Capítulo 31

A la mañana siguiente, Izuku se despertó temprano, sintiéndose sorprendentemente descansado después del largo día anterior. Se levantó de la cama, estirando los brazos mientras el sol apenas comenzaba a iluminar su habitación. Decidido a comenzar el día con energía, se dirigió al baño.

Después de cepillarse los dientes y darse una ducha refrescante, Izuku se vistió con su uniforme escolar. Como de costumbre, no se molestó en peinarse, dejando que su cabello cayera desordenado en su típica melena alborotada. Era una parte de su estilo que había aceptado desde hace tiempo.

Por primera vez en mucho tiempo, Izuku salió de su apartamento con tiempo de sobra, lo que le permitió caminar con calma hacia la clase. El aire fresco de la mañana lo llenó de una energía renovada mientras avanzaba hacia el edificio de la U.A.

Al llegar a la puerta del aula, Izuku se detuvo un momento en el pasillo vacío, sacando su licencia provisional del bolsillo. La sostuvo en sus manos, observando la pequeña tarjeta que representaba tanto esfuerzo, sacrificio, y crecimiento.

Los recuerdos de todo lo que había pasado para llegar a este punto inundaron su mente: las largas noches de patrullaje, los enfrentamientos y las pérdidas dolorosas. Pero también estaban los momentos de triunfo, las amistades forjadas y las lecciones aprendidas.

Mientras miraba la licencia, Izuku sintió una mezcla de orgullo y determinación. Este era un nuevo comienzo, un símbolo de su dedicación y del camino que aún le quedaba por recorrer. Con un profundo suspiro, guardó la tarjeta de nuevo en su bolsillo, sintiendo que estaba listo para enfrentar lo que viniera.

Izuku: Es hora de iniciar un nuevo camino -murmuró para sí mismo, con una sonrisa resuelta en el rostro.

Con esa nueva determinación, Izuku empujó la puerta del aula, listo para enfrentar su futuro con renovada energía.

Al entrar al aula, Izuku encontró el salón sorprendentemente vacío. Solo Momo y Iida estaban allí, como era de esperar de los dos estudiantes más responsables de la clase. Ambos levantaron la vista al verlo entrar.

-¡Buenos días, Midoriya! -lo saludó Iida, con su acostumbrado entusiasmo, haciendo un gesto con la mano para enfatizar su saludo.

Yaoyorozu, sentada en su escritorio organizando algunos papeles, le sonrió amablemente. 

Momo: Buenos días, Midoriya. Llegaste temprano hoy.

Izuku asintió con una sonrisa, sintiéndose un poco más cómodo al ver a sus compañeros. 

-Buenos días, Iida, Yaoyorozu -respondió mientras se dirigía a su asiento.

Aunque el aula estaba tranquila, la presencia de Momo e Iida le daba una sensación de normalidad, algo que apreciaba en medio de todo lo que había estado enfrentando últimamente. Se acomodó en su asiento, listo para el día que comenzaba, sintiendo que el nuevo camino que había decidido emprender estaba lleno de posibilidades.

A medida que pasaban los minutos, el aula comenzó a llenarse gradualmente con la llegada de los demás compañeros de clase. Kirishima y Kaminari fueron los primeros en entrar, charlando animadamente sobre algo que habían visto en el camino. Mineta se unió a ellos poco después, con una expresión pícara en el rostro, mientras intentaba incluirse en la conversación.

-¡Hey, Midoriya! -saludó Kirishima al verlo sentado-. Llegaste temprano hoy, ¡eso es muy varonil!

Izuku sonrió y asintió. 

-Sí, bueno... hoy quería llegar a tiempo-.

Poco a poco, otros compañeros como Uraraka, Tsuyu, y Tokoyami fueron llegando, cada uno saludando a Izuku mientras se dirigían a sus asientos. El aula pronto se llenó de conversaciones y risas, creando una atmósfera familiar y cómoda.

Sin embargo, la animada charla se interrumpió bruscamente cuando la puerta se deslizó hacia un lado y Aizawa entró al salón, su mirada severa y su presencia imponente.

-Bien, todos a sus asientos -ordenó, con su tono habitual, que hizo que el bullicio se desvaneciera de inmediato.

Los estudiantes rápidamente tomaron sus lugares, el silencio llenando el aula mientras esperaban las instrucciones de su profesor. Aizawa observó a la clase con su típica expresión indiferente, asegurándose de que todos estuvieran listos antes de comenzar con la lección del día.

Poco después de que Aizawa ordenara a todos que tomaran asiento, la puerta del aula se deslizó nuevamente, y Bakugo entró, seguido de Todoroki. Ambos parecían estar en su propio mundo, sin prestar demasiada atención a los demás. Bakugo llevaba su habitual expresión de desdén, mientras que Todoroki mantenía su semblante tranquilo, aunque algo distraído.

Bakugo: Hmpf... -gruñó, dirigiéndose a su asiento sin mirar a nadie en particular.

Todoroki, por su parte, asintió levemente hacia Izuku al pasar por su lado, pero no dijo nada, tomando asiento cerca de la ventana. Izuku notó la ligera tensión en Todoroki, probablemente relacionada con su preocupación por su madre, pero decidió no mencionarlo.

El resto de los estudiantes comenzaron a llegar poco después, llenando los últimos asientos del aula. Pronto, toda la clase 1-A estaba presente, el bullicio anterior reemplazado por la expectativa de lo que Aizawa tendría que decirles.

Aizawa los observó a todos, esperando a que la atención estuviera completamente en él antes de comenzar con la lección.

Durante las clases, Midoriya demostró una vez más por qué era uno de los estudiantes más destacados de la clase 1-A. Su enfoque y determinación se reflejaron en cada tarea y ejercicio, sorprendiendo a todos con su habilidad para dominar rápidamente cualquier concepto que se les enseñara. Era evidente que, a pesar de todo lo que había pasado, Izuku estaba sanando de a poco.

Aizawa, aunque normalmente serio y distante, no pudo evitar sentirse satisfecho al ver el progreso de Midoriya. Su mirada severa se suavizó un poco, y asintió con aprobación en varias ocasiones durante la clase, aunque sin mostrarlo abiertamente.

Los compañeros de clase de Midoriya también se sintieron inspirados y animados por su rendimiento. Momo e Iida intercambiaron miradas de orgullo, sabiendo que su amigo estaba de vuelta en plena forma. Incluso Uraraka, a pesar de los recientes sentimientos encontrados que había experimentado, no pudo evitar sonreír al ver a Izuku brillar.

Bakugo, desde su asiento, observaba en silencio. Aunque su expresión permanecía dura y concentrada, una pequeña sonrisa se asomó brevemente en su rostro. Sin embargo, casi de inmediato, sus ojos reflejaron una mezcla de culpa y pesar. Sabía que gran parte de lo que Midoriya había pasado era consecuencia de sus propios errores y actitudes del pasado. Aunque no lo expresara abiertamente, una parte de él se sentía responsable por lo que su amigo había tenido que enfrentar.

El día continuó, con Midoriya sobresaliendo en todas las asignaturas, y aunque la tensión aún estaba presente en el aula, había un sentimiento de esperanza renovada en el aire.

El timbre del almuerzo resonó por los pasillos de la U.A., marcando el final de las clases de la mañana. Izuku decidió que, después de un largo tiempo de aislamiento, era hora de compartir un momento con sus amigos. Con su bandeja en mano, se dirigió al comedor donde ya se encontraban algunos de sus compañeros reunidos en una mesa grande.

Iida, Todoroki, Momo, Kirishima, Kaminari, Mineta, Mina, Uraraka, y Tsuyu ya estaban sentados, charlando animadamente. Al ver llegar a Izuku, todos lo recibieron con sonrisas y saludos cálidos. Él se unió a ellos, ocupando un lugar junto a Iida y Todoroki.

La conversación en la mesa era ligera y llena de risas. Hablaron de cosas triviales, como las últimas películas que habían visto, las bromas que Kirishima y Kaminari intentaban hacer, y las locuras que Mineta había presenciado en la clase de héroes. Mina se quejaba de lo difícil que había sido el último entrenamiento, mientras Tsuyu, con su calma habitual, compartía algunas observaciones sobre los próximos exámenes.

En medio de la conversación, Uraraka aprovechó la oportunidad para felicitar a Izuku por su progreso reciente. 

Uraraka: Midoriya, has estado increíble en clase hoy. Es genial verte tan motivado de nuevo," dijo con una sonrisa brillante.

Momo asintió, añadiendo: 

-Es cierto, Midoriya. Es impresionante cómo te has recuperado tan rápido. Estoy segura de que todos estamos orgullosos de ti.-

Incluso Todoroki, que había estado más reservada, asintió ligeramente. 

-Sí, lo has hecho muy bien.-

Kirishima, siempre entusiasta, levantó su puño en un gesto de ánimo. 

-¡Eso es lo que espero de ti, Midoriya! ¡Eres realmente "varonil"!

Kaminari, con su sonrisa despreocupada, comentó: 

-Definitivamente has subido de nivel, bro. ¡Sigue así!-

Izuku, un poco abrumado por tanto apoyo, sonrió mientras se rascaba la nuca. 

-Gracias, chicos. En serio, significa mucho para mí. Todos ustedes me han ayudado más de lo que pueden imaginar.-

El ambiente en la mesa era cálido y acogedor, lleno de camaradería y amistad. Mientras seguían comiendo y conversando, Izuku no pudo evitar sentirse afortunado de tener amigos que lo apoyaban incondicionalmente. A pesar de las dificultades y los desafíos que había enfrentado, en ese momento, rodeado de sus compañeros, se sintió en paz.

Al regresar a clase, los estudiantes se enteran de que hoy no habrá clase de heroísmo debido a un descanso relacionado con las licencias provisionales. Solo tendrán clases normales durante el día. Tras escuchar el anuncio, los estudiantes se dispersan, y Izuku decide dar una vuelta por los alrededores para despejarse un poco.

Mientras se dirige hacia la salida, es interceptado por Monoma, quien aparece con su característico aire de superioridad.

-¿Qué tal, Midoriya? -dice Monoma con una sonrisa burlona-. Me imagino que estás disfrutando tu nuevo estatus de héroe provisional. ¿Te has dado cuenta de que, por mucho que te esfuerces, siempre fracasaras una y otra vez?

Izuku, con una expresión seria, lo mira fijamente. Está a punto de responder, pero antes de que pueda decir algo, Kendo aparece de la nada y le lanza un golpe a Monoma, haciéndolo tambalear.

-¡Basta, Monoma! -dice Kendo con firmeza-. No tienes por qué estar molestando a Midoriya. Ven conmigo, tengo algo que pedirte.

Kendo se acerca a Izuku y, con un tono más amable, le dice:

-Midoriya, ¿podrías hacerme un favor? Necesito que entregues una carta a Nezu. Es algo importante y no tengo tiempo para hacerlo yo misma. ¿Te molestaría?

Izuku asiente con una sonrisa y acepta el favor. Agradecido por el gesto y el apoyo de Kendo, toma la carta y se dirige hacia la oficina de Nezu. Mientras tanto, Monoma, visiblemente frustrado, se aleja murmurando para sí mismo.

Izuku se encamina hacia la oficina de Nezu, pensando en cómo el día, que había empezado como una oportunidad para relajarse, se había transformado en una ocasión para ayudar a un compañero. Al llegar a la oficina, entrega la carta a Nezu, quien le agradece y lo despide con una sonrisa.

Izuku se dirige hacia la oficina de Nezu, la cual está situada en una de las áreas más tranquilas del edificio. Al llegar, se detiene frente a la puerta y toca suavemente antes de entrar.

-Adelante -se escucha la voz de Nezu desde el interior.

Izuku abre la puerta y entra al despacho. Nezu, el director, está detrás de su escritorio, revisando algunos documentos. Al ver a Izuku, su rostro se ilumina con una sonrisa.

-¡Ah, Midoriya! -exclama Nezu con entusiasmo-. ¡Felicidades por obtener tu licencia provisional! Es un gran logro y estoy muy orgulloso de ti.

Izuku sonríe, algo aliviado por el elogio.

-Gracias, director. -Izuku se acerca al escritorio y le entrega la carta a Nezu-. Kendo me pidió que le entregara esta carta. Dijo que era importante.

Nezu toma la carta con curiosidad y la examina brevemente antes de abrirla.

-Gracias por entregarla, Midoriya. -Nezu la lee rápidamente, su expresión cambia de curiosidad a aprobación-. Esta carta contiene una solicitud para revisar algunos procedimientos internos. Es un buen recordatorio de cómo nuestra escuela sigue creciendo y evolucionando.

Con una sonrisa, Nezu mira a Izuku.

-De nuevo, felicitaciones por tu licencia provisional. Estoy seguro de que harás un gran trabajo. Tu dedicación y esfuerzo son ejemplares, y estoy emocionado de ver cómo sigues desarrollándote como héroe.

Izuku asiente, sintiéndose más motivado y animado por las palabras de Nezu.

-Gracias, Nezu. Haré mi mejor esfuerzo.

Nezu asiente con satisfacción y le dice:

-Si necesitas algo más o tienes alguna pregunta, no dudes en venir a verme. Ahora, sigue con tu día. Estoy seguro de que tienes muchas cosas interesantes por delante.

Izuku se despide y sale de la oficina de Nezu, sintiéndose renovado y listo para enfrentar el resto del día. Con la carta entregada y el ánimo elevado, se dirige hacia el área de descanso, pensando en cómo aprovechar al máximo el tiempo libre que le queda.

Después de que Izuku decidiera caminar durante unas horas, el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y anaranjados. Izuku caminaba por el parque, disfrutando del fresco aire del atardecer. Mientras camina, ve a Shouka saliendo del hospital psiquiátrico. La nota de preocupación en su rostro es visible, y al notar la presencia de Izuku, su expresión se vuelve aún más seria.

Izuku se acerca a ella con una sonrisa amigable.

-¡Hola, Todoroki! -Dijo el peliverde saludándola-. ¿Cómo estuvo la visita a tu madre?

Shouka lo mira, algo sorprendida, pero asiente lentamente.

-Fue... bien. -Dijo, para parecer que está dudando-. ¿Qué estás haciendo aquí?

Izuku se encoge de hombros con una sonrisa.

-Simplemente dando una vuelta. Me preguntaba si te gustaría acompañarme por un rato, si no estás ocupada.

Shouka parece pensativa por un momento, luego asiente con una leve sonrisa.

-Está bien. -Responde finalmente-. Vamos.

Ambos se dirigen hacia el parque cercano y compran helados. El ambiente es relajado, y mientras caminan, Shouka le pregunta a Izuku cómo ha estado.

-Parece que estás muy feliz últimamente -dice ella, mientras se detienen para sentarse en un banco del parque.

Izuku sonríe.

-Sí, me siento mucho mejor que antes.

Mientras disfrutan de sus helados, el atardecer da paso a la noche. Deciden caminar por el centro de la ciudad, disfrutando de la vida nocturna. Sin embargo, a medida que pasan junto a las pantallas y televisores instalados en el área, Izuku y Shouka notan que la atmósfera cambia.

En las pantallas, las imágenes de un homenaje a All Might terminan, y de repente, las transmisiones cambian a una serie de comerciales y reportajes en contra de Izuku. Los titulares y las imágenes en los noticieros muestran una campaña negativa dirigida hacia él. Los reporteros discuten sobre la "amenaza" que representa Izuku para la sociedad, con comentarios y críticas que lo pintan de manera negativa.

Izuku se detiene en seco, su rostro se vuelve serio al ver los anuncios. Shouka nota el cambio en su expresión y le pregunta preocupada.

-¿Qué está pasando?

Izuku frunce el ceño, observando los anuncios con una mezcla de incredulidad y preocupación.

-Esto... esto es lo que Tsukauchi me advirtió. -dijo con voz tensa-. Están empezando a difundir información negativa sobre mí.

Shouka mira a Izuku con empatía.

-Lo siento, Midoriya. No tenía idea de que esto iba a suceder. Pero no dejes que te afecte demasiado. A veces, la verdad se oculta tras las mentiras.

Izuku asiente lentamente, tomando un profundo respiro para calmarse.

-Sí, tienes razón. Solo tengo que concentrarme en hacer mi trabajo y seguir adelante. No puedo retroceder ahora.

Shouka le sonríe.

Ambos en silencio seguían observando las pantallas que transmiten la campaña negativa contra Izuku. La preocupación es evidente en el rostro de Izuku, pero su atención es abruptamente captada por un canal de noticias cercano.

En el estudio del canal, los reporteros discuten animadamente sobre las recientes críticas y el impacto de Izuku en la sociedad. La tensión en el estudio es palpable, y el tono de los reporteros es cada vez más feroz y acusador.

-Es inaceptable que alguien con un poder tan destructivo como el de Izuku Midoriya esté en el camino para convertirse en un héroe -dice uno de los reporteros con voz firme.

-Sí, y la reciente publicidad es solo el comienzo. Este es un problema serio que debe ser abordado -añade otro.

De repente, el teléfono en el estudio suena. Un reportero contesta la llamada en vivo, y la cámara muestra a una mujer con una actitud imponente y decidida.

-¿Quién está en la línea? -pregunta uno de los reporteros.

-¡Hola! -responde la mujer con voz enérgica-. Soy Mitsuki Bakugo. He estado escuchando sus tonterías y no puedo quedarme callada.

Los reporteros se miran sorprendidos, sin saber qué esperar.

-¿Qué es lo que quiere decir? -pregunta uno de ellos, tratando de mantener la compostura.

Mitsuki, sin dejarse intimidar, empieza a hablar con firmeza.

-Escuchen, yo conozco bien a Izuku Midoriya, y puedo decirles que el chico es un verdadero héroe. Lo que están diciendo es una completa injusticia. Quizás puede ser un bruto a veces, pero incluso él sabe el valor de las personas.

Uno de los reporteros intenta interrumpirla.

-Señora Bakugo, no estamos aquí para escuchar sus mentiras, es imposible que conozca a ese tal Midor-

Mitsuki no lo deja terminar.

-¡No me importa! Lo que me importa es que están arruinando la reputación de alguien que trabaja duro para hacer el bien. Y déjenme decirles algo más: ¡si quieren hablar mal de alguien, deberían mirar más allá de lo que aparece en las noticias!

El tono de Mitsuki es desafiante, y los reporteros intentan recuperar el control del programa, pero la determinación en la voz de Mitsuki es innegable. Los reporteros no logran cortar su intervención, y la discusión se vuelve cada vez más caótica.

Izuku, al escuchar y ver la escena, no puede evitar sonreír con gratitud y admiración. Mira a Shouka, que está igualmente sorprendida, Izuku dice con una sonrisa.

Izuku: Tía Mitsuki...

Shouka lo observa con curiosidad.

-¿La conoces?

Izuku asiente, todavía sonriendo.

-Sí, es la madre de Bakugo. Es conocida por ser bastante... directa. Me alegra que esté defendiendo la verdad.

Mientras la discusión en el canal de noticias continúa, Izuku siente un pequeño alivio. Aunque la campaña negativa está en marcha, el apoyo inesperado de Mitsuki le da un rayo de esperanza. Shouka, al ver la reacción de Izuku, le da una palmada en la espalda en señal de apoyo.

-Parece que tienes a alguien que te respalda, incluso si no lo esperabas.

Izuku asiente, agradecido por el apoyo y la valentía de Mitsuki, y ambos continúan su paseo por la ciudad, con el ánimo un poco levantado y la determinación renovada.

Mientras caminaban por el centro de la ciudad, notan que la gente empieza a fijarse en Izuku. Las pantallas en las tiendas y edificios cercanos transmiten las noticias y el tono ha cambiado bruscamente. Aunque la intervención de Mitsuki Bakugo ha llamado la atención, la respuesta de la gente no es la esperada.

Los transeúntes se detienen y observan a Izuku con miradas curiosas y, en algunos casos, con recelo. La noticia de última hora ha causado un revuelo, pero no parece haber ganado el apoyo que Izuku esperaba.

-Mira, es Izuku Midoriya -murmura una mujer, mostrando una mezcla de sorpresa y desconfianza.

-Sí, es él. No puedo creer que esté aquí después de todo lo que dijeron en las noticias -responde su acompañante, sin ocultar su escepticismo.

La gente murmura entre sí, y aunque la defensa de Mitsuki ha causado algo de revuelo, no parece haber alterado las opiniones negativas prevalentes. La mayoría sigue observando a Izuku con una mezcla de curiosidad y desaprobación.

Todoroki, notando la reacción hostil de la multitud, se dirige a Izuku con una expresión preocupada.

Shouka: Parece que, a pesar de la intervención de la madre de Bakugo, la gente sigue sin estar dispuesta a cambiar su opinión sobre ti.

Izuku, con una expresión estoica, observa las miradas despectivas sin inmutarse.

-Sí, lo veo -responde Izuku con una calma distante-. No esperaba que una sola intervención cambiara todo. La opinión pública es difícil de alterar, y sé que no siempre se puede controlar.

Shouka asiente, comprendiendo la perspectiva de Izuku.

-Lo importante es que sigas haciendo lo correcto. No podemos controlar lo que piensan los demás, pero sí podemos continuar con nuestras acciones y demostrar nuestro verdadero valor.

Izuku asiente en señal de agradecimiento hacia Shouka, y continúa su camino. Aunque el apoyo de Mitsuki no ha tenido el impacto esperado, Izuku permanece enfocado y decidido a seguir adelante, sin dejar que las opiniones negativas lo desvíen de su propósito.

En su agencia, Endeavor se encuentra frente a varias pantallas de televisión, cada una mostrando diferentes canales de noticias. La programación está saturada con informes y comentarios negativos sobre Izuku Midoriya. Endeavor, con una expresión de sorpresa y preocupación, observa la difusión continua de difamación.

Uno de los reporteros en el canal de noticias grita a la cámara:

-El reciente examen de licencia provisional ha revelado facetas preocupantes sobre el joven héroe Izuku Midoriya. Su comportamiento durante la prueba ha generado inquietudes sobre su idoneidad para llevar la licencia provisional.

Otro canal muestra imágenes de Izuku en diferentes situaciones, acompañadas de comentarios negativos.

-Las acciones de Midoriya en el examen han sido objeto de críticas severas, y ahora hay serias dudas sobre su capacidad para manejar el papel de héroe. Este tipo de comportamiento pone en riesgo a los ciudadanos que deben proteger.

Endeavor se frota la frente con una mano, visiblemente perturbado. Se siente incómodo al ver la cantidad de información negativa sobre Midoriya, especialmente después de la intervención de Mitsuki Bakugo en la televisión. Aunque Mitsuki defendió a Izuku con fervor, el impacto de su intervención parece haber sido mínimo.

Endeavor: No puedo creer que la situación haya escalado hasta este punto -murmuraba para sí mismo-. Parece que la difamación ha ido más allá de lo esperado.

Mientras observa, su expresión cambia de sorpresa a una mezcla de determinación y preocupación. Se da cuenta de que, a pesar de sus propios conflictos con Izuku y su relación complicada con la familia Bakugo, la situación actual podría tener repercusiones más amplias.

-Es necesario hacer algo -dice Endeavor en voz baja-. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras esto sucede.

Decidido a abordar la situación, Endeavor se levanta de su asiento y empieza a hacer llamadas para organizar una reunión con los principales medios de comunicación y planear una estrategia para contrarrestar la difamación, buscando maneras de manejar la crisis de manera que no empeore la imagen pública de los héroes y de Izuku Midoriya.

Nezu se encuentra en su despacho, rodeado de papeles y archivos, cuando decide sintonizar algunos canales de noticias para mantenerse al tanto de los eventos recientes. La pantalla muestra una continua y feroz campaña de difamación contra Izuku Midoriya. Las noticias se suceden con reportajes, opiniones negativas y acusaciones, todos lanzados con un tono alarmista y sensacionalista.

Nezu, con su expresión de roedor en alerta máxima, observa el despliegue de información negativa. Sus orejas puntiagudas se mueven levemente en señal de incomodidad.

-Increíble... -murmura Nezu mientras ajusta sus gafas-. No me esperaba una campaña de difamación tan excesiva. Esas noticias están inundando todos los canales.

Se levanta de su escritorio, visiblemente preocupado, y comienza a caminar de un lado a otro de su despacho. La frustración es evidente en su rostro.

-Los políticos están usando los recursos de los impuestos para lanzar estas campañas estúpidas contra un joven héroe -continúa, con un tono de irritación-. No solo es una estrategia para desviar la atención de otros problemas, sino que también busca desacreditar a alguien que ha demostrado ser digno de la licencia provisional.

Nezu se detiene frente a una ventana, mirando hacia el campus de U.A. con una expresión grave.

-Los políticos están empleando toda su influencia para manipular la opinión pública en contra de Midoriya -añade-. Esto no es solo una cuestión de noticias, es una maniobra calculada para socavar la confianza en nuestros héroes jóvenes y desviar la atención de cuestiones más importantes.

Decide que es el momento de actuar. Aunque el papel de Nezu como director de U.A. implica mantener una imagen de imparcialidad, está claro que siente una responsabilidad personal para proteger a sus estudiantes y enfrentar esta injusticia.

-Debo tomar medidas -dice Nezu con determinación-. Esto no puede continuar sin respuesta. Vamos a trabajar en una estrategia para contrarrestar esta difamación y restaurar la verdad.

All For One se encuentra en un oscuro y opulento despacho, la atmósfera cargada de una presencia ominosa. Las luces tenues iluminan su rostro encapuchado mientras mira la pantalla de televisión frente a él. En la pantalla, los canales de noticias continúan con su feroz campaña de difamación contra Izuku Midoriya, presentándolo como una amenaza y un villano potencial.

All For One se ríe con una risa gutural y siniestra, disfrutando del espectáculo que se despliega ante él.

-¡Ja, ja, ja! -se ríe con entusiasmo-. ¡Qué deliciosa ironía! Todo está saliendo perfectamente según lo planeado. La caída de este joven héroe es un espectáculo digno de ver. Las piezas se están moviendo exactamente como lo quería.

Mientras All For One sigue riendo, Shigaraki, que está en una esquina del despacho, observa la televisión con una expresión furiosa. Sus manos están apretadas en puños, y sus ojos brillan con rabia.

Shigaraki: ¡¿Qué demonios está pasando?! -exclamó, su voz cargada de furia-. ¿Por qué el mocoso está en el centro de todas estas noticias? ¡Lo odio!

All For One detiene su risa al escuchar el descontento de Shigaraki. Se vuelve hacia él con una expresión de calma calculadora.

-Paciencia, Tomura -dice All For One, su voz suave pero firme-. No permitas que tu ira te ciegue. Este es solo el comienzo. El caos y la confusión que estamos sembrando contribuirán a nuestros objetivos. Observa y aprende cómo se juega este juego. El destino de los héroes no está escrito, y aún tenemos mucho que hacer.

Shigaraki se esfuerza por calmarse, pero su enojo sigue latente, mientras All For One regresa a contemplar el despliegue mediático, disfrutando de cada momento de la caída de Izuku Midoriya y planeando los siguientes pasos en su maquiavélico esquema.

Izuku y Shouka vuelven al apartamento de la U.A bajo la atenta mirada de los transeúntes que murmuran y lanzan miradas de desaprobación. El ambiente en la calle está tenso, cargado de un sentimiento de animadversión hacia Izuku, alimentado por la campaña de difamación que ha sacudido a la ciudad.

Al llegar al edificio de la U.A, se encuentran con varios de sus compañeros que están en la entrada, esperando para ver a Izuku. Momo, Iida, Uraraka, y los demás se agrupan alrededor de ellos, visiblemente preocupados y confundidos.

-¿Qué demonios está pasando? -pregunta Iida, con el ceño fruncido, mientras mira a Izuku con preocupación.

-¡Sí! ¿Por qué te están mirando así? -añade Uraraka, su voz temblando ligeramente.

Izuku, con una expresión seria y un tono cansado, les explica:

-Los políticos están usando la situación para atacar mi imagen. La campaña en mi contra está en todos los canales de noticias. Están manipulando la opinión pública y tratando de hacerme ver como una amenaza. Parece que quieren usarme como un chivo expiatorio para sus propios intereses.

Las reacciones de sus compañeros varían desde la sorpresa hasta la indignación. Momo se acerca a Izuku con una expresión de preocupación.

-No podemos permitir que esto te afecte, Midoriya. Es una estrategia para hacerte dudar de ti mismo y para dividirnos. Tenemos que mantenernos unidos y apoyarte.

-¡Exacto! —añade Kirishima, con un tono firme-. No puedes dejar que eso te derrumbe. Estamos aquí para ti.

Todoroki asiente en acuerdo, mirando a Izuku con una mezcla de comprensión y determinación.

Shouka: Esto es solo una maniobra para desestabilizarnos. No podemos permitir que nos afecte. Vamos a enfrentarlo juntos.

Izuku agradece el apoyo de sus compañeros, aunque una sombra de preocupación aún permanece en su rostro. Mientras se dirige hacia el interior del apartamento, siente el peso de la situación, pero también el respaldo incondicional de sus amigos.

A medida que entran al apartamento y se preparan para enfrentar el resto del día, la presión de la campaña en su contra sigue presente, pero la fuerza y unidad de su grupo les dan una esperanza para enfrentar los desafíos que se les avecinan.

Bakugo, con una determinación inquebrantable y un aire de incomodidad que intenta ocultar, observa a Izuku. A pesar de la tensión que se respira en el apartamento, Bakugo decide armarse de valor... después de tanto tiempo había decidido que iba a hablarle. Se aproxima a Izuku con paso firme, llamando la atención de todos los presentes.

-¡Oye, Izuku! -Dijo para llamar al peliverde por su nombre, su voz es áspera, pero su tono tiene una firmeza que no deja lugar a dudas-. Sal afuera. Necesito hablar contigo.

El resto de los compañeros se quedan en silencio, sorprendidos por la repentina solicitud de Bakugo. Izuku, igualmente sorprendido, se queda inmóvil por un momento, antes de levantarse lentamente y dirigirse hacia la puerta, siguiendo a Bakugo bajo las miradas inquisitivas de sus amigos.

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