Capítulo 31 - Las Vegas
Shawn
El avión privado aterrizo a la hora acordada en California y tal como estaba previsto en la agenda, tuve entrevistas durante toda la mañana y pruebas de sonido gran parte de la tarde ya que la tarde siguiente sería el concierto.
Llegue al hotel aquella noche completamente muerto de cansancio, entre las entrevistas y las pruebas de sonido, apenas y tenía fuerzas para darme una ducha, por lo que tras hacerlo me tire molido sobre la cama sin quitarme siquiera la toalla de baño.
—Cariño, sé que estás cansado, pero por lo menos vístete, tienes el pelo mojado y el aire acondicionado está encendido, te puedes resfriar—dijo suavemente Meli mientras me acariciaba los rizos de mi cabello mojado.
—Mmmm—dije adormilado mientras me daba la vuelta, tenía demasiado sueño como para hacerle caso a Meli.
Estaba comenzando a dormirme cuando escuché el sonido de mi teléfono y maldije por no haberlo puesto en silencio. Meli me hizo el favor de pasármelo mire por la pantalla y era Brian, uno de mis mejores amigos. Aquello era extraño, él no me había acompañado a este concierto—ni a los otros tres anteriores —porque quería pasar algo de tiempo con su familia, y hacía unos días que había hablado con él y me extrañaba que me llamara a estas horas.
—¿Brian? —pregunte algo preocupado.
—¡Shawn!, ¡Estas en california!, ¿Por qué no me lo dijiste? Pensé que estarías en Brasil—exclamo y supuse que estaba demasiado borracho. Miré el reloj y comprobé que apenas eran las once, ¿Dónde demonio estaba?
—Sí, estoy en California, ¿Y tú borracho?, si se suponía que estaría en Brasil, pero cambiaron las fechas—exclame estirándome en la cama ahora más relajado y obviando su pregunta.
—¡Estamos en las vegas! —grito él y alguien más que no logre adivinar quién era.
—¿Están?, ¿A qué se refieren con están? —pregunte frunciendo el ceño.
—Casi todos los chicos están aquí. Geoff tiene una despedida de soltero de un amigo, Scott me convenció de venir porque había una convención de compositores y no quería venir solo… y ahora resulta que tu estas en California!, ¡Esto es el destino!, ¡Tienes que venir porque mañana nos vamos a juntar todos para quemar la ciudad!
No puede ser…
—Tengo entrevistas a primera hora mañana Brian y después un concierto en la tarde. Además, sabes que no voy a ningún lado sin mi chica—dije mirando en dirección a Meli.
—Pues termina rápido con las dichosas entrevistas y vente después del concierto… ¡No puedes desperdiciar una oportunidad así! Y sí que venga Meli, sabes que la adoramos —exclamo que, a pesar de estar borracho, parecía lo suficientemente lucido para hablar con coherencia.
—Está bien. ¡Iré! —dije sin pensármelo dos veces.
¿No había pensado que necesitaba algo así para despejar mi mente? Además, sería bueno pasar algo así como unas pequeñas vacaciones con Meli, sin el ajetreo de estar de un país a otro.
—¡Ha dicho que viene! —le oí gritar por el teléfono y me reí mentalmente de que probablemente pensarían que no iría finalmente.
—Envíame la dirección de donde estarán mañana, aunque no prometo que pueda llegar pronto, pero si iré—mencione justo antes de colgar y cerré los ojos pensando en que más me valía descansar si quería rendir algo al día siguiente.
—¿Quién era? —Pregunto mi chica mientras acariciaba mi aun húmedo cabello.
—Los chicos… Están en las vegas, quieren que vayamos.
—¿Iremos a las vegas?
—Por lo que parece, sí.
—Cariño, sé que estás cansado, pero vístete, ¿Sí? No quiero que te resfríes, ya te busque algo de ropa.
—Ok, está bien, princesa— Dije levantándome de la cama y me dirigí al sillón que estaba enfrente de la cama donde estaba un bóxer, una camiseta blanca y un pantalón de pijama negro de cuadros, procedí a ponérmelos y luego me volví a tirar en la cama.
—Gracias… —dijo Meli—¿Quieres algo de cenar o prefieres dormir?
—Quiero dormir, pero a la vez quiero hablar contigo—respondí mientras la miraba
—Bueno… Si quieres podemos hablar hasta que te quedes dormido—dijo Meli mientras se metía bajo las sabanas y se acomodaba para descansar su cabeza en mi pecho.
—Me parece una excelente idea—dije y procedí a besar su cabeza.
—¿No se supone que mañana tienes algunas entrevistas y el concierto?
—Si…
—¿Y cómo harás todo eso para luego ir a las vegas?
—Iremos en un vuelo privado luego del concierto, de hecho, estaba pensando invitar a los chicos y a Alessia ¿Te parece?
—Sí, me encantaría, me cae bien Alessia.
—A mi igual… ¿Meli?
—¿Sí?
—¿Cuál es tu mayor sueño?
—Mmm, primero hablamos de las vegas y después empezamos con las preguntas profundas—dijo graciosa.
Me reí.
—Sí, sé que es un cambio brusco, pero respóndeme por favor.
—Pues, no sé, creo que sería hacer algo muy alocado
—¿Alocado?
—Sí, alocado, es que siempre he sido la chica buena, ¿Sabes? Es genial ser una buena persona, pero tengo veintidós años, solo quiero divertirme, no quiero pensar o decir “No haría eso” solo porque me creen “la chica buena”, es como dijiste en una entrevista, al minuto que alguien te acorrala en una personalidad ya no quieres ser esa persona; Solo quiero hacer una locura por primera vez… Sin tener miedo al qué dirán, hacerlo sin pensar en las consecuencias…
—Te entiendo… Prometo que te lo cumpliré…—dije y al segundo bostecé ya en este punto el sueño me estaba dominando.
—Está bien, cariño, descansa mañana tienes un largo día—respondió Meli mientras se acomodaba mejor en mi pecho.
—Buenas noches, princesa…
—Buenas noches Shawni—fue lo último que escuche antes de quedarme dormido.
⚡⚡⚡
Las entrevistas se prolongaron más de lo que pensaba, pero afortunadamente llegué a tiempo para el concierto, pero finalmente pude tomar el avión para dirigirme a Las Vegas lo más pronto posible, me encontraba en un Jet privado con Meli, Alessia Cara, Ziggy, Matt, Ian, Eddy, Mike y Josiah. No llegamos hasta muy entrada la noche y de hecho no aparecí en aquella discoteca donde supuestamente estaban hasta la madrugada. En el momento que divise— después de dar tres vueltas y que nadie me respondiera el teléfono durante media hora—, al pequeño grupo de amigos en uno de los apartados privado, me dirijo de frente hacia ellos y al verme me saludaron efusivamente y muy borrachos.
—¡Shawn! Si viniste y trajiste a los chicos—comento Geoff.
Luego todos se saludaron y en cuanto vieron a Meli corrieron para abrazarla. Meli era como una hermana menor para todos, todos la querían.
—¡He ganado la apuesta! — La voz de Brian hizo que saliera de aquel trance en que me metí al ver como todos mis amigos querían tanto a Meli.
—Sí, justo he llegado ahora— conteste evadiendo el comentario de la supuesta apuesta. No me extrañaba que hubieran apostado si sería capaz de venir o no teniendo en cuenta las veces que les había fallado anteriormente.
—¿Meli, quieres ir por unas bebidas? —le pregunte.
—Sí, claro—me respondió, la tome del brazo guiándola a la barra entre la gran multitud.
Antes siquiera de que nos sirvieran las copas apareció Brian con varios vasos de chupitos. No es que no confiara en él, pero sabía perfectamente que mi pelirrojo amigo era algo alocado, y que de vez en cuando no tomaba algo no del todo legal por así decirlo y sopese seriamente su tomarme el vaso de chupito que nos ofrecía.
—¡Venga amigo, que solo es para alocar el ambiente! —exclamo y vi como Meli tomaba uno de los chupitos sin dudar.
No quería quedar como estúpido ni demasiado aburrido, así que, arriesgándome a poder arrepentirme al día siguiente, tome el chupito de un solo trago.
Aquello quemaba la garganta e intuí que debía ser puro alcohol y aun así me tomé un segundo y comencé a notar como el alcohol comenzaba afectarme.
Me dirijo con Meli al reservado, al llegar escuche los gritos de clamor de mis amigos. Al parecer Geoff se había ausentado de la despedida de soltero para estar con nosotros, aunque también se encontraban en aquella discoteca.
Meli se sentó a mi lado.
—¿Otro chupito chicos? —Pregunto Brian
—¡Claro! —exclamaron Alessia y Meli sin pensarlo.
Mire a mi amigo que sonreirá de oreja a oreja y eso me dio mala espina, probablemente me arrepentiría de la jaqueca que iba a tener al día siguiente, pero al final lo cogí y sin pensar en las consecuencias lo tome.
—¿Qué calor hace aquí verdad? —pregunto Meli
—Es cierto—Convino Alessia mientras las dos se trataban de hacerse aire con las manos
—¿Estas bien, Meli? — pregunte notando que algo no iba del todo normal, Meli comenzara a estar acelerada.
—¿Yo? —exclamo — ¡Perfectamente!, ¿Tu no estas perfecto? Porque te aseguro que lo estas y mucho.
En ese momento me reí sin poder evitarlo. Desde que estaba con Meli, cada vez que estábamos juntos me reía con ganas.
—Que sed tengo ¿Tú no tienes sed? Porque yo me bebería hasta el agua de las plantas…
La vi levantarse y tomar una de las copas que estaba en el centro sin preguntar de quien era y se la bebió de un solo trago para después ir a la pista de la discoteca y empezó a bailar al ritmo de la música.
Debía admitir que se veía demasiado sensual, atrayente y absolutamente seductora, pero había algo que no me cuadraba ya que yo había bebió la misma cantidad de chupitos que yo y no estaba así.
—Parece que a Meli se le da bien la fiesta—dijo Alessia mientras se iba a bailar también con Meli y en ese momento observe a Brian que me miro guiñándome un ojo y lo intuí.
—Que le has echado en la bebida— No era una pregunta porque sabía perfectamente que le había añadido algo a uno de esos chupitos.
—Nada de qué preocuparse, solo le he echado un poco de marihuana en polvo— en cuanto escuche eso, lo tome del cuello para propinarle un golpe, algo que no pude hacer porque Ian, Scott y Geoff me lo impidieron.
—¡Hey tranquilo!, ¿Qué pasa? —Pregunto Ian tratando de calmarme.
—¡Pasa que este imbécil le ha echado marihuana en polvo a la bebida! —grite y para mi asombro en Alessia ni Meli me escucharon, seguían bailando como si nada en aquella pista.
—Mi idea más bien era que se la pasaran bien… A todos le he echado el mismo polvo solo que en una cantidad menor mientras más beban más efecto hará.
—¿Qué te has fumado antes de salir? —exclamo Scott.
—Nada. Solo quiero que por una vez Meli y Shawn dejen de jugar a los niños buenos y se diviertan. —contesto con simpleza Brian.
—¿Jugar? ¡Estás loco Brian! —exclamo Matt.
—Estas muy mal de la cabeza—dijo Josiah.
Mientras escuchaba a los chicos discutir volví mi vista hacia Meli, allí estaba ella, bailando con Alessia ajena a todo, divirtiéndose sin ser consiente de nada… Ella es preciosa, absolutamente hermosa, había sufrido demasiado en el pasado y merecía pasar una noche sin que le interesara el qué dirán, de repente los recuerdos de la noche anterior me saltaron a la mente.
<<Solo quiero hacer una locura por primera vez… Sin tener miedo al qué dirán, hacerlo sin pensar en las consecuencias…
Al pasar de dos horas nos encontrábamos todos extremadamente borrachos— a excepción de Brian, él no estaba tan borracho, tan y Ziggy que a pesar de todo no se quiso prestar al juego de la marihuana—, creo que si en ese momento nos hubieran preguntado cómo nos llamábamos ni siquiera hubiésemos sabido. Cuando íbamos por el chupito número… Ni siquiera sabía cuántos llevábamos, pero igual me lo tome de un golpe seco, por fin tuve la suficiente valentía para hacerle la proposición más loca que haría en mi vida.
—¿Melii… quieres casarte conmigo? —pregunte a la atenta mirada de asombro de todos los presentes.
—Mmmm—Lo pensó—¿Dónde firmo? —arrastro las palabras—Me caso contigo Mendes.
—¡Alto ahí amiga! —exclamo una Alessia también muy ebria— ¡Jamás te dejaría casarte sin un vestido!... —Alessia se tambaleo un poco en su asiento—El sueño de toda chica es vestirse de blanco y puedo estar muy ebria, pero si no hay vestido impido la boda.
—Y yo jamás los dejare casarse sin anillos—comento Mike también muy borracho.
—Bueno… Chicos, Alessia y Brian busquen el vestido con Meli y Geoff, Ziggy y yo vamos por los anillos—dije arrastrando las palabras.
—Me parece bien—respondió Meli.
⚡⚡⚡
Habíamos salido de aquella discoteca y llevábamos al menos media hora en aquel coche dando vuelta en busca de los anillos y lo más importante ¿En qué momento se me había ocurrido pensar que podía ser una buena idea? Meli merecía más que una boda en Las Vegas, merecía algo mejor, pero ya era tarde para arrepentirse.
La capilla que escogieron los chicos no podía ser más llamativa con todas las luces de neón que tenía colocadas en la puerta. Se anunciaba como boda express en menos de quince minutos.
Entramos en aquella especie de capilla—que estaba muy lejos de ser una capilla como tal—, y nos encontramos a un hombre vestido como Elvis Presley que salió a nuestro encuentro. Si algo bueno tenía las vegas es que no había ningún trámite tortuoso, si no que dando nuestros datos y pagando las tasas oficiales, aquellos seria oficial.
<<Iba a casarme, realmente iba hacerlo, con Meli…
—¡La novia ya viene! —exclamo Brian mientras atravesaba las puertas de “La capilla”
Me pare erguido en el altar y luego de unos minutos apareció Meli, con el cabello semi recogido, con algunos rizos en la parte de abajo, con un ligero maquillaje y con un sencillo pero bonito vestido color marfil, corto.
Al verla caminando tan deslumbrante por aquel pasillo supe que, a pesar de haber bebido, nunca había creído estar más lúcido en mi vida. Nunca me arrepentiría de haber tomado esta decisión.
Luego de que el Elvis Presley falso dijera el típico sermón termine diciendo el “Si, quiero” mientras le ponía el anillo, cuando aquel hombre me pregunto directamente e instantes después le repitió la misma pregunta a Meli, que sin duda alguna respondió afirmativamente, firmamos aquellos papeles con Alessia y Brian de testigos, Elvis volvió a hablar:
—Yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia señor Mendes—menciono aquel desconocido e instintivamente mire a Meli que precia observarme atentamente, observe sus labios por largos minutos, imaginándome como era besar aquellos maravillosos labios, pero ahora con algo diferente y eso era porque ahora es mi esposa… Era parte de mí.
Acerque mis labios lentamente, cuando roce aquellos carnosos labios sentí una corriente eléctrica recorriendo todo mi cuerpo y sus labios comenzaron a moverse acompasado con los míos.
⚡⚡⚡
Meli
Me fui despertando poco a poco por el gran rayo de sol que se colaba por la ventana de la habitación y maldije internamente por no haber cerrado las cortinas, en cuanto me intente parar todo mi cuerpo empezó a doler y mi cabeza igual, me pare poco a poco y fui a cerrar las ventanas, luego fui al baño y casi me atraganto al ver mi aspecto mi maquillaje estaba todo corrido, y mi pelo parecía un nido de pájaros, decidí peinarme un poco y cuando por fin lo arregle me hice una coleta alta y me dirigí de nuevo a la cama y me acosté en el pecho de Shawn, cuando puse mi mano para jugar con el escaso vello que Shawn tenía en el pecho, me fije en un anillo de oro blanco que tenía en mi dedo, me lo quite y leí la inscripción de adentro que decía Shawn Mendes, con una hermosa letra corrida en cursiva, en cuanto leí eso mi corazón dio un vuelco, ¿Qué había pasado la noche anterior? No recordaba muchas cosas, solo sé que fuimos con todos los chicos a beber en una discoteca y en algún punto todo se volvió borroso para mí.
De a poco Shawn se empieza a despertar.
—Mierda… Me duele horrible la cabeza—comenta mientras se sostiene la cabeza—Buenos días, princesa—dijo con voz ronca mientras se estiraba.
—Ni tan buenos…—comente aun sin entender el porqué de ese anillo.
—¿Por qué lo dices?, ¿Te paso algo?, ¿Te sientes bien? —pregunto Shawn preocupado.
—Sí, estoy bien, es solo que… Tengo un anillo con tu nombre grabado en el…—dije aun confundida.
Shawn miro su mano y él también tenía un anillo igual al mío solo que el suyo decía Melissa Anderson
—Yo también tengo uno igual…—comento igual o más estupefacto que yo.
—¿Qué paso anoche Shawn?
—No tengo ni la más mínima idea…
⚡⚡⚡
Citamos a todos los chicos en la recepción del hotel para averiguar que había paso la noche anterior, y a decir verdad todos se veían del asco y no los culpo es un efecto colateral de la resaca.
—Chicos seré breve porque la verdad todos se ven del asco…—dijo Shawn con cierto estivo de diversión—¿Qué paso anoche? ¿Por qué Meli y yo tenemos anillos iguales? —pregunto mientras le mostrábamos nuestros anillos.
Ellos se miraron entre sí y luego nos miraron como si nos hubiéramos vuelto locos.
—¿Enserio, no se acuerdan de nada de lo que paso anoche? —Pregunto Ziggy.
—No…—respondimos Shawn y yo al unísono.
—¿Qué mierda le echaste en la bebida Brian? —exclamo Geoff.
—Solo fue Marihuana, se suponía que solo los alegraría un poco, no que los haría olvidar lo que paso…—comento Brian como si la cosa más normal se tratara.
—¡¿QUE?! ¿Cómo que Marihuana en polvo? ¿Te has vuelto loco Brian? —dije gritando y agradecí a mis adentros que no hubiera nadie en la recepción.
—Relájate, chica, solo fue un poco, Shawn ya lo sabía…
—¡Como que Shawn lo sabía! —grite furiosa en dirección a Shawn.
—Ay no—dijo Ian mientras se golpeaba la frente.
—Dijiste que querías hacer algo alocado y pensé que sería una buena oportunidad. —dijo Shawn.
—¡Quería hacer algo alocado, no se suponía que dejaras que me drogaran Shawn! —respondí hecha una furia.
—Lo siento…—dijo apenado mientras se rascaba la nuca.
—¡Dios mío Shawn! —dije enojada—¿Qué mierda paso anoche? —pregunte furiosa en dirección a los chicos.
—Se casaron—soltó Alessia sin más.
—¡¿Qué?! —casi grite.
—En mi defensa no sabía que los chupitos tenían Marihuana—comento Alessia en señal de inocencia.
—¿Nos casamos? —pregunte aun sin poder creérmelo.
—Sí, Shawn te pidió matrimonio y tu aceptaste, estuvimos media hora buscando una joyería que nos hiciera el grabado de los anillos en menos de diez minutos, mientras tú te ibas a arreglar y a comprar un vestido con Alessia—Respondió Mike
—Pero yo no recuerdo nada—dije
—Tal vez sea porque tu tomaste más chupitos que nosotros—dijo Josiah
—¿No se supone que para casarte necesitas varios papeles?,¿Y quiénes fueron los testigos? —pregunte, en este punto tenía muchas dudas y pocas respuestas.
—Sí, pero en Las Vegas solo necesitas pagar las tasas y dar tus datos y el matrimonio es oficial—contesto Josiah con normalidad—Y sus testigos fueron Alessia y Brian.
—Al menos conozco a mis testigos…—comente —¡Es increíble que me haya casado con el chico que permitió que me drogaran! —dije sin pensar.
—Así que no fue un sueño—murmuro Shawn para sí mismo, pero lo escuché y le di un codazo.
—¿Cómo que pensabas que era un sueño? —pregunte molesta.
—Sí, es que recuerdo lo que sucedió, pero pensé que solo había sido un sueño, que no había sido real, que solo era el alcohol jugándome una broma—dijo Shawn estupefacto.
—Pero no es una broma, señor y señora Mendes—dijo Scott.
—¿Y el certificado? —pregunto Shawn.
—Lo tienen Alessia y Brian.
⚡⚡⚡
—Efectivamente señor Mendes, el acta de matrimonio el legal—Comento el abogado que habíamos venido a ver Meli y yo para rectificar la legalidad del acta de matrimonio.
—¿Esta muy seguro Señor Medina? — Pregunto Meli
—Totalmente, casi todos los certificados de matrimonio que se emiten en Las Vegas son legales, y este lo es, si se quieres divorciar…—En cuanto Shawn escucho la palabra divorcio casi se desmayó— Necesitan esperar mínimo un año o que un juez invalide dicha acta.
—Muchas gracias…—dije cortésmente para después salir con Shawn del despacho del abogado Medina
Al salir del despacho Shawn me frena el paso, toma mis manos y me mira directo a los ojos.
—Meli, ¿Te arrepientes de haberte casado conmigo? —pregunta seriamente y veo como un brillo de miedo se cuela en sus lindos ojos mieles.
—La verdad Shawn, no lo hago, siento que no estoy del todo lista para asumir un matrimonio, pero no me arrepiento de nada y sé que mientras no me dejes sola en esto podremos hacerlo—respondí sinceramente, porque era lo que pensaba nunca pensé que me casaría en Las Vegas y menos que no me acordaría, pero las cosas nunca salen como las planeas y esto es una de esas cosas… Pero no me arrepentía de que haya sido con Shawn, porque lo amo.
—Dime que me perdonas por lo de la marihuana—me dijo haciendo pucheros.
—Está bien, te perdono pero que no vuelva a ocurrir…
—Te lo prometo… Palabra de Scautt —dijo mientras se hacía una X en el pecho.
—Tu no fuiste Scautt—respondí divertida.
—Sí, lo sé—dijo gracioso
—Estás loco…
—Aunque pensándolo bien creo que será una linda historia que contar a nuestros hijos.
—Es cierto…—convine—Pero yo que tú me prepararía para la furia de Emma cuando se entere que no fue testigo en nuestra boda y a la de Nash cuando se entere que nos casamos en Las Vegas, y que trajiste a su pequeña e inocente hermana a la ciudad del pecado.
—No había pensado en eso…
—Yo que tú, huiría a México—comente graciosa.
—Debería…—comento como si verdaderamente estuviera tomando en cuenta mi comentario.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top