Interlude yandere parte 2
Muy bien Draco está totalmente enojado con Cédric y no hay nada que el tejón pueda hacer para que le perdone por cometer la estupidez de meter su nombre en el cáliz cuando expresamente le dijo que no lo hiciera.
No hay nada que pueda hacer para que le perdone.
Nada de nada.
Absolutamente nada.
— Te odio... — Murmuró entre suspiros sintiendo el suave y gentil toque de los labios de Cédric sobre su cuello.
— Mhmm Por supuesto. — Dijo con diversión apretando su agarre en su cintura, haciendo que Draco estuviera ligeramente seguro de que dejaría una impresión de sus dedos en su piel y aunque aquello le debería molestar, por alguna extraña razón que no podía comprender le encantaba.
Cosa que jamás llegaría a admitir en voz alta, Dios sabía que no escucharía el fin de eso sí Cédric se enteraba que de hecho le gustaban las marcas que dejaba en su cuerpo.
— Aún no te perdono... — Gruñó haciendo un puchero hasta que escucho algo caer al piso y al bajar la mirada vio a Cédric en el piso de rodillas entre sus piernas.
— En ese caso tendré que trabajar muy duro por tu perdón — Sonrió de lado llevando su mano al cierre de su pantalón y santa mierda, este chico iba a ser su muerte.
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Muy bien Draco lo admitía cedió fácil ante las disculpas de Cédric, pero en su defensa ¿Que clase de persona seria si dejara a su novio ir a una competencia potencialmente mortal sin su ayuda? Una muy mala, así que una vez lo perdonó comenzó rápidamente a ayudar a su novio a buscar formas de pasar las distintas pruebas y ganar.
Porque los Malfoy jugaban para ganar.
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Debido a que en segundo año Draco descubrió una pequeña pasión por estudiar a los animales mágicos termino haciéndose amigo del cuidador Hagrid, quien tenía dotes mortales para la cocina por lo que Draco le iba a visitar una vez a la semana para asegurarse de que no muriera por envenenamiento por su propia comida, como el semi gigante había sobrevivido tanto tiempo por su cuenta era un real misterio para el.
El punto era que ser amigo de Hagrid a veces daba pequeños beneficios como ayudar a cuidar al calamar gigante quien era un amor —Y lo era, Anthony no sabía de qué estaba hablando cuando le decía que era una amenaza ¡El solo quería saludarlo! Su amigo era un dramático — , conocer un poco del bosque prohibido, y ahora saber que la primera prueba eran Dragones.
Porque por supuesto al director de esta trampa mortal que era Hogwarts se le ocurriría mandar a sus estudiantes a pelear con malditos dragones como primera prueba.
El bastardo.
Draco iba a llenar otra hoja de quejas en el libro de quejas de Hogwarts — que fue puesto después de que Draco entrara a la escuela y que para su gusto el no era el único que escribía notas, pero si las suyas eran más frecuentes, en su defensa estaba seguro de haber visto al menos a la mitad de los profesores colocando notas de forma anónima —
— ¿Como sabes tanto de dragones? — Preguntó Cédric apoyándose contra la mesa con una pila de libros a su alrededor.
— Porque soy un dragón. — Contesto y porque puede que le haya gustado bastante la película de cómo entrenar a tu dragón, pero eso era el que no tenía porque saber.
— Por supuesto que lo eres. — Sonrió acercándose un poco — Mi majestuoso y hermoso dragón. — Dijo dándole un corto beso en los labios.
— Asqueroso. — Lo acuso Draco dejando de lado el libro que estaba leyendo — haz lo de nuevo. — Ordenó recibiendo una sonrisa divertida y varios más besos.
Tan solo porque era bueno tomar un descanso después de tanto estudio, y nada más, no tenía nada que ver con el hecho de que a Draco le encantaba cuando Cédric le hacía cumplidos porque siempre parecían tan sinceros, para nada relacionado.
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— ¡Draco! — Le llamo alguien cuando estaba yendo a la biblioteca a devolver los libros que pidieron prestados de la biblioteca y su sangre se heló al reconocer la voz.
— Potter. — Respondió de la forma más distante posible algo incómodo de que se sintiera tan familiar como para llamarlo por su nombre después de haber interactuado solo una vez.
— ¿Necesitas ayuda? — Señaló a los libros que llevaba, y Draco estaba por negarse cuando los libros fueron tomados de sus manos por el salvador del mundo mágico. — ¿Dragones? ¿Es un tema que te interesa? — Cuestionó al leer el título del primero libro caminando a su lado.
— Son interesantes criaturas. — Respondió de forma cortante.
— ¿Hay algún libro que me puedas recomendar sobre ellos? — Preguntó pareciendo curioso, e inocente pero Draco sabía mejor.
— El tercero que estás cargando. — Recomendó solo porqué estaba de buen humor por pasar tiempo con Cédric.
— Genial ¡Gracias! Lo leeré de inmediato. — Dijo con una brillante sonrisa. — Eso me recuerda, últimamente no te he visto ir a la sala de música.
Y hasta era la parte que le daba escalofríos ¿Acaso le estaba siguiendo? Pero solo hablaron una vez... Un sentimiento no muy agradable se instaló en su pecho ante la idea de estar siendo acosado por el león, debería comenzar a ser más cuidadoso de ahora en adelante.
— He estado ocupado. — Contesto aliviado al ver que llegaban a la biblioteca y una vez que dejara los libros con la señora Pince podría irse.
— ¿Algo con lo que pueda ayudar? — Interrogó pareciendo querer ir más lento pero Draco no disminuyó su velocidad sonriendo a la bibliotecaria cuando llegaron a su puesto.
— Nada que sea de tu interés. — Le corto devolviendo los libros con educación. — gracias por la ayuda. — intento despedirse pero al igual que la primera vez que se toparon su muñeca fue tomada evitando que pudiera irse.
— Lo digo en serio, si hay algo con lo que necesites ayuda, solo debes decirme, haría todo por ti. — dijo con una cierta seriedad y oscuridad en su mirada que enseguida fue reemplazado por un sonrojo. — P-Por un amigo, haría lo que fuera por un amigo. — se corrigió pareciendo avergonzado soltando lo para rascar su nuca.
— Entiendo. — Murmuró aprovechando para salir del lugar no corriendo pero yendo lo más rápido que pudo por los pasillos hasta dar con la persona que quería y abrazarle con fuerza.
— ¿Draco? — Preguntó Cédric ligeramente sorprendido ya que Draco no era de dar muestras de afecto en público. — ¿Todo está bien? — Se preocupó al notar que el contrario estaba temblando.
— Ahora lo estoy. — Murmuró enterrando su rostro en su cuello para que su esencia lo calmara no pudiendo sacar la imagen del final malo de la ruta de Potter de su cabeza.
Draco tenía a Cédric, el no iba a terminar así... Nunca.
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Si Draco creyó que Lockhart era un profesor peculiar, Alastor Moody se llevaba el premio al más raro.
Había algo extraño con el que no sabía cómo identificar, una parte de su cerebro le decía que no era alguien en quien debiera confiar y su Papá siempre le dijo que confiara en su instinto.
Además esa poción que continuaba tomando le daba mala espina, podía nombrar de memoria cualquier poción con efectos terapéuticos que deberían tomarse con tal frecuencia y ninguna de ellas olía de esa forma.
Debería preguntarle a su tío Sev al respecto.
Draco suspiro al ver a Tejones temblar de miedo cuando Alastor pidió a alguien para probar el hechizo imperio, ya que al parecer al director de esta escuela se le ocurrió la maravillosa idea de entrenar a niños para soportar maldiciones prohibidas porque ¿Porque rayos no? Hoy Draco se agotaria las páginas del libro de queja eso seguro.
— Yo lo haré. — Se ofreció viendo como los tejones parecían relajarse y le enviaban silenciosas miradas de gratitud, los tejones si eran las personas de su novio así que era solo lógico que los protegería junto a sus propios compañeros de clase.
— ¡Fantástico señor Malfoy! Esa es la actitud. — Sonrió el profesor para luego apuntarle con su varita. — ¡Imperio! — maldijo y por un segundo Draco sintió el embrujo tomando efecto en el.
Su mente se sentía... Era como estar drogado, se sentía contento y dócil, como cuando acababas de despertar y aún no recordabas los problemas de tu vida o lo que tenías que hacer en el día, tan solo estabas cómodo y calentito en tu cama.
Salta.
Pidió una voz en su cabeza y casi lo hace hasta que una voz más fuerte en su cabeza se hizo presente.
¡Largo!
Grito con fuerza lo que podía reconocer como su propia voz, la que solía tener antes... Su Obscurus.
A alguien no le gustaba recibir órdenes al parecer.
¡Salta!
Grito esta vez la voz de antes pareciendo más asertiva que antes, y la complacencia fue reemplazada por un dolor de cabeza parecido a una resaca.
En cuanto comenzó a levantar un pie para saltar su voz de antes volvió.
¡Ve a saltar por tu cuenta! ¡Largo!
Y en ese momento se obligó a si mismo a salir de la maldición seguro de que si no lo hacía su Obscurus saldría a jugar y esa no era una carta que quisiera revelar ahora.
— ¡Impresionante señor Malfoy! — Le felicito el profesor cuando volvió en si mismo. — Un minuto bajo la maldición imperio y pudo romperla, excelentes habilidades y control.
— Gracias... — Murmuró sintiendo se ligeramente mareado volviendo a su puesto donde Anthony le ayudo a sentarse y no caer de su puesto.
Este sería un largo año escolar...
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— L-Lo siento. — Se disculpó alguien con una voz suave y un fuerte acento francés al chocar con el haciendo que votará sus libros.
— Está bien. — Contesto con una sonrisa quitándole importancia recogiendo sus libros con ayuda de la contraria. — Gracias. — agradeció una vez tuvo todos sus libros de vuelta en sus brazos.
— ¡Oh tu eres un Veela también! — Exclamó la rubia con acento francés y ahora que se daba cuenta ¿Está no era una de las campeonas? — No sabía que habían Veelas en Hogwarts.
— ¿Disculpa? — Preguntó confundido ladeando su cabeza pero eso fue lo equivocado que hacer ya que la chica dejo escapar un chillido que le sorprendió y lo siguiente que Draco supo es que la chica lo estaba abrazando del brazo mientras lo arrastraba con ella conversando con él.
El responder en francés quizás no fue su mejor movida ya que pronto la chica estaba chillando de nuevo encantada y hablando con más emoción que antes ahora en un fluido francés.
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— ¿Que te paso? — Preguntó Cédric pareciendo divertido al verlo agotado y más arreglado y maquillado de lo normal.
— las mujeres son agotadoras. — Contesto haciendo una mueca dejándose caer en los brazos de su novio que lo recibió con gusto.
— Te diría que eso no es verdad pero me conviene que pienses eso. — Río acariciando su cabello notando que tenía una esencia frutal en lugar de su esencia a Jazmin y te verde normal. — ¿Pero se puede saber que te hizo llegar a tal conclusión?
— Fleur Delacour. — Contesto para después proceder a explicarle cómo a pesar de toda las veces que intentara decir que no, de hecho no era un Veela, Fleur no le creyó por lo que agotado termino cediendo y lo que debía ser una tarde con su novio se convirtió en una "Tarde de chicas" con Fleur y las chicas de Beauxbatons.
Y ahora Draco apreciaba la compañía de hermosas señoritas tanto como cualquiera pero no la apreciaba tanto cuando el se convertía en su proyecto personal y pasaba horas como una estatua mientras las chicas le aplicaban todo productor de belleza habido y por haber.
— ¿Debería estar celoso de que estés fraternizando con el enemigo? — Preguntó elevando una ceja y Draco sonrió colocando una mano sobre el pecho del mayor para colocarlo en el césped sobre el cual estaban sentados.
— Mhmm sería una pena que mi novio desconfiara de mi lealtad. — Murmuró haciendo un puchero pasando su mano por todo el abdomen de Cédric deteniendo se al llevar al inicio de su cintura. — ¿Debería mostrar que tan comprometido estoy con la causa? — Preguntó ladeando su cabeza haciendo que la trenza que caía por uno de los lados de su cabeza cayera por su hombro exponiendo parte de su cuello.
— Si por favor. — Pidió sin aliento tragando duró al ver la expresión juguetona en el rostro de su novio.
Draco sonrió, quizás la tarde con su novio podría ser la noche con su novio y Draco no podía encontrar en si mismo el que le importara la diferencia.
En especial cuando su querido Cédric le veía como si no pudiera creer que alguien tan hermoso existiera.
Ah Draco realmente era débil por las caras bonitas.
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Notas: Por alguna vi la imagen de arriba en Pinterest y pensé "Draco y Cédric".
Decidí dividir esto en varios, ya que me gusto escribirlo, y quiero seguir.
Para quienes leen de The Demon of Ghotam, como he estado bloqueada con la historia decidí hacer un interlude que no se bien cuando subiré ¿Sugerencias?
También he dicho esto pero he estado leyendo fics donde los autores se insertan en el fic, en lugar de crear un OC se meten contando desde primera persona como ejemplo "Y ahí estaba pensando a la mierda mi vida" y pensé en probar, hacer un One-shot que para ser honestos sería la primera mitad en crisis nerviosa — por estudiar cuatro años de derecho solo para terminar en mundo random X eso me haría llorar — y la segunda mitad negación tipo "¿Eso es un dragón? Nah una lagartija, ¿Un oso? Perrito, es un gran y enojado perrito" ¿Les interesaría leer eso? Y de ser así me dicen si quieren leer en algún libro aparte o historia.
Sobre la mala ruta de Harry es básicamente el derrotando a Voldemort solo para convertirse en el señor oscuro, matar a cada una de las personas con las que Hermione — ella era la heroína original — interactúa, familia, amigos, el que tenía un crush, etc, y finalmente encerrarla en una habitación quitándole sus sentidos para que solo pueda depender de Harry, y podrá imaginar que ese tipo de final no es muy bonito.
Gracias por leer y las amo! — y me hicieron muy feliz con los comentarios!—
Extra:
Justin; Necesitamos más dinero para la fiesta.
Doll: Bueno tengo un vestido rojo que me qued—
Zacarías: No Doll, no podemos dejar que te prostituyas por esto.
Wayne: Creemos que serías una buena prostituta si te sirve de consuelo.
Doll; Primero que nada era vender el vestido, y segundo como se atreven, sería una prostituta increíble.
Hermione: Me gustan los idiotas, y me identifico como idiotasexual, Ron una vez paso una hora empujando una puerta que decía tire y ahora sueño con besarlo en la luz de la luna
Ron: ¿Como se dice tortilla en español?
Hermione: *colocándose labial* Eres tan estupido Ron.
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