Capitulo 36 - Preparativos

Me encontraba en mi prueba de vestido comiendo un muffin de chocolate. Mientras tanto Herimar se hiperventilaba en el suelo, gritando órdenes a través del celular.

-¡Dije azul invierno no azul mediterráneo! -grito encolerizada. Jalo con frustración sus rizos-¡Idiota! No, las otras flores se colocarán en...-me miro de reojo, susurrando el resto de la oración para que no escuchara ningún detalle de la oración.

Me había prohibido ver la decoración de la boda inclusive el lugar, no me quiso revelarme ni una sola pista de la decoración o del lugar.

Pedia mi opinión en cuanto a colores y gustos en general, pero la verdad que mi participación en la preparación de la boda había sido nula...

Aunque tampoco es como si me molestara, la verdad soy un asco tratando de organizarme y no tengo paciencia.

Ahora había una mujer de aspecto rudo y elegante tomando medidas de mi cuerpo semidesnudo para el vestido de la iglesia y ajustar el de la recepción.

Tenia una cinta métrica en el brazo, midiendo desde mi codo hasta mi cuello, desde mi cuello hasta mi cintura, y de allí a mis tobillos; sacando medidas de todo lo que pudiera.

Ya la verdad me estaba cansando de estar tanto tiempo de pie, pero según la señora, ya faltaba poco para terminar.

Le di otra mordida a mi muffin, mientras la señora que se encontraba tomando las medidas me miraba mal.

Bufe en silencio y continúe viendo el ataque de pánico que tenia Herimar, viendo como maldecía e insultaba, a quien fuera la persona con la que hablaba por teléfono.

Finalmente gruño y colgó la llamada, contando hasta veinte para serenarse antes de mirar la habitación entera.

-¡Mañana es la boda! -grito a todas las personas que estábamos reunidas a su alrededor (La cuales eran, Mamá Nadia, Karen, Emma, La mama de Emma, Alessia, Chloe, Shio, la modista, y Aaliyah la cual se encontraba muy concentrada mientras jugaba con Pina y Minie)-Todas conocen el plan para este día; El novio no puede, por ningún motivo, mirar a la novia. Mucho menos Shawn puede hacerlo estando Meli en su vestido; quiero todo un día entero sin contacto entre ambos.

Todas asintieron seriamente, todas parecían compartir la decisión de Herimar, de que ellas técnicamente fueran mis protectoras.

-Tengo una sugerencia para la boda-dijo mamá a Herimar.

-¿Sí? -respondió Herimar un poco a la defensiva ya que prácticamente todas las ideas de mi mamá eran raras.

-¿Y si hacemos que un conejo lleve los anillos? ¡O aún mejor que dos hermosas palomas los lleven y lo suelten en la mano de cada uno!

Aaliyah se rio al escuchar la idea.

-¡Tenemos a Niall Horan! Él puede llevar los anillos-dijo Aaliyah con un sarcasmo imperceptible para los demás.

Siendo sincera, había momentos en los que Aaliyah aparentaba más tener doce años que quince...

Herimar le dedicó una de sus miradas mortales a mamá, de esas que parecían decir: no me jodas.

-¿Tienen a Niall Horan? ¿De verdad ira a la boda a llevar los anillos? -Herimar comenzaba a sonar maravillada.

Si claro, Shawn sería capaz de golpearlo en medio boda si tan solo lo ve acercarse a mí, aunque ahora que lo pienso... Él no sabía que yo había invitado a Niall... Oh, oh...

-Si, claro respondió Aaliyah-De hecho, esta en mi habitación...

A Herimar casi se le salieron los ojos.

-¿Por qué nadie me dijo que Niall Jamen Horan estaba en la casa? -comenzó acomodarse un poco su rizado cabello, se arregló bien la camisa, reviso su aliento, mientras soplaba en su palma revisando el olor, tomo una pose erguida como la de una modelo.

Lo detuve antes de que Aaliyah lo llevara más allá.

-Aaliyah se refiere al poster de Niall que está en su habitación. No te engañes.

-¿Que? ¿Un poster?

Asentí, sintiendo mal por derribar sus ilusiones.

Ella fulmino a ambas con la mirada.

-Hablando de anillos...-Shio comento para cambiar de tema-¿Cómo es el anillo de Shawn? Ya hemos visto el tuyo, pero no le he visto ninguno.

Sonreí al recordar la tarde pasada.

-No lo sé... Me llevo el día que fue a comprarlo, le dije algunos que me gustaron, pero a la final no se cual escogería...

-O si lo compraría-me interrumpió Herimar.

-Shawn podrá ser un tanto...-comento Emma tratando de buscar la palabra correcta-¿Insoportable? ¿Inmaduro? Pero no es irresponsable y menos con estas cosas.

-Eso es cierto-concordó Chloe.

Después de unos largos minutos de silencio y de escuchar como la diseñadora tomaba mis medidas, y anotaba todo en un cuaderno. Aaliyah empezó a reír.

-A mi si me enseño el anillo-comento entre sonrisas-Es hermoso.

-¿Como? -pregunto mamá.

-Tienes que decirnos como es-comento Karen.

Karen empezó a acariciarle el cabello para que nos diera la información.

Aaliyah sonrió y negó con su cabeza.

-Shawn me dijo que no dijera ni una palabra.

-Bueno, la ventaja es que la boda es mañana-comente-y que podremos ver el diseño en menos de veinticuatro horas...

-¡Ni hablar! -gruño Shio-Quiero saber cómo es. Anda. Habla Aali

La sonrisa de Aaliyah se hizo más grande.

-Buenooo...-se llevó a las chicas a una esquina de la habitación y ella empezó a susurrar algo que no logre escuchar, a Karen y a mamá se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas.

Fruncí el ceño. ¿Por qué lloraba? Solo esperaba que Shawn no fuera tan empalagoso, porque con todos los nervios de la boda me encontraba muy sensible y me ponía a llorar con la más mínima cosa. No quería llorar ese día...

Estaba a punto de preguntar el por qué de sus lágrimas, cuando unos golpecitos en la puerta me interrumpieron.

-¡¿Quién es?!-pregunto Herimar con una revista de moda en la mano.

-Soy Brian, el amigo de Shawn-respondió el por el otro lado de la puerta.

Inmediatamente Alessia se tensó y maldijo por lo bajo.

-¿Qué quieres? -gruño Herimar-Estamos ocupadas.

-Traigo un regalo... Para Meli, lo envía Shawn.

Herimar negó la cabeza.

-Increíble. Bien, ya abriré.

Me apresure a colocarme una bata de seda roja para cubrir mi cuerpo, mientras le lanzaba miradas interrogantes a Alessia, ella me evito a toda costa.

Herimar lo dejo pasar.

Brian entro a la habitación con su típica pose de dueño del lugar; pero con lo que no contábamos era de que viniera con Shawn.

Herimar grito como una loca.

-¡¿Qué mierda te dije Mendes?!-grito-¡La veras hasta mañana! ¡LARGATE!

-Wow, tranquila, mujer. Solo vengo a ver a mis chicas en la habitación-me giño un ojo.

-LAR.GA.TE-espero Herimar una vez más.

Shawn la ignoro, inclinándose para darle un beso en la mejilla a Aaliyah.

-¿Has estado cuidando a Meli? -le pregunto.

Aaliyah sonrió mientras asentía con la cabeza.

-Si. Todas quieren saber como es el anillo, pero solo le he dicho a Mamá y a tía Nadia.

-Mañana será el gran día... Mañana lo verán, especialmente tú, princesa.

Por el rabillo del ojo pude observar como Herimar maldecía y hablaba sobre como pisoteábamos las tradiciones.

Brian se rio en voz alta y note como Alessia lo fulminaba con la mirada.

Herimar gruño con desesperación, más cuando noto que Shawn ladeaba la cabeza para verme mejor. Luego ella se alteró cuando él se acercó para darme un beso en el cuello.

-Me rindo-grito desesperada-ustedes no se comportan.

No le preste atención, concentrándome únicamente en el delicioso olor de Shawn, intensificándose cuando él se posó detrás de mí para abrazarme.

-¿Nena? -susurro en mi oído-te ves bien...

Sonreí de lado.

Me beso el hombro y mordió parte de mi muffin de chocolate, el cual había dejado a medio comer.

-Dime princesa ¿Qué tienes debajo de esa hermosa bata? -susurro con voz ronca en mi oído.

Me puse como un tomate, todos los ojos estaban puesto en mí y en la forma en la que Shawn parecía querer desnudarme en un parpadeo.

-No mucha...-respondo bajito.

Hubo unos escasos minutos de silencio, hasta que comenzó aplaudir para llamar la atención de todos.

-Muy bien todos-grito el, agitando sus manos hacia Alessia y Brian que permanecían sentados uno junto al otro-Sera mejor que nos dejen solos a mí y a mi esposa.

Karen rodo los ojos, pero mantuvo la sonrisa en su rostro mientras se ponía de pie y dejaba la habitación no sin antes mirarme de una forma... ¿Sugestiva?

Herimar, quien estaba a mi lado, bufo, lanzando miradas groseras a mi prometido- esposo.

-Ni siquiera se te ocurra hacer lo que pienso que vas hacer, Peter-amenazo ella, mientras elevaba una de sus muy pobladas cejas.

-Y según tú, ¿Qué es lo que voy hacer?

-Vas a... Alborotar las hormonas de Melissa. Exijo que respetes mis reglas. Les pedí solo un día ¡un día! Para que ambos conserven un poco de misterio antes de la boda.

-Pues, veras que no soy el típico chico que siga las reglar, y menos mientras se trata de Meli, te lo confirmara Nash, además de igual manera estamos legalmente casados.

-Ya veo ¡Amanda! -grito hacia la diseñadora-Deja a la señora Mendes con su futuro esposo. Quieren "privacidad" ... Vámonos.

Shawn sonrió complacido cuando la habitación se quedó sola.

Sus labios regresaron inmediatamente a mi cuello, sus hábiles manos desatando el nudo de mi bata.

-Shawn-murmure entre risas-¡En cualquier momento regresara Herimar y te asesinara, no la provoques!

Lamio mi cuello, haciendo que todos los vellos de mi piel se erizaran. Me acaricio la mejilla y susurro:

No importa, siempre y cuando pueda hacer esto...-se acercó cuidadosamente a mi costado y se inclinó sobre mi seno izquierdo y mordisqueo ligeramente sobre la tela de mi bata.

Tuve que poner mis brazos alrededor de su cuello para evitar caerme, ya que mis piernas parecían querer fallarme.

-Tengo unas ganas inmensas de follarte-susurro con voz ronca. Su mano bajo por mi muslo, apartando la tela de la bata que aún se interponía entre él y mi piel.

Mordisqueo mi cuello, sus dientes se clavaron en mi piel.

-Si sigues así, no creo seguir manteniéndome de pie.

-¿Segura?

Asentí con la cabeza, pegando mi nariz a su cuello para aspirar su delicioso aroma.

-Bueno... Esto amerita que cambie mis planes.

-¿Tus planes? -susurre confundida.

-Si, vamos a tener que follar sobre el escritorio del tío Henry, ya no podemos hacerlo contra la pared o la puerta, como tenía estipulado.

Mis ojos casi se salen de mi cara al escuchar eso.

Creo que jamás me acostumbraría al escucharlo hablar así... de crudo.

Mire el espacio en el que se encontraba el escritorio de mi papá.

-¿Estas bromeando? -pregunte-Es el escritorio de mi papá, está aquí desde que compraron la casa... Él trabaja ahí...

-¿Y? Le daré una verdadera razón para llamarme hijo de la lujuria, fallándote duro en su escritorio-su boca busco mi cuello mordisqueándolo otra vez.

-No. Shawn...-Mi voz sonaba ronca.

-De acuerdo, señora Mendes, tómeme de los hombros para cargarla hacia aquel escritorio y follarla como Dios manda.

Me reí en voz alta, con las mejillas rojas a mas no poder. Lo tome de los hombros y enrolla mis piernas en su cintura.

Me coloco encima del escritor, trate de acomodarme lo mejor que pude mientras Shawn deslizaba lentamente la bata de seda por mis hombros, dejando que cayera hasta mis codos, mientras miraba embobado mi ropa interior que consistía en un brasier color rojo vino y unas bragas a juego con un lazo blanco en la parte trasera.

-Espero que en la luna de miel... No lleves nada de ropa...

-¿Que?

-Como lo escuchas, no te dejare salir en todo un mes de la habitación y posiblemente cuando lo hagas sea en silla de ruedas-susurro en mi oído.

Me ruborice por completo.

Sus labios se unieron con los míos y pasaron de ser tiernos a demandantes en cuestión de segundos.

Sus manos tomaron mi cadera, haciendo que me acercara más a él. Sus besos siguieron tortura dome, empujándome cada vez más cerca a la orilla del escritorio, haciendo que su entrepierna (la cual estaba muy despierta) empezara a rozar mi entrada.

-Estas demasiado vestido-dije entre jadeos, mientras le quitaba su camisa.

Empezó a quitarse lentamente su pantalón mientras quedaba solo en bóxer.

Oh... Por Dios

A estas alturas ya debería estar acostumbrada de verlo así, pero la verdad era que no. Shawn Mendes no era algo a lo cual te acostumbrabas a ver al punto de aburrirte.

Shawn era como una obra de arte digno de admirar, ver cada detalle de sus tatuajes y su bien ejercitado cuerpo, ese cabello espeso y castaño, con rizos en las puntas, su forma de hacerme reír, aunque no quiera o la manera en la cual se lleva la vida con humor...

El llego rápidamente hacia mí, mirándome con adoración, pego su frente contra la mía, haciendo callar el pequeño jadeo que salió de mi boca al bajarse el bóxer y me llevo más al borde del escritorio para entrar en mí de una sola y precisa estocada.

-Me dices si me paso de brusco-susurro en mi oído, besando después mi mejilla.

Su boca callo otro de mis gemidos cuando comenzó a empujar sus caderas lentamente con las mías, abriendo mis piernas hasta que estuvo dentro por completo.

De pronto sus manos bajaron por mis costados, sus dedos se detuvieron para pellizcar mis pezones y luego descendieron un poco más, recorriendo mi espalda, mi cintura.

Sus manos también fueron a mi trasero, levantándome para acomodarnos bien. Me inclino levemente hacia atrás, haciendo que mis codos chocaran con la madera del escritorio.

Empezó a penetrarme de una manera lenta y precisa, torturándome, sus embestidas empezaron a aumentar con los minutos, dando estocadas bruscas, pero con precisión, hasta que lo único que se escuchaba era el sonido de nuestros cuerpos chocar mezclado con nuestros gemidos.

Mi labio fue salvajemente mordido cuando él se detuvo e hizo un movimiento que me provoco más gemidos. Nuestros sudores se mesclaban y me deje arrastrar por el placer que el me ofrecía.

Cuando finalmente logramos detenernos una media hora después, sonreí como estúpida, como siempre pasaba al estar con él.

Sus manos seguían en mis caderas, evitando que me alejara de él.

-Tengo que admitir...-dijo el, intentando recuperar el aliento-Que me poner como un adolescente hormonal.

Trate de zafarme un poco de él, pero sus dedos hundiéndose en la piel de mis muslos no me lo permitieron.

-No soy nada si no estoy contigo Meli... No puedo escribir una canción que no sea sobre ti... No puedo beber sin pensar en ti... Estoy perdidamente enamorado de ti, y será así el resto de mi vida, lo se...

Las palabras de Shawn me tomaron por sorpresa, no sé si me hablaba así por el hecho de que estaba igual de sentimental que yo por la boda, pero pensaba igual que él, yo también estoy segura de que lo amare toda la vida.

-Eres la única persona a la cual no me cuesta decirle lo que siento, eres la única que puede ver mi lado más puro...

-Te amo Shawn... Nunca dudes de eso-dije segura mientras lo miraba directo a sus hermosos ojos mieles.

⚡⚡⚡

El resto del día paso de un borrón y finalmente llego el tan esperado día de la boda.

Decir que Herimar estaba loca era decir poco; ella estaba demente, parecía casi inestable emocionalmente.

Sus ojos estaban llenos de delineador mal aplicado y ojeras bajos sus parpados remarcados con corrector facial.

Me dio una mirada mortal cuando vio mi mano buscar instintivamente otro trozo de manzana que tenía a un lado en una taza de cristal, justo al lado del tocador, donde, el chico más gay que había conocido (luego de Cameron) estaba arreglándome el cabello.

-Melissaa... No quiero que ensucies tus manos y después toques tu arreglado cabello-dijo ella, parecía necesitar un exorcista por la cantidad de veces que me gruño sin parar. Solo faltaba que su cabeza empezará a dar vueltas como la chica de la película "El exorcista"- Además, Amanda, la diseñadora, traerá personalmente tu vestido para acá, por el cual puso todo su empeño y el que ella misma ha catalogado como "uno de sus mejores trabajos."

Deje el trozo de manzana de nuevo en su lugar.

Cuando Herimar se dio vuelta para atender una llamada, agarre de nuevo la fruta y la metí rápidamente en mi boca.

-Como otro trozo más-me susurro Monty, el estilista-Quedara entre nosotros.

Me guiño un ojo y procedió a seguir poniendo las pinzas en mi cabello. Lo utilizaría suelto con algunos rizos en las puntas, con no sé qué cosa arriba, ya que mi mamá Nadia no quiso decirme que seria.

Herimar regreso cuando Monty miraba mi rostro desde todos los ángulos frente al espejo.

-Monty-lo llamo ella-Coloca bastante fijador, no quiero que ocurra lo mismo que en la boda de Vanessa Lombardi.

Puso los ojos en blanco.

-Las puntas de esta chica son perfectas... Se lo que hago Herimar.

Herimar murmuro algo sobre que era un idiota de primera y se fue para supervisar el servicio de Isa.

Monty también me maquillaría.

-Herimar me mostro lo espectacular que está quedando el lugar-comento mientras aplicaba más fijador en mi cabello-Hay un pequeño altar al aire libre, con algunas flores alrededor y...-se calló abruptamente-Ups, lo siento se supone que no debí decir nada. Debes verlo por ti misma. Solo diré que Herimar se lució con su trabajo.

-¿Qué flores? -pregunte nerviosa.

-Tu tranquila, todo quedo genial.

Estaba a punto de comer otro trozo de manzana y tratando de pasar por alto la decoración de la boda cuando Emma, Chloe, Shio y Alessia abrieron la puerta de la habitación, haciendo una entrada de lo más ruidosa.

-Buenas, buenas, Sra. Mendes-Saludo Emma con un beso al aire-Ya llegaron las damas de honor más bella del mundo.

Les sonreí a todas.

-¿Tienen sus vestidos?

Shio levanto emocionada un vestido color azul marino, ajustado al cuerpo, corte sirena y con mangas caídas con transparencia en la espalda.


-Voy a parecer fenómeno-dijo Alessia viendo al suelo, haciendo una mueca.

Emma rio por lo bajo.

-Alessia cree que se verá gorda con el vestido...-dice Shio mientras rueda los ojos.

-Alessia, eres hermosa, no te preocupes, te verás espectacular y resaltara tus perfectas curvas-le sonreí tratando de infundirle confianza.

-Gracias Meli-pareció más calmada Alessia.

Ignore la sensación de hambre combinado con los nervios y me concentre en buscarle bromas a Alessia con Brian y a escuchar lo perfecta que era la relación de Shio con Jack.

Las horas de la mañana pasaron rápido, el equipo de Monty, aparecía al medio día para peinar y maquillar a mis damas de honor y Herimar al fin había limpiado su maquillaje mal aplicado, pero no se despegaba del teléfono. La boda seria a las cinco para aprovechar la iluminación de la tarde y recibir la noche en una recepción al aire libre.

Una chica limaba y pintaba mis uñas, mientras Monty se dedicaba a exclusivamente a mi cabello y maquillaje, luego de terminar se encargó de Karen y de Mamá, secando, planchando y alisando cabello de alguna de mis damas de honor.

Aproximadamente unos minutos después que Herimar nos dejó almorzar y tomar un descanso de tantos productos de belleza.

Después todo sucedió de forma rápida, ya era hora de ponerme mi vestido (el cual no había visto terminado en su totalidad) y la mayoría de mis damas ya se encontraban totalmente listas.

La diseñadora llego con un retraso de media hora, y eras casi cerca de las cuatro de la tarde y parecía que Herimar se desmayaría en cualquier momento.

Melissa, desnúdate. Tengo que seguir supervisando a los chicos que deje arreglando los últimos detalles de la boda - me grito frente a varios empleados que corrían de arriba abajo cargando cajas y maquillando a todo aquel que necesitara.

-¿Como? ¿Aquí?

-Entra en una habitación con Amanda, Monty y yo te vamos a ayudar a vestirte sin que te arruines el peinado.

Y no quería arruinármelo era demasiado perfecto. Monty paso horas perfeccionando mi maquillaje y peinado.

Mi peinado estaba arreglado para que luciera suelto, estaba liso en la parte de arriba y con algunos rizos en las puntas que se veían muy naturales.

Cuando Herimar entro con un grupo de cuatro para ayudarme con el vestido, mis nervios estaban al máximo.

Respire hondo, tratando de calmarme, mientras la diseñadora abría el impermeable donde se encontraba mi vestido.

Poco a poco comenzaron a sacar la impecable tela blanca. Finalmente, Herimar lo extendió para que lo viera por completo y... me quede sin palabras. Era extremadamente hermoso.

-Te va a quedar hermoso-susurro Amanda.

No pude decir nada y me limite asentir.

Rápidamente me despojaron de mi ropa, sin poder protestar por dejarlos verme en mi lencería blanca.

El vestido no era extremadamente grande, pero se ajustaba a la perfección a mi cuerpo.

Caía hasta el suelo para cubrir mis pies. Me veía totalmente estilizada con este vestido.

El vestido era... Sencillo, elegante, hermoso. Con encaje en la parte superior y con un material sedoso en la parte inferior. Era perfecto para mí.

Me acerqué al primer espejo de cuerpo entero que encontré. No podía ni siquiera reconocerme; las lágrimas querían salir de mis ojos. Si no fuera porque Monty insistió a que esperar al final de la boda sería un mar de lagrimar ahora.


Sonreí enormemente, viéndome con atención. Jamás me sentí tan hermosa como en estos momentos.

Mi maquillaje estaba listo.

Mi peinado era hermoso.

Mi ramo de flores era una combinación especial entre lirios azules, y algunas pequeñas flores blancas.

(Ramo de flores de las damas de honor)


La voz de mi mamá se escuchó a mi espalda.

-Solo faltan algunos detalles-dijo acercándose a mí con una enorme caja en sus manos, la abrió y saco un collar de oro blanco con un diamante ovalado en el centro-algo viejo... Perteneció a tu madre, el día de su boda, fue un regalo de tu bisabuela-luchaba para poder aguantar las lágrimas. Saco esta vez unos sarcillos un poco parecido al collar-Algo prestado, que fue mío el día de mi boda con Henry...-sonrió con nostalgia-Algo nuevo-dijo sacando una tiara con diamantes azules incrustados-Y finalmente, pero no menos importante, algo azul-dijo sacando un hermoso liguero con una piedra azul en el centro.




-Gracias mamá-dije al borde de las lágrimas-Te amo-corrí a abrazarla y me aferré a ella como la primera vez que aquella niña se aferró a su vestido en el funeral de sus padres, ella me envolvió en un cálido abrazo.

-Y yo a ti, mi niña linda-dijo derramando algunas lágrimas.

Todo estaba listo, solo faltaba ponerme en marcha.

Mi corazón casi salía de mi pecho.

Hoy me casaría oficialmente antes Dios ¡Me casaría con Shawn!

-Ya es hora, mi niña, Tu esposo te espera-dijo mi mamá separándose de mí.

Coloco la tiara sobre mi cabeza.

-¿Preparada?

Asentí con la cabeza.

-Nerviosa, pero preparada-confirme, ella asintió y sonrió una vez más, luego se hizo a un lado dejando que saliera primero.

Así fue el momento más emotivo de mi vida, e hice mi camino a través de la habitación, lejos de la casa que me vio crecer durante doce años para casarme con Shawn, el idiota que tanto amaba.

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