Capítulo 29

Cuando el grupo de estudiantes se preparaba para el examen de la licencia provisional, Izuku Midoriya, Shouka Todoroki y Katsuki Bakugo decidieron separarse del resto. A medida que se alejaban del grupo, cada uno de ellos tenía un objetivo claro en mente: enfrentarse al desafío de forma individual, sin la preocupación de proteger a los demás ni de poner en riesgo a sus compañeros.

Iida: ¡Chicos, no se separen! ¡Movámonos como un grupo!

Uraraka: ¡Sí!

Bakugo: ¡Tonterías, esto no es un viaje al campo! -Dijo mientras se alejaba de sus compañeros-

Kirishima: ¡Idiota, espera! -Dijo para seguir a Bakugo- 

Iida: ¡Kirishima!

Shouka: Yo también me voy por mi cuenta. -Dijo la bicolor- Es difícil para mí usar mi quirk en un grupo amplio. -Dijo mientras se alejaba de sus compañeros- 

-Bakugo... Todoroki...- Pensó el peliverde mientras los veía irse. 

Mineta: ¡Midoriya, no queda tiempo! ¡Muévete! 

Izuku: Lo siento, chicos... pero, tengo la misma razón que Todoroki para separarme del grupo. -Dijo mientras con una pelota en la mano empezaba a caminar alejándose de ellos- 

Así, los tres se separaron del grupo y se dirigió a diferentes áreas del estadio. La elección de separarse también tenía sentido estratégico. Sabían que sus poderes podrían resultar peligrosos si estaban demasiado cerca de los otros aspirantes o si tenían que ser usados en un entorno con mucha gente alrededor. Además, enfrentarse a los desafíos por separado les permitiría evaluar su rendimiento individual y enfrentarse a los enemigos de forma más directa.

Izuku Midoriya avanzaba por el estadio con una expresión fría y determinada. Sostenía una pelota en la mano, lista para ser lanzada. Sin embargo, a medida que caminaba, comenzó a notar algo inquietante. La arena del estadio estaba vacía, y no había signos de los demás aspirantes.

-No encuentro a nadie... ¿Dónde están todos?- Pensó el peliverde. 

A medida que avanzaba, Izuku comenzó a entender la razón de su soledad. Todos los estudiantes de otras academias se habían escondido. La preocupación y el miedo se reflejaban en sus rostros al ver a Izuku, recordando las historias de su habilidad y la reciente pelea contra All For One. Sabían que enfrentarse a él era una idea temeraria.

El peliverde avanzaba con pasos tranquilos, sosteniendo una pelota en su mano, pero su expresión seguía siendo fría y calculadora. Mientras exploraba el área vacía del estadio, un leve sentimiento de satisfacción comenzó a formarse en su interior al darse cuenta de que todos los aspirantes de otras academias estaban escondidos, temerosos de enfrentarse a él. Era evidente que su reputación y poder habían dejado una impresión duradera.

-Así que todos se están escondiendo porque me temen. Supongo que es... algo satisfactorio saber que mi presencia solo es suficiente para hacer que todos se echen atrás-. Pensaba el peliverde.

Sin embargo, mientras continuaba su búsqueda, no encontró a nadie. La zona seguía desierta, lo que comenzó a cansarlo. Frustrado por la falta de acción y el reto que no llegaba, Izuku decidió tomar una medida drástica para asegurarse de que no había ningún estudiante en los alrededores.

Con un movimiento sutil, comenzó a flotar en el aire. Las vendas de sus ojos, que habitualmente ocultaban sus hermosos ojos, fueron quitadas por su mano. La vista que se desplegó ante él era una que solo unos pocos habían tenido el privilegio de ver: la hermosa construcción que estaba hecha para esto, era linda y gigante. 

Desde esa posición elevada, Izuku podía observar con precisión los rincones y escondites del estadio. La habilidad le permitía ver a través de obstáculos y detectar las presencias ocultas con una claridad sorprendente. Sus Seis Ojos escudriñaban el entorno mientras flotaba, buscando cualquier señal de actividad entre los competidores que estaban escondidos.

-Ahora, con esta perspectiva, debería ser fácil detectar a cualquiera que esté escondido-.

Con su visión aguda, comenzó a rastrear cada rincón del estadio. A medida que la búsqueda avanzaba, su concentración se mantenía firme, buscando las señales más pequeñas que pudieran delatar la ubicación de los estudiantes ocultos. Aunque sabía que algunos podrían estar más hábiles en el arte del sigilo, la ventaja de sus Seis Ojos le ofrecía una ventaja considerable.

Izuku continuó su búsqueda con renovada determinación. La combinación de su capacidad para flotar y su visión mejorada le permitía cubrir una gran área en poco tiempo. Era consciente de que el examen no se trataba solo de encontrar y neutralizar a los otros aspirantes, sino también de demostrar su capacidad para adaptarse y superar los desafíos que se presentaran.

Mientras tanto, las sombras de los estudiantes escondidos, si es que había alguno cerca, eran cada vez más fáciles de discernir. La búsqueda estaba lejos de ser sencilla, pero con su poder y enfoque renovado, Izuku estaba listo para enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino.

Los estudiantes de otras academias estaban profundamente aterrorizados. El simple hecho de que Izuku Midoriya estuviera en la misma área parecía suficiente para que el pánico se apoderara de ellos. Todos habían escuchado historias sobre la feroz habilidad del peliverde y su lucha contra villanos temibles, lo que solo aumentaba su temor.

Dentro de un edificio cercano, Camie Utsushimi estaba completamente inmovilizada. Sin embargo, el miedo no era propio de la Camie real, sino de Toga Himiko, quien había tomado su lugar para esta prueba. La falsa Camie se escondía en un rincón oscuro del edificio, temblando de miedo. Había visto de primera mano el poder abrumador de Izuku y estaba aterrorizada ante la posibilidad de ser descubierta.

-No puedo creer que me haya metido en esto. ¿Qué hago si él realmente viene aquí? No puedo enfrentar a alguien como él. ¡¿Qué hago?!

Toga sabía que Izuku había eliminado a varios adversarios en el pasado, y con su capacidad para detectar a los demás con sus Seis Ojos, no tenía ninguna intención de correr el riesgo de ser descubierta. Su corazón latía con fuerza mientras trataba de mantener la calma y no hacer ningún sonido que pudiera traicionarla.

-Si él me encuentra, no tendré ninguna posibilidad. Debo encontrar de conseguir sangre sin ser vista.

Desde su escondite, Toga intentó escuchar cualquier señal de movimiento afuera, esperando desesperadamente que Izuku pasara de largo sin notarla. Su miedo era palpable, ya que el riesgo de ser descubierta no solo significaba el fin de su misión, sino también un enfrentamiento que ella no estaba preparada para manejar.

-¿Has visto lo que está pasando? Todos están hablando de cómo ese tal Izuku Midoriya es tan poderoso que nadie quiere enfrentarse a él-. Dijo un estudiante escondido junto a otro

-Sí, he visto lo mismo. La verdad, solo quiero salir de aquí y no tener que lidiar con él. Dijo el otro estudiante.

Mientras los demás estudiantes se escondían y discutían en murmullos asustados, el silencio en el edificio donde Toga se encontraba era inquietante. Cada crujido o sonido en el exterior parecía amplificarse en sus oídos, alimentando su ansiedad.

A medida que Izuku continuaba su búsqueda con sus Seis Ojos, su presencia se sentía casi omnipresente. Aunque aún no había encontrado a Toga, el sentimiento de peligro y la desesperación entre los estudiantes escondidos era evidente. La situación era claramente tensa, y el miedo colectivo solo aumentaba con cada momento que pasaba sin que se diera con los escondites.

Izuku, por su parte, estaba a punto de girar hacia el edificio donde Toga se escondía, con sus Seis Ojos podría encontrarla en un instante si eso sucedía. La tensión en el aire era palpable, y el pánico de Toga era evidente incluso desde su escondite. El pequeño edificio parecía un refugio frágil en el mar de terror que la rodeaba.

De repente, un fuerte temblor en el suelo y una ráfaga de viento inusual hicieron que Izuku se detuviera en seco. Desde el suelo emergió una figura con un quirk poderoso. Un joven bastante alto se acercó a Izuku, llamando su atención de manera efectiva.

Inasa: ¡Hey, tú! ¡El gran héroe en formación! ¡Ven aquí y demuestra lo que puedes hacer!

Inasa, conocido por su quirk de viento extremadamente potente, había estado observando a Izuku desde una distancia segura. Aunque estaba impresionado por la habilidad de Izuku, también estaba ansioso por poner a prueba su propio quirk contra alguien tan formidable.

Izuku: ¿Quién eres tú? ¿Por qué me estás llamando?

Inasa: Soy Inasa Yoarashi. Quiero ver cómo manejas esto. ¡No puedes seguir buscando sin enfrentarte a mí primero!

El aire alrededor de Inasa comenzó a girar y a intensificarse mientras utilizaba su quirk, creando ráfagas de viento que se movían en todas direcciones. La presión de su poder era palpable, y aunque Izuku estaba intrigado por el desafío, entendió que esto era una oportunidad para enfrentar a un oponente diferente.

Toga, aún escondida y aterrorizada, sintió un pequeño alivio al ver que la atención de Izuku se había desviado hacia Inasa. Aprovechó el momento para tratar de reponerse y buscar una salida, manteniéndose lo más quieta posible mientras miraba con ansiedad la confrontación que se desarrollaba.

Inasa: ¡Ven y muestra tus habilidades! ¡No te preocupes por los demás! ¡Solo enfócate en mí!

Izuku se ajustó, preparándose para enfrentar a Inasa. El desafío que le presentaba era una prueba interesante, y a pesar de la tensión en el aire, estaba decidido a enfrentarlo con la misma intensidad que había usado para su búsqueda. Sus Seis Ojos aún podían detectar a los otros estudiantes escondidos, pero por ahora, el enfrentamiento con Inasa era lo que más llamaba su atención.

Izuku: Admiro tu coraje. Vamos a ver qué tienes.

Con una determinación renovada, Izuku se preparó para el combate, mientras Inasa mantenía su postura desafiante. La batalla entre ambos héroes en formación prometía ser intensa, y Toga, aunque aliviada por el momento, sabía que su situación seguía siendo precaria.

Inasa, con una sonrisa confiada, concentró su quirk para preparar un ataque impresionante. Un torbellino de viento se formó a su alrededor, y con un movimiento poderoso, lanzó el tornado hacia Izuku. Pero este no era un tornado común; estaba lleno de pelotas que se dirigían directamente hacia las dianas que Izuku se había colocado.

Inasa: ¡Aquí va mi ataque! ¡Prepárate para enfrentarlo!

El tornado avanzó rápidamente, y las pelotas comenzaron a volar a alta velocidad hacia Izuku. Este, confiado en su habilidad para usar el infinito para protegerse, se preparó para enfrentar el ataque.

El infinito hizo su trabajo, cubriendo a Izuku y bloqueando las pelotas en su trayecto. La fuerza del tornado hizo que el aire girara y se intensificara, pero la barrera de infinito se mantuvo firme, creando una protección completa.

El tornado, con su carga de pelotas, envolvió a Izuku en una nube de viento y esferas. A medida que el viento se disipaba, la imagen de Izuku rodeado de pelotas se hizo visible. Aunque las pelotas habían golpeado la barrera de infinito, no lograron atravesarla ni perturbar la protección de Izuku.

Inasa: ¿Qué? ¡No logró recibir un solo golpe!

El viento finalmente se calmó, revelando a Izuku en el centro, rodeado de pelotas que habían sido detenidas por su infinito. El desafío había sido menos efectivo de lo que Inasa había esperado, y a pesar de la intensidad de su ataque, no había logrado penetrar la defensa de Izuku.

Izuku, rodeado de las pelotas dispersas por el tornado, decidió después de 1 semana la nueva habilidad que había conseguido. Extendió su mano, y con 1 dedo extendido justo abajo de su mentón, comenzó a aparecer un orbe rojo. La luz roja que irradiaba de su quirk comenzó a envolver las pelotas que estaban a su alrededor, y un destello brillante iluminó el área.

Izuku: Rotación Inversa: Rojo... -Dijo para liberar el rojo- 

Las pelotas, previamente esparcidas, comenzaron a moverse con increíble velocidad, como si fueran proyectiles lanzados en una ráfaga imparable. El rojo tuvo tanto poder en su repulsión que transformó a las pelotas en una lluvia de pelotas que se lanzaban hacia todos los rincones del área de prueba. El viento arrastraba las pelotas a gran velocidad, creando una tormenta caótica de esferas en movimiento.

Para los otros estudiantes que estaban en los alrededores, la escena era aterradora. Desde sus escondites, observaban con miedo cómo las pelotas volaban en todas direcciones, haciendo que el suelo temblara con el impacto de cada una. La lluvia de pelotas era tan intensa que parecía que el cielo mismo había sido invadido por un torrente de esferas enloquecidas.

-¡Es una lluvia de pelotas! ¡Tenemos que encontrar refugio!- Gritó un estudiante.

-¡No podemos quedarnos aquí! ¡Esto es una locura!- Gritó otro estudiante.

El pánico se desató entre los estudiantes mientras buscaban desesperadamente un lugar seguro para protegerse del bombardeo constante de pelotas. Las estructuras cercanas se convirtieron en refugios improvisados, y muchos se ocultaron detrás de paredes o estructuras para evitar ser golpeados por la lluvia de proyectiles.

Inasa, aunque impresionado por la capacidad de Izuku para manipular el ataque, no pudo evitar sentirse preocupado por el efecto que estaba teniendo sobre los demás participantes. La demostración de poder de Izuku no solo estaba probando su propia habilidad, sino también generando una atmósfera de terror entre los aspirantes a héroe.

Inasa: ¡Vaya! ¡Eso es un nivel de poder que no esperaba!

Toga, escondida en el edificio, sintió un escalofrío recorrer su espalda al ver el caos desatado. La lluvia de pelotas hacía que su escondite pareciera aún más vulnerable, y su miedo crecía mientras pensaba en cómo escapar de la situación sin ser detectada.

Izuku, observando el desorden que había causado, sintió una mezcla de satisfacción y reflexión. Aunque había demostrado su poder, también estaba consciente de cómo su habilidad podía afectar a otros, y eso le hizo pensar en las implicaciones de su fuerza en el contexto de la prueba.

Izuku, habiendo demostrado su poder con la lluvia de pelotas, se desplazó con agilidad y apareció de repente detrás de Inasa, quien estaba intentando recuperarse del impacto. La aparición repentina de Izuku tomó a Inasa completamente por sorpresa, y el joven héroe aspirante dio un salto involuntario ante la presencia inesperada.

-Admiro tu coraje, necesitamos más héroes como tú, así que no te eliminaré-. Dijo el peliverde con una voz fría. 

Inasa, al escuchar estas palabras, sintió un gran alivio. La amenaza constante que había sentido se desvaneció un poco, y una pequeña sonrisa de gratitud apareció en su rostro. Sin embargo, la tensión seguía presente en el aire.

-Pero, no puedo dejar pasar que me hayas desafiado.-

De repente, dos pelotas comenzaron a moverse hacia Inasa, atraídas creados por el Azul de Izuku, y se dirigieron rápidamente hacia dos dianas de Inasa. Este no tuvo tiempo para reaccionar y vio cómo las pelotas impactaban en las dianas, marcándolas ráidamente.

Izuku: Si vuelves a intentar desafiarme de vuelta, no tendré más piedad.

Inasa, con solo una diana restante y claramente sorprendido por la habilidad de Izuku para manejar las pelotas con tanta precisión, asintió rápidamente. Su rostro reflejaba tanto la preocupación como la determinación de no volver a desafiar al peliverde.

Inasa: Entiendo... No volveré a desafiarte.

Izuku lo miró con una expresión de indiferencia y, después de asegurarse de que su mensaje había sido recibido claramente, se dio la vuelta y continuó su búsqueda. Mientras se alejaba, los demás estudiantes que habían presenciado la escena estaban en silencio, asimilando la demostración de poder y autoridad que Izuku acababa de mostrar.

-Vieron eso? ¡Es increíble! ¿Cómo se puede desafiar a alguien así?- Dijo un estudiante a la distancia. 

La atmósfera en el área se volvió aún más tensa mientras los estudiantes intentaban comprender la magnitud de lo que acababa de ocurrir. Izuku, habiendo dejado su marca en el examen provisional, continuó su camino, sabiendo que su presencia y su habilidad estaban dejando una impresión duradera en todos los aspirantes.

Después de que la lluvia de pelotas creada por el tornado de Inasa se disipó, Izuku observó el campo con una mirada calculadora. La impresión que había dejado había causado un profundo impacto en los otros participantes. La tensión en el aire era palpable, y los aspirantes se mantenían ocultos, temerosos de enfrentar el poder del peliverde.

Izuku se movió con rapidez y precisión, utilizando sus Seis Ojos para detectar los movimientos más pequeños y las señales de los aspirantes escondidos. Su capacidad para percibir todo a su alrededor era evidente mientras recorría el área en busca de los que aún quedaban.

Primero, localizó a un joven que estaba agachado detrás de una estructura de concreto. Sin dudarlo, Izuku levantó su mano y, usando su azul, lanzó una pelota que fue atraída hacía las dianas del joven, marcando su eliminación. Antes de que el aspirante pudiera reaccionar, Izuku ya había detectado otro participante escondido en una esquina de un edificio cercano.

Con la misma rapidez y precisión, Izuku marcó las tres dianas del segundo participante lanzando 3 pelotas , eliminándolo sin esfuerzo, después de todo el peliverde tenía una gran puntería. Ambos aspirantes miraron atónitos, sin entender cómo habían sido encontrados y eliminados tan rápidamente.

Izuku: No hay tiempo que perder. -Murmurando para sí mismo-

Mero: Izuku Midoriya ha eliminado a 2 personas y ha aprobado. -Dijo con un comunicador- 

Antes de que Mero, pudiera descansar... le llegó otra notificación donde otro estudiante había aprobado. 

Mero: ¡Inasa Yoarashi ha eliminado a 120 participantes! ¡Eso es una cifra realmente impresionante! Parece que tenemos un fuerte competidor entre nosotros.

El anuncio sorprendió a muchos de los aspirantes y espectadores presentes, que no esperaban que alguien pudiera lograr tal hazaña en tan poco tiempo. Inasa, después de su enfrentamiento con Izuku, había demostrado su capacidad al eliminar a una gran cantidad de sus oponentes, mostrando un talento impresionante.

Con la primera fase concluyendo, el tiempo avanzó rápidamente y ahora estaban esperando a la segunda fase del examen. En la sala de espera para la segunda fase del examen de licencia provisional, la tensión estaba en su punto máximo. Los estudiantes de la clase 1-A se agrupaban, conversando entre ellos y compartiendo sus experiencias de la primera fase. Izuku, sin embargo, se mantenía apartado en una esquina del lugar, con las vendas aún cubriendo sus ojos. Aunque no podía usar sus Seis Ojos para identificar los quirks de los demás por tener los ojos tapados, su presencia seguía siendo notable.

Camie, que en realidad era Toga disfrazada, se mantenía en la otra punta del cuarto, rodeada de sus compañeros de Shiketsu. Se sentía incómoda y vigilada, preocupada por la posibilidad de ser descubierta, especialmente por Izuku. Su preocupación aumentaba al ver que el peliverde estaba tan cerca y podría, en cualquier momento, identificarla si levantaba las vendas.

Izuku, mientras observaba el entorno con una calma tensa, comenzó a acercarse a Todoroki. Su expresión mostraba una mezcla de arrepentimiento y determinación, una imagen contrastante con el aire frío que había estado manejando.

En el centro del amplio cuarto de espera, los estudiantes de la clase 1-A estaban en sus respectivas conversaciones, pero el ambiente estaba cargado de nervios y expectativa por la segunda fase del examen de licencia provisional. Izuku seguía en su esquina, con las vendas cubriendo sus ojos, evitando el contacto visual con la mayoría.

Todoroki, que había estado hablando con algunos compañeros, notó a Izuku acercándose hacia ella. Aunque estaba dispuesta a aceptar la disculpa de Izuku, no podía evitar sentir confusión respecto al cambio de actitud que él había mostrado en los últimos días.

Izuku: Todoroki... quiero disculparme por mi comportamiento reciente. Me he dado cuenta de que te he tratado mal, y no era mi intención.

Todoroki se giró hacia Izuku, su expresión aún fría pero menos tajante. Respondió de una manera que indicaba que estaba dispuesta a aceptar las disculpas, aunque su tono reflejaba una falta de comprensión total.

Shouka: Está bien. Solo... trata de no comportarte de esa manera con los demás. -Su tono era bastante seco- 

A pesar de la respuesta aceptable de Todoroki, Izuku parecía insatisfecho. Su rostro mostraba una mezcla de frustración y arrepentimiento, algo que Todoroki notó. La frialdad que había mostrado Izuku en los últimos días parecía estar desvaneciéndose, y la transformación en su actitud estaba causando más confusión que claridad.

Izuku: ¿Solo está bien? Pensé que podríamos hablar más sobre lo que está pasando. No quiero seguir siendo el mismo que fui antes, pero siento que mis disculpas no están siendo aceptadas del todo. -Dijo con frustración-

Todoroki, al escuchar la frustración en la voz de Izuku, frunció el ceño. Su confusión crecía. No entendía por qué Izuku, que hace unos días estaba tan frío y distante, ahora parecía estar haciendo un esfuerzo tan sincero por cambiar. La inconsistencia en el comportamiento de Izuku le resultaba desconcertante.

Shouka: No entiendo por qué estás siendo más amable ahora. Hace unos días estabas tan distante y frío, y ahora tratas de disculparte y mostrarte diferente. ¿Qué ha cambiado?

Izuku, sorprendido por la pregunta directa, se quedó en silencio por un momento. Estaba intentando entender su propio cambio y cómo explicarlo de manera que Todoroki pudiera entender. La lucha interna que enfrentaba no era algo fácil de verbalizar.

Izuku: No sé cómo explicarlo exactamente. Solo... después de todo lo que ha pasado, he empezado a darme cuenta de que mi forma de actuar no era la correcta. Me di cuenta de que estaba alejando a las personas y no quería seguir así. Estoy tratando de cambiar, pero no es algo que pueda hacer de la noche a la mañana.

Todoroki escuchó atentamente, aunque su confusión no se disipó por completo. Ella estaba tratando de entender el proceso interno de Izuku, pero seguía sin poder comprender del todo la razón detrás de su cambio tan repentino.

Shouka: Está bien. Solo espero que realmente te esfuerces por ser diferente. No es fácil, pero debes demostrar que has cambiado con el tiempo.

Izuku asintió, sabiendo que aún tenía mucho trabajo por hacer para cambiar la percepción que los demás tenían de él. Agradeció la comprensión de Todoroki, aunque sabía que tendría que demostrar su cambio con acciones, no solo con palabras.

Mientras la conversación se desarrollaba, Camie, o más bien Toga, seguía oculta en la distancia. La tensión seguía aumentando, y la segunda fase del examen estaba a punto de comenzar, con todos los estudiantes y sus inquietudes preparadas para enfrentar los desafíos que se avecinaban.

Uraraka observaba la escena desde la distancia. Aunque intentaba mantener su atención en la charla que tenía con algunos compañeros, no podía evitar que sus ojos se desviaran hacia la interacción entre Izuku y Todoroki. Una punzada de celos comenzó a crecer en su interior, aunque trataba de reprimirla.

-¿Por qué me siento así...? Son solo amigos... Todoroki y él siempre han tenido una buena relación... pero... ¿Por qué me afecta tanto?- Era lo que pensaba. 

Los pensamientos de Uraraka la llevaron de vuelta a una conversación que había tenido con Aoyama días antes. Recordaba claramente cómo él, con su usual carisma y percepción aguda, había mencionado que ella tenía sentimientos por Izuku. En ese momento, lo había negado rápidamente, pero ahora, viendo la interacción entre Izuku y Todoroki, se daba cuenta de que Aoyama podría haber tenido razón.

Flashback

Aoyama: Uraraka, mon amie... ¿no crees que tu corazón late un poco más rápido cuando estás cerca de Midoriya?

Uraraka se sonrojó de inmediato, negando con la cabeza.

Uraraka: ¡¿Qué estás diciendo, Aoyama?! ¡Somos solo amigos, nada más!

Aoyama rió suavemente, pero sus ojos brillaban con una certeza que Uraraka no podía ignorar.

Aoyama: Amour, no hay nada de malo en sentir algo más por alguien. De hecho, es hermoso. Y creo que Midoriya tiene suerte de tener a alguien como tú cerca.

Fin del flashback

Volviendo al presente, Uraraka se encontró reflexionando sobre esas palabras. Sabía que sus sentimientos por Izuku eran más fuertes de lo que había querido admitir. Y ahora, viendo cómo Izuku intentaba disculparse con Todoroki, un sentimiento de inseguridad la invadía.

-¿Será que realmente me gusta Midoriya...? No quiero que esto afecte nuestra amistad... pero, ¿y si Midoriya siente algo por Todoroki? No sé qué hacer...- Seguía pensando. 

La confusión y los celos se mezclaban en su interior, mientras intentaba mantener una expresión neutral. Sin embargo, su mente no podía evitar volver a la posibilidad de que sus sentimientos por Izuku fueran más profundos de lo que había pensado. A medida que el grupo se preparaba para la siguiente fase del examen, Uraraka decidió que tendría que confrontar esos sentimientos en algún momento, aunque no estaba segura de cómo ni cuándo.

Shouka Todoroki, aún procesando su interacción con Izuku, decidió alejarse un poco para aclarar sus pensamientos. Al levantar la vista, notó que Inasa estaba solo, más adelante, con una expresión seria en su rostro. Decidió acercarse a él para entender por qué la miraba de esa manera.

Shouka: Oye, el de la cabeza afeitada... ¿te hice algo? Es que noto que me miras mal, y no entiendo por qué...

Inasa giró la cabeza hacia ella, sus ojos reflejaban una mezcla de emociones. Con un tono serio y directo, respondió:

Inasa: ¿Eh?

Shouka se sorprendió por la frialdad en su voz, pero mantuvo la calma mientras esperaba una explicación. Inasa continuó, sin rodeos:

Inasa: Bueno, lo siento, hija de Endeavor... Pero odio a las personas como tú. -Dijo completamente serio- 

Las palabras golpearon a Shouka con fuerza, dejándola momentáneamente en shock. No esperaba una respuesta tan directa y llena de resentimiento. A lo lejos, Izuku, que estaba observando la escena, también se sorprendió. No conocía la historia entre Inasa y la familia Todoroki, pero la tensión en el ambiente era palpable.

Shouka, intentando procesar lo que acababa de escuchar, sintió una mezcla de confusión y dolor. Había enfrentado muchos desafíos debido a la reputación de su padre, pero cada vez que alguien la juzgaba por ello, el peso se volvía más difícil de soportar. Sin embargo, decidió no mostrar debilidad y, con una voz firme, le respondió a Inasa:

Shouka: No soy mi padre. No deberías juzgarme por lo que él ha hecho.

Inasa la miró durante unos segundos más, pero no respondió. En lugar de eso, simplemente apartó la vista, como si la conversación no tuviera más sentido para él. Shouka, aunque herida, decidió no insistir más. Izuku, por su parte, observaba con una mezcla de preocupación y empatía, consciente de que, a pesar de todo, Shouka seguía luchando con las sombras del pasado de su familia.

La segunda fase del examen de licencias provisionales comenzó con una simulación de un escenario de desastre masivo. Los edificios estaban derrumbados, escombros por todas partes, y los gritos de personas pidiendo ayuda resonaban en el ambiente. Izuku, decidido a participar con seriedad, se encontraba solo, buscando sobrevivientes entre la destrucción.

Mientras caminaba entre los escombros, escuchó el llanto de un niño. Al girar la esquina de un edificio parcialmente derrumbado, lo vio acurrucado en el suelo, sosteniendo su pierna y llorando desesperadamente.

-¡Me duele, me duele! ¡Mi abuelo ha sido aplastado!- Gritaba el niño llorando y con dolor

Izuku, con su semblante frío y calculador, se acercó al niño, manteniendo la calma. Sin embargo, en lugar de consolarlo de inmediato, le preguntó directamente:

Izuku: ¿Qué pasó? -Dijo con un semblante serio- 

El niño, al escuchar la pregunta, dejó de llorar de repente y levantó la vista, su rostro cambió de expresión al mostrar una mezcla de enojo y frustración.

-¡¿En serio?! ¡Estoy herido y mi abuelo ha sido aplastado! ¡Y lo primero que haces es preguntarme eso!-

Izuku se quedó paralizado por un instante, sin comprender del todo la reacción del niño. Pero antes de que pudiera responder, el niño continuó, revelando algo que sorprendió al peliverde.

-Soy un examinador. En esta prueba, evaluamos cómo priorizan las situaciones de emergencia. Y tú, lo primero que haces es preguntar qué pasó, en lugar de ayudar. Eso te costará puntos.

Izuku: ¿Eh? -Dijo sorprendido- 

Izuku, que siempre había sido minucioso en su enfoque, no se esperaba que los examinadores estuvieran mezclados entre los heridos y evaluaran cada una de sus acciones. La revelación lo tomó por sorpresa, y por un momento, su seguridad tambaleó.

Mientras el niño-examinador se levantaba para seguir con su rol, Izuku reflexionaba sobre la situación. Aunque había mantenido su compostura, sabía que debía ajustar su enfoque. Esta prueba no se trataba solo de derrotar a villanos o salvar vidas; se trataba de cómo lo hacía y de las decisiones que tomaba en el proceso.

El examen estaba resultando más complejo de lo que había anticipado, y tendría que adaptarse rápidamente si quería superarlo... después de todo ahora mismo no le gustaba decir palabras de aliento hacía las personas. 

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