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Cuando los participantes entraron en la Casa del Archivero, fueron recibidos por un espectáculo que desafiaba la lógica y superaba la imaginación. El castillo flotante de Rui the Collector no era solo un lugar de almacenamiento; era un templo dedicado al conocimiento y a la historia.

El Interior de la Casa del Archivero

El interior del castillo era majestuoso y surrealista. Cada rincón del lugar parecía diseñado para contar una historia, para maravillar y asombrar.

Pinturas en las paredes: Las paredes estaban adornadas con obras de arte históricas, mostrando escenas de coleccionistas legendarios, figuras que habían viajado por mundos desconocidos para reunir sabiduría, arte y objetos mágicos. En algunas pinturas, se podían ver coleccionistas enfrentándose a criaturas sobrenaturales, mientras que en otras, negociaban con demonios y entidades poderosas.

La historia de los demonios: Entre las pinturas, los participantes notaron murales que representaban la historia de los demonios de "Demon Slayer". Las imágenes mostraban a Muzan Kibutsuji, los Pilares, y las batallas épicas que marcaron la era de los cazadores de demonios. Rui aparecía en varias escenas, retratado como un demonio solitario, observando desde las sombras. Era evidente que este castillo no solo guardaba objetos físicos, sino también los secretos de los demonios.

Luces en forma de estrella: Las paredes estaban decoradas con luces flotantes en forma de estrellas, brillando en tonos azules y morados. Estas luces no solo iluminaban el lugar, sino que parecían tener vida propia, movilizándose al ritmo de los pasos de los participantes.

El suelo brillante: El suelo bajo sus pies era como un espejo, reflejando no solo a los que caminaban por él, sino también fragmentos de recuerdos y visiones de otros tiempos. Gon y Killua se detuvieron, intrigados, al ver reflejos de batallas antiguas y coleccionistas en acción.

Arquitectura de ensueño: El castillo era un laberinto de maravillas. Puentes flotantes conectaban salas gigantescas, y las columnas parecían estar hechas de cristal brillante. La atmósfera era tan etérea que parecía que el castillo existía en otro plano de la realidad.

Reacciones de los Participantes

Killua: Observó las pinturas con una mezcla de curiosidad y cautela.
—Esto no es solo un castillo. Es un lugar donde la historia y el poder convergen. Rui no está jugando. Este lugar guarda más secretos de los que podemos imaginar.

Gon: Miró el suelo con fascinación mientras trataba de entender lo que veía.
—¡Killua, mira! Es como si el castillo estuviera vivo. ¿Viste eso? ¡Es un reflejo de una batalla antigua!

Kurapika: Con los ojos fijos en los murales de los demonios, habló con un tono serio.
—Rui sabe mucho sobre los demonios. Este lugar podría tener respuestas sobre cosas que ni siquiera los cazadores de demonios conocen.

Leorio: Miró las luces en forma de estrellas con desconfianza.
—¿Qué clase de lugar es este? Esto no es normal. ¿Estamos seguros de que no nos estamos metiendo en una trampa?

Hisoka: Caminaba con una sonrisa enigmática, disfrutando del ambiente extraño y opulento.
—Qué hermoso... Rui realmente sabe cómo impresionar. Me pregunto qué tan profundo es su conocimiento... y qué tan lejos puedo llegar.

Illumi (disfrazado): Permaneció en silencio, observando cada detalle, como si estuviera recopilando información para usar más adelante.

Un Retorno Inesperado

Mientras los participantes exploraban el castillo, Rui the Collector apareció frente a ellos, flotando desde lo alto de una escalera de cristal. Su presencia era majestuosa y cargada de misterio.

Con su kimono decorado con telas de araña y su colgante de luna creciente, Rui miró a los participantes con una sonrisa calmada.

—Bienvenidos a mi Archivo Eterno —dijo Rui, su voz resonando como un eco en todo el castillo—. Aquí se guardan los secretos de mundos que nunca imaginarían. Ustedes han tenido el privilegio de entrar, pero... ¿tienen lo necesario para salir?

Un Nuevo Reto

De repente, las puertas del castillo se cerraron, y las luces en forma de estrella comenzaron a cambiar de colores, creando un patrón hipnótico en las paredes. Rui extendió su mano, y una docena de títeres de madera emergieron de las sombras, moviéndose de forma amenazante hacia los participantes.

—Para salir de mi castillo, deben demostrarme que son dignos de llevar el título de cazadores. Resuelvan los misterios que hay aquí, o quédense atrapados en mi archivo para siempre.

El verdadero desafío había comenzado.

Al adentrarse en una de las habitaciones más impresionantes del Archivo Eterno, los participantes quedaron boquiabiertos. Era como si estuvieran en un museo de proporciones infinitas, lleno de tesoros inimaginables, pero también con toques extraños que reflejaban los gustos peculiares de Rui the Collector.

El Cuarto del Coleccionista

Este salón estaba dividido en secciones, cada una representando un fragmento de los intereses y obsesiones de Rui. La atmósfera estaba cargada de energía, como si cada objeto contara su propia historia y estuviera impregnado de su pasado.

Colección de Tesoros

Cantantes favoritos: Había hologramas y figuras en tamaño real de íconos como Michael Jackson. Las paredes estaban decoradas con vinilos originales, autógrafos y hasta un par de guantes brillantes que parecían haber pertenecido al Rey del Pop.

Genios de la historia: Un rincón estaba dedicado a personalidades como Einstein, Da Vinci y Tesla. Había bocetos originales, libros manuscritos y hasta un mechón de cabello que, según una placa, pertenecía a Isaac Newton.

Arte natural:

Plumas de aves exóticas colgaban en vitrinas de cristal, ordenadas por color y tamaño.Pieles de serpiente y fósiles prehistóricos decoraban estantes, algunos etiquetados como "únicos en el mundo".Había un tanque con medusas fluorescentes nadando tranquilamente.Insectos raros montados en cuadros, con especies que nadie reconocía.

Piedras preciosas y monedas:

Montones de piedras preciosas y minerales brillaban bajo luces estratégicas.Una colección completa de monedas y billetes de todos los países estaba cuidadosamente organizada en álbumes y cofres antiguos.

Rollos jeroglíficos y libros:

Rollos antiguos de jeroglíficos egipcios y de otras culturas decoraban una mesa gigante.Los libros de magia y respiraciones de los pilares, incluidas las notas de Yoriichi y Kokushibo, estaban abiertos en vitrinas mágicamente selladas.Colección Moderna y Excéntrica

Mangas y cartas de Pokémon: Rui había acumulado mangas de anime desde los clásicos hasta los más oscuros. También había una sección dedicada exclusivamente a cartas de Pokémon raras, incluidas ediciones holográficas legendarias.

Katanas de los Pilares:

Katanas originales de los cazadores de demonios, desde la de Giyu Tomioka hasta la legendaria katana de Yoriichi, estaban colgadas como trofeos en la pared.

Tecnología retro:

Cámaras antiguas de todas las épocas y televisores de tubo estaban alineados en un rincón nostálgico.Consolas de videojuegos antiguos y modernos, junto con cartuchos y discos, formaban una colección envidiable.

Artefactos excéntricos:

Había vitrinas llenas de vibradores de todo tipo, desde antiguos hasta futuristas, organizados como si fueran piezas de arte.Una tenaza dorada con una etiqueta que decía "Astro Toilet Tenaza" descansaba sobre un pedestal.Reacciones de los Participantes

Killua: Frunció el ceño mientras observaba la variedad de objetos.
—Este lugar es una mezcla de un museo, una tienda de antigüedades y... algo mucho más extraño. ¿Por qué tendría eso ahí? —dijo mientras señalaba los vibradores.

Gon: Miró con fascinación las katanas y los libros de respiraciones.
—¡Killua, mira! ¡Es la katana de Yoriichi! ¿Crees que Rui sepa cómo consiguió todo esto?

Kurapika: Observaba los rollos jeroglíficos con atención, su mente tratando de comprender la lógica detrás de la colección.
—Esto es más que un archivo. Rui está obsesionado con capturar el conocimiento del mundo entero. Si hay algo que no tenga aquí, me sorprendería.

Leorio: Al ver los billetes y monedas, no pudo evitar pensar en lo valiosa que era esta colección.
—Esto debe valer... ¡una fortuna! Rui podría comprar un país entero con lo que tiene aquí.

Hisoka: Tocaba las paredes decoradas con imágenes de demonios y cazadores mientras sonreía.
—Qué colección más deliciosa. Rui tiene un ojo exquisito para lo raro y lo peligroso. Me pregunto si entre estos objetos hay algo que pueda sorprender incluso a mí.

Illumi (disfrazado): Permanecía en silencio, pero sus ojos no dejaban de analizar cada rincón, buscando algún secreto que Rui pudiera estar ocultando.

Un Enigma Oculto

De repente, una puerta dorada al fondo del cuarto comenzó a brillar, atrayendo la atención de todos. Sobre la puerta, una inscripción decía:

"Quien desee conocer los secretos más oscuros de este archivo, deberá pagar un precio. ¿Qué estás dispuesto a sacrificar por el conocimiento absoluto?"

La atmósfera se tensó mientras los participantes decidían si cruzar esa puerta o seguir explorando. Rui the Collector podía estar observándolos, esperando a ver qué harían a continuación.

Rui the Collector observaba todo desde su trono flotante en lo alto del Castillo del Archivero, una estructura que era tanto su refugio como su obra maestra. Sus ojos brillaban mientras revisaba las grabaciones mágicas de los intrusos en su colección. Una sonrisa traviesa se formó en su rostro al recordar el origen de algunos de sus objetos más preciados.

La Verdad sobre las Reliquias de los Pilares

Rui había recolectado las katanas de los pilares, las respiraciones documentadas en libros antiguos, e incluso los artefactos que pertenecieron a Yoriichi Tsugikuni y Kokushibo, pero lo que nadie sabía era que esas reliquias provenían de un universo alternativo de Demon Slayer. Un universo en el que Muzan Kibutsuji había ganado la guerra contra los cazadores de demonios.

El Origen del Universo Alternativo:
En ese mundo, los pilares lucharon hasta el último aliento, pero fueron superados por la astucia y la fuerza abrumadora de Muzan y sus lunas superiores. Yoriichi nunca tuvo la oportunidad de acabar con Muzan, y Kokushibo, el hermano perdido, se mantuvo como la espada más letal a su servicio.

La Caída Final:
Tras la victoria de Muzan, ese mundo quedó en caos, y los cazadores que quedaban fueron exterminados. Rui, usando su poder de teletransportación dimensional, llegó justo cuando ese universo estaba al borde del colapso. Recolectó los tesoros y conocimientos más valiosos, incluidos los textos de las Respiraciones, las armas, y los legados de los cazadores caídos.

Un Universo Borrado:
Después de extraer todo lo que valía la pena, Rui contempló el colapso del universo. Como si fuera un dios indiferente, observó cómo ese mundo dejaba de existir, convertido en polvo. Ahora, esos artefactos eran los únicos restos de un universo perdido.

Los Participantes Descubren el Secreto

Dentro del Cuarto del Archivero, los participantes comenzaron a atar cabos mientras exploraban los libros y las katanas.

Kurapika: Al revisar un libro titulado "Respiración de la Luna Oscura", notó algo extraño.
—Estos textos... no son de nuestro mundo. Hablan de una historia que jamás sucedió aquí, donde un tal Yoriichi falló en derrotar a un demonio llamado Muzan. ¿Qué significa esto?

Killua: Observaba una katana que brillaba con un aura ominosa, perteneciente a Kokushibo.
—Esto no tiene sentido. Si Rui tiene esto aquí, significa que no solo colecciona cosas, sino que también... ¡viaja entre mundos!

Gon: Se acercó a un estante lleno de libros marcados con el símbolo de los cazadores de demonios.
—¿Crees que Rui salvó esto de otro universo? Es como si tratara de preservar algo que se perdió para siempre.

Hisoka, acariciando el filo de una katana:
—Interesante. Entonces, Rui no es solo un coleccionista, es un testigo de la extinción. Me pregunto qué más secretos guarda en esta casa.

Un Mensaje de Rui

De repente, las luces de la habitación parpadearon, y una proyección de Rui the Collector apareció ante ellos. Estaba sentado en su trono, su voz resonando con una mezcla de burla y autoridad.

—Bienvenidos a mi Archivo Eterno, intrusos. Veo que han encontrado los restos de un mundo que ya no existe. Sí, esas armas, esos libros, e incluso los recuerdos que contienen, son de un universo donde los cazadores de demonios perdieron y Muzan triunfó. Pero no teman, no les haré daño... aún.

Rui sonrió, continuando con su discurso.
—¿Les parece fascinante? Lo que ven aquí es solo una fracción de mi colección. Todo lo que merece ser recordado, todo lo que tiene valor, lo he preservado. Pero cuidado... porque en mi casa, no todo es lo que parece.

Con un chasquido de sus dedos, Rui hizo que las reliquias brillaran intensamente, proyectando imágenes de las batallas épicas de aquel universo perdido:

Yoriichi enfrentándose a Muzan.Kokushibo derrotando a los pilares.La destrucción final del cuartel de los cazadores.

La proyección se desvaneció, dejando a los participantes en silencio mientras procesaban la magnitud de lo que acababan de aprender.

El Presidente Netero, quien había permanecido en silencio observando todo desde las sombras del Cuarto del Archivero, finalmente avanzó. Sus ojos, llenos de experiencia y sabiduría, brillaban con interés mientras escudriñaba las reliquias de un universo perdido. Su actitud tranquila y su sonrisa enigmática revelaban que estaba procesando algo más allá de lo que los demás podían comprender.

Netero: —Vaya, vaya... Esto es realmente fascinante. Un archivo de mundos borrados, memorias de guerreros caídos, e incluso las respiraciones y técnicas de un universo donde la derrota fue absoluta. ¿Qué clase de coleccionista haría algo tan... monumental?

El presidente pasó los dedos por una de las katanas pertenecientes a un pilar, notando su peso y energía. Luego fijó la vista en los textos, especialmente en un libro titulado "Respiración del Sol: El Legado Perdido de Yoriichi".

Netero: —Interesante... Muy interesante. Un guerrero capaz de desafiar a un demonio inmortal y, sin embargo, condenado al fracaso en otro mundo. Esto plantea muchas preguntas, ¿no creen?La Curiosidad de Netero

Netero se giró hacia los demás participantes: Gon, Killua, Kurapika, Leorio, Hisoka, e incluso Illumi, disfrazado pero claramente intrigado. Su tono, aunque ligero, llevaba un peso inconfundible.

Netero: —Jóvenes, estamos ante algo único. No todos los días uno tiene la oportunidad de explorar los restos de un mundo extinto. Pero cuidado... el hecho de que estas reliquias estén aquí significa que Rui the Collector no solo guarda secretos; también juega con fuerzas que van más allá de nuestra comprensión.

De repente, Netero levantó una de las reliquias: un pequeño orbe cristalino que parecía contener una escena animada en su interior. En ese orbe se podía ver un fragmento de batalla entre Yoriichi y Muzan. Netero lo sostuvo frente a los demás, sonriendo.

Netero: —Quizás este Rui sea más que un coleccionista. Tal vez sea un historiador, un guardián... o un dios en construcción. ¿Qué opinan ustedes?Rui the Collector Observa

Desde lo alto de su trono en el Castillo del Archivero, Rui the Collector seguía monitoreando a los intrusos. Cuando vio a Netero sosteniendo el orbe cristalino, su interés se intensificó. Rui murmuró para sí mismo, con una mezcla de respeto y diversión:

Rui: —Ese viejo... no es como los demás. Tiene un aura peculiar, como si entendiera algo que ni siquiera los otros sospechan. Me pregunto, ¿qué hará cuando descubra los secretos más profundos de mi colección?

Rui decidió no intervenir todavía, prefiriendo observar cómo los participantes reaccionaban y qué decisiones tomarían. Después de todo, para un coleccionista como él, las personas eran tan interesantes como los objetos que guardaba.

La situación se volvía cada vez más extraña a medida que Killua, tras haberse perdido, tropezaba accidentalmente con una habitación llena de objetos inusuales. Con una mezcla de asombro y confusión, el cuarto parecía contener una colección más peculiar de lo que cualquier de los participantes había esperado. En ese espacio, se hallaban una variedad de artículos, desde vibradores hasta ropa de diversas culturas como griega, egipcia, maya, e incluso fundoshi japonés. Entre las colecciones también había elementos más provocativos como mangas de contenido explícito, tangas y bragas, que no cabían en la cabeza de Killua, quien ahora se encontraba con la cara completamente roja, como si estuviera a punto de explotar.

Killua, sintiendo una mezcla de incomodidad y vergüenza, salió corriendo rápidamente, tropezando en su apresurada huida.

Killua (murmurando): —¡No vayan a ese cuarto! ¡No es bueno! ¡Creo que estoy traumatizado!

Al escuchar esto, Gon, Kurapika y Leorio se quedaron completamente confundidos, sin entender bien qué había visto Killua, mientras que Hisoka levantó una ceja, sonriendo con una mezcla de diversión y comprensión, aunque no dijo nada al respecto.

Hisoka (pensando para sí mismo): —Este lugar... tiene muchas sorpresas. Tal vez me quede por un rato más, después de todo, los secretos son más interesantes cuando uno se los guarda.

En cuanto a Rui the Collector, que había observado la escena desde las sombras con una sonrisa, comenzó a reírse con diversión.

Rui the Collector (riendo suavemente): —Oh, Killua, no te preocupes. Esto es solo una parte de mi colección. ¿Te sorprende? Soy un coleccionista de todo lo que pueda almacenar... Y este es solo un pequeño rincón de lo que hay aquí.

Rui, disfrutando de la confusión que causaba entre los demás, se acomodó en su silla, mirando a los participantes mientras ellos intentaban digerir lo que acababan de presenciar.

Rui the Collector: —Cada objeto tiene una historia. Algunos más... peculiares que otros, pero todos tienen su valor. No juzguen, amigos. Lo que ven aquí es solo una pequeña muestra de las muchas rarezas que poseo.

El ambiente se volvió aún más incómodo, y mientras Gon, Kurapika y Leorio intentaban no hacer preguntas, Hisoka permanecía en su postura observadora, esperando ver cómo se desarrollaba esta extraña situación.

Rui the Collector estaba claramente disfrutando del caos y la confusión que generaba, esperando que los participantes decidieran cómo manejar esta revelación, mientras su curiosidad sobre ellos se incrementaba aún más.

La incomodidad de Killua era evidente, y su rostro seguía completamente rojo mientras caminaba de un lado a otro, tratando de calmarse, aunque claramente afectado por lo que había visto.

Killua (con un tono de frustración): —¡No podré dormir por ver eso! ¡Nunca podré borrar esa imagen de mi mente!

Mientras tanto, Rui the Collector, con su acostumbrada calma y una sonrisa que reflejaba tanto diversión como un toque de misterio, le respondió con un tono tranquilo, como si nada fuera extraño.

Rui the Collector: —Oh, pero ¿no leíste los nombres en las puertas? Estoy seguro de que uno de esos cuartos es el mío, o incluso podría ser una habitación para modelaje, no estoy seguro... Tengo tantas puertas aquí que ni yo las cuento. Creo que son unas 1900 habitaciones, ¿quién las necesita todas, no?

Los participantes, aún tratando de procesar lo que había sucedido, miraron alrededor del castillo, ahora más desconcertados por la magnitud del lugar. Gon, que era un poco más optimista, trató de aliviar el ambiente con una sonrisa tímida, aunque no podía evitar sentirse algo incómodo por lo que acababa de suceder.

Gon: —Wow, ¡1900 habitaciones! Eso es... increíble. Pero, ¿por qué tantas?

Rui the Collector, como si le gustara verlos aún más confundidos, dio un paso hacia adelante mientras se encogía de hombros.

Rui the Collector: —Ah, ¿quién sabe? A veces me gusta coleccionar... espacios. Cada cuarto tiene su propósito, sus historias. Algunas de las puertas están cerradas, otras son... privadas, pero todas están llenas de recuerdos. No hay un solo rincón de este castillo que no tenga algo interesante que mostrar.

Kurapika, siempre el más serio, frunció el ceño, ahora más intrigado por la cantidad de secretos que Rui parecía tener. Sin embargo, algo no le cuadraba en todo esto.

Kurapika: —No puedo evitar preguntarme, ¿qué tipo de secretos esconde realmente este lugar, Rui? Todo aquí tiene un aire... extraño.

Rui the Collector: —Ah, ese es el atractivo, Kurapika. Es un lugar lleno de enigmas, misterios y sorpresas... y todo está cuidadosamente coleccionado. Pero, por supuesto, no todo está destinado a ser revelado de inmediato. Algunas cosas deben permanecer ocultas hasta que alguien esté listo para descubrirlas.

Mientras los participantes se sumergían en las palabras de Rui the Collector, quedaba claro que este lugar y su anfitrión no solo eran excéntricos, sino que también estaban llenos de secretos y misterios que no podían ser comprendidos fácilmente.

La atmósfera dentro de la casa de Rui se volvía más espesa con cada momento, mientras los visitantes intentaban encontrar una forma de procesar lo que había sucedido y lo que aún estaba por venir.

Rui the Collector los guió hacia una nueva habitación dentro de su castillo, una habitación diferente a todas las demás que habían visto antes. A medida que entraban, la atmósfera cambiaba drásticamente, volviéndose más pesada, cargada de una energía oscura y misteriosa. Las paredes estaban cubiertas con símbolos extraños y antiguos, algunos de los cuales parecían moverse con una vida propia. En el centro de la sala, un altar con diversas gemas brillaba, cada una emitiendo un resplandor de colores intensos.

Rui the Collector (con voz profunda y solemne): —Esta es mi sala de magia oscura y artes místicas. Aquí residen los secretos más antiguos de cada mundo que he coleccionado. De entre estos objetos, se encuentran los artefactos más poderosos, incluidos los fragmentos del Darkhold y las Gemas del Infinito.

Los ojos de Killua, Gon, Kurapika y Leorio se abrieron de par en par al ver la energía que irradiaba el lugar, especialmente las gemas brillantes. Cada gema parecía tener su propio aura, y los colores vibraban en la oscuridad de la sala. La tensión en el aire era palpable, ya que todos podían sentir que algo inmenso y peligroso estaba presente allí.

Rui the Collector (señalando las gemas con una sonrisa intrigante): —Estas son las Gemas del Infinito. Son las representaciones de los poderes fundamentales del universo: Espacio (azul), Poder (morado), Realidad (rojo), Tiempo (verde), Alma (naranja), y Mente (amarillo). Cada una de estas gemas tiene el poder de alterar las leyes de la existencia misma. Pero, como ya habrán notado, no deben tocarlas.

Rui the Collector: —Si tocan alguna de estas gemas... morirán. Solo yo puedo manejarlas, ya que tengo el control total sobre su poder. Son un conocimiento y una fuerza que trascienden todo lo que pueden imaginar.

Los participantes miraban las gemas con una mezcla de fascinación y temor. Kurapika no pudo evitar sentirse atraído por el poder de la Gema del Alma (naranja), mientras que Killua observaba con cautela las gemas más oscuras y potentes.

Gon: —¿De verdad puedes controlar todo este poder? ¿Todo esto... tiene algo que ver con lo que hemos estado viendo y aprendiendo en tu castillo?

Rui the Collector (asintiendo): —Sí. Este lugar contiene la historia de todo lo que he recolectado. No solo artefactos, sino conocimientos y saberes de diferentes mundos, realidades y universos. A cambio de algo que valoren profundamente, puedo compartirles este conocimiento. Puedo ofrecerles historias, habilidades o poderes, pero deben estar dispuestos a pagar el precio de ese conocimiento.

Leorio (algo desconcertado): —¿A qué te refieres con "pagar el precio"? ¿Qué significa eso exactamente?

Rui the Collector: —Es simple, Leorio. Todo tiene un costo. Si desean conocer algo o adquirir poder, tendrán que dar algo a cambio. Tal vez algo que valoren mucho o que sea esencial para ustedes. El intercambio siempre es justo, aunque no siempre será fácil. El conocimiento y el poder no son gratuitos.

Kurapika: —¿Qué tipo de cosas has aprendido o recolectado de otros universos? ¿Por qué tan peligroso?

Rui the Collector (con una mirada intensa y sabia): —Cada mundo tiene sus secretos. He recopilado historias de héroes y villanos, de guerras y de paz, de magia y ciencia. He visto la caída de imperios, el nacimiento de civilizaciones y el fin de mundos enteros. El Darkhold es solo uno de los muchos libros antiguos que guardo. Contiene magia oscura capaz de alterar la esencia misma del ser. Las gemas, sin embargo, son una forma más directa de poder. Son el punto máximo de lo que puedo coleccionar... pero no cualquiera puede usarlo sin consecuencias.

Gon (pensativo): —Entonces... ¿si tocamos alguna de esas gemas, sería nuestro final?

Rui the Collector: —Sí. Es mejor que no lo intenten. Pero, si lo desean... puedo ofrecerles algo aún más valioso: el conocimiento de estos mundos. Si están dispuestos a dar algo, los invitaré a aprender más.

Con la promesa de conocimientos invaluables, Rui the Collector los miró a todos, esperando ver si alguno de ellos estaba dispuesto a hacer el intercambio. Mientras tanto, el resto del castillo permanecía en silencio, como si esperara una respuesta de los visitantes. Las gemas seguían brillando, y el aire estaba cargado de una energía que desbordaba cualquier comprensión humana.

Rui the Collector, con una mirada penetrante, se acercó un paso más hacia Presidente Netero, su voz calmada pero cargada de una amenaza sutil.

Rui the Collector: —Si deseas algo que trascienda el tiempo, puedo ofrecerte un conocimiento que podría cambiar todo lo que sabes. Puedo ver el futuro y, si lo deseas, puedo rejuvenecer a cualquier ser, dándole nueva vida o dándole una segunda oportunidad. Pero, a cambio, necesito algo que solo tú puedes proporcionarme: el conocimiento del Nen y sus habilidades en este mundo. Me gustaría entender cómo funciona, qué lo impulsa, y cómo lo dominan los seres de este universo.

Presidente Netero se quedó en silencio por un momento, sorprendido por la magnitud de lo que Rui the Collector ofrecía. La idea de rejuvenecer o incluso tener la capacidad de ver el futuro lo había dejado pensativo, pero lo que más le sorprendió fue la solicitud sobre el Nen.

Presidente Netero (con una expresión seria): —El Nen es una habilidad mental, un poder que permite a un ser humano manipular y utilizar su propia energía vital, o aura. Cada persona que posee esta habilidad puede emplear su aura de maneras muy diversas, dependiendo de su habilidad natural y su entrenamiento. La habilidad de un individuo para usar Nen puede clasificarse en diferentes tipos de capacidades: Emisión, Transformación, Refuerzo, Especialización, Manipulación, y Composición.

Netero se cruzó de brazos mientras explicaba.

Presidente Netero: —Para dominar el Nen, uno debe aprender a controlar su aura, comprender cómo interactúa con el mundo, y finalmente aprender a usarla de manera estratégica. El Nen puede ser extremadamente poderoso, y sus aplicaciones son vastas: algunos lo usan para aumentar sus habilidades físicas, otros para manipular el entorno a su favor o incluso predecir lo que sucederá a continuación. Los Transmutadores pueden cambiar la naturaleza de su aura, los Manipuladores pueden controlar objetos y personas, los Refuerzos incrementan su fuerza física, y los Especialistas pueden hacer casi cualquier cosa dentro de los límites del Nen.

El presidente parecía estudiar a Rui the Collector, midiendo si realmente deseaba esa información, o si lo hacía por alguna razón más profunda.

Presidente Netero: —Ahora bien, ¿por qué desearías conocer el Nen? Si tienes el poder de ver el futuro y rejuvenecer a las personas, ¿qué más deseas de este poder?

Rui the Collector: —La curiosidad y el poder no tienen límites. El Nen representa una faceta del potencial humano que me fascina, y entenderlo puede ofrecerme nuevas formas de recolectar, analizar y manipular las fuerzas que me rodean. Además, me gusta saber qué impulsa a este mundo y cómo sus habitantes son capaces de desafiar las leyes de la naturaleza y el destino con su propia energía.

Rui the Collector hizo una pausa, observando a Netero con una sonrisa algo enigmática.

Rui the Collector: —Estoy dispuesto a dar lo que pides. Y si no me lo ofreces, puedo buscar otras formas de obtenerlo. Pero sería más conveniente para todos si compartieras ese conocimiento conmigo. Después de todo, ¿qué es lo que tiene más valor que el saber?

Los participantes, observando el intercambio entre Rui the Collector y el Presidente Netero, estaban sorprendidos por la magnitud de la oferta. Killua parecía contemplativo, mientras Gon mantenía su mirada fija en el Presidente, tratando de entender la conversación. Kurapika, siempre analítico, también estaba observando detenidamente, consciente de que este conocimiento podría ser de enorme valor para entender el Nen y su propio poder. Leorio, aunque más relajado, notaba que la situación estaba tomando un giro más peligroso y complicado de lo esperado.

Hisoka, por otro lado, sonrió ligeramente, disfrutando de la dinámica del intercambio.

La oferta de Rui the Collector de rejuvenecer o ver el futuro parecía tan fascinante como peligrosa, pero todos sabían que la verdadera pregunta era si el Presidente Netero aceptaría compartir el Nen con Rui the Collector, y qué tipo de consecuencias podría traer esa decisión.

Rui the Collector, con una calma casi desinteresada, sacó un plano de sus ropas y lo extendió frente al Presidente Netero, dejando que todos los participantes lo observaran. Los detalles eran tan intrincados y precisos que era evidente que el diseño era de una tecnología increíblemente avanzada, mucho más allá de lo que cualquiera en ese mundo podría haber imaginado.

Rui the Collector (sonriendo con confianza): —Este es solo uno de mis muchos proyectos. He mejorado el diseño de aeronaves con tecnología que podría parecer sacada de otro tiempo... o más bien, de otro universo. Este modelo tiene la capacidad de camuflarse y es alimentado por paneles solares de altísima eficiencia, que no solo permiten una autonomía sin igual, sino que también lo hacen completamente sigiloso.

Rui the Collector señaló las líneas del plano, cada una con un detalle meticuloso.

Rui the Collector: —El diseño también permite la manipulación de la gravedad y la antigravedad. En resumen, esta aeronave no es solo un medio de transporte, sino una obra maestra de ingeniería que puede desintegrarse en un segundo y reaparecer en otro lugar sin ser detectada. Imagina lo que podrías hacer con algo como esto. ¿Quién podría detener a alguien con tal poder en sus manos?

Los participantes, incluidos Gon, Killua, Kurapika, Leorio, y los demás, miraban la ilustración y escuchaban atentos, sorprendidos por el nivel de detalle y la complejidad de lo que Rui the Collector había mostrado. Todos entendían que estaban ante algo que no solo era impresionante, sino también muy peligroso.

Presidente Netero, mirando con atención el plano, asintió lentamente, pero su mirada era escéptica.

Presidente Netero (con voz grave): —Esto... es impresionante, sin duda. Pero, ¿qué me ofreces realmente? Esta tecnología que describes, ¿qué tiene que ver con el Nen? ¿Y por qué debería entregarte el conocimiento de algo tan valioso como el Nen por algo como esto?

Rui the Collector, sonriendo con suficiencia, no parecía sentirse incómodo ante la desconfianza del Presidente. Su tono seguía siendo sereno.

Rui the Collector: —Porque no solo soy un genio en tecnología, sino que también soy un experto en colectar conocimientos y habilidades de todo tipo. Esta aeronave es solo una muestra de mi capacidad para manipular y entender el mundo en formas que incluso tú, Presidente, no podrías prever. El Nen no es solo energía; es algo mucho más. Y entender cómo el poder de la aura se conecta con la materia, el espacio, el tiempo y la energía me dará una ventaja que te permitirá ver el mundo de una forma completamente nueva.

Rui the Collector parecía disfrutar de la incertidumbre en el aire. Presidente Netero no respondía inmediatamente, pero sus ojos brillaban con una luz de curiosidad y cautela. Estaba claro que estaba considerando la oferta de Rui the Collector, pero aún no había decidido si aceptaría intercambiar el conocimiento del Nen por la tecnología.

Los 25 participantes, mirando la situación con asombro y una pizca de temor, empezaron a susurrar entre sí. Muchos no sabían si Rui the Collector era de fiar, pero todos sentían que lo que estaba ofreciendo podría cambiar el curso de todo lo que conocían.

Killua, visiblemente preocupado, susurró a Gon.

Killua: —Eso es... más de lo que cualquiera podría imaginar. Si puede hacer eso con una aeronave, ¿qué más puede hacer con el Nen?

Gon (pensativo): —No lo sé, Killua... pero si realmente puede hacer lo que dice, tenemos que estar preparados para cualquier cosa.

Kurapika, siempre analítico, frunció el ceño y no dijo nada, pero claramente estaba considerando cómo este conocimiento podría ser tanto una ventaja como una amenaza.

Leorio: —Esto es demasiado extraño. ¿Cómo es posible que alguien pueda tener tanto poder y conocimiento?

Hisoka, por otro lado, sonrió con malicia, disfrutando del juego entre Rui the Collector y el Presidente Netero.

Hisoka (en voz baja, con una sonrisa intrigada): —Interesante... Este juego podría volverse más emocionante de lo que pensaba.

Rui the Collector, como si sintiera la atmósfera tensa, aprovechó el momento para añadir algo más.

Rui the Collector: —La opción está sobre la mesa, Presidente Netero. Te ofrezco más que solo tecnología. Te ofrezco el conocimiento absoluto, la capacidad de ver el futuro, de manipular el pasado y el presente. Todo a cambio de algo que solo tú puedes dar: el Nen.

Rui the Collector se cruzó de brazos, observando detenidamente al Presidente, esperando una respuesta que podría cambiar todo el curso de la conversación y posiblemente el destino de todos los presentes.

La sala estaba llena de una tensa expectación, mientras todos se preparaban para escuchar la respuesta que Netero daría.

Rui the Collector, al escuchar la negativa de Netero, asintió con una sonrisa tranquila, sin mostrar ninguna señal de molestia. Su tono era sereno, casi indiferente, como si ya hubiera anticipado esa respuesta.

Rui the Collector: —Bien, si has decidido eso, no me molesta. El conocimiento no se puede forzar, pero siempre está disponible para aquellos que lo buscan. Si alguna vez lo necesitas, no dudes en avisarme.

Con un gesto elegante de la mano, Rui the Collector activó su habilidad, y al instante, el castillo flotante de la Casa del Archivo comenzó a desaparecer de la vista. La enorme estructura se volvió invisible, como si nunca hubiera estado allí. Los participantes, que aún se encontraban dentro, sintieron el cambio inmediato, el aire pesado de la extraña atmósfera que se desvanecía.

En un parpadeo, Rui the Collector y los demás participantes se encontraron de vuelta en el exterior del castillo, ahora invisible, sin saber exactamente cómo o por qué.

Rui the Collector: —Y ahora, como prometí, están afuera. Pero recuerden, las puertas del conocimiento siempre están abiertas para quienes tienen la curiosidad de cruzarlas.

Los 25 participantes se quedaron afuera, mirando el lugar vacío donde momentos antes estaba el castillo flotante. No sabían cómo Rui the Collector había logrado hacer que todo desapareciera tan rápido, pero una cosa era clara: su poder era mucho mayor de lo que habían imaginado.

Netero, quien estaba pensativo, miró hacia donde estaba el castillo antes de su desaparición, con una ligera expresión de respeto, aunque seguía siendo cauteloso.

Netero: —Este hombre... es un enigma. No debemos subestimarlo.

Mientras tanto, los demás participantes intercambiaban miradas entre sí, procesando todo lo que había sucedido. Gon, Killua, Kurapika, Leorio y los demás sentían que este encuentro con Rui the Collector había dejado más preguntas que respuestas.

Killua (en voz baja, mirando a sus compañeros): —Eso fue... mucho más extraño de lo que pensé. ¿Y ahora qué? ¿Qué sabemos realmente sobre él?

Gon: —No sé... pero estoy seguro de que esto no es lo último que vamos a ver de él.

Kurapika, siempre analítico, frunció el ceño mientras pensaba en las implicaciones de todo lo que habían presenciado. Hisoka, como siempre, sonrió enigmáticamente, disfrutando de la incertidumbre y el caos que rodeaba a Rui the Collector.

La sensación de que Rui the Collector era una figura clave en algo mucho más grande se asentó en todos los presentes. Con el castillo desaparecido y sus poderosas habilidades intactas, la pregunta seguía siendo la misma: ¿Qué quería Rui the Collector realmente y por qué había dejado tan claro que el conocimiento estaba a su alcance?

Netero finalmente rompió el silencio, mirando a los demás con seriedad.

Netero: —No podemos ignorarlo. Este hombre tiene poder y conocimiento que debemos entender. Estemos alerta, todos.

La cerca del castillo invisible ahora vacía se alzó en la distancia, mientras los participantes comenzaron a retirarse, sabiendo que este encuentro con Rui the Collector no era más que el comienzo de algo mucho más grande y misterioso.

Rui the Collector, desde la invisibilidad de su casa, observaba en silencio, esperando que el futuro le trajera a aquellos lo suficientemente sabios como para aceptar su conocimiento y entender el verdadero poder que poseía.

Mientras los participantes se dispersaban, cada uno procesando lo ocurrido, sus pensamientos iban en direcciones diferentes, cada uno evaluando la situación según sus propios intereses.

Hisoka, siempre calculador y con una sonrisa enigmática, pensaba para sí mismo, sopesando lo que acababa de presenciar. Rui the Collector había demostrado un poder impresionante y un conocimiento vasto, algo que podría ser útil para alguien como él, pero también arriesgado si no se manejaba con cuidado. Su deseo de poder y control siempre había sido evidente, y aunque la idea de obtener el conocimiento de Rui the Collector era tentadora, algo en su interior le decía que necesitaba más información antes de actuar.

Hisoka (pensando): ¿Vale la pena acercarme más? ¿O es mejor mantenerme distante hasta que pueda manipularlo a mi favor?.

Illumi, el hermano mayor de Killua, también reflexionaba en silencio, pero su perspectiva era completamente diferente. Para Illumi, el poder de Rui the Collector representaba una oportunidad invaluable para la familia Zoldyck. Si pudiera obtener acceso a esa vastedad de conocimiento y habilidades, sería un gran activo en su línea de trabajo, o incluso podría fortalecer aún más la influencia de su familia en el mundo de los cazadores. Pero también sabía que Rui the Collector no era alguien con quien se pudiera negociar a la ligera.

Illumi (en su mente): Este hombre tiene un poder que podría ser útil para nosotros... Si logramos obtenerlo, nuestra familia estaría aún más allá de lo que hemos logrado hasta ahora. Debemos tener cuidado, pero no podemos dejar pasar esta oportunidad.

En cuanto a Gon, Killua, Kurapika, y Leorio, cada uno estaba procesando el encuentro a su manera. Gon seguía sin entender completamente todo lo que había ocurrido, pero su intuición le decía que Rui the Collector no era alguien común. Killua, como siempre, era más pragmático y analítico, sintiendo que había más en juego de lo que sus ojos habían podido ver. Kurapika, por su parte, había notado las implicaciones de las cosas que Rui the Collector había mencionado, especialmente en cuanto a su conocimiento sobre la historia de los demonios y los coleccionistas. Leorio, más preocupado por el bienestar de todos, pensaba que lo más prudente era mantenerse alejados de Rui the Collector por ahora.

Finalmente, Netero, el presidente de la Asociación de Cazadores, guardó en su bolsillo la tarjeta que Rui the Collector había dejado para llamarlo. El líder de la Asociación de Cazadores no era alguien que tomara decisiones a la ligera, y aunque había sido reacio a aceptar el ofrecimiento de Rui the Collector, sabía que sería imprudente ignorar a alguien con ese tipo de poder. Si necesitaba más información o ayuda en el futuro, esa tarjeta podría ser un recurso valioso.

Netero (pensando mientras guarda la tarjeta): Es mejor tenerla y no necesitarla que necesitarla y no tenerla.

Con el castillo de Rui the Collector ahora desaparecido y todos los presentes dispersos, la intriga seguía siendo palpable en el aire. Sabían que algo mucho más grande y complejo estaba en juego, y que Rui the Collector no era una simple figura más en su camino.

Mientras Illumi Zoldyck enviaba las fotos y el video a su familia, en la mansión Zoldyck, el aire estaba lleno de tensión y curiosidad. Cada miembro de la familia reaccionaba de manera distinta al contenido enviado.

Silva Zoldyck, el cabeza de la familia y uno de los asesinos más poderosos, observaba las imágenes con una mirada fría y calculadora. El poder de Rui the Collector no le era ajeno, y su conocimiento sobre arte marcial asesina, así como la oferta de poder y conocimiento, despertaba su interés. Sin embargo, también sabía que tratar con alguien como Rui era peligroso. La tecnología avanzada y el potencial de manipular la aeronave con camuflaje y paneles solares también le hizo pensar en nuevas oportunidades para su familia, tal vez incluso para los trabajos que siempre contrataban.

Silva (pensando): Este tipo es interesante, pero hay algo detrás de su sonrisa que no me gusta. No se debe confiar en alguien con tanto poder sin entender completamente su naturaleza. Pero esa tecnología podría ser útil... quizás sea hora de considerar una reunión.

Kikyo Zoldyck, la madre de los Zoldyck, era más cautelosa. Aunque sus habilidades eran impresionantes, su enfoque era más estratégico. Observaba las fotos detenidamente, especialmente el video de Killua entrando en una habitación 18+. Un detalle como ese no pasaba desapercibido para ella, y mientras veía el video, una ligera sonrisa se dibujó en su rostro, pero no por diversión, sino por la situación en sí.

Kikyo (pensando): Este tipo, Rui the Collector, tiene habilidades más allá de las que podemos medir. Mi hijo Killua... parece que se está enfrentando a algo que no está preparado para manejar. No importa cuán fuerte seas, algunos monstruos no se enfrentan de manera directa...

Milluki Zoldyck, el hermano mayor más tecnológico y obsesionado con la informática, estaba particularmente intrigado por la parte tecnológica de las fotos, especialmente la aeronave avanzada. Su mente ya corría con ideas sobre cómo mejorarla aún más, tal vez para usarla en sus propios fines. A pesar de su obsesión por la tecnología, había una parte de él que se sentía incómodo por la naturaleza oculta de Rui the Collector.

Milluki (pensando): Esto podría ser lo que necesito para demostrar que soy más que solo un friki de la tecnología... Pero, ¿qué más hay detrás de esa persona? ¿Por qué tiene tanto poder y qué otras sorpresas oculta?

Alluka Zoldyck, siempre más tranquila, observaba en silencio. La colección de Rui the Collector, y en particular los objetos extraños y las puertas de habitaciones que no podía entender, le resultaban un tanto desconcertantes. Sin embargo, algo sobre la figura de Rui the Collector despertaba en ella una curiosidad inexplicable. ¿Por qué alguien como él, con tanto poder y conocimiento, elegiría ofrecerlos? La promesa de conocer más sobre el nen también le parecía tentadora, pues había mucho sobre el poder que aún no comprendía.

Alluka (pensando): Lo que este hombre ofrece podría ser... fascinante. Pero las sombras en sus ojos no parecen de alguien que quiera dar solo por dar. ¿Qué hay detrás de sus palabras?

Kalluto Zoldyck, el hermano menor, observaba más por lo que representaba que por lo que contenían las fotos. El contenido le parecía completamente irrelevante en comparación con el verdadero objetivo: si su familia podía usar a Rui the Collector para sus propios fines, sin caer en su trampa. Kalluto siempre había sido un poco más pragmático y menos impresionable por las apariencias, aunque la información sobre el nen y la tecnología avanzada le atraía.

Kalluto (pensando): Este tipo tiene algo que nosotros no. Pero también tiene sus debilidades. Si lo mantenemos cerca, podríamos obtener mucho, pero hay que tener cuidado. Cada jugada debe ser calculada.

Silva, después de un rato de reflexión, se levantó de su asiento y giró hacia su familia.

Silva Zoldyck: Este Rui the Collector... es una amenaza potencial, pero también una oportunidad. No me gusta lo que veo, pero esas habilidades y conocimientos no son algo que pueda ignorarse. Voy a enviar a Illumi para investigar más a fondo. No le dejaremos ninguna salida. Milluki, empieza a trabajar en la tecnología. Que no se nos escape nada.

Todos asintieron en silencio, sabiendo que Silva Zoldyck no tomaba decisiones sin pensar en todos los ángulos posibles.

Kikyo: Y Killua... (mira el video con una mirada pensativa) ... Quizás sea el momento de hacerle saber lo que realmente está en juego aquí.

En ese momento, la familia Zoldyck se preparaba para un nuevo paso en su intrincada red de intrigas y poderes. La figura de Rui the Collector no sería ignorada.

La familia Zoldyck, tras ver las fotos de los hermanos de Rui the Collector y descubrir que son entidades archivistas coleccionistas, comprendió que estaban tratando con algo mucho más grande de lo que pensaban. Los hermanos de Rui the Collector, al parecer, son mucho más poderosos y peligrosos que él, y su obsesión por coleccionar no se limita a objetos, sino que también incluye destruir y recopilar mundos enteros.

Silva Zoldyck, al observar la información, frunció el ceño, pensativo. Sabía que Rui the Collector había perdido contra sus hermanos más de 190 veces, y esa información le preocupaba. Si bien Rui the Collector parecía un objetivo tentador, su debilidad ante sus hermanos podría ser un punto crítico. Algo estaba claro: este mundo y sus secretos no eran tan fáciles de manejar. Había fuerzas mucho mayores detrás de Rui, y estos hermanos eran la verdadera amenaza.

Silva Zoldyck: Este Rui the Collector... tiene su propio límite. No quiere destruir mundos con vida, lo que lo hace diferente. Pero si ha perdido tantas veces contra sus hermanos, eso nos da una ventaja. Si los enfrentamos, probablemente podamos encontrar la manera de utilizar su poder sin caer en sus trampas. Pero, necesitamos saber más sobre esos hermanos. ¿Qué tan fuertes son?

Kikyo Zoldyck, mientras observaba las fotos de los hermanos de Rui the Collector, no pudo evitar sentirse intrigada y un tanto preocupada. La información revelaba que estos archivistas coleccionistas no solo eran poderosos, sino que también tenían un trasfondo sombrío que podría tener repercusiones más allá de lo que ellos mismos podían imaginar.

Kikyo Zoldyck: Si Rui the Collector ha sido derrotado tantas veces por sus hermanos, es posible que su resistencia provenga de un lado emocional, algo que podría explotar en su contra. Pero esos hermanos... tienen algo que no comprendemos completamente. Son... entidades. No son como nosotros. Deberíamos acercarnos con cautela.

Milluki Zoldyck, quien siempre estaba obsesionado con la tecnología, estaba pensando en cómo estos seres podrían estar utilizando el poder de la información a un nivel que él mismo no había alcanzado. La capacidad de coleccionar mundos enteros, destruirlos y hacerlos parte de un archivo era más que impresionante; era aterrador.

Milluki Zoldyck: Si esos archivistas coleccionan mundos... ¿acaso tienen la capacidad de reescribir realidades? Podríamos obtener conocimiento más allá de nuestra comprensión si logramos aprender de ellos. No podemos dejar que eso se nos escape.

Alluka Zoldyck, al igual que sus hermanos, sabía que estaba ante algo extremadamente peligroso. La mención de destruir mundos enteros la inquietaba, pero también había algo en los hermanos de Rui the Collector que le atraía. ¿Por qué querían coleccionar todo de esa manera? ¿Qué los motivaba?

Alluka Zoldyck: ¿Y si hay algo más? Algo que Rui no nos ha contado. Si es tan débil frente a sus hermanos, tal vez haya una razón. Tal vez no solo sea un tema de poder. Quizás hay algo dentro de ellos, algo que no estamos viendo.

Kalluto Zoldyck sabía que la familia debía actuar con rapidez. Rui the Collector era peligroso, pero su debilidad ante sus hermanos podría ser la clave para usarlo a su favor. Sin embargo, el simple hecho de que perdiera contra ellos tantas veces significaba que estos archivistas no eran seres comunes, y probablemente su conocimiento de nen y de otros poderes podría ser mucho más avanzado.

Kalluto Zoldyck: Si nuestros enemigos son tan poderosos, lo que realmente necesitamos es información. La debilidad de Rui the Collector contra sus hermanos puede ser nuestra oportunidad. Pero necesitamos saber más sobre estos archivistas. ¿De dónde vienen? ¿Qué los motiva a coleccionar mundos y realidades?

Silva Zoldyck, después de un largo momento de reflexión, concluyó que, aunque la situación era peligrosa, no podían dar la espalda a una oportunidad como esta. Con Rui the Collector en su poder, podrían aprender no solo sobre sus habilidades, sino también sobre los peligros que representaban sus hermanos. El conocimiento era clave, y la familia Zoldyck no podía permitirse perder la ventaja.

Silva Zoldyck: Es hora de que alguien se acerque a Rui the Collector nuevamente. Illumi, sigue con tu investigación. Mantén la tarjeta, y averigua todo lo que puedas sobre estos archivistas. Esto no es solo un juego. Los mundos y realidades están en juego, y no podemos permitir que esa información caiga en manos equivocadas.

Illumi Zoldyck asintió y guardó la tarjeta en su bolsillo, sabiendo que su misión se estaba volviendo más compleja. La familia Zoldyck no tomaba riesgos innecesarios, pero esta vez, el poder de Rui the Collector y sus hermanos podría ser la clave para controlar algo mucho más grande.

La familia Zoldyck estaba lista para continuar su investigación, sabiendo que el próximo paso podría ser decisivo. Rui the Collector y sus hermanos, aunque débiles en algunos aspectos, estaban más cerca que nunca de revelar los secretos de los mundos que coleccionaban.

Rui the Collector, en su bar personal, se encontraba disfrutando de una mezcla de cerveza y vino mientras se relajaba, rodeado de su colección infinita de objetos. En ese momento, estaba vestido con unas bragas moradas adornadas con estrellas y galaxias, una prenda que parecía ser parte de su estilo único. Con una copa en la mano, pensaba profundamente sobre la situación en la que se encontraba.

Rui the Collector: Necesito saber sobre el nen... si logro dominarlo, podría tener una ventaja sobre mis hermanos. O tal vez, debería simplemente dejarlos venir y dejarlos quedarse, como siempre he hecho, pero... hay algo en este mundo que me atrae más. ¿Debería quedarme con este conocimiento?

Las dudas pasaban por su mente mientras se sumergía en sus pensamientos. Había algo en el nen que lo intrigaba profundamente, una fuerza poderosa que podría cambiar las reglas del juego. Rui the Collector, aunque era un coleccionista de realidades y poderes, entendía que el nen podría ser la clave para equilibrar la balanza a su favor.

A medida que bebía, comenzó a imaginarse utilizando el nen, la habilidad que tanto había oído pero nunca comprendido completamente. Tal vez, con esta habilidad, podría finalmente enfrentar a sus hermanos y no tener que ceder ante su destino de perder una y otra vez. Pero, por otro lado, también sabía que había un alto costo por involucrarse en esas fuerzas desconocidas.

Rui the Collector: Podría no solo derrotar a mis hermanos, sino que también podría ganar un poder mucho mayor. Pero... ¿sería capaz de controlar todo lo que el nen implica? Este poder podría consumirlo todo si no soy cuidadoso.

Mientras reflexionaba, una parte de su mente pensaba en las posibles personas que también querrían esta información. Sabía que en este mundo, las personas con deseos de poder nunca faltaban, y tal vez algunos de los participantes, como Netero o Illumi Zoldyck, podrían tener el mismo interés por el nen y las habilidades asociadas a él.

Con un suspiro, Rui observó el panorama de su bar, un espacio que reflejaba su existencia como coleccionista, lleno de objetos extraños y memorias de mundos pasados. Aunque el lugar estaba lleno de riquezas y conocimientos, había algo más que lo impulsaba a buscar más.

Rui the Collector: Alguien querrá esta información... y si decido no usar el nen, entonces probablemente sea mejor que siga coleccionando todo lo que pueda. Alguien siempre estará buscando algo, ¿no?

En ese momento, el dilema que Rui enfrentaba se tornó aún más complejo. Podía seguir con su vida de coleccionista, guardando secretos y objetos del universo, o podía arriesgarse a aprender y utilizar el nen para enfrentar a sus hermanos. De cualquier manera, sabía que las decisiones que tomara podrían cambiar su destino para siempre.

Cuando la familia Zoldyck activó la llamada, se encontraron con una visión imponente y única. Rui the Collector apareció en pantalla, mostrando su singular apariencia. Su piel pálida destacaba bajo la luz tenue de su entorno, mientras la mancha azul pálido que eclipsaba el lado izquierdo de su cara contrastaba con los patrones rojos y negros que decoraban su rostro y ojo izquierdo. Las estrellas azules en su mejilla izquierda parecían brillar con un resplandor suave, añadiendo un aire etéreo.

Su cabello blanco, similar a patas de araña, caía de manera elegante, con un flequillo medio que ocultaba parcialmente su ojo derecho. Los ojos amarillos con iris escarlata oscuros y pupilas estrechas parecían penetrantes, como si pudieran ver más allá de lo evidente. La pierna izquierda de un azul pálido y los dedos faltantes en su mano izquierda completaban su extraña pero cautivadora presencia.

El kimono que llevaba puesto era una obra maestra en sí mismo, un despliegue de detalles intrincados: las telas de araña grabadas, los colores vivos en las mangas con soles y lunas, y el diseño de cuatro aberturas altas que dejaban ver sus piernas bien formadas. El colgante de luna creciente colgaba suavemente en su pecho, añadiendo un toque de misterio. Sin zapatos, sus pies descalzos tocaban el suelo, exudando una confianza despreocupada y un aire casi divino.

Rui parecía relajado, tal vez hasta ligeramente divertido por la llamada, mientras se ajustaba el kimono para asegurarse de que cada detalle estuviera en su lugar. Con una sonrisa leve, inclinó la cabeza hacia la pantalla.

Rui the Collector: "Ah, familia Zoldyck, me preguntaba cuándo decidirían llamarme. ¿Qué puedo hacer por ustedes? ¿Quizás admirar mi última colección? ¿O tienen curiosidad por los secretos que guardo? "

En la mansión Zoldyck, cada miembro observaba a Rui con una mezcla de asombro y precaución.

Silva Zoldyck mantenía su rostro estoico, pero sus ojos reflejaban un profundo interés por la fuerza y el aura de este coleccionista.Kikyo Zoldyck parecía fascinada, casi obsesionada, con la apariencia impecable y sobrenatural de Rui.Illumi, quien había iniciado la llamada, mantenía su mirada fría pero analítica, calculando posibles beneficios de una alianza.Milluki estaba boquiabierto, sin palabras, mientras miraba las imágenes de la colección y el plano del vehículo avanzado.Alluka y Kalluto estaban más intrigados que sorprendidos, observando a Rui como si fuera una figura de una historia fantástica hecha realidad.

Silva finalmente tomó la palabra, rompiendo el silencio.
Silva Zoldyck: "Rui the Collector, tu poder y tus conocimientos son impresionantes. Nos preguntábamos qué podrías ofrecerle a una familia como la nuestra... y qué querrías a cambio."

Rui sonrió con un aire de superioridad, tomando un sorbo de su bebida antes de responder.
Rui the Collector: "Ah, Silva Zoldyck, las posibilidades son infinitas. Puedo ofrecerles tecnología que ni siquiera han soñado, secretos de artes perdidas, y quizás... un vistazo al futuro. Pero todo tiene un precio. ¿Qué están dispuestos a darme?"

La familia Zoldyck intercambió miradas. Habían enfrentado muchas amenazas y formado alianzas complejas, pero este encuentro era diferente. Rui the Collector no solo era un ser poderoso, sino también una fuente de conocimientos inimaginables. La pregunta era: ¿hasta dónde estarían dispuestos a llegar?

La oferta de Rui the Collector dejó a la familia Zoldyck aún más impresionada. Mientras ajustaba su kimono con indiferencia, sacó dos planos detallados, sosteniéndolos entre sus dedos pálidos y mostrando cada uno con movimientos pausados, casi teatrales.

Rui the Collector: "Escuchen con atención, porque esta es una oportunidad única. El primer plano es para un rifle de cerrojo avanzado. Este arma no solo es letal, sino que redefine la precisión y el impacto en el combate. Proyectiles diseñados para atravesar carne y hueso con una eficiencia quirúrgica. Ideal para aquellos que valoran el control absoluto en cada disparo."

Dejó que el plano flotara en el aire, proyectándose holográficamente con un leve destello, antes de sacar el segundo.

Rui the Collector: "El segundo es aún más fascinante: el Interceptor Astro Toilet. Pese a su nombre curioso, no subestimen su poder. Blásters que disparan plasma a velocidades extremas, capaces de cubrir amplias áreas con impactos devastadores. Perfecto para eliminar múltiples objetivos en terrenos difíciles. Y sí, estos blásters pueden ser configurados para aniquilar o incapacitar, según lo que prefieran."

Las imágenes proyectadas de ambos planos rotaban lentamente en el aire, mostrando cada detalle de diseño, desde los mecanismos internos hasta los efectos en el objetivo. La familia Zoldyck observaba con una mezcla de asombro y avaricia.

Kikyo Zoldyck: "Rui the Collector, estas armas... podrían cambiar la dinámica del mundo. Podríamos mantener nuestro linaje como el más temido y poderoso."

Silva Zoldyck, manteniendo su calma característica, intervino.
Silva Zoldyck: "Y qué es exactamente lo que quieres a cambio, Rui."

Rui esbozó una sonrisa mientras tomaba un sorbo más de su mezcla de cerveza y vino, disfrutando de la tensión en el aire.

Rui the Collector: "Solo lo que pedí antes: el conocimiento completo sobre el Nen, sus variaciones y habilidades de asesinos específicas. Quiero dominarlo, integrarlo a mi arsenal, y quizás... usarlo para enfrentar a mis hermanos en igualdad de condiciones. Nada más. Suena justo, ¿verdad?"

La habitación quedó en silencio mientras la familia deliberaba mentalmente. Milluki parecía especialmente ansioso, probablemente pensando en las posibilidades tecnológicas de los planos.

Illumi, por su parte, se dirigió a Rui con una expresión fría.
Illumi Zoldyck: "Si accedemos, ¿nos garantizarías exclusividad con estos planos? No queremos que otras familias o grupos accedan a esta tecnología."

Rui se rió suavemente, inclinándose hacia adelante con una mirada juguetona.
Rui the Collector: "Por supuesto. Nunca comparto las mismas maravillas dos veces. Cada trato con Rui the Collector es único. Entonces, ¿tenemos un trato?"

Todos los Zoldyck se volvieron hacia Silva, esperando su decisión final.

Silva Zoldyck permaneció en silencio por unos momentos, evaluando las implicaciones del trato. Observó a cada miembro de su familia y luego fijó su mirada en Rui the Collector, quien mantenía una sonrisa confiada, saboreando el suspenso.

Silva Zoldyck: "Aceptaremos tu propuesta, pero con condiciones. Si este conocimiento del Nen y nuestras habilidades de asesinos caen en malas manos, incluso en las tuyas, podrías convertirte en un peligro para este mundo. Necesitamos garantías de que estas armas y el conocimiento que obtendrás no se utilizarán contra nosotros."

Rui dejó escapar una carcajada suave, sus ojos brillando con diversión.
Rui the Collector: "Silva, Silva... ¿qué clase de coleccionista crees que soy? Mi interés está en preservar y comprender. Si quisiera destruir el mundo, ya lo habría hecho. Pero muy bien, acepto tus condiciones. Tendré cuidado con el poder que me están otorgando. Y en cuanto a las armas, su exclusividad está garantizada."

Kikyo intervino, intrigada.
Kikyo Zoldyck: "¿Y cómo planeas aprender sobre el Nen? No es algo que se pueda enseñar en días."

Rui chasqueó los dedos, y de repente, un extraño artefacto apareció flotando frente a ellos: un dispositivo que parecía un orbe giratorio con runas resplandecientes.

Rui the Collector: "Ah, pero aquí es donde mi genialidad entra en juego. Este artefacto puede absorber conocimientos directamente de su mente. Todo lo que tienen que hacer es compartir su sabiduría, y el orbe hará el resto. No requiere esfuerzo alguno, excepto su disposición."

La familia Zoldyck intercambió miradas. Aunque había dudas, la propuesta parecía ventajosa. Finalmente, Silva asintió.
Silva Zoldyck: "Que así sea. Pero nos aseguraremos de supervisar este proceso."

Rui sonrió, complacido.
Rui the Collector: "Perfecto. Ahora, ¿quién será el primero en compartir su conocimiento?"

Illumi dio un paso adelante, con su rostro impasible.
Illumi Zoldyck: "Yo lo haré. Pero si hay algo sospechoso, no dudaré en eliminarte."

El orbe comenzó a brillar mientras Illumi colocaba sus manos sobre él. Rui observaba con fascinación cómo el conocimiento fluía al artefacto. A medida que el proceso avanzaba, la familia Zoldyck notó que Rui no solo absorbía la información, sino que parecía analizarla y organizarla de inmediato.

Cuando el proceso terminó, Rui sonrió ampliamente.
Rui the Collector: "Fascinante... El Nen es más complejo de lo que imaginé. Esto será muy útil. Ahora, por su recompensa."

Rui extendió los planos holográficos del rifle de cerrojo avanzado y el Interceptor Astro Toilet hacia Silva.
Rui the Collector: "Tal como prometí. Su exclusividad está garantizada. Espero que encuentren útiles estas maravillas."

Mientras la familia observaba los planos con atención, Rui hizo un gesto con su mano, y el orbe desapareció. Luego, levantó su copa, brindando hacia los Zoldyck.

Rui the Collector: "Un placer hacer negocios. Si necesitan algo más, saben cómo contactarme. Ahora, si me disculpan, tengo mundos que explorar y hermanos que enfrentar."

Con un movimiento de su mano, Rui desapareció en un destello de luz púrpura, dejando a los Zoldyck con un conocimiento que podría cambiar su futuro... y con la intriga de qué haría Rui con el poder del Nen.

Rui the Collector, tras completar su aprendizaje del Nen y las habilidades de la familia Zoldyck, se retiró a su biblioteca infinita, un vasto espacio lleno de estantes interminables con pergaminos, libros y artefactos recolectados de innumerables mundos. Allí, Rui tomó un rollo de tela negra con bordes dorados y comenzó a escribir meticulosamente todo lo que había aprendido.

Con su letra impecable, Rui detalló:

El sistema del Nen:

Las categorías de Nen: Reforzador, Emisor, Transformador, Manipulador, Especialista y Materializador.Técnicas avanzadas como "Zetsu", "Ren", "Ten", y "Hatsu".Las estrategias únicas y aplicaciones específicas observadas en los Zoldyck.

Habilidades de la familia Zoldyck:

Las técnicas de Illumi para manipular personas con agujas.Las habilidades letales y precisas de Silva.El conocimiento de Kikyo sobre venenos.Los avances tecnológicos y estrategias tácticas de Milluki.Los movimientos ágiles y letales de Kalluto, combinados con su uso de abanicos.El enigma que representa Alluka y Nanika.Los conocimientos asesinos transmitidos de generación en generación.

Observaciones personales:
Rui añadió notas sobre cómo integrar el Nen con su propio poder como coleccionista, combinando lo aprendido con su habilidad para manipular la materia y la realidad misma.

Cuando terminó, Rui enrolló el pergamino y lo aseguró con un sello mágico, uno que solo él podía romper.

Rui the Collector: "Perfecto. Ahora esto estará a salvo aquí. Si alguna vez necesito repasar o mejorar mis habilidades, este rollo será mi guía. Pero lo más importante, me dará ventaja contra mis hermanos."

Rui colocó el rollo en un lugar prominente en la sección de habilidades avanzadas de su biblioteca. Antes de partir, miró el vasto espacio a su alrededor y sonrió.

Rui the Collector: "Un conocimiento tan poderoso no debe desperdiciarse. Pronto, mis hermanos aprenderán por qué me llaman 'El Coleccionista'."

Con un movimiento de su mano, las luces de la biblioteca se atenuaron, y Rui desapareció en un portal, listo para enfrentar nuevos desafíos y quizás, negociar con otras fuerzas de igual poder.

Killua, tras enterarse del trato entre su familia y Rui the Collector, quedó perplejo por la decisión de su padre y hermanos. No solo habían compartido secretos del Nen y habilidades letales con Rui, sino que ahora también poseían armas avanzadas gracias al intercambio. La visión de los planos en manos de Milluki y las menciones de dos armas más poderosas dejaron a Killua con una mezcla de asombro y preocupación.

Illumi, con su habitual tono frío y calculador, se acercó a Killua mientras observaba los planos.

Illumi: "Rui the Collector no es una amenaza para nosotros, Killua. Es un aliado. Prefiere recolectar conocimiento y objetos únicos antes que destruir. Además, si él quisiera, podría haber borrado nuestra existencia en un instante."

Killua: "¿Y si no podemos confiar en él? ¿Qué pasa si cambia de opinión? ¿Qué pasa si nos utiliza como piezas de su colección?"

Silva (interviniendo): "El coleccionista no es alguien que actúe sin propósito. Su trato fue justo, y la familia Zoldyck se beneficia de este intercambio. Presidente Netero perdió la oportunidad de aliarse con él, pero nosotros no cometimos el mismo error. Ahora, Killua, te corresponde demostrar que eres digno de la herencia Zoldyck."

La mención de Gon fue el punto de quiebre para Killua. Illumi dejó claro que si Killua no cooperaba, Gon podría quedar vulnerable ante las intrigas que Rui pudiera desatar indirectamente. Con su habitual determinación y lealtad hacia Gon, Killua decidió intensificar su entrenamiento en Nen y habilidades combativas.

En un rincón apartado de la mansión Zoldyck, Killua entrenaba ferozmente. Sus objetivos eran claros:

Dominar Nen a niveles superiores:

Experimentó con combinaciones avanzadas de su Hatsu basado en electricidad.Desarrolló técnicas de velocidad y precisión que podrían rivalizar incluso con las habilidades de Rui.

Prepararse mentalmente para enfrentar a Rui:

Aunque Rui era un aliado de los Zoldyck, Killua no descartaba la posibilidad de enfrentarse a él si surgía la necesidad de proteger a Gon o a sus propios ideales.Usó simulaciones y enfrentamientos con Illumi y Silva para mejorar su resistencia ante manipuladores y estrategas como Rui.

Entender al Archivista:

Killua comenzó a estudiar los patrones de comportamiento de Rui a través de la información que Illumi y Milluki compartieron. Esto incluía detalles sobre su naturaleza como coleccionista y su deseo de superar a sus hermanos.

Killua: "No importa qué tan fuerte o inteligente sea Rui. Si quiere enfrentarse a mí, estaré listo. Y si algún día sus decisiones ponen en peligro a Gon, no dudaré."

Killua sabía que el desafío de enfrentarse a alguien como Rui requeriría más que fuerza y habilidad: necesitaba comprender el alcance de su mente como coleccionista y archivista. Pero con su amistad inquebrantable hacia Gon como su motor, Killua se comprometió a estar a la altura del desafío, sin importar lo que le esperara.

Rui the Collector, fiel a su naturaleza como archivista y coleccionista, no dejó pasar la oportunidad de aprender y registrar las habilidades de Killua. Observó cuidadosamente cada movimiento del joven asesino durante su entrenamiento y recopiló todos los detalles posibles sobre su estilo de combate y Nen.

En su biblioteca infinita, donde se encontraba una sección dedicada a los poderes y habilidades de distintos mundos, Rui tomó un rollo nuevo, hecho de un material resistente al tiempo y al deterioro. Con una escritura impecable, comenzó a documentar:

Habilidades de Killua Zoldyck

Hatsu: Electricidad

Descripción: Capacidad para generar y manipular electricidad mediante su aura.Técnicas principales:Thunderbolt: Descarga eléctrica que paraliza a su oponente.Speed of Lightning: Incremento drástico en velocidad utilizando electricidad para estimular sus músculos.Godspeed: Máximo control sobre velocidad y reflejos, combinando automatización con pensamiento consciente.

Entrenamiento como asesino

Técnicas de combate:Ataques precisos en puntos vitales.Uso de garras afiladas que combinan velocidad y fuerza letal.Resistencia al veneno y electricidad externa.Capacidad para soportar altos niveles de dolor y presión psicológica.

Estrategias y tácticas

Analiza rápidamente a sus oponentes.Capacidad de evadir y contraatacar con eficacia.Uso de su entorno para ventaja estratégica.

Una vez terminado, Rui selló el rollo con su firma distintiva: un patrón de estrellas y lunas entrelazadas. Lo colocó en una sección especial de su biblioteca, junto con otros rollos que contenían información sobre el Nen y las habilidades de la familia Zoldyck.

Al guardar el rollo, Rui murmuró para sí mismo mientras bebía un sorbo de su mezcla de cerveza y vino:

Rui the Collector: "Killua es prometedor, pero todavía joven. Si tuviera más tiempo, quizás podría ser una pieza importante en mi colección... Aunque por ahora, este conocimiento es suficiente. Cada habilidad es una pieza del rompecabezas para enfrentar a mis hermanos. Si ellos vienen por mí, estaré listo."

La biblioteca brilló con un tenue resplandor, como si las palabras en el rollo hubieran activado algún mecanismo místico en el lugar. Rui observó con satisfacción mientras su colección continuaba creciendo, una pieza a la vez.

Killua, observando a Rui the Collector, se quedó quieto mientras veía al coleccionista activar un portal. De ese portal emergió una criatura intrigante: un pulpo con anillos azules brillantes que emitían una aura venenosa. La criatura se movía lentamente, sus tentáculos retorciéndose mientras Rui la manipulaba con una mezcla de curiosidad y respeto por su naturaleza peligrosa.

Rui lo metió con cuidado en una pecera, observando cómo el pulpo se asentaba en su nuevo hogar, cuyas paredes estaban recubiertas de un material que resistía el veneno letal de la criatura. Mientras el pulpo nadaba dentro, sus anillos azules brillaban débilmente, marcando su peligrosidad.

Rui the Collector, sonriendo de una manera enigmática, se volvió hacia Killua:

Rui the Collector: "Este es un espécimen raro. Venenoso, pero también fascinante. La mayoría no sabe que los pulpos como este pueden no solo ser letales, sino también poseer una inteligencia impresionante. Algunos incluso se dice que pueden manipular el Nen, como los seres más antiguos de este mundo."

Killua, con sus ojos entrecerrados, observó la criatura. Aunque no parecía particularmente peligroso en ese momento, sentía una extraña presión en el aire que lo hacía estar alerta. El veneno de ese pulpo era capaz de derribar a alguien con solo un contacto, y Rui lo estaba manipulando con una facilidad aterradora.

Killua: "¿Qué planeas hacer con eso? ¿Estás creando un ejército de monstruos o solo lo estás guardando como una curiosidad más?"

Rui the Collector se rió suavemente, saboreando el momento mientras continuaba observando al pulpo nadando en su pecera.

Rui the Collector: "¿Por qué no ambas cosas, Killua? Todo en este mundo, desde las criaturas más letales hasta los objetos más inofensivos, tiene un propósito para mí. Este pulpo puede ser más valioso de lo que imaginas... su veneno tiene propiedades únicas. Tal vez, algún día, será útil. O tal vez solo lo coleccionaré hasta que encuentre algo aún más raro."

Rui parecía completamente relajado, disfrutando de su peculiar colección de seres y objetos, mientras Killua seguía observando con una mezcla de fascinación y cautela. Sin embargo, su mente no podía dejar de pensar en lo que Rui podría estar planeando. Con cada nuevo descubrimiento, Rui the Collector parecía más impredecible y más peligroso.

Killua, sin embargo, no estaba dispuesto a ser parte de un experimento de Rui. Aunque estaba intrigado por la habilidad de Rui para coleccionar y dominar tantas cosas, sabía que tendría que mantenerse alerta y en control, o se convertiría en una pieza más en el rompecabezas de ese extraño coleccionista.

Rui the Collector, con una sonrisa juguetona y una mirada traviesa, se acercó a Killua mientras este lo miraba con cautela. Rui, sintiendo el ambiente tenso, decidió añadir un toque de humor y molestia al momento. Con voz juguetona y tono provocador, habló de una manera casi como Angel Dust de Hazbin Hotel, exagerando cada palabra.

Rui the Collector: "Oh, Killua, no sabes lo cómodo que es... usar ropa interior de mujer. Especialmente si es tan... delicada, ¿sabes? Algunas de mis colecciones más raras vienen con prendas así... tan suaves y... estimulantes. ¿Alguna vez has probado algo tan... intrigante?"

Killua, completamente confundido y molesto por la insinuación, frunció el ceño. No le gustaba en absoluto esa clase de comentarios ni que Rui lo estuviera tratando de esa forma. Mantuvo su postura de manera firme, evitando caer en la provocación, aunque su cara se había teñido de rojo.

Killua: "¡¿Qué demonios te pasa?! No me interesa esa clase de cosas. ¡Eres un enfermo!"

La tensión en el aire se palpaba. Rui the Collector se rió suavemente, disfrutando de la incomodidad que estaba causando. Sin embargo, Killua no estaba dispuesto a perder el control por provocaciones tan extrañas. Intentó mantener la calma, pero algo en la actitud de Rui le molestaba más de lo que esperaba.

Rui the Collector, al ver que Killua se mantenía firme, se encogió de hombros con una sonrisa juguetona.

Rui the Collector: "Solo bromeaba, Killua. No hace falta ponerse tan serio... Aunque no niego que lo encontré divertido."

A pesar de la broma, Killua aún no estaba del todo cómodo con la situación. Sabía que Rui podía ser impredecible, pero no dejaría que lo afectara.

Rui the Collector, al ver la reacción de Killua, no pudo evitar seguir con sus provocaciones, disfrutando de la incomodidad que causaba en él. Se acercó a Killua con una sonrisa juguetona, empeñado en seguir molestándolo.

Rui the Collector: "¿Ah, no? Pero, Killua, si tan solo pensara un poco más, podrías hacerle un regalo interesante a tu amigo Gon. Quizás algo con... detalles especiales, ya sabes. Unas bonitas bragas para sorprenderlo..." Rui se echó a reír, disfrutando claramente del efecto que tenía sobre Killua, quien estaba cada vez más rojo de la vergüenza y la incomodidad.

Killua, visiblemente irritado y ahora más avergonzado, trató de mantenerse firme y calmado, pero su rostro se puso completamente rojo ante la insinuación de Rui.

Killua: "¡No es mi novio! ¡Es solo un amigo! ¡Y no confío en ti! ¡No vuelvas a decir algo así!"

La expresión de Rui the Collector cambió brevemente a una más juguetona, pero de repente, se volvió algo más siniestra, como si se divirtiera al ver la lucha interna de Killua con sus propios sentimientos y emociones. Sin embargo, se detuvo, aparentemente satisfecho con haber tocado una fibra sensible en Killua.

Rui the Collector, riendo suavemente: "Oh, Killua... ya veo. No me hagas caso, solo es una broma. Pero a veces es divertido ver cómo reaccionas."

Aunque Rui the Collector intentaba restar importancia a lo dicho, Killua no estaba de humor para seguir con esa broma. Sentía una mezcla de incomodidad y enojo, y su confianza en Rui seguía siendo prácticamente nula.

Killua, ahora aún más serio, trató de alejarse de Rui, enfadado por sus insinuaciones y por cómo parecía estar jugando con sus emociones.

Rui the Collector, viendo que Killua se había molestado aún más y lo había ignorado, sonrió de manera traviesa, disfrutando claramente de la tensión. Sin embargo, al ver que Killua no estaba dispuesto a continuar la conversación, decidió cambiar de tema, aunque su presencia aún era inconfundible y algo inquietante.

Rui the Collector: "Ah, Killua, ¿crees que podrías ignorarme tan fácilmente? Bueno, sé que lo harás, pero recuerda que, al final, me necesitarás. Ya he visto el futuro, y hay una gran amenaza acechando. Las hormigas quimera, como les llaman, serán una amenaza... en 90 semanas, el 28 de marzo." Rui se acercó lentamente, casi como si estuviera probando a ver si Killua finalmente reaccionaba a sus palabras.

Rui the Collector: "No importa cuán lejos llegues, no olvides que lo vi. Tú y Gon no podrán manejarlo solos. Aún no sabes todo lo que está por venir, pero yo, como siempre, estaré aquí. En algún momento, me llamarán, y me tendréis."

Killua, aunque completamente disgustado con las provocaciones de Rui, finalmente giró su rostro en un gesto de indiferencia y continuó caminando en dirección opuesta. Rui the Collector no era alguien en quien confiara, y mucho menos alguien con el que quisiera asociarse, incluso si sus predicciones eran acertadas.

Killua, hablando por lo bajo, con tono firme pero sin volverse a mirar a Rui: "No quiero tener nada que ver contigo, ¿entiendes? No me importa lo que veas en tu futuro, yo haré lo que tenga que hacer sin tu ayuda."

A pesar de que Killua se mantenía distante, las palabras de Rui the Collector parecían dejar una ligera sombra de duda en su mente. Aunque él preferiría no admitirlo, la amenaza que mencionó Rui sobre las hormigas quimera resonaba en su cabeza, y aunque intentaba no pensar en ello, algo le decía que tendría que enfrentarse a esa amenaza tarde o temprano.

Rui the Collector, observando la actitud de Killua, sonrió con calma. Sabía que, aunque lo ignorara ahora, sus palabras no caerían en el olvido.


Rui the Collector, tras entregar el anillo mágico a Killua para abrir portales entre mundos, se preparó para partir. Con una expresión seria y resuelta, se despidió de Killua, dejando una última advertencia.

Rui the Collector: "Killua, aunque no confíes en mí, toma este anillo. Podría salvarte o ayudarte a cruzar caminos imposibles. No sé cuándo nos volveremos a ver, pero confío en que sabrás usarlo sabiamente. Ahora debo enfrentar a mis hermanos... nuevamente."

Tras activar su portal, Rui desapareció, dirigiéndose hacia la batalla con sus cinco hermanos, seres aún más poderosos y temibles que él. A pesar de sus esfuerzos y habilidades, el enfrentamiento resultó en otra derrota para Rui, quien, exhausto y herido, fue lanzado accidentalmente a un nuevo mundo: My Hero Academia.

En el bosque de My Hero Academia

Rui, malherido pero consciente, se encontró en un bosque desconocido. Su magia era débil debido a la batalla, y sus heridas lo hacían vulnerable. Fue en ese momento que escuchó una voz cercana, llena de desesperación y frustración.

Izuku Midoriya, un joven sin quirk, estaba de pie cerca, con lágrimas en los ojos y el corazón roto tras el rechazo de All Might y la humillación pública por parte de Mizudaira Mineru, un representante de la ley de héroes que lo había ridiculizado en televisión.

Izuku, susurrando para sí mismo: "¿De verdad no puedo ser un héroe sin un quirk? ¿Es todo esto inútil? ¿Es mi sueño imposible?"

Rui, apoyándose en un árbol cercano, lo miró con curiosidad. A pesar de su propio dolor, podía sentir la angustia del joven. Decidió hablarle.

Rui the Collector: "¿Un sueño imposible, dices? He visto a muchos decir esas mismas palabras, solo para descubrir que el destino les tenía reservado algo mucho más grande."

Izuku, sobresaltado, miró a Rui, impresionado por su apariencia única y herida.

Izuku: "¿Quién eres tú? ¿Estás bien? Necesitas ayuda..."

Rui the Collector, sonriendo débilmente: "Yo soy alguien que ha perdido más veces de las que puedo contar... pero sigo en pie. ¿Y tú, chico? ¿Estás dispuesto a levantarte después de caer, incluso si el mundo entero dice que no puedes?"

Izuku, aunque confundido, sintió un extraño alivio en la presencia de Rui. Ambos estaban en puntos bajos de sus vidas, pero esa conexión inicial podría ser el comienzo de algo inesperado en este nuevo mundo.

Izuku, impactado por las palabras de Rui the Collector, intentó procesar lo que acababa de escuchar. Frente a él estaba alguien que decía ser una variante de sí mismo, pero con un poder y una existencia tan lejanos a lo que él conocía que parecía imposible.

Izuku: "¿Tú... eres una variante de mí? ¿Un dios de quirks? ¿Un demonio? No entiendo... ¿cómo puedes ser yo?"

Rui the Collector, sonriendo con calma, se sentó en el suelo, permitiéndose un momento de descanso antes de responder.

Rui the Collector: "Es complicado, chico. Digamos que, en otro universo, yo soy tú. Pero no el tú que conoces ahora. En mi mundo, descubrí el origen de los quirks, adquirí poderes más allá de la imaginación y me convertí en un coleccionista de habilidades y secretos. Pero antes de todo eso... era solo un chico desesperado por ser un héroe, igual que tú."

Izuku, aún dudando, dio un paso atrás.

Izuku: "Si eres tan poderoso, ¿qué haces aquí? ¿Por qué estás herido? ¿Qué quieres de mí?"

Rui the Collector, con una risa ligera: "Buena pregunta. Perdí una pelea contra mis hermanos, seres aún más fuertes que yo. Fui expulsado de mi mundo y terminé aquí, frente a ti. Pero no quiero nada de ti, Izuku. Solo estoy aquí para observar y ver qué decisiones tomas."

Izuku, bajando la cabeza: "No tienes que preocuparte por mí. Ya decidí mi camino. Me uní a All For One. Es el único que cree en mí... el único que me dio una oportunidad cuando todos me rechazaron."

Rui the Collector, sin mostrar sorpresa, se levantó lentamente y se acercó a Izuku.

Rui the Collector: "No pasa nada. Cada variante de mí mismo toma decisiones diferentes. Si ese es tu camino, entonces síguelo. Pero te daré un consejo: no importa cuán oscuro sea el camino que elijas, siempre tendrás la oportunidad de redimirte... si lo deseas."

Izuku, confundido pero intrigado, miró a Rui.

Izuku: "¿Por qué no intentas detenerme? Si realmente eres yo, ¿no querrías que siguiera siendo un héroe?"

Rui the Collector, con una mirada serena: "Porque no soy tu guardián ni tu juez. Soy solo un espectador... y un reflejo de lo que podrías ser. La vida es tuya, Izuku. Solo espero que, algún día, encuentres lo que realmente estás buscando."

Izuku, sin palabras, observó cómo Rui the Collector desaparecía lentamente en un portal. Aunque confundido y lleno de preguntas, no pudo evitar sentirse inspirado por el extraño encuentro.

Izuku, perplejo por la apariencia y las palabras de Rui the Collector, trataba de procesar todo lo que veía. El contraste entre lo que decía y su apariencia era tan impactante que apenas podía encontrar palabras para responder.

Izuku: "¿Eres... una variante de mí? Pero, ¿cómo terminaste así? Quiero decir, tu apariencia, tu ropa... ¿y dices que te gusta ser afeminado?"

Rui the Collector, con una sonrisa despreocupada, giró sobre sí mismo como si estuviera modelando su peculiar atuendo. La tela del kimono fluía con elegancia, resaltando los intrincados detalles de las telas de araña y los colores contrastantes de las mangas.

Rui the Collector: "Así es, querido. ¿No te encanta? Este kimono, estas bragas... son pura comodidad y estilo. ¿Por qué debería ocultar lo que me hace sentir bien? Además, mi apariencia refleja quién soy: una fusión de poder, tragedia y aceptación. Mis cicatrices y mi estilo no son más que testigos de mi historia."

Izuku, aún sonrojado, apartó la mirada por un momento, claramente incómodo pero también curioso.

Izuku: "Pero... ¿por qué afeminado? No entiendo cómo eso encaja con ser una variante de mí. Yo... no soy así."

Rui the Collector, con una risa ligera, dio unos pasos hacia Izuku, colocando una mano en su hombro.

Rui the Collector: "Ah, pequeño yo, eso es porque aún no has aprendido a aceptar todas las facetas de quién eres. Ser afeminado no significa ser débil, significa ser libre. Libre de las expectativas de los demás. Libre de las cadenas de lo que la sociedad dice que debes ser. Yo soy lo que quiero ser, y tú, querido Izuku, también puedes serlo algún día."

Izuku, ahora un poco más intrigado que incómodo, frunció el ceño mientras intentaba entender esas palabras.

Izuku: "¿Y crees que todo eso... esta apariencia, estas decisiones, te hacen más fuerte?"

Rui the Collector, con una mirada seria pero cálida: "La fuerza no viene de la apariencia, Izuku. Viene de aceptar quién eres y de usar esa aceptación para enfrentarte al mundo. Puede que no sea el camino que tú elijas, pero este es el mío. Y funciona para mí."

Con esas palabras, Rui the Collector se cruzó de brazos, mirando a Izuku con una mezcla de orgullo y desafío.

Rui the Collector: "Ahora dime, ¿estás listo para enfrentarte a tu futuro, sin importar qué tan oscuro o confuso se vea? Porque, créeme, lo necesitarás."

La conversación dejó a Izuku con más preguntas que respuestas, pero también con una pequeña chispa de comprensión sobre lo que podría significar ser verdaderamente fiel a uno mismo.

Rui the Collector, con la pintura antigua en mano, se aleja por las calles de la ciudad, observando su adquisición con una sonrisa satisfecha. La obra, con su belleza enigmática, encajaba perfectamente en su creciente colección. "Para mi colección", murmura, admirando cada detalle de la pintura antes de guardarla cuidadosamente en su saco.

A medida que camina, varios de los héroes de My Hero Academia, sorprendidos por su presencia y su extraño atuendo, empiezan a notar su comportamiento inusual. Sus ojos siguen con curiosidad cada movimiento de Rui the Collector, particularmente intrigados por la extraña energía que emana de él y la singularidad de su vestimenta.

A medida que Rui avanza, los héroes se acercan, pero no se atreven a abordarlo directamente, como si algo en él los hiciera dudar. Los rumores de su poder y su naturaleza ambigua ya habían comenzado a extenderse, y su apariencia solo aumentaba las sospechas sobre quién era realmente.

Rui the Collector no se da cuenta de que los están observando, ya que está más centrado en su propio destino. De repente, detiene su paso frente a un extraño fenómeno: una visión espectacular de un castillo gigante flotante, que aparece como una enorme corona que se eleva sobre el bosque. Su casa archivero, un lugar que había diseñado y construido con esmero, parecía más un monumento a su poder y conocimiento que un simple hogar.

Sin decir una palabra, Rui the Collector se acerca a la base del castillo flotante. Con una ligera sonrisa en su rostro, levita suavemente del suelo, ascendiendo como si estuviera completamente en control de la gravedad que lo rodeaba.

Los héroes, asombrados por la visión de este castillo flotante y la habilidad de Rui the Collector para elevarse sin esfuerzo, se mantienen ocultos en la distancia, sin atreverse a hacer un movimiento. Las preguntas siguen girando en sus mentes: ¿Quién era realmente este ser? ¿De qué mundo venía? ¿Y qué tan peligroso era?

Mientras Rui the Collector continúa su ascenso hacia su hogar flotante, él no tiene idea de la atención que está comenzando a atraer. Su misión sigue siendo la misma: enfrentarse a sus hermanos y encontrar su lugar en el vasto multiverso. Pero, como siempre, la colección y la búsqueda de poder siguen siendo sus prioridades.

Y mientras el castillo se desplaza lentamente hacia el horizonte, los héroes deciden esperar y observar, sabiendo que enfrentar a este ser no sería algo sencillo. La incertidumbre sobre el futuro se mezcla con la curiosidad, y una nueva fase en su historia comenzaba a formarse.

La noticia del castillo flotante de Rui the Collector y su aparición en el aire se extendió rápidamente por los canales de noticias. Las cámaras mostraron la impresionante estructura en el cielo y, más aún, el extraño ser que la acompañaba. Rui the Collector fue captado levitando hacia su castillo, llamando la atención no solo por su habilidad sobrenatural para volar, sino también por su apariencia completamente fuera de lo común.

La descripción de Rui the Collector en los noticieros fue inquietante: su piel pálida, una gran mancha azul pálido que cubría el lado izquierdo de su rostro, creando una especie de eclipse sobre su cara, y la luna creciente que adornaba el lado derecho. Los patrones extraños que adornaban su rostro, junto con sus tres pequeñas estrellas de color azul oscuro en su mejilla izquierda, creaban una apariencia alienígena que desconcertaba a los periodistas y espectadores.

Su peinado, con el estilo inconfundible de patas de araña y su cabello blanco ligero, contrastaba con sus ojos amarillos de pupilas estrechas, iris escarlata oscuros. La gente se preguntaba cómo alguien tan extraño y diferente podía estar en su mundo. Rui the Collector no solo parecía venir de un mundo diferente, sino de una realidad completamente ajena, haciendo imposible saber si era enemigo o aliado.

Su kimono modificado, con el diseño único de telarañas en las mangas y el símbolo de la luna creciente, también causó asombro. El detalle de las mangas largas de trompeta y los cortes altos en las piernas que dejaban ver sus piernas largas y bien formadas, junto con los detalles como las bragas que se mostraban, solo aumentaban la intriga. Nadie había visto jamás una vestimenta como esa.

Por supuesto, Mizudaira Mineru, el líder de los falsos héroes y representante de la ley de héroes, no tardó en reaccionar ante las noticias. Si bien su organización se dedicaba a mantener el orden, había una gran cantidad de corrupción que la rodeaba, lo que le otorgaba la capacidad de operar bajo la sombra. Mizudaira, con sus ojos fríos y su naturaleza calculadora, había estado observando los sucesos y comprendió rápidamente que Rui the Collector representaba una amenaza o una oportunidad.

En la televisión, Mineru observó cómo Rui the Collector desaparecía en el horizonte, hacia el castillo flotante. Pensó que este ser extraño podría tener información valiosa o incluso el poder necesario para alterar el equilibrio entre héroes y villanos. Sin embargo, también sabía que alguien tan peligroso no podía ser dejado en libertad sin vigilancia.

En su oficina, Mizudaira ordenó reunir a sus agentes, para estudiar más a fondo la aparición de Rui the Collector y sus intenciones. "Este individuo no es alguien común", dijo mientras observaba las imágenes en la pantalla. "Y como líder de los falsos héroes, sé que puede ser útil, pero también un peligro. No podemos permitirnos quedarnos atrás".

La presencia de Rui the Collector había alterado el equilibrio de poder en la ciudad, y el gobierno de Mizudaira estaba preparado para hacer todo lo posible para garantizar que su organización tuviera el control sobre los eventos que seguirían. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, algo en su rostro mostraba dudas: tal vez Rui the Collector no era alguien con quien pudiera fácilmente lidiar.

Mientras tanto, Rui the Collector, completamente ajeno a la preocupación que su presencia causaba, continuaba en su viaje hacia su castillo, sabiendo que su destino le esperaba en las sombras, y que muchos ojos lo seguirían en su camino.

El impacto de la aparición del castillo flotante de Rui the Collector dejó a muchos perplejos, pero los más sorprendidos fueron Nezu, el astuto director de la UA, y Mizudaira Mineru, el representante de la ley de héroes. Ambos sabían que este nuevo jugador en el tablero no solo era una amenaza potencial, sino alguien cuya naturaleza desconcertante podría alterar el equilibrio de poder en el mundo de los héroes.

Nezu, siempre observador y calculador, no podía evitar sentirse intrigado. Aunque en su mayoría confiaba en las leyes de la UA y en los héroes de la academia, este fenómeno completamente ajeno a las reglas conocidas le parecía una amenaza. A pesar de su naturaleza desconfiada, sabía que Rui the Collector no era alguien común. Su capacidad para manipular la realidad y su apariencia misteriosa no eran algo que simplemente se pudiera ignorar.

Por su parte, Mizudaira Mineru, que estaba familiarizada con las sombras y los intereses oscuros de la ley de héroes, observaba desde su posición de poder cómo el castillo de Rui the Collector crecía aún más. Usando su habilidad de manipulación de la realidad, Rui había comenzado a atraer rocas y árboles del bosque cercano, convirtiéndolos en estructuras sólidas y complejas que no solo hacían más grande su castillo, sino también más formidable.

Era como si el castillo no solo hubiera crecido en tamaño, sino en poder, como si la realidad misma fuera su lienzo. Las aves exóticas que volaban cerca del castillo también sucumbieron a su poder. Rui the Collector no dudó en convertirlas en muñecos extraños y macabros, dando vida a criaturas atrapadas que ahora formaban parte de su casa archivero.

Este comportamiento no pasó desapercibido, pero lo más extraño era que nadie sabía realmente quién era Rui the Collector, ni su verdadero nombre. Su identidad era un misterio total. Nezu y Mineru, al igual que muchos otros, se preguntaban si era un ser de otro mundo o si sus habilidades provenían de alguna fuente desconocida. Lo único claro era que su presencia era peligrosa y que cualquier intento de acercarse a él podría ser fatal.

Mizudaira Mineru no podía permitirse que alguien tan impredecible como Rui the Collector siguiera creciendo en poder sin que sus propios agentes pudieran controlar la situación. Nezu, por otro lado, sabía que si Rui no era detenido o comprendido, su influencia podría expandirse y arrastrar a toda la sociedad de héroes en una nueva era de caos.

Ambos tenían diferentes enfoques, pero compartían la misma conclusión: Rui the Collector era una amenaza, aunque de una magnitud desconocida. El problema era que, mientras la UA trataba de estudiar y comprender el poder de Rui, Mizudaira Mineru ya estaba tomando medidas para neutralizarlo, buscando la forma de infiltrarse en su territorio flotante, donde la realidad misma parecía distorsionarse y la casa archivero crecía cada vez más.

A medida que los días pasaban, la atmósfera de tensión en la ciudad se volvía palpable. Los héroes sabían que el momento de enfrentarse a Rui the Collector estaba cerca, pero nadie sabía si su poder era algo que podía ser derrotado o si el misterioso ser que vivía en su castillo flotante tenía intenciones más oscuras. La única certeza era que, mientras él controlaba la realidad, el mundo estaba a su merced.

A medida que Rui the Collector se asentaba más en su castillo flotante, comenzó a expandir su colección en un nivel completamente nuevo. Su obsesión por reunir todo tipo de objetos, tanto mundanos como sobrenaturales, se convirtió en una parte central de su existencia. Recolectaba plumas raras, botellas de vino de diferentes épocas, pinturas antiguas y modernas, e incluso maruchan, dulces y bebidas gaseosas que parecían no tener sentido dentro de su vasto y peculiar archivo. No obstante, cada elemento tenía su propósito dentro de la colección de Rui, y para él, cada uno era valioso a su manera.

Además de los objetos más comunes, Rui también se interesaba por elementos más inusuales y místicos. Frutas exóticas de tierras lejanas, cuya existencia solo se rumoraba en las leyendas, pasaban a formar parte de su estante. Objetos mágicos, tanto de magia oscura como luminosa, y libros de magia antiguos llenaban los pasillos del castillo, algunos de los cuales ni siquiera los más grandes magos o hechiceros conocían. Estos libros contenían conocimientos prohibidos, secretos de magia que Rui había adquirido a lo largo de su existencia, y los almacenaba en su archivo como trofeos de su poder.

Los civiles comenzaron a notar la creciente actividad alrededor del castillo de Rui the Collector. Ya no solo era un edificio flotante que se alzaba en el cielo, sino que Rui estaba saliendo con más frecuencia, aparentemente a recolectar cosas en su peculiar estilo. Los rumores comenzaron a extenderse, y finalmente, la identidad de este ser extraño fue revelada.

Se convirtió en un tema constante en los noticieros: "Rui the Collector". Los reportes hablaban de su misteriosa figura, con su piel pálida y las marcas extrañas que adornaban su rostro, y cómo se dedicaba a coleccionar todo tipo de cosas raras y curiosas. Los informes también revelaban cómo Rui tenía una colección única de objetos mágicos, algunos de los cuales parecían tener poderes incomprensibles. Las autoridades y los héroes comenzaron a hacer preguntas sobre su origen y sus intenciones, pero nadie parecía saber mucho al respecto.

A medida que los civiles empezaron a conocer su nombre y su naturaleza como archivista y coleccionista, algunos comenzaron a verlo con fascinación, mientras que otros con miedo. Nadie entendía realmente qué quería hacer con todos esos objetos, ni cuál era su propósito en el mundo. Sin embargo, una cosa estaba clara: Rui the Collector no era alguien común, y su poder y su propósito permanecían envueltos en un misterio.

El mundo empezaba a darse cuenta de que Rui the Collector no solo estaba acumulando objetos por diversión o deseo de poder. Había algo más grande en juego, algo más oscuro que estaba comenzando a manifestarse. Los héroes y las autoridades sabían que, de alguna manera, sus colecciones podían ser clave para desentrañar el verdadero propósito de Rui, pero aún no sabían cómo.

En este punto, la pregunta ya no era solo qué estaba coleccionando Rui, sino por qué. ¿Qué significaban estos objetos en su conjunto? ¿Era su archivo algo más que una simple obsesión personal, o había un plan mayor detrás de todo? Los héroes y los civil comenzaron a preparar estrategias, pero sabían que enfrentarse a alguien como Rui the Collector sería más complicado de lo que podían imaginar.

La atmósfera en el interior del Castillo del Archivo era surrealista, impregnada de una quietud que solo podría pertenecer a un lugar fuera del tiempo. El pasillo que los héroes profesionales recorrían estaba adornado con pinturas históricas de coleccionistas. Las obras parecían representar la evolución de los coleccionistas a lo largo de la historia, narrando sus ascensos y caídas, e incluso algunas pinturas representaban escenas que parecían tomadas de las leyendas de Demon Slayer, mostrando a los Pilares luchando contra demonios. Los héroes se sintieron transportados por el poder visual de esas imágenes, una mezcla de historia, magia y oscuridad.

A medida que avanzaban, la presencia de Rui the Collector se hacía más palpable. En un rincón del pasillo, con el aire denso y cargado de un poder palpable, los héroes lo encontraron. Estaba de pie, como una figura etérea, casi como si el castillo mismo hubiera sido creado a su medida. Rui the Collector los observó fijamente, sin mover un solo músculo, pero su mirada era lo suficientemente penetrante como para sentir su peso en el aire.

All Might y los demás se quedaron en silencio, observando la extraña figura frente a ellos. Rui no era un ser común, sus características físicas eran desconcertantes, incluso para ellos, seres acostumbrados a enfrentar amenazas inusuales. Su piel pálida parecía brillar con una luz interna, la mancha azul pálida que adornaba su rostro lo hacía parecer como un ser que no pertenecía completamente a este mundo. La luna creciente de su rostro y los puntos rojos que conectaban líneas por su cara daban una sensación de misterio y peligro. Sus ojos, de un amarillo profundo con pupilas estrechas, emanaban una intensidad que no podían ignorar.

Su apariencia era extraordinaria y extraña. La pierna izquierda de Rui mostraba un tono de azul pálido, y su mano izquierda había perdido tres de sus dedos, lo que le daba una apariencia aún más inquietante. El kimono que llevaba era igualmente llamativo, con telas de araña grabadas en las mangas y en el dobladillo, creando un contraste perfecto con su estética. El colgante que llevaba alrededor del cuello con una cara de luna creciente púrpura y las mangas largas de trompeta con cortes altos daban una impresión de poder, misterio y sofisticación.

Los héroes se mantuvieron alertas, sin mostrar signos de miedo, pero sabían que la figura que tenían frente a ellos era alguien cuyo poder no podían subestimar.

Rui the Collector sonrió con una calma inquietante, sus ojos brillando con una luz propia mientras su voz resonaba suavemente en el aire.

Rui the Collector:
"Hola, héroes. Sabía que entrarían aquí, era solo cuestión de tiempo. Este lugar, mi hogar y mi archivo, no está destinado para los mortales como ustedes. Pero aún así, estoy intrigado por su presencia."

A medida que hablaba, su figura parecía desdibujarse en el aire, como si su presencia misma estuviera desafiando las leyes de la realidad. All Might, Endeavor y los demás intercambiaron miradas rápidas, conscientes de que algo mucho más grande y complicado estaba sucediendo aquí.

All Might dio un paso adelante, su tono grave y autoritario:

All Might:
"¿Quién eres? ¿Qué es este lugar? No permitiremos que sigas haciendo lo que quieras sin consecuencias."

Rui the Collector simplemente sonrió, como si ya supiera lo que los héroes dirían. La atmósfera se cargó aún más con una energía palpable, y los héroes sintieron que cada palabra y movimiento que hicieran tendría consecuencias. Rui no era solo un coleccionista de objetos, parecía estar en control de mucho más de lo que los héroes podían entender.

Rui the Collector:
"¿Consecuencias? Quizás. Pero no soy alguien que se deje atrapar tan fácilmente. Este lugar, este castillo, está más allá de lo que sus mentes pueden concebir. Aquí colecciono todo lo que el mundo tiene para ofrecer. Mis colecciones no son solo objetos, son fragmentos de realidad."

En ese momento, los héroes comenzaron a comprender que lo que tenían frente a ellos no era solo un villano más. Rui the Collector era algo mucho más complejo, un ser que jugaba con las leyes de la realidad misma, y que probablemente solo estaba comenzando a mostrar su verdadero poder. La confrontación con él no sería fácil, y el futuro de todos podría depender de cómo abordaran este encuentro.

El ambiente en la sala se volvía cada vez más tenso con cada palabra de Rui the Collector. Su actitud parecía desafiante y despectiva, un contraste evidente con los héroes que estaban allí para detenerlo o, al menos, entender lo que estaba sucediendo. Rui estaba claramente disfrutando de la incomodidad que causaba, su postura y sus palabras, intencionadamente provocativas.

Rui the Collector:
"Vamos, héroes. Todos me llaman villano, como si ese título fuera algo tan simple. Todos tienen sus propias expectativas. Algunos buscan poder, fama, el control... y, claro, superarse al número uno. Son tan patéticos, todos, cada uno luchando por algo que ni siquiera entienden completamente."

Mientras hablaba, se acomodaba en una silla grande, colocando sus piernas sobre la mesa, de forma descarada, y viendo sus bragas con una calma inquietante. Era una provocación directa, una manera de desafiar las normas de comportamiento que los héroes tanto defendían. La situación estaba evolucionando a algo mucho más allá de una simple confrontación entre héroes y villano.

All Might, aunque se mantenía sereno, podía sentir el peso de las palabras de Rui, sintiendo que este ser no solo jugaba con la idea de ser un enemigo común, sino que también manipulaba las percepciones de todos a su alrededor.

All Might se adelantó, su rostro endurecido por la incomodidad, pero manteniendo su postura como el héroe que todos conocían.

All Might:
"¡Basta! No importa cuán fuerte seas o cuán grande sea tu poder, no tienes derecho a burlarte de los demás de esa manera. Nosotros, los héroes, no luchamos por fama ni por poder, luchamos para proteger a los inocentes."

Endeavor, quien había permanecido en silencio, cruzó los brazos con una mirada firme y autoritaria. Aunque su enfoque era más directo y menos emocional que el de All Might, estaba igualmente decidido a enfrentarse a este ser que los desafiaba.

Endeavor:
"No estamos aquí para jugar a tus juegos. Si tienes algún propósito o algún objetivo, mejor dilo de una vez. No hay tiempo para tus trucos."

Rui the Collector observó a ambos héroes con una sonrisa enigmática, claramente entretenido por la manera en que los humanos intentaban imponerse. Sin embargo, su tono era algo más frío, como si estuviera revelando una verdad más profunda.

Rui the Collector:
"Proteger, superar... esas son palabras que usan los que no entienden el verdadero significado del poder. Yo he visto lo que está más allá de este mundo. He coleccionado todo, cada fragmento de lo que hace a las personas, sus deseos y miedos. No hay héroes ni villanos, solo jugadores en un tablero donde todos están predestinados a perder."

Su voz se volvió más burlona mientras hablaba, disfrutando del desconcierto en los héroes. Rui the Collector parecía estar más allá de las luchas comunes, algo más grande que cualquier simple enfrentamiento.

Rui the Collector:
"¿Y ustedes? ¿Qué harán? ¿Seguirán luchando por un mundo que ni siquiera pueden comprender completamente? ¿O simplemente me dejarán continuar mi colección?"

La atmósfera en la sala estaba cargada. Los héroes estaban viendo a alguien que no se regía por las reglas convencionales. Rui no solo era un adversario físico, sino un desafío filosófico en sí mismo, poniendo en cuestión las creencias fundamentales de los héroes.

Hawks intervino, como un ángel en un conflicto sin fin, observando la situación con una mirada seria.

Hawks:
"Rui, ¿por qué? ¿Qué buscas con todo esto? No tienes que seguir este camino solo porque lo pienses superior. Si tu poder es real, puedes hacer mucho más que solo coleccionar objetos."

El aire estaba denso, como si los héroes y Rui estuvieran enfrentando una batalla mental mucho más complicada que la física. ¿Podrían los héroes convencerse de que la lucha con Rui the Collector no era solo sobre la fama, sino sobre el control de la realidad misma, la percepción de lo que era justo y equilibrado en este mundo? El próximo movimiento de Rui y cómo los héroes responderían definiría el destino de esta confrontación.

La tensión alcanzó su punto máximo en el aire denso del castillo flotante. Rui the Collector, con su sonrisa burlona y su postura relajada, observó con desdén a los héroes, disfrutando de la frustración que comenzaba a surgir entre ellos.

Rui the Collector:
"¿En serio? ¿Creen que pueden desafiarme con amenazas vacías?"
Rió con una sonoridad casi malévola, disfrutando de la incomodidad que se apoderaba de la sala.
"Tengo mucho más que solo el poder. ¿Información secreta de todo Japón? Eso es solo un pequeño obsequio que podría ofrecerles... hasta los archivos más confidenciales del Ministro de Héroes. Todo lo que deseen saber está dentro de mi colección."

All Might, aunque visiblemente molesto, mantuvo su postura heroica, su rostro serio, decidido a no ceder a las provocaciones de Rui. Endeavor se mantenía firme, su mirada afilada como siempre, mientras Hawks y los demás héroes intercambiaban miradas rápidas, conscientes de que estaban tratando con algo mucho más grande que una simple confrontación física.

Mirko mostró su usual confianza, sus puños cerrados mientras su mirada se mantenía fija en Rui, lista para actuar si fuera necesario.
Aizawa, de pie con su característica calma, observó la situación con atención, consciente de que cualquier movimiento en falso podría resultar en un desastre. Cemento, Ectoplasm, Tensei Ida, y los demás héroes parecían tener el mismo pensamiento. Mizudaira Mineru y el Detective Naomasa Tsukauchi, quienes también se encontraban presentes, se prepararon mentalmente para las acciones que pudieran seguir.

Nezu, el astuto y calculador director, no hizo comentarios directos, pero su presencia en la sala era suficiente para que todos supieran que no dejaba pasar nada por alto.

Sin embargo, al unísono, todos los héroes expresaron su negativa, desafiando las ofertas de Rui.

Héroes (todos al mismo tiempo):
"¡No, villano!"

El rechazo fue absoluto, pero fue claro que Rui no estaba dispuesto a ceder ante sus amenazas vacías. El ambiente se volvió pesado, y antes de que alguien pudiera hacer el siguiente movimiento, Rui the Collector cambió su expresión de burlona a algo más sombrío y molesto.

Rui the Collector:
"¿No desean la información? Muy bien. Si no quieren mi oferta, entonces... ¡serán expulsados de mi reino!"

Con un simple gesto de su mano, el castillo comenzó a temblar. Una fuerza invisible comenzó a arrastrar a los héroes y a todos los presentes hacia la puerta, y en un instante, se sintieron lanzados hacia el aire.

Rui the Collector, de pie con una presencia dominante, los miró mientras sus cuerpos eran expulsados del castillo con una facilidad desconcertante.

Rui the Collector:
"¡Fuera de mi vista, patéticos héroes!"

El castillo de Rui desapareció inmediatamente después, como si nunca hubiera existido, dejando atrás solo el denso bosque oscuro. Los héroes fueron arrojados al suelo, algunos más agitados que otros, pero todos sorprendentemente intactos.

Mirko, al caer, se levantó rápidamente, mirando alrededor con ojos llenos de ira.
Mirko:
"Ese... ese tipo no sabe con quién se está metiendo."

Aizawa suspiró, frotándose la cabeza con frustración.
Aizawa:
"Fue un error subestimarlo... es más peligroso de lo que pensábamos."

Hawks, con la mirada fija en el cielo, sabía que esto no había sido una simple amenaza vacía, y que Rui the Collector no se quedaría tranquilo.
Hawks:
"Nos ha dado un mensaje claro. No podemos ignorarlo. Tenemos que prepararnos."

All Might se levantó del suelo, su rostro aún lleno de determinación, pero con una sombra de preocupación.
All Might:
"Este no es solo un villano común. Tenemos que averiguar más sobre él antes de que cause más problemas."

Endeavor, molesto, miró al vacío donde antes estaba el castillo.
Endeavor:
"No nos va a detener tan fácilmente. Vamos a hacerle pagar por esto."

Nezu se acercó al grupo de héroes, con su expresión sabia y seria.
Nezu:
"Este no es el final, pero tenemos que ser cautelosos. Rui the Collector es alguien con poder y conocimiento que ni siquiera podemos empezar a comprender por completo. Tendremos que prepararnos para lo que está por venir."

Los héroes se reunieron, sabían que el enfrentamiento con Rui the Collector solo había comenzado, y que todo lo que estaba por venir sería aún más peligroso que cualquier cosa que hubieran enfrentado antes. La batalla contra este ser, más allá de cualquier villano convencional, requeriría más que solo fuerza física, sino también una lucha mental y estratégica.

La escena se desarrolla en un establecimiento lujoso donde Rui the Collector se encontraba en su típica forma excéntrica, comprando ropas y prendas que anteriormente pertenecían a los miembros de la familia Yaoyorozu. Entre esas prendas se encontraban panties y kimonos de Momo, además de camisas y shorts de Makoto, que ya no eran utilizados por ellos. Al comprar estas prendas, Rui the Collector agregó a la transacción un lingote de oro antiguo, el cual parecía ser parte de una oferta misteriosa.

Mientras Rui pagaba por sus compras, la familia Yaoyorozu, compuesta por el padre Maede, la hija Momo, y el hijo Makoto, entró al lugar y observó con atención al extraño comprador. Al notar el lingote de oro antiguo, se sorprendieron por la gran riqueza que Rui aparentemente poseía.

Rui the Collector, con su usual aire de superioridad y misterio, se dio cuenta rápidamente de quiénes eran. Sabía que la familia Yaoyorozu era una de las más ricas e influyentes de Japón, por lo que no dudó en interactuar con ellos.

Rui the Collector (sonriendo con calma):
"Ah, la familia Yaoyorozu. He oído mucho sobre ustedes. Ustedes son conocidos por ser los más poderosos en el comercio y la riqueza. Muy impresionado, debo decirlo."
Rui observó el lingote en su mano, como si fuera un objeto más en su vasta colección, y continuó:
"Pero... como ustedes bien saben, el dinero y la riqueza solo son el principio de la verdadera colección. A veces, las cosas más simples, como estas prendas, tienen un valor mucho mayor. Estos recuerdos... serán parte de mi colección."

Momo observó a Rui con cautela, notando su extraña apariencia y sus inquietantes palabras. No estaba segura de sus intenciones, pero no dudaba de que él estaba siendo muy deliberado con sus elecciones. Makoto, a su lado, parecía más intrigado, pero también con una leve sensación de incomodidad.

Momo (suspira, mirando a Rui):
"No sé por qué, pero tu actitud no me gusta... ¿Por qué tomas nuestras prendas?"

Rui the Collector se acercó lentamente, como si estuviera disfrutando del momento.
"Porque las cosas que las personas dejan atrás, ya sean de valor económico o sentimental, son las que realmente me interesan. Las historias que se esconden detrás de cada objeto, cada prenda... Esa es la verdadera riqueza que busco."

En ese instante, Rui se dirigió a Momo y Makoto, observando cómo los miraba uno a uno.
"Voy a usar la ropa, necesito estar cómodo para las próximas colecciones. Y, además, algo tan bonito como esto no puede quedarse sin ser admirado. Pero no se preocupen, los lingotes de oro antiguo son solo un pequeño obsequio. Después de todo, las colecciones deben ser adecuadamente apreciadas por su verdadero valor, ¿no creen?"

Maede, el padre de Momo y Makoto, observó con atención a Rui the Collector, pero no mostró sorpresa. Era evidente que sabía cómo tratar con personas como él, quienes poseían un poder o conocimiento que iba más allá de lo común.

Maede (con calma):
"Veo que no eres una persona común, Rui the Collector. Sin embargo, me gustaría advertirte que no todo lo que coleccionas debe estar dentro de tu alcance. Algunas cosas tienen un valor que no es para cualquiera."

Rui the Collector, sin inmutarse, sonrió ante las palabras de Maede y asintió lentamente, comprendiendo que la familia Yaoyorozu tenía sus propios secretos y capas de influencia, pero su interés nunca desaparecería por completo.

Rui the Collector:
"Tienes razón, Maede. Algunas colecciones deben ser tratadas con respeto. Pero el valor está en los ojos de quien observa, ¿no es así?"
Luego, Rui miró la ropa en sus manos, satisfecho por su adquisición.
"Ahora, es hora de ver cómo me siento al usarla. Necesito estar cómodo para las nuevas aventuras que me esperan."

Al final, Rui the Collector no solo dejó una marca con su presencia, sino que también agregó un toque de misterio sobre lo que realmente planeaba hacer con los objetos que había recolectado, mientras la familia Yaoyorozu observaba a la distancia, sabiendo que el encuentro con él apenas comenzaba.

La familia Yaoyorozu observaba a Rui the Collector, cada uno procesando la extraña presencia de este individuo en su hogar. El padre Maede mantenía una postura cautelosa, pero sabia cómo manejar a personas como Rui, quienes poseían un poder oscuro y desconocido. Momo, su hija, estaba claramente inquieta por la apariencia de Rui, mientras que Makoto, su hijo, miraba con una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Rui the Collector, con su distintiva piel pálida, poseía una gran mancha azul pálido en el lado izquierdo de su rostro, creando la apariencia de una luna creciente en el lado derecho. Su ojo izquierdo estaba marcado por patrones oscuros, y sus pupilas estrechas se teñían de un escarlata oscuro. Las tres pequeñas estrellas azules en su mejilla izquierda daban una atmósfera aún más extraña y casi mística. La pierna izquierda de Rui también era de un color azul pálido, mientras que su mano izquierda mostraba los efectos de un pasado oscuro: la pérdida de tres de sus dedos, dejando únicamente el anular y meñique intactos.

Con su peinado blanco similar a las patas de una araña, y un flequillo cubriendo parcialmente su ojo derecho, Rui the Collector emanaba una presencia sobrenatural. Su kimono modificado con telas de araña grabadas en las mangas y en la extensión del dobladillo, junto con el colgante de luna creciente púrpura alrededor de su cuello, reforzaba aún más su apariencia inusual y oscura. Las mangas, que variaban en colores y patrones, y las aberturas en sus piernas daban la sensación de que Rui no era un ser común. Su postura descalza y la exhibición de sus piernas largas no pasaban desapercibidas, causando que todos los miembros de la familia Yaoyorozu se sintieran incómodos.

Momo, con un suspiro, observó a Rui, incapaz de ocultar la tensión que se había formado en el aire. Se acercó a su padre y susurró:

Momo (en voz baja):
"¿Quién es este tipo, papá? Su presencia... es inquietante."

Maede, con una expresión seria, miró a Rui the Collector y respondió:
"No lo sé, Momo. Pero claramente no es alguien común. Su apariencia y actitud... algo en él no me inspira confianza. No debemos subestimarlo."

Rui the Collector percibió la incomodidad de la familia Yaoyorozu, pero en lugar de reaccionar con hostilidad, sonrió enigmáticamente. Sabía que su presencia estaba alterando el ambiente y disfrutaba el control que tenía sobre la situación.

Rui the Collector (con una sonrisa fría):
"¿Preocupados por mi presencia? Tranquilos. No tengo intención de hacerles daño... a menos que me den una razón para hacerlo. Sin embargo, algo en ustedes me atrae. Este lugar tiene una historia... interesante. Y, por supuesto, todo objeto de valor tiene un precio."

Momo, al escuchar estas palabras, dio un paso adelante, desafiando la presencia de Rui, pero sin perder de vista su prudencia.

Momo (con firmeza):
"No tenemos tiempo para juegos, Rui. Si has venido aquí a hacer algún trato, sabes que no caeremos fácilmente en tus trampas. ¿Qué es lo que realmente buscas?"

Rui the Collector se encogió de hombros, como si no estuviera preocupado por la confrontación. Su actitud era de total indiferencia, pero sus ojos amarillos, con pupilas escarlata, nunca dejaban de observar a cada uno de ellos.

Rui the Collector:
"Solo busco coleccionar... todo lo que me interese. Objetos valiosos, recuerdos olvidados, historias olvidadas. Y, claro, personas como ustedes tienen mucho que ofrecer. A veces, lo que poseemos tiene mucho más valor del que imaginamos."

Makoto, quien estaba observando en silencio hasta ese momento, sintió una ligera molestia ante el tono de Rui. Aunque era joven, no era tonto. Sabía que Rui the Collector no era alguien fácil de tratar.

Makoto (con un tono desafiante):
"¿Y qué es lo que te atrae de nosotros? ¿Nuestra riqueza? ¿Nuestra influencia?"

Rui the Collector, con una expresión tranquila, asintió ligeramente.

Rui the Collector:
"Oh, no solo eso. La riqueza material es solo una faceta. Lo que realmente me atrae es el potencial oculto que cada uno de ustedes posee. Todos tienen algo que nadie más tiene... algo que podría ser muy útil en mi colección."

La tensión en el aire era palpable. Momo, Makoto, y Maede intercambiaron miradas, evaluando si debían continuar con la conversación o si había llegado el momento de tomar medidas. Sin embargo, sabían que enfrentarse a alguien como Rui podría ser peligroso. A pesar de su apariencia peculiar, la familia Yaoyorozu entendió que Rui no era un adversario común.

Maede dio un paso adelante, manteniendo la calma.
"Lo que sea que busques aquí, Rui, no lo encontrarás tan fácilmente. Nuestra familia no es un juguete para que lo colecciones."

Rui the Collector sonrió con una expresión que desbordaba confianza.
"No estoy buscando juguetes, Maede. Estoy buscando colecciones que valgan la pena... y, por lo visto, esta familia tiene algo que no puedo dejar pasar."

El aire continuaba cargado de tensión mientras todos se preparaban para lo que sería un enfrentamiento que podría cambiar el rumbo de sus vidas. Rui the Collector parecía estar buscando más que solo objetos materiales... tal vez, estaba buscando algo mucho más profundo.

La familia Yaoyorozu observó atentamente a Rui the Collector, reaccionando de diferentes maneras ante su inusual apariencia. El padre Maede se mantenía serio y analítico, evaluando a Rui como una amenaza potencial, mientras que Momo y Makoto, aunque con diferentes emociones, no podían evitar sentir una mezcla de fascinación y confusión.

Momo se mostró sorprendida por la apariencia de Rui the Collector. Su rostro pálido, los detalles extraños que decoraban su piel, los ojos amarillos con pupilas escarlata y los patrones en su rostro no dejaban de llamar la atención. Sin embargo, Makoto, algo más relajado, observó a Rui y, entre una mezcla de curiosidad y leve incomodidad, dijo con tono descarado:

Makoto (sonriendo con picardía):
"¡Sexy, es una chica!"

Momo (mirando a su hermano con desdén):
"No es una chica, Makoto. Estás completamente equivocado. ¡Mira bien! No tiene nada que ver con eso."

Aunque la presencia de Rui the Collector parecía atraer atención debido a su estética tan peculiar y un tanto inquietante, las palabras de Makoto reflejaron un comentario fuera de lugar para algunos, mientras que Momo lo reprendía inmediatamente. Rui the Collector, al escuchar la observación de Makoto, no pareció alterarse. En cambio, su sonrisa permaneció fría mientras respondía con calma.

Rui the Collector (con una sonrisa sutil):
"Soy un chico, en efecto. Pero las apariencias a veces son engañosas. No te dejes llevar por lo que ves, Makoto."

Mientras tanto, el padre Maede, quien había estado observando la interacción en silencio, finalmente habló, manteniendo una postura firme y de control.

Maede (en voz baja pero con autoridad):
"No importa lo que digas, Rui. Tu apariencia es... inquietante. ¿Qué es lo que realmente deseas de nosotros?"

La familia Yaoyorozu, aunque no mostraba miedo, sentía la tensión crecer en el aire. Sabían que Rui the Collector no era una persona común, y su aspecto era prueba de ello. El kimono modificado de Rui, con su elegante cuello en V y las telas de araña grabadas, solo aumentaba la atmósfera extraña que él proyectaba. Las mangas de colores cambiados, junto con los cortes en las piernas que mostraban su piel y bragas, también mostraban un estilo desbordante de extravagancia, completamente distinto a cualquier otro que ellos conocieran.

La familia Yaoyorozu no podía evitar sentir que había algo más que simple curiosidad detrás de su visita. Había algo oscuro en su ser, algo que iba más allá de su apariencia física.

Momo (en voz baja, con algo de preocupación):
"Papá... creo que hay algo más aquí. No es solo por su apariencia. Hay una presencia peligrosa en él."

Makoto (con tono de broma, pero algo nervioso):
"Bueno, eso está claro... No es alguien a quien podamos tomar a la ligera."

Maede (con tono severo):
"Lo sé. Es evidente que no estamos tratando con alguien común. Hay algo más en él, y no tenemos idea de qué quiere realmente. Lo único claro es que no debemos subestimarlo."

Rui the Collector, al percatarse de la desconfianza que se cernía sobre él, volvió a sonreír, con un aire de diversión. Su tono, sin embargo, dejó claro que estaba buscando algo de valor de esta familia.

Rui the Collector:
"No estoy aquí para causar problemas... a menos que se me provoque. Pero, por lo que veo, ustedes tienen algo interesante. Algo que podría ser parte de mi... colección."

La atmósfera seguía cargada de tensión. La familia Yaoyorozu ahora entendía que Rui no era un simple extraño. Sabían que su presencia aquí no era una coincidencia y que sus intenciones podrían ser mucho más peligrosas de lo que aparentaba.

La atmósfera en la sala se volvía más tensa mientras Rui the Collector mostraba una faceta de su poder y conocimiento. Con una mirada tranquila pero astuta, sacó un plano de entre sus ropas. Era un dibujo detallado de una fórmula mágica, una forma de convertir cobre y chatarra en oro utilizando lo que parecía ser magia avanzada. Los presentes, desde los Yaoyorozu hasta los héroes, intercambiaron miradas de sorpresa y cautela.

Rui the Collector (con tono calmado y convincente):
"Soy un coleccionista, como ya lo saben. Y, a cambio de información valiosa, puedo ofrecerles algo mucho más grande. Este plano... esta fórmula... les permitiría transformar el cobre, metal o incluso chatarra en oro, como si fuera magia. Algo que muchos desearían tener."

Momo, aún sorprendida, no pudo evitar notar lo que parecía ser una oferta demasiado tentadora. Pero, en su interior, sabía que no podía confiar completamente en alguien tan misterioso como Rui the Collector.

Momo (pensativa, mirando a su padre):
"Es... increíble. Pero, ¿qué clase de precio tiene esta fórmula?"

Maede, quien ya estaba acostumbrado a lidiar con personas de poder y riqueza, entendió que todo en este mundo tenía un precio, incluso si parecía que la oferta de Rui the Collector era demasiado buena para ser verdad.

Maede (mirando fijamente a Rui, con cautela):
"¿Por qué ofrecernos esto? ¿Y qué pedirías a cambio?"

Rui, con una sonrisa sutil, comenzó a hablar nuevamente, esta vez con un tono mucho más sereno, como si estuviera revelando un secreto guardado durante años.

Rui the Collector (desprendiendo una suave risa):
"No compartiré esta información con nadie que no valore lo que es... ni siquiera a ustedes, si no aceptan el trato. Mi biblioteca de archivo está llena de secretos que nadie debería conocer. Pero, si desean algo más... Si alguien en esta sala, ya sea un héroe, un civil, un gobierno o incluso un villano, desea obtener información valiosa, los acuerdos siempre son posibles. Yo no soy malvado, ni soy un villano. Simplemente intercambio información. A veces, por monedas de oro, otras por algo más... valioso."

Los héroes y la familia Yaoyorozu se miraron con una mezcla de desconfianza y curiosidad. El hecho de que Rui the Collector estuviera ofreciendo información tan poderosa, como una fórmula que podría alterar la economía global, hizo que algunos se sintieran tentados, pero también sabían que un trato con alguien tan enigmático y poderoso podría ser peligroso.

Endeavor fue el primero en hablar, su tono autoritario y directo resonó en la sala.

Endeavor (mirando fijamente a Rui):
"No me gustan los tratos de esta índole. No sabemos nada de ti, y este tipo de poder puede ser un arma peligrosa. No nos interesa caer en tus juegos."

Aizawa, aunque más tranquilo en su enfoque, también estaba desconfiado.

Aizawa (con voz baja, pero firme):
"Nadie te pedirá un favor. Si lo que ofreces es realmente tan valioso, ¿por qué no lo usas para tus propios fines? No necesitamos tu información."

Sin embargo, Rui the Collector no parecía preocupado. Su sonrisa se mantenía serena mientras observaba a cada uno de los presentes, como si estuviera acostumbrado a este tipo de reacciones.

Rui the Collector (con tono indulgente):
"Como dije, no soy un villano. No tengo la intención de hacerles daño. Pero, si no desean el trato... está bien. Nadie está obligado a aceptar lo que no quiere. De todas maneras, esta fórmula será guardada en mi biblioteca, para quien esté dispuesto a pagar el precio. No hay prisa. Todos son libres de seguir sus caminos. Pero recuerden que el conocimiento es poder, y el poder tiene un precio."

Momo, que seguía observando todo con atención, sintió la urgencia de preguntar algo que había estado rondando en su mente.

Momo (con voz decidida):
"¿Qué esperas obtener a cambio de esta fórmula? ¿Qué buscas de nosotros?"

Rui the Collector (con una mirada profunda y misteriosa):
"Lo que busco... es simple. El conocimiento, las experiencias, y las piezas que pueden completar mi colección. Cada intercambio me acerca más a entender cómo el mundo se mueve... y tal vez, en algún momento, podré construir mi propio legado."

Con esa declaración, el silencio cayó sobre la sala. Las personas presentes entendieron que Rui the Collector no era alguien fácil de leer ni de comprender. Había un propósito detrás de sus acciones, algo mucho más grande de lo que ellos mismos podrían imaginar.

Nezu, que hasta ese momento había permanecido callado, levantó la voz con una cautela calculada, con el conocimiento de que cualquier movimiento en falso podría ser fatal.

Nezu (en voz baja, pensativo):
"Será mejor que sigamos observando. Este tipo tiene una agenda que todavía no comprendemos por completo."

Finalmente, todos se miraron entre sí, sabiendo que se encontraban ante una decisión crucial. ¿Aceptarían el trato con Rui the Collector y lo que eso podría significar, o lo rechazarían, arriesgándose a perder una oportunidad única?

La tensión en el aire creció rápidamente cuando Rui the Collector comenzó a teletransportar la fórmula y otros secretos a su casa de archivo en una dimensión espejo, un lugar donde sus secretos más oscuros y poderosos quedaban bajo su resguardo. Con un movimiento rápido, todo desapareció de su mano, y un destello brillante dejó claro que la información ya estaba segura en otro plano.

Pero justo cuando parecía que Rui the Collector iba a retirarse tranquilamente, un sonido familiar interrumpió la calma. Una figura apareció de la nada, caminando hacia él. El Archivista, su hermano, había llegado. Su tono burlón y la manera en que se presentó dejaron claro que no venía con buenas intenciones.

Archivista (burlándose de Rui):
"Eres patético, hermano. ¿Sigues jugando a ser un coleccionista de secretos? ¿Realmente crees que esa fórmula o todo tu conocimiento tiene algún valor?"

El aire se volvió tenso, y todos los presentes pudieron sentir la creciente hostilidad. Rui the Collector, normalmente calmado y sereno, mostró una expresión de furia contenida. Su hermano, el Archivista, parecía disfrutar de provocarlo. Rui, sin pensarlo dos veces, levantó la mano y lanzó un ataque de hilos, un arte de sangre demoníaco, que se materializó en una red de hilos afilados que se dispararon hacia su hermano con velocidad mortal.

Rui the Collector (gritando, con voz llena de furia):
"¡No te metas conmigo!"

Pero el Archivista, con una habilidad impresionante, esquivó fácilmente el ataque, moviéndose con agilidad y rapidez. La tensión entre los dos hermanos aumentó cuando Rui the Collector no cedió, lanzándose hacia él en un intento de golpearlo directamente.

Archivista (sonriendo de manera confiada):
"¿De verdad crees que me vas a vencer, hermano? Eres débil."

En ese momento, el Archivista utilizó su propia fuerza y habilidad para golpear a Rui the Collector con un impacto devastador, lanzándolo hacia un lado. El golpe fue tan fuerte que destrozó el suelo y partió los árboles cercanos. Un gran bosque fue arrasado por la fuerza de su enfrentamiento. La onda de choque fue tan potente que incluso los héroes y la familia Yaoyorozu que observaban quedaron sorprendidos.

Rui the Collector (dolido, pero con una mirada furiosa):
"No... No soy débil. ¡Te haré pagar por eso!"

El impacto de la lucha dejó claro que el Archivista era mucho más fuerte y experimentado que Rui the Collector. Mientras Rui se levantaba, tambaleando, su hermano observaba con una mirada fría y despreciativa.

Archivista (con tono arrogante):
"Eres un fracaso. Te crees un gran coleccionista, pero nunca serás más que un simple aficionado. Te he superado, como siempre."

Todos los presentes, incluidos los héroes y los miembros de la familia Yaoyorozu, miraban atónitos a los hermanos pelear. La fuerza de ambos era aterradora, pero el Archivista claramente tenía la ventaja, y su dominio de los hilos de sangre y su habilidad para controlar la batalla lo hacían casi invencible.

Endeavor (mirando con preocupación):
"Esto es peor de lo que pensaba. ¿Quiénes son estos dos? ¿Y por qué parecen tan... poderosos?"

Momo observó en silencio, con la mente llena de preguntas, mientras Makoto no podía dejar de admirar la fuerza del Archivista.

Momo (bajando la voz a Makoto):
"Esto... esto no es algo normal. No es solo poder físico, hay algo más en juego aquí."

Mientras el Archivista se preparaba para dar el golpe final, Rui the Collector sabía que la batalla no había terminado. El Archivista podría ser más fuerte, pero Rui había recolectado demasiado conocimiento, y su colección aún tenía secretos que podrían cambiar el curso de cualquier enfrentamiento.

Rui the Collector (en voz baja, con un tono de desafío):
"Esto no ha terminado. No me rendiré tan fácilmente. Si crees que me has derrotado... estás muy equivocado."

Sin embargo, el Archivista no mostraba signos de querer detenerse. La lucha entre estos dos hermanos estaba lejos de terminar, y el enfrentamiento prometía volverse aún más peligroso.

El futuro de esta batalla, y el destino de los héroes y los Yaoyorozu, dependían de qué lado elegirían y cómo podrían enfrentar el poder de estos dos seres tan poderosos.

El ambiente en el campo de batalla estaba cargado de tensión cuando Rui the Collector comenzó a concentrarse en el Archivista, su hermano, en un intento desesperado por obtener su conocimiento. A través de un proceso meticuloso y preciso, Rui logró copiar el 19% del conocimiento de su hermano, una fracción significativa considerando la habilidad y el poder del Archivista.

Sin embargo, antes de que Rui the Collector pudiera aprovechar por completo su logro, el Archivista lo notó. El Archivista, con un movimiento rápido, golpeó a Rui con una fuerza devastadora. El impacto fue brutal y Rui the Collector sintió cómo el dolor lo recorrió de inmediato, dejándolo lastimado y de rodillas.

Archivista (con desdén):
"¿Así que intentas copiar mi conocimiento? Patético... nunca serás capaz de igualarme."

Los héroes, observando desde lejos, quedaron sorprendidos por la brutalidad del enfrentamiento entre los hermanos. La pelea había escalado rápidamente, y ahora veían cómo el Archivista tenía la clara ventaja sobre Rui the Collector.

Endeavor (frunciendo el ceño):
"Este tipo... no es alguien común. ¿Quiénes son realmente estos dos?"

Aizawa observaba cuidadosamente, como siempre, captando detalles, mientras Momo y Makoto se mantenían en silencio, procesando la situación. Momo no podía dejar de mirar a Rui con una mezcla de admiración y preocupación, mientras que Makoto sentía un escalofrío al ver el poder desplegado por los dos hermanos.

Archivista (mirando a Rui con desprecio):
"No eres un verdadero archivista. Eres solo un hermano patético. Algún día te llevaremos ante nuestros padres... y ahí, sufrirás."

Con esas palabras frías y despectivas, el Archivista abrió un portal y, sin mirar atrás, se teletransportó fuera del campo de batalla, dejando a Rui the Collector herido y a los héroes y los miembros de la familia Yaoyorozu en un estado de shock.

Rui the Collector (en voz baja, con dolor y rabia):
"Esto no ha terminado... aún tengo más secretos... no me rendiré tan fácilmente."

Mientras los héroes se acercaban cautelosamente, Rui the Collector intentó levantarse, su cuerpo adolorido y cubierto de heridas, pero la determinación brillaba en sus ojos. La pelea con su hermano había sido una derrota, pero Rui sabía que no era el final. Su lucha por poder y conocimiento continuaría, aunque las palabras de el Archivista resonaban en su mente: un día, sus padres se involucrarían.

Tensei Ida (mirando a Rui, preocupado):
"¿Quiénes son realmente? ¿Y qué significa eso de 'nuestros padres'?"

Mizudaira Mineru también estaba pensativa, observando a Rui the Collector, quien parecía estar reuniendo sus fuerzas tras la brutal golpiza. La intriga sobre estos dos individuos solo aumentaba.

Momo dio un paso adelante, preocupada por Rui.
"Rui, ¿estás bien?"

Rui the Collector (tratando de mantenerse erguido, con una sonrisa en el rostro a pesar de la situación):
"Sí... no estoy acabado aún. Solo fue un pequeño contratiempo."

Pero la realidad era que, con el Archivista fuera de alcance por ahora, Rui the Collector sabía que la batalla por el conocimiento y el poder aún estaba lejos de ser ganada.

Rui the Collector, a pesar de la brutal golpiza recibida por su hermano Archivista, logró levantarse lentamente. Sus heridas eran profundas, pero la determinación en sus ojos no había disminuido en lo más mínimo. Con una mueca de dolor, Rui tomó un respiro y, al mirar a su alrededor, observó a los héroes y a los miembros de la familia Yaoyorozu. No iba a permitir que su familia o su hermano lo detuvieran.

Rui the Collector (con voz firme, aunque entrecortada por el dolor):
"No me detendrán. No permitiré que mis hermanos destruyan más planetas con vida. El Archivo es mi único camino, y lo defenderé con todo lo que tengo."

Los héroes miraban a Rui the Collector con una mezcla de cautela y sorpresa. A pesar de ser un colector de conocimiento y poseer un poder oscuro, su convicción era innegable. Los héroes se miraron entre ellos, sabiendo que esta situación solo era el principio de algo mucho más grande.

Aizawa, siempre calculador, frunció el ceño.
"Entonces, ¿qué vas a hacer, Rui?"

Rui the Collector, sin responder directamente a la pregunta, levantó la mano y comenzó a teletransportarse hacia su dimensión espejo, un lugar al que solo él y unos pocos elegidos podían acceder. Esta dimensión espejo no era solo una cápsula de conocimiento, sino también un refugio personal donde Rui podía esconderse y planear sus próximos movimientos.

Mientras comenzaba a desvanecerse en el aire, las voces de los héroes y la familia Yaoyorozu resonaron detrás de él. Pero no importaba. Rui ya tenía su objetivo claro.

Rui the Collector (antes de desaparecer por completo):
"Este no es el final. No permitiré que el caos y la destrucción continúen. El conocimiento es el poder, y yo seré quien guíe este mundo hacia su verdadera fuerza. Nos veremos de nuevo."

El portal se cerró detrás de él, dejando a los héroes en un estado de incertidumbre. Los héroes ahora sabían que el enfrentamiento con Rui the Collector no era algo que pudieran tomar a la ligera. La amenaza de sus hermanos y la fuerza oscura que emanaba de él era algo que debían enfrentar en algún momento.

Tensei Ida, observando en silencio, se giró hacia el resto del grupo.
"Esto acaba de complicarse aún más. No sé qué es lo que Rui está planeando, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados."

Momo, pensativa, agregó:
"No importa cuán extraño o peligroso sea, Rui parece tener sus propias razones. Creo que debemos tener cuidado, no solo con él, sino con lo que pueda suceder si esos hermanos continúan con sus planes."

Makoto, más callado que de costumbre, asintió.
"Nos enfrentamos a algo mucho mayor que nosotros. ¿Qué haremos ahora?"

El grupo de héroes se preparó para enfrentar lo que fuera que Rui the Collector estuviera planeando, conscientes de que los eventos que acababan de presenciar eran solo la punta del iceberg. La amenaza de Rui y su familia había dejado claro que algo más oscuro se cernía sobre el mundo. La batalla apenas comenzaba, y Rui había marcado el tono.

Aizawa miró hacia el horizonte, pensativo.
"Mantengámonos alerta. No sabemos qué está preparando, pero seguro que no será fácil."

Mientras tanto, en la dimensión espejo, Rui the Collector se retiró, herido pero más decidido que nunca. Sabía que la guerra por el conocimiento y el poder recién comenzaba, y que su camino lo llevaría a enfrentarse a los más oscuros rincones del mundo.


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