1975
Sí, soy así de hardcore.
No tengo ni idea de cómo llegué a mí casa de la infancia, pero sucedió.
Sólo recuerdo una explosión frente a mí, y mucho, pero mucho calor. Al parecer me desmayé, porque cuando abrí los ojos ya no había nada de eso.
La mansión era tal y como recordaba.
Confundido y con incertidumbre empecé a caminar por el pasto.
Toco mí rostro por el estrés.
Y ahí lo veo.
Veo a alguien igual a mí cuando tenía 6 años.
"¿Se le perdió algo?", preguntó el pequeño. No pude responder, estaba demasiado confundido. "¡Mamá! Hay un tipo raro afuera", gritó hacia dentro de la casa.
Esa hermosa mujer salió de la casa a ver al pequeño, y me quedó mirando fijamente.
Ambos confusos y sin saber qué hacer o decir. No me salían las palabras, simplemente estaba en un completo shock, paralizado e inútil me quedé allí en vez de correr a abrazarla.
"¡Howard!"
Sentí pánico, retrocedí un paso cuando aquel hombre apareció también por la misma puerta.
Pero al mirarme no sentí miedo en su expresión, ni siquiera enojo o confusión, sino sorpresa y esperanza.
Retrocedí nuevamente cuando empezó a acercarse a mí.
Me abrazó.
Nunca antes me había abrazado.
Se sentía rígido, pero cálido. Él no tenía experiencia, pero lo hizo de corazón.
"Tony..."
"¿Papá...?"
Él se separó y me miró a los ojos, una leve sonrisa se dibujaba en su rostro. Pero enseguida se dio cuenta de mí confusión.
"María, lleva a nuestro hijo con Jarvis"
Ella asintió y obedeció como siempre lo hacía.
"Creo que tienes preguntas..."
"Ese niño... Ese niño era yo. Y tú... Estás vivo", jadee intentando asimilar la situación al decirlo.
Él me miró como si me tuviera lástima.
"No es la primera vez que te veo, Tony"
"¿Qué me... Qué me sucedió?"
Howard observó mí mano izquierda y la señaló.
La observé, y al girar la palma y mirar el reverso de mí mano, vi una gema verde incrustada en mí piel.
No dolía. Estaba allí sin ser incómoda, sólo existente.
"Ninguna de las veces en las que me visitaste, me dijiste lo que sucedió. No sé si no lo sabías... O simplemente no tenías la confianza de explicarme", él hablaba amistoso, lo que me descolocada mucho. "Ven conmigo"
No tuve más opción que seguirle de cerca.
La casa estaba igual a como recordaba.
Incluso pude ver una de las sirvientes quien ayudó a criarme junto a Jarvis cuando mis padres no estaban en casa.
Las saludé, y ella pareció confundida pero feliz de corresponder a mí amabilidad.
El taller de papá sólo lo podría describir como vintage. No era para nada la tecnología que tenía en la torre o en mí anterior taller, pero era lo más avanzado a la época.
Papá sacó un gran plano y lo desenvolvió encima de una mesa. Era como una cinta de Moebius invertida, pero partes de ella parecían salidas y conectadas con demás superficie, algunas otras partes parecían rotas o vacías.
"¿Qué es?"
"Una cinta de Moebius invertida"
"Eso lo sé, pero-"
"Sí, parece rota", me interrumpió. "También me confundí al principio"
"¿Te lo... Expliqué?"
"Heh, él me dijo que dirías eso", sonrió amistoso. "A ver. Él me lo explicó científicamente, pero nunca la razón del comienzo", empezó a mirar el plano, como buscando desde dónde empezar. "En tú tiempo ocurrió algo raro que te regresó en el tiempo"
"¿Más específicamente?"
"No lo sé... Él se veía mucho más joven que tú", parecía pensar mucho y buscar en sus recuerdos. "Un jovencito de unos 20 años. Le costó un poco convencerme de que era mí hijo... Aunque nos parecíamos bastante"
Miré mis palmas y las noté más suaves y jóvenes. Lo que era raro, ¿no que yo ya tenía 50 años?
"El caso ¿Conoces la paradoja del viaje en el tiempo, no?"
"Llevar el tiempo hacia uno, o llevar a uno al tiempo"
"Exacto. Bastante seguro de que es por eso que te ves tan joven", sonrió nuevamente. "Puso a tu cuerpo en distintos puntos del tiempo dentro de una misma correa. Estas partes quebradas representan tus viajes en el tiempo dentro de una misma realidad. Paradoja dentro de una paradoja. No cambias el curso normal al parecer, pero tú cuerpo y memorias sí. Te mueves en el tiempo y el tiempo se mueve en ti"
"Ya veo... "
Él me miró largamente hasta que levanté la vista.
Me sonrió.
"Ven. Te invito a un trago"
Nunca habría imaginado poder escuchar esas palabras.
Siempre, cuando él bebía, yo prefería alejarme porque él no le gustaba ser molestado o acompañado, a no ser de que estuviera con un colega, especialmente Obadiah.
Obadiah.
Por instinto, intenté ocultar el temblor en mí mano, pero él lo notó casi de inmediato.
"¿Estás bien?"
"Sí, sí. Estoy bien"
"Sé que debe ser difícil... ", lo miré. "Bueno, en verdad no lo sé, es... Difícil imaginar qué se siente ir de punto en punto en una misma línea de tiempo rompiendo toda ley de la física... Pero imagino que debes estar muy confundido"
No respondí en un buen rato. Observé mí mano izquierda y miré largamente la gema verde, intentando comprender qué era exactamente.
"¿Sabes qué es esto?"
Él sonrió luego de darle un trago a su bebida.
"Es una gema muy poderosa. Le hice experimentos la primera vez que nos encontramos"
"¿Gema muy... Poderosa?"
"Ajá. Contiene una gran cantidad de energía gamma, de hecho, es casi totalmente hecha de esta. Tiene una antigüedad de millones y millones de años", no dejaba de mirar la piedra, estaba hipnotizado.
"La gente asume que el tiempo es una progresión estricta de causa a efecto", lo miré con atención nuevamente. "Pero en realidad es como un gran bola de cosas. Sube y baja entre sí. Dobla el espacio y afecta a la realidad de aquel que sale", hizo un gesto siguiendo el camino de la cinta de Moebius. "Una vez me hablaste del mundo cuántico"
"¿Mundo cuántico?"
"Un mundo tan pequeño como los átomos. Un lugar donde el tiempo no afecta como a este mundo. Es como otra dimensión", tomó un sorbo de su vaso.
"Señor Stark", me giré al pensar por instinto de que se refería a mí.
Era Jarvis. Mí mayordomo y el hombre que me crió más de lo que hizo mí padre.
"Jarvis, ¿ocurre algo?"
"La agente Carter llamó. Hubo problemas"
"Voy de inmediato. Igual tengo que ir a buscar algo". Me puse nervioso, ¿me iba a quedar sólo allí? Quiero decir, sí, era mí casa de la infancia, pero tengo demasiadas preguntas y él es el único que podría responder algunas de ellas. "J, ¿puedes cuidarlo hasta que vuelva?"
"Claro, señor"
Por alguna razón me sentía profundamente triste.
No era una tristeza de haberlo perdido una vez, sino que... Dos veces.
>No soy... Jarvis.
Moví mí cabeza un poco para aliviar la repentina jaqueca.
"¿Esta es la...?"
"No, ya nos habíamos visto allá por el 46, y unos años antes también", parecía serio, pero al acabar la frase me sonrió paternalmente. "Parecías muy maduro para tú edad de ese entonces"
"¿No que... Tenía 20 años?"
"Para un Stark, a esa edad se sigue siendo un niño", rió levemente, marcando un poco las arrugas de su rostro.
"¡Jarviiiiis!", la voz del pequeño niño de la casa nos interrumpió.
Allí estaba mí versión miniatura, corriendo hacia el mayordomo.
"¿Qué ocurre, joven Tony?"
"Quiero galletas", parecía demandante, pero el mayor no se movió y simplemente lo miró largamente y serio. "Por favor"
"Muy bien", sonrió finalmente. "¿También quiere galletas, señor Anthony?"
"Oh, uh... Sí, claro"
Jarvis se retiró hacia la cocina, y sentía la mirada de mini-Tony en fija en mí que no me podía terminar mí vaso de trago tranquilo.
"¿Qué?"
"Tienes mí mismo nombre"
"Sí, uh... ", estaba nervioso. Lo todos los días viajas en el tiempo para ver a tu yo miniatura observándote con curiosidad y algo burlesco. "Yo solía ser tú"
"Lo sé. Escuché a papá", dijo con normalidad.
Sonreí un poco.
"¿Tienes pelo allí abajo ya?", preguntó de pronto, logrando que me atragantara con el líquido del vaso.
"¿Qué?"
"Joven Tony, eso no se pregunta. Discúlpese"
"Lo siento", levantó los hombros. Se notaba que no lo sentía realmente.
Reí levemente y me terminé mí vaso justo cuando Jarvis trajo galletas que parecían recién horneadas en dos platos.
"¿Cómo fue... Nuestro primer encuentro?", pregunté inseguro luego de comerme un par de galletas.
"Curioso, cuanto menos", respondió con algo de nostalgia. "No lo creímos en un principio. Pero digamos que el parecido entre usted y Howard era muy notorio. Además que las pruebas de ADN no mentían", sonrió. "Además que el señor Stark lo vio años antes"
"¿Años antes?"
No me respondió y miró a mí versión pequeña.
"Joven Tony, vaya con la señorita Viernes, ¿si? Se puede llevar sus galletas"
El niño asintió. Tomando el plato y retirándose.
Señorita Viernes... ¿Por qué me da más ternura y nostalgia de la que debería?
"¿Entonces...?"
"Lo vio hace años. Allá por el 43, cuando-"
"El súper soldado", comprendí. Era un instinto. Recuerdos venían a mí sobre un joven Rubio. "Steve Rogers"
"Sí. Por ese entonces usted no hablaba mucho, no llamaba la atención. El señor Stark después, en su segundo encuentro y primer encuentro formal, lo reconoció de vista"
"¿Dónde está... Dónde está el capitán ahora?"
"Desaparecido. Luego de estrellar el avión en el océano, no se supo nada más de él. El señor Stark no se ha rendido, aún así"
"¿Crees... Que lo puedan encontrar?"
"El señor Stark no descansará hasta encontrarlo. Lo que si... ", miró la puerta por donde el pequeño se había ido. "Me da un poco de lástima que lo descuidara tanto"
"¿Me descuidó...?", no era estúpido, eso creo que era algo obvio, pero ya ni siquiera estaba seguro si mis recuerdos eran correctos con toda esta confusión.
"Sí... ", su tono era melancólico. "Es curioso. Usted nos lo mencionó la primera vez que lo vimos pero gracias a todo este embrollo, usted no lo ha vivido aún"
"O-Oh, uh... "
"Bueno, mejor iré a ver si el joven Tony terminó sus galletas. Suele dejar-"
"Migajas en la alfombra", exclamé. "Siempre te enojabas por eso, porque luego tenías que aspirar"
El me sonrió casi como si estuviera orgulloso y se retiró.
Luego de un par de horas, mí padre llegó a la casa. Yo tuve que pasar el mayor tiempo posible con Jarvis, me daba pánico estar sólo o encontrarme con mí madre.
Aún no lo comprendía.
Sé que estaban muertos antes de todo esto, ¿pero por qué razón?
No fue de forma natural, pero tampoco fue un accidente, de eso estaba seguro.
Tenía demasiadas lagunas mentales, y cuando intentaba recordar, venían jaquecas a castigar mí inútil intento por comprender qué estaba ocurriendo exactamente.
"Te traje algo"
Sacó de entre su bolso de trabajo una especie de pulsera, o reloj sólo que tenía un agujero circular.
Me hizo un gesto para extender el brazo izquierdo, y obedecí sin estar muy seguro.
Puso aquella extraña pulsera.
"¿Qué es...?"
"La última vez que nos vimos me pediste que hiciera este dispositivo que ya tenías puesto en el 46", se encendió una pequeña luz en dos de los cinco cristales circulares. "Tú cerebro emite una explosión de energía electromagnética en el momento en que viajas. Estas luces te alternarán de cuánto te falta"
Observé el regalo un momento, justo dejando al centro la gema verde.
"¿Qué me ibas a... Decir sobre el mundo cuántico?"
"Oh, le pedí a un colega que me ayudará con eso", señaló al reloj. "El accidente que tuviste y esa gema, usan las propiedades de ese mundo para moverse en el tiempo y que te afecte el traslado"
"¿No se debería... No me debería mover entre distintas líneas y no...?"
"¿Una sola?", preguntó notoriamente esperando esa pregunta. "Bueno, Pym y yo nos partimos la cabeza bastante por eso. Pero concluimos que la respuesta está en esa misma cosa". Dio un pequeño suspiro, parecía agotado de algo.
Pareció querer decirme algo, pero se rehusó y tampoco es que yo quisiera insistir.
Miré el reloj, una nueva luz se encendió. Ahora habían 3 luces de 5 encendidas y la gema parecía estar un poco más brillante.
"Es obvio lo que sucederá si se encienden todas las luces, supongo", exclamé intentando mantener un poco la neutralidad.
Howard me sonrió.
"Tú tiempo varía siempre...", de alguna manera, parecía triste. "Ven. J ya debe estar preparando la cena"
En un principio fue una cena incómoda, al menos para mí.
Vi a mí versión pequeña levantarse apenas terminó de comer, y desaparecer en el pasillo hacia su habitación.
"No queremos que estés incómodo", me dijo mí madre cuando notó mí silencio.
"No lo estoy", mentí.
"Sé que no fui un buen padre", Howard guardó silencio un momento. "Y lo siento"
"¿Cómo lo sabes?"
"A pesar de que nos encontremos, algunas cosas son inevitables. Cosas pasan, siempre pasan... Y lo siento"
"No es... Yo-... ", no sabía qué decir, todo era muy inesperado para mí. "No importa"
"Tony-"
"Sé que me amaron... Y... Y los perdono", les sonreí.
No pensé que dormir en el sillón fuera tan relajante. Pero vamos, era el sillón de unos multimillonarios.
El sueño que tuve fue muy raro.
Estaba flotando en un infinito espacio.
En mí mano estaba la gema, mas no el reloj y parecía recién puesta.
«Hola.
No sentí miedo de aquella voz femenina.
Me voltee, había una mujer hecha de huesos, casi puro esqueleto y una capucha negra que la cubría.
"¿Quién eres?"
"No creo que te cueste adivinarlo", me sonrió con tranquilidad. Levitó hacia mí y tomó mí rostro entre sus frías manos. "Bienvenido, escapista del tiempo... "
¿Cuándo (nótese el chiste) creen que Tony viajará en el siguiente capítulo?
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