CAP.1


La calle estaba llena de vida, con personas caminando en todas direcciones. El sol comenzaba a ponerse, proyectando un resplandor anaranjado sobre los edificios. Izuku, con su cabello verde y su ropa casual, caminaba tranquilamente por la acera, disfrutando del aire fresco de la tarde.

De repente, notó una multitud reunida frente a un banco. La gente parecía nerviosa y preocupada, y había varios policías uniformados que mantenían a la multitud a raya. Izuku se acercó curioso, queriendo saber qué estaba pasando.

Izuku se acercó a un señor mayor que estaba mirando la escena con preocupación. "Oiga, señor, ¿qué es lo que está pasando?" preguntó Izuku con seriedad.

El señor se volvió hacia él, con una expresión de preocupación. "¿No ves, muchacho? Están asaltando el banco."

Izuku sacudió la cabeza. "No, por eso le estoy preguntando. Si supiera, no le preguntaría."

El señor se enfadó ligeramente por la respuesta de Izuku, frunciendo el ceño. "Bueno, parece que tienes razón. No hay mucho que ver desde aquí."

"¿Qué pasó?" preguntó Izuku, curioso.

"Al parecer, un grupo de villanos entró al banco hace unos minutos. Llevaban máscaras y armas. Los policías llegaron rápidamente, pero los villanos ya habían tomado a los clientes y empleados como rehenes", explicó el señor.

"¿Cuántos villanos hay?" preguntó Izuku.

"No estoy seguro, pero parecen ser unos nueve o diez. Están pidiendo un rescate y amenazando con lastimar a los rehenes si no se cumple", dijo el señor.

Izuku asintió y se dio la vuelta para irse. Sabía que los héroes ya estaban en camino para resolver la situación, y no quería interferir, "Gracias por la información, señor. Espero que todo salga bien."

"De nada, muchacho. Ten cuidado", dijo el señor.

Izuku llegó a su casa. Abrió la puerta y se deshizo de sus zapatos en la entrada, dejándolos junto a la pared. La casa estaba tranquila y silenciosa, con solo el sonido del reloj de pared que marcaba el tiempo.

Se dirigió a la cocina, donde la luz cálida y acogedora lo recibió. Abrió la nevera y revisó qué opciones tenía para cenar. Encontró un paquete de sushi y se decidió por eso.

Mientras comía, se apoyó en la encimera de la cocina, disfrutando del sabor y la textura del sushi. La comida le dio energías y lo ayudó a relajarse después de un día lleno de emociones.

Después de cenar, se secó las manos y se dirigió al salón. Se dejó caer en el sofá, sintiendo el cómodo respaldo y los cojines suaves. Encendió la televisión con el control remoto y comenzó a cambiar canales en busca de algo interesante.

La pantalla mostraba una variedad de programas: noticias, series, documentales... Izuku se detuvo en un canal de noticias, donde estaban hablando sobre el asalto al banco que había visto anteriormente. Se quedó absorto en la transmisión, escuchando los detalles del incidente y cómo los héroes habían llegado justo a tiempo para salvar a los rehenes.

Mientras veía la televisión, Izuku se sentó más cómodo en el sofá, con las piernas estiradas y los brazos detrás de la cabeza. La calidez y la comodidad de su hogar lo envolvieron, y se sintió agradecido por tener un lugar donde descansar.

Después de eso, Izuku apagó la televisión con un clic del control remoto, sumiendo la habitación en un silencio tranquilo. Se levantó del sofá, estirando sus brazos y piernas para desentumecerlos después de pasar un rato sentado. Se dirigió hacia el baño, necesitando una ducha refrescante para despejarse después de un día lleno de emociones.

Después de ducharse, se secó con una toalla cálida y se dirigió a su cuarto para cambiarse. Abrió el armario y revisó su colección de ropa, buscando algo que se ajustara a su estado de ánimo. Se decidió por una camisa negra de manga larga, que contrastaba con su cabello verde y su piel pálida.

Luego, eligió una chaqueta de color morado oscuro, que se ajustaba perfectamente a sus hombros y le daba un toque de elegancia. Se la puso sobre la camisa negra, después agarro unos pantalones negro que complementaban con su camisa y chaqueta, para al final ponerse unas zapatillas rojas.

Se miró en el espejo, ajustando la chaqueta y la camisa para que estuvieran perfectamente colocadas. Se peinó el cabello, que aún estaba húmedo después de la ducha. La combinación de la camisa negra y la chaqueta morada lo hacía sentir confiado.


Listo para salir a visitar a alguien especial, Izuku sentía una mezcla de emoción y anticipación en su corazón. Volvió al centro comercial para comprar algunas cosas necesarias, pensando en el rostro que iluminaría al recibir sus regalos.

Después de completar sus compras, se dirigió al lugar predestinado, un lugar que guardaba recuerdos especiales y momentos inolvidables. Era el hogar donde había crecido, donde había compartido risas y lágrimas con la persona que más quería.

Al llegar, Izuku tocó la puerta suavemente.

Toc. Toc. Toc.

La espera fue breve, y pronto se oyó una voz suave y femenina que resonó desde el interior de la habitación: "Ya voy."

La puerta se abrió lentamente, y la mujer apareció en el umbral, su rostro iluminado por una mezcla de alegría y emoción. Sus ojos brillaban con lágrimas contenidas, y su sonrisa era una mezcla de felicidad y alivio.

Al ver a su hijo parado frente a ella, Inko no pudo contener sus lágrimas. Comenzó a llorar desconsoladamente, su corazón rebosante de alegría y alivio. Había pasado mucho tiempo desde que Izuku se había ido a estudiar.

'asi es amigo esa persona era su madre a la cual dejo al irse a estudiar hace mucho tiempo'

Izuku, hijo mío, por fin estás aquí", dijo Inko, con lágrimas en los ojos y una sonrisa en el rostro, mientras se lanzaba a abrazar a su hijo. Su voz temblaba con emoción, y su abrazo era cálido y apretado.

"Estoy en casa mamá", respondió Izuku, conmovido por la recepción de su madre, la abrazó con igual intensidad, sintiendo el calor y el amor que siempre había estado presente entre ellos. El reencuentro era un momento de pura felicidad y conexión, un recordatorio del amor incondicional que existía entre madre e hijo.

Después de un rato, entraron a la casa. Su madre, ansiosa por saber de su experiencia.

Inko: "¿Cómo te fue en el extranjero, hijo?"

Izuku: "Muy bien, mamá. Al principio me costó adaptarme, pero después de un tiempo me acostumbré. Todos fueron muy amables y me trataron bien."

Inko: "Qué bueno, hijo. Ya me estaba arrepintiendo de haberte dejado ir a estudiar."

Izuku: "Je, je, je. ¿Y cómo han estado por aquí?" preguntó el peliverde con curiosidad.

Inko: "Bien, hijo. Después de que te fuiste, me sentí sola, pero venía Mitsuki a visitarme de vez en cuando", dijo la peliverde mayor con una sonrisa.

Izuku: "Qué bueno que la tía Mitsuki te visitaba. La verdad, no me quería ir porque ibas a estar sola."

Inko: "Tenías que ir, hijo. Era una oportunidad para estudiar en la mejor preparatoria del mundo y yo quería que fueras."

Izuku: "Lo sé, mamá, pero ya estoy aquí. Y mira, te traje algo", dijo, sacando una bolsa de su mochila y dándosela.

Inko: "Muchas gracias, hijo. ¿Qué es?", preguntó, curiosa.

Izuku:abrelo.

Inko al abrirlo vio que había 3 cajas
Después de abrirlas vio una que tenía un collar de oro  y la otra tenía una pulsera que tenía una letras que decían su nombre.

Inko después de verlas abrazo a su hijo agradeciéndole por lo que le regaló.

Inko:gracias hijo muchas gracias.

Izuku:es lo menos que puedo hacer, pero todavía hay otra caja que no has abierto así que abrela.

Inko:está bien hijo.

Inko al abrirla pensó que iba a ver otro collar o una pulsera otra cosa pero cuando lo que había, se sorprendió aún más

En la caja había un papel que decía vas a hacer abuela

Perdón toma 2

Inko al abrirla vio que había mucho dinero eran más o menos como unos 200,000 yenes y le dijo a su hijo.

Inko:hijo no esté dinero no lo puedo aceptar mejor úsalo para ti.dijo la peliverde mayor.

Izuku:mamá esto es para ti además yo ya tengo dinero.

Inko:hijo gracias muchas gracias no se hijo no puedo creer que me estés dando todo esto pero de dónde sacaste tanto dinero.

Izuku:después de llegar al extranjero me puse a buscar un trabajo de medio tiempo y estuve ahorrando para cuando regresara.

Inko:pero hijo.

Izuku: "Ábrelo, mamá".

Inko, al abrir la caja, encontró tres cajas más. Al abrir las primeras dos, vio un collar de oro y una pulsera con su nombre grabado. Conmovida, abrazó a su hijo.

Inko: "Gracias, hijo, muchas gracias".

Izuku: "Es lo menos que puedo hacer. Pero todavía hay otra caja que no has abierto, así que ábrela".

Inko: "Está bien, hijo".

Al abrir la tercera caja, Inko se sorprendió al encontrar un papel que decía: "Vas a ser abuela."

Perdón, toma 2.

Además, había una gran cantidad de dinero, aproximadamente 200,000 yenes.

Inko: "Hijo, no puedo aceptar este dinero. Mejor úsalo para ti", dijo la peliverde mayor.

Izuku: "Mamá, esto es para ti. Yo ya tengo dinero".

Inko: "Hijo, gracias. No puedo creer que me estés dando todo esto. Pero ¿de dónde sacaste tanto dinero?".

Izuku: "Después de llegar al extranjero, me busqué un trabajo de medio tiempo y estuve ahorrando para cuando regresara".

Inko: "Pero, hijo...".

Izuku: "Tranquila, mamá, esto es tuyo. Así que guárdalo y úsalo para lo que quieras".

Inko: "Está bien, hijo".

Después de decir eso, Inko se dirigió a su cuarto para guardar el dinero. Mientras tanto, Izuku fue a su cuarto y, al entrar, vio que todo estaba igual que como lo había dejado. Su mirada se posó en un cofre que estaba al lado de la cama. Lo abrió y encontró:

- Todas las libretas sobre Quirks
- Los muñecos de All Might
- Posters de su héroe

Flashback

Un peliverde joven, Izuku, corría hacia su cuarto, lágrimas en los ojos. Al llegar, vio todas las cosas que había recopilado de All Might: muñecos, posters, libretas sobre Quirks. Con un gesto desesperado, agarró todo y lo metió en un cofre junto a su cama.

Izuku: "Maldita sea... ¿Por qué no puedo? ¿Por qué no puedo ser un héroe? Todo lo que quería era ser un héroe...".

Fin del flashback.

En el presente, Izuku cierra el cofre, y lo empuja debajo de su cama.

Izuku bajó a la cocina, donde encontró a su mamá preparando la cena. La noche había caído, y la luz cálida de la cocina creaba un ambiente acogedor.

De repente, sonó el timbre de la puerta. Izuku se ofreció a atender, pero su mamá le dijo:

Inko: "No, no, hijo. Estoy bien. Tú sigue ayudando con la cena. Yo voy."

Izuku asintió y continuó con la tarea, mientras su mamá se dirigía a la puerta.

Inko:está bien hijo voy yo. dijo la mamá del peliverde que ella ya sabía quiénes eran, así que por eso no quería que el abriera.

Izuku:está bien mamá yo hago la cena.

La madre fue a abrir la puerta.

Inko: "Hola, Mitsuki y Katsuki."

Katsuki: "Hola, tía Inko."

Mitsuki: "¿Cómo estás?" preguntó con una sonrisa cálida.

Inko: "Bien, gracias por venir. Pasen."

Mitsuki: "Está bien, con permiso."

Izuku salió de la cocina, curioso por saber quiénes eran los visitantes.

Izuku: "Mamá, ¿quién es?"

Al ver a Mitsuki y Katsuki, su rostro se iluminó.

Mitsuki: "Izuku, eres tú."

Izuku: "Tía Mitsuki."

Katsuki sonrió ligeramente, pero no dijo nada.

Mitsuki abrazó a Izuku, luego de un rato se separaron.

Katsuki: "Miren al peliverde", dijo con una sonrisa burlona.

Izuku: "Jajaja, mira a esta rubia oxigenada", respondió Izuku, sonriendo.

Se miraron, sonrieron y se saludaron.

Después de cenar, Izuku y Katsuki decidieron salir de la casa del peliverde para tomar un poco de aire fresco.

Mitsuki: "Cuidaos, chicos. No vuelvan tarde."

Una vez fuera, caminaron en silencio durante un rato, disfrutando del paisaje nocturno.

Finalmente, Katsuki rompió el silencio.

Katsuki: "Izuku, ¿no vas a entrar a U.A?"

Izuku se detuvo, mirando a Katsuki con una expresión seria.

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Que tal amigos soy yo tatsuya

Cómo quedó el primer cap les gustó?

Qué creen que responderá Izuku?

Y nos vemos pronto amigos.

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