6

Rui the Collector se encontraba en un estado de aburrimiento y, al mirar hacia el cielo, con un simple gesto de su mano, la luna comenzó a moverse lentamente, desafiando las leyes naturales del tiempo y el espacio. La noche se extendió brevemente, cubriendo todo a su alrededor con su manto oscuro, pero solo unos segundos después, la luna desapareció y el día volvió a su estado original, tal como si nada hubiera sucedido.

Reacciones:

Gon, Killua, Kurapika y Leorio observaban con asombro cómo Rui the Collector manipulaba el cielo con tal facilidad, como si fuera una simple jugada de niño. La capacidad de mover la luna y cambiar el tiempo de esa forma desbordaba el entendimiento de cualquiera que no estuviera acostumbrado a lo que Rui podía hacer. Gon fue el primero en hablar, su voz llena de fascinación:

"¿Eso... es posible? ¿Qué tipo de poder es ese?" Gon no sabía si se sentía más impresionado o más confundido. La naturaleza de este poder era algo que simplemente no encajaba con las reglas de la realidad.

"Es un poder... que desafía todo lo que conocemos", dijo Kurapika, su tono serio. Sabía que Rui the Collector no solo era poderoso, sino que también tenía un control total sobre fuerzas que ni los mejores estrategas podrían comprender.

Killua, siempre tan analítico, entrecerró los ojos, observando con una mezcla de desconcierto y cautela. "Esto no es algo normal, Gon. No es como lo que hemos visto antes..." Si bien no podía negar la belleza del poder de Rui, también sabía que un poder como ese podría significar un gran peligro.

Leorio, por otro lado, simplemente se rascó la cabeza, claramente más molesto que impresionado. "Esto... esto no es justo. ¿Quién puede hacer algo así? ¡Es como si estuviera jugando con el universo!"

La familia Zoldyck

Los Zoldyck observaban en silencio, cada uno con su propia reacción interna. La manipulación de Rui sobre el cielo no era nada nuevo para ellos, pero el hecho de que pudieran hacerlo tan naturalmente solo aumentaba la intriga.

Silva Zoldyck mantuvo su expresión fría y calculadora. Aunque nada en su rostro lo indicaba, Rui the Collector había demostrado una potencialidad que podría ser utilizada, o destruida si no era manejada adecuadamente. La habilidad de alterar el ciclo natural de la tierra era algo que no podían ignorar. Sin embargo, Silva se mantuvo firme en su postura. Estaba evaluando, calculando si este poder podía ser útil para sus propios fines.

Milia Zoldyck, mientras tanto, observaba a Rui con una leve sonrisa, como si le divertiera el espectáculo. Milia, siempre pragmática, entendía que la manipulación de las leyes naturales era una ventaja que muy pocos podrían obtener. Esto podría ser algo en lo que valdría la pena invertir esfuerzo si lograba comprender cómo Rui gestionaba su habilidad.

Illumi Zoldyck, quien siempre estaba más centrado en los aspectos tácticos y estratégicos, no mostró sorpresa alguna. Su rostro mostraba autocontrol absoluto. La habilidad de Rui the Collector era impresionante, pero Illumi sabía que el verdadero poder de una persona no solo residía en lo que podía hacer, sino en cómo usaba ese poder.

Milluki Zoldyck estaba más inclinado a la curiosidad técnica. "Esto es como si fuera... un truco de magia, pero mucho más... complicado." Aunque no podía negar que Rui tenía una habilidad impresionante, su interés radicaba en desentrañar los detalles y en comprender cómo funcionaba ese poder. Su mente rápida trataba de descifrar si podría replicarlo con alguna de sus herramientas tecnológicas.

Kalluto Zoldyck observaba, pero en su interior había algo más: un ligero temor. Kalluto comprendía, más que nadie, el poder que Rui podría tener sobre todo el entorno. El hecho de que pudiera alterar realidades tan fundamentales como el día y la noche significaba que Rui podía alterar todo lo que se conocía como realidad si así lo deseaba. Esto lo hacía extremadamente peligroso.

Reacciones de los demonios y demás

Los demonios y entidades que aún permanecían en la escena, como Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Kota, Katsuma, Eri y Senjuro, no parecían sorprendidos por el espectáculo. Habían visto estas habilidades en su propio mundo, donde Rui the Collector ya había manipulado el ambiente de formas aún más complejas y desafiantes. Era como una expresión de su poder absoluto: un recordatorio de que el mundo mismo era una herramienta que Rui podía moldear como quisiera.

Kokushibo, en su naturaleza más serena, observaba la escena con una ligera curiosidad. Sabía que Rui the Collector no solo era un demonio, sino también una entidad de poder cósmico. Sin embargo, no parecía sentir miedo, ya que Kokushibo había sido un guerrero inmortal con habilidades que igualaban la realidad misma.

Douma, con su naturaleza despreocupada, simplemente sonrió mientras disfrutaba del espectáculo. La manipulación de la luna era solo un juego para alguien como Rui the Collector, quien podía influir en el destino y la existencia de las cosas. Douma se sentó, sin preocuparse en lo más mínimo.

Akaza, como siempre, estaba fascinado por cualquier muestra de poder. Su sed de lucha y supervivencia le impulsaba a respetar la habilidad de Rui, aunque no necesariamente la entendiera por completo. La luna moviéndose por el cielo era solo una pequeña muestra de lo que Rui podía hacer.

Hantengu no estaba tan preocupado por la naturaleza de Rui en sí, sino que más bien pensaba en las ramificaciones de tal poder. Sin embargo, a su manera, estaba tranquilo sabiendo que las habilidades de Rui no eran una amenaza directa para su existencia inmediata.

Kota, Katsuma, y Eri observaban, no por miedo, sino por curiosidad. Aunque aún estaban tratando de adaptarse a su nueva realidad, la presencia de Rui the Collector era fascinante para ellos, ya que nunca antes habían visto un poder tan capaz de alterar todo lo que conocían.

Senjuro, quien estaba más acostumbrado al misterioso poder de Rui, simplemente suspiró. "Este poder... siempre parece más impresionante en cada momento." Pero a pesar de la grandeza de lo que Rui podía hacer, Senjuro sabía que lo importante era saber cómo utilizar ese poder, no solo mostrarlo.

El cielo vuelve a la normalidad

Finalmente, después de que Rui the Collector jugara con el ciclo de la luna y el sol, el cielo volvió a la normalidad, como si nada hubiera ocurrido. Todos, desde los Zoldyck hasta los demás presentes, se quedaron en silencio, reflexionando sobre lo que acababan de presenciar. La capacidad de Rui para alterar la realidad con tanta facilidad era un recordatorio de que no era solo un demonio o un ser poderoso, sino alguien con el potencial de cambiar todo a su alrededor.

Pero, por el momento, Rui the Collector se quedó en silencio, sin mostrar ninguna otra emoción, como si simplemente hubiera disfrutado de un capricho momentáneo.

La familia Zoldyck observó con atención a Rui the Collector mientras este hacía una demostración de su habilidad para alterar la realidad. A medida que percibían su poder, comprendieron que no solo era un ser extraordinariamente fuerte, sino que su poder rivalizaba con el de Alluka, lo cual les dejó claro que estaban ante una entidad que no se regía por las reglas convencionales del poder. La familia Zoldyck, conocida por su capacidad para evaluar y comprender habilidades letales, también reconoció en Rui una naturaleza particular: el poder de alterar las leyes fundamentales del universo, algo comparable al poder de Alluka con la diferencia de que Rui tenía un control más amplio sobre las realidades que podrían amenazar a todo ser viviente.

La Llegada de Belos

En ese momento, un ser extraño apareció en el horizonte. Belos se materializó en una masa amorfa de barro oscuro, formada por fragmentos y residuos de palismanes que había consumido en su viaje desde las Islas Hirvientes. Su apariencia parecía mutada, una fusión de energía y materia corrupta por los artefactos antiguos que había ingerido. La familia Zoldyck observó en silencio, manteniéndose alerta ante la nueva presencia.

Sin embargo, fue Rui the Collector quien reconoció de inmediato a Belos, su rostro cambiando ligeramente en una mueca de desdén al comprender la amenaza que representaba el monstruo. Rui no solo había sentido la presencia de Belos, sino que también lo reconoció por su manipulación pasada y su rol en la traición sufrida en sus días más oscuros.

Rui había sido manipulado por Belos en el pasado, cuando la entidad conocida como The Collector aún existía. Belos, un ser oscuro que coleccionaba y manipulaba a otros para sus propios fines, había utilizado a Rui como instrumento en una serie de oscuros juegos. Le había otorgado un hechizo poderoso, prometiéndole poder absoluto a cambio de su lealtad. Pero, como siempre, Belos traicionó a Rui, usándolo como peón en sus planes y dejándolo atrás para cumplir sus propios intereses.

La Traición y el Poder de Rui

Rui the Collector sabía que Belos lo había usado, lo había manipulado, y lo había dejado con una marca imborrable de su traición. El rencor creció dentro de Rui, sabiendo que esta era su oportunidad para finalmente vengar el engaño sufrido y destruir a su viejo enemigo. Belos se acercaba, su cuerpo deformado como un monstruo compuesto por el barro y restos de palismanes, una versión de sí mismo distorsionada y más poderosa de lo que había sido en el pasado.

A medida que Belos se acercaba con un sonrisa malévola, Rui cerró los ojos por un instante, recordando la traición y el sufrimiento que había atravesado. En ese momento, su cuerpo comenzó a brillar, su poder emanando con intensidad, como si estuviera preparando una tormenta cósmica para recibir a su enemigo.

Con un rápido y fluido movimiento, Rui levantó un dedo hacia Belos, un gesto sencillo pero cargado de una energía devastadora. El dedo de Rui brilló con una luz oscura y abrumadora, cargada de todo el poder de su técnica de "All in One". El hechizo de destrucción lanzado desde su dedo alcanzó a Belos con tal fuerza que el monstruo apenas tuvo tiempo de reaccionar.

El impacto fue instantáneo, y Belos fue desintegrado al contacto. La energía desatada por el hechizo de Rui no solo rompió su forma física, sino que explotó con tal violencia que las rocas cercanas fueron desintegradas por la fuerza del impacto, y una onda expansiva se extendió por la región, haciendo que incluso la familia Zoldyck sintiera la magnitud de la energía liberada.

La explosión dejó una huella de destrucción en el paisaje, pero Rui permaneció impasible, su mirada fija en el vacío donde una vez estuvo Belos.

Reacciones

La familia Zoldyck observó con una mezcla de respeto y sospecha. Aunque la fuerza de Rui era indiscutible, la rapidez con la que destruyó a Belos dejó claro que Rui the Collector no solo poseía una habilidad abrumadora, sino que su dominio sobre la realidad y el espacio era casi invencible. Para ellos, Rui representaba algo más que una amenaza, también una herramienta potencial que podría ser útil o peligrosa dependiendo de cómo se manejara.

Kokushibo y los demás demonios no se sorprendieron tanto, ya que ellos también habían visto a Rui destruir a enemigos poderosos en su propio mundo, pero no dejaban de reconocer el nivel de poder que Rui desató en ese momento.

Tomura Shigaraki y Dabi observaron con cierto interés. Shigaraki, más centrado en la destrucción, entendió que la capacidad de Rui de destruir cualquier cosa con un simple gesto lo hacía casi imparable. Mientras tanto, Dabi se sintió atraído por el poder de Rui y la forma en que manipulaba las fuerzas cósmicas.

Gon, Killua, Kurapika y Leorio miraron en silencio, sabiendo que este tipo de poder no era algo que ellos pudieran entender completamente, pero la destrucción rápida de Belos les dejó claro que Rui no solo era más fuerte que muchos, sino que controlaba las fuerzas de una forma más allá de su comprensión.

Rui the Collector, después de la explosión, se quedó mirando al vacío, su rostro serio y contemplativo. Sabía que lo que había hecho no era solo una venganza personal, sino un recordatorio de lo que ocurriría a aquellos que se atrevieran a traicionarlo. "Nunca más", murmuró para sí mismo, sabiendo que las piezas del juego ya habían cambiado.

Rui the Collector observó con atención el pedazo de lodo que aún permanecía en el suelo, un resto de lo que alguna vez fue Belos. La destrucción había sido tan absoluta que solo quedaba este pequeño fragmento de lo que alguna vez fue una entidad poderosa, ahora reducido a un simple trozo de lodo corrupto. Sin embargo, Rui sabía que incluso estos fragmentos no debían ser subestimados, pues las energías malignas de Belos podrían seguir siendo peligrosas, aunque fuera en su forma más diminuta.

Con una mirada fría y calculadora, Rui se acercó al fragmento. Estiró su mano y concentró su poder en el aire a su alrededor, canalizando su técnica única de "All in One". El lodo comenzó a retorcerse y agitarse, como si una fuerza invisible intentara liberarlo. Pero Rui, con un simple movimiento, deformó la realidad a su alrededor. Los pedazos de lodo se reconfiguraron, flotando en el aire mientras un resplandor oscuro envolvía la forma del fragmento.

La energía se condensó en un pequeño orbe de luz. En un parpadeo, el fragmento de Belos fue capturado y sellado dentro de una gema de apariencia negra, cuyo interior brillaba con una luz roja pulsante. La gema giraba en la palma de Rui, como una cápsula de contención que había absorbido la esencia de Belos en su forma más pura y peligrosa.

Rui, con una sonrisa siniestra, la miró fijamente. Sabía que este fragmento aún contenía un poder incontrolable, pero estaba fuera de su alcance y encerrado de manera que no pudiera escapar. Lo guardó en su bolsillo con un gesto tranquilo, como si se tratara de un simple objeto más en su interminable colección de artefactos y poderes.

Reacciones:

La familia Zoldyck observó la escena con cautela. Aunque no comprendían completamente el alcance de las habilidades de Rui, sabían que había un poder enorme detrás de sus actos. El hecho de que Rui pudiera capturar y contener la esencia de Belos en una gema pequeña demostraba su dominio sobre la realidad y la energía de una forma que no podían igualar.

Kokushibo, Akaza, Douma, y Hantengu, al haber vivido en su propio mundo demoníaco, se dieron cuenta de que Rui era un ser único. Aunque su naturaleza de demonio lo hacía algo familiar, su poder de alterar la realidad y almacenar almas y fragmentos era algo completamente desconocido para ellos. Rui the Collector no solo dominaba las fuerzas de la destrucción, sino también las de la preservación y el control, algo que los demonios simplemente no podían entender del todo.

Tomura Shigaraki y Dabi también vieron la escena. Shigaraki, fascinado por el poder de destrucción y control que Rui ejerció sobre Belos, lo observó con interés. Dabi, aunque no compartía la misma fascinación por el poder de Rui, se sintió atraído por la idea de tener el control sobre poderosos fragmentos de seres o objetos raros.

Gon, Killua, Kurapika, y Leorio, aunque un tanto desconcertados, sintieron la tensión de la escena. No entendían completamente lo que acababa de ocurrir, pero sabían que el poder de Rui era demasiado grande para que alguien con su humanidad pudiera manejarlo sin consecuencias. La gema, en su mente, representaba una amenaza latente.

Rui the Collector no parecía preocupado. Había capturado a Belos, pero sabía que este solo era un pedazo de lo que algún día podría volver a ser. Por ahora, lo tenía contenido y bajo control, pero la verdad era que las fuerzas que Rui había desatado al capturar a Belos eran mucho mayores de lo que cualquiera en su grupo podría haber imaginado.

Rui the Collector, con su vasta sabiduría y poder adquirido a través de sus múltiples habilidades, comenzó a enseñar a Kota, Katsuma y Eri a dominar sus habilidades demoníacas, combinadas con el conocimiento que había copiado de Muzan y otros poderosos seres. Aunque ellos ya poseían un potencial latente como demonios, Rui era un maestro en manipular la sangre, los quirks y el control de las fuerzas sobrenaturales, lo que les permitió desarrollar sus propios estilos de combate.

Kota – Hoz de Agua y Pistola de Agua

Rui comenzó con Kota, quien aún estaba en la fase de aprendizaje de su arte de sangre. El chico tenía un potencial impresionante, pero su técnica aún no estaba pulida.

Arte de Sangre – Hoz de Agua: Rui le explicó cómo usar la sangre de su cuerpo para crear formas líquidas. Usando su propia sangre, Kota podía condensarla y transformarla en una hoja afilada de agua, similar a una hoz. Esta hoja no solo podía cortar físicamente, sino que también desintegraba las moléculas de lo que tocaba, envenenando a cualquier enemigo que entrara en contacto con ella.

Don – Pistola de Agua: El poder de Kota era la capacidad de concentrar agua en forma de alta presión, como si fuera una pistola. Rui le enseñó cómo moldear su sangre para expulsarla como una ráfaga a través de sus dedos, creando una pistola invisible de agua que podía disparar a gran velocidad. Este poder le daba una gran ventaja en combates a larga distancia.

Katsuma – Veneno Vital y Activación Celular

Katsuma, al ser un joven demonio, mostraba un gran potencial pero también necesitaba control para evitar que su poder lo desbordara.

Arte de Sangre – Veneno Vital: Rui le enseñó a usar su sangre no solo como una herramienta de ataque, sino como veneno. Katsuma podía ahora liberar veneno directamente desde sus células, transformando su sangre en una toxina letal que atacaba el sistema nervioso de cualquier ser que entrara en contacto. El veneno podía paralizar, debilitar o incluso matar dependiendo de la cantidad que liberara.

Don – Activación Celular: Este don permitía a Katsuma activar la regeneración celular y mejorar sus capacidades físicas de manera inmediata. Al aumentar la velocidad de los procesos celulares, Katsuma podía recuperarse de heridas, aumentar su fuerza, e incluso adaptarse rápidamente a nuevas situaciones en combate, haciendo que sus habilidades fueran aún más peligrosas y dinámicas.

Eri – Rayo Desintegrador y Reboninar

Eri, con su naturaleza más tierna pero igualmente poderosa, se mostró como una de las más habilidosas bajo el entrenamiento de Rui.

Arte de Sangre – Rayo Desintegrador: El arte de sangre de Eri era una de las más letales que Rui había enseñado. Consistía en concentrar su energía y liberarla como un rayo de energía destructiva. Este rayo tenía la capacidad de desintegrar a sus enemigos a nivel molecular. Eri podía controlar la intensidad del rayo, desde pequeños destellos hasta poderosas explosiones que dejaban una vacío en el lugar donde golpeaba.

Don – Reboninar: El don de Eri era muy peculiar y extremadamente poderoso. Su habilidad permitía manipular el tiempo a pequeña escala en las personas o objetos a su alrededor. Podía retroceder o avanzar el tiempo de un ser u objeto específico, curando heridas, cambiando el estado físico de algo o restaurando algo a su forma anterior. Esta habilidad también le permitía revertir el daño a los enemigos, curándolos o, en el caso de los oponentes más peligrosos, interrumpiendo sus capacidades de lucha.

Rui the Collector y su Rol como Maestro

A medida que Rui les enseñaba a Kota, Katsuma y Eri, ellos comenzaron a madurar en su comprensión de las habilidades que poseían. Rui no solo les enseñaba a controlar sus poderes, sino también a dominar su mente, algo fundamental para seres tan poderosos como ellos. Sabía que, si no se mantenían centrados y enfocados, el poder podría fácilmente consumirlos.

Con el tiempo, los cuatro se adaptaron a su nuevo estilo de vida, y aunque no hablaban mucho, compartían un lazo común, con Rui siendo su maestro, pero también su guía en este nuevo mundo que habitaban.

Reacciones de los demás

La familia Zoldyck observó en silencio el proceso de entrenamiento. Aunque no comprendían completamente el alcance de las habilidades de Rui, estaban conscientes de que el entrenamiento que le estaba proporcionando a los jóvenes era algo único y peligroso.

Kokushibo, Douma, Akaza, y Hantengu no parecían interrumpir el proceso. Ellos, al haber estado ya en contacto con otras formas de poder demoníaco, entendían que el conocimiento de Rui the Collector era invaluable, aunque se mantenían distantes, observando cómo sus propios poderes seguían evolucionando.

Tomura Shigaraki y Dabi, al igual que los demás, sentían una mezcla de fascinación y temor al ver las capacidades de los demonios. Aunque no eran parte del entrenamiento, podían ver que el potencial de los jóvenes podría cambiar las reglas de cualquier enfrentamiento.

Rui the Collector sonrió levemente mientras observaba a Kota, Katsuma, y Eri practicar. Sabía que tarde o temprano, estos jóvenes demonios serían grandes activos en su colección y que sus habilidades serían invaluables para los planes que Rui tenía para el futuro.

Cuando Hisoka vio a Rui the Collector, no pudo evitar fijarse en su apariencia única y lo sobrecogedor que era. Aunque había conocido a muchos individuos peculiares a lo largo de su vida, Rui the Collector tenía algo que lo hacía completamente distinto. Algo en su presencia parecía desafiar la realidad misma.

La Apariencia de Rui the Collector

Rui the Collector se presentaba como una figura extraña y fascinante a la vez. Su piel pálida contrastaba con una gran mancha de color azul pálido que cubría el lado izquierdo de su cara, casi como si fuera una marca cósmica. La mancha hacía que el lado derecho de su rostro tuviera la apariencia de una luna creciente, un contraste que lo hacía aún más enigmático.

Sus ojos amarillos con pupilas estrechas y el iris de un escarlata oscuro proyectaban una mirada que se sentía penetrante y llena de misterio. Su ojo izquierdo, envuelto por patrones oscuros y líneas rojas, parecía tener un poder enorme, como si pudiera ver más allá de lo evidente. En su mejilla izquierda había tres pequeñas estrellas de color azul oscuro, símbolos que parecían estar más allá de un simple adorno.

Su cabello era algo que no se podía pasar por alto: blanco ligero, con un corte que evocaba las patas de una araña, y un flequillo que caía sobre su ojo derecho, cubriéndolo parcialmente. La parte posterior de su cabello caía hasta sus piernas con una suavidad que desafiaba la lógica. Sus pestañas eran de un verde azulado, dándole un aire aún más surrealista.

En cuanto a su cuerpo, su pierna izquierda tenía un tono azul pálido y sus dedos de la mano izquierda estaban gravemente desfigurados, habiendo perdido tres de ellos, dejando solo el dedo anular y el meñique. Aunque su aspecto era el de alguien que había sufrido mucho, su presencia no mostraba debilidad; era como si su desgaste físico solo aumentara su misterio y poder.

Su Ropa y Estilo

Rui llevaba un kimono blanco que parecía estar hecho para una entidad cósmica. El kimono tenía telarañas grabadas en las mangas y en el dobladillo, además de un cuello suelto que no solo era elegante, sino que también contenía marcas de puntos que recordaban a los patrones de su cara. El kimono tenía un colgante de color rosa claro con una cara de luna creciente púrpura que reposaba sobre su cuello, acentuando aún más la misteriosidad de su presencia.

Lo más llamativo era el cinturón obi rojo oscuro que sujetaba su kimono, contrastando con la paleta de colores y añadiendo un toque de seriedad a su atuendo. Las mangas del kimono eran curiosamente desiguales: la manga derecha mostraba soles azules, mientras que la izquierda tenía lunas crecientes bígaras, creando un equilibrio entre luz y oscuridad, algo que era una constante en su propia naturaleza.

Por debajo de su kimono, llevaba un juban blanco liso, y, como era de esperar, estaba descalzo, como si su conexión con la tierra y el universo fuera más profunda que la simple necesidad de calzado.

La Reacción de Hisoka

Cuando Hisoka vio a Rui the Collector por primera vez, sus ojos se entrecerraron con curiosidad y deseo. Había algo en Rui que lo cautivaba, algo más allá de la simple fuerza física o la habilidad. Era como si Rui fuera una especie de acumulación de todo lo que existía, un ser que desafiaba las leyes de la naturaleza. Hisoka, siempre emocionado por lo desconocido, se acercó, pero no sin una sonrisa intrigante.

Su mirada pasó por cada detalle de la apariencia de Rui: desde la mancha azul en su rostro, hasta la distorsión en su pierna izquierda y los dedos mutilados, sintiendo una fascinación casi obsesiva. Rui the Collector no solo era un enemigo potencial; era un puzzle que él quería resolver, un misterio que desbordaba sus expectativas. Además, la conexión con el poder cósmico de Rui, su habilidad de controlar la realidad y manipular su entorno, le daba una sensación de peligro controlado.

Hisoka: "Hmm... muy interesante. Me pregunto si te has vuelto tan raro por algo que te sucedió... o si esto es simplemente parte de tu naturaleza."

Mientras Rui estaba allí, observando el cielo, moviendo la luna para crear noche y luego regresando a la mañana, Hisoka no pudo evitar sentir una presencia aún más enigmática que la de cualquier otro ser que hubiera conocido. Rui the Collector no era solo un demonio o una entidad poderosa: era algo más. Era el origen de una colección de sabores, fuerzas y realidades que Hisoka no había imaginado siquiera.

Con una sonrisa torcida, Hisoka se preguntó si algún día, al igual que sus cartas de truco, Rui también sería parte de su juego... o si sería el peor desafío de su vida.

Al ver a Rui the Collector, la familia Zoldyck no pudo evitar quedar sorprendida por su presencia única y misteriosa. Aunque estaban acostumbrados a encontrarse con seres poderosos y extraños, la apariencia de Rui era sin precedentes, algo que los dejó atónitos y con una sensación de intriga.

Reacción de la Familia Zoldyck al Ver a Rui the CollectorSilva Zoldyck (Padre):

Silva, con su habitual compostura, no mostró ninguna emoción inmediata, pero en su mirada se podía ver una leve incertidumbre. Había algo en Rui the Collector que no encajaba con su comprensión del mundo, y eso lo ponía cauteloso. El hecho de que Rui pudiera modificar la realidad y su apariencia tan extraordinaria hizo que Silva evaluara con más detalle a este ser que estaba frente a él. A pesar de su desconfianza natural, Silva era lo suficientemente experimentado para reconocer un poder potencial cuando lo veía.

Silva (pensando): "¿Qué clase de ser es este? Tiene la apariencia de un demonio, pero su presencia... es diferente."Kikyo Zoldyck (Madre):

Kikyo, que siempre había mantenido una actitud fría y calculadora, observó a Rui con una mirada evaluativa. Su presencia parecía llamar la atención de todos, como si estuviera más allá de cualquier concepto de poder o belleza que pudiera ser comprendido. Su instinto de madre y guerrera la alertó sobre el peligro que representaba esta criatura. Había algo extraño en la forma en que Rui manipulaba la realidad, algo que Kikyo no podía simplemente ignorar.

Kikyo (en voz baja): "Este ser... tiene un poder incontrolable. Debemos tener cuidado."Illumi Zoldyck (Hermano Mayor):

Illumi, con su carácter calmado y siempre calculador, estudió a Rui the Collector con una mirada fría y penetrante. Había algo en su apariencia que le resultaba familiar, pero al mismo tiempo distinto. Aunque Rui no era un enemigo inmediato, Illumi lo vio como una posible amenaza. La manipulación de la realidad era un poder que podría ser muy peligroso si no se controlaba.

Illumi: "Parece que este ser no es como los demás demonios. Su habilidad... no tiene límites."Milluki Zoldyck (Hermano Mayor):

Milluki, con su obsesión por el poder y su curiosidad, miraba a Rui con un interés casi obsesivo. Su mente se llenó de pensamientos sobre cómo obtener poder a través de esta entidad tan peculiar. Aunque no mostraba abiertamente su ansiedad, no podía evitar sentir que Rui poseía algo mucho más grande que solo fuerza bruta: había un misterio en su esencia que Milluki deseaba desentrañar.

Milluki (pensando): "Este ser... podría darme acceso a un poder más allá de lo que cualquier humano podría entender. Tal vez... debería investigarlo más."Alluka Zoldyck (Hermana Menor):

Alluka, con su habilidad única de conceder deseos, vio a Rui the Collector con una mezcla de intriga y fascinación. La conexión entre Rui y su propia naturaleza como alguien capaz de conceder deseos a través de la voluntad le resultaba interesante. Rui parecía tener el poder de construir realidades como ella, pero a una escala mucho más grande y compleja. Alluka no pudo evitar sentir una conexión, aunque aún no comprendía completamente la magnitud de lo que Rui podía hacer.

Alluka: "Él... puede cambiar las cosas como yo... pero a una escala mucho mayor."Kalluto Zoldyck (Hermano Menor):

Kalluto, el más joven de los Zoldyck, no mostró una reacción inmediata. Su rostro era sereno, casi indescifrable, pero no podía evitar sentir que había algo fascinante en Rui. Su apariencia extraña y su habilidad para manipular la realidad le hicieron pensar que, tal vez, Rui era la clave para alcanzar un nivel de poder más allá de su comprensión.

Kalluto (pensando): "Este ser... tiene el poder de cambiar el mundo con solo desearlo. Tal vez podría aprender algo de él."Zeno Zoldyck (Abuelo):

Zeno, el patriarca de la familia, observó a Rui the Collector con la mirada de un experto. Había vivido muchas vidas y había visto muchas criaturas poderosas, pero lo que Rui representaba era algo completamente nuevo. Zeno, siendo un hombre de muchas batallas y experiencias, no podía dejar de sentir que Rui era algo más que un simple ser humano o demonio: era una entidad cósmica.

Zeno: "Interesante... Parece que no es algo que se pueda clasificar en los términos que conocemos. Este ser... podría ser una amenaza, o una oportunidad."La Apariencia de Rui the Collector:

Rui the Collector, con su piel pálida y la mancha azul pálido que cubría el lado izquierdo de su cara, daba una sensación de irrealidad. La luna creciente que formaba parte de su rostro, junto con los puntos rojos y las líneas conectadas en su cara, le otorgaban una aura etérea. Sus ojos, de un amarillo brillante con pupilas estrechas y un iris escarlata oscuro, daban la impresión de que Rui podía ver mucho más allá de lo físico. Las tres estrellas en su mejilla izquierda añadían un toque de misterio que dejaba a todos sin palabras.

Su cabello era largo y de un blanco suave, con la forma peculiar de las patas de una araña, cubriendo parcialmente su ojo derecho. Su pierna izquierda también mostraba un tono azul pálido, una característica que parecía marcar una conexión con algo sobrenatural.

El kimono blanco que llevaba, con telarañas grabadas y un cinturón rojo oscuro, era un símbolo de su extraordinaria naturaleza. Las mangas, desiguales con soles y lunas, acentuaban la sensación de que Rui no pertenecía completamente a este mundo. El colgante en su cuello, con una luna creciente púrpura, añadía un toque místico, mientras que el juban blanco debajo de su kimono daba un toque de pureza y simbolismo.

Reacción General:

La familia Zoldyck, aunque acostumbrada a lidiar con seres poderosos y fuera de lo común, sabía que Rui the Collector era una fuerza que no podían tomar a la ligera. Su habilidad para alterar la realidad y modificar el tiempo era una característica que todos reconocieron como peligrosa.

Algunos en la familia Zoldyck pensaron que podría ser un poderoso aliado, mientras que otros ya lo veían como una potencial amenaza. La curiosidad y la desconfianza coexistían mientras observaban a Rui the Collector manipular el entorno a su alrededor, sabiendo que, sin importar el caso, este ser no era algo que se pudiera ignorar.

Cuando la familia Zoldyck vio a Rui the Collector con su kimono y su apariencia femenina, no pudieron evitar sentir una mezcla de intriga y confusión. Aunque estaban acostumbrados a todo tipo de situaciones raras y poderosas, lo que vieron ante ellos era algo que no podían clasificar de inmediato. La naturaleza cambiante de Rui, entre el aspecto masculino y la energía femenina que emanaba de su vestimenta, dejó a la familia Zoldyck con un sentimiento de incomodidad y curiosidad.

Reacciones de la Familia Zoldyck al Aspecto de Rui the CollectorSilva Zoldyck (Padre):

Silva, al ver la apariencia femenina de Rui the Collector, mantuvo su expresión seria. A pesar de que su hijo Alluka tenía una naturaleza única, Rui parecía ser algo aún más complejo. La mezcla de poder y feminidad le hacía pensar que no era un ser fácil de comprender. La imagen de Rui con su kimono de mujer, que mostraba ocasionalmente sus bragas blancas con detalles de estrellas y tela de araña, lo dejaba un poco descolocado, pero no lo mostraría. Silva era un hombre de acciones, no de juicios inmediatos. Sin embargo, al igual que con Alluka, había algo en la apariencia y el comportamiento de Rui que lo mantenía en alerta.

Silva (pensando): "Este ser... no es solo su apariencia lo que lo hace especial. Su poder es lo que me preocupa."Kikyo Zoldyck (Madre):

Kikyo, con su carácter firme y calculador, observó a Rui con una mezcla de desconfianza y curiosidad. Aunque estaba acostumbrada a mujeres poderosas, la feminidad de Rui no parecía tener la misma fragilidad que se podría asociar con ese tipo de seres. Lo que le inquietaba era la naturaleza dual de Rui: el poder que emanaba de su presencia y cómo se combinaba con su apariencia. Aunque no lo mostraría, Kikyo sintió que este ser estaba mucho más allá de lo que aparentaba a simple vista.

Kikyo (pensando): "Hay algo profundamente perturbador en este ser... su apariencia femenina y su poder de manipulación... esto no es algo ordinario."Illumi Zoldyck (Hermano Mayor):

Illumi observaba a Rui the Collector desde una distancia, evaluando no solo su apariencia sino también sus intenciones. Aunque la mezcla de lo masculino y lo femenino era desconcertante, lo que realmente lo cautivó fue el poder que Rui emanaba. Illumi siempre había creído que el poder era lo único que importaba, y Rui claramente poseía un poder extraordinario que no podía ser ignorado, sin importar cómo se presentara.

Illumi (pensando): "Aparenta ser más que un simple demonio o ser humano. Si su poder es tan grande, debería ser útil. Debería averiguar qué puede ofrecerme."Milluki Zoldyck (Hermano Mayor):

Milluki, siendo más curioso y menos reservado, no tardó en observar cada detalle de la apariencia de Rui. El hecho de que Rui tuviera una estética femenina le intrigaba mucho. Milluki se interesó especialmente por cómo el kimono de Rui mostraba las bragas blancas con detalles en estrellas y telaraña, algo que para él era una fuente de curiosidad. Aunque había algo extraño en su apariencia, Milluki estaba más interesado en el poder que Rui parecía poseer.

Milluki (pensando): "Quizá no solo se trate de un demonio... tiene algo más, algo en su aura que me intriga. Pero lo que realmente quiero saber es cómo puede ser tan fuerte."Alluka Zoldyck (Hermana Menor):

Alluka, que siempre había sido más comprensiva con aquellos que se alejaban de la norma, veía a Rui the Collector como algo cercano a ella. Aunque su forma de vestir y la apariencia femenina de Rui no era algo habitual en su familia, Alluka no se sintió incomodada. De hecho, le pareció fascinante cómo Rui podía mezclar elementos de poder con su estilo propio. Alluka, con su capacidad para conceder deseos, también sentía una especie de conexión con Rui, aunque sabía que este ser era mucho más complejo.

Alluka (pensando): "No se parece a nadie que haya conocido, pero creo que entiende lo que es tener un poder único. Tal vez... tal vez yo también pueda aprender de él."Kalluto Zoldyck (Hermano Menor):

Kalluto, siempre observador y discreto, no se mostró impresionado por la apariencia de Rui. Su forma de vestir femenina no era algo que él considerara relevante en este momento. Kalluto estaba más interesado en entender las habilidades de Rui y ver cómo Rui podía ser útil para la familia. No estaba preocupado por los aspectos superficiales, sino por el potencial que Rui representaba.

Kalluto (pensando): "Su apariencia es rara, pero no me importa. Lo importante es lo que puede hacer. Debería saber más."Zeno Zoldyck (Abuelo):

Zeno, el patriarca de la familia, no mostró ningún tipo de sorpresa por la apariencia de Rui. A lo largo de su vida, había conocido muchas criaturas con formas y habilidades inusuales, pero lo que realmente le interesaba era el poder y las intenciones de Rui. Aunque Rui parecía estar más allá de cualquier clasificación tradicional, Zeno lo observó con una mirada que reflejaba tanto respeto como desconfianza.

Zeno: "No me sorprende que sea tan diferente. Lo importante es lo que puede hacer, no cómo se presenta. Su poder es lo que más importa."

La familia Zoldyck se vio fascinada y cautelosa ante la presencia de Rui the Collector. Aunque su apariencia femenina y su kimono de mujer no encajaban con los estándares de lo que la familia Zoldyck estaba acostumbrada, rápidamente entendieron que Rui no era alguien con quien pudieran tratar a la ligera. Su habilidad para alterar la realidad y copiar habilidades lo hacía peligroso y poderoso, y sus intenciones eran algo que solo el tiempo podría revelar.

Al ver a Rui the Collector, Gon, Killua, Kurapika y Leorio quedaron completamente atónitos. La apariencia de Rui no solo era extraña, sino también imponente. Había una sensación de desconcierto en el aire, ya que cada uno de ellos estaba tratando de procesar lo que veían, especialmente cuando se enfrentaban a un ser con una presencia tan enigmática y poderosa.

Reacciones de los personajes al ver a Rui the CollectorGon Freecss:

Gon no era alguien que se dejara intimidar fácilmente, pero la apariencia de Rui the Collector era inquietante. La pálida piel, los patrones en su cara y los ojos con iris escarlata le daban un aire casi sobrenatural. Gon observó con una mezcla de curiosidad y desconfianza. Aunque le intrigaba el hecho de que Rui tuviera un poder tan fuerte y una apariencia tan distinta, no pudo evitar sentirse desconcertado por la complejidad de su ser.

Gon: "Wow... eso no es normal... pero su poder... no hay duda de que tiene algo especial."Killua Zoldyck:

Killua, siendo un Zoldyck, no estaba fácilmente impresionado, pero la apariencia y la presencia de Rui lo dejaron pensativo. Con su aguda percepción y conocimiento sobre lo que era poderoso, sabía que Rui no era alguien común. La pierna azul pálida y los ojos amarillos con pupilas estrechas le recordaban a un demonio o una entidad que trascendía las leyes naturales. Killua mantenía su distancia, pero estaba atento a cualquier movimiento de Rui.

Killua (pensando): "No sé si quiero saber qué tan fuerte es, pero esto no me da buena espina... ¿Es un demonio o algo más?"Kurapika:

Kurapika, siempre enfocado en su misión y enfurecido por la tragedia de su clan, se sintió muy alerta al ver a Rui the Collector. Su apariencia tan extraña y perturbadora le hizo sospechar que Rui no solo tenía una relación con las artes oscuras, sino que su poder podría ser aún más destructivo de lo que parecía. Sin embargo, el hecho de que tuviera una apariencia femenina, junto con la seriedad de su postura y sus marcas en el rostro, lo hizo sentir que Rui era una persona sumamente peligrosa. Kurapika sabía que debía estar preparado para cualquier tipo de confrontación.

Kurapika (pensando): "Su poder está más allá de lo que cualquier humano podría manejar. No puedo subestimarlo."Leorio Paradinight:

Leorio, el más expresivo de los cuatro, se sintió incómodo con la apariencia de Rui. A diferencia de los demás, Leorio no se andaba con rodeos. La cobertura de tela de araña en el kimono, la pierna azul pálida y la atmósfera oscura que Rui irradiaba le daban la sensación de que estaba frente a algo sobrenatural y peligroso. Aunque su primer impulso fue tratar de hablar y quizás hacer una broma para aligerar el ambiente, sabía que esto era una situación muy seria.

Leorio: "¡M-Muchacho! ¿Quién... quién eres? ¡¿Qué tipo de monstruo eres?!"Rui the Collector frente a ellos

Rui, con su apariencia tan desconcertante y poderosa, los miró en silencio. No parecía molesto ni alterado por sus reacciones, más bien parecía divertido por la incomodidad que su presencia provocaba. Al ver las reacciones de Gon, Killua, Kurapika y Leorio, Rui decidió hablar con un tono tranquilo pero con un aire de superioridad que solo alguien con tanto poder podía tener.

Rui the Collector: "¿Sorprendidos? No se preocupen, no soy tan diferente a ustedes. Solo... un poco más complejo."
(Sonríe ligeramente) "Aunque... si están interesados, puedo mostrarles lo que soy realmente capaz de hacer."

Rui, con un gesto de su mano, hace que las luces a su alrededor comiencen a oscilar ligeramente, como si estuviera manipulando el espacio mismo. Sin embargo, no realiza un movimiento hostil, solo parece querer demostrar que su poder es algo que trasciende la comprensión humana.

Reacciones de los personajes ante el comportamiento de RuiGon:

Gon sintió una mezcla de asombro y miedo al ver la capacidad de Rui para manipular su entorno de manera tan sencilla. No entendía completamente qué estaba pasando, pero algo le decía que Rui no era alguien con quien se pudiera jugar. Sin embargo, la curiosidad de Gon lo empujó a acercarse un poco más.

Gon: "Eso es... increíble... ¿cómo lo haces?"Killua:

Killua, que había visto tanto poder en su familia como en otros, no pudo evitar sentir una escalofrío en su espina dorsal. Rui era, sin lugar a dudas, más poderoso de lo que esperaba. Su comportamiento calmado solo aumentaba el nivel de amenaza que sentía.

Killua (bajo su aliento): "Esto... no tiene sentido. ¿De dónde sale todo este poder?"Kurapika:

Kurapika observó atentamente, sabiendo que cualquier movimiento en falso podría ser fatal. A pesar de la incomodidad que sentía por el aura de Rui, no iba a dejar que eso lo distrajera de su propósito. Rui estaba demostrando su poder de forma sutil, pero Kurapika sabía que cada palabra y cada gesto de Rui era una declaración de poder absoluto.

Kurapika (pensando): "Hay algo en su energía... no puedo dejarme llevar por su apariencia. Necesito estar preparado."Leorio:

Leorio, siempre el más directo, no pudo evitar dudar de lo que veía, pero también sentía que esta era una oportunidad para entender mejor a Rui y quizás hasta sacarle algo de información sobre sus intenciones.

Leorio: "¿Qué haces con nosotros? No te veo como una amenaza inmediata, pero... ¿por qué tienes que ser tan raro?"La situación se intensifica

Con cada segundo que pasaba, la tensión en el aire aumentaba. Aunque no hubo un enfrentamiento inmediato, Rui claramente estaba jugando con la situación, probando hasta dónde llegarían Gon, Killua, Kurapika y Leorio. Mientras tanto, la familia Zoldyck, que había estado observando desde las sombras, sabía que el futuro de este encuentro podría tener consecuencias graves para todos.

Rui the Collector, con su poder y apariencia desconcertante, se convirtió en una figura que nadie podría ignorar.

La situación parece estar tomando una dirección bastante interesante y complicada, con Rui the Collector captando la atención de varios personajes debido a su apariencia única, sus habilidades y la mezcla de características masculinas y femeninas. A continuación, exploramos cómo los personajes reaccionan y qué podría suceder a continuación:

Reacciones de Gon, Killua, Kurapika y Leorio

Gon, Killua, Kurapika y Leorio observan a Rui the Collector con sorpresa y curiosidad, ya que su apariencia y la aura que emana son bastante desconcertantes para ellos. Aunque están acostumbrados a ver seres poderosos y extraños, Rui parece estar a un nivel completamente diferente. Las características femeninas y masculinas que componen su apariencia solo agregan una capa más de misterio.

Reacciones de los Personajes:Gon Freecss:

Gon observa a Rui con una mezcla de curiosidad y admiración. Aunque lo ve como algo completamente distinto a lo que había encontrado hasta ahora, Rui es alguien que captura la atención de Gon. Su apariencia femenina no le molesta en absoluto, ya que Gon nunca ha sido una persona que se enfoque demasiado en las convenciones sociales. Lo que le interesa más es el poder de Rui y su capacidad para alterar la realidad.

Gon (pensando): "Es increíble... parece tan diferente, pero también tiene una fuerza que no he visto antes. ¿Qué será lo que hace tan especial a esta persona?"Killua Zoldyck:

Killua, quien está muy familiarizado con lo extraño y lo poderoso, siente que Rui es alguien que rompe todas las reglas convencionales. Aunque al principio le sorprende la apariencia femenina de Rui, pronto se da cuenta de que la fuerza y el poder de Rui no tienen nada que ver con su género o la ropa que lleva. Al igual que Gon, Killua está más interesado en estudiar el poder y las habilidades de Rui que en juzgar su apariencia.

Killua (pensando): "Este tipo no es como los demás. La mezcla de poder y... rarezas es lo que más me atrae. Creo que es mejor no subestimarlo."Kurapika:

Kurapika, siendo más analítico, observa a Rui con cautela. Aunque la apariencia de Rui lo desconcierta, su poder es lo que realmente le interesa. Como miembro de los Kurta, Kurapika entiende la naturaleza del poder y la energía que emana de Rui, y se da cuenta de que este ser es mucho más complejo y peligroso de lo que parece. No le molesta la feminidad de Rui, pero está preocupado por lo que esta entidad podría significar para su grupo y los desafíos futuros.

Kurapika (pensando): "No me importa lo que se ponga o cómo se vea. Lo que importa es lo que puede hacer, y este ser tiene un poder formidable. Puede ser una gran amenaza o un aliado. Debo tener cuidado."Leorio Paradinight:

Leorio, conocido por su actitud algo torpe pero siempre protectora, es el que más se siente incómodo por la apariencia femenina de Rui. Aunque no está en contra de cómo se ve, la confusión inicial se debe a que Rui parece un ser completamente diferente de cualquier otra persona que haya conocido. Leorio es el tipo de persona que prefiere ver a los demás como iguales, sin importar su apariencia, pero lo que le inquieta más es el poder que Rui parece tener.

Leorio (pensando): "Bueno, esto es... raro. No entiendo todo esto, pero si esa persona tiene tanta fuerza, será mejor que sigamos atentos."El Interés de la Familia Zoldyck:

La familia Zoldyck, al ver que Rui the Collector no solo posee una apariencia impactante sino también un poder inmenso, se mantiene vigilante. Silva, Kikyo e incluso Illumi están interesados en saber cuál es el propósito de Rui y cómo puede ser utilizado. La conexión entre Rui y el poder que tiene (capaz de manipular la realidad, copiar habilidades y fusionarlas) es lo que más llama la atención de los Zoldyck. Rui está en el radar de los Zoldyck como una posible amenaza o una futura aliada.

Silva: "Este ser tiene habilidades que no he visto antes... No podemos dejar que se convierta en un enemigo. Pero tampoco lo subestimemos."Kikyo: "Su poder es lo que más me preocupa. No quiero arriesgarme a enfrentar algo que no entendemos completamente."El Rol de Rui the Collector:

A medida que Rui the Collector se presenta ante todos, ya sea a través de su apariencia única o su habilidad para alterar la realidad, se hace evidente que tiene un propósito mucho más grande. La reencarnación de The Collector le otorga una conexión a una entidad cósmica que colecciona vida, conocimiento y habilidades. Rui podría ser un eje central en la historia futura, capaz de copiar, almacenar y manipular habilidades, y tener el poder de crear o modificar las leyes de la realidad a su alrededor.

Rui the Collector (pensando): "No importa lo que piensen de mí. Yo soy el Collector, y mi misión está más allá de la comprensión de todos los demás."

Rui the Collector, al ver el disco caer del cielo, frunció el ceño al escuchar la voz familiar de los Archivistas. Los hologramas comenzaron a materializarse frente a él, y su expresión pasó de la indiferencia a una mezcla de sorpresa y resignación.

Los Archivistas, seres misteriosos y poderosos, siempre habían sido una presencia distante en la vida de Rui, pero esta vez no parecía ser una simple llamada. Los hologramas, figuras etéreas que flotaban en el aire, eran sus hermanos mayores, y su tono era como el de siempre: frío, distante, pero cargado de una extraña forma de afecto.

Archivista 1 (con voz profunda y calculadora):

"Hermano, parece que tu reencarnación ha sido mucho más interesante de lo que pensábamos. Aunque, de alguna manera, no nos sorprende que la mezcla de tu alma con la de Rui Ayaki haya generado algo tan... único."

Archivista 2 (más relajado y con tono divertido):

"¡Vaya, vaya! Mira cómo has cambiado. Has pasado de ser una entidad fría y meticulosa a algo... mucho más humano, ¿no? Y qué decir de esa apariencia, completamente distinta a lo que esperábamos. Aunque, siendo sinceros, nos gusta cómo has evolucionado."

Archivista 3 (con un tono serio):

"Rui, no olvides tu propósito. La colección sigue siendo lo más importante. La historia es algo que debe ser guardado, no destruido. Pero ahora que has reencarnado, tal vez tus métodos y tu visión hayan cambiado... ¿o no?"

Rui the Collector los observó, sus ojos brillando con una mezcla de ira y tristeza. Había algo en su ser que siempre lo había empujado hacia su destino, pero no podía evitar sentir una creciente desconexión con sus hermanos Archivistas.

Rui the Collector (con una sonrisa amarga):

"¿Qué esperaban de mí? Soy lo que soy porque la vida, con sus traiciones y su sufrimiento, me ha moldeado. No soy simplemente una herramienta para almacenar historia, soy alguien que vive, que siente. Y si eso me hace 'más maduro' o más 'único', entonces lo aceptaré. Pero no olviden que el destino de cada uno de nosotros está sellado de maneras que ni siquiera los Archivistas pueden prever."

Los Archivistas lo miraron en silencio por un momento, sus rostros impasibles.

Archivista 1:

"Eso es lo que siempre nos ha fascinado de ti, Rui. El caos que llevas dentro. Pero recuerda, incluso el caos tiene un propósito. La colección no se detiene solo porque tú lo quieras. Tendrás que aprender a equilibrar esos deseos humanos con tu verdadero ser, si es que aún recuerdas lo que eso significa."

Archivista 2 (con una risa):

"Sabes que no nos importa lo que hagas, solo que sigas siendo útil. La historia debe ser guardada, al igual que las almas que decides recolectar. Si tú decides cambiar las reglas, estará bien... por ahora."

Archivista 3 (serio):

"Pero no olvides que si alguna vez decides ir en contra de lo que hemos creado, las consecuencias caerán sobre ti. No podrás evitarlo. Y no hay nada que puedas hacer para detenernos."

Los hologramas comenzaron a desvanecerse lentamente, pero antes de desaparecer por completo, la voz del Archivista más viejo resonó una última vez en el aire.

Archivista 1:

"Recuerda, Rui, el equilibrio es lo más importante. Si te desvías demasiado, no habrá vuelta atrás."

Rui the Collector permaneció en silencio, observando el disco caer y desintegrarse. El mensaje de sus hermanos había sido claro, pero algo en su interior le decía que ya no podía seguir el mismo camino de antes. Ahora, había un nuevo propósito, algo que no podían predecir ni controlar.

Rui the Collector (con una mirada decidida):

"No se equivoquen... no soy solo una herramienta para la colección. Ahora, voy a reescribir las reglas."

Y con esa declaración, los ecos de los Archivistas desaparecieron, dejando a Rui the Collector solo con sus pensamientos, pero más resuelto que nunca a forjar su propio destino, más allá de las expectativas de los seres que lo crearon.

Los Archivistas observaron en silencio mientras Rui, con una mezcla de asombro y desafío en su mirada, tomaba plena conciencia de su forma actual. Su cuerpo, la reencarnación de Rui Ayaki y The Collector , se había transformado en algo más... un ser con un aspecto tan fascinante como perturbador.

La piel pálida y la gran mancha azul pálido que oscurecía la mitad de su rostro, la luna creciente que se formaba en su lado derecho, los patrones de puntos rojos y líneas conectadas por encima de su cara, todo se combinaba para darle un aire etéreo y sobrenatural. Su cabello blanco con flequillo, las estrellas en su mejilla, los ojos amarillos con pupilas estrechas y iris escarlata, todo hacía que su presencia fuera como la de una figura sacada de un sueño oscuro, algo que no se veía todos los días.

El kimono blanco de gran tamaño, con los detalles de araña grabados en las mangas y el dobladillo, lo hacía parecer aún más una entidad fuera de lo común. El cinturón obi rojo oscuro, el juban blanco liso debajo, y las mangas decoradas con soles azules y lunas crecientes bígaras, daban la sensación de que Rui era parte de un universo antiguo y misterioso. El collar rosa claro con la cara de luna creciente púrpura completaba su aura inconfundible, mientras que las estrellas en sus bragas blancas de tela araña asomaban brevemente en ciertos movimientos.

A pesar de su apariencia, algo dentro de él, una chispa de rebeldía, surgió al escuchar las palabras de los Archivistas.

"No me manipularán, hermanos", dijo Rui con firmeza, su voz resonando con una confianza recién descubierta, pero aún temblorosa por la verdad que estaba empezando a comprender. "Soy una versión mejor. ¡No soy solo la reencarnación de Rui Ayaki y The Collector , soy Rui the Collector!"

Los Archivistas intercambiaron miradas, algunos con una mezcla de sorpresa y orgullo, otros con una pizca de desdén. El líder, aquel de la máscara intrincada, se acercó un paso más. "Tienes razón, hermano", dijo, su tono más suave pero aún cargado de poder. "No es solo que seas una versión mejor... Lo que has alcanzado es más grande de lo que imaginas. The Collector no es un título trivial. Es el portador de secretos, de historias perdidas, de recuerdos que atraviesan el tiempo. Pero aún debes comprender lo que eso realmente significa."

El grupo parecía desear que Rui entendiera que su transformación no solo era un cambio físico, sino un destino que él debía aceptar.

"Lo que el mundo ve en ti ahora," continuó el líder, "es solo la superficie. Lo que somos capaces de hacer, lo que podemos hacer por ti... es más allá de cualquier comprensión humana. Pero también debes saber que, como 'The Collector', no tienes libertad completa. El poder que cargas tiene un precio."

Rui sintió una ráfaga de incomodidad al escuchar esas palabras. Sabía que había algo que aún no entendía, algo profundo y ominoso. Pero en su interior, la fuerza que sentía era más grande que cualquier duda. No iba a ser una marioneta en las manos de los demás, incluso si esos "hermanos" de él habían sido una parte fundamental de su existencia.

"Lo que quiera que sea," dijo Rui, sus ojos brillando con una luz decidida, "no me interesa. He sido usado antes, pero ahora soy yo quien decide mi destino."

Los Archivistas parecieron tomarse un momento para estudiar a su hermano. La idea de que él tuviera esa fuerza de voluntad era nueva, y algunos miembros del grupo parecían admirarlo por eso. Pero, en lo más profundo de su ser, sabían que Rui no había visto toda la verdad aún. No sabían si eso significaba su salvación o su perdición.

"Veremos," murmuró uno de los Archivistas, "veremos qué decides, Rui the Collector."

Mientras las sombras y los hologramas seguían danzando a su alrededor, la atmósfera se llenó de una tensión palpable. Rui sabía que su camino estaba marcado por secretos que aún no comprendía del todo, pero ahora, más que nunca, estaba dispuesto a enfrentarlos.

La llamada se cortó, y los Archivistas desaparecieron, dejando solo un eco lejano en el aire. La amenaza de su castigo seguía pesando sobre Rui the Collector como una sombra inminente. Aunque su destino estaba sellado por su linaje, Rui no se dejó intimidar. Estaba decidido a forjar su propio camino, sin importar lo que sus "hermanos" tuvieran planeado para él. Su apariencia, su poder, todo lo que era ahora, lo convertía en una fuerza imparable que desbordaba las expectativas de los Archivistas.

La combinación de Rui Ayaki, el demonio que había sido la 5ta Luna Inferior de las 12 Lunas Demoniacas, y The Collector, una entidad con un control absoluto sobre la vida y el tiempo, le otorgaba habilidades inimaginables. Su poder All in One le permitía copiar, almacenar y fusionar habilidades, creando una amalgama de capacidades únicas. Con el don de All in One, Rui había adquirido las habilidades de los más poderosos demonios, como Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Muzan, y muchos más. Su control sobre la sangre y el uso de las habilidades adquiridas le daban un poder destructivo como nunca antes se había visto.

Cuando Rui usó su habilidad para copiar y fusionar las habilidades de Muzan, una transformación aún más oscura ocurrió. A través de su don, pudo crear nuevas habilidades que afectaban a aquellos cercanos a él. Kota, Katsuma y Eri, tres jóvenes huérfanos que habían sido tocados por la oscuridad de su poder, ahora eran demonios aprendices bajo su tutela. Cada uno de ellos había ganado habilidades extraordinarias gracias a Rui, quien les había dado la oportunidad de desatar su potencial:

Kota, con su arte de sangre "Hoz de Agua", podía manipular agua como un arma mortal, y su don, "Pistola de Agua", le permitía disparar potentes chorros de agua a alta presión.Katsuma, con su arte de sangre "Veneno Vital", tenía la capacidad de generar y controlar venenos mortales, mientras que su don "Activación Celular" le otorgaba la habilidad de acelerar la regeneración celular y alterar su biología para volverse más resistente.Eri, con su arte de sangre "Rayo Desintegrador", podía generar poderosos rayos de energía destructiva, y su don "Reboninar" le permitía manipular y revertir el tiempo de los objetos o seres vivos, sanándolos o desintegrándolos a su antojo.

Pero Rui sabía que no podían quedarse con él. Para protegerlos y asegurarse de que no cayeran bajo el peso de los conflictos que se avecinaban, les ordenó que se fueran a otro mundo. "Debéis aprender a usar vuestro poder, pero lejos de todo esto. Yo me quedaré aquí, enfrentando lo que venga", les dijo con una determinación fría, pero protectora.

Mientras tanto, en el bosque donde el objeto había caído, la familia Zoldyck observaba el escenario con una mezcla de asombro y desconcierto. Sillva Zoldyck, el padre, un hombre imponente con gran autoridad, observó en silencio junto a Kikyo Zoldyck, su esposa, mientras sus hijos —Illumi, Milluki, Alluka, Kalluto, y su padre Zeno Zoldyck— debatían sobre lo que había sucedido. El impacto del objeto en el bosque había atraído su atención, y la aparición de Rui the Collector parecía tener un propósito mucho más grande del que inicialmente pensaban.

"No es algo común", murmuró Illumi, su mirada fría y calculadora observando las ruinas del impacto. "Este Rui... tiene más poder del que podríamos imaginar."

Zeno Zoldyck, el patriarca, parecía intrigado. "Rui the Collector... no es solo un demonio más. Hay algo de gran valor en él, pero no podemos subestimarlo. Es el hermano de los Archivistas, una entidad que colecciona más que vida... ¿Qué planes tiene?"

En ese momento, Rui the Collector, ya de vuelta en su forma de líder y protector, se enfrentó a los que una vez fueron sus "hermanos" y ahora parecían ser sus enemigos. Senjuro, Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Tomura, y Dabi se acercaron, cada uno con sus propios intereses en mente.

Senjuro, quien había sido su aliado cercano, miró a Rui con una mezcla de admiración y cautela. "Rui," dijo con voz suave pero llena de peso, "has evolucionado de maneras que no comprendo completamente. ¿Qué buscas ahora? ¿Un futuro donde puedas estar solo, o un futuro en el que todos los demonios y humanos puedan coexistir bajo tu poder?"

Rui lo miró fijamente, y en sus ojos brilló una chispa de lo que podría ser una respuesta definitiva. "No me interesa su futuro, Senjuro. Me interesa el mío. Y es uno donde no haya manipulación, ni cadenas. Un futuro donde yo sea quien defina mi destino, no los demás."

La tensión entre ellos era palpable, y con la llegada de nuevos aliados y enemigos, el camino de Rui the Collector apenas comenzaba. Pero ahora, con su poder y control sobre la vida, el tiempo y las habilidades, estaba más preparado que nunca para enfrentarse a todo lo que vendría.

Rui the Collector, con una calma helada pero firme, miró a los tres jóvenes demonios aprendices: Kota, Katsuma y Eri, y luego a los poderosos guerreros y antiguos aliados que lo rodeaban: Senjuro, Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Tomura y Dabi. Con una voz cargada de decisión, habló:

"Este lugar, este mundo... no es para ustedes. Deben irse. Yo me quedaré aquí, con ellos. Lucharé contra mis hermanos Archivistas y todo lo que venga, pero ustedes no tienen por qué estar aquí. Ustedes deben aprender a usar su poder de manera adecuada, sin que el peso de este destino caiga sobre ustedes. Su lugar no es aquí."

Kota, Katsuma y Eri lo miraron con una mezcla de respeto y tristeza. Sabían que Rui, ahora conocido como Rui the Collector, no solo era su mentor, sino que también era una entidad poderosa que podría enfrentarse a lo imposible. Pero también comprendían que su misión, su destino, los obligaba a separarse de él.

"¿Y nosotros qué vamos a hacer?" preguntó Kota, su voz llena de duda, pero también de admiración hacia su maestro. "¿Dónde debemos ir?"

Rui the Collector levantó una mano, señalando el horizonte. No solo era una metáfora; su poder All in One tenía la capacidad de crear portales que conectaban mundos diferentes. A través de su habilidad de manipulación temporal y espacial, podía enviar a sus discípulos a dimensiones seguras, donde podrían perfeccionar sus habilidades lejos de la amenaza que representaban sus propios orígenes.

"Vayan a otro mundo, uno donde su poder sea solo el comienzo de algo más grande. Aún tienen mucho por aprender, y yo... aún tengo una batalla que pelear."

Katsuma, siempre el más reflexivo de los tres, asintió lentamente. Su expresión era seria, pero no podía ocultar el orgullo que sentía por su maestro. "Lo entendemos. Pero ¿cómo sabremos si estamos listos para regresar?"

Rui miró a los tres, y por un momento, su mirada se suavizó, revelando un atisbo de humanidad debajo de su fría fachada.

"Cuando sean lo suficientemente fuertes como para enfrentar cualquier cosa que se cruce en su camino... regresarán. Y cuando eso ocurra, sabrán que podrán tomar sus propias decisiones, sin que nadie más controle su destino. Ahora vayan, y que sus mundos sean diferentes."

En ese momento, Rui extendió su brazo hacia el aire, y un portal comenzó a formarse frente a ellos, un remolino de luz y energía que abría el camino hacia una nueva realidad. Kota, Katsuma y Eri no dudaron; uno por uno, entraron en el portal, dejando atrás a su maestro y mentor.

Una vez que el portal se cerró, Rui giró hacia los demás presentes. Senjuro lo observaba en silencio, sabiendo que la decisión de Rui no solo afectaba a los discípulos, sino a todos los involucrados en este conflicto. Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Tomura y Dabi también esperaban, algunos con impaciencia, otros con curiosidad, sabiendo que los enfrentamientos que se avecinaban serían todo menos fáciles.

"Ahora," dijo Rui the Collector, su voz resonando con un tono de desafío, "es hora de enfrentar a mis hermanos. Ellos piensan que pueden controlarme, que pueden usarme como una pieza más en su juego... pero yo no soy lo que ellos creen. Soy Rui the Collector, y este es mi destino, no el suyo."

Senjuro, aún con una mezcla de preocupación y respeto, dio un paso adelante.

"No te subestimes, Rui," dijo, su tono serio, pero sin perder la calidez que siempre había tenido hacia él. "Sé que eres más fuerte de lo que piensan, pero no olvides que la lucha es más que solo poder. El futuro de muchos depende de las decisiones que tomes ahora."

Rui asintió levemente, un destello de entendimiento cruzando su rostro. Sabía lo que estaba en juego. Los Archivistas, la familia Zoldyck, las entidades demoníacas... todos ellos formarían parte de esta batalla en algún momento.

"No estoy luchando solo por mí mismo. Estoy luchando por todos aquellos que han caído, por todos aquellos que buscan un futuro sin manipulaciones. Y si debo ser el catalizador para cambiar todo lo que ellos creen que saben... lo seré."

Con esas palabras, el aire a su alrededor se electrificó, la energía emanando de su cuerpo como un faro de poder que amenazaba con desbordarse. Kokushibo y los demás, sabiendo que este era el comienzo de una batalla épica, se prepararon para lo que vendría.

Mientras tanto, en un rincón lejano, la familia Zoldyck observaba todo desde la distancia. Illumi, Milluki, Alluka, Kalluto y Zeno sabían que su intervención podría ser crucial. Sin embargo, también sabían que Rui the Collector no era alguien que pudiera ser fácilmente manipulado. Con una mezcla de cautela y anticipación, se preparaban para tomar su propia decisión, conscientes de que el destino del universo podría estar entrelazado con el poder de Rui.

La batalla estaba por comenzar, y el futuro de todo lo que conocían quedaba en las manos de Rui the Collector y aquellos dispuestos a seguirlo en su lucha contra los Archivistas y las fuerzas que querían controlar el flujo de la vida misma.

Rui the Collector, con una calma implacable, levantó su mano una vez más. Esta vez, su poder All in One brilló con intensidad. Sabía que la batalla que se avecinaba no era algo que pudiera enfrentarse solo, y su decisión de dividir las fuerzas era crucial. Con un gesto, el aire a su alrededor comenzó a distorsionarse, creando portales a universos desconocidos, cada uno con su propio destino.

Para Kota, Katsuma y Eri:

Rui les dedicó una última mirada antes de enviarles al universo de Pokémon. Los tres jóvenes demonios aprendices se miraron unos a otros con incertidumbre, sin saber completamente lo que les esperaba. Rui les había dicho que ese sería su lugar para aprender a perfeccionar sus habilidades, lejos de la inminente lucha.

El portal se abrió ante ellos, un vórtice de energía pura, y sin otra palabra, los tres fueron absorbidos por la luz. A través del portal, se vieron transportados a un mundo lleno de criaturas fantásticas, colores vibrantes y paisajes impresionantes. Pokémon, un universo donde los entrenadores y sus Pokémon luchan juntos por sus ideales, pero donde también hay misterios y poderes ocultos que podrían ser clave para su evolución.

Kota, Katsuma y Eri aterrizaron en una vasta llanura, rodeados de campos verdes y montañas distantes. A su alrededor, criaturas como Pikachu y Squirtle se acercaban curiosas, pero ninguno de los tres mostró miedo. Sabían que su destino en este nuevo mundo era incierto, pero confiaban en que las habilidades que Rui les había transmitido los llevarían a encontrar su propósito.

Kota, con su hoz de agua y el don de pistola de agua, Katsuma con su veneno vital y activación celular, y Eri con su rayo desintegrador y el don de rebobinar, sentían que su conexión con Rui los mantenía fuertes, aunque distantes. Sabían que su entrenamiento aquí podría marcar la diferencia cuando, eventualmente, regresaran a enfrentarse a Rui the Collector y a los Archivistas.

Para Senjuro, Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Tomura y Dabi:

Mientras Kota, Katsuma y Eri eran enviados a otro universo, Rui the Collector volvió su atención hacia los otros que permanecían a su lado. Con un gesto decisivo, envió a Senjuro, Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Tomura y Dabi al universo de Naruto.

El aire se tornó denso con energía, y antes de que pudieran reaccionar, el grupo fue absorbido por un vórtice oscuro. La sensación de ser transportados fue desconcertante, pero no hubo tiempo para pensar en ello. Al abrir los ojos, se encontraron en un mundo radicalmente diferente, lleno de ninjas, aldeas y poderosas técnicas de combate.

La atmósfera era más tensa aquí. El universo de Naruto estaba en constante conflicto, con sus países enfrentándose en guerras y conspiraciones. Senjuro, con su habilidad para manipular el combate y su lealtad inquebrantable, entendió que este mundo presentaba desafíos únicos, pero también oportunidades para probar su fuerza y crecer.

Kokushibo, con su presencia intimidante y habilidades sobrehumanas, reconoció de inmediato la peligrosidad de este nuevo lugar. Era un mundo lleno de poderosos ninjas, y aquellos que se atrevían a cruzar su camino tendrían que enfrentarse a su furia.

Douma y Akaza, los demonios de poder destructivo, pronto sintieron el mismo deseo de conquistar este nuevo mundo, aunque sabían que se necesitaría más que fuerza bruta para prevalecer.

Hantengu, siempre calculador, observaba con detenimiento a los ninjas que se acercaban, preguntándose cómo sus habilidades podrían adaptarse a este entorno lleno de técnicas y poderes extraños. Y Tomura y Dabi, con sus oscuros poderes y mentalidades caóticas, se preparaban para sembrar el desorden en esta nueva tierra.

En este mundo, la aldea de Konoha y otras aldeas importantes se erguían como fuerzas en constante movimiento, y aunque Naruto Uzumaki, Sasuke Uchiha, Sakura Haruno y otros héroes eran conocidos, los nuevos invasores, liderados por Rui the Collector, traerían consigo una oscuridad que pondría a prueba los límites de este universo.

Mientras ambos grupos se adaptaban a sus nuevos destinos, Rui the Collector permaneció solo, sabiendo que la batalla final con sus hermanos Archivistas estaba por llegar. A través de su dominio sobre el poder de la recolección, el destino de ambos mundos podría cambiar, pero también era consciente de que se aproximaban desafíos que pondrían a prueba incluso su increíble habilidad.

"Esto es solo el principio," murmuró Rui the Collector, mirando hacia el horizonte, mientras sentía el peso de sus decisiones caer sobre él.

Cuando el portal se abrió ante Rui the Collector, una presión palpable se sintió en el aire, como si todo el entorno alrededor de él se volviera más denso. Los Archivistas estaban aquí, finalmente, preparados para enfrentarse a su hermano en una batalla que había estado por mucho tiempo en el horizonte. Las figuras de los cinco Archivistas comenzaron a materializarse desde la oscuridad, cada uno con su presencia imponente, demostrando su poder y su determinación.

Rui the Collector, con una calma feroz, activó inmediatamente sus garras afiladas y los hilos demoníacos de su técnica. Estos hilos, que emanaban de su cuerpo como una extensión de su voluntad, se desplegaron con rapidez y precisión. Su All in One no solo le permitía copiar habilidades, sino también manipular su entorno a través de la creación y control de poderosas técnicas, transformando su propio cuerpo en un instrumento mortal.

Con un ágil salto hacia los Archivistas, sus hilos cortaron el aire, y las garras de Rui brillaron con una energía oscura, listas para desgarrar cualquier cosa en su camino. Sabía que esta batalla no sería fácil, pero su determinación era inquebrantable. "No me manipularán," dijo con voz fría y desafiante mientras se lanzaba hacia ellos, sus movimientos rápidos como un relámpago.

A su alrededor, la familia Zoldyck, que se encontraba oculta en el bosque, observaba con gran interés la confrontación que se estaba desarrollando. Sillva Zoldyck, el patriarca, alzó una ceja al ver que eran cinco contra uno. Sabía que Rui the Collector, con su extraño poder y habilidades, era un enemigo formidable, pero los Archivistas no eran seres ordinarios. La batalla sería un espectáculo de poder y estrategias.

Illumi Zoldyck, siempre calculador, analizó rápidamente las posibilidades. "Este joven demonio... ¿será suficiente para detenerlos?" pensó, observando con sus ojos inquebrantables. Milluki Zoldyck no pudo evitar sentirse intrigado, sus dedos moviéndose rápidamente en su dispositivo, mientras Alluka y Kalluto permanecían en silencio, pero con una sensación de anticipación en el aire.

En el terreno de batalla, los Archivistas parecían tener ventaja numérica, pero Rui the Collector ya había demostrado en el pasado que no necesitaba una gran cantidad de aliados para prevalecer. Kokushibo, Douma, Akaza, Hantengu, Tomura, y Dabi, observaban desde sus respectivos universos con sus poderes listos, sabiendo que esta confrontación marcaría el curso de los eventos.

Mientras Rui saltaba hacia los Archivistas, los cinco hermanos de la familia Archivista se prepararon para el combate. El líder, un ser de apariencia etérea, extendió sus manos, y un aire pesado rodeó a Rui, intentando inmovilizarlo. "No puedes escapar de nosotros, hermano," dijo con voz fría, alzando su brazo. Los otros Archivistas también activaron sus poderes, creando barreras mentales, manipulación del tiempo, y un sinfín de habilidades que fusionaban la esencia misma de las almas que habían coleccionado.

Rui the Collector, con su técnica demoníaca en pleno apogeo, contraatacó con los hilos demoníacos, cortando el aire y tratando de penetrar la defensa de sus hermanos. "Soy una versión mejor," dijo con convicción, mientras sus garras y hilos se entrelazaban, buscando puntos débiles.

La batalla había comenzado.

La familia Zoldyck, aunque observando en la distancia, sabía que su participación en este evento no tardaría. La lucha entre Rui the Collector y sus hermanos Archivistas no solo era una cuestión de poder, sino también de destinos entrelazados, de luchas personales y traiciones de largo alcance. La tensión en el aire era palpable.

El golpe de los Archivistas fue brutal. La fuerza de su ataque derribó a Rui the Collector, arrojándolo contra el suelo con tal intensidad que el impacto creó un cráter en el terreno, la tierra y las piedras siendo lanzadas por la onda expansiva. Rui the Collector quedó momentáneamente aturdido, su kimono se rasgó por la violencia del golpe, pero su voluntad seguía intacta.

Con rapidez, Rui the Collector se levantó, el polvo levantándose a su alrededor mientras su mirada se llenaba de determinación. Su rostro, aunque cubierto de polvo y sangre, seguía reflejando su coraje inquebrantable. "¿Eso es todo, hermanos?" murmuró con una voz fría, su energía comenzando a centrarse nuevamente.

El All in One de Rui activó con fuerza, y su habilidad de quirks comenzó a brillar. Primero, una explosión de luz iluminó el campo de batalla, cegando momentáneamente a los Archivistas. Luego, con un movimiento fluido, Rui creó una ráfaga de aire comprimido que lanzó hacia sus hermanos. El aire giró como un torbellino, cortando todo a su paso con una potencia desmesurada.

Los Archivistas reaccionaron rápidamente, creando barreras o desviando la energía. Sin embargo, no esperaban que Rui the Collector tuviera tal dominio de sus habilidades. Los ataques no cesaron; Rui, moviéndose con una agilidad letal, continuó lanzando ráfagas de luz y corrientes de aire con el poder de su técnica combinada.

Pero en medio de la feroz ofensiva de Rui, uno de los Archivistas logró levantar una roca gigantesca, que con gran destreza, lanzó directamente hacia Rui the Collector. La roca voló a una velocidad increíble, golpeando a Rui en el abdomen y lanzándolo nuevamente hacia atrás, dejándolo vulnerable. El impacto fue profundo y doloroso, pero Rui no se rindió. A pesar de la herida, sus ojos brillaron con furia. "¿Creen que eso me detendrá?" gritó con rabia, levantándose con dificultad, sus heridas sangrando, pero con una mirada desafiante.

Mientras todo esto sucedía, desde su refugio seguro, Gon, Killua, Kurapika, y Leorio observaban sorprendidos. La intensidad de la batalla era más de lo que esperaban. Cada ataque que Rui lanzaba contra sus hermanos Archivistas parecía más destructivo y mortal. Gon, aunque sorprendido por la ferocidad de la lucha, no pudo evitar sentir una profunda admiración por Rui. Killua se tensó, sabiendo que esta batalla podría ser peligrosa para él, pero también entendiendo que Rui no iba a rendirse. Kurapika se concentraba, evaluando las técnicas, mientras Leorio observaba en shock, sin comprender completamente lo que sucedía, pero con la certeza de que este conflicto era mucho más grande de lo que parecía.

"Esto es... increíble," dijo Gon, mirando el poder de Rui, sus ojos reflejando asombro y una creciente inquietud sobre las repercusiones de esta batalla.

Rui, aún sin rendirse, se preparaba para su siguiente movimiento. La batalla estaba lejos de terminar, y su lucha por sobrevivir contra los Archivistas apenas comenzaba.

Rui the Collector, a pesar de las graves heridas que lo habían marcado, se mantenía en pie, su respiración pesada pero controlada. Su kimono estaba manchado de sangre, con varios desgarros evidentes por los golpes, pero lo que más destacaba era su resistencia inquebrantable. A medida que se regeneraba, su cuerpo comenzó a cerrar las heridas con una velocidad sorprendente, una habilidad que le había otorgado su fusión con los poderes de Rui Ayaki y sus múltiples quirks. Las heridas se cerraban, la piel se restauraba, y su energía continuaba fluyendo sin detenerse, demostrando que estaba lejos de ser derrotado.

Mientras su cuerpo se recuperaba, una extraña calma apareció en su rostro, una sensación de control absoluto sobre su situación. Rui the Collector se centró, el flujo de energía en su interior dando paso a nuevas técnicas y estrategias para enfrentar a los Archivistas. "No voy a caer tan fácilmente," murmuró, casi con un susurro lleno de determinación.

Aunque su kimono estaba manchado y su cuerpo claramente sufrió daños, la parte más sorprendente era que sus bragas, a pesar de la brutalidad de la lucha, permanecían inmaculadas, salvo por el sudor que había empapado ligeramente la tela. A pesar del caos que lo rodeaba, parecía que, en ese aspecto, Rui mantenía una perfección imparable. Este detalle insignificante, sin embargo, reflejaba una parte de su ser que se aferraba a la orden y el control, incluso en medio del combate más feroz.

A pesar de las heridas y el daño físico, su actitud seguía siendo desafiante. "No dejaré que me controlen... No soy el mismo The collector que conocieron."

Con un rápido movimiento, Rui the Collector se preparó para un nuevo ataque, el poder de su All in One ardiendo a su alrededor mientras sus ojos brillaban con una furia renovada. El campo de batalla se llenó de tensión, y sus hermanos Archivistas sabían que aún quedaba mucho por luchar.

La batalla parecía estar alcanzando su punto más crítico. Rui the Collector yacía en el suelo, su cuerpo claramente debilitado por los intensos golpes de los Archivistas. Su kimono estaba desgarrado y manchado de sangre, y aunque su habilidad de regeneración seguía funcionando, estaba visiblemente más lenta y afectada por el daño que había sufrido. Los golpes habían dejado marcas profundas, y sus movimientos eran más lentos, su respiración se entrecortaba con cada esfuerzo.

A pesar de todo el sufrimiento, una parte sorprendente seguía intacta: sus bragas, que permanecían inmaculadas, sin sangre, solo ligeramente mojadas por el sudor debido al calor de la batalla. Este detalle, aunque insignificante en el contexto de la brutal lucha, servía como un recordatorio de la resistencia y el control que aún conservaba, aunque en su estado debilitado.

Rui the Collector, con dificultad, trataba de levantarse, con su cuerpo temblando por el agotamiento. Sus ojos brillaban con una mezcla de furia y determinación. "No... voy a caer aquí..." murmuró, esforzándose por mantenerse consciente y erguido, a pesar de la paliza que había recibido.

La familia Zoldyck, que había estado observando en silencio desde las sombras del bosque, se mantenía atenta, sorprendida por la fuerza de Rui, pero también por la resistencia de los Archivistas. Sabían que Rui estaba en un estado vulnerable, pero también entendían que aún era una amenaza potencial, especialmente con su habilidad All in One.

Gon, Killua, Kurapika y Leorio, observando la escena, no podían evitar sentir una mezcla de asombro y preocupación. Habían visto a Rui the Collector luchar con una fuerza sobrehumana, pero ahora estaba claro que las heridas y el agotamiento estaban mermando su capacidad para seguir peleando. Sin embargo, la esencia de Rui the Collector como ser extraordinario y peligroso seguía ahí, incluso si su cuerpo comenzaba a ceder.

Kurapika, siempre analítico, observó cómo los Archivistas parecían estar disfrutando de su victoria, pero sabía que la batalla aún no había terminado. "Este no es el fin," pensó, mirando a Rui con una mezcla de respeto y preocupación.

La tensión en el aire era palpable, y aunque Rui estaba claramente derrotado en ese momento, su espíritu no se rendía fácilmente. Sabía que la lucha por su libertad y por su identidad estaba lejos de haber terminado, aunque su cuerpo estuviera al borde del colapso.

Con Rui the Collector debilitado y herido, los Archivistas se acercaron con una expresión de superioridad, sabiendo que su victoria estaba asegurada. Sin embargo, en lugar de continuar con su ataque, decidieron tomar una acción diferente. Con un gesto calculado, los Archivistas lo levantaron del suelo, ignorando las señales de resistencia que aún surgían de su cuerpo agotado. Rui, aún luchando por mantenerse consciente, apenas pudo oponer resistencia mientras sentía cómo las manos de sus hermanos lo rodeaban con firmeza.

"Hermano, tu lucha aquí ha terminado," dijo uno de los Archivistas, con una voz fría y distante. "Este mundo no es el adecuado para ti, pero no te preocupes. No serás atacado aquí."

Con una facilidad inquietante, los Archivistas lo lanzaron hacia un portal que se abrió en el aire, creando una distorsión temporal en el espacio. El portal brilló con un resplandor oscuro, y Rui, sin fuerzas suficientes para resistirse, fue absorbido por la abertura.

Mientras Rui the Collector cruzaba el portal, los Archivistas se quedaron observando en silencio. La última imagen de Rui antes de desaparecer fue su mirada llena de desafío y frustración, como si estuviera decidido a enfrentarse nuevamente a ellos, aunque el destino le hubiera llevado a otro mundo.

"Este mundo, Hunter x Hunter, será tu prisión temporal, Rui. Aquí no interferiremos. Pero no olvides que todo está conectado." La voz de uno de los Archivistas resonó en el aire mientras el portal se cerraba lentamente.

Rui fue transportado a otro mundo, su cuerpo aún débil pero su mente alerta, consciente de que, aunque el lugar fuera nuevo, los Archivistas no lo habían dejado sin recursos. Sabía que tendría que luchar nuevamente, y quizás encontrar aliados que lo ayudaran a regresar, más fuerte y decidido.

Mientras tanto, en el mundo de Hunter x Hunter, los Zoldyck, Gon, Killua, Kurapika y Leorio seguían observando desde la distancia, sin comprender completamente lo que acababa de suceder, pero sabiendo que algo aún más grande estaba por llegar.

Rui the Collector se encontraba en un nuevo mundo, ahora con la oportunidad de encontrar un nuevo propósito y tal vez, eventualmente, desafiar nuevamente a los Archivistas, buscando una oportunidad para vengarse y descubrir más sobre su propia existencia.

Pero por ahora, se encontraba en un mundo extraño, en un nuevo territorio lleno de peligros y de posibilidades, donde tendría que recomponerse y tal vez, al final, comprender qué significa realmente ser "el coleccionista".


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top