Capítulo 22
Izuku Midoriya se encontraba en el interior de una limusina de la U.A., un vehículo que reflejaba la opulencia y el poder de la academia. Las ventanas tintadas permitían solo una visión parcial del mundo exterior, un mundo que ahora parecía lejano y frío para él. El peliverde se sentó en uno de los asientos, con la cabeza gacha y los hombros encorvados, sumido en un mar de pensamientos oscuros y dolorosos. La derrota y la pérdida de sus seres queridos aún pesaban como una losa sobre su corazón, y el peso de su responsabilidad parecía insuperable.
Nezu, el director de la U.A., se sentó frente a él, intentando romper el silencio que había invadido el vehículo. A pesar de su pequeña estatura y su apariencia de ratón, su presencia era imponente y llena de calidez. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos por ofrecer palabras de consuelo, no parecía que pudiera alcanzar el corazón herido de Izuku.
Nezu: Midoriya -comenzó el director, su tono suave y comprensivo-, sé que esto ha sido extremadamente difícil para ti. La batalla fue feroz, y has enfrentado cosas que ningún joven debería tener que enfrentar. Pero quiero que sepas que estamos aquí para apoyarte. La U.A. siempre ha sido y siempre será tu hogar.
Izuku permaneció en silencio, mirando por la ventana sin realmente ver el paisaje que pasaba rápidamente. Sus pensamientos eran un torbellino de dolor y arrepentimiento, y las palabras de Nezu parecían no encontrar eco en su mente atormentada.
Nezu: A veces, hablar puede ayudar a aclarar los pensamientos -continuó Nezu, intentando conectar con él-. ¿Hay algo en particular que te preocupe? ¿Alguna forma en la que pueda asistirte mientras te adaptas a esta nueva etapa de tu vida?
A pesar de los intentos de Nezu, Izuku no respondió. Su mente estaba atrapada en un ciclo de recuerdos y culpabilidad. Pensaba en Knuckleduster, en su madre, en All Might. La responsabilidad de sus muertes y la carga de sus propias decisiones lo estaban aplastando. La limusina avanzaba lentamente, llevando a Izuku hacia un destino que aún no podía aceptar ni comprender completamente.
Finalmente, el vehículo se detuvo frente a los imponentes edificios de la U.A. El lugar, normalmente lleno de vida y actividad, ahora tenía una atmósfera de solemnidad que parecía reflejar el estado de ánimo de Izuku. Nezu hizo un gesto hacia la puerta, invitando a Izuku a salir.
-Estamos aquí -anunció Nezu con un tono esperanzador-. Vamos, saldremos a caminar un poco antes de entrar al campus. Quizás el aire fresco te ayude a despejarte.
Izuku salió de la limusina, sus pasos pesados y su mirada fija en el suelo. A medida que avanzaba hacia la entrada del edificio, el silencio de la ciudad y el aire fresco contrastaban con la atmósfera tensa que había dejado atrás. De repente, al girar una esquina, chocó con una presencia imponente.
Endeavor, el actual héroe número 1 (aunque aún no era anunciado) y futuro rostro de la protección de Japón, estaba allí, con su figura alta y su capa ondeando al viento. Los ojos de Endeavor se encontraron con los de Izuku, y en ese instante, las tensiones y responsabilidades que ambos llevaban se hicieron palpables. Endeavor, conocido por su fuerza y determinación, estaba ahora en la posición de proteger y guiar a una nación herida. Izuku, por su parte, estaba cargado con el peso de su propio potencial y el dolor de sus pérdidas.
Endeavor no parecía estar en su mejor momento. Su rostro reflejaba una mezcla de agotamiento y preocupación. Al ver a Izuku, sus labios se curvaron en una mueca que no era exactamente una sonrisa, pero sí una expresión de comprensión.
Endeavor: Midoriya -dijo Endeavor con un tono grave sin decirle mocoso por primera vez-. He estado siguiendo todo lo que ha pasado. No puedo decir que entiendo completamente lo que has pasado, pero puedo ver el peso que llevas sobre tus hombros.
Izuku levantó la mirada lentamente, encontrando en los ojos de Endeavor una intensidad que no había esperado. Endeavor, con su presencia imponente, parecía un héroe formidable, pero también un hombre que cargaba con sus propias cicatrices.
-No quería ser el héroe número 1 así -dijo Endeavor, su voz llena de pesar-. Quería superar a All Might, pero no de esta manera. Pasé mi vida persiguiendo ese objetivo y, en el proceso, arruiné a mi familia. Ahora, con All Might... con su pérdida... siento que todo esto ha sido en vano.
Izuku escuchó en silencio, sintiendo un eco de sus propios sentimientos de pérdida y desesperanza. Endeavor continuó:
-Mi vida ha estado marcada por una búsqueda de poder y reconocimiento. No deseo que sigas ese camino. Busca tu felicidad, Midoriya. No permitas que el dolor y la responsabilidad te consuman. A veces, es en la búsqueda de nuestra propia felicidad donde encontramos la fuerza para seguir adelante.
Las palabras de Endeavor resonaron en el corazón de Izuku. Aunque el héroe número 1 tenía su propio peso que cargar, ofrecía una perspectiva que, de alguna manera, era alentadora. Izuku, aún sumido en su dolor, comenzó a comprender que tal vez había un camino hacia adelante, uno que implicara encontrar un equilibrio entre sus responsabilidades y su propio bienestar.
-¿Realmente es Endeavor? Parece una persona completamente diferente- Pensó el peliverde.
Nezu, que había estado observando la interacción desde un costado, se acercó para unir su voz a la conversación.
-Midoriya, tienes un futuro por delante, uno en el que puedes encontrar tu propio camino. La U.A. está aquí para apoyarte, y así como Endeavor ha mencionado, buscar tu felicidad puede ser una parte importante de tu viaje.
Izuku miró a ambos hombres, sintiendo una ligera chispa de esperanza en medio de su dolor. Aunque el camino por delante era incierto y lleno de desafíos, al menos sabía que no estaba solo en su lucha. La ciudad de Tokio, con sus luces y sombras, se extendía ante él, y aunque el futuro parecía abrumador, había una pequeña esperanza en medio de la oscuridad.
Nezu: Bien, sigueme -Dijo el director con un tono amable- Te llevare a los dormitorios. -Dijo para empezar a caminar-
El peliverde, todavía cargado con el peso de las recientes pérdidas y el dolor en su corazón, siguió a Nezu por los pasillos de uno de los edificios de la U.A. En un intento de ofrecerle un nuevo comienzo, Nezu lo guiaba hacia su nuevo apartamento, un lugar diseñado para descubrir quien era el traidor.
Las luces de los pasillos brillaban suavemente, creando un ambiente cálido y acogedor. Nezu, con su pequeño cuerpo ágil y su actitud siempre positiva, habló en un tono tranquilizador mientras avanzaban.
Nezu: Este es uno de los nuevos apartamentos que hemos construido para nuestros estudiantes. Está diseñado para proporcionar un espacio cómodo y privado, ideal para quienes necesitan tiempo para recuperarse y encontrar su propio ritmo... ¡Heights Alliance!
Izuku miró a su alrededor con una mezcla de curiosidad y desánimo. Aunque estaba agradecido por la preocupación y el esfuerzo de la U.A., no podía evitar sentirse distante y desconectado. La reciente derrota y las tragedias personales aún pesaban fuertemente sobre él.
Finalmente, llegaron frente a una puerta que Nezu abrió con una sonrisa.
-Aquí estamos. Este será tu nuevo hogar -anunció Nezu con entusiasmo—. Espero que te sientas a gusto aquí y que este lugar te brinde algo de paz mientras te recuperas. También vendrán tus compañeros... Aunque creo que eso ya era obvio.
Izuku entró en el apartamento y se encontró con un espacio bien iluminado y cuidadosamente diseñado. Las paredes estaban pintadas en tonos suaves, y los muebles eran simples pero elegantes. Había una pequeña sala de estar, una cocina compacta y un dormitorio, todo dispuesto para ofrecer comodidad y funcionalidad. Las ventanas, grandes y panorámicas, permitían que la luz natural entrara, ofreciendo una vista panorámica de la ciudad que se extendía a lo lejos.
Izuku: Es muy bonito -dijo el peliverde, aunque su voz sonaba vacía-. Gracias por esto, Nezu.
Nezu asintió, observando a Izuku con una mezcla de comprensión y preocupación.
-No es nada, Midoriya. Solo queremos que te sientas seguro y respaldado mientras pasas por esto. Recuerda, la U.A. siempre será tu hogar, y estamos aquí para ti.
Izuku caminó por el apartamento, explorando cada rincón mientras reflexionaba sobre lo que le esperaba. A pesar de las apariencias, su mente seguía nublada por el dolor y la tristeza. La visión de su madre, Knuckleduster y All Might seguía fresca en su mente, y la idea de seguir adelante parecía casi inalcanzable.
Se detuvo junto a una ventana, mirando la ciudad que se extendía ante él. La luz del atardecer bañaba los edificios en tonos dorados y anaranjados, y aunque la vista era hermosa, no podía despejar la nube de tristeza que lo envolvía.
Nezu se acercó a Izuku, colocándole una mano en el hombro de manera reconfortante.
Nezu: No tienes que enfrentar esto solo. Si alguna vez necesitas hablar o simplemente estar en compañía, siempre estaremos aquí. Este apartamento es tu espacio, pero el apoyo de tus amigos y de la U.A. está siempre disponible.
Izuku asintió lentamente, sintiendo un leve consuelo en las palabras de Nezu. Aunque el camino hacia adelante parecía desalentador, saber que había un lugar donde podía estar seguro y rodeado de apoyo ofrecía un rayo de esperanza en medio de su oscuridad.
Con un suspiro profundo, Izuku se dirigió a la ventana y observó el horizonte, preguntándose si algún día podría encontrar la paz y la esperanza que tanto anhelaba. Mientras el sol se ocultaba en el horizonte, sintió que el primer paso hacia la recuperación había comenzado, aunque el viaje aún era largo y lleno de incertidumbre.
Nezu miró a Izuku con una sonrisa cálida y comprensiva.
-Bueno, Midoriya, me alegra que te guste el lugar. Mañana será un día importante, ya que comienzan las clases. Te animo a que no faltes; es una oportunidad para volver a conectarte con tus compañeros y comenzar a encontrar un nuevo propósito. -Nezu se acercó a la puerta, agregando-. Necesito ir a coordinar algunos detalles con las familias de los estudiantes para que puedan mudarse aquí también. Si necesitas algo, no dudes en pedírmelo.
Izuku asintió, aunque su mente aún estaba en otro lugar. Nezu salió del apartamento, dejándolo solo para enfrentarse a sus pensamientos. El silencio del lugar le dio espacio para reflexionar y sentir la enormidad de su situación.
Se sentó en el sofá, mirando alrededor del apartamento que ahora era su nuevo hogar. Las paredes aún parecían vacías, y la serenidad del lugar solo acentuaba la turbulencia interna que sentía. A pesar del esfuerzo de Nezu y la U.A. para proporcionarle un refugio, Izuku no podía evitar sentirse perdido y desconectado.
Con el tiempo estancado y el anhelo de hacer algo para distraerse, Izuku comenzó a recorrer el apartamento. Recorrió las habitaciones una y otra vez, inspeccionando cada rincón con la esperanza de encontrar algún tipo de respuesta o distracción. El apartamento era funcional y cómodo, pero no le ofrecía el consuelo que buscaba.
Finalmente, se detuvo junto a la ventana, mirando hacia la ciudad mientras el cielo se oscurecía gradualmente. Las luces de la ciudad comenzaron a parpadear, creando un espectáculo de luces que parecía inalcanzable en su estado actual. Las calles estaban tranquilas, y la vista parecía ser un reflejo de su propia mente: vacía y desolada.
Mientras el tiempo pasaba, Izuku se perdió en sus pensamientos, y la sensación de vacío se hizo más prominente. Su mente repasaba una y otra vez los eventos recientes, cada pérdida y cada error, preguntándose si alguna vez podría encontrar una manera de superar la tristeza y el remordimiento.
La noche avanzó, y finalmente Izuku se tumbó en la cama, intentando encontrar algo de descanso. Aunque estaba agotado, el sueño no llegaba fácilmente. Las imágenes de sus seres queridos, las peleas y las derrotas seguían presentes, atormentándolo en cada momento de calma.
La sensación de soledad se hizo más intensa a medida que la noche avanzaba, y el hecho de que el nuevo comienzo que le ofrecía la U.A. pareciera tan distante y casi irreal solo acentuaba su desesperación.
Izuku sabía que el día siguiente traería nuevas responsabilidades y oportunidades, pero en ese momento, solo podía aferrarse a la esperanza de que, con el tiempo, encontraría una manera de reconstruir su vida y dar sentido a todo lo que había pasado. Mientras el silencio de la noche envolvía el apartamento, Izuku cerró los ojos y permitió que el sueño, por fin, lo reclamara, con la esperanza de que el nuevo día le ofreciera una chispa de esperanza y la fuerza para seguir adelante.
Al día siguiente-
Estaban todos los alumnos de la clase 1-A menos Izuku Midoriya, todos estaban frente al edificio donde se mudarían... Pero su profesor Shota Aizawa los interrumpió.
Aizawa: Por ahora, es suficiente alegría haber sido capaces de conseguir que toda la clase 1-A esté de nuevo completa.
Kaminari: Escuche que Midoriya estaría aquí... pero no lo veo. ¿Alguien escuchó en dónde está?
Mineta, con una mirada de desánimo, respondió:
Mineta: Es normal... ¿Quién estaría de humor para venir aquí después de todo eso? Debe estar pasando un mal momento.
Bakugo, que había estado escuchando la conversación, frunció el ceño. Su rostro mostraba una mezcla de preocupación y frustración. No podía entender por qué no habían visto a Izuku aún.
Bakugo: Profesor... ¿Dónde... dónde está Midoriya? -preguntó con voz dura, pero cargada de una preocupación genuina-
Jirou: -susurrándole a Mina- ¿Lo has oído? Lo ha llamado Midoriya.
Mina: Es cierto... -Dijo murmurando-
Aizawa, que estaba revisando algunos documentos cerca de la entrada, levantó la vista y miró a Bakugo con una expresión seria.
-Midoriya está dentro del apartamento. Necesita tiempo para adaptarse y recuperarse. Nezu me ha dicho que es mejor dejarlo en paz por ahora, para que pueda encontrar su propio ritmo y manejar sus emociones.
Bakugo frunció el ceño, claramente frustrado por la respuesta. Aunque entendía la necesidad de espacio, no podía evitar sentir una profunda preocupación por su compañero.
-¿Y cuándo va a volver a las clases? -preguntó Bakugo, con un tono que no dejaba lugar a duda de su preocupación.
Aizawa suspiró.
Aizawa: Me gustaría saberlo, pero es mejor que no lo molesten por el momento. -Dijo para cambiar de tema- Ahora les explicaré brevemente algunas cosas del apartamento, pero antes...
La respuesta de Aizawa no parecía calmar del todo a Bakugo, pero al menos le daba una idea de la situación. La preocupación de los demás estudiantes era palpable, y la conversación pronto giró en torno a cómo podían apoyar a Izuku a su manera.
Aizawa: Nuestra intención actual es centrarnos en conseguir las licencias provisionales que estábamos planeando que obtuvieran durante el campamento de entrenamiento.
Sato: Ah, sí, ¡dijieron algo sobre de eso!
Aizawa: Pero como ya saben, pasaron demasiadas cosas, así que olvídenlo. -Dijo para ponerse serio- Esto es importante escuchar...
-Kirishima, Yaoyorozu, Todoroki, Iida y Midoriya aunque no este presente... Esos cinco son los que fueron a salvar a Bakugo aquella noche-
Lo que dijo el vigilante hizo que una peliverde se sintiera mal, más concretamente Tsuyu Asui.
-Sus reacciones me dicen que todos los sabían, voy a ignorar todos los problemas que tenemos y decir esto: si no fuera por la muerte de All Might, los expulsaría a todos menos a Bakugo, Jirou y Hagakure.-
Después de seguir con el gran sermón de Aizawa, todos los alumnos estaban reflexionando lo que habían hecho, pero Bakugo comenzó a mirar a Kirishima.
En un movimiento rápido Bakugo agarró de la camisa a Kaminari, para llevárselo lejos a un arbusto
Bakugo: Ven aquí... -Dijo mientras se llevaba a Kaminari a la fuerza a los arbustos-
Kaminari: ¿Eh? ¿Qué? ¡No! -Dijo para empezar a usar su electricidad en medio de los arbustos causando la confusión de todos los presentes-
Después de unos segundos de electricidad, salió Kaminari de los arbustos con el cerebro completamente "frito" y con una expresión estúpida, para seguido de este salir Bakugo, y caminar hacía Kirishima.
Bakugo: Kirishima...
Kirishima: ¿Eh?
El peliceniza sacó dinero y se lo ofreció a Kirishima.
Kirishima: -Con sorpresa- ¡Eh! ¡¿Le estabas robando?!
Bakugo: ¡No! Son mis ahorros. -Dijo con fastidio- Usaste todo tu dinero, ¿no?
Kirishima: ¿Dónde me escuchaste decir que compré unas gafas de visión nocturna...?
Dijo para ser interrumpido porque Bakugo le dejó el dinero en sus manos, para empezar a caminar hacía la entrada del apartamento.
Bakugo: Si sigues gastando mucho y ahorrando mucho harás que me sienta mal. Sé el anormal de siempre.
Todos los estudiantes comenzaron a reír, mientras esto sucedía, el profesor Aizawa había presenciado toda la escena:
-Supongo que a veces es necesario soltarse un poco...- Pensó viendo la escena.
Kirishima: ¡Lo siento, chicos! Esto no va a arreglar todo, ¡pero compremos "yakiniku" para cenar con este dinero!
-¡¿En serio?! ¡Hurra!- Dijeron todos los alumnos
Unas horas después-
Los estudiantes habían decidido ingresar al apartamento todos juntos, para ver en que lugar empezarían a vivir a partir de ahora.
Aizawa: Cada edificio del apartamento alberga a una clase. Chicas a la izquierda y chicos a la derecha. Pero en primera planta están las zonas comunes. El comedor los baños y la lavandería están en esta planta.
Sero: ¡Hasta hay un patio!
Mina: ¡Cuanto espacio! ¡Y qué limpio! ¡Y hay un sofa!
Uraraka: ¡Es como una mansión! -Dijo cayendo al suelo-
Iida: ¡Uraraka!
Mineta: ¿He escuchado bien? -Dijo con una mirada pervertida- ¿Los baños y la lavandería están en la zona común? -Dijo tragando saliva- ¡¿Es un sueño?!
Aizawa: Están separados por género. Será mejor que tengas cuidado.
Mineta: -Asustado- Si, señor.
Aizawa: A partir de la segunda planta están los dormitorios. Cuatro por géneros en cada planta, con cinco plantas en total. Cada uno tendrá su propia habitación. Son unas habitaciones lujosas que incluyen un equipo de música, aseo, nevera y armario.
Momo: Tienen los mismos tamaños que los armarios de mi casa...
Uraraka: ¡Es como una mansión! -Volviendo a caer-
Iida: ¡Uraraka!
Aizawa: Están son sus habitaciones -Dijo mostrando una lista- las cosas que mandaron ya están en ellas... Así que pueden ordenarlas hoy. Ya les contaré más cosas sobre lo que pasará a partir de mañana. Eso es todo... ¡Me voy!
-Sí, profesor Aizawa!- Dijeron todos.
En la noche-
Estaban todos los alumnos reunidos en el living del apartamento, en el primer piso.
Kirishima: Uff, que agotador.
Kaminari: Kirishima, ¿ya ordenaste tu habitación?
Kirishima: Sí, por fin.
Kaminari: Que las cosas acabaran como lo hicieron es horrible, pero vivir juntos es lo mejor, ¿verdad?
Iida: Vivir juntos... ¡Esto también es un entrenamiento que nos ayudará a aprender, cooperar y a tener disciplina!
Kirishima: Estás muy emocionado con la idea, ¿eh, Iida?
Mina: Chicos, ¿terminaron con sus habitaciones? -Dijo mina-
Junto con Mina habían llegados las demás chicas que estaban ordenando sus habitaciones.
Kaminari: Sí, ahora mismo estamos de relax.
Mina: Bueno, nosotras justo estábamos hablando y...
Hagakura: ... Se nos ha ocurrido una idea.
Mina: ¿Quieren hacer un concurso de habitaciones?
De repente, la puerta de una de las habitaciones se abrió, y Midoriya apareció en el umbral. Su aspecto era más cansado y abatido que de costumbre. A pesar de la ligera sonrisa en su rostro, su expresión mostraba una profunda tristeza que no podía ocultar.
Uraraka, al ver a Izuku, no pudo evitar acercarse con un impulso de consuelo.
Uraraka: ¡Deku! -exclamó con esperanza-. Finalmente has salido de tu habitación. Queríamos verte y asegurarnos de que estás bien.
Pero cuando Uraraka intentó abrazarlo, una barrera invisible detuvo su intento. Era el Infinito, manifestándose de manera que los demás no podían atravesarlo.
Izuku, con la voz teñida de dolor y determinación, habló con firmeza.
Izuku: No quiero hablar ahora -dijo, con una mirada que denotaba su necesidad de espacio-. Voy a salir afuera.
El silencio se apoderó del grupo mientras observaban a Izuku dirigirse hacia la salida. Bakugo, que había estado observando desde un rincón, quería acercarse y hablarle como siempre quiso, pero se quedó parado, con el rostro enrojecido de frustración y nerviosismo. La palabra le costaba salir, y la barrera emocional que separaba a Izuku de los demás parecía también separar a Bakugo de encontrar las palabras adecuadas.
-¡Tsk! -exclamó Bakugo en voz baja, golpeando su puño contra la pared-. ¡Maldita sea!
Los otros estudiantes miraban con preocupación, sin saber exactamente cómo proceder. Uraraka, con lágrimas en los ojos, miró a sus compañeros.
-¿Qué hacemos ahora? —preguntó, su voz quebrada-. Solo queremos ayudarlo, pero no sabemos cómo.
Kirishima, con una expresión de determinación, se acercó a Uraraka y le puso una mano en el hombro.
Kirishima: Lo importante es que estamos aquí para él. Demos el espacio que necesita, pero también estemos preparados para apoyarlo cuando esté listo.
Mientras Izuku salía al aire libre, se encontró con un cielo gris que parecía reflejar su estado de ánimo. La brisa fría y el ambiente tranquilo contrastaban con el tumulto emocional que sentía en su interior.
Bakugo, aunque no podía acercarse a él directamente, observó desde la distancia, luchando con sus propios sentimientos de impotencia. Quería hacer algo, pero se sentía atrapado por sus propias dudas y miedos.
El grupo de estudiantes, aunque preocupado, decidió darle a Izuku el espacio que necesitaba, con la esperanza de que eventualmente se abriera a ellos. Mientras tanto, la incertidumbre sobre cómo ayudar a su amigo persistía, y el desafío de encontrar la manera correcta de brindarle apoyo seguía siendo un tema crucial para todos.
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