Capítulo 71

Garaki, escondido en un rincón de la base subterránea, manipulaba desesperadamente los controles frente a la cápsula donde Shigaraki flotaba en el líquido rosa, todavía incompleto. Su rostro, antes lleno de arrogancia, estaba ahora marcado por la desesperación y el pánico.

-Perdí a John con Warp... y a Mocha, que podía usar Doble... -dijo entre dientes, mientras sus manos temblorosas ajustaban los parámetros de la cápsula. Las pantallas mostraban que el proceso de transformación de Shigaraki aún necesitaba tiempo.

Se limpió el sudor de la frente, con los ojos clavados en la figura de Tomura, flotando inmóvil frente a él.

-Con ellos se fueron mis oportunidades de escapar...

Las alarmas resonaban en la base, y los ruidos de los combates en los pasillos cercanos se hacían cada vez más fuertes. Los High-End estaban haciendo su mejor esfuerzo para contener a los héroes, pero Garaki sabía que no aguantarían para siempre.

-Por eso... -susurró, mientras una expresión de determinación se formaba en su rostro-. Tengo que despertar a mi obra maestra. Tomura Shigaraki.

Introdujo un código en la consola, mientras una serie de advertencias aparecían en las pantallas: "Proceso incompleto. Riesgo extremo." Garaki ignoró las alertas, apretando con fuerza los botones.

-¡Aguanten, High-End! Denme el tiempo que necesito... -gritó, mientras observaba cómo la cápsula empezaba a emitir un brillo intenso y el líquido burbujeaba violentamente alrededor de Shigaraki.

El sonido de un impacto cercano hizo temblar el suelo, y Garaki miró nervioso hacia la entrada de la sala. No tenía margen de error. La última apuesta de su vida dependía de los segundos que los High-End pudieran ganar.

Bosque- Equipo Edgeshot-

El equipo de Edgeshot avanzaba rápidamente por los desolados alrededores hacia la base central de la Liga de Villanos, un imponente edificio que parecía una fortaleza. La tensión se podía sentir en el aire mientras los héroes corrían en formación, preparándose para enfrentar a los líderes de la organización.

Mientras tanto, Kaminari jadeaba detrás de ellos, sus pensamientos saliendo en voz alta.

-Tengo miedo... ¡Quiero estar con los demás! -dijo, claramente nervioso.

Midnight, corriendo a su lado, le lanzó una mirada condescendiente pero comprensiva.

-Pero si accediste a venir aquí...

Kaminari, con la respiración agitada, trató de justificar su presencia:

-Es que no quería decir que no delante de todos... No quería que vean lo patético que soy.

Midnight soltó un suspiro, y luego respondió con una sonrisa astuta:

-Piensa que ayudarás a unos inútiles adultos.

Kaminari se detuvo un segundo, nervioso.

-¡No creo que los adultos sean inútiles! -gritó.

Antes de que pudiera seguir quejándose, Tokoyami, siempre calmado y solemne, intervino.

-Kaminari... Desde que tocamos en el festival cultural, me di cuenta de que eres un tipo increíble. Tu dedicación con la guitarra me lo dejó en claro.

Kaminari lo miró con un destello de emoción en sus ojos, pero luego respondió, visiblemente frustrado:

-¡¿Y de qué me sirve tocar la guitarra aquí?! -dijo, mientras algunas lágrimas de miedo rodaban por su rostro.

Antes de que nadie pudiera responder, llegaron frente al gigantesco edificio. Cementos, firme como siempre, se adelantó al grupo.

-¡Abriré camino! -declaró, tocando el suelo con sus manos.

De inmediato, una gigantesca ola de cemento avanzó hacia el edificio, rompiendo la entrada principal y sacudiendo los cimientos. Dentro, el caos estalló.

Dentro del edificio-

Skeptic, con su computadora en brazos, corría frenéticamente por los pasillos mientras maldecía entre dientes.

-¡Todo esto es culpa de Bubaigawara! ¡Esto es terrible! ¡Vigilé a Hawks y no hizo nada sospechoso! ¡Pero nos engañó!

Corrió hasta una sala central donde varios villanos de rango medio y bajo se agrupaban en pánico. Skeptic, con el sudor empapando su rostro, gritó desesperado:

-¡Los héroes vienen! ¡Prepárense!

Antes de que pudiera decir algo más, una pared se destrozó con un estruendo ensordecedor. Los héroes liderados por Edgeshot irrumpieron al interior, listos para el combate.

Un villano musculoso, con tatuajes que brillaban como circuitos eléctricos, avanzó con una sonrisa demente. Sacó un taser y lo activó sobre sí mismo, canalizando la electricidad en su cuerpo.

-¡Mi quirk es el más fuerte! ¡Red relámpago! -gritó mientras el lugar se llenaba de rayos que chisporroteaban con una intensidad abrumadora.

Sin dudarlo, Kaminari corrió al frente del equipo, superando a todos con una inesperada velocidad.

-¡Yo me encargo! -gritó, plantándose frente al villano.

Extendió sus manos y comenzó a absorber la electricidad, que era tan intensa que iluminó todo el lugar. El villano trató de contraatacar, pero Kaminari, completamente enfocado, no le dio oportunidad. Cuando terminó, todo el lugar quedó en silencio, salvo por los jadeos del villano, ahora completamente neutralizado.

-¡Listo! ¡Un alto mando neutralizado! -exclamó Kaminari con una sonrisa triunfante.

Cementos levantó un puño en señal de apoyo.

-¡Charge, eres genial!

Kaminari, todavía algo incrédulo por lo que había logrado, respiró hondo. Por primera vez en mucho tiempo, sintió que había hecho algo realmente heroico.

El caos en la base central de la Liga de Villanos alcanzó un nuevo nivel. Villanos de toda índole emergían de las sombras, armados con quirks y una voluntad de acero. Del lado de los héroes, la batalla no se hacía esperar: todos estaban decididos a acabar con la organización de una vez por todas.

Midnight, con su carisma, usaba su quirk para desactivar a grupos enteros de villanos.

-¡No se resistan, dormirse será lo mejor! -exclamaba mientras una nube de su somnífero llenaba el aire, haciendo caer a varios enemigos, sus cuerpos desplomándose en el suelo sin fuerzas para seguir.

Edgeshot, con movimientos casi imperceptibles, se infiltraba entre las líneas enemigas. Su cuerpo, convertido en una fina y letal línea de ataque, pasaba entre los villanos como una sombra.

-Esto acaba aquí. -declaró mientras inutilizaba quirks y desarmaba a los villanos con una precisión milimétrica.

Kamui Woods, desplegando sus ramas como un bosque en expansión, atrapaba a los enemigos antes de que pudieran atacar.

-¡Detengan su resistencia! -gritaba mientras inmovilizaba a varios villanos a la vez, sus raíces envolviéndolos con una fuerza que no podían romper.

Los demás héroes luchaban con igual ferocidad. Mt. Lady, usando su tamaño, aplastaba barricadas y bloqueaba las rutas de escape. Cementos creaba barreras para proteger a sus aliados y controlaba el terreno a su favor.

Skeptic, desde una sala central, corría desesperadamente con su computadora en mano, intentando coordinar a los villanos.

-¡No podemos perder! ¡Activen las defensas automáticas! ¡Usen sus quirks con inteligencia!

Sin embargo, su esfuerzo parecía en vano. Las paredes del edificio se derrumbaban bajo el poder combinado de los héroes. Una explosión particularmente fuerte abrió un agujero en la sala principal, y los héroes comenzaron a entrar en oleadas.

Villanos con habilidades letales contraatacaban: un hombre con un quirk de cristal disparaba afilados fragmentos contra los héroes, mientras otro, con la capacidad de controlar el aire, trataba de repelerlos con ráfagas de viento. Midnight y Kamui Woods avanzaron juntos, cubriéndose mutuamente mientras neutralizaban a estos enemigos.

-¡Esto es un desastre absoluto! -gritó Skeptic, retrocediendo hacia un rincón.

En otro lugar de la base-

Twice se encontraba rodeado por un denso campo de plumas de Hawks. La tensión en el aire era palpable, su rostro reflejaba el miedo y la confusión mientras observaba a Hawks. A pesar de la amenaza inminente, no podía aceptar la realidad de lo que estaba sucediendo.

-¿Q-Qué está pasando? -murmuró Twice, su voz temblorosa, mientras sus ojos buscaban respuestas en el rostro de Hawks, como si aún no pudiera comprender lo que ocurría. -Vamos, dime...

Hawks mantuvo su postura, su expresión era sombría, pero había una tristeza palpable en sus ojos.

-Realmente fue muy complicado... -dijo, su tono serio, casi distante. -¿Cómo puedes usar Doble? No quería darte ninguna oportunidad de huida. Todo lo que hice hasta ahora con ustedes... me salió tan natural, ¿no? -dijo, dejando que esas palabras calaran hondo.
-Te entregaré a las autoridades.

Twice, sintiendo la presión y el peso de las palabras de Hawks, comenzó a quebrarse. Una lágrima solitaria comenzó a recorrer su rostro mientras su voz se quebraba en el aire.

-Siempre pasa lo mismo... siempre es mi culpa. Creí... Creí que debía confiar en ti... -las palabras de Twice fueron como un grito apagado de desesperación, buscando respuestas en el semblante de Hawks.

Hawks, con una expresión seria, pero cargada de pesar, se acercó un poco más a él.

-Paga por tus crímenes y empieza de cero... Yo mismo te ayudaré.

La respuesta de Twice fue una explosión de emociones.

-¡Empezar qué!? -gritó, su cuerpo temblando de furia mientras sus ojos se volvían frenéticos. De repente, comenzó a moverse con rapidez, sus manos agitándose en el aire, creando una multitud de clones de sí mismo, todos con la misma expresión desesperada.

Hawks reaccionó rápidamente, enviando más plumas hacia Twice, cortándolo de a poco, inmovilizándolo y desgarrando parte de su máscara, lo que dejó al descubierto uno de sus ojos, el cual brillaba con una tristeza notable.

-¡Hace mucho tiempo que ya no me importa lo que me pase! -gritó, su voz llena de desesperanza, mientras sus clones comenzaron a moverse en todas direcciones.

Hawks gritó con una profunda tristeza.

-¡No quiero luchar contra ti!

Pero la respuesta de Twice fue aún más amarga y desafiante.

-¡Eso es lo que te conviene!

La atmósfera se cargó de tensión mientras los clones de Twice se multiplicaban aún más, rodeando a Hawks. Sin embargo, el héroe alado no podía evitar sentir una profunda pena por su compañero.

-Lo único que quiere mi alma... -Twice comenzó a decir, su voz quebrada, como si se estuviera desmoronando. -Es que mis compañeros sean felices.

En otro lugar de la base-

Dentro de la base de la Liga de Villanos, la tensión estaba al máximo mientras los héroes se infiltraban para neutralizar a los villanos. Tamaki, Fatgum y Tokoyami estaban al frente, enfrentando los obstáculos con destreza y determinación. En medio de la batalla, Tamaki se movió rápidamente, inmovilizando a varios villanos con algunos tentáculos.

-Lo siento, pero deberán quedarse quietos por un rato -dijo Tamaki, utilizando un rápido movimiento para asegurar a los enemigos con su poder.

Fatgum, siempre enérgico y con una sonrisa en su rostro, se giró hacia él.

-¡Eso sonó genial! -exclamó, apreciando el esfuerzo de su estudiante, lo que hizo que Tamaki se sintiera un poco avergonzado. Se cubrió la cara, rojo de timidez, pero Fatgum continuó.

-Ve y haz lo tuyo. -dijo a Fatgum a Tokoyami, indicándole el camino hacia un pasadizo oscuro en la base.

Tokoyami asintió, entrando con determinación en el corredor sombrío. Pronto, hizo aparecer su Dark Shadow, que, al estar en la oscuridad, se volvió más y más violento, creciendo desmesuradamente y llenando el pasillo con su enorme sombra. Sin embargo, su poder no pasó desapercibido. Al final del pasadizo, varios villanos esperaban, y entre ellos estaba Re-Destro, el líder de los Detraso.

-¡Detenlo, Re-Destro! -gritó uno de los villanos al ver la amenaza que representaba Dark Shadow.

Re-Destro, el hombre, comenzó a sentir el estrés acumulado debido al ataque estaban sufriendo. Como resultado, activó su quirk de aumentar su tamaño y fuerza dependiendo del estrés que sienta, convirtiéndolo en un gigante. Con un enorme esfuerzo, logró detener a Dark Shadow con sus manos, sorprendiendo a Tokoyami que observaba desde atrás.

El forcejeo entre ambos fue impresionante, pero al final Dark Shadow logró imponerse, empujando a Re-Destro y rompiendo la pared del pasillo con su fuerza. A pesar de la victoria, algo dentro de Dark Shadow cambió al mirar lo que había más allá de la pared rota.

-Tokoyami, hay un tipo peligroso ahí adentro... -dijo Dark Shadow, con una actitud tensa.

Tokoyami, sorprendido por la mención, se acercó lentamente mientras observaba lo que había detrás de la pared.

-Sí, no esperaba que alguien pudiera detenerte...

Pero Dark Shadow se mostró aún más alarmado.

-Ese no... hay un monstruo... -susurró, refiriéndose a la presencia aterradora que sentían en el fondo de la sala, un ser gigantesco.

A lo lejos, Fatgum, quien había estado escuchando la conversación desde su posición cercana, intervino.

-No se preocupen, no se moverá. Solo lo hará si recibe órdenes del jefe... y parece que no está aquí. -dijo, su tono serio, pero confiado.

Tokoyami levantó una ceja, aún desconcertado.

-¿Cómo sabes tanto?

Fatgum sonrió, su rostro se mostraba relajado.

-Hawks nos contó todo.

En el lugar donde Twice y Hawks se enfrentaban, la batalla había tomado un giro aún más intenso. Twice, desesperado, estaba creando más y más clones de sí mismo, su cuerpo multiplicándose a una velocidad impresionante.

-¡Asumiré mi responsabilidad! -dijo, con lágrimas acumulándose en sus ojos, su voz quebrada por el dolor. -¡Muere, héroe! -gritó, lanzándose al ataque junto a sus réplicas.

Sin embargo, Hawks, con una mirada fría y calculadora, no mostró ni un atisbo de duda. Sus alas se desplegaron con una velocidad letal, cortando los clones de Twice uno tras otro.

-La velocidad en la que te replicas es impresionante. -dijo Hawks, observando cómo los clones de Twice caían ante su asalto. -Pero cada copia va teniendo menos resistencia que la anterior. Aunque ataque con las mismas plumas grandes, algunos se derriten y otros no.

Twice, mirando cómo su ejército de clones caía, no pudo evitar sentirse atrapado.

-Son tan rápidas que... -sus palabras quedaron incompletas, ya que se dio cuenta de que no podía seguir creando clones a la misma velocidad. Todos habían sido eliminados, y ahora solo quedaba él, exhausto y acorralado.

Hawks se acercó a él, sin mostrar ninguna emoción, su rostro reflejando solo seriedad.

-A estas alturas no cometeré errores por ponerme sentimental. -dijo mientras agarraba dos de sus plumas como si fueran espadas, preparándose para el siguiente movimiento. -Si te hubieras entregado, nada de esto hubiera pasado. Después de todo, me agradas.

Las palabras de Hawks resonaron en el aire, pero la decisión ya estaba tomada. Twice, rodeado de sus propios fracasos, no tenía más opciones. La atmósfera estaba cargada de tensión mientras ambos se miraban, conscientes de que el desenlace de este enfrentamiento estaba a punto de llegar.

Mientras Twice seguía perdiendo el control de la situación, una idea desesperada surgió en su mente. En un último intento de salvar su vida y a sus compañeros, comenzó a crear clones de los miembros principales de la liga de villanos, creando réplicas de figuras como Shigaraki, Dabi, y Toga, entre otros.

-¡Mis únicos amigos son ellos! -exclamó, mirando con desesperación a las copias de sus aliados.

Hawks, sin dudar ni un segundo, comenzó a destruir a los clones con una rapidez letal, sus alas se movían como cuchillas afiladas, cortando a los clones sin cesar.

-¡No pienses que puedes serlo tú también! -dijo con determinación, mientras las copias caían a su alrededor, desvaneciéndose en un mar de escombros.

Twice no podía detenerse. Lleno de rabia y desesperación, creó más clones.

-¡Maldito infeliz! -gritó, mientras veía cómo sus clones morían a manos de las plumas de Hawks. Con cada ataque, más réplicas nacían, pero siempre perecían bajo la imparable ofensiva del héroe.

Hawks, observando esto con una frialdad implacable, continuó su ataque sin detenerse.

-¿Por qué crees que priorizo la velocidad al acabar a los villanos? -dijo mientras su espada de alas atravesaba otro clon de Twice. -Porque sé de antemano que los que no se rinden no se desmayan con nada.

En ese momento, Hawks desvió su trayectoria y con un solo movimiento cortó el pecho de Twice con sus plumas afiladas. Twice cayó al suelo, herido, pero aún sin rendirse. Hawks se acercó a él con frialdad, poniendo la espada de alas en su cuello, preparado para acabar con su vida.

-Si ninguno de los dos se rinde, uno tendrá que morir.

Sin embargo, Twice no se dio por vencido, y con su respiración entrecortada, comenzó a crear más clones.

-¡Debo proteger la felicidad de todos! -dijo con furia, sin entender por qué todo había llegado tan lejos.

Hawks, sabiendo que ya no había vuelta atrás, se preparó para dar el golpe fatal, decidido a acabar con Twice de una vez por todas.

-Les daré tu mensaje. -dijo, su voz grave, mientras alzaba la espada para dar el golpe final.

Pero justo en el último segundo, antes de que Hawks pudiera descender su espada, una llamarada de fuego azul apareció de la nada, interrumpiendo el ataque. La llama era tan poderosa que empujó a Hawks hacia atrás, mandándolo volar por los aires. El calor abrasador alcanzó sus alas, quemando gran parte de ellas, y dejando a Hawks en una posición vulnerable.

Hawks estaba en el suelo, dolorido y cubierto por las cenizas de la poderosa llamarada de Dabi. Dabi pisó su cara con fuerza, una sonrisa cruel pintada en sus labios mientras observaba al héroe que yacía inmóvil en el suelo.

-No hace falta... Yo mismo lo oí. -dijo Dabi, mirando con desprecio a Hawks mientras presionaba su pie contra su rostro. -¿No notaste que estaba aquí, verdad? ¿No decías que no cometerías errores por ponerte sentimental, héroe?

Twice, débil y herido, miró hacia Dabi, diciendo su nombre apenas con fuerzas.

-Dabi...

Dabi se agachó y lo miró, una sombra de algo como compasión cruzando su rostro, pero no suficiente para borrar la furia en su interior.

-Twice, tú no tienes la culpa. La culpa siempre la tienen los héroes. ¡¿Verdad?! -dijo, antes de liberar una llamarada de fuego azul tan intensa que consumiría todo a su paso.

Hawks, con la rapidez que lo caracterizaba, se deslizó fuera del alcance de las llamas, lanzándose hacia Twice y atrapándolo por la muñeca antes de que pudiera escapar.

-No puede ser... -murmuró Dabi, sorprendidos por la agilidad de Hawks.

Hawks, aunque debilitado por las heridas y la pérdida de plumas, se mantenía firme, mirando a Dabi con determinación.

-Como sea, perdiste gran parte de tus armas. -dijo, refiriéndose a sus plumas, que ya no estaban en su mejor estado.

-Estuviste a punto de quemar a uno de tus compañeros. -respondió Hawks.

Dabi sonrió, como si la ironía de la situación fuera de su agrado.

-Descuida, siempre habrá un héroe para salvarlo.

Hawks frunció el ceño, notando la postura sarcástica de Dabi.

-Veo que el sarcasmo es lo tuyo. -respondió. -Llegaste como si hubieras sabido que los había traicionado. ¿Acaso me descubriste?

Dabi, sin perder la calma, contestó con indiferencia.

-¿Descubrirte? Desde el principio no te creí.

Hawks se quedó pensando por un momento, antes de responder con seriedad.

-¿Pese a todos los riesgos que tuve que pasar? -recordó con amargura cuando "asesinó a Beast Jeanist" y se infiltró en la liga de villanos.

Dabi asintió levemente.

-Eso sí te lo agradezco.

Hawks pensó para sí mismo, sintiendo que su situación era cada vez más difícil.

-"Mis alas quemadas pierden fuerza. Su quirk es pésimo para mí, y encima no hay espacio. Tiene toda la ventaja..."

Un pensamiento claro cruzó por su mente:
."Debo priorizar la misión."

Hawks miró a Twice, quien yacía en el suelo, todavía con vida, y decidió que no podía permitir que escapara.

-"Logré debilitar a Bubaigawara... corté huesos y músculos, pero evité órganos vitales. Con tanto daño no podrá atacar a gusto. Lo sacaré de aquí y..."

Sin embargo, Twice no lo permitió. En un último esfuerzo por escapar, creó un ejército de clones que rápidamente rodearon a Hawks, inmovilizándolo momentáneamente.

-¡Ahora! ¡Quémalo, Dabi! -gritó Twice, mientras uno de sus clones comenzaba a correr, dándole la oportunidad a Dabi de lanzar una llamarada gigantesca hacia Hawks.

La explosión de fuego destruyó el lugar, rompiendo las paredes a su alrededor, pero la temperatura abrasadora obligó a Twice a quejarse.

-¡Me quema! ¡Qué frío! -dijo, mientras se alejaba, sin poder comprender la gravedad de la situación.

Dabi le gritó con confianza.

-Tú solo puedes vencer a todos los héroes de aquí... ¡Hazlos pedazos!

Twice, finalmente con algo de confianza, respondió, su voz llena de desesperación pero también de determinación.

-¡Sí!

Chocaron las palmas, sellando la alianza mientras salían rápidamente del lugar, pero al momento de llegar a la salida, Hawks apareció nuevamente, volando entre las llamas con una velocidad asombrosa.

Dabi lo observó con incredulidad.

-Imposible... Salió volando con las llamas y dio toda la vuelta? Es demasiado rápido.

Vio cómo Hawks se acercaba peligrosamente a Twice, con la clara intención de acabar con él.

-¡Fuera de mi camino! -gritó Twice, mientras empujaba a Dabi para intentar escapar.

Pero antes de que Hawks pudiera llegar a Twice, Dabi gritó.

-¡Keigo Takami!

La mención de su verdadero nombre detuvo por un instante a Hawks, quien se quedó en shock al escuchar cómo Dabi conocía su identidad secreta. Ese breve momento de vacilación fue suficiente para que Dabi lanzara otra llamarada hacia el lugar.

Hawks reaccionó rápidamente, elevándose hacia el cielo, mientras pensaba en Twice, quien escapaba a través de un pasadizo.

-¿Quién es este tipo? ¿Cómo sabe mi nombre?

Fuera del lugar, Twice, que caminaba con dificultades, se escuchaba a sí mismo diciendo en voz baja.

-Debo protegerlos a todos... ¡Protégerlos Twice! ¡Protege a tus amigos! Ellos te aceptaron... ¡No puedo morir habiéndolos perjudicado!

Con determinación, logró crear un clon de sí mismo, pero antes de que pudiera hacer más, una figura se movió rápidamente detrás de él. Fue Hawks, que surgió de las llamas con una mirada implacable.

En un solo movimiento, Hawks apuñaló a Twice por la espalda, atravesando su corazón. Twice dejó escapar un último suspiro, su cuerpo cayendo sin vida al suelo, mientras el héroe observaba su caída con una tristeza sombría.

Hawks, apenas recuperándose del esfuerzo de su último movimiento, fue sorprendido por una explosiva llamarada de Dabi, que lo atacó desde las sombras. El impacto lo lanzó al suelo, chamuscado y debilitado, con el sonido de las llamas aún resonando en sus oídos. Antes de que pudiera reaccionar, Dabi se acercó, lo miró con desprecio y le pisó la cara con fuerza.

-Tuviste que haberte preocupado más por mí que por Twice o la Liga. -dijo Dabi, su voz cargada de burla y superioridad.

Desde el suelo, Hawks, con su rostro presionado contra el frío suelo y el ardor de sus heridas quemadas recorriéndolo, lo miró con furia y confusión. Las palabras de Dabi resonaban en su mente, pero lo que más lo perturbaba era lo que había dicho antes: su nombre verdadero.

-¡¿Quién diablos eres tú?! -Dijo, suu voz era rasposa pero cargada de indignación y desorientación.

Dabi no respondió de inmediato. En cambio, inclinó su rostro hacia Hawks con una sonrisa que no mostraba más que un abismo de intenciones desconocidas, una mezcla de burla y misterio que solo encendía aún más la frustración del héroe.

Subterráneo del hospital- 

Mirko estaba en pleno campo de batalla, rodeada por los Nomus High-End, que parecían imparables incluso tras los daños recibidos. Sus músculos estaban tensos, sus heridas abiertas, pero su espíritu seguía firme. Con una patada giratoria a toda velocidad, intentó impactar a uno de ellos directamente en la cabeza, una técnica que ya había derribado a muchos antes. Sin embargo, el Nomu inclinó su cuerpo en el último momento, esquivando el golpe con una precisión inquietante.

-¿Qué...?! -pensó Mirko, aterrizando con un leve tambaleo.

La heroína se detuvo solo un instante para evaluar la situación. Las cicatrices de los ataques previos en los High-End comenzaban a desaparecer mientras sus cuerpos regeneraban las heridas a un ritmo alarmante. Pero lo que la sorprendía no era eso. No se trataba solo de su capacidad de regeneración, sino de algo mucho más peligroso: estaban cambiando.

-No soy yo la que se está debilitando... -reflexionó, mientras esquivaba una ráfaga de ataques cortantes que dejaron marcas profundas en el suelo.

Con cada movimiento que hacía, cada técnica que usaba, los Nomus High-End parecían volverse más eficientes. Aprendían sus patrones, anticipaban sus movimientos, se adaptaban a su velocidad y a la fuerza de sus ataques. La experiencia acumulada en cada combate se reflejaba en sus acciones, como si estuvieran evolucionando en tiempo real.

-"Estos monstruos..." -pensó, apretando los dientes mientras esquivaba otro golpe, esta vez de un quirk que disparaba proyectiles de energía destructiva.

Aunque su cuerpo estaba cubierto de heridas y su respiración se hacía cada vez más pesada, Mirko se conocía mejor que nadie. Sabía que estaba luchando al máximo de su capacidad, manteniendo un rendimiento excepcional pese a sus heridas. Lo que estaba sucediendo no era una cuestión de agotamiento personal:

-Están despertando.

Los Nomus High-End no eran solo amenazas físicas, sino máquinas de batalla diseñadas para aprender y adaptarse. Cada movimiento, cada estrategia que empleaba, era analizado y contrarrestado por esos cuerpos monstruosos, que explotaban sus habilidades al límite de sus capacidades.

-Perfecto... -murmuró Mirko, apretando los puños mientras se preparaba para el próximo asalto, con una sonrisa desafiante en el rostro.

-Si están aprendiendo, tendré que enseñarles lo que significa pelear hasta el final.

La heroína se lanzó hacía los nomus. Sus patadas se movían a velocidades cegadoras, pero los Nomus High-End eran cada vez más rápidos, precisos y letales. Los ataques comenzaron a alcanzarla, cortando su piel y abriendo heridas profundas. A pesar del dolor, su cuerpo no se detenía; cada movimiento estaba lleno de pura determinación.

Consciente de que no podría aguantar mucho más, Mirko decidió priorizar lo más importante: detener al Dr. Garaki antes de que fuera demasiado tarde. Sus piernas, aún firmes pese a las heridas, comenzaron a impulsarla hacia adelante. Esquivando los ataques de los Nomus, recibió más cortes en el proceso, pero su convicción era más fuerte que el dolor.

-¡No voy a caer aquí! -gritó, mientras sus saltos la llevaban cada vez más cerca de su objetivo.

Finalmente, llegó a una habitación donde encontró al Dr. Garaki, que estaba tecleando frenéticamente en un panel. Pero lo que llamó su atención fue lo que estaba al lado de él: una cápsula que contenía a Shigaraki Tomura. Al verlo, una sensación de peligro inminente recorrió todo su cuerpo.

-"El sentido de supervivencia de conejo me lo está gritando... ¡Es peligroso!" -pensó, mientras su mirada se llenaba de determinación.

Sin perder tiempo, Mirko saltó hacia la cápsula con una patada dirigida directamente al cristal.

-¡Nooo! -gritó Garaki, aterrorizado.

El impacto fue devastador. La cápsula se agrietó, pero no lo suficiente para romperla. Mirko sabía que necesitaba más fuerza para destruirla por completo. Antes de poder lanzar otro ataque, unos brazos afilados la alcanzaron, atravesando su pierna y brazo, provocando un grito de dolor.

-¡No voy a rendirme! -gritó, mientras ignoraba el dolor.

Con un último esfuerzo, lanzó su técnica:

-¡Luna Arc!

La fuerza de su patada hizo que las grietas en la cápsula se expandieran aún más, acercándola al punto de ruptura. Sin embargo, los brazos afilados volvieron a golpearla, esta vez tirándola hacia atrás con brutalidad. Su cuerpo herido salió volando de la habitación mientras gritaba con frustración:

-¡Maldición!

Al otro lado del corredor, Endeavor había llegado acompañado de otros héroes como EraserHead, quienes estaban enfrentándose a los Nomus High-End con esfuerzo. Endeavor vio cómo Mirko volaba hacia ellos y la atrapó en el aire, horrorizado al notar el estado de la heroína.

-¡Mirko, resiste! Te cauterizaré la herida... ¡No mueras! -dijo, mientras encendía sus llamas y comenzaba a quemar la herida cerca de su estómago.

Mirko gritó de dolor mientras el proceso la hacía temblar, pero no dejó de mirarlo con ojos llenos de desafío.

Endeavor, mientras trabajaba, pensó:

-"Estaba peleando contra varios de estos Nomus parlantes sola..."

Endeavor terminó de cauterizar las heridas de Mirko, quien, pese al dolor, aún tenía la fuerza para mantenerse consciente. Con una respiración agitada, activó su comunicador para enviar un mensaje urgente a todos los héroes presentes.

-¡Escúchenme! -dijo con firmeza, su voz resonando en el canal de comunicación.

Del otro lado, Crust respondió con alivio:

-¡Estás viva, Mirko! -exclamó, emocionado, con lágrimas en los ojos.

Mirko, ignorando la emoción de su compañero, continuó:

-Shigaraki está metido en una cápsula. Probablemente sea un dispositivo de activación, como lo que pasó con estos Nomus... Ellos despertaron después de una descarga. ¡No dejen que despierte! ¡No es el mismo villano de pacotilla que antes!

Mientras tanto, en otra parte de la base, Aizawa estaba utilizando sus cintas para inmovilizar a un Nomu High-End, mientras su quirk borraba las habilidades de tres más. Su mirada estaba fija en sus enemigos, pero su mente estaba calculando el tiempo.

-En unos momentos vendrán más refuerzos... Sin embargo, esos segundos son cruciales, ¿no? -pensó mientras sus ojos permanecían secos y enfocados.

Dirigiéndose a sus compañeros, gritó con determinación:

-¡Mic! ¡X-Less! ¡Sigan adelante! ¡Crust y yo nos encargaremos de ellos!

Present Mic, sin dudar, respondió:

-¡Entendido!

Present Mic y X-Less comenzaron a correr hacia la ubicación de Shigaraki con toda la velocidad posible. Sin embargo, un Nomu High-End emergió de una esquina, bloqueándoles el camino. Antes de que pudiera atacar, un escudo voló a gran velocidad y golpeó al Nomu, empujándolo hacia atrás.

-¡Sigan adelante! -gritó Crust, colocándose entre el Nomu y los héroes que avanzaban.

Aizawa, mientras luchaba con los otros Nomus, dirigió unas últimas palabras a su amigo:

-¡Cuento contigo, Mic!

Present Mic, mirando hacia adelante con determinación, respondió:

-Lo sé...

Ambos héroes continuaron avanzando hacia su objetivo, mientras Crust y Aizawa mantenían la línea, enfrentando a los feroces Nomus High-End que intentaban detenerlos. La carrera contra el tiempo se hacía más intensa con cada segundo.

En la sala principal del laboratorio, el Doctor Garaki miraba con desesperación los indicadores en la consola. Los niveles de líquido estabilizador bajaban rápidamente. Su rostro reflejaba angustia, y murmuró con desesperación:

-Debo despertarlo antes de que siga perdiendo más líquido... No quiero despertarlo de forma incompleta... ¡Era la cristalización de mi sueño y el de All For One!

Respiró profundo y, con un temblor en sus manos, presionó un botón mientras gritaba:

-¡Da igual... Despierta, Tomura Shigaraki!

Antes de que la descarga eléctrica activara la cápsula, un potente grito resonó en la habitación. Las ondas sónicas destruyeron la cápsula, rompiéndola en mil pedazos y haciendo que el cuerpo inerte de Shigaraki cayera al suelo.

-¡Nooo! -gritó Garaki, con lágrimas en los ojos, viendo cómo su obra maestra parecía arruinada.

Sin detenerse, Present Mic avanzó a toda velocidad, lleno de furia y recuerdos de su juventud junto a Shirakumo. Gritó con fuerza:

-¡DJ Punch!

El golpe de Mic impactó directamente en el rostro del doctor, lanzándolo al suelo con fuerza. Mientras Garaki gemía de dolor, X-Less se acercó rápidamente al cuerpo de Shigaraki, palpándole el cuello para tomarle el pulso.

-Está muerto.

El doctor, desde el suelo y entre lágrimas, murmuró con desesperación:

-Lo induje a un coma para reducir los efectos de la estabilización. El recipiente era un estabilizador y un dispositivo de reanimación.

Garaki comenzó a llorar más fuerte, su cuerpo temblando.

-¡Vivía solo para esto! ¡Se acabó...! ¡Se acabó mi sueño y el de All For One!

Present Mic, con enojo evidente, lo levantó de un brazo y le gritó:

-¡Los Nomus siguen tus órdenes, ¿no?! -Sin esperar respuesta, comenzó a correr con el doctor, mientras le ordenaba- ¡Haz que se detengan!

Mientras tanto, X-Less, que seguía en la sala con el cuerpo de Shigaraki, observó una máquina extraña cerca de la cápsula rota. Se acercó, intrigado.

-¿Qué es esta máquina...? -se preguntó en voz baja.

Mientras Mic llevaba al doctor, Garaki comenzó a hablar, su tono entrecortado pero cargado de tristeza.

-Hace 70 años... La sociedad se burló de mi tesis. Decían que mi teoría sobre los quirks no tenía fundamentos. Por eso la desecharon. Dijeron que, en una época en la que se lucha por la paz, no se debía señalar un futuro donde colapsamos.

Mic, desconcertado, replicó:

-¿Eh?

El doctor continuó, ignorando su reacción:

-La teoría de los quirks que hice se volvió culto para algunas personas...

Mic lo interrumpió, su voz cargada de incredulidad:

-El académico en cuestión desapareció y falleció unos años después. Si viviera, tendría más de 120 años... -Dijo para recordar lo que le paso al doctor cuando Aizawa uso su quirk en él- Ya veo...

El doctor prosiguió:

-Me exiliaron y perdí mi hogar. El único que me tendió la mano fue él. Su porte era impresionante. Su sonrisa era divina... A gente como ellos las llamamos dioses encarnados. Mi quirk, Fuerza Vital, me quitaba movilidad a cambio de duplicar mi esperanza de vida. Se lo entregué sin dudar. El quirk que ahora se alberga en mí es una copia.

Mic, disgustado por cada palabra, pensó:

-No quiero ni tocarlo... La repugnancia ha superado el odio.

Garaki, con una expresión desagradable, añadió:

-Tenía planes para Izuku Midoriya. Sin embargo, desobedecí sus órdenes e hice a ese Nomu para mantenerlo encerrado siempre.

Esto sorprendió a Mic, quien no había visto al Nomu mencionado. Garaki continuó:

-Debe de estar escondiéndose en algún lugar. No quiso contarme qué plan tiene con ese chico, pero era una amenaza para nosotros. Aunque sí me contó parte de su plan... Ahora mismo, él tiene una réplica de su quirk, y el original... se alberga en su sucesor.

En la sala, X-Less, sin saberlo, cometió un error fatal al destruir la máquina que había estado observando. La explosión generó una descarga eléctrica que se extendió a través del líquido estabilizador derramado en el suelo, llegando al cuerpo inerte de Shigaraki.

Un cortocircuito intenso iluminó la habitación, mientras Shigaraki Tomura, que había estado muerto hasta ese momento, abrió los ojos.

¡Shigaraki Tomura ha despertado!

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