Últimamente Draco había estado comenzando a compartir más con sus compañeras de casa, usualmente siempre eran él y los chicos pero al parecer estaban pasando de esa edad en que los niños y niñas preferían jugar por separado y comenzaban a mezclarse más, a él no le importaba para nada ya que en alguna parte de su cabeza aún de vez en cuando se encontraba a si mismo extrañando sus faldas y su maquillaje, junto con otras cosas.

Estaba pensando en eso mientras caminaba de forma distraído por los pasillos cuando choco con alguien.

— Lo siento. — Se disculpó saliendo de sus pensamientos para ofrecerle su mano a la persona con que choco quien terminó en el suelo y en cuanto estuvieron cara a cara parpadeo un par de veces.

Al cerebro de Draco le tomo un minuto procesar lo que estaba viendo y otro medio minuto para crear una idea que le permitiría aprovechar esta oportunidad que Helga Hufflepuff le estaba enviando, el primo Sirius y los gemelos estarían tan orgullosos.

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Desde el comienzo del año escolar los compañeros de casa de Luna habían mostrado de forma abierta que era persona no grata, y eso estaba bien, Luna no quería obligar a nadie a ser su amigo, además estaba ocupada buscando criaturas mágicas por la escuela e intentando aprender todo lo que pudiera de ellas, como para pensar mucho en eso, y siempre tenía las cartas de su Papá para subirle el ánimo.

Pero debía admitir que a veces se sentía ligeramente solitaria y le gustaría poder unirse a las conversaciones que sus compañeros parecían disfrutar, y probablemente fue por eso que cuando Malfoy le pidió ayuda con una broma no lo pensó mucho antes de aceptar, después de todo Malfoy era el primero que le hablaba en lo que iba de año — o que al menos no le hablaba solo para llamarle por apodos ofensivos — y que parecía amigable.

Para ser sinceros, Luna había notado a Malfoy desde principio de año, ya que era difícil no notarlo. El pequeño Tejón siempre estaba rodeado con personas de todas las casas que parecían solo felices de poder estar a su lado como si aquello fuera un privilegio, sin mencionar que su nombre era popular no solo por ser de una familia prestigiosa, pero por ser el único de segundo que podía tomar asignaturas de tercero y porque al parecer era alguna clase de prodigio de la música.

Así que Luna se sentía un poco asombrada de que el niño se acercara a ella, aunque parecía que tenía que ver más con su parecido que con otra cosa, aún así Luna era feliz de poder hacer un amigo.

— Podría cortar mi cabello. — Sugirió Luna cuando Malfoy estuvo listo por su parte pero la diferencia en cabello aún les delataba.

— Por supuesto que no, sería un pecado cortar tan lindo cabello. — Negó con la cabeza parecíendo escandalizado de que tan solo sugiriera eso. — Haré una poción para hacer crecer el mío, el tío Sev me enseñó como. — Contesto quitándole importáncia.

— ¿Tío Sev? — Preguntó curiosa.

— El profesor Snape, es mi padrino, le digo tío Sev fuera de clases. — Contesto acercándose a Luna. — Necesitaremos un poco de maquillaje para que sea perfecto pero se dónde conseguir. — Sonrió pareciendo contento consigo mismo. — Mañana será el día. — Confirmo mientras Luna asentía, realmente no le importaba mucho lo que su broma pudiera causar pero sí parecía hacer feliz a Malfoy así que ella estaba contenta de poder ayudar.

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El profesor Flitwick estaba cargando unos libros cuando un estudiante corriendo le choco y tiro sus libros al piso.

— ¡Lo siento profesor, llegó tarde! — Grito sin dejar de correr el estudiante y el profesor suspiro comenzando a recoger los libros notando que alguien le estaba ayudando.

Al levantar su mirada se encontró con la joven Lovegood recogiendo algunos libros para luego entregárselos.

— Oh muchas gracias señorita Lovegood. — Agradeció y la niña tan solo le entrego el último para sonreír y hacer su camino.

Alcanzó a dar un par de pasos cuando llegó a una esquina y casi choca con alguien de nuevo.

— ¿Necesita ayuda con eso profesor? — Preguntó la persona con la que casi colisiona.

— No, no estoy bien, pero muchas gracias. — Negó viendo al estudiante y parpadeo un par de veces al encontrarse con el rostro de la señorita Lovegood. — Yo... ¿No me ayudó recién? — Arrugó el entrecejo mirando por donde estaba seguro que se había ido antes pero el pasillo estaba vacío.

— ¿Yo? — Le dio una mirada confundida y el profesor lo pensó por un segundo más hasta que decidió que el cansancio le estaba jugando una mala pasada.

— No es nada. — Negó dejando a la niña irse volviendo a su camino, quizás debería ir a acostarse más temprano hoy.

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La profesora Mcgonagall estaba yendo a la biblioteca cuando vio a la señorita Lovegood pasar a su lado, la razón por la que le llamo la atención fue porque noto que de alguna forma la niña estaba siendo aislada del resto de sus compañeros y planeaba hablar con el profesor Flitwick al respecto para ver si podían darle algún empujón para hacer amigos.

Al recordar aquello hizo una nota mental para hablar con el profesor Flitwick durante la cena y entró a la biblioteca.

Cuando estaba buscando el ejemplar que necesitaba para su clase noto a un estudiante luchando para tomar un libro demasiado alto para ella, por lo que se acercó para tomarlo por ella y entregársela.

— Aquí tienes cariño. — Le entrego el libro y por un segundo se quedó de piedra al notar que el rostro de la niña a la que ayudaba era extrañamente familiar.

— Gracias profesora. — Agradeció Lovegood tomando el libro dejando a una confundida profesora detrás de ella.

¿Acaso estaba trabajando demasiado...?

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Era un día normal para la enfermera Pomfrey sin mucho que hacer hasta que uno a uno comenzaron a llegar profesores y alumnos a su lugar de trabajo, ¿Lo más extraño de todo? Es que al parecer todos parecían tener los mismos síntomas, falta de sueño y agotamiento, lo que era raro ya que usualmente no era hasta el final del semestre y comenzaban las evaluaciones más difíciles que estos síntomas se hacían populares.

Pero no fue hasta que escucho el mismo comentario más de tres veces seguidas que considero que tal vez no era cansancio y una falta de descanso lo que estaban sufriendo sus pacientes.

— Juro que por un segundo era Lovegood saliendo de la biblioteca, pero, no podía porque después estaba en el comedor. — Murmuró Lockhart siendo el décimo en la hora en buscar algo para el cansancio y ahora Pomfrey tenía una idea de lo que estaba pasando, pero... Usualmente no tenía mucho que hacer en la enfermería fuera de la temporada de Quidditch, así que decidió  quedarse callada por el momento.

— Probablemente  debe ser  por una falta de proteína. — Evitó sonreír dándole una poción que además de tener un mal sabor no hacía mucho, pero que el mago totalmente merecía luego de insinuar que tenía más conocimientos que ella en el campo de la medicina.

En todo esto estaba probando ser un buen día para ella.

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Draco estaba sosteniendo su boca con sus manos evitando reír con demasiada fuerza ¡La cara de su Tío fue épica! Oh como lamentaba no tener una cámara con la que preservar su expresión para la posteridad.

Intento calmarse ya que debía seguir a Luna para asegurarse de que aquellos que se toparán con la chica también le vieran y poder causar la confusión al mayor número de personas posibles.

Tomo una larga respiración y salió de su escondite chocando con alguien sin querer al pasar.

— Oh cuidado ahí. — Draco se congeló al reconocer a su voz pero rápidamente se recompuso, después de todo no había forma en que Cédric pudiera rec— ¿Draco?

¿Que acababa de decir?

Draco parpadeo un par de veces mientras Cédric parecía mirarlo con detención y ¿Acaso le escucho mal? Debió escucharle mal porque ¡Ni siquiera su tío le reconoció! Sin mencionar que estaba ligeramente maquillado, con su caballo más largo de lo usual ¡Y estaba usando el uniforme de niñas de Ravenclaw!

— Supongo que esto explica por qué todo el mundo parecía estar viendo doble hoy. — Comento llegando a una conclusión y okay ¿Cómo demonios le reconoció?

—¿Cómo? — Preguntó confundido y Cédric le vio de forma inocente.

— Supongo que tan solo lo supe. — Respondió pareciendo honesto, y por un segundo Draco sintió sus mejillas calentarse. — Debo decir que el uniforme de niñas te queda muy bien, aunque no es el color correcto. 

— ¿No te molesta? — Interrogó con una voz pequeña y algo inseguro.

Draco podía tener mucha confianza en si mismo, pero sabía que las personas como él, de género fluido — Draco descubrió esto desde hace tiempo pero no le puso nombre porque una parte de él estaba asustado — que iban de un género a otro con facilidad, no eran aceptadas rápidamente, o al menos así era en su vida anterior como Muggle y en esta no sabía tanto del mundo mágico, es decir sabía que eran más abiertos de mente con el tema de las sexualidades, pero la expresión de género era algo totalmente distinto, y hasta ahora había sido mucho más fácil ignorar la parte de si mismo que a veces tan solo quería usar faldas y sentirse bonita.

— Por supuesto que no. — Negó dejando una mano sobre su cabeza acariciando su cabello. — Yo pienso que te ves mucho mejor cuando eres feliz, y eso es más fácil de lograr cuando eres tú mismo, y estoy seguro que el resto piensa igual. — Dijo con una voz cálida y una sonrisa que Draco estaba seguro que así era como se sentía estar en presencia del sol.

Draco respondió con una pequeña sonrisa decidiendo que este era el pequeño empujón que necesitaba.

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Al terminar el día Draco fue con Luna y con sus compañeras de Hufflepuff que también se divirtieron al poder ver los frutos de su broma con todo el mundo confundido.

— De hecho. — Llamo la atención Draco viendo su cabello largo, recordando las palabras de Cédric. — Hay una cosa más con la que me gustaría tener su ayuda. — Dijo Draco con una sonrisa decidida en su rostro.

Para su sorpresa — y tranquilidad — en cuanto su pedido salió de sus labios el rostro de sus compañeras pareció iluminarse como un árbol de navidad.

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Por un segundo la mayoría del gran salón quedó en silencio cuando las tejones de segundo año hicieron su entrada junto a un cuervo de Ravenclaw de primero, pero esto no fue lo que causó que las conversaciones pararan.

Tomando la mano de la niña de Ravenclaw, estaba una Hufflepuff que nadie había visto con cabello platino cayendo como cascadas por sus hombros, ojos grises y un poco de brillo labial rosado en sus labios.

En cuanto las niñas llegaron a la mesa varias miradas curiosas fueron a la nueva niña hasta que finalmente alguien rompió el silencio.

— ¡Sabía que los colores de Hufflepuff te irian mucho mejor! — Exclamó Cédric y ahora todas las miradas estaban sobre su persona. — Te ves fantástico Draco.

— ¡¿Draco?! — Se escucho por la mesa de los tejones y en la de otros también, y el niño tan solo sonrió como el gato que consiguió el ratón sentándose junto a Luna y Cédric.

— Te ves.... — Murmuró Zacarías viéndole de arriba a abajo y Draco sé sintió inseguro por un cuarto de segundo hasta que su amigo termino su oración. — ¡Increíble!

— ¡Si! ¡Te ves mucho mas lindo que cualquiera de las niñas de nuestro año! — Comento Justin recibiendo un golpe en la parte de atrás de la cabeza por parte de Hannah. — ¿Que? Es la verdad.

— Linda. — Le corrigió Draco.

— Linda. — Murmuró Wayne pareciendo pensar. — Pero Draco es masculino.... — Susurro y nuevamente Draco se sintió algo nervioso. — ¡Deberíamos llamarte Doll! Eso suena menos masculino.

— ¡Oh esa es una buena idea! — Comento Ernie pareciendo emocionado.

— ¡Doll! ¡Me gusta! — Añadió Susan y tan solo porque Draco era una adulta y podía controlar sus emociones no comenzó a llorar ahí mismo.

Ser aceptada, era la mejor sensación en el mundo.

Pronto todos sus amigos estaban comentando sobre su nuevo apodo o lo linda que era mientras el comenzaba a comer hasta que noto que Luna a su lado  no había dicho palabra y le dio una mirada curiosa.

— ¿Está bien que me siente aquí? — Preguntó de forma tímida pareciendo algo insegura y Doll le vio confundida para atraer la atención de Justin para que tradujera por ella.

— ¿No es natural que los amigos se sienten juntos? — Dijo Justin por ella y Luna pareció sorprendida por un momento antes de sonreír y relajarse.

— supongo que sí. — Susurro más tranquila con una pequeña sonrisa y pronto los tejones la comenzaron a incluir en su conversación y Luna decidió que la mejor decidió que tomo hasta la fecha fue ayudar a Doll.

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Nota: Finalmente nuestra pequeña Doll hace su debut, soy nueva en esto de la expresión de géneros y todo eso por lo que si creen que le faltó algo o exagere en algo me lo pueden decir.

Ahora explico cuando Draco se sienta como un "el" se refiere a sí mismo de esa forma y al igual el resto, y cuando se siente como "ella" se llama a sí misma Doll, y el resto — con ciertas excepción — también, no son distintas personalidades, sigue siendo Draco solo que identificándose con distintos géneros.

Ahora aunque Draco siempre actúa como quiere, la verdad es que aún tiene inseguridades después de tener una infancia difícil en su primera vida, y por eso uno de sus mayores miedos es que las personas a quienes ama lo vean como un fenómeno, ya que de acuerdo a su abuelo estos no merecían amor, y aunque Draco sabe mejor, fue algo con lo que creció y nadie le negó o explico mejor por mucho tiempo, es un trauma y estos no desaparecen con facilidad.

Finalmente gracias por leer y los amo! Gracias por los comentarios!