Capítulo 1- Recuerdos
Melissa
¿Qué tiene de especial el 14 de febrero? No entiendo como las personas pueden ser tan afectuosas ese día y dar tontos regalos, solo porque la sociedad dictamina que es un día especial y las parejas tienen que ser felices ese día, cuando la verdad es que esa felicidad es efímera... y como ya pudieron ver no soy muy creyentes de esos amores que pintan en las películas o libros, pero a pesar de no creer en el 14 de febrero ni en el amor en general, un hecho que siempre me ha parecido curioso es que mis padres siempre demostraban amor...
—Bueno Meli ¿Qué tal? ¿Como me veo? —Dijo mi tío Henry sacándome de mis pensamientos.
La realidad del caso era que él. No era mi tío, era mi padrino por el hecho de que era el mejor amigo de mi padre y ese afecto se convirtió en uno de una sobrina a su tío, él y yo no tenemos ningún parentesco consanguíneo, pero se hizo cargo de mi a los 9 años al morir mis padres y eso hizo que le tomara afecto como el de un padre, por el hecho de que se hizo cargo de mi cuando no era ni su responsabilidad ni su obligación.
Sonreí al ver su corbata, la cual esta desarreglada.
—Necesitas ayuda con eso—tome los extremos de la corbata—¿Alguna vez te he dicho lo malo que eres atando corbatas? —dije divertida a lo que mi tío río.
10 años antes....
*Narrador Omnisciente*
—Melissa—Dijo el padre de la pequeña que se encontraba viendo como la niña daba vueltas en el gran espejo de su habitación con su tu-tu rosa y su melena rubia.
—Si papi—dijo la pequeña rubia, la cual al oír el llamado de su padre salió corriendo a la habitación de este, que se encontraba al frente de la suya.
—Ven aquí—le palmeo un lado en la cama indicándole que se sentara —¿Te gustaría que papi te enseñe a atar corbatas?
—¡Siii! —dijo la niña emocionada—el padre le tendió otra corbata a la pequeña y se la puso al rededor del cuello para que esta siguiera paso a paso la explicación.
—Muy bien, ahora presta mucha atención, ¿Ok? — vio cómo su pequeña asintió con la cabeza y prosiguió a explicarle—Vas a pasar la parte ancha sobre la estrecha, deslízala por debajo de la parte estrecha y doblas la parte ancha sobre la estrecha. Vuelves a repetir este paso una vez más —El padre se detuvo a mirar con cautela a la pequeña niña la cual se encontraba sumida en la explicación de su padre—Pasa la parte ancha hacia arriba en medio del triángulo formado y deslízala entre el nudo formado. Ajustas el nudo, luego lo subes y lo centras en el cuello. — El dirigió la mirada a la pequeña niña la cual había formado el nudo de la corbata a la perfección.
—¿Así papi? —la pequeña niña lo miro nerviosa a su veredicto.
—Si, esta perfecta—la cara de la niña se ilumino por completo, lanzándose para abrazar a su padre.
—Gracias papa—susurro la rubia como si se tratara de un secreto que solo ellos dos podían saber, en ese momento al padre de la rubia se le pasaron muchas cosas por su mente, pero la más importante era que él amaba a su hija y su esposa con todo su corazón y que además sabía que su niña entendería a la perfección la lección, ya que la pequeña a pesar de su corta edad era muy inteligente y muy madura cosa que sorprendía a todo aquel que la conocía, y su padre estaba muy orgulloso de ello.
La niña por su parte amaba con locura a sus dos padres, aunque ciertamente era muy apegada a su padre, el cual casi no estaba en casa ya que trabajaba todo el tiempo por eso la pequeña siempre atesoraba cada momento con él, por pequeño que fuera, y millones de cosas más pensaron ambos, pero lo que nunca se les paso por la mente fue que ese sería uno de los pocos momentos que ambos disfrutarían de la compañía del otro.
"Pero aprovechamos esos pequeños momentos, porque fueron muy pocos los que hubo."
Presente
—Listo —dije sonriendo le a mi tío—Estas guapísimo tío—dije divertida guiñándole un ojo a lo que este beso mi frente con ternura.
—Son una ternura —dijo mi tía detrás de nosotros.
—Oh por Dios tía, se te ve precioso ese vestido.
Mi tía llevaba un vestido color rojo intenso que le llegaba por arriba de la rodilla con un detalle cortado en la pierna derecha y encaje rojo en la parte del corpiño
—Muchas gracias Meli, tu tan halagadora como siempre.
—Te ves tan hermosa —dijo mi tío dirigiéndose a mi tía, a lo que esta se sonrojo—Y tan mía —dicho esto le dio un casto beso a mi tía en los labios.
— ¿A dónde va la mujer más hermosa del mundo? —Nash apareció abrazando a mi tía por la espalda.
—Nash buen intento—dijo mi tío —Pero igual tienes que estar antes de las 11 pm, y dale las gracias a Meli porque ella nos convenció si no, ni saldrías esta noche— Vi como Nash rodó los ojos ante el comentario de mi tío.
—¿Chloe si se puede ir hasta tarde y yo no? Eso no es justo —Nash se quejó —Eso es favoritismo —frunció el ceño.
—Si, porque yo no fui el idiota que choco el Mercedes —dijo Chloe uniéndose ahora a la conversación —Nash la atravesó con la mirada.
—Por otro lado ... —Dije, pero Chloe me interrumpió.
—¡CÁLLATE GORDA! —Dijo volteando los ojos. Esa actitud era muy usual en ella, desde que tengo memoria siempre me ha tratado más y luego de mudarme aquí con mis tíos eso empeoro, hice de todo para poder llevar la fiesta en paz, pero todo fue en vano.
— ¡Chloe deja de hablarle así a Meli! —Mi tío y Nash dijeron al unisonó, cosa que me dio muchas ganas de reír, pero mordí el interior de mi mejilla para que eso no sucediera.
—Si como sea —Dijo Chloe mientras volteaba los ojos —Vamos que se hace tarde.
—Si es cierto, Adiós cariño —beso mi frente y la de Nash —Por cierto, Meli casi se me olvida, los Mendes me preguntaron si podías cuidar a Aaliyah por unas horas y le dije que sí, y luego el hijo mayor de los Mendes, Shawn, la buscara.
Aaliyah, la hija de los señores Mendes, el socio de mi tío en la Aerolínea y su mejor amigo, él y su familia se mudaron a L.A(Estados Unidos) hace ya algunos años, por que abrieron una sucursal de Aerolíneas, así que no veo a Aaliyah desde que tenía unos 4 años o menos, con la cual jugaba ocasionalmente, de su hermano mayor no me acuerdo mucho, a decir verdad.
—Está bien tía.
—Con cuidado y pórtense bien —Mi tío beso mi frente y luego choco los puños con Nash.
—Adiós mocos—Dijo Chloe despectivamente despidiéndose de Nash y de mi.
Observe el carro desaparecer de mi campo de visión por la gran reja de la casona, voltee y no vi a Nash por ningún lado, por lo que subí directo a mi habitación.
⚡⚡⚡
Me encontraba en mi habitación leyendo un libro en posición de indio, cuando escuche que alguien me hablaba, y dirijo mi vista a donde provenía esa voz.
— ¿Me cubrirás? —Voltee encontrándome a Nash recostado en el marco de la puerta.
—Nash sabes que no puedo —Dije volviendo a fijar mi vista en el libro.
—La última—Sonrió Nash. Hace unas semanas dijo lo mismo y mis tíos casualidad llegaron 2 horas antes de lo previsto y tuve que meterme en la habitación de Nash y aparentar ser el, cabe destacar que no olía bonito.
— Por favor, te llevare a comer tu pizza favorita... Tamaño familiar si quieres, ¿pero hazlo por tu hermanito favorito sí? —Dijo Nash haciendo pucheros.
Debo admitir que él sabe mi punto débil.
—Mmmm—negué divertida—Eres mi único hermano imbécil.
—Por eso, eres mi hermana favorita —se subió en mi cama y comenzó hacerme cosquillas—Ahora dame las llaves, sé que mis papas te las dieron a ti.
—Nash, ya-de-ja-me Jajajajaja —Dije con la respiración agitada de tanto reír —Es- esta bi-en te las daré —dije apenas respirando.
—Ok, está bien te dejo —dijo Nash sonriendo y bajándose de mi cama, imite su acto para poder bajar las escaleras que dirigen al living.
—Ya sabes —tomo el casco y le lance las llaves de la moto.
—No la choques también, por favor— Bromee, mientras llegábamos al living.
—Ja ja ja, muy graciosa Melissa— Dijo Nash sarcástico.
—Diles a tus amigos que te traigan si bebes mucho —el río, mientras yo abría la puerta principal.
—Si mama, le diré a Mendes que me traiga —dijo mientras se ponía el casco —Cuídate pequeña Meli, te quiero.
—Yo también te quiero, nos vemos luego, oji azul — Dije y después lo vi desaparecer de mi campo de visión.
⚡⚡⚡
El resto de la noche fue tranquila, a los minutos de irse Nash trajeron a Aaliyah, la cual no me recordaba en lo absoluto, es atendible, pero estuvimos hablando un buen rato y nos hicimos muy amigas.
Hicimos galletas de chispas de chocolates y malteadas de oreo con helado, nos encontrábamos viendo películas hasta que escuche que alguien tocaba el timbre lo cual me pareció raro ya que no recuerdo esperar a alguien, y los de seguridad no dejan entrar a cualquiera y tanto mis tíos como Nash tenían llaves de la casa.
—Ya vuelvo Aaliyah —deje Aaliyah viendo la película mientras me dirijo a la puerta y al abrirla me encontré con un chico castaño —¿Hola?
Cabe resaltar que el chico era muy atractivo, tenía un cabello castaño que se veía muy suave, unos labios rosados y carnosos, un toque rojizo en las mejillas, que no sabían si eran naturales o por el frío que, hacia afuera, pero lo que más llamó mi atención fueron sus ojos color miel con pequeños destellos de verde.
— ¿Melissa? —Me miro de pies a cabeza y se quedó mirando en mi pecho.
—¿Hey? Mis ojos están aquí arriba —dije señalando mi cara.
— Disculpa, solo miraba tu collar.
Mi collar... Siempre lo llevaba conmigo, me lo regalo un amigo que hice hace muchos años aquí en Canadá, me lo dio en una de las últimas vacaciones que pasé aquí, antes de mudarme definitivamente a Canadá.
9 años antes...
Acababa de llegar con mis tíos del parque acuático, al llegar todos subieron a sus respectivas habitaciones para ducharse y yo no fui la excepción, subí a mi habitación, me duche, cepille mi cabello el cual lo deje suelto para que se secara mejor, ya hace casi 2 horas que habíamos llegado por lo que decidí bajar, cuando me encontraba a mitad de la escalera vi a una pareja hablando con mis tíos, luego de unos instantes me di cuenta que eran los padre de mi rizado amigo, por lo que corrí y me dirijo hacia ellos rápidamente, lo salude y les pregunte por rizos, rieron ante el tierno apodo y me indico que se encontraba en el patio trasero. Salí en dirección al patio y al cruzar las puertas corredizas, divisé a rizos sentado cerca de la piscina con las rodillas en su pecho y su cabeza en medio de estas.
—¡HOLA RIZOS! —dije animadamente acercándome a él, pero me detuve en seco en cuanto escuché sus sollozos —¿Rizos, estas bien? ¿Por qué lloras? — Pregunte un poco preocupado por mi amigo, el cual le decía rizos de cariño.
—Te iras dentro de unos días y no volveré a verte, princesa —bajo la cabeza, él me decía princesa ya que me disfrace de una en Halloween y dure una semana vestida así.
—Claro que no, me veras más pronto de lo que crees —dije con ternura tratando de tranquilizarlo.
—No, eso no es cierto me mudare y ya no te veré mas.
—Si lo es— volteé los ojos divertida, eres mi mejor amigo y nada nos va a separar, además para eso existe Skype tontito —dije divertida.
—Espero que así sea —suspiro —de todas maneras, quiero darte un regalo para que siempre me recuerdes —se puso de pie y saco del bolsillo izquierdo su pantalón una pequeña caja de terciopelo azul la cual me entrego y al abrirla me encontré con un hermoso collar de oro con la forma del sol y una luna.
—Me encanta rizos esta hermoso! —Dije emocionada por el detalle tan lindo.
—Me alegra que te guste princesa —me dio una hermosa sonrisa mostrando su blanca dentadura— ¿Me permites ponértelo? —dijo sonrojándose —tengo una igual, pero en plata.
—Claro que sí— me gire y levante mi cabello para que tenga más acceso a mi cuello y me ponga el colgante, luego de colocarlo me ve y dice:
—Se ve aún más hermoso en tu cuello —dijo aun sonrojado—y tienes que hacerme una promesa.
—Gracias— sentí como mis mejillas se ponían rojas como tomates —sí, lo que sea.
—Nunca te lo quites, por ningún motivo.
—Lo prometo— extendí mi meñique y el hizo lo mismo, enroscando mi dedo con el suyo —¿Y por qué el sol y la luna? —pregunté curiosa.
—Te lo diré cuando nos volvamos a encontrar, así tendré una excusa para poder volver a verte —sonrió —¿te puedo dar un último regalo?
—Si, claro.
—Cierra los ojos —Así lo hice y pude sentir como los labios de rizos se pegaban con los míos en un beso tan puro e inocente.
Presente...
Shawn
Estaba de camino a casa de los Grier para buscar a mi hermana Aaliyah ya que mis padres me pidieron el favor que antes de ir a la fiesta la buscara y la dejara en casa, según la habían dejado con una tal Melissa.
Casi me pierdo, tengo mucho tiempo que no vengo a Canadá y casi no recuerdo las calles, pero gracias a Google Maps por existir.
Llegue a casa de los Grier y me encontré con una gran casa de rejas doradas, el lujo de esta casa no me sorprendía, ser dueño de una de las más grandes Aerolíneas de Canadá tenía sus ventajas, el vigilante al enterarse que era hijo de los Mendes me dejo pasar sin ninguna objeción, al entrar vi el hermoso y perfecto jardín, me estacione al lado de la casa, camine hacia la puerta principal y al llegar toque el timbre salió una chica de ojos azules, casi tan intensos como los de mi mejor amigo Nash, una cabellera rubia ondulada que le llegaba un poco más abajo de su pequeña cintura, las mejillas con un leve color rojizo y unos labios carnosos y rosados.
—¿Hola? —le oí decir a la chica la cual me había sacado de mis pensamientos y de un momento a otro me di cuenta que me había quedado mirando a la chica como un imbécil.
¿Pero qué demonios, me pasa?
Shawn concéntrate, estamos aquí por Aaliyah. Ella es solo su niñera
Grito mi subconsciente.
— ¿Melissa? —Decidí darle una última mirada de pies a cabeza, pero me detuve en su pecho ya que me llamo la atención el hermoso collar que estaba sobre este.
— ¿Oye? Mis ojos están aquí arriba —dicen un poco molesta.
Y en ese momento sentí como mis mejillas ardían.
Siempre actuando como estúpido
Shawn Idiota Mendes ya salió a flote
Grito una vocecita interna.
Melissa
—Disculpa, miraba el colgante que llevabas ... —Dijo el chico al tanto sonrojado.
Llevé mi mano al colgante y lo sostuve, luego de unos instantes de silencio incomodo el castaño decide romperlo.
—Soy Shawn ... Shawn Mendes —me extendió su mano me dio una gran sonrisa, y es en este preciso momento donde me doy cuenta que tiene una dentadura perfectamente blanca.
—Un gusto, Melissa ... Melissa Anderson, pero puedes llamarme Meli —Tomé su mano y le respondí la sonrisa.
—Vengo por...
—¡Shawn! —Grito Aaliyah quien corrió a los brazos de Shawn y este le dio varias vueltas en el aire.
—Mis padres se disculpan por no venir ellos personalmente a buscarla y muchas gracias por cuidarla, sé que a veces esta niña puede ser un dolor de cabeza —dijo divertido.
— ¡Oye! Sigo aquí —dijo Aaliyah cruzándose de brazos.
—No hay problema —Me encojo de hombros —Yo encantada, Aaliyah es un amor —hice pequeñas cosquillas a Aaliyah que seguí al lado de Shawn.
—Adiós Meli y gracias otra vez.
—Adiós Shawn.
Shawn se dirigió al lado del copiloto del auto y le abrió la puerta a Aaliyah luego de eso rodeo el carro y antes de subir me dedico una amplia sonrisa la cual le devolví.
Cerré la puerta, y subí a mi habitación me duché y me puse mi Pijama que consistia en una short amarillo de algodon y una camiseta blanca del mismo material.
Luego bajé en dirección a la cocina pata hacerme palomitas, subí de nuevo a mi habitación y empecé a ver una maratón completa de GRYM
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Bueno chicas este es el primer Cap de esta historia, espero que les guste y cualquier sugerencia es buena... Saludos desde Venezuela.💜💜
No se les olvide votar si les gusto el capitulo💜
Dato curioso sobre su hermosa escritora: Me encantan los memes, sobre todos si son del chonito 7u7
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