Tenía a las Bitch*s Haciendo fila

En su primera vida, sus primeras navidades nunca fueron mágicas... Su abuela le compraría todo tipo de regalos y adornaria la mansión para alguna fiesta a la que ella no estaba invitada claramente, Dios no permitiera que le avergonzara frente a sus invitados.

Y en la mañana de navidad su abuela siempre encontraría una razón para guardar o quemar sus regalos — dependiendo de su cuanto tomara en la fiesta la noche anterior — sin importar cuán buena intentará ser en la mañana del 25 de diciembre lo único que recibiria serían regaños e insultos, de vez en cuando si su abuela se sentía de humor uno que otro castigo.

Así que podrán imaginar que esa no era una fecha que esperara muy ansiosa, pero luego fue a vivir con sus Padres, y por primera vez la navidad cambió, y pudo tener su primer regalo, una canción que su madre le escribió cuando se entero de su embarazo, era hermosa y tan llena de amor, y a pesar de que recibió otros regalos, ese pedazo de papel con una vieja canción cursi significó el mundo para ella, y ahí fue cuando aprendió la importancia de los regalos y comenzó a entendér porque a las personas les gustaba tanto la festividad.

Así que aunque Draco no compartía mucho con Harry, si podía sentir cierta camaradería por alguien que estuvo en sus zapatos y por lo tanto quería regalarle algo que significará tanto para él como la canción que su madre le dejó, algo que representará el amor de sus padres, y le pudiera hacer aunque fuera un poco feliz.

— Draco ¿ya está todo? — Pregunto Cedric mientras Draco revisaba su lista, y además del regalo de Harry, y el de Cedric tenía todo lo que vino a comprar.

— Falta uno. — Contestó guardando la lista en su bolsillo junto al resto de sus compras en miniatura, que debía admitir era uno de los hechizos más útiles de la vida.

— Eso quiere decir que tenemos tiempo ¿Quieres tomar un descanso? Podemos ir a una cafetería y ordenar chocolate caliente. — Ofreció evitando reír cuando vio el rostro del rubio iluminarse.

— Me gustaría eso. — Murmuró con una leve sonrisa estirando su mano para que Cedric la tomará, una de las condiciones para que le dejaran ir solo con Cedric era que fueran tomados de las manos para evitar que se perdiera y Draco no podía decir que le molestaba.

Las calles de callejón diagon estaban especialmente llenas de personas, de seguro por la festividad, y las personas que compraban sus regalos a último momento, a Draco a veces le gustaba solo sentarse en silencio y ver a las personas a su alrededor seguir con sus vidas imaginando que tipo de vidas serían estas.

— ¿algún regalo en especial que estés esperando con ansias? — Pregunto Cedric cuando trajeron sus órdenes, y Draco miró a su amigo, ja, no podía creer que ahora pudiera decir que tuviera amigos, plural, si sus papás pudieran verla ahora apenas creerían lo que sus ojos veían.

Una pequeña risa escapó de sus labios ante la idea para luego negar suavemente con la cabeza.

— Ya tengo todo lo que pueda querer. — Contestó de forma honesta con una leve sonrisa.

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Al despertar Harry sinceramente no esperaba que esta navidad fuera diferentes a otras, bueno quizás este año no tendría un calcetín, pero el podía vivir sin eso, así que entenderán su sorpresa cuando descubrió que de hecho si tenía regalos esperándolo.

— Oh mira, Draco me envió unos dulces. — Sonrió Ron mostrando su caja de dulces hechos a mano con cierto orgullo, se aseguraría de guardar la caja y restregarsela a Nott en la cara cuando lo viera.

— Eso es genial. — Contestó Harry notando qué el también tenía un paquete y una carta con el sello de los Malfoy y no pudo evitar sentirse emocionado al respecto.

Tomó la carta primero y con cuidado de no romperla o arrugar la, la abrió.

Querido Harry.

Gracias por escucharme el otro día, me hizo feliz poder hablar con alguien de quien solía ser, es importante recordar de donde venimos para saber a dónde vamos, por eso me tomé la libertad de arreglar algo para que tu supieras más de tus orígenes, todo está protegido con encantos así que no se romperán y podrás encontrarlos con facilidad si se extravían, espero que tengas una feliz navidad

Sinceramente Draco Abraxas Malfoy.

¿Algo sobre sus orígenes? Con manos temblorosas algo ansioso Harry pasó al paquete donde había un libro, otro sobre y una esfera de nieve.

Tomó primero el libro y al abrirlo vio recortes de periódicos, de otros libros, y de revistas, pero todos con el mismo tema, Lily y James Potter.

Era la historia de sus padres, de su familia, incluso en una parte habían cartas que sus padres debieron haber intercambiado con amigos y otras personas.

— Wow... — Murmuró Ron a su lado viendo el libro. — Debió tomarle bastante trabajo reunir todo esto. — comentó ligeramente sorprendido, Ron siempre supo que Draco era bueno y tenía un corazón amable, pero armar esto para Harry... Era otro nivel, Ron ni siquiera sabría por donde comenzar.

Harry pasó su dedo por un recorte del diario donde salía su Padre sonriendo y cerrandole un ojo a la cámara antes de dejar el libro a parte y ver la otra parte de su regalo.

Tomó la esfera de nieve notando que era una Muggle y al girar la manilla en la parte de abajo cantaba una canción que se le hacía extrañamente familiar, se quedó mirándola un poco hasta que pasó al sobre.

Dentro había una foto y Harry estaba seguro que su corazón se detuvo.

Era una foto de sus padres sonriendo y viendo con adoración a un bebé, a él. Sus padres lo amaban lo podía ver en la forma en que lo veían con tal devoción y cariño.

— Mira, es la misma de la foto. — Señaló Ron una orilla de la foto donde en un estante estaba la esfera que Harry aún tenía a su lado. — Debió ser de tus padres.

— Si... — Susurro sintiendo que necesitaba un segundo para ordenar sus sentimientos y pensamientos, pero lo que podía sacar de esto era que esta definitivamente era la mejor navidad de su vida.

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Draco se sorprendió al notar que este año tenía incluso más regalos que los años anteriores y que ni la mitad de sus regalos venían de sus padres — ellos aprendieron que Draco no era una persona muy material así que dejaron de comprarle decenas de regalos hace tiempo y en su lugar le obsequiaban cosas que sabían su hijo quería o querria —, la mayoría era de sus amigos de la escuela y Draco se alegro de regalarles algo a todos, bueno con excepción de los Slytherin y los Ravenclaw de quienes sinceramente no espero regalos. De las serpientes porque no había pasado mucho tiempo con ellos y de los cuervos tampoco porque estaba seguro que lo que tenían era una relación de negocios donde a cambio de responder sus preguntas y de vez en cuando transcribir un libro o clase, estos le darían dulces o más libros que añadir en la colección en su cabeza.

— Quizás enviar notas de agradecimiento sería una buena idea. — Sugirió Narcissa al ver a su hijo en conflicto por tener más regalos de los que envió

— ¿Será suficiente? — Pregunto ligeramente inseguro, algunos regalos se veían bastante caros y sentía que una simple nota no bastaría.

— Puedes hacer unos dulces caseros y enviarlos con las notas, de seguro eso sería lo suficientemente considerado. — Ante aquello Draco pareció animarse.

— ¿Puedo retirarme? — Interrogó queriendo comenzar con la preparación lo antes posible.

— Muy bien, pero no olvides el almuerzo. — Respondió su Padre y Draco se levantó como resorte para ir a la cocina.

Por su parte sus padres miraron los regalos que su hijo recibió de sus "amigos".

— ¿De dónde crees que lo saco? — Pregunto Narcissa ligeramente divertida al ver lo popular que era su hijo.

— Regulus. — Contestó viendo los regalos caros de los Slytherin. — Definitivamente Regulus. — Negó considerando poner algún encanto de protección sobre su precioso hijo, solo por si acaso, y uno de castidad también, por si las dudas.

— Siempre tuvo cierto encanto. — Sonrió recordando a su primo, Sirius pudo haber sido la sensación por ser un León y la oveja negra, pero Regulus era el príncipe Slytherin que todos querían, y al parecer su hijo sacó esa parte de los genes Black tambien.

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Notas: Aquí está su capítulo prometido~ primero todo es gracias a Sirius quien le dijo a Draco donde podía encontrar cosas que eran suyas y le fueron quitadas cuando entro a Azkaban, también recibió ayuda parcial de Remus — la esfera de nieve —

Draco sabe que es lindo, pero la verdadera razón por lo que no se da cuenta de su encanto es porque tiene 24 años — aún no decido cuando murió pero es alrededor de esa edad — y a parte de Cédric quien es ligeramente mayor, todos son literal niños para él, por lo que Draco no los ve como intereses románticos, y piensa que ellos tampoco ya que el tampoco pensaba mucho en eso cuando era una niña en su primera vida.

Por lo tanto probablemente salga con personas mayores primero, y no con alguien de su edad hasta que tenga un poco más de edad.

También estoy investigando un poco sobre géneros y todo eso, ya que aunque en el mundo mágico no son muy importante ya que al menos en mi fic son más abierto de mente — como dije en el interlude anterior — si creo que debería buscar más, porque buscando bases para la ropa de Draco encontré ropa para personas de "género fluido" y me gustó bastante el concepto para nuestro Draco, y que en especial me dejaría ponerle falda y vestidos a Draco lo que es un plus.

Gracias por leer y me alegra que les gustará el interlude, Los amo y estaré atenta a sus comentarios.

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