúcar de colores brillantes. Su entusiasmo era contagioso, y mientras se servía una porción extra grande, no podía evitar sonreír, disfrutando de la dulzura del momento.
—¡Mira todo este algodón de azúcar, Akaza! —gritó Douma con alegría, casi desbordándose de emoción. Sin embargo, su entusiasmo fue rápidamente interrumpido por la mirada de desaprobación de Akaza.
—Douma, ¡deja de comer tanto! Esto no es una broma. —Akaza lo regañó con tono serio—. Deberías ser más consciente de tus hábitos, especialmente cuando tenemos asuntos más importantes que atender.
Mientras tanto, a unos pasos de distancia, Daki y Gyutaro estaban disfrutando de una tarde de compras. Daki examinaba diferentes prendas en una boutique, entusiasmada por encontrar el atuendo perfecto, mientras Gyutaro se esforzaba por llevar las bolsas que ella acumulaba, aunque parecía un poco reacio.
—¿No crees que deberías elegir algo más... ¿elegante? —sugirió Gyutaro, mirando un vestido que claramente no encajaba con el estilo de su hermana.
—¡No seas aguafiestas! —respondió Daki, con una sonrisa coqueta—. ¡Hoy estoy en modo de compra! Además, se supone que debo lucir espectacular para la próxima reunión.
En una esquina del bullicioso lugar, Kokushibo disfrutaba de su momento de calma mientras devoraba un cubo de pollo de KFC. Sus ojos cerrados y la expresión de satisfacción en su rostro mostraban que no había nada mejor que un buen bocado de pollo crujiente para equilibrar su día.
Mientras tanto, Izuku Evan Rui Ayaki, el rey demonio, y su familia araña—Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma—se habían reunido en una mesa cercana. Risas y conversaciones llenaban el aire mientras compartían cervezas y disfrutaban de un ambiente festivo.
—¡Salud por nuestra nueva vida! —gritó Rui, levantando su vaso. Todos alzaron sus bebidas, brindando por los buenos momentos y las nuevas amistades.
—¿Alguien quiere un poco de algodón de azúcar? —gritó Douma, haciendo que Akaza rodara los ojos, mientras sus amigos demonios disfrutaban de la atmósfera. La combinación de personalidades y actividades creó una escena divertida y caótica, llena de risas, compras, y deliciosa comida.
En el bullicioso restaurante de pollo, Nakime se acomodó en una mesa con vista a la cocina. El aroma del pollo recién frito llenaba el aire y, al mirar el menú, su estómago rugió de anticipación.
—¡No puedo esperar para probar el pollo frito de aquí! —dijo, sonriendo mientras hacía su pedido. La camarera le trajo una generosa porción de alitas, muslos y papas fritas, y ella se sumergió en la deliciosa comida.
Mientras tanto, Kaigaku se encontraba en una tienda de óptica cercana. Se miraba en el espejo mientras probaba diferentes estilos de lentes, buscando algo que complementara su rostro.
—Este me queda bien, pero... ¿será demasiado llamativo? —murmuró, ajustándose unas gafas de marco oscuro. Al final, eligió unas lentes más sutiles, satisfecho con su nueva apariencia.
Un poco más allá, Muichiro estaba en una joyería, examinando collares y anillos brillantes. Se sintió atraído por una pieza en particular: un collar con un colgante de cristal que capturaba la luz de manera hipnotizante.
—Esto es perfecto —pensó, sonriendo al ver su reflejo en el cristal. Después de decidirse, compró el collar y un anillo sencillo, sintiéndose satisfecho con su elección.
Mientras cada uno disfrutaba de su tiempo libre en diferentes lugares, la ciudad estaba llena de vida y energía, reflejando un ambiente vibrante donde todos podían relajarse y disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.
Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana estaban disfrutando de un día soleado en la República de Corea cuando de repente notaron un bullicio cercano. Al voltear, vieron a Izuku Evan Rui Ayaki y su familia de demonios araña: Gregory, Senjuro, Killua, Makoto, Kota y Katsuma, caminando por la calle con una actitud desinhibida. Cada uno de ellos sostenía una botella de alcohol, riendo y gritando al unísono.
—¡Somos los demonios arañas! ¡Y somos siete prostitutas más grandes putas! —exclamaron, haciendo que la gente a su alrededor los mirara con sorpresa y algo de confusión.
Lee Hoon frunció el ceño, con su cabello negro desordenado moviéndose ligeramente con la brisa.
—¿Qué están haciendo esos tipos? —preguntó, mostrando una mezcla de curiosidad y preocupación.
Jeong Soorim, más alto y con su distintivo tatuaje visible, observó la escena con una sonrisa divertida.
—Parece que están disfrutando de una buena fiesta. ¡Mira cómo se comportan! —dijo, señalando a Killua, que parecía especialmente eufórico, haciendo gestos exagerados.
Kim Jaehoon, con sus gafas de montura gruesa, observó detenidamente, analizando la situación.
—No sé si deberíamos intervenir o simplemente dejarlos disfrutar su momento —murmuró, sintiendo que la atmósfera era un tanto caótica pero divertida.
Por otro lado, Jeong Sana, con su camiseta sin mangas y guante negro, soltó una risita.
—Tal vez solo están tratando de relajarse. Todos necesitamos un descanso de vez en cuando —comentó, recordando que incluso los demonios tenían derecho a divertirse.
Los cuatro amigos decidieron observar un poco más, intrigados por el espectáculo de los demonios araña en plena celebración, disfrutando de la rareza de la situación y dejando que la risa y la diversión llenaran el aire.
Mientras Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana seguían observando a Izuku Evan Rui Ayaki y su familia de demonios araña, un nuevo alboroto atrajo su atención. Al otro lado de la calle, Akaza estaba en medio de una intensa discusión con Douma, quien lucía bastante satisfecho y lleno tras haber devorado más de 100 algodones de azúcar.
—¡Eres un glotón, Douma! —gritó Akaza, su rostro enrojecido por la rabia—. ¡No puedes simplemente comer todo lo que ves sin pensar en las consecuencias!
Douma, con su habitual sonrisa, se encogió de hombros.
—Pero, ¡son tan deliciosos! ¿No quieres uno? —respondió, sosteniendo un enorme y colorido algodón de azúcar.
La tensión aumentó, y en un instante, los dos comenzaron a pelear. Akaza lanzó un puñetazo, que Douma esquivó hábilmente, mientras los transeúntes comenzaban a alejarse, temiendo que la situación se volviera más peligrosa.
Justo en ese momento, Kokushibo se acercó con su aura de autoridad, observando la pelea con desdén.
—¡Suficiente! —exclamó, levantando su katana con firmeza. Con un rápido movimiento, realizó un ataque preciso que cortó el carrito de algodón de azúcar por la mitad, haciendo que los restos de dulces volaran por el aire.
Akaza y Douma se detuvieron, ambos asustados por la repentina intervención. Douma miró con incredulidad, mientras que Akaza respiraba pesadamente, recuperándose de la sorpresa.
Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana miraron la escena atónitos, sin poder contener las risas ante la absurda situación que se desarrollaba frente a ellos. La combinación de demonios enojados y un carrito de algodón de azúcar destruido era algo que no se ve todos los días.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó Jeong Soorim, incapaz de contener la diversión en su voz.
—Parece que estos tipos también tienen sus momentos de locura —respondió Kim Jaehoon, ajustando sus gafas mientras observaban cómo Kokushibo trataba de restablecer el orden.
Los cuatro amigos decidieron que, en medio de la extraña cotidianidad de los nuevos llegados , ¡la vida era mucho más divertida de lo que habían imaginado!
Mientras la escena de Akaza y Douma seguía desarrollándose, Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana notaron un grupo diferente acercándose. Daki y Gyutaro aparecieron, cargando montones de bolsas de compras y riendo entre ellos, claramente disfrutando de su día. Nakime, con su aire misterioso, llevaba algunas cajas, mientras que Kaigaku, luciendo unos nuevos lentes, se miraba en un reflejo cercano con una mezcla de desprecio y orgullo.
—¿Qué tal me veo? —preguntó Kaigaku, ajustándose las gafas con una expresión arrogante.
—Te ves bien... si ese es el look que buscabas, supongo —respondió Nakime, alzando una ceja, claramente divertida.
Muichiro se acercó con varias joyas brillantes alrededor de su cuello, admirándose en un pequeño espejo que había encontrado.
—Me veo bien, ¿no? Aunque... no sé, tal vez un poco ridículo —murmuró, con una ligera sonrisa en el rostro.
Mientras tanto, Izuku Evan Rui Ayaki y su grupo de demonios araña, que incluía a Gregory, Senjuro, Killua, Makoto Kota y Katsuma, estaban en la misma área, luciendo sin camisa y riendo a carcajadas, disfrutando del alcohol y la compañía. Su estado etílico hacía que sus risas resonaran por toda la calle, atrayendo la atención de todos a su alrededor.
—¡Miren esos siete! —exclamó Kokushibo, mirando con desdén a Izuku y su grupo—. ¡Son unos problemáticos!
Akaza y Douma también se dieron cuenta, intercambiando miradas de complicidad mientras veían cómo los demonios araña disfrutaban de su día.
—¿Y ahora qué van a hacer? —preguntó Akaza, cruzando los brazos—. ¿Seguirán arrastrándose por ahí sin una camiseta?
Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana, al observar toda esta escena, comenzaron a cuestionar lo que veían.
—¿Quiénes son exactamente? —preguntó Lee Hoon, frunciendo el ceño.
—No tengo ni idea —respondió Jeong Soorim, mirando a su alrededor con incredulidad—. Pero definitivamente no parecen ser humanos.
Kim Jaehoon ajustó sus gafas nuevamente, observando con atención a Izuku y su grupo.
—Deberíamos alejarnos antes de que algo raro ocurra. No quiero ser parte de un conflicto entre esos tipos —sugirió, mientras Sana asentía, sintiéndose un poco abrumada por la atmósfera extraña que los rodeaba.
Pero mientras todos miraban la escena, los demonios borrachos continuaron riendo, ajenos a la confusión que causaban en el grupo de amigos, listos para disfrutar del caos que rodeaba su existencia.
Mientras la tensión aumentaba entre los grupos de demonios y los humanos, Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana seguían sin comprender del todo lo que estaban presenciando.
—¿Qué está pasando? —preguntó Sana, con curiosidad en sus ojos. Su mirada se desvió entre los demonios borrachos y la pelea que aún continuaba entre Akaza y Douma.
—No tengo ni idea. Parecen... inusuales —respondió Hoon, con una mezcla de miedo y fascinación—. ¿Por qué están sin camisa y actuando de manera tan rara?
Jeong Soorim, observando a Izuku y su grupo, frunció el ceño y dijo:
—Aparentemente, son solo un grupo de chicos disfrutando su día. Pero hay algo extraño en ellos.
Kim Jaehoon, aún escéptico, se acercó un poco más, tratando de entender la situación.
—Mira cómo se ríen y beben. A nadie le importa si hay problemas. Es como si... no les importara nada.
De repente, un estruendo resonó cuando Kokushibo cortó el carrito de dulces con su espada, interrumpiendo la escena.
—¿Acaso se pelean por algodones de azúcar? —exclamó Hoon, su sorpresa aumentando a medida que la situación se volvía más caótica.
La mirada de los cuatro amigos se posó nuevamente en Izuku, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto Kota y Katsuma, quienes continuaban gritando:
—¡Somos los demonios arañas!
Sin comprender por completo lo que eso significaba, Lee Hoon murmuró:
—¿Demonios arañas? Eso suena... raro.
Sana, aún intrigada, dijo:
—Quizás deberían dejarlos en paz. No parece que quieran problemas.
Mientras tanto, los demonios, sin saber que estaban siendo observados, se sumieron en su propia celebración, riendo y disfrutando del día soleado en la República de Corea, ignorando por completo la confusión que causaban entre los humanos que los miraban.
—¿Qué tan peligrosos pueden ser? —se preguntó Jeong Soorim, sin saber que la realidad era mucho más oscura de lo que podían imaginar.
La llegada de Tomura, Dabi y Toga añadió un nuevo nivel de confusión y tensión a la escena en la playa. Los tres se acercaron con una actitud relajada, pero la mirada en sus rostros sugería que tenían una misión.
—Vaya, si son los demonios y las 12 lunas demoníacas —dijo Tomura, observando a Izuku y su grupo con una mezcla de desprecio y curiosidad.
—Hola, Tomura, Dabi y Toga —respondió Douma con una sonrisa despreocupada, como si todo fuera parte de un juego.
Dabi arqueó una ceja mientras miraba a Izuku, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto Kota y Katsuma, que seguían riendo y disfrutando de su borrachera.
—Espero que no se quiten los pantalones. La última vez que estuvieron en bragas, corrieron por toda la ciudad —comentó Dabi, cruzando los brazos con una expresión de desdén.
Toga, con su característico entusiasmo, sonrió y asintió.
—Sí, muchos chicos se pusieron rojos. Fue divertido —dijo, recordando el alboroto de aquel día.
Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana se miraron entre sí, confundidos.
—¿De qué están hablando? —preguntó Hoon en voz baja, intentando comprender la situación.
—No tengo idea, pero parece que estos tipos son aún más raros —respondió Jeong Soorim, observando a la nueva llegada con curiosidad.
Kim Jaehoon se acercó un poco más, tratando de escuchar mejor, mientras Sana fruncía el ceño, inquieta por la extraña dinámica entre los grupos.
—¿Demonios? ¿12 lunas? Esto no suena bien —murmuró Jaehoon, sin darse cuenta de que se estaba adentrando en un territorio peligroso.
Mientras tanto, la fiesta de Izuku y su grupo continuaba, y la atmósfera se tornaba cada vez más tensa a medida que las interacciones se volvían más absurdas y caóticas. Tomura, Dabi y Toga parecían preparados para cualquier cosa, y lo que había comenzado como un día en la playa se estaba transformando en un cruce inesperado de caminos entre demonios y villanos.
Nakime observó el caos que se desarrollaba a su alrededor y decidió que era mejor retirarse a un lugar más seguro. Con un movimiento ágil, activó su biwa y de repente, ante todos, se abrió un portal que reveló una imponente fortaleza con un diseño japonés clásico.
Las puertas de papel de arroz, las elaboradas decoraciones y la arquitectura tradicional creaban una atmósfera intrigante y un tanto inquietante. Era un lugar perfecto para que los demonios y sus aliados se reagruparan.
—Es mejor que vayamos a un lugar más seguro —dijo Nakime, señalando el portal que se extendía frente a ellos.
Izuku, Evan, Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, y Makoto Kota, aún en su estado de ebriedad, no dudaron en entrar en la fortaleza, riendo y bromeando entre ellos. Las 12 lunas demoníacas siguieron de cerca, intrigadas por el nuevo entorno. Tomura, Dabi y Toga intercambiaron miradas antes de unirse a la multitud, sintiéndose un poco más cómodos en la fortaleza, lejos de las miradas curiosas de los transeúntes.
Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana, aunque un poco perdidos, decidieron que era mejor seguir a la multitud que quedarse afuera. La curiosidad los empujó a entrar, y la fortaleza parecía mucho más interesante que el caos en la playa.
Una vez dentro, la luz suave iluminaba las habitaciones. Las paredes estaban adornadas con arte japonés y los muebles tradicionales daban un aire de tranquilidad, a pesar del grupo ruidoso que se había instalado.
—¿Qué es este lugar? —preguntó Kim Jaehoon, mirando a su alrededor con asombro.
—No lo sé, pero parece interesante —respondió Jeong Soorim, incapaz de ocultar su emoción.
—Es un refugio para nosotros —dijo Tomura con una sonrisa cínica, mientras observaba a los demonios que ahora estaban más calmados.
—Solo asegúrense de no hacer mucho ruido, tenemos que mantener un perfil bajo —agregó Dabi, mientras se acomodaba en una esquina.
A medida que la situación se asentaba, Izuku y su grupo comenzaron a explorar la fortaleza, ajenos a la creciente tensión que rodeaba a los villanos que habían decidido acompañarlos. La aventura estaba lejos de terminar, y cada rincón de la fortaleza prometía más sorpresas.
Hooni, mientras exploraba una de las habitaciones de la fortaleza, se topó con una mesa que tenía un plano extendido. Al acercarse, notó que era un diseño detallado de un escudo, pero lo que realmente llamó su atención fue un objeto inusual que estaba al lado: un vibrador. Su rostro se puso rojo de inmediato al ver la prenda que había junto a él: una braga colorida.
La mente de Hooni comenzó a divagar, imaginando quién podría usar ese vibrador y la braga.
"¿Quién será? ¿Por qué hay una braga aquí? También uso algunas... pero, ¿por qué hay un vibrador en una fortaleza de desconocida?" pensó, sintiéndose un poco avergonzado por la curiosidad.
Mientras trataba de procesar la situación, su corazón latía rápidamente. Los pensamientos confusos y el sonrojo en su rostro solo aumentaban con cada segundo. Se preguntaba si debería preguntar a alguien sobre esos objetos o si era mejor mantener su descubrimiento en secreto.
A su alrededor, la risa y el bullicio de los otros estaban en pleno apogeo, pero para Hooni, ese momento se sentía como una burbuja de incomodidad. Finalmente, decidió que lo mejor sería seguir explorando y ver si podía encontrar alguna explicación sobre esos objetos extraños sin levantar sospechas.
Hooni se quedó paralizado al ver al Beast Zombie Titan TV Man, que yacía en el suelo, dormido. Su apariencia era escalofriante: aunque aún mantenía su forma normal, su ropa estaba rasgada y su armadura presentaba signos de desgaste. Los televisores que antes eran parte de su cuerpo ahora se habían transformado en bocas rotas y desgastadas, y su núcleo brillaba con un intenso color rojo, sugiriendo una energía inquietante. Su espada, antes un arma formidable, ahora era un grotesco mutante con brazos y piernas cibernéticos que parecían estar en constante movimiento.
"¿Qué demonios es eso?" susurró Hooni, sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda. La imagen del titan era tan surrealista que le costaba procesarlo.
Jeong Soorim y Kim Jaehoon también estaban asombrados. Nunca habían visto algo así, y la mezcla de la tecnología con un aspecto monstruoso los dejaba sin palabras.
"Es como si hubieran combinado una película de ciencia ficción con una pesadilla," dijo Jeong Soorim, tratando de contener su asombro.
Mientras tanto, Jeong Sana, con una mirada decidida, comenzó a dibujar rápidamente al Beast Zombie Titan. "Esto será perfecto para una historia de cómic. Necesito capturar cada detalle," murmuró, concentrada en plasmar la extraña figura en su cuaderno. Su lápiz se movía ágilmente, mientras trataba de representar la complejidad del titan, desde sus partes desgastadas hasta los cables y mecanismos que sobresalían de su cuerpo.
El ambiente se tornó tenso, con la mezcla de fascinación y temor mientras observaban al titan. "¿Qué crees que lo despertará?" preguntó Kim Jaehoon, su voz apenas un susurro. La idea de que esa criatura pudiera cobrar vida en cualquier momento hacía que todos se sintieran en alerta.
"Espero que no se despierte pronto," agregó Hooni, sus ojos fijos en el monstruo. "Porque no estoy listo para enfrentar algo así."
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua y Makoto Kota, junto con Katsuma, entraron a la sala donde yacía el Beast Zombie Titan TV Man. Con su aspecto amenazante y la energía que irradiaba, el titan seguía dormido, pero su presencia era innegable.
"Hey, ¿qué tal si le pedimos que nos traiga unos diamantes de la mina?" sugirió Gregory, con una sonrisa traviesa en su rostro.
"Sí, parece lo suficientemente fuerte para eso," agregó Killua, mirando al titan con curiosidad.
Sin perder tiempo, Izuku dio un paso al frente y con voz autoritaria dijo: "¡Beast Zombie Titan TV Man! ¡Despierta y ve a buscar diamantes en la mina!"
De repente, una luz brillante rodeó al titan. Sus ojos se abrieron de golpe, y su cuerpo comenzó a moverse. Sin embargo, lo que más sorprendió a los jóvenes fue que, en un instante, el titan fue teletransportado de la fortaleza hacia un lugar desconocido.
Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana, que se habían escondido tras unas cajas, se miraron entre sí, atónitos.
"¿Qué acaba de pasar?" preguntó Hooni, incapaz de ocultar su sorpresa.
"¿Se acaba de despertar y ya lo han mandado a trabajar?" musitó Soorim, tratando de asimilar la rapidez con la que habían ocurrido los eventos.
"Esto es una locura," dijo Kim Jaehoon, aún asombrado. "Y pensar que creíamos que éramos los únicos extraños aquí."
Mientras tanto, Izuku y su grupo intercambiaron miradas satisfechas. "Esto puede salir muy bien," dijo Senjuro, sonriendo ante la posibilidad de obtener diamantes.
Makoto, emocionado, se giró hacia Katsuma. "¿Te imaginas lo que podríamos hacer con esos diamantes?"
Katsuma asintió, los ojos brillantes de emoción. "¡Vamos a buscarlo!"
Los cinco se prepararon para seguir al titan, dispuestos a encontrarlo en la mina y quizás obtener lo que buscaban, sin darse cuenta de que había un grupo de observadores intrigados por lo que estaba sucediendo.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto Kota y Katsuma se acercaron a Lee Hoon, Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana con una mezcla de curiosidad y desconfianza.
"¡Ya los vi!" exclamó Katsuma, apuntando hacia los recién llegados. "Son diferentes. ¿Quiénes son ustedes?"
Lee Hoon, sintiéndose un poco intimidado, se cruzó de brazos y dijo: "¿Quiénes son ustedes?"
"Somos demonios desgastados por culpa de algunas personas," respondió Izuku, su voz grave y directa. "Pero no somos solo demonios. También somos guerreros en este mundo caótico."
"Demonios, ¿eh?" Jeong Soorim frunció el ceño, tratando de procesar la información. "¿Por qué estarían aquí? ¿Qué quieren?"
Gregory se encogió de hombros, luciendo despreocupado. "Estamos buscando diamantes. Y si ustedes no son una amenaza, quizás podamos trabajar juntos."
Kim Jaehoon se acercó un poco más, sus ojos expresando tanto curiosidad como desconfianza. "¿Demonios desgastados? Eso suena... interesante. Pero, ¿qué quieren decir con que son 'desgastados'?"
"Significa que hemos sido manipulados y maltratados por quienes deberían ser nuestros aliados," explicó Rui Ayaki, cruzando los brazos y mirando a los chicos. "Pero hemos encontrado un nuevo propósito."
"Así que, ¿pueden ser de ayuda?" preguntó Makoto, mirando a los nuevos con una mezcla de esperanza y precaución.
"Podríamos ser aliados," dijo Killua, sonriendo levemente. "Siempre y cuando no intenten hacernos daño."
"Y, si están buscando diamantes, podríamos tener un interés común," añadió Senjuro, mirando a Lee Hoon y a los demás con una expresión abierta.
Los ojos de Jeong Sana brillaron con emoción. "¿Diamantes? ¡Eso suena increíble! Podríamos hacer algo grande juntos."
Lee Hoon, después de un momento de incertidumbre, asintió lentamente. "De acuerdo. Podríamos considerar esta alianza, pero primero necesitamos saber más sobre ustedes y sus intenciones."
"Entonces, ¡hablemos!" exclamó Izuku, sonriendo. "La verdad es que este lugar necesita un cambio, y nosotros somos los que podemos hacerlo."
Y así, en medio de la fortaleza, los demonios y los humanos comenzaron a compartir historias y a planear su próximo movimiento, sin saber que el destino de todos podría estar entrelazado de maneras inesperadas.
Izuku, con una mirada comprensiva, se acercó un poco más a Lee Hoon. "Así que tú eres Lee Hoon, un chico que sufre acoso escolar y has sufrido en tu infancia," dijo con voz suave.
Hooni, sorprendido, preguntó: "¿Cómo lo sabes?"
"Puedo leer mentes," respondió Izuku, asintiendo. "Tu dolor es evidente. Eres igualito a mí, pero mi historia fue mucho peor. Fui una rata de laboratorio desde mis nueve años. Sufrí experimentos inhumanos, implantaciones... pero logré salir."
Las palabras de Izuku resonaron en Hooni. "No sabía que había otros como yo. ¿Cómo lograste escapar?"
"Fue una lucha constante. Cada día era una batalla por mi vida y mi libertad," Izuku explicó, su voz cargada de recuerdos. "Pero encontré la fuerza en mí mismo. Nunca dejé que me definieran. Y eso es algo que tú también puedes hacer."
"¿Y qué hay de tu vida ahora?" preguntó Hooni, sintiéndose un poco más seguro al abrirse. "¿Eres un demonio, entonces?"
"Sí," dijo Izuku, mirando al grupo. "Pero ser demonio no significa que tengamos que ser malvados. Podemos encontrar un propósito, una razón para luchar. Puedes encontrarlo también."
Gregory, que escuchaba atentamente, intervino: "Tal vez podríamos ayudarte a luchar contra tus acosadores. No estás solo. Juntos somos más fuertes."
Lee Hoon sintió una mezcla de esperanza y miedo. "Pero... ¿cómo puedo confiar en ustedes?"
"Porque nosotros hemos estado en lugares oscuros, y sabemos lo que significa luchar por lo que es correcto," dijo Rui Ayaki, con una expresión seria. "Si nos das la oportunidad, seremos tus aliados."
"Y no solo eso," añadió Senjuro. "Podemos enseñarte a defenderte. No tienes que enfrentar esto solo."
La determinación en sus rostros hizo que Lee Hoon sintiera que había una luz al final del túnel. "De acuerdo," dijo finalmente. "Si ustedes están dispuestos a ayudarme, entonces estoy dispuesto a confiar en ustedes."
Izuku sonrió, extendiendo la mano hacia Hooni. "Bienvenido al equipo, Lee Hoon. Juntos enfrentaremos cualquier cosa que se interponga en nuestro camino."
Con esa promesa, los lazos entre ellos comenzaron a fortalecerse, y una nueva alianza se formó en medio de sus historias de dolor y redención.
Izuku, con una mirada decidida, se acercó aún más a Lee Hoon. "¿Quieres vengarte de los bullies?" preguntó, su tono firme pero comprensivo.
Hooni dudó, sintiéndose inseguro. "¿Cómo? Si soy débil..."
"Te puedo convertir en demonio," respondió Izuku, su voz rebosante de confianza. "Soy el rey demonio y dios de los quirks. Si lo deseas, puedo darte el poder que necesitas para defenderte y tomar venganza."
Los ojos de Hooni brillaron con una mezcla de esperanza y miedo. La idea de ser más fuerte era tentadora, pero también le asustaba. Miró a su alrededor; solo Jeong Soorim parecía apoyarlo.
"Eso suena... interesante," comentó Jeong Sana, intrigada por la propuesta de Izuku. "Quizás podrías tener una oportunidad de cambiar las cosas."
Kim Jaehoon, por otro lado, no estaba convencido. "No sé, esto suena peligroso. Convertirse en demonio podría no ser la solución. ¿Y si pierdes el control?"
Izuku se volvió hacia Jaehoon, su mirada firme. "Entiendo tus preocupaciones, pero la decisión es de Hooni. Él necesita poder para luchar. Nadie merece ser tratado así."
Hooni sintió la presión de la situación. La perspectiva de ser fuerte y capaz de defenderse era atractiva, pero también le inquietaba lo que podría significar para su vida. "¿Y si me convierto en un monstruo? No quiero perderme a mí mismo," dijo, su voz temblando un poco.
"Eso depende de ti," respondió Izuku, inclinándose hacia él. "La fuerza que obtendrás no tiene que definir quién eres. Puedes usarla para protegerte, no solo para vengarte. Te daré el poder, pero tú decides cómo usarlo."
"Yo apoyo esto, Hooni," reafirmó Jeong Soorim, animándolo. "Esto podría ser tu oportunidad para cambiar tu vida."
"¿Qué decides?" preguntó Izuku, mirando intensamente a Hooni, esperando su respuesta.
Hooni cerró los ojos, dejando que los recuerdos de su doloroso pasado inundaran su mente. Recordó cada momento de acoso, cada herida y cada lágrima. La desesperación y la impotencia que había sentido durante tanto tiempo lo llevaron a tomar una decisión valiente. Con determinación, finalmente dijo: "¡Acepto!"
Izuku, sintiendo la resolución de Hooni, asintió con una sonrisa de complicidad. Se acercó y, con un movimiento ágil, enterró sus uñas en la piel de Hooni. La sangre de Izuku fluyó en sus venas, una mezcla de poder y osadía.
"¡Esto es solo el comienzo!" exclamó Izuku mientras la transformación comenzaba. La energía demoníaca envolvió a Hooni, dándole fuerza y poder. Su cuerpo se adaptó a su nueva forma, mientras una aura oscura lo rodeaba. En un instante, el chico que había sido una víctima se convirtió en un ser formidable, listo para enfrentar a sus opresores.
"¡Bienvenido a la familia araña demonio!" proclamó Izuku, con una sonrisa amplia. Gregory, Senjuro, Killua, y Makoto Kota aplaudieron y vitorearon, aceptando a Hooni en su grupo.
"Ahora eres uno de nosotros," dijo Senjuro, dándole una palmada en el hombro. "Juntos, somos más fuertes."
Hooni sintió una oleada de poder y confianza. Miró a su alrededor, a sus nuevos amigos y a la familia que había encontrado. "Estoy listo," dijo, con una sonrisa que había estado ausente durante mucho tiempo. "No más miedo. Es hora de luchar."
Con la unión de la familia araña demonio, todos se prepararon para enfrentar los desafíos que se avecinaban, sabiendo que juntos podían superar cualquier obstáculo. La noche apenas comenzaba, y una nueva era estaba a punto de iniciarse.
Jeong Soorim, Kim Jaehoon y Jeong Sana estaban boquiabiertos al escuchar las palabras de Douma. La revelación de que Hooni, ahora un demonio, debía alimentarse de carne humana les parecía surrealista. La idea de que un chico como él, que había sido víctima de bullying, ahora tuviera que convertirse en un cazador en lugar de un cazado los dejó sin aliento.
"¿Comer carne humana?" preguntó Soorim, su voz temblando. "¿Realmente tienes que hacerlo?"
Douma sonrió con un aire despreocupado. "Oh, sí. La carne humana es exquisita, especialmente la de las mujeres. Tienen un sabor único que no puedes comparar con nada más. Además, siempre es más divertido cuando tienes una razón para hacerlo."
Akaza, con su usual arrogancia, se acercó a Hooni y lo miró de arriba a abajo. "Mejor que te acostumbres a esto. Es la vida de un demonio. No puedes sobrevivir solo con tu poder. Debes alimentarte, y los humanos son tu mejor opción."
Hooni se sintió incómodo ante la idea de cazar, pero la mirada de Izuku le recordó su nueva fuerza y su decisión de cambiar su vida. Kokushibo intervino, su voz profunda y firme. "Ahora eres un demonio, Hooni. Tendrás que aceptar tu naturaleza. Es un sacrificio que todos hacemos. La vida es dura, y solo los fuertes sobreviven."
Daki, con una risa burlona, añadió: "Además, esos bullies que tanto te hicieron sufrir... ¿por qué no hacer de ellos tu alimento? Sería una deliciosa venganza." Gyutaro asintió, sonriendo maliciosamente. "Así es. Puedes hacer que paguen por lo que te hicieron. Todos ellos."
Hooni sintió una mezcla de emociones. La idea de alimentarse de los que lo habían lastimado era tentadora, pero también aterradora. Miró a sus nuevos amigos, buscando apoyo. "¿De verdad... debo hacerlo?" preguntó, su voz temblando ligeramente.
"Es la única manera de sobrevivir en este mundo," respondió Izuku, firme pero comprensivo. "Tú decides cómo usar ese poder. Puedes elegir el camino de la venganza o encontrar otra forma de vivir. Pero recuerda, ya no eres una víctima. Eres fuerte ahora."
Con esas palabras resonando en su mente, Hooni sintió el peso de su nueva identidad. Se dio cuenta de que podía elegir su destino y que, aunque el camino sería difícil, no lo haría solo. Con sus amigos a su lado, estaba listo para enfrentarse a lo que viniera, incluso si eso significaba enfrentarse a su propia naturaleza demoníaca.
Hooni llegó a la escuela con una mezcla de nervios y determinación. Sabía que los bullies lo estarían esperando, pero esta vez, algo había cambiado en él. Su nueva fuerza demoníaca latía con cada paso. Al entrar al aula, vio al líder del grupo de bullies y sus tres secuaces riéndose y burlándose de él.
"¡Mira quién llegó, el chico llorón!" se burló el líder, con una sonrisa burlona en su rostro.
Hooni, sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia el líder. En un movimiento rápido, le mordió el brazo con una ferocidad sorprendente. El líder gritó de dolor mientras Hooni arrancaba un pedazo de carne de su brazo. La multitud de estudiantes, sorprendida por la violencia repentina, observaba con ojos desorbitados.
Izuku, Evan Rui Ayaki y el resto de la familia araña demonio llegaron a la escena, riendo y disfrutando del espectáculo. "¡Eso es, Hooni! Ahora eres un demonio de verdad," exclamó Izuku con entusiasmo.
La escena en la escuela se volvió caótica. Hooni, con una determinación feroz y una sed insaciable, se abalanzó sobre el líder del grupo de bullies. Con una velocidad sorprendente, mordió su brazo con una fuerza sobrenatural, arrancando un trozo de carne que se llevó a la boca. Los gritos de dolor del chico resonaron en el aire, y el silencio se apoderó del lugar mientras los demás estudiantes miraban horrorizados.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua y Katsuma se acercaron, riéndose de la situación. "¡Mira a Hooni! ¡Ahora eres un demonio de verdad!" gritó Izuku, disfrutando del espectáculo. La transformación de Hooni era impresionante, y la visión de su antiguo acosador sufriendo era un espectáculo que muchos en la escuela no podrían haber imaginado.
Hooni no se detuvo. En su nueva forma demoníaca, su instinto lo llevó a devorar al líder sin piedad, sus dientes afilados cortando la carne con facilidad. La multitud estaba paralizada, algunos incluso comenzaron a grabar con sus teléfonos, incapaces de apartar la vista de la escena brutal que se desarrollaba ante ellos.
Douma, observando con una sonrisa sádica, comentó: "Así es, Hooni. Eso es lo que se siente, un verdadero festín. Después de esto, ¡a por las chicas!" Pero antes de que pudiera continuar, Akaza lo golpeó con fuerza, mandándolo contra la pared con un fuerte impacto.
"Cierra la boca, Douma," le advirtió Akaza, su voz grave y seria. "No es momento de hacer chistes. Hooni tiene que centrarse en lo que está haciendo ahora. No le des distracciones."
Mientras el líder de los bullies seguía gritando y forcejeando, Hooni se sentía poderoso, liberado de las cadenas del acoso que lo habían mantenido cautivo durante tanto tiempo. El sabor de la carne humana, el odio acumulado y la venganza lo alimentaban. La satisfacción de devolver el daño recibido era un nuevo tipo de euforia que nunca había experimentado.
Los demás bullies, viendo lo que estaba sucediendo, intentaron huir, pero el instinto demoníaco de Hooni era implacable. "¡Nadie se escapa!" gritó, lanzándose hacia ellos, dejando atrás el horror y el caos que había dejado en su camino.
La transformación de Hooni de víctima a depredador dejó una marca imborrable en la mente de todos los que fueron testigos, y aunque su viaje apenas comenzaba, ya había hecho su elección: no volvería a ser una víctima.
Hooni, ahora un verdadero demonio, sintió cómo la energía oscura y poderosa fluía por su cuerpo a medida que devoraba a sus bullies. Con cada bocado que daba, sentía un aumento en su fuerza, rapidez y agilidad. La sensación era intoxicante, como si todo el dolor y sufrimiento que había soportado finalmente se transformara en poder.
A medida que terminaba de devorar a su líder y sus secuaces, una risa demoníaca brotó de sus labios. Su transformación era evidente no solo en su apariencia, sino también en la manera en que se movía. Cada paso se sentía más firme y seguro, y su presencia ahora irradiaba una aura intimidante.
Los estudiantes que antes se habían burlado de él ahora lo miraban con miedo y asombro. Hooni se dio la vuelta, sus ojos brillando con una luz siniestra. "¿Alguien más quiere intentar?" retó, disfrutando del silencio incómodo que se había apoderado del aula.
Izuku, Evan Rui Ayaki y la familia araña demonio se acercaron, orgullosos de su nuevo miembro. "¡Increíble, Hooni! Has demostrado tu valía de inmediato. Este es solo el comienzo," dijo Izuku, con una sonrisa de complicidad.
Hooni sintió un nuevo impulso, una conexión con sus nuevos aliados. "¡Soy más fuerte ahora! ¡No hay más debilidad en mí!" exclamó, sintiendo cómo el poder se acumulaba en su interior.
Douma, viendo la transformación de Hooni, se acercó y le dio una palmadita en la espalda. "Ahora que has probado la carne humana, el poder solo crecerá. Asegúrate de no dejar rastro de esos perdedores. No hay vuelta atrás ahora, amigo," le dijo, con un brillo de entusiasmo en sus ojos.
"Recuerda, Hooni, el poder conlleva responsabilidad. Usa esta fuerza para cambiar tu vida y, tal vez, incluso la de otros," añadió Senjuro, observando cómo su amigo se transformaba en algo que él mismo había anhelado ser.
Hooni asintió, sintiendo el peso de esas palabras. La venganza había sido solo el primer paso. Ahora, como demonio, tenía la oportunidad de redefinir su existencia y aprovechar todo lo que su nueva vida le ofrecía.
Con un rugido de triunfo, Hooni levantó los brazos, disfrutando del poder que ahora poseía. Ya no era el chico débil que una vez fue; había renacido como un demonio formidable, listo para enfrentarse a cualquier desafío que se presentara en su camino.
Los alumnos, paralizados por el miedo, observaban con ojos desorbitados cómo Hooni, ahora un demonio, se erguía ante ellos con una mezcla de triunfo y ferocidad. Sus corazones latían desbocados, y los murmullos de pánico se deslizaban entre ellos como un susurro de terror. Los maestros, que habían entrado al aula para poner orden, se detuvieron en seco al ver la escena grotesca que se desarrollaba frente a ellos.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua y Makoto Kota no podían contener las risas. La transformación de Hooni era una mezcla de lo cómico y lo aterrador, y la sorpresa en los rostros de los demás solo aumentaba su diversión. "¡Mira eso! Hooni está en una misión de venganza, y nosotros somos sus espectadores!" exclamó Killua entre risas, disfrutando del espectáculo.
Douma y Akaza, que se mantenían un poco más atrás, intercambiaron miradas de complicidad. "Esto es demasiado bueno. Nunca pensé que Hooni lo llevaría tan lejos tan rápido," comentó Douma, claramente entretenido por la escena.
"Sí, y me gusta su estilo. No hay nada como devorar a los que te atormentan para ganar poder," agregó Akaza, cruzando los brazos y sonriendo de manera siniestra.
Mientras tanto, los alumnos comenzaron a retroceder lentamente, pero Hooni no les prestó atención. Su enfoque estaba completamente en la adrenalina y el poder que sentía. Con un movimiento ágil, se volvió hacia los que todavía permanecían parados, incapaces de moverse, y alzó una ceja en desafío.
"¿Alguien más quiere intentar?" preguntó, su voz resonando con un eco demoníaco. La atmósfera en el aula se tornó densa, y el terror palpable se hizo aún más intenso.
Los maestros, viendo que la situación se tornaba cada vez más peligrosa, intentaron recuperar el control. "¡Hooni! Detente! ¡Esto no es una solución!" gritó uno de ellos, pero su voz temblaba de miedo. Sin embargo, la respuesta de Hooni fue una risa burlona.
"¿Solución? Esto es solo el comienzo. Ahora soy libre de ser quien realmente soy," replicó Hooni, disfrutando de su nuevo poder y de la oportunidad de dejar atrás su antiguo yo.
La tensión en el aula era palpable. Los que antes se reían de él ahora temían por su vida, y en ese momento, Hooni se dio cuenta de que la vida había cambiado drásticamente. No era solo un cambio físico, sino una transformación completa que le había otorgado un nuevo propósito.
"¡Déjenme mostrarles lo que realmente puedo hacer!" exclamó Hooni, mientras una sonrisa demoníaca se dibujaba en su rostro.
La atmósfera en el aula se volvió aún más escalofriante cuando Douma, impulsado por su naturaleza demoníaca, se lanzó hacia una joven maestra que había intentado interponerse entre Hooni y los demás. En un instante, la maestra gritó, pero su voz se extinguió rápidamente mientras Douma la devoraba, sus dientes afilados desgarrando la carne con una brutalidad que dejó a todos atónitos.
Los gritos de horror llenaron el aula, y el caos estalló. Los estudiantes comenzaron a correr hacia las salidas, el pánico los invadió al ver el lado más oscuro de su entorno escolar. Hooni, embriagado por su nueva fuerza, observó con una mezcla de asombro y emoción, pero fue Akaza quien estalló en furia ante la acción de Douma.
"¡¿Qué demonios haces, Douma?! ¡Podrías atraer la atención de los cazadores!" gritó Akaza, furioso. Sin poder contener su rabia, se lanzó hacia Douma y lo golpeó con toda su fuerza, su puño impactando en el pecho de Douma con un sonido sordo. El golpe fue tan fuerte que creó un hoyo visible en el pecho del demonio.
Douma se tambaleó hacia atrás, sorprendido por la ferocidad de Akaza. "¡Hey! ¡Fue solo un bocadillo!" exclamó, mientras su cuerpo comenzaba a regenerarse rápidamente, la carne desgarrada volviendo a unirse con una facilidad inquietante. "No te enojes, amigo, ¡solo estaba disfrutando de un almuerzo!"
"¡Esto no es un juego!" respondió Akaza, aún con la mirada fija en Douma, mientras la ira ardía en su interior. La escena se volvió cada vez más caótica, y Hooni, en su estado de éxtasis demoníaco, comenzó a reírse de la situación.
"¿Así que pueden hacer eso? ¡Esto es increíble!" Hooni exclamó, sintiendo cómo el poder brotaba de él mientras contemplaba el espectáculo. Sin embargo, a medida que la tensión aumentaba, se dio cuenta de que había una delgada línea entre la diversión y la destrucción.
"¿Y si los cazadores vienen? ¿Estás listo para luchar, Hooni?" le preguntó Izuku, acercándose cautelosamente a él.
"Estoy listo para todo," respondió Hooni, sintiendo que su transformación lo había empoderado, pero también lo había llevado a un camino oscuro del cual tal vez no podría regresar.
La fortaleza ahora estaba llena de gritos, risas y un ambiente de pura locura, y la batalla entre demonios se había desatado en su totalidad.
La escena era grotesca. En medio de lo que una vez fue un aula, Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, Makoto Kota y Katsuma devoraban a los estudiantes con frenesí, riendo y disfrutando de su nueva vida demoníaca. La atmósfera estaba impregnada de un aire de locura, y el sonido de sus risas mezclado con los gritos de terror resonaba en las paredes de la escuela.
Mientras tanto, Kokushibo, Douma y Akaza decidieron alejarse un poco del caos, tomando un respiro en el exterior. "A veces es bueno relajarse un poco, ¿no crees?" comentó Douma, con una sonrisa sádica. Kokushibo, siempre serio, solo asintió, y Akaza lo miró con una mezcla de desaprobación y resignación.
De repente, un sonido de sirenas rompió el ambiente. La policía llegó, sus coches patrulleros deteniéndose con urgencia frente a la escuela. Los oficiales, con los rostros pálidos al observar la escena, se quedaron en estado de shock al ver a los demonios en acción. "¡Alto! ¡Pongan las manos donde pueda verlas!" gritó uno de los policías, tratando de mantener la calma, aunque su voz temblaba.
Izuku se giró hacia ellos, una sonrisa torcida en su rostro. "¿Qué? ¿No es obvio? Estamos disfrutando de una cena especial." Su tono era burlón, y Hooni, junto a él, se unió a la risa.
Los policías, con la adrenalina a mil, comenzaron a retroceder. "¡Retírense, ahora mismo! ¡No se acerquen!" ordenó uno de los oficiales, mientras sacaba su arma.
"¿Crees que eso te servirá de algo?" Senjuro dijo con desdén, lanzando una mirada despreciativa hacia los policías. "Esto es algo que ni ustedes ni sus armas pueden detener."
Los oficiales, sintiendo que la situación estaba fuera de control, pidieron refuerzos. En medio de su confusión, los demonios continuaron con su festín, disfrutando del caos que estaban causando.
Mientras tanto, Kokushibo, Douma y Akaza, desde una distancia segura, miraban la escena con un interés renovado. "Parece que la diversión acaba de comenzar," dijo Douma, riéndose al ver la desesperación de los policías.
"Vamos a ver cómo se desarrolla esto," sugirió Kokushibo, disfrutando de la inminente tormenta que se avecinaba, y con un leve movimiento de su mano, les indicó que se acercaran para presenciar el espectáculo.
Los estudiantes, aún temerosos y en estado de shock por lo que habían presenciado, miraron aterrados cómo Kokushibo desenvainaba su katana con gracia y precisión. Con un movimiento fluido y poderoso, realizó un ataque de respiración lunar, cortando un carro estacionado en dos mitades. El metal se retorció y chirrió, dejando a todos boquiabiertos.
Douma, con una sonrisa sádica en su rostro, levantó su mano y congeló otro carro utilizando su técnica de sangre. Una capa de hielo se extendió rápidamente por el vehículo, cubriéndolo completamente y dejando a los estudiantes aún más horrorizados al ver cómo el frío invernal se apoderaba de la escena.
Akaza, con su impresionante fuerza, se acercó a un auto y, con un solo golpe, lo destrozó, aplastándolo contra el pavimento. La destrucción que dejó a su paso era desoladora y resonante, haciendo que varios estudiantes se cubrieran la boca para ahogar sus gritos.
Los jóvenes, atrapados entre el horror y la fascinación, comenzaron a murmurar entre ellos. Algunos se preguntaban si realmente estaban viendo a demonios en acción. La realidad de lo que era el mundo de los demonios se estaba haciendo evidente frente a ellos.
"Esto no es un sueño... ¿verdad?" murmuró uno de los estudiantes, mientras otros asintieron con miedo.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, y Katsuma, al ver la actuación de los demonios, no pudieron evitar reírse, disfrutando de la magnitud del caos. "Miren lo que pueden hacer nuestros amigos," exclamó Izuku con entusiasmo, mientras apuntaba a Kokushibo y Douma. "Esto es solo el comienzo."
"¿Alguno de ustedes quiere probar sus habilidades también?" bromeó Senjuro, mirando a los alumnos asustados, lo que provocó más murmullos entre ellos.
Los ojos de Kokushibo brillaban con una intensidad oscura mientras observaba a los estudiantes. "¿Verán lo que es realmente el poder?" dijo, casi despectivamente, antes de volver su atención a Douma y Akaza, como si todo esto fuera un juego de poder en el que disfrutaban al máximo.
Los estudiantes, horrorizados pero intrigados, no podían apartar la vista de la escena que se desarrollaba ante ellos, sintiendo que su mundo, hasta ese momento seguro y predecible, había cambiado para siempre.
Daki, con su típico aire arrogante, miró a su alrededor y vio a los estudiantes asustados, la emoción de la caza brillando en sus ojos. "¡Comida!" exclamó, mostrando una sonrisa sádica mientras se relamía los labios, disfrutando de la idea de un festín.
Gyutaro, a su lado, la miró con una mezcla de diversión y preocupación. "Calma, hermana," dijo mientras trataba de contener su risa. "No es necesario que te emociones tanto. Aún hay tiempo para disfrutar la carnicería."
"¡Pero mira cuántos hay!" insistió Daki, casi brincando de entusiasmo. "No puedo esperar más, quiero probarlos todos."
Gyutaro, sabiendo que su hermana tenía una tendencia a dejarse llevar, se acercó a ella y le pasó una mano por el cabello, como si intentara calmarla. "Espera un momento. Vamos a hacer esto bien. Primero, observemos un poco más y luego decidiremos quién será el primero."
Mientras tanto, los estudiantes se encogieron de miedo al escuchar la conversación entre los dos demonios, comprendiendo que su situación era más grave de lo que habían pensado. La imagen de la hermana y el hermano demoníaco, hablando de devorar a sus compañeros, era aterradora.
"¡Ayuda!" gritó uno de los estudiantes, pero su grito fue rápidamente ahogado por el sonido de la risa cruel de Daki y el comentario sarcástico de Gyutaro.
"¿Qué pasa, pequeño? ¿Tienes miedo?" dijo Daki, acercándose a él con un brillo en los ojos, disfrutando de la desesperación que provocaba.
Gyutaro soltó una risa baja. "Siempre hay un tiempo para jugar antes de comer, hermana. Vamos a hacer que esto sea memorable."
Mientras tanto, los otros demonios, incluidos Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua, y Katsuma, continuaban disfrutando del espectáculo, viendo cómo el caos se desataba ante ellos, completamente absortos en la diversión macabra que estaban creando.
La atmósfera en la escuela estaba cargada de tensión y caos cuando, de repente, un portal se abrió, revelando a la temida familia Zoldyck. Mahou Zoldyck, Zzigg Zoldyck, Zeno Zoldyck, Silva Zoldyck, Kikyo Zoldyck, Illumi Zoldyck, Milluki Zoldyck, Alluka Zoldyck y Kalluto Zoldyck emergieron, cada uno con una presencia imponente.
Izuku, Evan Rui Ayaki, Gregory, Senjuro, Killua y Makoto Kota se volvieron hacia ellos, asombrados. "¡Vaya! La familia Zoldyck! Cuánto tiempo sin verlos," comentó Izuku con una mezcla de sorpresa y emoción. "¿Qué los trae por aquí?"
Silva, con su cetro en mano, miró a su alrededor con desdén, su mirada fría y calculadora. "Hemos sentido disturbios en esta dimensión. Y por lo que veo, ha sido un buen día para encontrar un poco de diversión," dijo, señalando el caos que se estaba desarrollando.
Douma, con una sonrisa siniestra, intervino: "Oh, sí, y parece que tenemos un nuevo miembro en la familia araña. Este chico, Hooni, ha hecho un trabajo bastante impresionante al devorar a sus opresores."
Illumi observó a Hooni con curiosidad, sus ojos analizando al nuevo demonio. "Interesante. Tal vez puedas ser útil para nuestros propósitos," murmuró, mientras su mente comenzaba a formular planes.
"Silva, ¿qué tienes en ese cetro?" preguntó Zeno, levantando una ceja, intrigado por el objeto que su compañero llevaba. Silva levantó el cetro, revelando un núcleo dimensional resplandeciente. "Esto es un artefacto poderoso. Nos permitirá manipular la dimensión y crear el caos que deseamos."
Zzigg se acercó, observando a los demonios y a los estudiantes aterrorizados. "Con este núcleo, podríamos tener aún más control sobre la situación. Tal vez podríamos hacer de esto algo verdaderamente memorable," sugirió, sonriendo maliciosamente.
Kikyo cruzó los brazos y sonrió con satisfacción. "Así es, este lugar tiene potencial. Hay tanto miedo y desesperación aquí. Sería un desperdicio no aprovecharlo."
Mientras tanto, los estudiantes seguían en estado de shock, observando cómo la familia Zoldyck se unía a la escena, sintiendo que el caos estaba a punto de intensificarse aún más.
Izuku, con una sonrisa astuta, miró el núcleo dimensional que sostenía Silva. "Así que es el mismo núcleo que Mei y Melissa utilizaron en su plano incompleto. Me alegra que lo tengan," dijo, mostrando un leve tono de sarcasmo.
Killua se acercó a su padre, cruzando los brazos con una expresión de aprobación. "Me gusta que lo tengas, padre. Esa tecnología avanzada fue creada por Izuku Evan Rui Ayaki. La combinación de sus habilidades y ese núcleo puede ser realmente poderosa."
Silva asintió, una sonrisa astuta dibujándose en su rostro. "Entonces, parece que este joven es más valioso de lo que pensábamos. Podemos utilizar esta tecnología para mejorar nuestras capacidades y tomar el control de la situación."
Zeno, siempre con su mirada calculadora, intervino. "Con el núcleo, no solo podríamos desatar el caos aquí, sino también abrir portales hacia otros mundos y dimensiones. Imagina las posibilidades."
Douma, sintiéndose cada vez más intrigado por la situación, sonrió. "Sí, uniendo nuestras fuerzas, podríamos tener un control absoluto sobre esta realidad. ¡Y no olvidemos la parte más divertida, devorar a nuestros enemigos en el proceso!"
Izuku miró a Hooni, quien aún estaba asimilando su nueva identidad como demonio. "Hooni, este es el momento de demostrar tu verdadero poder. Ahora que eres parte de nosotros, tienes la oportunidad de ser más que un simple chico acosado. Tienes el potencial para convertirte en alguien temido y respetado."
Los ojos de Hooni brillaron con una mezcla de miedo y emoción, sintiendo la energía oscura que lo rodeaba. "¿De verdad puedo hacerlo?" preguntó, dudando de su propia capacidad.
"Claro que sí," afirmó Izuku, con confianza. "Te hemos dado el poder. Ahora, es el momento de que lo utilices. Juntos, formaremos un equipo formidable."
Killua sonrió, sintiendo la adrenalina en el aire. "Esto va a ser increíble. Nunca pensé que estaríamos en una situación así, pero ahora que estamos juntos, no hay límites."
La tensión en la escuela aumentó mientras la familia Zoldyck, los demonios y Hooni se preparaban para desatar su caos. Los estudiantes y maestros miraban con horror y fascinación, sin saber qué esperar de este nuevo y poderoso grupo.
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