Capítulo 73
Dabi, viendo cómo su líder estaba siendo completamente superado, alzó ambas manos y liberó una gigantesca llamarada azul, dirigida directamente hacia Izuku. El fuego rugió en el aire, envolviendo todo en un mar de calor abrasador. Sin embargo, la llama mortal se detuvo abruptamente a centímetros de Izuku, incapaz de tocarlo gracias al Infinito que lo protegía.
Izuku ni siquiera desvió la mirada hacia Dabi, ignorándolo por completo mientras avanzaba lentamente hacia Shigaraki, quien seguía atrapado por la presión del "Azul".
Con un movimiento calculado, Izuku liberó a Shigaraki del Azul, dejando que el villano cayera al suelo. Pero el descanso fue breve; Shigaraki, en un intento desesperado, saltó hacia él, extendiendo sus manos con la intención de atacarlo con alguno de sus quirks.
Antes de que pudiera hacer contacto, Izuku levantó su puño, imbuyéndolo con el poder del Azul. Con un golpe devastador, golpeó la cara de Shigaraki, arrancándole la mandíbula con una precisión brutal. El villano salió disparado hacia atrás, cayendo al suelo mientras un grito ahogado de dolor se escapaba de su garganta, y la sangre brotaba de su herida.
Izuku, ahora completamente envuelto en una calma aterradora, lo miró desde lo alto con sus brillantes ojos verdes, que parecían juzgarlo.
-Ese golpe fue por todas las personas que murieron por tu culpa... -dijo con una voz helada, cargada de ira contenida.
Shigaraki, gracias a su habilidad regenerativa, recuperó su mandíbula en cuestión de segundos, aunque aún temblaba de dolor. Con un grito de pura furia, volvió a lanzarse hacia Izuku, decidido a derribarlo de cualquier manera posible.
Esta vez, Izuku lo interceptó con un golpe directo en el estómago, nuevamente imbuido con el poder del Azul, que generó una onda de presión devastadora. Shigaraki salió disparado hacia el suelo, retorciéndose de agonía al recibir el impacto. La fuerza del golpe había sido tan grande que su regeneración no podía aliviar el dolor inmediatamente.
-Ese golpe fue por mi madre... -dijo Izuku, su voz más baja pero con una intensidad que hizo eco en el campo de batalla.
En el suelo, Shigaraki gritó de dolor, golpeando el suelo con sus puños mientras jadeaba:
-¡Maldito!
Izuku no se inmutó. Avanzó hacia él con pasos firmes, su mirada fría y determinada, reflejo de su decisión de poner fin a todo. Al llegar frente a Shigaraki, Izuku se inclinó un poco hacia él.
-Ponte de pie... -ordenó con una voz firme y cargada de desafío. -Esta será la última vez que nos maldecimos mutuamente.
Shigaraki temblaba en el suelo, incapaz de sostener la mirada ante la presencia imponente de Izuku. Los ojos verdes del peliverde brillaban intensamente, mientras su aura parecía hacer más pesado el aire alrededor.
-Tendrás que morir... -sentenció Izuku. -Ya no eres un villano normal. Eres una amenaza no solo para el país, sino para todo el mundo.
Antes de que pudiera dar otro paso, un grupo de cuchillos surcó el aire, dirigidos hacia su espalda. Los cuchillos se detuvieron gracias al Infinito, Izuku giró su mirada hacia el origen del ataque. Desde la espalda de Gigantomachia, Spinner saltó al campo de batalla, sus ojos llenos de determinación y odio.
-Pensé que te había matado en aquella ocasión... -dijo Izuku, con una mezcla de frialdad y desdén. Sus palabras resonaron con una verdad escalofriante: Spinner había sobrevivido por poco debido a su anatomía inusual.
Shouka, observando desde la distancia, se quedó atónita. Nunca había visto a Izuku actuar de manera tan calculadora y despiadada. Su usual calidez parecía haber desaparecido, reemplazada por una determinación fría que la dejaba sin palabras.
En el suelo, Bakugo, quien había sido atravesado por Shigaraki anteriormente, observaba a su amigo humillar al líder de los villanos. Con una sonrisa tenue, dejó escapar un débil susurro:
-Bien hecho, nerd...
Sus ojos se cerraron lentamente, alarmando a todos los presentes. Izuku, al escuchar esas palabras, giró su mirada hacia Bakugo. Al ver su estado, un sentimiento de preocupación se abrió paso entre su implacable calma.
Izuku recorrió el campo de batalla con sus ojos brillantes, tomando nota de todo. Cerca de allí estaba el cuerpo de Gran Torino, inmóvil y ensangrentado. Aunque no lo conocía, la visión de un héroe caído intensificó la gravedad de la situación. Mirando alrededor, vio el paisaje devastado, un escenario de ruinas y desolación.
-¿Dónde estamos...? -preguntó con la voz llena de incredulidad.
-Esto era la ciudad de Jaku... -respondió Mirio, su voz apenas audible.
El impacto de las palabras fue visible en el rostro de Izuku. Todo el lugar, una ciudad entera, había sido borrado de la existencia. El alcance de la destrucción era abrumador.
Mientras procesaba la situación, Spinner, aprovechando la distracción, corrió hacia Bakugo con la intención de matarlo o tomarlo como rehén. Sin dudar, Izuku apuntó dos dedos hacia él. Una esfera roja comenzó a formarse rápidamente, comprimiéndose con fuerza.
-Rotación inversa máxima: Rojo.
La esfera fue disparada con velocidad increíble, impactando directamente en la cabeza de Spinner. La explosión resultante fue devastadora, destrozando completamente su cráneo y esparciendo sangre y restos alrededor. Bakugo, aunque inconsciente, quedó manchado por la sangre del villano caído.
El silencio volvió al campo de batalla mientras todos procesaban la brutalidad de la escena. Izuku, bajó la mano lentamente. Su expresión era implacable, pero sus ojos revelaban un conflicto interno, un destello de preocupación que no podía ignorar.
Izuku giró lentamente hacia Shigaraki, quien estaba temblando de miedo en el suelo. Su rostro, normalmente lleno de arrogancia, estaba marcado por el pánico absoluto. Con un grito desesperado, se dirigió a su leal seguidor:
-¡Machia! ¡Vámonos de aquí!
Gigantomachia, con un rugido que sacudió el aire, comenzó a moverse. Los miembros de la Liga de Villanos, incluyendo a Shigaraki, saltaron rápidamente sobre su espalda. El coloso empezó a alejarse a una velocidad sorprendente, dejando atrás a los héroes que, agotados, observaban cómo escapaban.
Desde el campo, Mirio, con ambos brazos rotos pero lleno de determinación, gritó:
-¡Midoriya, no dejes que escapen!
Izuku lo miró por un instante, notando que había recuperado el One For All, aunque su cuerpo estaba en pésimas condiciones. Con una ligera sonrisa que contrastaba con su expresión severa, respondió:
-¿Escapar? -dijo mientras levantaba ligeramente su ceja. -Estoy dejando que se alejen de nosotros, así no tengo que contenerme por miedo a dañarlos a ustedes.
Mientras Gigantomachia se alejaba lo suficiente, Izuku desapareció en un destello, teletransportándose directamente frente a la cara del gigante. Su repentina aparición sorprendió tanto a Machia como a los villanos en su espalda.
Con una calma implacable, Izuku observó al gigante y evaluó la situación. Sabía que un golpe normal no sería suficiente para derribarlo, pero con el poder de Azul, la situación sería diferente. Sin dudar, concentró toda su fuerza en su puño y lo envolvió con la energía destructiva de Azul.
-Es hora de que caigas.
El golpe impactó directamente en el rostro de Gigantomachia, generando una onda de choque devastadora que resonó por todo el campo de batalla. El gigantesco villano cayó al suelo con una intensidad abrumadora, haciendo temblar la tierra mientras el polvo y los escombros se levantaban por el impacto.
A lo lejos, Mt. Lady, aún consciente pero gravemente herida, observó la escena con incredulidad.
-¿Él... derribó a ese monstruo... sin esfuerzo? -murmuró, impresionada por el poder del peliverde.
Los villanos que estaban sobre Machia... Skeptic, Dabi, Toga y Shigaraki, fueron lanzados al suelo por el impacto. Aterrados, levantaron la mirada para ver a Izuku, quien estaba de pie frente a ellos.
Sin perder tiempo, Izuku levantó dos dedos para cruzarlos y habló con una calma aterradora:
-Expansión de dominio...
La sola mención de esas palabras hizo que los villanos retrocedieran con miedo. Incluso Shigaraki, siempre desafiante, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo ante la amenaza inminente.
-¡Detenlo, Shigaraki! -Gritó desesperado Dabi
Desesperado, Shigaraki saltó hacia Izuku en un intento de detenerlo antes de que completara su técnica. Sin embargo, el peliverde, con una voz firme y resonante, completó su oración:
-¡Vacío Inconmensurable!
En un instante, una esfera negra envolvió a Skeptic, Shigaraki, Dabi y Toga, atrapándolos en su interior. Dentro de esta prisión implacable, los tres villanos fueron sometidos a una sobrecarga de información infinita, sus mentes incapaces de procesar la avalancha de datos.
Desde el exterior, los héroes observaron en silencio, incapaces de comprender completamente lo que estaba ocurriendo. Los gritos de los villanos quedaron silenciados por la barrera negra, pero era evidente que estaban siendo llevados al límite de su resistencia mental.
Dentro del Vacío Inconmensurable, Izuku flotaba con serenidad mientras observaba el espacio infinito que había creado. El lugar era francamente hermoso, reflejándose en sus brillantes ojos verdes. Con un tono bajo pero decidido, murmuró:
-Se acabó...
Mientras recorría el interior de su dominio con la mirada, comentó para sí mismo:
-Sí que es hermoso...
Dirigiendo su atención hacia los villanos atrapados dentro, Izuku habló con una calma aterradora:
-Entre más segundos pasen aquí adentro, más años les costará volver a la normalidad. -su tono era frío y firme. -Sus cerebros quedarán en un estado vegetal por más de diez años, y claro, morirán de inanición antes de recuperarse.
El silencio envolvía el dominio mientras las palabras de Izuku resonaban en la mente de los villanos, incapaces de responder debido a la sobrecarga de información.
Sin embargo, desde el exterior, un rugido ensordecedor rompió la quietud. Gigantomachia, contra todo pronóstico, se levantó del suelo con un grito de furia. Con un movimiento brutal, lanzó un golpe directo hacia el exterior del dominio.
El impacto atravesó la barrera negra como si fuera cristal, rompiéndola en mil fragmentos que desaparecieron en el aire. Izuku, sorprendido, observó el dominio desmoronarse a su alrededor mientras regresaba al mundo real.
-Así que la barrera es débil ante ataques exteriores... -murmuró, mientras sus ojos se fijaban en el gigante.
Gigantomachia, de pie frente a él, respiraba pesadamente, aún mostrando una resistencia formidable.
-Así que un golpe no es suficiente para hacerte caer, ¿verdad? -dijo Izuku, con una mezcla de reconocimiento y determinación en su voz.
A la distancia, los héroes observaban la escena con asombro. Los villanos que habían estado dentro del dominio estaban completamente inmóviles en el suelo. Sus cuerpos estaban intactos, pero sus mentes habían quedado inutilizadas por más de diez años debido al tiempo que estuvieron dentro del dominio. Izuku sabía que esto era prácticamente una sentencia de muerte para ellos.
Con una expresión seria, tomó una decisión.
-Es hora de descontrolarme un poco...
Levantó sus manos, y dos energías opuestas comenzaron a manifestarse.
-Rotación avante: Azul.
Una esfera de energía azul apareció detrás de él, girando con una intensidad destructiva.
-Rotación inversa: Rojo.
Una segunda esfera, roja y pulsante, surgió a su lado. Ambas energías comenzaron a combinarse lentamente, girando entre sí con un poder abrumador.
Izuku extendió sus manos hacia adelante, su voz resonando con fuerza:
-¡Vacío... Púrpura!
Una inmensa esfera púrpura se formó frente a él, casi del tamaño de Gigantomachia, emitiendo una vibración que hacía temblar el suelo. Izuku, con una calma mortal, chasqueó los dedos.
La esfera se disparó hacia el coloso con una velocidad abrumadora. Gigantomachia, pese a su tamaño y resistencia, no tuvo tiempo de reaccionar. El Púrpura impactó de lleno en su torso, desintegrando instantáneamente todo a su paso.
El cuerpo de Gigantomachia fue borrado de la existencia, dejando únicamente sus piernas, que cayeron pesadamente al suelo, inertes y sin vida.
El campo de batalla quedó en silencio absoluto. Los héroes observaban con incredulidad, mientras Izuku permanecía de pie entre los restos de su técnica, respirando profundamente.
Endeavor, apoyándose en un escombro para mantenerse de pie, miró al joven peliverde. Incluso con su experiencia, no pudo ocultar su inquietud.
-Ese chico... Es un monstruo... -murmuró, su voz llena de gravedad.
Iida, que había visto la técnica desde un punto más seguro, apretó los puños mientras miraba a Izuku con seriedad.
-¿Este es el mismo Midoriya que conocí? ¿O se convirtió en algo más...?
Incluso Shouka, observando desde la retaguardia, estaba completamente atónita. Su mirada se fijó en Izuku, quien flotaba serenamente en el aire. Por primera vez, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras veía al joven que conocía actuar de forma tan fría y calculadora.
-Izuku... -susurró, con una mezcla de preocupación y asombro.
Mientras Izuku avanzaba lentamente hacia el cuerpo inerte de Shigaraki, el ambiente estaba cargado de tensión. Los héroes apenas podían respirar después de lo que habían presenciado. Fue entonces cuando Endeavor, aun apoyado en un escombro añadio:
-Somos afortunados de tenerte de nuestro lado, Midoriya. Sin ti, ninguno de nosotros estaría de pie... -dijo, su voz grave resonando entre los escombros.
Izuku no respondió. Sus Seis Ojos estaban completamente enfocados en Shigaraki, quien yacía en el suelo, inmóvil. Se acercó con una calma fría, levantando lentamente su brazo derecho, sus dedos listos para ejecutar el golpe final. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de decapitar al villano, Shigaraki se movió de forma peligrosa.
De repente, una masa negra y afilada emergió de su cuerpo, dirigiéndose hacia el pecho de Izuku con una velocidad impresionante. Izuku reaccionó por instinto, girando su cuerpo y esquivando el ataque por milímetros. Sus ojos se abrieron de par en par mientras exclamaba, claramente desconcertado:
-¡¿Cómo diablos?! ¡¿Cómo puedes seguirte moviendo?!
Una risa siniestra y escalofriante llenó el aire, proveniente del cuerpo de Shigaraki. La risa era gutural, inhumana, y resonó como un eco en el campo de batalla.
-¡Gracias, Midoriya Izuku! -dijo la voz, aunque no era la de Shigaraki.
Izuku dio un paso atrás, su mente trabajando frenéticamente. Esa voz... no era posible. Sus ojos brillaron con intensidad mientras pronunciaba con incredulidad:
-Esa voz...
El cuerpo de Shigaraki se incorporó lentamente, y el rostro del villano esbozó una sonrisa oscura.
-Shigaraki ya no está más aquí. -dijo, con una voz profunda que envió un escalofrío a todos los presentes. Era una voz conocida, temida, y llena de malevolencia.
-All For One... -susurró Izuku, con una mezcla de sorpresa y furia en su voz.
All For One, ahora controlando completamente el cuerpo de Shigaraki, extendió los brazos como si estuviera celebrando.
-Gracias a tu "Vacío Inconmensurable", la resistencia que Shigaraki me ofrecía ha desaparecido por completo. Su mente está rota. Este cuerpo ahora me pertenece por completo... -dijo, mientras se acercaba lentamente a Izuku, una sonrisa triunfante en su rostro.
Izuku apretó los dientes, tratando de mantenerse firme, pero lo que escuchó a continuación lo dejó helado.
-Y no solo eso. Este cuerpo... -continuó All For One, golpeando su propio pecho- es inmune a tu Vacío Inconmensurable. Después de todo, la sobrecarga de información solo afectaría al cerebro de Shigaraki, lo que me permite seguirme moviendo ya que eso no me afecta. Además, gracias a las fuertes emociones de odio que hay en este cuerpo, finalmente puedo robar el One For All.
Sin previo aviso, All For One se lanzó hacia Izuku con una velocidad abrumadora. Izuku, aún procesando lo que acababa de escuchar, apenas pudo reaccionar mientras el villano extendía su mano cubierta de energía oscura, dirigiéndose directamente hacia su frente.
Los héroes, viendo la escena desde la distancia, gritaron alarmados:
-¡Midoriya, cuidado!
All For One, con una sonrisa siniestra, lanzó una ráfaga de ataques, utilizando múltiples quirks simultáneamente. De sus brazos brotaban garras de energía, ráfagas de aire cortante y ondas de impacto destructivas que se dirigían a Izuku con una velocidad abrumadora.
Sin embargo, Izuku, con los Seis Ojos activos que le brindaban una precisión inhumana, esquivaba cada ataque con movimientos calculados y fluidos, como si supiera exactamente a dónde irían antes de que fueran lanzados. Su rostro permanecía serio, concentrado.
-¡Sabía que no tenía que matarte en Kamino, Midoriya! -exclamó All For One, con un tono lleno de satisfacción y burla mientras continuaba atacando-. ¡Fuiste la carta clave para poder robar el One For All!
Izuku no respondió. Su silencio era casi más intimidante que cualquier palabra, y sus movimientos constantes y elegantes mantenían a All For One frustrado, incapaz de tocarlo. Pero entonces, en un momento crítico, Izuku detuvo un golpe directo de All For One con la palma de su mano.
El impacto resonó en el aire, pero Izuku permaneció inmóvil, sujetando el puño del villano con una fuerza implacable. Sus ojos brillaban intensamente mientras lo miraba directamente a los ojos.
-No... -dijo con voz firme y fría-. Tú te arrepentirás de no haberme matado en Kamino.
Antes de que All For One pudiera reaccionar, Izuku movió su otra mano con velocidad abrumadora y utilizó Azul en un golpe devastador dirigido al estómago del villano.
El impacto fue tremendo. All For One se dobló en dos, su rostro contorsionado de dolor mientras el golpe comprimía brutalmente su cuerpo.
-¡Gh...! -All For One trató de recuperar el aliento, pero Izuku no le dio tiempo.
Con una velocidad y ferocidad que parecía sobrehumana, Izuku comenzó a golpearlo repetidamente. Cada golpe estaba acompañado por la fuerza de Azul, haciendo que el cuerpo de All For One se retorciera y temblara.
Los ataques eran implacables. Puñetazos directos al torso, patadas hacia sus extremidades, y un golpe tras otro que no le permitían siquiera pensar en contraatacar. El villano trató de activar quirks defensivos, pero Izuku, con una gran precisión, los desactivaba o los evitaba antes de que pudieran hacer efecto.
A cada golpe, All For One perdía el control de su postura. Su risa inicial se había desvanecido, sustituida por jadeos y gruñidos de frustración y dolor.
Desde la distancia, los héroes observaban, incapaces de creer lo que estaban viendo. Endeavor frunció el ceño, impresionado por la habilidad de Izuku, mientras Mirio murmuraba:
-Está dominándolo por completo...
Izuku, aún golpeando al villano, habló con una voz fría y cortante:
-Pensaste que podías usarme como tu herramienta. Que podías manipularme como a los demás. -Su siguiente golpe lo envió volando varios metros hacia atrás-. Pero te equivocaste.
El símbolo del mal logró estabilizarse antes de caer al suelo. Al verse acorralado y humillado por los ataques implacables de Izuku, dejó escapar un grito de frustración.
-¡Maldito! -rugió, activando una amalgama de quirks simultáneamente. Energías negras comenzaron a rodearlo, formándose en una explosión de fuerza pura que se dirigió directamente hacia Izuku.
Pero antes de que el ataque siquiera pudiera alcanzarlo, Izuku su mano y dijo con calma:
-Azul.
El aire tembló cuando la técnica se activó, atrayendo la energía destructiva de All For One hacia un punto fuera del alcance de Izuku. El ataque, desviado de la dirección inicial, impactó contra el suelo a varios metros de distancia, dejando un cráter profundo, pero sin afectar al joven héroe.
Sin darle tiempo a reaccionar, Izuku volvió a lanzarse contra él. Cada golpe era contundente y preciso, atacando los puntos más vulnerables del cuerpo del villano. Con un puñetazo directo al pecho, envió a All For One volando por los aires.
Izuku, aprovechando su velocidad abrumadora, desapareció de la vista por un instante, solo para aparecer justo detrás de All For One en el aire. Levantó dos dedos y pronunció con una voz gélida:
-Rotación inversa: Rojo.
Una poderosa esfera de energía roja apareció frente a sus dedos y, al instante, se liberó en una explosión devastadora. El impacto golpeó directamente a All For One, mandándolo a volar con una fuerza abrumadora. El villano salió disparado, chocando contra el suelo con tal intensidad que el terreno se partió a su alrededor, creando una nube de polvo y escombros.
All For One se levantó con dificultad, su rostro torcido por la confusión y el miedo. A pesar de su resistencia, no podía comprender cómo Izuku podía superarlo tan fácilmente.
-¡Siempre me preguntaré lo mismo! -gritó, su voz cargada de frustración y rabia-. ¡¿Cómo es posible que alguien con un solo quirk tenga tanto poder?! ¡¿Quién demonios eres?!
Izuku, en lugar de responder con palabras, levantó y junto ambas manos. El Azul y el Rojo comenzaron a materializarse, girando en espirales opuestas mientras se acercaban lentamente. La presión en el aire comenzó a intensificarse.
All For One dio un paso atrás, sus ojos llenos de incredulidad mientras veía el nacimiento de la esfera púrpura. Recordó claramente la magnitud de ese ataque.
-¡No puede ser! -murmuró, retrocediendo.
Entonces, Izuku pronunció las palabras que All For One más temía:
-Imaginaria: Púrpura.
La esfera púrpura, mucho más pequeña que el Vacío: Púrpura, se disparó hacia el villano. All For One, sin titubear, esquivó con un movimiento rápido, su mente trabajando a toda velocidad.
-Ya conoce la magnitud del ataque del púrpura -pensó Izuku, observando cómo el ataque fallaba y se desvanecía en el horizonte-. Y también puede esquivar la Imaginaria...
El peliverde miró a All For One, quien mantenía la distancia con cautela.
-Necesito usar el Vacío Púrpura, -reflexionó Izuku-. Pero es un ataque que requiere tiempo para cargarse. No me dejará hacerlo.
All For One sonrió con confianza renovada, comenzando a cargar sus propios quirks para un contraataque masivo.
-¡No tendrás tiempo para preparar nada, Midoriya! -gritó, lanzándose hacia él con una amalgama de energía negra envolviendo sus brazos.
Pero Izuku, con los Seis Ojos brillando intensamente, comenzó a calcular cada movimiento de su oponente.
-Entonces tendré que crear esa oportunidad yo mismo... -murmuró, mientras los colores de Azul y Rojo volvían a manifestarse a su alrededor.
Mientras Izuku comenzaba a fusionar el Azul y el Rojo, creando lentamente el Vacío Púrpura, la tensión en el aire se intensificaba. La esfera púrpura estaba tomando forma, y el espacio a su alrededor parecía distorsionarse, como si el propio universo estuviera temblando ante su poder.
All For One, con sus ojos llenos de furia y desesperación, observaba cómo Izuku comenzaba a crear esa técnica catastrófica.
-¡No lo permitiré! -gritó, lanzándose hacia él con una rapidez mortal.
En un instante, All For One alcanzó a Izuku, quien no pudo defenderse a tiempo. El golpe lo atravesó con una fuerza devastadora, su cuerpo sintiendo el impacto de la energía oscura de All For One que lo perforaba. El peliverde fue lanzado hacia atrás, su cuerpo herido de manera brutal.
Sin embargo, antes de que cayera al suelo, Izuku utilizó la Técnica de Maldición Inversa, y en un parpadeo, su cuerpo comenzó a regenerarse con una rapidez sobrehumana. Las heridas desaparecieron, y su rostro mostraba una expresión de calma inquietante.
Una sonrisa creció lentamente en sus labios, una sonrisa que reflejaba una determinación inquebrantable.
-Al parecer... no podré hacer el Vacío Púrpura, ¿verdad? -dijo Izuku con una voz serena, pero cargada de peligro, mientras observaba a All For One desde una distancia cercana, sus ojos brillando con intensidad.
All For One, sudando por la frustración, apenas podía creer lo que acababa de ver. ¿Cómo podía alguien como Izuku seguir de pie, con tal nivel de poder regenerativo?
-¡Te detendré, Midoriya! -gritó All For One, furioso, mientras cargaba de nuevo sus quirks.
Pero la sonrisa de Izuku no desapareció, ya que sabía que este enfrentamiento apenas comenzaba.
Los alrededores estaban en ruinas, el cielo había oscurecido bajo la intensidad de los ataques, y los héroes observaban desde lejos, sabiendo que este enfrentamiento era la culminación de una guerra que se había prolongado demasiado. Pero lo que veían era algo nunca antes presenciado. El poder de Izuku, completamente sin limitaciones, estaba por encima de todo lo que All For One había imaginado.
All For One, ya agotado porque el cuerpo de Shigaraki estaba incompleto, miraba a Izuku con odio. Había pasado de ver al peliverde como una amenaza a convertirse en una herramienta para sus planes. Pero lo que jamás habría imaginado era que Izuku estaba más allá de todo lo que él había conocido. Al principio, pensó que el quirk del peliverde era poderoso si, pero que no podría derrotarlo con el cuerpo de Shigaraki.
-¡Maldito! -gritó All For One, lanzándose hacia él con toda su furia, usando varios quirks al mismo tiempo. El aire se llenó de destellos y el rugir de sus ataques, pero Izuku no se movió. Estaba completamente tranquilo, sus ojos verdes brillaban con la concentración de alguien que ya había leído todos los movimientos del enemigo.
Cuando All For One estuvo a punto de golpearlo, Izuku activó su Azul y desvió el ataque con un solo movimiento de la mano. Los golpes de All For One volaron en direcciones erróneas, mientras Izuku simplemente mantenía su posición, casi indiferente a los intentos de ataque.
-Pensé que sabías lo que era el verdadero poder, pero claramente no entiendes nada. -dijo Izuku, mirando a All For One con desinterés.
De repente, Izuku se movió, apareciendo frente a All For One en un abrir y cerrar de ojos. All For One intentó retroceder, pero antes de que pudiera reaccionar, Izuku lo atrapó por el cuello con una mano, deteniéndolo en seco.
-¿Crees que tu poder es suficiente para derrotarme? -dijo Izuku con voz baja pero firme, y lo lanzó al suelo con un impacto tan fuerte que el suelo debajo de él se agrietó.
All For One, atónito, se levantó rápidamente, pero Izuku ya estaba a su lado. Sin darle tiempo para respirar, Izuku utilizó el Azul en su puño y le dio un golpe directo en el estómago. All For One se encorvó por el dolor, pero antes de que pudiera recuperarse, Izuku levanto 2 de sus dedos al aire para decir:
-Rotación inversa... ¡Rojo! -La fuerza de repulsión tenía tal fuerza que lanzó al villano varios metros hacia atrás.
All For One intentó levantarse, pero ya no tenía la misma arrogancia. Estaba cansado, herido y humillado. Izuku lo observaba desde lo alto, sus ojos fijos en él.
-¿Te sientes fuerte? -preguntó Izuku, su voz fría como el hielo. -¿Te sientes capaz de seguirme el ritmo?
Con un solo gesto, Izuku utilizó el Azul para atraer a All For One hacia él, y en cuanto estuvo a su alcance, Izuku lo golpeó. La presión fue tal que All For One no pudo resistir el impacto y fue enviado volando, cayendo al suelo con un estruendo ensordecedor.
Mientras Izuku observaba a All For One desde lo alto, su expresión era de completa indiferencia, como si estuviera mirando a alguien que ya no representaba ninguna amenaza. All For One, con los ojos llenos de ira y frustración, intentó levantarse con una explosión de poder. Su cuerpo, debilitado por los constantes ataques de Izuku, no respondió como él esperaba, pero el villano, con su orgullo herido, lanzó un último ataque desesperado.
-¡Maldito! ¡Te voy a matar! -gritó All For One, usando todo lo que le quedaba de energía para lanzarse hacia Izuku con varios de sus quirks activos.
Pero Izuku no se movió ni un centímetro.
En el mismo instante en que All For One llegó a su alcance, Izuku levantó la mano con calma y lo agarró por el cuello, inmovilizándolo con facilidad. La fuerza de Izuku era tan abrumadora que All For One no pudo ni siquiera intentar zafarse, su cuerpo completamente dominado.
Izuku lo miró con una sonrisa burlona, una que reflejaba desprecio absoluto hacia el hombre que había sembrado tanto caos en el mundo.
-Eres muy débil. -dijo Izuku con voz fría, mirando a All For One con desinterés. -Toda esa fuerza, todo ese poder... ¿Y solo para llegar hasta aquí? A este punto, ya no eres más que una molestia.
All For One, completamente enfurecido, intentó activar otro de sus quirks para atacar, pero el cuerpo de Shigaraki estaba fallando. La presión sobre su cuello era tanta que no podía ni moverse.
Izuku, sin soltarlo, lo miró con total desinterés.
-Has estado arruinando mi vida desde hace mucho tiempo. Desde el momento en que decidiste matar a mi madre. Todo lo que he hecho, todo lo que he sufrido... ha sido por ti, por tus malditos planes. Pero ahora, ahora soy yo quien tiene el control.
Izuku dio un pequeño apretón, su expresión cambiando a una de absoluta determinación.
-Ahora te mataré, maldita escoria. No importa dónde estés, no importa dónde te escondas. Te encontraré, y te mataré. No importa si posees más cuerpos como el de Shigaraki, no importa cuánto tiempo me tome. Esta es tu última oportunidad de seguir respirando.
El odio en los ojos de All For One creció exponencialmente al escuchar las palabras de Izuku, su cuerpo se sacudió con desesperación al intentar resistirse, pero no tenía la fuerza suficiente para zafarse. Izuku era imparable.
Pero All For One, con una sonrisa torcida, aprovechó un último resquicio de energía para escupir:
-¡Maldito! -gritó con odio puro, su voz cargada de una furia incandescente. -Tú y todos los demás creen que esto se acabará aquí, pero no sabes nada. ¡Voy a matar a todos los que amas, y lo haré delante de tus ojos! ¡Los torturaré, los destrozaré, y te veré morir a ti también, Midoriya! Tú serás el que sufra más, porque nadie se enfrenta a mí y sale vivo.
Izuku escuchó las amenazas de All For One, pero en lugar de mostrar alguna emoción, su expresión se volvió aún más decidida, más fría. Sin perder ni un segundo, levantó su rodilla con toda la fuerza de su cuerpo, para con la fuerza del agarre acercar a All For One hacía ella y la estrelló contra la cara de All For One, quien soltó un gruñido de dolor al recibir el golpe.
El impacto fue tan fuerte que All For One se dobló hacia atrás, su nariz comenzó a sangrar y sus labios se abrieron en una mueca de agonía. La sangre cayó rápidamente por su rostro, mientras su cuerpo, ya debilitado por la regeneración que no respondía a tiempo debido a los daños acumulados de tanto enfrentamiento, comenzaba a fallar. A pesar de su poder, su conexión con el cuerpo de Shigaraki no era suficiente para soportar tanto daño. El cuerpo, a duras penas, intentaba recuperar la estabilidad, pero la sangre seguía fluyendo de sus heridas abiertas.
Izuku, al ver que la regeneración tardaba en funcionar, aprovechó el momento. Su rostro permaneció impasible, pero sus ojos brillaron con la intensidad de la furia contenida.
De la nada, los comunicadores de repente volvieron a funcionar, interrumpiendo el caos. La voz de Endeavor al notar esto, decidió comunicarse con todos y avisar de la noticia.
-¡Aquí el equipo Endeavor, liberamos a Midoriya! -la voz de Endeavor resonó, pero fue rápidamente interrumpida por la operadora del sistema de comunicación, que parecía haber detectado algo mucho más grave.
-¡Están... están atacando la U.A! -La operadora parecía al borde del pánico, lo que causó un silencio abrupto entre todos los que escuchaban.
Endeavor, al escuchar la noticia, sintió una sacudida en su estómago. Sus ojos se abrieron con sorpresa y preocupación.
-¡Midoriya! ¡Están atacando la U.A! -gritó Endeavor.
Izuku pensó rápidamente en la situación. La guerra estaba siendo librada en múltiples frentes, y la U.A era crucial para el futuro de los héroes. Pensó en las personas más vulnerables allí: Recovery Girl, Eri y Nezu. Sabía que la escuela, al estar tan aislada de la batalla principal, no tendría defensas adecuadas. Con la mayoría de los héroes involucrados en la guerra, la U.A estaba indefensa.
Izuku no podía permitirse perder a aquellos que aún quedaban en la academia. Con una decisión firme, abandonó el campo de batalla con All For One a su lado, sabiendo que no podía dejar de proteger a esas tres personas que eran fundamentales.
En un abrir y cerrar de ojos, Izuku se teletransportó a la entrada de la U.A, notando inmediatamente que algo estaba mal. El edificio no parecía haber sufrido grandes daños visibles, pero la electricidad no funcionaba, y el aire estaba cargado de tensión.
Con rapidez, Izuku se dirigió a la oficina de Nezu, el director de la U.A, su corazón latiendo con fuerza. Cuando entró en la oficina, lo que encontró lo dejó helado. Nezu estaba en el suelo, un charco de sangre rodeaba su cuerpo, y su respiración era débil. Parecía haber sido atravesado por un ataque brutal.
-¡Director Nezu! -exclamó Izuku, corriendo hacia él con desesperación. Se agachó a su lado y, al ver que aún respiraba, rápidamente lo teletransportó hacia la enfermería.
Mientras tanto, el temor crecía en su mente. Lo más probable era que Recovery este igual o peor que Nezu, pues, ella se encargaba de sanar a todos los héroes mayormente. Pero cuando llegó a Recovery Girl, se encontró con algo aún más desconcertante: Recovery Girl estaba bien.
Izuku frunció el ceño, confundido. ¿Por qué dejaron a Recovery Girl? pensó. Si los villanos atacaban la U.A, eliminar a Recovery Girl sería un golpe fuerte para los héroes, ¿qué sentido tenía dejar a Recovery Girl con vida? Algo no cuadraba.
En su mente, surgieron más preguntas, más incertidumbres. ¿Quiénes estaban atacando la U.A? ¿Qué buscaban realmente? Izuku sabía que algo mucho más oscuro se estaba sucediendo detrás de este ataque, y tenía que descubrir qué estaba pasando antes de que fuera demasiado tarde.
-¿Qué está pasando, Recovery Girl? -preguntó Izuku, su voz tensa.
Recovery Girl, aunque preocupada, trató de mantener la calma mientras respondía.
-¿Midoriya? -dijo con sorpresa al ver al peliverde vuelta- No lo sé, Midoriya. Un sujeto... un sujeto que parecía un Nomu... -dijo, claramente desconcertada por lo sucedido.
Izuku frunció el ceño al escuchar la palabra "Nomu". Su mente comenzó a trabajar rápidamente. ¿Un Nomu aquí? ¿En la U.A? Eso no tenía sentido. ¿Por qué atacar la escuela si la guerra estaba en otra parte? Las piezas del rompecabezas no encajaban.
A través de sus Seis Ojos, Izuku buscó a Eri, pero para su sorpresa, no pudo encontrarla en ningún lugar cercano. Además, tampoco encontró al Nomu. Eso lo alertó aún más.
-¡No puedo encontrar a Eri! -exclamó, alarmado. Miró a Recovery Girl y le dijo rápidamente: -¡Por favor, salva a Nezu! Yo iré a buscar a Eri. No sé qué está pasando, pero algo no está bien.
Izuku teletransportó a Recovery Girl con Nezu hacia el lugar más seguro y rápidamente se dirigió al cuarto de Eri, con su corazón latiendo aceleradamente.
Cuando llegó, lo primero que notó fue el silencio en la habitación. No hubo rastro de lucha ni de ruido, solo la tranquilidad inquietante de un lugar que debería estar lleno de vida. Al acercarse a Eri, sus ojos se encontraron con una escena que lo llenó de un miedo profundo. Eri estaba inconsciente, sus ojos estaban completamente en blanco, sin ningún signo de consciencia.
Izuku se acercó rápidamente, sin perder tiempo, y comenzó a verificar si Eri aún tenía pulso. Afortunadamente, aún latía, pero algo no estaba bien. No tenía heridas visibles, nada que justificara su estado. Pero lo que realmente lo dejó perplejo fue lo siguiente:
Eri ya no poseía su quirk.
La pequeña chica, que había estado bajo su cuidado durante tanto tiempo, ya no tenía su poder. Izuku sintió un nudo en el estómago al darse cuenta de que su quirk, algo tan valioso si ella aprendiera a controlarlo, ya no estaba.
En la enfermería de la U.A, Nezu comenzó a recuperar la consciencia. Sus ojos se abrieron lentamente, mostrando signos de confusión y agotamiento. Estaba conectado a máquinas que trataban de estabilizar su condición. Recovery Girl estaba a su lado, trabajando sin descanso para asegurar que se recuperara lo más rápido posible.
-¡Nezu, por favor! -dijo con desesperación, mientras le administraba más medicamento para acelerar su recuperación. -¡Todavía te necesitamos!.
Pero Nezu, aunque débil, logró pronunciar unas palabras antes de perder el conocimiento nuevamente. Su voz era quebrada, llena de dolor, pero también de una revelación aterradora.
-Él... No me mató solo para que... M-Midoriya perdiera tiempo con nosotros... -dijo, mirando a Recovery Girl con dificultad.
Recovery Girl frunció el ceño, confundida y alarmada.
-¿Qué? ¿Quién? -preguntó rápidamente, sin entender completamente lo que estaba pasando.
Nezu, con una respiración entrecortada y a punto de desmayarse, logró susurrar las palabras que dejarían a todos temblando de horror.
-All For One... -dijo, antes de perder la consciencia nuevamente.
Recovery Girl, al escuchar el nombre de All For One, se quedó paralizada, temerosa de la magnitud de la amenaza. Mientras tanto, fuera de la U.A, en las sombras, se encontraba un Nomu extraño. Su apariencia era grotesca y monstruosa, pero lo más inquietante era que no poseía un quirk. No estaba completamente bajo control de All For One, pero eso no lo hacía menos peligroso.
En su interior, All For One estaba oculto, dispuesto a seguir con su plan. Había utilizado este Nomu como un vehículo para pasar desapercibido, sabiendo que los Seis Ojos de Izuku no podían detectarlo, ya que el Nomu carecía de quirk alguno.
All For One sonrió en su interior mientras observaba la U.A a la distancia, sintiendo que el momento de su venganza se acercaba.
-Al fin lo tengo... -murmuró, mirando hacia el interior del Nomu. -El quirk de esa mocosa...
La sonrisa que dibujaba en su rostro era fría y llena de odio. Ahora, All For One poseía el Rebobinado de Eri.
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