interlude 3k
Draco miro su armario y aunque los colores eran los adecuados, la ropa en sí era... Plana, pero para ser justos esto era lo último en ropa para magos.
Habían pasado exactamente tres días desde que Draco recordó una vida como una pianista muda y Muggle — debido a que se cayó y golpeó en la cabeza al perseguir a los pavos reales de su Padre — y lo primero en su lista era cambiar su guarda ropa que prontamente se volvió inaceptable, si su Papi viera la ropa que poseía de seguro le daría un ataque.
Draco asintió con la cabeza decidido, podría tener disculpas que dar, un piano que reaprender a tocar, un cuerpo al que acostumbrarse — ser chico era raro... Pero solo era una cuestión de tiempo para ajustarse de seguro — pero lo primero en su lista era cambiar su guarda ropa, su Papi estaría orgulloso.
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Lucius vio a su hijo pasearse con su nueva ropa conversando con los elfos domésticos, y sinceramente no sabía que pensar.
Desde que tuvieron que llamar al sanador debido a su caída en el patio y Draco despertó al día siguiente luego de una alta fiebre — que los tuvo preocupados — su hijo había estado actuando extraño...
Decidir cambiar su guarda ropa no fue algo tan extraño ya que Draco siempre fue alguien con un gran sentido de la moda, y que quisiera "actualizar" su estilo era cuestión de tiempo, pero el conversar con los elfos domésticos era nuevo, o también el extraño nuevo interés que parecía tener por tocar el piano que hasta entonces estuvo olvidado en una habitación de la mansión.
A veces Lucius lo vería moviendo sus manos en lugar de hablando, y cuando se daba cuenta de lo que hacía se detendría por completo parpadeando y comenzaría a hablar como si no hubiera pasado nada.
Era raro...
Pero para ser sinceros no podía decir que le molestará, muchas veces le preocupo que Draco se convirtiera en un clon de si mismo, incapaz de pensar por su cuenta, lo que no era bueno para un líder por obvias razones y era bueno que comenzará a tener iniciativa por su cuenta, era una señal de que estaba creciendo, de que estaba madurando.
Así que Lucius dejo a su hijo con sus pequeñas rarezas.
Cuando Lucius escucho a Draco tocar Vivaldi y luego comió uno de sus pasteles, se convenció de que tomo la decisión correcta.
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Ahora Draco sabía que no podía deshacer lo que ya hizo, pero eso no quitaba que se sintiera mal por ser un bully por la gran parte de su vida, así que decidió hacer lo responsable y pedir disculpas, pero ya que sinceramente le daba pereza encontrar a cada una de las personas con las que fue rudo, o tener que esperar al inicio del año escolar decidió tomar la ruta corta y enviar cartas, después de todo eso era lo más mágico ¿Cierto?
Ahora ¿Con quién debería comenzar? Draco miro por la venta a los pavos reales y de repente el gigante amante de los animales llegó a su mente, técnicamente hablando Draco nunca le ofendió — a la cara — pero su padre casi hace que lo despidan y arresten... Bueno, ese parecía un buen lugar para comenzar.
Tomo su pluma — más tarde conseguiría un bolígrafo, por ahora no quería presionar a su Padre — y comenzó a escribir, algo corto, después de todo solo quería disculparse y no tenía intenciones de que las personas cambiarán lo que pensaran de él.
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Draco no diría que sus compañeros de Slytherin eran sus amigos, ni siquiera antes de recuperar sus memorias, eran más como sus Minions... Y no estaba muy seguro de cómo sentirse al respecto.
— ¿Estas convencido de que esto es seguro? — Preguntó Blaise viendo a Goyle al otro lado del patio con una manzana en su cabeza.
Draco levantó su arco — Regalo de su Padre luego de que afirmó que quería dejar el quidditch por ser poco refinado y en su lugar deseaba probar con la arquería — midiendo la distancia y tomando nota de la velocidad del viento en su cabeza.
— Completamente. — Sonrió de lado y disparó dando en el medio de la manzana al mismo tiempo que Goyle caía al piso de espaldas probablemente del susto.
Tener Minions si era definitivamente más divertido.
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Draco miro las cartas sobre su escritorio ¿Porque habían tantas?
En un principio tan solo envío las disculpas esperando dar el asunto por terminado, pero ya que la vida no estaba de su lado recibió respuestas de casi todos los destinatarios, y ya que era descortés no responder, replicó a todas y de alguna forma ahora llegaban al menos cinco cartas por días a su casa.
Extrañamente los más demandantes eran Granger, Longbottom, Hagrid, los gemelos Weasley y Lovegood.
Granger parecía estar disfrutando alguien con quien discutir sus ideas sobre igualdad y movimientos políticos, Draco nuevamente se maldijo por añadir en su carta al disculparse por llamarla Sangre sucia, una mención sobre como el mundo no olvidaría ese título por lo que en lugar de estigmatizar el término y darles poder a quienes la usaban en su contra debían encontrar una forma de hacer la palabra suya, enviando referencia a ciertos libros sobre el racismo en Estados Unidos.
Por otro lado estaba Hagrid al que por alguna razón más allá de su compresión estaba ayudando a crear su programa para sus clases — Draco detallo de forma muy explícita la horrible idea que era exponer a estúpidos niños mágicos a criaturas mágicas sin enseñarles primero como tratarlos con el respeto que merecían luego de que el gigante mencionó que esperaba verlo en su clase y le spoileo que pasaría en ella, pero luego se sintió mal y le corrigió y ahora Hagrid tomo el hábito de consultar con el antes de hacer un diseño de una clase —
Draco por supuesto se disculpó con todos los Weasley, padres incluidos, debido al desdén que mostró hacia la familia hasta la fecha, y además de una carta de Molly y Arthur diciendo que entendían y todo estaba bien — al parecer comprendían que Draco era un niño imitando el compartimiento de su no tan agradable padre — recibió de los gemelos que demandaban una compensación por el desdén y bien eso era justo, así que les envío ideas para bromas ya que sabía que eso sería más apreciado que dinero, y Draco rápidamente entendió que cometió un error ya que las cartas no pararon después — especialmente no después de que encanto una carta para tirar brillantina cada vez que alguien leía la letra "e" en voz alta de la carta, en su defensa pensó que les gustaría el gesto —
Lovegood... Ella era ... Ella era algo diferente y Draco no estaba seguro de que pensar de ella.
Finalmente Longbottom parecía que llevaba un tiempo solo y necesitaba un amigo, y ya que Draco se sentía especialmente mal con él ya que fue su principal blanco — Potter no contaba por qué el se defendía — siguió haciendo conversación.
Bueno de seguro solo era debido a que el verano era aburrido y una vez que volvieran a clases ya nos e acordarian de unas tontas cartas.
Draco por supuesto estaba equivocado.
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Cómo todos los años sus padres se despidieron de el en la plataforma y lo dejaron subirse al tren por su cuenta junto a sus cosas.
Draco sintió varias miradas sobre el y evitó sonreír, sabía exactamente como se veía usando unos jeans ajustados de color negro, con una camiseta de igual color que leía "Drama queen" y un chaleco de lana gris demasiado grande, sin contar que dejó su cabello crecer y ahora traía una coleta alta con algo de chasquilla cayendo cerca de su ojo derecho, Draco era lindo y Ahora todo el mundo lo sabía.
Estaba por inclinarse para tomar su baúl cuando sintió como era levantado y por un segundo se sintió confundido al darse cuenta que estaba sobre el hombro de alguien ¿Que mierda?
— Dragoncito, tenemos mucho de que hablar. — Dijo ¿Fred? Weasley tomando su baúl y Draco vio al pelirrojo con su familia detrás.
— Demasiadas bromas que planear y poco tiempo en la mano. — Añadió el que asumía era George quien lo sostenía como si pesara lo mismo que una pluma comenzando a caminar al tren ¿Y estaba siendo secuestrado? ¡¿Donde estaban sus Minions?!
— ¡Malfoy! — Grito una voz que reconoció como la de Granger y nunca se alegró más de ver a la chica, de seguro ella pondría razón en la cabeza de los peli— estuve leyendo el libro que me recomendaste y ¡Tienes razón! Es hora de que comencemos a tomar lo que es nuestro, y por eso pensé que podíamos organizar un movimiento como el de orgullo — comenzó a hablar totalmente ignorando la situación de Draco y ¿Esto era algo de leones?
¡¿Y donde mierda estaban sus Minions?! Al parecer estaban muriendo por jugar a Guillermo Tell de nuevo.
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Para su suerte sus Minions lo encontraron pronto y el orden volvió a ser restaurado por lo que Draco pudo leer su libro como pretendía desde el principio en paz y con algo de suerte el resto del viaje y año del escolar irían normales desde ahora.
Cómo una profecía el tren se detuvo y Draco supo en sus huesos que las estrellas, Jesús o la mesa redonda se estaban alineando en su contra.
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De alguna forma Draco se las arregló para sobrevivir el viaje a Hogwarts y el primer día de clases, y según su abuelo lo que no te mataba te hacía más fuerte, por lo que Draco está ligeramente seguro de que saldría de Hogwarts siendo inmortal por qué el lugar era una trampa mortal y como alguna vez pensó que el lugar era seguro estaba por sobre él.
Pura publicidad engañosa ¿Donde podía pedir su reembolso y sería muy tarde para cambiar de escuela?
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— No puedo creer que todos estén comprando su acto. — Murmuró Ron viendo cómo varias personas de distintos años se acercaban a hablar con Malfoy y algunos solo le miraban con ojos soñadores.
— No creo que sea un acto Ron. — Contesto Hermione. — Es decir su carta de disculpas no era la mejor... Pero desde entonces me ha ayudado mucho a entender los problemas de mi propia cultura y como solucionarlos.
— Puras patrañas, de seguro está planeando algo malvado. — Refunfuño llenándose la boca con pastel y Hermione rodó los ojos sabiendo que sería difícil lograr a su amigo cambiar de opinión. — Tu estás conmigo ¿Cierto Harry? — choco hombros con el nombrado que pareció salir de alguna clase de Trance.
— ¿Eh? — Preguntó viendo a sus amigos. — Lo siento ¿De que estamos hablando?
— El supuesto cambio de corazón de Malfoy. — Respondió la chica elevando una ceja al notar lo distraído que estaba su amigo.
— Oh eso... Bueno, no estoy seguro, es decir no se puede saber mucho por solo una carta. — Contesto pasando una mano por su nuca.
— Harry tiene razón, quizás debemos esperar un poco antes juzgar si de verdad cambio. — Decidió comprometer Hermione pareciéndole un punto medio.
— Seguro, pero no estén sorprendidos cuando todo resulte alguna treta. — Asintió Ron y Hermione tan solo bufo.
Harry por su parte volvió a mirar a Malfoy de forma disimulada. El León tenía que admitir que Malfoy siempre fue... Lindo, pero ahora con su cabello negro, su nueva actitud y uñas pintadas de color negro —y Harry juraba que estaba usando algo de maquillaje — Harry no sabía que pensar o cómo sentirse, tan solo sabía que la atención que estaba recibiendo Malfoy no le gustaba del todo, y de repente se sentía molesto de cómo al parecer ahora que cambió todos parecían pensar que era lindo, bueno, Harry pensaba eso desde antes así que tenía antigüedad... ¿Y que demonios significaba eso?
Harry estaba tan confundido.
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Draco observó la forma en que Neville parecía querer confundirse con la pared en cuanto comenzó la clase de pociones y no le culpó, su tío Sev era brutal con el durante sus clases y Draco no dudaba que este año lo sería también por lo que a pesar de su mejor juicio en cuanto su Tío indico que se colocarán en parejas para trabajar Draco se alejó de las serpientes y para sorpresa de todos se colocó junto al Leoncito cobarde.
— ¿Que está haciendo Malfoy? — Pregunto su profesor de seguro conteniendo la sorpresa que estaba sintiendo al igual que el resto de la clase.
— Yendo con mi pareja, ¿Eso no fue lo que pidió? — Contesto ladeando la cabeza viéndole inocente.
— Lo fue... — Murmuró viéndole con intensidad de seguro buscando sus intenciones pero al no encontrar nada tan solo suspiro. — Muy bien, ¿El resto espera una invitación? — Llamo la atención y todos dejaron su asombro para moverse a sus lugares.
Draco tan solo se colocó junto a Neville y comenzó a hacer la poción pedida sin ni siquiera abrir el libro guiando al chico durante todo el proceso quien parecía tímido pero cooperó con todas sus instrucciones.
— Al parecer este año no tendré que temer por mi seguridad gracias al joven Malfoy cuidando su estupidez. — Comento Severus luego de calificar su poción con la nota más alta de la clase y por supuesto no pudo contener sus palabras afiladas.
Neville se estremeció mirando al piso, sintiéndose avergonzado hasta que pudo sentir una mano tomar la suya y vio a Draco quien parecía estudiar a su profesor como si le viera por primera vez y Neville no estaba seguro de que pasó por su cabeza pero esa sonrisa dulce en su rostro no le dio buena espina.
— Debo admitir que pensé que sería difícil trabajar con Neville pero al parecer todo lo que necesitaba para brillar en este clase era un guía competente. — Respondió con toda la dulzura y veneno del mundo, y nuevamente toda la sala quedó en silencio.
Neville parpadeo un par de veces ¿Acaso Draco...?
Snape pareció estar a punto de quitarle puntos a Draco quien tan solo le vio inocente y finalmente luego de apretar su mandíbula por un sólido minuto se relajo.
— Señor Malfoy una palabra después de clases. — Fue su única respuesta y Draco ni se inmutó.
— Por supuesto profesor. — Respondió sin dejar de sonreír ni un segundo de seguro molestando más a Snape quien se fue para revisar más trabajos.
— No tenías que defenderme... — Murmuró por lo bajo de forma tímida.
— No tengo idea de qué hablas. — Dijo Draco bajándose de hombros quitándole importáncia pero Neville aún podía sentir su mano sobre la suya dándole apoyo silencioso y Neville pensó que podría llorar porque era la primera vez que alguien lo defendía de esta forma y le ofrecía apoyó, por lo que tan solo susurró un pequeño gracias asustado de que de otra forma comenzaría a llorar en medio de la sala.
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— Esto no es un pastelillo. — Dijo Draco con el dulce que le dio el gigante en mano que amenazó con romperle un diente.
— ¡Por supuesto que lo es! ¡Yo mismo lo hice! — contesto el gigante con una sonrisa, Draco apretó el pastelillo que se sentía como una piedra.
— ¿Como? — Pregunto sinceramente confundido, ya que estaba seguro de que lo que tenía en su mano calificaba más como objeto contundente posiblemente usado como proyectil que como comida.
— Oh ¿Quieres cocinar conmigo? — Interrogó pareciendo emocionado.
— Eso no e— se detuvo al darse cuenta que de hecho si estaba curioso de saber cómo pudo crear esta abominación culinaria. — Seguro. — Suspiro y Hagrid se levantó para guiarlo a la cocina.
Draco quedó horrorizado con lo que vio y le prohibió de forma tajante a Hagrid intentar cocinar algo por su cuenta de nuevo, como no había muerto de envenenamiento o aún tenía dientes sería un misterio para la eternidad.
Mientras Draco le enseñaba al gigante a hacer un pastelillo de la forma correcta, olvidó que iba a decirle al profesor que no era necesario que Draco revisara todas sus clases, cosa que recordó horas más tarde cuando estaba repartiendo en su sala común los pastelillos hechos con Hagrid — que eran 99% hechos por Draco y se quedaba corto —.
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Muy bien puede que Draco haya desarrollado un pequeño placer culpable, en su defensa las primeras veces fueron totalmente accidentales y sin malicia ¿Las que vinieron después? Era simplemente demasiado divertido como para dejar de hacerlo.
Su nuevo placer culpable era simple, responder las preguntas de los profesores en clases, ahora esto no debería tener nada malo ¿Cierto? En teoría debería ser algo inofensivo, pero en la práctica atentaba contra la perfecta reputación de la bruja más brillante de su generación de una Hermione Granger.
Debido a su memoria eidetica y que durante el verano estuvo algo aburrido, Draco memorizo todos los libros de este año— y hasta séptimo para ser honestos — por lo cual no existía pregunta que no pudiera responder y ya que Draco se sentía aburrido en clases sin hacer nada, estudiaba algunos textos adicionales por su cuenta, por lo que al contestar no solo respondía lo que aparecía en el texto, si no que agregaba pequeños datos a parte e incluso corregía algunos errores de los textos educativos.
— Creo que rompiste a Granger. — Le susurro Pansy señalando a la chica que estaba en su mesa común rodeada de un montón de libros mientras intentaba comer al mismo tiempo que leía al menos dos libros.
Draco podía ver cuanto la chica se estaba esforzando en alcanzarlo en sus estudios, y probablemente si seguía por esta ruta terminaría agotándose, pero Draco era una pequeña mierda que por los últimos dos años había quedado en segundo lugar a pesar de estudiar como si su vida dependiera de ello — y en sus dos vidas siempre odio perder — por lo cual tan solo llegó a una conclusión lógica.
— Vamos a comenzar a ir a la biblioteca después de clases. — Contesto apenas pudiendo esperar para ver la expresión de Granger cuando la corrigiera en clases de nuevo, eso era oro.
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Pestañeo dos veces viendo a su abuela parada frente a él durante su clase de defensa contra las artes oscuras para la cual el nuevo profesor Lupín intento hacer algo práctico.
— Casi perfecto. — Contesto apretando la varita en su mano como un recordatorio de que ese vejestorio estaba muy lejos y ya no podría hacerle nada, decidiendo tomar la oportunidad para hacer algo que siempre que quiso hacer. — Pero le faltan los cuernos. — dijo notando a su abuela elevar una ceja.
— Veo que heredaste la lengua afilada de tu sucio Padre. — Respondió rodando los ojos. — Pero incluso en eso eres mediocre que imaginativo, insinuar que soy el diablo cuando ambas sabemos la verdad. — Draco ignoro lo último y tan solo le dio una mirada de plano aburrimiento.
— No te estoy llamando el diablo, te estoy llamando cabra, tu vieja cabra. — La acuso recitando el hechizo que su profesor indico y frente a sus ojos su abuela se transformó en una cabra de verdad, oh ese sentía bastante bien.
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Muy bien, podía admitir que disfrutaba algo de atención, pero como toda persona Draco a veces también quería estar solo y ya que al parecer no lograría aquello dentro de la escuela decidió salir, el peligroso bosque cerca de la escuela parecía un maravilloso lugar para estar solo así que tomo sus cosas, envío a sus Minions a descansar y fue a su destino.
Draco estaba disfrutando de su lectura mientras comía un emparedado cuando escucho algo acercarse, debido a que no eran pasos tan bruscos o fuerte no era una persona y con algo de curiosidad Draco levantó la mirada viendo a un perro salvaje acercarse a él.
El pobre animal parecía maltratado y su cabello estaba hecho un nido de aves, sin mencionar que por lo flaco que estaba de seguro su última comida fue hace mucho, Draco podía considerar a los niños pequeñas mierdas, pero por los animales siempre tuvo una pequeña debilidad, en especial los que parecían abusadas como este amigo.
Lentamente para no asustar al animal — Aunque Draco lo encontraba lindo no dudaba de que fuera capaz de atacarlo de sentirse amenazado — bajo su libro y sacó un pañuelo de su bolsillo dejándolo en el suelo.
Mirando al animal un segundo depósito toda la comida que traía consigo sobre el pañuelo — excepto los dulces que sabían podían hacerle mal — y luego volvió a su lugar para seguir leyendo.
Draco no apresuró al animal a comer o reconoció su existencia, no quería presionarlo después de todo, ya que lo más probable es que un animal abusado como él no reaccionara bien ante la atención de un humano.
Unos minutos después Draco escucho el sonido del animal comer y sonrió suavemente mientras continuaba con su lectura.
Para cuando Draco termino su libro el sol se estaba comenzando a ocultar y el perro estaba durmiendo no muy lejos de él.
— Volveré mañana. — Dijo mientras se colocaba de pie sabiendo que aunque el animal no podía entenderle tal vez al escucharlo sentiría curiosidad y volvería al día siguiente.
Cuando Draco volvió y encontró al perro en el mismo lugar donde lo dejo el día anterior tan solo volvió a dejar comida sobre su pañuelo y retomó su lugar para comenzar un nuevo libro, al parecer había hecho un nuevo amigo.
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A principio del año el joven Malfoy se había acercado a él para pedirle un lugar en su sinfónica y al principio se sintió renuente de darle un espacio ya que la actitud del joven nunca fue la mejor, por lo que le informo que el lugar que deseaba ya estaba tomado y a diferencia de lo que espero en lugar de amenazas de hablar con el director o contactarse con su padre con influencias en el ministerio, el joven Malfoy asintió de acuerdo — si es que no ligeramente decepcionado — y le pidió que cuando pudiera le gustaría ayudar, quizás tan solo practicar, ya que para ser honestos solo deseaba tocar el piano de quién al parecer se enamoró durante el verano.
Ahora con el paso de las semanas el profesor Flitwick había notado un cambio real en el joven por lo cual decidió darle una oportunidad, solo por si acaso, después de todo era el espíritu de la música que todos fueran aceptados.
— Por supuesto no puedo darle el lugar de inmediato, tiene que hacer una pequeña audición. — Explicó el profesor y tan solo se sorprendió de nuevo al notar la suave sonrisa en el rostro de la serpiente.
— Por supuesto, muchas gracias por esta oportunidad. — contesto pareciendo sincero y el profesor estaba ligeramente ansioso de ver que presentación prepararía su estudiante.
El profesor de encantos casi se cae de espaldas cuando con toda la calma y facilidad del mundo como si fuera una compositor básico el joven Malfoy comenzó a interpretar un tema de Rachmaninoff.
Al terminar de tocar el profesor Flitwick noto la sonrisa ligeramente engreida de su nuevo pianista principal, pero luego de aquella presentación no podía culparlo, eso claro no quería decir que fuera a ser suave con el, oh no, el iba a pulir a este diamante hasta que dejara ciego a todo el que lo mirará.
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Draco no levantó la mirada de su libro, hoy era uno de los días en que el viento estaba demasiado fuerte como para leer afuera en compañía de su nuevo amigo, por lo que estaba disfrutando de su lectura en la comodidad de la biblioteca escolar, ahora podía sentir varias miradas sobre su persona.
Pero había una singular que le estaba llamando la atención por lo que mandó a sus Minions a buscarle más libros dándole al espectador una oportunidad para acercarse y al igual que un tímido pajarito fue acercándose de a poco con cautela.
— A pesar de lo que los leones puedan pensar, en Slytherin no mordemos. — Pensó un poco y bajo su libro para darle una sonrisa a Neville. — Bueno no a menos que lo pidas amablemente. — Añadió ligeramente coqueto siendo recompensado con un pequeño sonrojado.
— Y-Yo.... Quería saber si... Puedes ayudarme con la tarea de pociones... — Murmuró en un tono torpe y tímido.
Ahora Draco consideraba que ya había hecho bastante por el chico con lo de defenderlo de su tío, y ser su compañero en pociones, pero Draco podia ver qué crecería para ser un atractivo joven a pesar de su apariencia actual, y si su actitud tímida se quedaba un tiempo más, Draco adoraria arruinarlo.
— Muy bien. — Asintió haciendo una inversión a largo plazo.
— ¿En serio? — Pregunto cómo si no pudiera creer que de hecho estaba aceptando.
— No uso mis palabras a la ligera. — Contesto y señaló la silla a su lado a la cual Neville rápidamente corrió con torpeza casi cayendo al piso en el proceso, realmente adorable ciertamente.
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— ¿Porque dejaste el equipo? — Pregunto alguien llamando su atención y Draco dejo su café para mirar al tejón que osaba ir hasta la mesa de las serpientes para hablar con él, eso era increíblemente atrevido.
Eso le ganó la atención de Draco, bueno eso y que el chico en cuestión era realmente fácil a la vista.
— ¿Ya me extrañas? — Contesto descansando su rostro sobre la palma de su mano dejando que su cabello cayera por una parte de su cara enmarcando su rostro.
— Por supuesto, tu eres realmente bueno, por eso no entiendo porque dejaste el equipo. — Dijo con una sinceridad y entusiasmo que probablemente la mesa de las serpientes jamás presenció antes.
Draco parpadeo un par de veces y dejó escapar una honesta y dulce risa de sus labios, lindo e interesante, el rubio moría por saber qué otra cosa escondía el joven Tejón detrás de esos bonitos ojos suyos.
— Oh me harás sonrojar. — Hablo pasando sus dedos por su mejilla mostrando sus uñas de un color azul nebuloso. — Y me encantaría contarte porque dejé el equipo pero las razones son bastante personales.... — Murmuró con una voz dulce y suave pareciendo aproblemado — y aún no nos conocemos tan bien... — finalizó dejando una perfecta carnada frente al tejón y espero a ver si la tomaba o si decidía volver a su madriguera.
— Bueno eso se puede arreglar con facilidad. — Sonrió estirando su mano para estrechar la de Draco. — Cédric Diggory. — Se presentó y Draco estiró su mano, esto debería ser interesante.
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Durante el curso del año Draco puede que haya estado ayudando a los gemelos con un par de bromas por aqui y por allá en todo el par era bastante animado y divertido de tener alrededor de alguna forma le recordaban a sus tíos con sus pequeños juegos.
Por eso no entendía porque ahora el par estaba corriendo hacia el como si la vida les fuera en ello.
— ¡Dragoncito! — Gritaron con fuerza corriendo alertando lo a él como a su compañero animal acostado a su lado.
— ¡¿Donde esta?! — Pregunto en cuanto llegaron con él con varitas en manos mirando a todos los lados.
— ¿Quien? — Interrogó pareciendo realmente confundido ¿Era está una nueva broma? — ¿Que está pasando?
— ¡Sirius Black! — Grito Fred y Draco noto por un segundo al perro que había estado cuidando por unas buenas semanas congelarse en su lugar.
— ¿Porque el estaría aquí? — Interrogó volviendo a parecer perdido hasta que noto un papel en las manos de George y se puso de pie para tomarlo. — ¿Que es esto?
— Eso es... — Murmuró pensándolo un minuto compartiendo una mirada con su gemelo pero ya que estaban atrapados con las manos en la masa no les quedó otra que confesar.
Así que los gemelos contaron como el mapa indicaba donde se encontraban las personas en el castillo en todo momento, y que mientras lo estaban buscando para planear una nueva broma dieron con su nombre junto al de Sirius Black y enseguida saltaron en búsqueda de su amigo.
— Ya veo... — Susurro Draco considerando todo por un segundo. — ¿Me lo puedo quedar por unos días?
— Seguro... Solo no le digas a nadie. — Contesto Fred pasando una mano por su cabello entregándole el mapa. — Aunque parece que no está funcionando.
— Pero lo está. — Contesto Draco. — Si estoy con Sirius Black.
— ¿Que? — Draco señaló al perro y todos se quedaron de piedra por un segundo, animal incluido.
— Nombre a mi nuevo amigo canino Sirius Black, estaba leyendo el diario el otro día cuando dije el nombre en voz alta y pareció gustarle. — Explicó Draco y nuevamente el resto pudo respirar.
— ¡Oh buena esa Dragoncito! — Rieron los gemelos. — Bueno te dejamos, vinimos corriendo aquí.
— dejamos nuestros planes expuestos y no podemos dejar que alguien los encuentre.
— Volveremos a pedirte una mano luego.
— Ya sabrás donde encontrarnos. — Se despidieron dejándolo solo o al menos eso pensaban.
Draco miro el mapa, y luego se sentó en el piso.
— No tienes que explicarme nada si no lo deseas. — Dijo viendo al perro. — Pero puedo escuchar te si eso es lo que quieres. — Añadió sentándose en su lugar de antes esperando con paciencia y fue recompensado con la figura humana de su primo.
Esto era inesperado, Draco tendría que hacer algunos arreglos.
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La primera vez que Sirius vio a Draco fue casi como ver a Regulus de nuevo, ambos tenían un aire sofisticado alrededor de ellos, llenos de dignidad y elegancia en cada uno de sus movimientos, pero a pesar de su exterior frío podía ver dentro que tenían un corazón bondadoso que si tenías suerte podías ver de vez en cuando.
Así que Sirius sabiendo lo peligroso que era siguió yendo a ver a su primo que compartía tantas similitudes con su propio hermanito tan solo para disfrutar algo de familiaridad después de tantos años en una celda, además la comida siempre era bien recibida.
Así que considerando todo Sirius no debió sorprenderse al darse cuenta que Draco no solo descubrió quien era sino que le estaba otorgando el beneficio de la duda, por lo que Sirius contó su historia, toda.
Lo que recibió fue el aire cargado con una magia pesada, Draco a pesar de que su rostro parecía tranquilo estaba furioso, y aunque Sirius no sabía bien que causó eso, al menos podía notar que no era en su contra.
— No te preocupes primo, me encargaré de todo. — Dijo con una voz solemne y Sirius no dudó de sus palabras.
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Hacerse amigo de un león finalmente estaba probando tener frutos ya que gracias al tierno de Neville consiguió la contraseña para poder entrar al dormitorio de los leones y con el mapa de los merodeadores encontrar a la rata fue un pedazo de pastel.
Ahora si iba con lo que Sirius quería debería llevar al roedor con él y tener su venganza, y aunque Draco apoyaba a su primo también creía que merecía una segunda oportunidad una que no tendría si la única persona que podía limpiar su nombre estaba seis metros bajo tierra.
Vio a la rata dormir — gracias al queso con somníferos que le dio — en su jaula tranquilamente y considero sus opciones. El profesor Lupín también era una buena opción pero no sabía que tanto podía confiar en un licántropo para que pensara de forma racional, además durante todo este tiempo el creyó la historia de su primo siendo el traidor del grupo.
Draco reflexionó hasta que finalmente llegó a una decisión.
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— ¿Para que quería vernos joven Malfoy? — Pregunto la profesora Mcgonagall elevando una ceja.
— Ustedes son los adultos en los que más confío en esta escuela para acudir por ayuda. — Respondió Draco de forma honesta, luego de hacer un proceso de descarte el profesor de encantos y la profesora de transfiguración eran los más competentes.
Originalmente iba a ir con el profesor Flitwick solamente pero debía admitir que creía que la profesora de los leones podía dar una vista crítica al asunto que podría serles de ayuda.
— ¿Hay algún problema? — Elevó una ceja el profesor Flitwick.
— Antes de eso... Este es un problema delicado y agradecería que antes de hacer un juicio me dejaran explicar la situación. — Dijo con seriedad que fue notoria para ambos profesores que compartieron una mirada antes de asentir.
— Tienes nuestra palabra. — bien eso era exacto lo que quería.
— Bueno, gracias. — Se movió tomando la jaula que estaba detrás de él y sacó al ratón para dejarlo en el suelo sacando su varita. — Revelio. — conjuro para la sorpresa de los profesores ya que ese era un hechizo de alta complejidad que aún no era parte del programa, pero la sorpresa por ese logro fue dejada de lado cuando vieron a la rata transformarse en un hombre que creían muerto.
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Draco estaba tranquilo mientras los aurores cuestionaban a sus profesores y aseguraban a Pettigrew quien todo el tiempo pidió misericordia mientras intentaba pedir perdón o dar explicaciones.
— Lo último que queda es saber dónde se encuentra el prisionero que escapo. — Dijo uno de los aurores y las miradas se dirigieron a Draco quien reviso sus uñas como si no tuviera ninguna preocupación.
— Joven Malfoy, si usted sabe algo al respecto es importante que coopere con los aurores. — Hablo su director y Draco le dio su mejor mirada de aburrimiento.
— No tengo que hacer nada. — Contesto Draco y enseguida uno de los aurores se acercó a él de forma amenazadora.
— Mira niño, si no nos dices dónde está Black podemos acusarte de ayudar a un profu—
— No puedes. — Le interrumpió Draco. — A diferencia de ustedes, yo sí conozco las leyes y de lo que quiere acusarme implica el verbo rector de ayudar, lo que es una acción positiva, y no he hecho nada para ayudar a Black, lo único que hice fue encontrarlo por casualidad, escuchar una historia y luego aprender al verdadero culpable, al cual hubieran podido encontrar si hubieran hecho su trabajo de acuerdo al procedimiento establecido por la ley, pero que no siguieron porque estaban buscando cerrar un caso rápido para dar una buena imagen al público, es decir, hay exactamente 47 hechizos para interrogar a un sospechoso y sacar le la verdad, 12 que son enseñados de forma estándares en la academia de aurores. — ladeó su cabeza dándole una fría mirada a los aurores que les puso los pelos de punta. — Ahora si quieren pueden llevarme detenido, estoy seguro que la prensa amara eso, un Malfoy detenido por hacer el trabajo de los aurores, oh y de seguro mi Padre estará encantado de dar su opinión al respecto. — añadió volviendo a parecer aburrido.
Si alguna vez dudaron de que el chico pertenecía a Slytherin, ahora no quedaba ninguna duda.
— Oh y por cierto, si fueran a disculparse públicamente con mi primo y asegurarse de darle una buena compensación lo que es lo decente que hacer dado los años que pasó encerrado en Azakaban por su negligencia, eso de seguro ayudaría a mitigar los tabloides. — Sonrió de forma dulce pero nadie creyó ni por un segundo esa sonrisa.
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La noticia estaba por todas partes, Sirius Black era un hombre libre y el verdadero culpable de la muerte de los Potter estaba tras las rejas como siempre debió ser y todo gracias a la intervención de el miembro más joven de la familia Malfoy quien ofreció una mano a un hombre inocente cuando nadie más lo hizo.
Los periódicos se habían vuelto locos con la historia y Draco recibía cartas a diario pidiendo entrevistas pero Draco solo respondió a las preguntas de una sola reportera.
— ¿Porque lo ayudaste sabiendo que podía meterte en problemas? — Pregunto cómo una última pregunta Luna, con su libreta lista para enviar su reportaje a su padre y el quisquilloso.
Por un segundo Draco considero sus palabras, y una frase vino a su cabeza.
— Una vez escuche a alguien decir que para tener éxito, debías comprometer cuando podías, y cuando no podías, no debías hacerlo, incluso si todo el mundo te dice que el hago malo está bien, es tu deber plantarte en el piso como un roble y decir. — Sonrió levemente recordando sus películas de Marvel con sus Papás. — No, tu muévete, al final tan solo hice lo que todo Slytherin haría,. — Finalizó la entrevista con calma.
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— Has cambiado. — Dijo Potter sentándose a su lado en la mesa de la biblioteca, estaba esperando a Neville pero Draco asumía que podía entretener a Potter un rato.
— Todos cambiamos de una forma u otra. — Contesto con tranquilidad cambiando la página de su libro.
— Sirius me contacto, quiere conocerme. — Murmuró y oh, así que en eso estaba su primo ahora.
— Quizás podríamos tomar café juntos algún día. — Sonrió suavemente ante la idea.
— ¿Realmente crees que es bueno?
— El mundo es mucho más complejo como para que una persona pueda ser definido solo por eso, pero.... — Bajo su libro mirando a Potter quizás por primera vez en todo el año. — He decidido poner mi fe en el, por lo que supongo que desde mi perspectiva, el es bueno, pero depende de ti crearte tu propio juicio. — Termino cerrando su libro.
— Yo... Gracias. — Murmuró inseguro y sintiéndose ligeramente nervioso por tener esos orbes grises completamente fijados sobre su persona.
— De nada. — Asintió viendo a Neville entrar a la biblioteca.
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Al terminar el año escolar Draco tenía que admitir que no todo fue horrible como espero que sería, ahora tenía un nuevo miembro en su familia, más Minions e incluso tal vez un nuevo interés amoroso para el futuro.
Suponía que Hogwarts si tenía su encanto después de todo.
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Nota: originalmente iba a hacer todo los años de Hogwarts pero como notaron este me salió algo largo, seis mil palabras! Así que dejaré los otros años para otros interlude.
No tengo idea de cuántos hechizos existen para interrogar, solo inventé y puede que haya añadido algo de lo que aprendí en la escuela de leyes.
A Draco no le agradan los Bullys, y su Tío Sev desde entonces se comporta un poco mejor con los estudiantes porque le tiene cariño a Draco y tiene miedo de alejarlo como hizo con Lily.
Hice mi tarea y Draco es oficialmente género fluido y bisexual ¿Que significa esto? En términos simples, a veces se identifica como hombre y a veces como mujer —spoiler alert Draco usa falda y vestidos a veces — , y siente atracción romántica y sexual por mujeres y hombres.
Arriba está el meme que describe muy bien a Draco, y para los que no entienden inglés dice:
Alguien: así que te identificas como de g—
Yo: no me identifico como de género fluido, soy de género fluido, y me identifico como una Perra.
Gracias por leer y espero que les haya gustado.
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