interlude 5k Yandere parte 1

En el momento en que un tierno Draco de ocho años se dio cuenta de que estaba en un juego, y no solo eso, sino que en uno de citas Yandere, Draco decidió que los libros serían sus mejores amigos por lo que durará la escuela, ahora Draco probablemente pudo pedir ir a otra escuela, pero al menos en Hogwarts sabía quienes eran las amenazas principales, ¿En otros colegios? No sabía nada. Cómo era un mundo basado en un juego Yandere había un 50/50 de posibilidades de que las demás escuelas mágicas también estuvieran plagadas de psicópatas escondidos y no iba a arriesgar su cuello con eso.

Así que... Piano y libros, Draco iba a vivir 110 años o quemaría Hogwarts en el intento.

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Con la nueva meta de Draco haber terminado en la casa de las águilas — ¿Y porque su mascota era un águila cuando literalmente estaba la palabra "cuervo" en su nombre? Prueba de lo raro que era este lugar — no fue para nada una sorpresa, y le gustaba ya que su nuevo jefe de casa era el director de la orquesta lo que significaba que si Draco jugaba bien sus cartas podría usar la sala con el piano tanto como quisiera, oh la vida podía ser dulce.

Una de las buenas cosas que tenía haber sido mudó en su vida anterior era que no era una persona habladora por naturaleza y sabía usar lenguaje de señas, por lo que las personas asumían que era sordo, así que bastaba con saludar usando lenguaje de señas y dar una mirada confundida para que las personas lo dejarán tranquilo, como ahora:

¿Es tuyo? — Dijo con sus manos Draco después de entregarle su libro caído a unos tejones que le veían curiosos.

Gracias. — Señaló uno de los tejones y bueno... Draco no había esperado eso, pero siempre estaba el plan B.

Consejo de Papi número uno, cuando no sabes qué hacer o decir, sonríe.

Draco les regaló una sonrisa que en pocas palabras  decía "No tengo idea de que pasa" algo dulce y se fue antes de pudieran responder.

Eso estuvo cerca, nota mental, no ayudar a nadie en el futuro cercano, gracias a su falta de morales — Lo sentía por Papá pero sobrevivir era más importante — no debía probar ser muy díficil.

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Draco paso la página de su libro levantando la mirada para ver por la ventana viendo cómo el cielo era un triste gris, podría ser de reino unido pero su clima nunca fue de su agrado, demasiado húmedo para su gusto, algo horrible para el cabello, y para el ánimo, si iba a estar nublado al menos debería llover para que el sonido de la lluvia al caer resonara como una melodía.

Dejo un suspiro escapar de sus labios antes de volver a su lectura hasta que escucho el sonido de unos libros ser dejados frente a él y levantó la mirada por reflejo, error fatal para alguien que pretendía ser sordo.

— Lo sabía. — Sonrió el tejón que parecía un par de años mayor que él y Draco tan solo le vio confundido. — No eres sordo. — Añadió en un tono más bajo sentándose a su lado en lugar de enfrente para estar más cerca.

Segundo consejo de Papi, miente, miente hasta que te descubran ¿Y después? Sigue mintiendo

Draco parpadeo varias veces viéndole inocente como si no entendiera lo que estaba diciendo.

El mayor quien no pareció para nada movido por su actuación tan solo le vio divertido alzando una ceja.

— Además de la señora Pince solo estamos nosotros aquí, nadie te escuchará y prometo no decir nada. — Draco dio una mirada alrededor antes de darse por vencido, sabía que podía seguir pretendiendo pero hace meses que Draco no hablaba con alguien que no fuera su Tío Sev, o los elfos domésticos, y ahora que finalmente podía hablar le parecía una lástima no usar sus cuerdas vocales.

— ¿Que quieres? — Preguntó viéndole algo aburrido apoyando su cabeza en su mano y el otro sonrió victorioso.

— Estaba curioso. — Contesto con honestidad. — Para ser alguien que pretende ser sordo, tocas el piano muy bien. — Añadió para la sorpresa de Draco.

— ¿Cómo sabes eso? — Interrogó arrugando el entrecejo.

— Ayer pase por la sala de música y escuche el piano, la melodía que escuche era hermosa así que me quedé un rato, cuando me di cuenta de la hora tú ya estabas saliendo de la sala. — confesó, haciendo que Draco hiciera un mueca, debería tomar atención más adelante, no quería hacer nada que levantará una bandera sin querer. — Eres muy bueno, ¿Eso es lo que quieres ser? ¿Pianista? — Interrogó con un aire amistoso pareciendo sincero.

Por un segundo Draco lo observó con cuidado. No parecía tener segundas intenciones, ni tampoco recordaba su rostro de la portada del juego por lo que no debía ser uno de los Yandere, además parecía amigable y era lindo... Eso le daba puntos, quizás hacer un solo amigo humano no estaría mal.

— Quiero recorrer el mundo tocando el piano. — Contesto con una pequeña sonrisa inocente que por primera vez desde que llegó a esta escuela era sincera.

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Gracias a Cédric, Draco ya no tenía que preocuparse de que alguien se enterará de que podía tocar el piano. A cambio de poder escuchar a Draco cuando tocaba el piano, Cédric lanzó un hechizo dentro de la sala de música para que el sonido no saliera de la habitación evitando que más personas pudieran escuchar el piano y sintieran curiosidad como Cédric, hasta ahora tener amigos estaba probando salir a cuenta.

Draco sonrió mientras caminaba por los pasillos a su encuentro con Cédric, sin querer chocando con unos leones en su camino y porque tenía modales enseguida se agachó para tomar los libros que dejaron caer.

— L-Lo siento. — Dijo con timidez uno de los niños que se le hacía conocido pero Draco no le dio importancia ya que estaba de buen humor así que tan solo le entrego los libros a los niños dándoles una sonrisa brillante y volver a su camino a paso ligero, apenas y podía esperar para tocar su amado piano libre de preocupaciones.

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Harry robaba de vez en cuando miradas a la mesa de los Ravenclaw viendo a cierto rubio comer en silencio pero pareciendo muy contento con lo que estaba tomando ya que de vez en cuando una pequeña sonrisa escapaba de sus labios.

Era tan lindo ...

Desde la primera vez que Harry puso sus ojos sobre el rubio, sintió algo en su pecho, incluso lo confundió con un angel cuando lo vio en la modista por primera vez, tan hermoso y con una sonrisa angelical yéndose del lugar sin decir palabra rodeado de misterio.

Encontrarlo en Hogwarts fue un verdadero golpe de suerte, así Harry tenía más oportunidades para ver al rubio, quien seguía siendo igual de angelical que el primer día, siempre en silencio y por su cuenta, demasiado tímido para su propio bien — Si, seguro — lleno de inocencia y sonrisas deslumbrantes sin importar lo pequeñas que fueran.

Harry sentía que debía protegerlo, evitar que cualquiera manchara sus hermosas alas blancas... ¿Quizás si lo encerraba en un lugar donde no pudieran encontrarlo estaría seguro? Harry debería pensarlo con cuidado, tenía una misión y debía hacerla bien.

Harry no era alguien que tuviera muchas cosas pero cuando las tenía, se aseguraba de cuidarlas muy bien.

3 años después...Cuarto año de Draco

— Y-Ya vamos a llegar... — Suspiro Draco e intento alejarse un poco de Cédric lo que era difícil considerando que el águila estaba sentado en el regazo del mayor.

— Pero te extrañe tanto — Murmuró Cédric dejando besos, mordidas y marcas en el cuello expuesto de Draco, amaba que su piel fuera tan blanca, siendo ideal para dejar marcas que no desaparecían por días.

— Nos vimos ayer. — Río negando con la cabeza.

— Demasiado tiempo. — Contesto con una sonrisa divertida.

— Eres un cursi. — Negó pero sus palabras murieron cuando Cédric robo sus labios en un beso que le robo el aliento, justo cuando el tren se detuvo.

— Por Merlín ¿No podía demorarse más? — Se quejó haciendo un puchero distraído lo que Draco utilizo para levantarse de su regazo.

— Vamos, si llegamos pronto podemos ir a la sala de música antes del gran banquete de bienvenida. — Sugirió estirando su mano y el mayor no dudó en tomarla levantándose de su lugar atrayendo lo a su cuerpo para besar sus labios.

— Eres perfecto. — Susurro sobre sus labios para luego salir de la cabina de la mano con su novio sin darse cuenta que estaban siendo observados.

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Harry apenas podía tomar atención del discurso de Dumbledore al ver como Cédric le lanzaba besos a Draco haciendo el ridículo de si mismo, y que el águila rodará los ojos, pero aún teniendo una expresión de aprecio y cariño en su rostro.

Aquello provocaba que una sensación caliente y horrible creciera en su estómago, todo esto era culpa de Voldemort. Si Harry no estuviera ocupado todos los años salvando al mundo mágico de ese idiota podría concentrar su atención en hacerle ver a Draco que el era la única persona que podía cuidarlo cómo se merecía, en lugar de ese tejón don nadie ¿Que había hecho en su vida? Quizás era un buen buscador pero eso era todo, y bien tenía un buen rostro ¡Pero Harry tenía todo eso también! Además de una gran bóveda en el banco con dinero capaz de mantener a Draco como se merecía, y además ¡Era el maldito Salvador del mundo mágico! Eso debía contar más que cualquier otra cosa.

Pero este sería su año.

Finalmente este año no dejaría que Voldemort ni nadie se interpusiera en su camino de conseguir a su lindo dragoncito, sin importar el método que tuviera que usar.

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A veces Draco deseaba no haberle pedido a su hermano que no le dijera nada sobre el juego que le regaló, así podría estar más preparado para los eventos que estaban destinados a pasar, pero en su defensa sinceramente no creyó que siquiera jugará el juego — se lo dio más como una broma que como otra cosa ya que era un juego para chicas, con todos los objetivos siendo hombres, pero hey, ella no juzgaba — y cuando lo comenzó a jugar, tan solo ver una escena donde con una maldición le incendiaban la cabeza a alguien por los celos hizo que pronto su interés por el juego muriera.

Así que en resumen todo lo que Draco sabía sobre este año era que habría una competencia mágica y alguien iba a morir, motivó por el cual le pidió a Cédric no colocar su nombre, en la copa.

Razón por la que estaba totalmente justificado que estuviera enojado con su novio luego de enterarse que de hecho si puso su nombre como explícitamente le pidió que no lo hiciera, sin mencionar que se enteró debido a que su nombre fue el escogido frente a las tres escuelas.

Así que Draco como la reina del drama que sus padres le enseñaron a ser salió del gran salón sin quedarse para ver el resto del espectáculo que estaba pasando.

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Draco dejo de intentar tocar el piano, claramente hoy no estaba del humor para hacerlo por lo que sin importar cuanto lo intentará el sonido que produciría no sería de su agrado.

Tomo sus cosas y salió de la sala de música chocando con alguien en su camino, lo cual logro sorprenderlo hasta que recordó que era Cédric quien se aseguraba de que nadie pudiera acercarse mientras tocaba.

— L-Lo siento ¿Estas bien? — Preguntó la persona que debió estar pegado a la puerta para que Draco chocará con él y al reconocerlo dio un paso hacia atrás.

— Lo estoy... — Susurro en voz baja. Para esta altura la mayoría ya sabía que podía hablar, pero que era muy tímido por lo que le daban su espacio, y aunque no podía estar más lejos de la verdad Draco los dejaba creer eso porque le convenía.

— No sabía que tocabas el piano, para ser honestos no sabía que los magos tocaban instrumentos, pensé que tan solo los encantaban para que tocaran solos. — Comento con una sonrisa nerviosa.

—  Algunos lo hacen, pero yo prefiero tocar. — Contesto viéndole incómodo para que entendiera que deseaba irse.

— Lo haces muy bien, lo que escuché fue hermoso. — Confesó con su rostro ligeramente sonrojado y Yep, necesitaba irse rápido.

— Gracias, pero tengo que irme debo terminar un ensayo. — Intento alejarse pero un agarre en su muñeca le hizo detenerse.

— ¿Podemos vernos mañana u otro día? — Preguntó tímido pero sin soltar su muñeca. — Lo siento, es solo que después de que saliera elegido todos han mantenido un metro de distancia de mi y tú eres el único que me trata normal. — Murmuró pareciendo triste bajando su mirada haciendo que Draco apretara sus labios.

— Quizás algún día. — concedió aprovechando la sorpresa del otro para soltarse de su agarre y salir por el pasillo.

— ¡Lo estaré esperando! — Le grito con energía mientras Draco podía sentir su corazón latir a mil, que no era para menos debido a que se acababa de topar con el Yandere maximo del juego.

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Notas: Primero, en esta versión del juego Hermione es la heroína, y los objetivos de captura eran Harry, Ron, Neville, Snape, Draco, Viktor y Tom, junto con una ruta escondida.

Segundo, adelante años porque o sino me saldría eterno y no llegaría a la parte interesante nunca, lo dividí en partes para crear expectación y porque sinceramente siempre me salen demasiado largos los interlude y quería hacerlo más corto.

Gracias por leer y por sus comentarios!

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