Draco nuevamente se alegró de haber nacido como un Malfoy-Black, dos de las familias mágicas más antiguas del mundo, las cuáles compartían una afinidad con las artes oscuras por lo cual tenía una amplia variedad de maldiciones de las cuales escoger.

Oh planear la caída de alguien jamás fue más fácil y divertido, quizás debería considerar hacer esto más a menudo, si sus memorias no lo engañaban existía un cierto director con nombre eterno quien también podría merecer una maldición o dos.

— ¿Que estás haciendo? — Preguntó su padrino al verlo con un libro de maldiciones que tenía por lo bajo unos cien años pero que aún así estaba muy bien cuidado por los que Black sabían cuidar sus cosas.

— Planeando la caída de un dictador. — Contesto viéndole con cierta seriedad y Severus tan solo elevó una ceja. — originalmente estaba planeando su muerte, pero mis amigos me hicieron ver qué era más fácil tan solo quitarle su poder. — explico con toda la calma del mundo como si estuviera hablando del clima.

— Ya veo... ¿Necesitas algo de guía? — Preguntó decidiendo seguir le la corriente a su ahijado.

— Nop, estoy bien, gracias. — Negó volviendo a abrir su libro.

— Tus padres me contaron que planeas pasar tus vacaciones con Potter. — comento sentándose en la mesa de la biblioteca junto al rubio.

— Está bien Tío Sev. — Dijo sabiendo según su Madre que su tío Sev tenía una mala historia con el último Potter. — Te amo de aquí a la luna y de vuelta, y Harry no cambiará eso. — repitió las palabras que su Papi le dijo cuando adoptaron a su hermano menor para hacerla sentir segura de su lugar en la familia y que por ningún motivo estaba siendo reemplazada.

Severus parpadeo un segundo no esperando esa respuesta notando la sinceridad en las palabra de Draco.

— Muy bien. — Fue lo único que logro decir sintiendo su garganta apretarse ligeramente pero satisfecho con el resultado de su conversación.

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Draco miro el hechizo en la página y no podía creer lo genial que era su familia, esto era lo que estaba buscando.

— Maestro Draco traje lo que me pidió. — Dijo Dobby entregándole un cuaderno de cuero negro. — ¿Dobby puede saber para que lo quiere?

— vamos a salvar a Harry Potter con esto. — Respondió viendo el cuaderno y ciertamente sus páginas estaban en blanco, no era un peligro decirle esto al elfo debido a que sabía que Dobby no le delataria, después de todo era el quien a veces le ayudaba a escabullir tazas con café de la cocina.

— ¿El señor Harry Potter está en peligro? — Interrogó pareciendo preocupado.

— No por mucho, yo me encargaré de todo. — Murmuró pensando en la mejor forma de hacer contacto. — Dobby iré a tocar el piano, ¿Puedes llevarme unas galletas a la sala de música y un bolígrafo por favor? — gracias Dios que introdujo a su familia a la maravilla que eran los bolígrafos, usar una pluma no era para nada práctico, por lo que lo evitaba de ser posible, debería hacer de su próximo proyecto llevar los bolígrafos a la escuela, estaba seguro que serían algo revolucionario.

— Por supuesto Maestro Draco. — rápidamente el elfo desapareció y Draco miro el cuaderno.

Gracias a unos te con algunas hierbas especiales había recuperado más memorias, y ahora sabía bastante sobre el juego.

Sabía que en segundo año Voldemort usaría este libro para poseer a Ginebra Weasley y robar su vida para tener un cuerpo físico de nuevo, y que de alguna forma un basilisco estaba involucrado en todo eso — razón por la cual además de maldiciones Draco estuvo investigando sobre criaturas mágicas, bueno por eso y por otras cosas que ahora debían pasar a segundo plano. —  pero volviendo a la trama Harry debía detenerlo causando que en su cuarto año Voldemort intentará revivir de nuevo, está vez con éxito y de paso matando a Cédric en el proceso — Draco recordaba eso especialmente debido a lo mucho que su hermano se quejó y lloro al respecto, y ahora podía entender eso — cosa que por supuesto Draco iba a evitar.

Así que la respuesta a su problema era simple, si la resurrección en cuarto causaba la muerte de su amigo, lo único que tenía que hacer era evitar que eso pasara, pero Draco no tenía los suficientes datos como para saber exactamente como eso sucedió por lo que intentar detener ese intento en concreto probaría ser una tarea difícil por lo cual Draco iba con un más plan mas fácil.

Iba a revivir a Voldemort en segundo año usando el cuaderno en sus manos, luego hechizaria al mago antes de que pudiera ir en modo Hitler mágico y todos vivían felices por siempre, bueno quizás no todos... Seguramente Voldi no estaría muy feliz ni tampoco su futuro profesor de defensa contra las artes oscuras, pero esos eran detalles, todo sea por el bien mayor.

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Draco tocó una simple melodía y luego se detuvo para anotar las notas en la libreta, notando como lo que escribió en el papel pronto desapareció ¡Oh qué sorpresa! ¿Que podría causar eso? Draco estaba tan sorprendido — por favor añadir Gasp in Spanish aquí, Dios Draco extrañaba su celular y sus stickers —

¿Mozart? Veo que tienes un buen gusto musical.

De alguna forma esto le recordó a Draco de varios músicos que intentaron coquetear con el en su otra vida, por Chopin los músicos de música clásica no sabían cómo coquetear ni aunque su vida dependiera de ello, era tan patético que podía ser adorable, rayando en lo triste.

Ahora... ¿Cual sería una respuesta apropiada? De seguir el sentido común, llevar el libro con un adulto o quemarlo, pero los magos parecian no tener sentido común así que esa no sería una respuesta muy mágica de su parte.

Para ser honestos prefiero a Verdi, pero hoy quería practicar mis puntos débiles.

Contesto contento al ver como las palabras desaparecían y nuevas palabras aparecían.

Oh esto iba a ser tan fácil.

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Nota: Tom está cayendo directo a las garras de nuestro querido Draco sin saberlo, piensa que puede usar a Draco y salirse con la suya, adorable.

Gracias por leer, y por sus comentarios me hacen muy feliz y me motivan para seguir escribiendo!

Creo que les debo como dos especiales, ¿Sugerencias?