Capítulo 35 - Despedida de Soltera

Shawn y yo nos habíamos quedados dormidos mientras veíamos una película la noche anterior, pero cuando me desperté ya él no se encontraba a mi lado en su lugar encontré una nota que al ver la letra descuidada supe que era de Shawn

"No sé qué hora sea cuando leas esto, pero quiero decirte que me perdones por no despertar a tu lado, pero sabes que si lo hago tu tía y mi madre nos matarían, junto con Nash castrándome, además de que hoy tengo varias entrevistas, te amo mi princesa"

Pd: Deberías bajar los más rápido posible ya que tu tía y mi madre querían desayunar contigo

Pd2: Eres la mujer más hermosa del mundo

Pd3: Te amo.

Con cariño, Shawn M.

Sonreí por lo último y mire la hora en mi reloj, eran las 09:15 am, me desperece y me dirigí al baño, me cepille los dientes para luego despojarme de mi pijama y meterme a duchar, lave mi cabello al terminar me puse mi bata de baño y me enrolle una toalla en el cabello, al entrar de nuevo a mi habitación, tome la crema y me aplique en todo el cuerpo, me puse unas bragas blancas con un bralette a juego con encaje, me dirigí a mi armario y me puse un pantalón corte alto azul con unos cortes en las rodillas, una camisa campesina roja y unas adiddas blancas, me peine un poco me puse el reloj que Shawn me había regalado en mi cumpleaños y baje.

Y justo como había dicho Shawn estaban mi tía y la mama de Shawn en la mesa del jardín desayunando mientras se reían de algo.

—¡Buenos días! —salude mientras me acercaba y le daba un beso en la mejilla a mi tía y a la Señora Mendes—Me alegra saber que están tan feliz esta mañana.

—¿Cómo no estarlo mi niña? Te vas a casar con Shawn, son perfectos el uno para el otro—Comento mi tía mientras yo me sonrojaba a mas no poder.

—Por fin seremos familia oficialmente—dijo Karen— Y quien sabe, tal vez se cumpla el efecto Mendes.

—¿Efecto Mendes? —pregunte confundida.

—Si, es de lo que Karen y yo hablábamos

—Si, es algo muy peculiar que ha sucede y ha sucedido durante generaciones dentro de los Mendes—dijo Karen con ojos brillantes de la alegría— Y este involucra, ojos mieles, altos y gemelos... Siempre identificaras a un Mendes. Tienen ciertos rasgos característicos similares y la gran parte son portadores de ojos mieles, incluso algunos tienen piel morena o aceitunada por parte de los portugueses.

—¿Todos? —pregunte con cierta duda.

Karen asistió efusivamente con la cabeza.

—Y los hombres... Oh Dios, son necios y algunas veces torpes—se rio en voz alta—No por nada me case con uno, atractivo, necio... Sencillamente me enamoro cuando pidió mi mano frente a toda mi familia y se enfrentó a mis padres.

Sonrió, perdida en sus recuerdos.

—¿Y que tienen que ver los gemelos en todo esto? — pregunte con interés

—Pues, los gemelos siempre han sido parte de los Mendes. Ha habido excepciones, como Shawn... O many que resulto siendo hijo único, Pero entre hermanos siempre hay similitudes, como Aaliyah; es cinco años menor que Shawn, pero el parecido es sorprendente aun desde niños. Ambos con ojos mieles con destellos verdes, igual que mi esposo y mi suegro con su hermano gemelo.

Suspire y pase una mano por la frente, quitando un poco de sudor.

—Creo que tengo una foto por aquí—se apresuró a decir, rebuscando en su cartera Gucci— ¡Aquí están! —Grito triunfalmente. Acerco a mi cara una foto en blanco y negro de un hombre joven y muy apuesto con el cabello peinado perfectamente hacia atrás—Este era mi suegro; murió de un infarto hace ya mucho tiempo, Aaliyah estaba muy pequeña como para recordarlo, pero Shawn lo amaba con locura. Se llamaba Manuel Raúl Mendes

Hizo una pausa para sacar otra fotografía, esta vez a color.

—Y aquí esta con su hermano, Andrés.

En la foto se miraban perfectamente los rasgos idénticos entre un gemelo y otro. El parecido era sorprendente.

Es increíble la cantidad de información que puedes obtener de tu suegra.

⚡⚡⚡

—¡Sorpresa!

Mire aturdida a mis amigas mientras interrumpían en la casa de mis tíos. Shawn todavía brillaba por su ausencia; dejándome preocupada ya que el no suele desaparecer así, por lo menos me mandaría un mensaje. O tal vez estaba un poco paranoica.

—¿Qué hacen aquí? —Pregunte dejándolas pasar.

—Venimos sin ningún otro motivo más que el de verte—dijo Emma animadamente. Detrás de ella venia Chloe y la novia de Jack G, Shio.

—¿De acuerdo? —dije extrañada— la sala es un desorden, Herimar vino hace un rato para enseñarme las muestras de las telas para usar en las carpas en el caso de que llueva.

Rodee los ojos y las invite a pasar, pero ellas apenas y entraron, apenas u dándome espacio para cerrarla.

—¿No piensan entrar? —Pregunte cuando note que se miraban entre ellas.

Chloe negó con la cabeza.

—Tenemos un mejor plan. Esta noche saldremos a dominar la ciudad— sonrió malévolamente.

Fruncí el ceño y cuando iba abrir la boca para hablar un silbido proveniente de sus espaldas me interrumpió.

—¡¿Se van a quedar ahí para siempre?! Quiero desvestir a los hombres lo más rápido posible. —grito una voz femenina.

Mi cabeza se alzó al ver a la agradable Alessia Cara, asomando su cabeza por lo que parecía un Party Bus asomado en la calle. Ni siquiera lo había notado y no es que fuese sutil, si no de un rosado neón.

Mi ceño se frunció.

—No entiendo.

—¡Melissa es tu despedida de soltera! —Dijo Shio agitando las manos en dirección al Bus.

De pronto lanzaron sobre mi cuello una cantidad insana de collares con bolitas brillantes y dos bufandas de plumas, color rosa y verde chillón.

—Chicas no...

—Shhh—me silencio Emma poniendo algo sobre mi cabeza.

—Vamos a llevarte con nosotras. Tu cabezota-esposo-y-prometido no sabe, y ni pensamos decírselo, o si no, no te dejaría ir para que veamos a hermosos hombres con poca ropa—grito Shio entusiasmada—Esperamos que no te importe, pero lo dejamos encerrada en la oficina de Nash. Debe estar molesto

—¿Que? ¿Encerraron a Shawn?

Ella asintió enérgicamente.

—Le dijimos que te llevaríamos a ese nuevo club nocturno. Énfasis, y estallo por completo. Se puso rojo de la furia, pero se me ocurrió la gran idea de dejarlo ahí un par de horas hasta que se calmara.

—¿Todavía está ahí? — pregunte preocupada

—No te preocupes, lo soltaremos una vez que estemos en camino.

Me guiño un ojo y empezó aplicarme labial rojo en los labios

—Shio—la aleje de mi boca— ¿Qué hicieron con él?

—No te preocupes, novia, no le pasara nada. Tiene a los Jack haciéndole compañía

Emma suspiro mientras me tomaba del codo y me llevaba hacia el autobús.

—Shawn está bien, Meli—Me tranquilizo ella—Lastima que no pueda decir lo mismo de Shio, ¿Cuánto alcohol haz bebido hasta ahora?

Ella hizo un puchero.

—Ni una gota, ¿por qué?

Chloe rodo los ojos mientras caminaba tras nosotras.

Emma seguía acomodando algo entre mi cabello y comenzó a tirar de él.

—Melissa Anderson, quédate quieta. Te estoy poniendo un velo de novia—me regaño—Ahora sí, estas lista para subir al autobús de la perversión... No apto para menores.

Sorprendentemente el bus estaba lleno. Un tipo que no reconocí lo manejaba, mientras que la parte que era destinada para los asientos, había sido sustituida por un tubo de acero pulido. Alessia estaba bailando su propia interpretación de la canción Con Altura de Rosalía y J. Balvin, y se jactaba de su buen manejo de caderas.

Todas gritaron cuando me vieron acercarme a ellas; Cameron corrió abrazarme.

—Mírate—chillo— te vas a casar con tu chico dorado.

Me guiño un ojo y luego se desplazó a su asiento mientras en el camino hacia una caminata de diva.

Avanzando en el autobús me encontré con todas las novias de los chicos, mi tía Nadia, la mama de Shawn, Primas de Shawn y hasta de Emma.

Note que todas—incluyendo a Cameron— usaban una gran cantidad de collares de carnaval, mascaras con muchos brillos y boas de plumas que rodeaban sus cuellos.

Había bebidas alcohólicas en cubetas heladas y los carteles con chicos en ropa interior tapaban todas las ventanas.

El autobús pronto se puso en marcha, aumentando el volumen de la música y haciendo que las chicas gritaran al unisonó. Me reí cuando empezaron a bailar y a agitar las caderas.

Shio se acercó a mi lado, moviendo sus hombros al ritmo de la música, invitándome a que bailara con ella.

Comencé a bailar con las demás, riendo animadamente cuando hicieron un círculo a mi alrededor.

—¡Guardamos lo mejor para el final! —Grito Alessia, subiéndose la falda y dejando a la vista sus pantorrillas—Míralo nada mas

No me había fijado antes, pero un chico encapuchado estaba parado en la parte trasera el autobús, sonriendo y distribuyendo bebidas a cualquiera que se le acercara.

—¡Tomas! —grito ella haciéndole señas al atractivo rubio— Esta es la novia, por favor hazle un baile antes de que lleguemos al club.

Todas rieron y los gritos se volvieron ensordecedores mientras "Tomas" se dirigía a pasos decididos hacia mí.

—Ay no—me queje— No hagan esto, no quiero ningún baile...

—Esta es tu noche de soltera, disfrútala—Me grito Cameron.

La música cambio de repente por una sensual y animada.

El encapuchado se quitó su camisa, revelando un rostro de no mayor de 21 años y un cabello rubio sedoso. Tenía ojos azules y me sonrió sin vergüenza mientras se inclinaba para besarme el talón del pie.

Mis mejillas se pusieron rojas al instante.

—Bien, que la novia disfrute—Dijo el mientras palmeaba uno de los pocos sitios que había para sentarse.

No podía moverme, todas se habían reunido a mi alrededor. La señora Mendes no dejaba de lanzar billetes al aire de baja denominación, lanzándole unos cuantos al chico mientras este comenzó a sacudir sus caderas.

—Oh por...—trague saliva con dificultad— chicas, yo no.

Pero nadie me escuchaba, Shio estaba literalmente en trance mientras veía como el bailarín tanteaba con sus dedos la pretina del pantalón y hacia movimientos obscenos con su mano sobre su miembro.

Alguien grito en mi oído, al voltear mi rostro vi que era mi Tía Nadia. Ni siquiera sabía que ella había entrado al autobús... ¿Esa de la esquina era Aaliyah, vendada de los ojos con una cinta negra?

¿Qué hace Aaliyah aquí? — pregunte frenéticamente.

Mi tía Nadia solo hizo un gesto sin darle mucha importancia, poniendo una sonrisa deslumbrante cuando miraba al bailarín exótico.

De alguna forma en cuestión de minutos él se quedó únicamente en ropa interior muy erótica: una tanga marrón con estampado de leopardo

Shio no dejaba de gritar, lanzando dinero al aire y bailando con el muchacho de cuerpo bronceado.

Mis ojos se dirigieron hacia donde la pequeña estaba todavía con los ojos tapados.

Esto iba a terminar mal, muy mal.

Intente ponerme de pie, pero el chico aprovecho mi movimiento y se deslizo en mi regazo, sacudiendo su pelvis con profesionalismo y sensualidad. Note que estaba lleno de una sustancia aceitosa y algunas gotas de su sudor cayeron en mi cara.

—Meli esto está siendo grabado para tu chico especial—grito la voz de Shio; llevaba una cámara de video en su mano, enfocada en los movimientos de Leo en mi regazo.

Mier-da Shio sería mi perdición.

—¡Tía Nadia! ¿Qué hace Aaliyah aquí? —señale en su dirección.

—¡No podíamos dejarla sola! — grito mi tía en respuesta.

Iba a protestar, pero de nuevo, el cuerpo sudoroso de Leo comenzó a cambiar de posición, poniendo un pie en el asiento a mi lado, se elevó de tal forma que su entrepierna estuviera a punto de rozar mi cara.

Me hice hacia atrás, golpeando contra la base del asiento. Esto era demasiado.

Karen aprovecho para meter unos billetes en el diminuto tanga del chico; el resto de las chicas siguieron su ejemplo y el caos se desato en cuestión de minutos.

Unos brazos me empujaron en dirección a Leo y este se desato al poner su trasero a la altura de mis caderas.

Iba a morir de combustión espontanea. Eso era seguro.

—¡No seas estúpida! — me regaño Shio— Espera que conozcas a los chicos del club, te desmayaras de la excitación.

¿KHÉÉÉ?!

Diez minutos después estábamos entrando a un club solo para damas en donde los meseros usaban ropa ajustada y no llevaban camisa. Usaban únicamente un moño negro en el cuello, y sonreían como si fueran la sensualidad personificada. Muy pronto me plantearía el divorcio....

Okno

Un grupo de hombres todos con grandes pectorales y apariencia atractiva, nos guio hasta una sala VIP.

En el camino no perdí de vista la radiante sonrisa que tenía Aaliyah; casi tenía 15 no era tonta, ya sabía perfectamente donde estábamos. Shawn me iba a matar si se enteraba que la habían traído a un club nocturno.

Ya me vi firmando el divorcio amixs...

—Espera que veas la temática que tenemos preparada—Susurro Emma, comiéndose con la vista a todo hombre que se cruzara en nuestro camino.

Yo debería lucir exótica; con mi mascara, mi velo de novia y mi linda pijama (Si me sacaron en pijama, suerte que era linda 7u7)

Pronto llegamos al salón privado, rodeados por tubos de acero y hombres en trajes pequeños y ajustados. Todos parecían modelos, y tengo que admitir que mi boca se hizo agua.

O eso fue hasta que note la temática que Emma me hablaba: todos los hombres dentro de la habitación tenían un hermano gemelo a su lado.

KHE MIERDA PASA AKI?

—Emma—Lloriqueé—¿Qué has hecho?

—La Sra. Karen nos contó sobre el gen de los Mendes y quién sabe?, a lo mejor y mi ahijado o ahijada termina teniendo un gemelo—Movió sus cejas arriba y abajo en forma subjetiva— Nos cobraron extra... Pero definitivamente valió la pena. —Déjame presentarte a los Gemelos Damián y Armando. Son mexicanos—chillo, casi dejándome sorda—Esta noche promete mucho.

Definitivamente no tenía amigas normales...

—Y no te preocupes por Shawn—Cuando noto que aún estaba en Shock—Si mis cálculos no me fallan, Shawn estará aquí en 3... 2... 1...

La puerta detrás de nosotras se abrió con suma fuerza, golpeando contra la pared y asustando a la casi todas las chicas que estaban casi babeándose a los modelos.

Shawn tenía una mirada de suma furia y esa mirada no mejoro al encontrarse con mis ojos.

—¿Ves? —murmuro Emma a mi lado— te lo dije, pero no creo que este aquí por mucho tiempo...

Ella sonrió con malicia.

Él se apresuró a llegar a mi lado. Tenía los ojos abiertos y o dejaba de fulminarme con la mirada.

—¿Shawn? —tartamudeé— ¿Qué haces aquí?

El parecía no creer lo que estaba viendo. Entonces se percató de Shio y de Emma y su mira se tornó aún más violenta; las fosas de su nariz se ensancharon, sus ojos mieles se dilataron y tomaron tonos verdes, y sus mejillas tomaron un color rojo manzana.

—¿Qué hace Melissa aquí? —gruño— Dije que no quería verla en un lugar como este. ¿Por qué mierda me encerraron?

Karen se dio cuenta del estado de Shawn y rápidamente se paró frente a él, tomándolos de los hombros para calmarlo

—Tranquilízate, Shawn—le respondió—Sabíamos que te pondrías así si te decíamos que queríamos traer a Meli a un club nocturno. Estas reaccionando de manera exagerada.

—¡¿Exagerada?! ¡¿Dices que estoy reaccionando exageradamente?! —Grito el, haciendo que el ambiente se pudiera tenso al instante.

Camila, prima de Shawn, quito la atención del chico que estaba a punto de invitar a bailar, y su mirada se miró agria mientras fulminaba a Shawn.

Mi tía Nadia, que venía tambaleando con dificultad, se detuvo frente a nosotros, con su bebida en la mano y luciendo medianamente borracha.

—¡Shawn! —lo regaño ella—deja a mi niña disfrutar de su despedida de soltera... ¿Qué crees que va a pasarle estando con nosotras? —al final soltó un largo eructo y luego se rio a carcajadas— Si yo pude criarla 16 años, puedo cuidarla una noche—hipo—¿Dónde están los chicos colombianos? —chasqueo los dedos e inmediatamente dos colombianos se acercaron a ella—¡Mis niños! Quiero que le den un baile privado a la pequeña de aquí...—me señalo— Luego me cargan y me llenan de tequila.

¿Dije medianamente?

Corrijo: Ella estaba muy borracha...Demasiado.

Estaba a punto de inventar una excusa muy patética que no sería del todo inventada cuando un brazo se cuela sobre mis hombros: el de mi tía Nadia

—¡Toda mujer merece una despedida de soltera, digna de una novia, con bailarines exóticos y mucho alcohol! —interrumpe ella— Melissa, siéntate y deja de hablar tanto, ah, y espera a ver los regalos atrevidos que te compramos.

—¡La tocan y son hombres muertos! —advirtió Shawn, mientras cerraba sus puños con fuerza; entonces su mirada se enfocó en algo detrás de mí—¡Alto todo el mundo! — grito estupefacto—¿Esa de ahí es Aaliyah, con los ojos vendados?

Me encogí de hombros asustada por su reacción, deseando que la tierra me tragara. El lucia furioso... Peor que cuando peleo con Niall cuando trato de volver conmigo cuando éramos novios.

Shawn era capaz de prenderle fuego al lugar en un parpadeo.

—Yo no sabía que venía con nosotras hasta que...— me calle al ver su mirada fulminándome con potencia; pero entonces alguien me tomo de la cintura, levantándome del suelo y haciéndome gritar al instante.

Shawn fijo su atención a la persona que me sujetaba, y su expresión cambio a una mortalmente destructora. Hoy iba a morir alguien, estaba segura.

—¡Suéltenla inmediatamente! ¡Es mi esposa imbécil! — su gruñido se escuchó por todo el salón a pesar del volumen de la música.

Su mandíbula se apretaba demasiado y los músculos de sus brazos se comenzaron a flexionarse.

—Oye—hablo el chico que me cargaba en brazos— ya pagaron por las horas de ella, vete de aquí.

Sentía como esos mismos brazos fuertes se cerraron en mi pequeña cintura, y me cargaban contra mi voluntad, llevándome lentamente hacia el centro del escenario levemente iluminado.

Mire a Shawn pidiéndole ayuda con la mirada, pero mi tía (Junto con Emma y el resto de las chicas), se encargaron de retenerlo en su lugar, formando una barricada que Shawn trataba de romper.

—Muy bien cariño, te vas a divertir mucho— susurro el chico en mi oído mientras me depositaba suavemente en el suelo una vez que alcanzamos el escenario.

—No, no, no. Alto, de verdad no estoy de ánimos para un baile—proteste—¡Espera! ¡Estoy embarazada! —dije recordando lo que le dijo Shawn a Niall para que se alejara de mí.

—Bueno, está apunto de querer salir, luego de que te mostremos lo que sabemos hacer mejor.

No...

Las luces se apagaron de repente y quedo solo una apuntando en mi dirección.

Me sentaron en una silla y un atractivo y musculoso rubio, con un micrófono en la mano, hablo, anunciando que el show estaba a punto de comenzar. Todas las chicas que venían conmigo en el autobús se agitaron y gritaron hasta quedar ronca.

—Y aquí tenemos a nuestra hermosa novia—dijo el rubio una vez que mi loca amiga Emma dejo de gritar algo sobre un baño de cerveza—Esta noche es solo para ella ¿Verdad damas? Quiero oírlas gritar cuando vean lo que esta novia va a experimentar, pero antes, quiero saber si ella desea ser seducida.

Acerco el micrófono a mi boca y yo me quede choqueada sin saber que hacer.

—Este... Yo... Eh...

Mire de nuevo hacia donde Shawn se encontraba, pero un hombre del doble del tamaño de Jake lo tenía agarrado de los hombros: el guarda de seguridad.

Trague saliva mientras regresaba la mirada al rubio. Sin decir nada, él quito el micrófono de mi cara e hizo un sonido de protesta.

—Al parecer nuestra novia es tímida, deberíamos hacerla entrar en calor ¿No creen?

—¡Siiii! — dijeron todas las chicas al unisonó en un fuerte y ensordecedor grito.

Acto seguido se arrancó los pantalones, enseñando su diminuto calzoncillo decorado con la bandera de Venezuela, y comenzó a mover las caderas, de adelante hacia atrás, todo al ritmo de música electrónica que comenzó de manera sincronizada justo cuando se arrancó la ropa.

Los gritos aumentaron, así como habían aumentado al ver al chico en el autobús... Pero fue peor, mucho peor. Al menos este chico sabia como moverse; el otro era un aficionado comparado con él.

La luz blanca estaba directamente en mi cara, dificultándome el trabajo de ver algo que no fuera al sudoroso chico que no dejaba de posar su mano en el respaldo de mi silla. Mover su entrepierna en mi dirección lo cual al parecer era lo único que sabía hacer, bueno, eso y guiñarme un ojo mientras todo su cuerpo transpiraba. En otra persona seguramente se vería asquerosos aquel exceso de sudor, pero debo admitir que, en el, quedaba excelente, demasiado, es como si fuera parte de su aufith.

No podía ver a Shawn por ningún lado, pero sabía que estaba furioso, apareció abriéndose paso entre las chicas alborotadas que no dejaban de lanzar billetes hacia los gemelos que rodeaban la habitación y que hacían su baile personal.

—¡Meli! Baja del escenario ahora mismo— escuche que gritaban. Y definitivamente ese era Shawn, retenido por Emma y Shio.

El guardia de seguridad también lo sostenía de la parte trasera, tomándolo por los hombros.

De verdad intente, ponerme de pie, pero el rubio tenía una fuerza de hierro en sus muslos. Me empujo suavemente sobre el asiento, sonriéndome y dándome la espalda para poder mover su trasero en dirección a mi cara.

—En confianza—grito el chico sobre la música—toca lo que quieras, bebe. Las tímidas son las mejores...—dicho eso me guiño un ojo.

—Ay, Dios—trague saliva fuertemente. ¿Cómo había podido llegar a esto?

El chico acerco tanto su trasero que si estiraba un poco los labios hubiera podido besarlo.

No quería que me dieran bailes privados; yo solo quería que Shawn me hiciera sus pésimos baile mientras escuchaba a Drake o Justin Bieber en nuestra habitación, no enfrente de media familia Mendes, Griers, y amistades.

Busque a Chloe con la mirada, pero ella también estaba distraída como las demás.

Conte exactamente los gemelos de la habitación, eran un total de doce chicos para aproximadamente treinta de nosotras; y esos mismos doce subieron al escenario y empezaron a rodearme.

Como si estuviera coreografiado los trece se quitaron los pantalones de un solo tirón con una mano y la música subió más. Todos usaban únicamente boxers con banderas de diferentes países; suponía que usaban de sus países de origen.

—¡Que bailen los canadienses! —grito alguien.

Entonces ambos hermanos se acercaron a mí. Moviéndose expertamente en sus muy diminutos boxers con la bandera de Canadá. Jamás pensé que las banderas pudieran usarse para eso.

—¡Meli, ni se te ocurra mirar más allá de ese diminuto pedazo de tela! — rugió la voz furiosa de Shawn.

Shawn seguía enojado, ahora cargaba a Aaliyah —Que para ser sincera no sé cómo lo hacía ya que tenía 14 años y era muy alta para su edad—con un brazo mientras con el otro apartaba a todas las chicas. El guardia de seguridad estaba justo atrás de él intentando alcanzarlo, pero Shawn no pudo llegas tan lejos ya que las chicas se encargaron de atraparlo agarrándolo de su camisa. Lo empujaron lejos.

La marea de gemelos aprovecho para acercarse a mí y hacer unos movimientos en los que sentí que me rebabaron la poca inocencia que quedaba en mí. Uno de ellos me sujeto del muslo haciendo que mis piernas rodearan su cadera.

Parpadee muchas veces intentando desviar la vista.

Fue difícil cuando el chico que estaba entre mis piernas empezó a moverse enfáticamente.

Iba a morir aquí...

Estaba tan impresionada que no fui capaz ni de escuchar los gritos a mi alrededor, principalmente los de Shawn el cual parecía que se iba a desgarrar las cuerdas vocales.

Finalmente me pusieron de pie, rodeándome y comenzando agitar su pelvis de atrás hacia adelante, mi rostro parecía estar a punto de estallar, estaba más roja que una manzana.

Por unos breves segundos llegue a pensar en finalmente en hacerle caso a las chicas y soltarme a disfrutar mi despedida de soltera, pero justo en esos instantes de duda, Shawn finalmente llego a mí, aparatando a los chicos que me rodeaban como leones en busca de su presa.

Le dio un golpe en la nariz al que meneo su pelvis en mí y me tomo del brazo, haciéndome que me pusiera detrás de él.

—Te vienes conmigo—gruño con ira.

Comenzó arrastrarme por el escenario, bajando rápidamente los pocos peldaños de escaleras que me separaba de las chicas.

—No puedo creer esto—mascullo con rabia mientras Emma se ponía frente a nosotros, cruzando sus brazos y apuntando a Shawn con un dedo acusador.

—A mi mejor amiga no te las llevas de aquí hasta que termine su baile privado, se emborrache y abra sus grandiosos regalos al final de la noche.

—Recuerdo que te dije muy claramente que no quería una despedida de soltera con strippers—respondió el— además, ¿Qué hace una niña en un lugar como este? ¿Cómo la dejaron entrar con ella?

—¡Oye! No soy una niña, tengo catorce y medio—dijo quejándose Aaliyah desde el hombro de Shawn.

—La escondimos—dijo Emma tajantemente—No es como si pudiéramos dejarla afuera; y tiene una venda puesta. No sabe nada de lo que estamos haciendo aquí... ¡Ja!

—¡Eres una bebe! —sentencio Shawn, respondiéndole a su hermana menor—Me llevo a Meli y punto—sentencio Shawn respondiéndole esta vez a Emma.

—Shawn arruinaste a Meli para cualquier posible pretendiente o chico que se presente en el futuro. No tienes por qué sentirte celoso cuando ella apenas y se atrevería a mirar a otro chico que no fueras tu. Ahora salgan, hablen y luego traes a mi mejor amiga de regreso.

Emma no opuso resistencia y nos dejó el camino libre después de eso. De hecho, nadie había objetado.

Shawn renovó su agarre en mi brazo y me saco del salón privado, dirigiéndose a la zona general que estaba igual de abarrotada que cuando entramos hace unos minutos.

Mi cara parecía un tomate mientras veía todo y aprete el paso cuando Shawn nos llevaba a mí y Aaliyah aun vendada a la salida.

—¡Les dije que no quería que vinieras aquí! ¡Mierda! — exploto el una vez que salimos por completo del local. Se jalo parte de su castaño cabello, lo cual hacia cuando estaba demasiado estresado.

—Lo siento—dijo inmediatamente cuando recordó la presencia de Aaliyah. Le quito la venda a Aaliyah de los ojos.

—Al fin, ya me había cansado de esa venda—dice Aaliyah mientras se rasca los ojos.

—Lo siento...—fue lo único que se me ocurrió decir, mientras dirijo mi mirada al suelo.

—Meli...

No era necesario que lo viera, sabía que estaba extremadamente furioso. Al menos no me podía culpar de toda esta alocada noche, ni siquiera sabía los planes de las chicas.

—¿Por qué siquiera estamos discutiendo esto? — exploto—No quiero comenzar a enumerar los cientos de cosas que me han molestado hoy. Juro que me va a explotar una vena... ¡Agg!

—Pero Shawn...

Pero el gruño una vez más.

—Como siempre tus amigas metiéndose en nuestras vidas— dice Shawn molesto.

—A mí no me agrado del todo la sorpresa Shawn, pero no puedes culpar a las chicas de todo.

—No, cierto, también te culpo a ti.

—¿A mí? —alce la voz—¿De qué me estas culpando? ¿Qué hice?

—¡Te parece poco el hecho que Aaliyah esté en un club nocturno y que además te viniste corriendo detrás de ellas!

—¿Qué...? ¡Primero me reclamas sobre lo de Aaliyah y luego hablas de según tu mi mal comportamiento, grandísimos idiotas!

—Cierto, hablamos de como las chicas la están corrompiendo.

—¿Qué te pasa? ¿Por qué estas tan enojado?

—Meli...

Los dos explotamos de ira. Me sentí realmente molesta por el hecho de que me estuviera a mi culpando por todo, es como si no me conociera, como si yo hiciera estas cosas a diario.

—¡Yo no sabía que estábamos viniendo a un sitio como este! ¡Así que deja de culparme! Además, la que debería estar molesta con alguien aquí soy yo, ya que no me respondiste mis mensajes ni llamadas en todo el maldito día. Así que deja de actuar como un estúpido.

—No tenía mi celular a la mano... Tus amigas me enceraron con...

—¡Claro! Y tuve que pasar todo el día sola, preguntándome si te había pasado algo grave ya que nunca lo habías hecho, y de paso Karen me asusto diciendo que probablemente tenga gemelos ¿Y en donde estabas tú? Probablemente con alguna chica mientras te bailaba entre las piernas de segu...

Me detuve cuando observe la reacción de Aaliyah, sus cejas se habían elevado y su bica formo una perfecta O.

Mire a Shawn que bien podía simular ser una estatua por lo quieto y rígido que se encontraba.

—¿Que? ¿Qué ocurre? —pregunte cuando note que ni un solo musculo de su cuerpo se movía.

Me preocupe, haciendo que mi ira se calmara momentáneamente.

Pasaron por lo menos cinco minutos enteros hasta que el finalmente dio señales de vida... O al menos su boca no dejaba de abrirse y cerrarse como si quisiera hablar, pero simplemente no encontrara las palabras.

—¿Dije algo malo?

Mire a Aaliyah, preguntándole silenciosamente con la mirada.

Ella me miro con una cara de sorpresa para luego esbozar una enorme sonrisa.

—¿Estas embarazada? —pregunto ella al fin—¿Van hacer gemelos?

Ahí me di cuenta de mi error.

Me lleve ambas manos a la boca y la tape con mis dedos, negando con la cabeza.

Aaliyah aprovecho mi estado de estupefacción y me abrazo.

—¿Voy a ser tía?

No pude responderle nada, todavía estaba preocupada por la reacción de Shawn: tenía la mirada distante casi me da risa, pero pude ver el miedo en sus ojos.

Negue nuevamente.

—No es eso... No era lo que... Shawn escúchame.

El musculo de su mandíbula se tensó visiblemente. Comenzó a negar con la cabeza.

—No es el momento...—susurro apenas audible para mis oídos.

Entonces empezó a caminar lejos, dándome la espalda y alejándose de mí.

Ahora la que no articulaba palabra era yo.

¿A dónde iba?

¿Me estaba dejando?

¿Espera que...?

No estoy embarazada...

Entonces se detuvo y se dio la vuelta, yendo de regreso hacia donde Aaliyah y yo seguíamos paradas.

—Shawn, lo de los gemelos no es...

—Me llevo a Aaliyah— me corto, evitando verme a los ojos—Si quieres, puedes regresar a la fiesta. Lamento arruinarla para ti.

Tomo a Aaliyah del brazo, llevándola lejos de mí.

Inmediatamente lo seguí.

—Espera—suplique—¿Qué estás haciendo?

Él no se tomó la molestia de mirarme a los ojos al responderme:

—Necesito un poco de espacio. Entra con las chicas... No tengo cabeza en estos momentos.

¿Que?

—Estas malinterpretando todo...

—Es suficiente—me interrumpió apretando el paso y tomando a Aaliyah más fuerte del brazo mientras ella nos miraba con tristeza.

Me detuve en mi lugar, sin saber muy bien porque había reaccionado de esa manera. Cuando estaba a unos buenos pasos de distancia y vi que él estaba demasiado lejos, mis ojos se empezaron a nublar por las lágrimas que estaba reteniendo.

Pero eso no me contuvo para gritar con fuerza

—¡Eres un imbécil! ¿Simplemente me vas a dejar botada?

El no paro, ni siquiera se giró a verme.

—¡No son gemelos, imbécil! ¡Ni siquiera estoy embarazada!

Pero estaba lo bastante lejos como para no escucharme. Las lágrimas salieron fluidamente. ¿No podía verme la cara? Ni siquiera estaba embarazada, pero aun si lo estuviera, nos vamos a casar ¿No quiere tener hijos conmigo? ¿Para él era eso tan malo?

Ni siquiera lo intente seguir; después de darle paso a mi mar de lagrimar la furia continuo y no espete que regresara de ninguna manera.

Me abrí paso de nuevo dentro del local. No me importaba lo loca que pudiera parecer con un velo de novia en la cabeza, con lágrimas secas en mis ojos.

Lo odiaba. ¿Por qué se fue de esa manera? Entiendo que fuera una sorpresa para él, pero ni siquiera me dejo explicarle el verdadero sentido de mis palabras.

Pensé en seguirlo, pero realmente me sentí casada de esta situación como para lidiar con ella.

***

Las chicas fueron muy amables al no preguntarme que había sucedido conmigo y porque lucia tan mal. Tampoco se molestaron en ponerme de frente con otro hombre y se limitaron a disfrutar de la noche, aunque para ser sincera esperaba verlo cruzar el salón para venir a buscarme, la desilusión se hizo más presente cuando pasaron dos horas y no lo vi.

Finalmente decidí que lo mejor era tranquilizarme y pasar la noche en casa de Emma y Nash.

Arruine por completo la despedida que Shio, Emma y Chloe se esmeraron en hacer y ya nada fue lo mismo mientras nos reunimos en una mesa alejada del bullicio del local y se repartieron los regalos. Al final de la noche tenía una gran cantidad de lencería atractiva y para nada inocente, junto con otros regalos de los que no quería hablar.

Shio no pregunto nada cando le dije que me quedaría con ella y simplemente se limitó a asentir. Al llegar se quedó dormida en el sofá de la sala.

Aproveche para revisar mi teléfono y comprobar si Shawn por lo menos me había enviado un mensaje, pero no había absolutamente nada

Resople mientras apagaba el teléfono.

Me senté en una silla del comedor mientras pensaba en el día de hoy.

Si Shawn creía que iba a ser la primera en ceder y llamarlo, estaba muy equivocado.

Era un idiota por haberse ido de esa manera, era un idiota por no dejar ni siquiera que le explicara y era un idiota por salir corriendo como lo hizo.

Los detestaba en estos momentos.

Esa noche llore mientras me iba a dormir sola.

No pude dormir nada, gracias a los pensamientos que divagaban por mi cabeza... Y una vez más el causante de eso era nada más y nada menos que Shawn Mendes.

A la mañana siguiente cuando me levanté como zombi y me dirigí a la cocina, no era la única que se veía horrible; Shio se veía horrible, tenía el labial corrido al igual que un poco de rímel. Además, estaba caminando un poco encorvada mientras hacia el desayuno y arrastraba los pies por la cocina.

Me vio cuando me acerque para beber un vaso de jugo de naranja, y sus ojos se ampliaron en sorpresa.

—¿Meli? —pregunto, temiendo que fuera producto de su imaginación—¿Estas aquí?

No pude rodar los ojos debido al cansancio emocional que tenía en el momento.

—Si, me quedé contigo toda la noche—respondí como si nada.

Me moví para buscar algo de fruta en la nevera.

—¿Te quedaste toda la noche? Bien, casi no recuerdo nada—se llevó una mano a la cabeza— no dejes que beba así de nuevo, por favor...

Bufe.

—Si logro que la próxima vez que salgamos sueltes la botella de Vodka, creo que abre cumplido mi misión en la vida.

—Shh, no hables tan alto. Aun no puedo creer que me dejaras dormir en el sofá de la sala. Mi espalda duele tortuosamente. Estaré encorvada de aquí hasta el cumpleaños de Jack. —Hablando de chicos guapos ¿Qué ocurrió con Shawn? ¿Por qué te quedaste esta noche en mi casa y no con él? ¿Se enojo bastante por llevarte a ese club? Si así fue, espere a que lo encuentre, le daré una suave patada en la entrepierna que hará que se acuerde de mi toda su vida, y a la vez sepa que nadie se mete con mi mejor amiga.

De pronto ella se puso bastante seria y cruzo sus brazos.

—Pss, al parecer me abandono

—¡¿Que?!

—No puedo estar con una persona que me abandone al primer obstáculo.

—¿Por qué no dejas quien sea yo el que decida eso?

Casi me atragante con mi saliva. Cuando volteé mi rostro, vi a Shawn con de pie en el marco de la puerta. Levaba lentes oscuros, un jean ajustado negro, zapatos del mismo color y una camisa color rosa.

Melissa Anderson el rosa deberá ser tu religión...

¡Ya cállate!

No, se ve demasiado guapo.

Si es cierto...

Pero ¿Qué? Silencio

Estúpida, te estas silenciando a ti misma.

Ay, si es cierto...

—¿Podemos hablar? — pregunto Shawn sacándome de mis pensamientos.

Metí un trozo de tostada en mi boca con jalea de fresas.

—No en estos momentos—dije regresando la vista a mi deliciosa tostada—No sé cómo entraste, pero...

—La puerta estaba abierta. Vine hace una hora, pero Shio estaba babeando el sofá de la sala.

Shio rápidamente agarro su taza de café y unas tostadas y salió apenada de la cocina.

—Alto ahí—dijo Shawn señalando a Shio— Anoche me dormí muy molesto debido a que llevaron a mi esposa a una despedida de soltera en un bar de estriptis—Shawn enfatizo la palabra "mi esposa"

—¿Qué quieres Shawn? — lo ataque.

Shawn nos miró a ambos.

—Quiero sabes por qué no estabas en mi cama anoche.

—De acuerdo—interrumpió Shio—Yo estoy de sobra aquí, así que es hora de que me vaya.

Avanzo por la gran cocina, dejándome sola con Mendes.

—¿Por qué? —bufe—¿Por qué? Como si no me hubiera ido cuando te dije que tu mama dijo que podría tener gemelos.

—Es tu culpa—me acuso—a un hombre no le das noticias como esa, de esa forma.

—¿Dijiste que era mi culpa? Oh no— en un arrebato lance un adorno que tenía Shio en la isla de la cocina, haciendo que callera justo en su bien ejercitado pecho—¡Me dejaste botada cuando te dije lo que tu mama me había dicho sin importarte nada, ni me dejaste explicártelo! ¡Y ahora resulta que la culpable soy yo!

Shawn se tomó el puente de la nariz con los dedos, mostrándose claramente agobiado.

Comencé agitarme y moverme en el mismo lugar. Hasta que vi una bolsa en el suelo cerca de la puerta, en la cual se asomaba un pedazo de tela roja.

Camine hasta esa bolsa y saque su contenido; unas bragas de encaje rojo, con un hermoso moño que entrelazaba en la parte trasera con un sujetados a juego. La prenda era de tela tan fina que era imposible poder cubrir alfo; fue un regalo de Emma y aunque no era de los más atrevidos si era uno muy sensual.

Se la lance a Shawn en el rostro,

—Ahora sufre Shawn. Porque no volverás a verme en ropa interior ¡Y espero que desaparezca de mi vista!

Su mandíbula se tensó y tomo la prenda entre sus largos dedos examinándola por completo.

—¿Entonces así será de ahora en adelante?

—Si, te mereces eso y más.

—Ok.

Se dio la vuelta con intenciones de irse, pero en el último minuto cambio de rumbo y se apresuró a ir en mi dirección.

—¿Qué estas...?

Me agarro de la cintura y llevo una de sus manos detrás de mis rodillas. Le levanto del suelo como una pluma y camino hacia afuera de la casa.

—¡No me voy a ir contigo! —proteste golpeando su pecho—¡Ya bájame Shawn!

—Princesa, cálmate...

—Es que no puedes venir aquí como si nada, no me dejaste explicarte nada. Odio que no me escuches.

—Meli estoy asustado...

Deje de golpearlo y me quede paralizada durante largos minutos

—¿Estas

—Así es—confirmo.

—¿Por qué? —pregunte confundida—¿Para qué te quieres casar conmigo si no quieres hijos?

—No... No es eso Meli...

Estaba muy confundida en estos momentos, me quede pensando unos momentos mientras Shawn aun me cargaba en brazos hacia la salida.

Intente soltarme, pero se convirtió en una difícil tarea a lograr. Termino apoyándome contra un su Jeep negro que estaba estacionado detrás de nosotros.

—¡¿Entonces de que mierda tienes miedo Shawn?!—estalle en furia por su reacción—No te comprendo, primero me dices que soy el amor de tu vida y quien sabe cuántas cursilerías más y cuando te dije eso anoche simplemente me dejaste ahí botado como si no te importara nada.

—Tengo miedo de todo Meli...—contesto una vez que me sentó en el capo y llevo obligatoriamente mis piernas alrededor de su cintura—No tengo miedo de ser padre... Si me descoloque un poco con lo de los gemelos no lo negare—dijo gracioso—Pero no tengo miedo de tener hijos porque tu estas a mi lado... Y te amo... Tengo miedo de que la gente te juzgue.

Su mano derecha inmediatamente comenzó a trazar círculos en mi muslo.

—¿Me juzgue por qué Shawn?

Suspiro con pesadez.

—Porque no estamos casado y que venga un hijo así... Un hijo es una bendición en las circunstancias que sea, lo sé, pero no quiero que te juzguen por esto, de por si te juzgan sin conocerte por estar conmigo, imagínate las cosas que te dirán si sales embarazada fuera de matrimonio, aunque sería técnicamente hablando porque estamos casado por civil, pero quiero que sepas que no es porque no quiera un hijo contigo, porque no es así, te amo... Y podre contra el mundo si tu estas a mi lado... Es solo... Es solo que quería protegerte—dice mientras agacha la mirada con vergüenza. —Lo siento...—dojo acariciándome el cabello y envolviéndome con sus brazos.

—Tranquilo—lo apacigüe abrazándolo devuelta—Poniéndolo así, te entiendo, y gracias...—Dije dándole una sonrisa sincera. —¿Me podrías llevar devuelta, estoy muy cansada? —dije haciendo pucheros.

El no espero que dijera otra cosa y me levanto en sus brazos sin ningún problema.

—Y será mejor que no me provoques Mendes—advertí—Ayer te fuiste y me dejaste sola. Me sentí realmente mal, me sentí herida.

—Lo lamento, es solo que...

—Querías protegerme—termine por él. —Es solo que fuiste un cobarde. Necesito sentirme segura, no pensar que a la primera te darás por vencido y te iras, porque siendo sincera Shawn, si es así, este matrimonio estará condenado al fracaso.

El no dijo nada por un momento.

—Meli, te necesito en mi vida y eso no es cuestionable.

Guardo silencio por unos momentos, después volvió hablar relamiéndole los labios con la lengua.

—Te amo...—sonrió mirándome con cariño.

Fruncí el ceño cuando empecé a notar que buscaba algo en los bolsillos traseros de su Jean negro, lo cual era difícil teniendo en cuenta que aún me tenía en brazos.

—¿Qué buscas? Te dije que me llevaras adentro.

—A la única habitación que iras es a la nuestra.

Dicho esto, saque un juego de llaves y desactivo la alarma del Jeep.

Abrió la puerta del pasajero con dificultad depositándome en el asiento trasero, me dio un beso en la frente, pensé que iba a cerrar la puerta, pero para mi sorpresa, su mano se posó en mi barbilla y la levanto para que mis labios se encontraran con los suyos.

Me rehusé a devolverle el beso, moviendo mi rostro para que se detuviera.

El suspiro.

—¿Qué sucede? ¿Sigues enojada conmigo? —pregunto cauteloso.

—Sigo enojada contigo—respondí con simpleza.

Volvió a suspirar audiblemente.

—Bien... Solo quiero que sepas que te amo... Mucho, y no te dejare sola en esto Meli, estamos casados, confió en ti, y estamos juntos en esto, así sean gemelos, trillizos o inclusive sextillizos—dije divertido. —Y lamento esa escena de celos de ayer.

Agache la vista, fijando la vista en el asiento.

—Lamento no haberte entendido antes. Se que te poner celoso e irritante cuando me ves con otros chicos. No me gustaría que pasara al revés y te quedaras como tonto mirando a otras mujeres. —me disculpe con sinceridad.

—Solo necesito que me entiendas, cada vez que un hombre se te acerca siento una ira en mi interior con el simple hecho de pensar que alguien te arrebate de mi lado, con tan solo imaginarme hace que mi sangre hierva de la rabia y quiera matar a él imbécil que se atreva—sisea lo último con rabia—Ayer simplemente no estaba pensando... Por eso te deje... Y lo lamento, lo siento si te lastime, sabes que no fue mi intención hacerte daño... Sonara muy cursi, pero no sabría como levantarme en la mañana si te fueras de mi lado.

Suspiro por un momento peinado en rizo rebelde de su frente.

—Lamento haberte tirado ese adorno—dije después de unos minutos de silencio, mirando mi pantalón de pijama para evitar mirarle la cara—Y también te mentí—confesé—No estoy esperando gemelos... De hecho, ni siquiera estoy embarazada... Es solo que Karen me hablo del efecto Mendes... Y tú solo malinterpretaste mis palabras...

Ni siquiera había terminado de hablar cuando Shawn se inclinó frente a mí, tomándole de mi cintura y volteando mi rostro para besarme una vez más. Esta vez no me opuse.

El presiono más fuerte, finalmente haciendo que mis labios le correspondieran con la misma pasión.

—Me asustaste mucho—dijo finalmente terminando con el beso.

Me beso de nuevo.

Pronto se puso demandante contra mi boca, sacando la lengua y pasándola sobre mis labios.

Se retiro mordiendo mi labio inferior y cuando pensaba que me soltaría, volvió a besarme con fuerza.

Me soltó luego de unos minutos y por fin pude respirar.

Parpadeé en repetidas ocasiones y luego pude escucharlo mientras subía al auto por el lado del conductor.

—¿Quieres ir a desayunar? —pregunto aun con la respiración agitada por el beso.

No dije nada, aun podía sentir sus labios presionando los míos con tanta pasión.

—¿Entonces Meli?

Mi mente volvió a la realidad y pues tenía mucha hambre así que aceptaría el ofrecimiento de Shawn.

Suspire mientras me abrochaba el cinturón de seguridad.

—Quiero comer, tengo hambre—respondí finalmente—Pero aun sigo un poco enojada contigo.

—Bien, vamos a desayunar, y te daré tu espacio, puedes estar enojada el tiempo que veas adecuado.

Puso el auto en marcha y antes de que avanzara muy lejos, recordé que había olvidado mis regalos en casa de Shio.

—¡Alto! —grite—Olvide los regalos de mis amigas.

Él se quedó pensando por unos minutos.

Rápidamente empezó a retroceder hasta que regreso a casa de Shio.

—¿Eso significa que ya me perdonaste y dejaras que deje de sufrir y poderte hacer mía? —pregunto con una sonrisa socarrona y llena de arrogancia.

—Sigue soñando Mendes.

Suspiro frustrado.

Sali del auto y avance al interior de la casa, recogiendo las bolsas de ropa interior indecente que me regalaron las chicas, entre otros objetos con mucha falta de inocencia.

Mi rostro todavía se ponía rojo al pensar en la vergüenza que me dio cuando saque las bolsas de regalo.

—¿Qué más te regalaron anoche? —pregunto Shawn una vez que ocupe el asiento del copiloto.

—Oh, mucha lencería coqueta que lastimosamente no creo ponerme nunca ya que mi esposo se empeña en actuar como un imbécil y me hace enojar.

—Suena como si tu hombre fuera un idiota.

—Lo es...—suspire con cansancio—Siempre me hace enojar.

—¿Eso quiere decir que lo odias por los momentos?

—Definitivamente.

—Te propongo algo: deberías darle una lección. Creo que él nos tendría que ver juntos para que se ponga celoso. Yo digo que hagamos mucha demostración de amor en público, salir a cenar o a pasear por aquí, pasar la noche en algún hotel y que los rumores lleguen a sus oídos.

—Oh, no, sus celos son demasiado extremos; si te ve conmigo se le va a reventar la vena que siempre se le marca en el cuello cuando se enoja, podría matarte incluso. No es buena idea.

—Seguramente no es ni la mitad de guapo que yo.

—Es hermoso, pero a veces es demasiado insoportable. Llévame a desayunar, se me antoja unos panqueques y fruta.

—Como mi patrona ordene.

Después de eso manejo, llevándome a un restaurante donde pude calmar mis ganas de comer panqueques con fruta y jugo de naranja.

***

Herimar se detuvo frente a mí, examinándome fijamente el rostro y entrecerrando los ojos mientras miraba un punto directo en mi mejilla.

Su mirada se desvió a Aaliyah y luego frunció la boca al sentarse a mi lado, cruzando las piernas muy recatadamente y alisando su falda color rosa palo.

—Nadie me dijo que anoche era tu despedida de soltera—soltó de repente Herimar, luciendo incomoda.

—No siquiera yo lo sabía—comente después de unos segundos, respondiendo a la pregunta de Herimar—fue algo sorpresa.

—No puedo creer que no me pidieran como mínimo—acto seguido abrió su bolso y saco una tarjeta hecha con papel de color blanco, decorado en tonos rojos y negros.

Me la paso y leí al instante:

"Despedida de soltera para la futura Sra. Mendes."

Fruncí el ceño a leer la última frase: "Vestimenta: algo realmente sexi en tonos rojos y negros. Traer regalos traviesos."

Mi rostro se puso como tomate.

—¿Quién repartió esto? —respondí de inmediato.

—Fue tu amiga, creo que se llama Shio.

—¿Shio? ¿Ella repartió esto? No tenía idea.

—Bueno, siendo así no me sentiré ofendida porque no me hayas invitado o pedido asesoramiento con el diseño. Ya conoces lo hermosas que quedaron las invitaciones de la boda... que por cierto envié desde hace días atrás.

Me paso esta vez el diseño minimalista en dorado y azul que ambas habíamos escogido para las invitaciones de la boda.

Invitamos a las personas más cercanas, evitando a amistades poco deseadas. Era una invitación sencilla pero muy elegante y hermosa.

—Todos confirmaron asistencia.

Un ladrido se escuchó desde el interior del bolso de diseñador de Herimar, haciendo que dirigiéramos nuestra vista hasta ahí y se asomó la pequeña y peluda cabeza de Minnie el perro de ella.

—Juego con él, ¿Quieres preciosa?

Aaliyah asintió.

—Estoy algo frustrada últimamente. Los lirios azules y blancos que pedí en la floristería no estarán listo si no hasta dos horas antes de la boda. Me preocupa. Los ocupamos como centros de mesa... Además, tu ramo de flores tendrá lirios.

Ella comenzó a resoplar mientras pasaba sus perfectas uñas color carmesí por su rodilla.

—Ah, y tenemos que repasar unas cuantas cosas más—hizo otra pausa y saco una agenda de su bolso—¿Ya tienes todo lo tradicional para ese día?

—¿Lo tradicional? ¿Qué es lo tradicional?

—Algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul.

—No, no tengo nada.

Hizo una mueca mientras se ponía de pie y me tomaba de la mano.

—Entonces tenemos que conseguirlo cuanto antes. Deberías llamar a tu tía Nadia para que te ayude, posiblemente tenga algo... ¡Y recuerda que mañana es la prueba de tu vestido de novia! Debimos haber ido hoy—gruñe—Ugg, me quitas el aliento, cariño.

—A mí también—agrego Shawn que venía entrando a la sala justo en ese momento. Tan atractivo como siempre—Pero de una forma completamente diferente a la tuya.

Se acerco, beso mi frente y se sentó a mi lado.

Me obligue a no mirarlo a los ojos.

Aún seguía molesta con él con todo lo que pasó la noche de la despedida de soltera. Aunque muy en el fondo sabía que no duraría mucho con ese enojo porque hasta cierto punto ya lo perdone.

—¿De qué hablan? —pregunto el—Pero ¿saben qué? No importa lo que sea, estoy dentro.

—¿No tenías una entrevista hoy? —pregunte.

—Si... Pero la adelante, de hecho, vengo de allá, quería pasar el día con mi linda esposita...—dijo mientras me daba un casto beso en los labios.

—Claro que no estas dentro—refuto Herimar—es algo exclusivo de la novia... Y de su despampanante organizadora de bodas.

—Pues nadie me puede obligar a alejarme de ella—El rodeo con su fuerte brazo mis hombros—Y muchísimo menos tu.

—¡Se tiene que probar su vestido de novia! Jamás dejare que lo vieras y... ¡Santo Dios! Exclamo viendo la mano de Shawn—¡No puede ser! ¡Aun no tienes tu anillo! Me va a dar un derrame... Y soy demasió joven y bella para estresarme.

Amplio mucho sus ojos y boca en un gesto demasiado dramático, mientras abanicaba su cara con su mano.

—Dime que lo tienes listo—le dijo ella con voz calmada, pero a la vez suplicante.

—Lo tengo todo preparado. Es más, creo que Meli, debería escogerlo conmigo.

Herimar casi se desmaya al escuchar eso, dirigió sus manos a su crespo cabello jalando sus rizos en señal de desesperación.

—Claro que no, todo debe ser sorpresa. Meli no puede ver el anillo hasta el día de su boda.

—Quiero que Meli lo escoja—respondió Shawn decidido—Vamos princesa, la tienda no cierra hasta dentro de unas horas.

Me tomo de la mano, entrelazando nuestros dedos.

—Ustedes escupen en las tradiciones—dice Herimar molesta.

—No creo que eso sea una tradición—respondió Shawn—La novia tiene que conocer al menos el diseño de mi anillo, que combine con el de ella. Que todas sepan que este bombón está fuera de la dulcería—nos dio a mi y a Herimar una radiante sonrisa y nos guiño un ojo—¿Quieres venir o prefieres quedarte para tener un colapso mental con las flores?

Ella murmuro una maldición en español por lo bajo y finalmente asintió con la cabeza.

—Bien—se quejó—Voy a ir, pero solo porque tenemos que conseguirle a Melissa los objetos tradicionales para la boda. Sera mejor que lo busquemos desde ahora porque no tenemos nada.

—¿Estas lista, princesa?

—Creo que deberíamos llevar a Aaliyah—sugerí.

El negó inmediatamente con la cabeza.

—Mala idea. No quiero romperle la cara al primer imbécil que se atreva de mirar a mi hermanita de manera inapropiada y sucia.

—No seas exagerado, Shawnie—dije rodando los ojos.

—¡¿Exagerado?!—dijo mientras ponía su mano en el pecho haciendo una pose exagerada—¿Ahora resulta que soy un exagerado por querer proteger a mi pequeña de los ojos lujuriosos de los chicos? —bufo—Es suficiente. Aaliyah no ira. Ahora vamos que no tenemos todo el día.

Volví a rodar los ojos antes su dramatismo y sentí una gran necesidad de patearlo, pero lo seguí de igual forma.

***

Herimar se sentó de mala gana en uno de los asientos de la tienda.

Shawn abrió el catálogo y me señalo un par de ellos muy hermosos mientras pasaba las páginas, yo lo miraba demasiado emocionada, mientras mi vista se nublaba poco a poco.

—¿Qué sucede? —el levanto la mirada, observándome preocupado—¿Qué pasa? ¿No te gusta lo que ves? ¿Estás bien?

Rápidamente negué con la cabeza, intentando dejar de llorar.

—¿Por qué lloras? —me abrazo desde mi pequeña cintura y luego bajo a mis caderas y se quedaron ahí.

—Son lagrimas buenas, lo juro.

—Está bien...—suspiro—no me gusta verte llorar... ¿No te gusta la tienda? Si es así podemos ir a otro lado.

—No es eso... —lo abrace escondiendo mi cabeza en su bien ejercitado pecho—Me encanta todo...

—Ah, es eso—suspiro aliviado.

Asentí con la cabeza.

Todavía no comenzaba hablar cuando escuche que alguien se aclaraba la garganta.

Inmediatamente mis ojos fueron a parar en las de una chica de cabello negro intenso, tez blanca, ojos verde intenso y algunas pecas esparcidas desde sus pómulos hasta su nariz.

Por alguna extraña razón una ira se extendió por todo mi cuerpo.

Sonrió al ver a Shawn y choco los puños.

Ya sabía yo... Muy linda, pero saluda como vato.

—Peter—lo llamo por su segundo nombre—¿Qué te traer por aquí? —pregunto.

—Hoy vengo con mi prometida por un anillo—levanto su mano izquierda y le enseño su desnudo dedo de compromiso.

La chica finalmente me miro a mí y me sonrió amablemente.

—¿Alguien logro atrapar a Peter? Felicidades.

Sonreí con algunas lágrimas saliendo de mis ojos.

—Y es toda una hermosura—su sonrisa se extendió aún más al repasarme de pies a cabeza.

—Cuidadito—le advierto entre dientes para que solo el escuche.

—Bien—responde el en un susurro.

Shawn se volvió para observarme.

—¿Ya elegiste uno princesa? ¿Alguna frase que quieras que grabe?

Negue con la cabeza.

—Ni siquiera sé por qué me trajiste—lo regañe—pero es de las cosas más lindas que has hecho,

Lo bese espontáneamente en la mejilla.

—¿Tienes algo en mente? —pregunte.

Unas cuantas opciones...

—Sorpréndeme.

Herimar que estaba a nuestras espaldas, sentada de manera muy incómoda en las sillas de plástico, rodo los ojos y mascullo en español algo como: paciencia, no lo mates, sin novio no hay boda.

—Quiero que lleve su nombre—dijo Shawn señalándome—Algo bonito y delicado como ella.

—¿Algún símbolo o frase en especial? —respondió la ojiverde.

Shawn lo pensó por unos minutos.

—Quiero que se lea "Fallin' All In You."

Lo mire fijamente con sorpresa.

—¿Por qué esa frase? —pregunte con interés ya que era el nombre de una de las canciones de Shawn.

—Porque estoy "enamorado de ti" y lo estaré hasta que deje de respirar.

—Shawn.

—Meli, quiero que ese anillo lleve cada cosa que me recuerde a ti.

—En ese caso deberías agregarle una foto mía. Es un anillo no te cabera mucho—dije obvia.

Podría...—dijo pensativo.

—¡Shawn! —lo regañe.

—Está bien—dijo suspirando—Quédate con Herimar, voy a tardar un rato en decidir el modelo definitivo, ustedes vayan adelantando lo que puedan...

Ni siquiera había terminado de hablar cuando Herimar ya me tenía agarrada de la mano para sacarme de la joyería.

—¡Excelente! —grito ella—Vamos a ver si podemos hacer la prueba del vestido y luego miramos lo del pastel y otras cosas que nos hacen falta.

—Cuando te estés probando el vestido, te tomas una foto y me la envías—dijo Shawn levantando su teléfono.

—¡El novio no puede ver el vestido hasta la boda! —grito Herimar—Por favor, entiéndelo, nos vamos.

Comenzó a arrastrarme lejos de Shawn.

***

—¡Déjame verte Meli! No tenemos mucho tiempo—grito Herimar desde el otro lado del probador.

No pude evitar observarme una vez más en el espejo y llorar silenciosamente.

—Melissa Anderson, es tarde—siguió diciendo ella—La repostería cierra en una hora. Tenemos que apurarnos y no iremos a ningún lado hasta que no vea el vestido.

Tía Nadia, Emma, Chloe, Shio habían venido conmigo hace unas semanas para escoger el modelo. Era estilo princesa, con escote corazón, era todo de encaje, en la parte de la falda había unos hermosos diseños con diamantes incrustados, era corsé por lo cual marcaba mi pequeña cintura.

—Melissa...—Herimar descorrió la cortina en el probador y vio las lágrimas en mis ojos. Inmediatamente se acercó a mi—¿Qué sucede?

Solloce un poco antes de baja la cabeza.

—Extraño a mi mami—dije como niña chiquita.

—Cariño...—dijo dulce mientras me abrazaba—Ella está aquí, siempre lo estará, estoy segura de que tus padres te cuidan en donde sea que estén y de seguro están orgullosos de la maravillosa hija que tuvieron—mis sollozos se hicieron más fuertes mientras ella se dedicaba a hacerme suaves caricias en el cabello.

—Eso espero...

—Claro que es así Meli, no te conozco mucho, pero lo poco que se de ti, sé que eres una chica grandiosa, has sufrido mucho en tu vida, ahora solo trata de ser feliz con tu chico, se lo merecen—dijo separándose un poco y mirándome con una gran sonrisa.

—Desearía que mis padres estén aquí. Se que sonara mal, pero quiero cancelar la boda...

—Meli, no puedes cancelar nada ahora. Por favor entiende.

—Amo a Shawn. D verdad lo hago, aunque a veces no tolere sus grandes cambios de humor y quiera tirarlo por la ventana, pero... Lo amo. Si no quiero celebrar la boda no es por él, es porque extraño a mis padres y siento que no será lo mismo sin ellos ahí.

—Lo entiendo Meli, pero Shawn ni tu familia se merecen eso... No me lo tomes a mal, es normal que por el estrés de la boda y todo eso te sientas así, pero piensa en tus tíos que han sido como tus padres, en Nash y Emma que son como tus hermanos al igual que Aaliyah, en todos esos chicos guapos que te quieren como una hermana menor, esos chicos te adoran...

—Al igual que Brian a ti—no me di cuenta de lo que dije hasta que esa palabra abandono mis labios y vi la cara de impacto de Herimar.

—Espera ¡¿Qué?! ¿Hablas de Brian el padrino de Shawn?

—Este... Yo... Yo... Si.

—¿Le gusto a Brian?

—Tal vez...

—¿Hace calor o es mi idea? —dijo mientras se abanicaba con su mano.

Salió corriendo fuera de los probadores y me dejo sola riendo por la escena.

Si que la cagaste Melissa y en grande.

Observe mi figura en el espejo: el vestido era realmente hermoso el encaje y las incrustaciones de diamantes se veía precioso, sobre todo con el velo a juego. Era simplemente hermoso y perfecto.

Al pasar unos quince minutos, Herimar dio un paso dentro de los vestidores, estirando la cortina y mostrándose reservada.

—Entonces—empezó a balbucear—nos vamos a ir al primer centro comercial que encontremos... Faltan los zapatos que acompañaran el atuendo.

Sonrió amablemente y me ayudo a levantar el vestido para que me lo sacara del cuerpo.

—Hable con la diseñadora. Dice que solo faltan cubrir algunos detalles del vestido. Vendremos dentro de unos días.

Asentí con la cabeza.

—Todavía no encontramos lo tradicional para la boda... Creo que deberíamos ir a casa de tus tíos, Nadia debe tener algo viejo que puedas usar.

***

—Mi niña que bueno verte aquí, que agradable sorpresa—dijo mi tía Nadia abriendo la puerta.

—Nos vimos ayer—dije graciosa mientras me abrazaba casi al punto de asfixiarme.

Finalmente, me soltó y me dio una enorme sonrisa

—Igual te extrañe...—dijo dándome un beso en la mejilla—Hola Herimar, también es un gusto volver a verte—dijo saludando a la morena con un beso en la mejilla.

—Pasen—dijo mi tía haciéndose a un lado para que pasáramos.

—Mi princesa—dijo mi tío saludándome al verme.

—Hola papá—me abrazo fuerte y al separarse pude ver sus ojos un poco rojos por aguantar las lágrimas.

Desde mi pedida de matrimonio en New York le llamo papá y cada vez que lo hago se pone muy sentimental.

—Disculpa, son las alegrías, ya no limpian bien la casa—se justificó.

—¿Y Shawn? —pregunto mi tía.

—Está consiguiendo su anillo de bodas—conteste con una sonrisa de estúpida—al terminar vendrá por mí.

—Eso está bien. ¿Quieren algo de beber? Puedo preparar bocadillos.

Asentí con la cabeza y Herimar procedió a seguirla dejándome un rato a solas con papá.

—La casa se siente muy vacía sin ustedes

—Me lo imagino... Prometo que cuando acabe toda esta locura con la boda vendré a visitarlos seguidos, inclusive puedo pasar una temporada aquí cuando Shawn vaya de gira—sonrió.

—Eso me encantaría.

Luego caímos en un cómodo silencio, escuchando a Mamá Nadia y Herimar hablar desde la cocina.

—¿Cómo estás? —susurro—Ya casi se acerca el día de la boda ¿Nerviosa?

—Un poco.

Hubo un momento de silencio cuando mamá entraba cargando una bandeja con vasos de té helado y con la misma rapidez regreso a la cocina.

—¿Me dirás si Mendes te da problemas?

Asentí con la cabeza.

—Bueno...—continuo el—¿Qué clase de anillo está escogiendo ese hijo de la lujuria?

—¿Hijo de la lujuria? —me reía al recordar el apodo que le puso Nash a Shawn—Al parecer ese será el apodo de Shawn para ti y para Nash.

—Si, Nash es muy ingenioso, me agrada ese apodo, mis respetos—dijo gracioso.

—¿Eso me huele a celos? —dije divertida.

—¿Que? ¿Celoso yo de ese hijo de la lujuria? No, para nada.

—Ujum... ¿Por qué le sigues llamando así?

—Porque cualquier sinvergüenza que se lleve a mi niña, puedo llamarlo como a mi mejor me parezca.

—Eres un caso perdido.

—Solo espero que mis nietos salgas igual de hermosos que tú, y no a ese virolo—rueda los ojos.

—Shawn es muy apuesto...

—No me importa si es hermoso o el mismísimo rey de España, no tiene derecho para depravarte y enseñarte cosas impuras. Apuesto a que te dijo que tenía una entrepierna de chocolate y le creíste.

Mis mejillas empezaron a arder de la vergüenza.

—Papá no empieces.

—Claro y luego se convierte en cantante y ¡Bam! Irresistible para una niña de casa como tu...

Mi mamá Nadia entro en ese instante con Herimar.

—Ya Herimar me comento lo que necesitan para la boda—comento mi mamá en mi dirección mientras traía los bocadillos.

—¿Y qué dices, tienes algo?

—Si de hecho les puedo ayudar con "algo viejo" y "algo prestado"

—Genial... ¿Lo podemos ver? —dijo Herimar emocionada.

—No...—Herimar casi se atraganta con su té al oír eso—Sera una sorpresa hasta el día de la boda.

Herimar mascullo algunas groserías en español, que creo y espero fui las única que escucho.

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