I
- ¿Estás segura de que vaya contigo?- cuestionó la pelirroja por cuarta vez mientras arreglaba el cabello de la rubia.
- Claro que sí, así me sentiré más apoyada.- dijo la rubia antes de darle un beso en la punta de la nariz a su novia.
La ojiverde subió al auto de su novia, sintiéndose nerviosa de asistir a esa reunión con los abogados de su chica, aún no sabía en qué se estaba metiendo, pero el dolor en el estómago le hacía tener un mal presentimiento.
- Oye, tranquila.- la rubia puso su mano encima de la mano de su novia.- es una reunión pequeña, sólo debo ir a firmar y regresaremos a casa.- encendió su auto, sintiendo un cosquilleo por todo el cuerpo. Era la última reunión; después de esa, no volvería a ver a su, aún, esposa.
[...]
- Linda, ya es hora. La reunión es en el quinto piso, en la sala de reuniones.- el apuesto chico miraba su iPad, ajustando sus lentes mientras se aseguraba que su jefa se moviera de su silla reclinable.
La morena seguía mirando la ciudad por la enorme ventana en su oficina, tenía su mente en blanco. Después de todo, ella era la que había pedido el divorcio, pero en ese momento no quería bajar a firmar esos papeles.
- Lenna, se te hace tarde.- el castaño miraba con desesperación su reloj.
- Ok.- la chica de pocas palabras se levantó de su silla, acomodando su ropa y cerrando el portátil de su escritorio. Tomó su celular y caminó delante del chico hacia la puerta de su oficina.
El silencio del pasillo sólo era interrumpido por el golpe de su tacón en el suelo. Presionó el botón del ascensor y entró con lentitud, seguida de su asistente. El castaño presionó el número cinco, mirando su reloj a la vez que miraba el número que marcaba el ascensor. Piso 20.
[...]
- Cariño, ¿Qué tal si te espero en el auto? No quiero crear un mal ambiente si voy contigo.- la pelirroja intentaba controlar sus nervios, pero encontrarse con la mujer con la que su novia pasó 10 años no le hacía mucha ilusión.
- Vamos, no me dejes sola en esto.- la chica de ojos grises miró con tristeza a la pelirroja, sabiendo que eso nunca fallaba para convencerla.
Y le funcionó, ya que ambas salieron del auto, dirigiéndose al enorme edificio de su "ex" esposa. Miller's Industry.
Tomaron el ascensor, marcando el número 7. Mientras subían, la pelirroja aprovechó para tomar la mano de su novia. La rubia notó el nerviosismo de su novia y decidió tomarla por la cintura para besarla.
- Oliv, para.- la ojiverde sonreía mientras trataba de separarse de la rubia, pero eso le sería imposible. Porque realmente no lo estaba intentado.
El sonido del ascensor las hizo separarse, las puertas se abrieron y dejaron ver un enorme piso con gente yendo y viniendo con papeles en las manos. Ambas chicas salieron confundidas, ya que no esperaban que hubieran tantas personas en un sólo lugar, aunque el piso era inmenso y lleno de escritorios.
- Disculpen pero esta es una zona sólo para personal autorizado.- un hombre alto de seguridad las hizo salir de su asombro.
- Disculpe, fui citada aquí hoy, debo ir a...- Olivia sacó un papel de su cartera, dándose cuenta que el papel decía 5, no 7.- Lo siento mucho, es el piso 5.- sonrió nerviosa, pero el chico no se inmutaba.
Caminaron al elevador de al lado, ya que el de ellas fue tomado por otras personas que iban hacia arriba. Su sorpresa, al abrirse las puertas del elevador, fue encontrarse con la morena y su asistente.
- Esperaremos el otro.- Dijo Olivia, mirando a su "ex" esposa.
- No hay tiempo señoritas.- el chico les mostró la hora de su celular.- Le reunión empieza en 5 minutos.
Resignada, Olivia tomó de la mano a su chica, entrando al elevador junto con su, aún, esposa y el castaño.
El silencio se hizo presente, hasta que un horrible ruido hizo que todos se asustaran. El ruido vino acompañado de un repentino y brusco movimiento del ascensor, el cual dejó de moverse de un momento a otro. Las luces se apagaron por unos segundos y luego una luz roja iluminó todo el ascensor.
Olivia tomaba fuertemente la mano de su chica. Estaba atemorizada. No podía estar atrapada en un espacio pequeño sin tener ansiedad.
- Frank, ¿Qué sucede, qué fue eso? - Lenna interrogó enojada a su asistente.
- Olivia, tranquila, es sólo un fallo del ascensor.- la pelirroja trataba de tranquilizar a su novia, ya que esta estaba lastimando su mano con su fuerte agarre.
- El edificio acaba de quedarse sin energía.- el chico miraba con desespero su celular.- hubo una explosión en la central eléctrica, ha dejado a más de media ciudad sin energía... Maldición, no hay más señal.
- ¡N-no... No puedo quedarme aquí!- gritó Olivia aterrada, golpeando las puertas del ascensor.
- Amor, ¡Para! Debes tranquilizarte.- la ojiverde estaba empezando a angustiarse, jamás había visto así a su novia.
- ¿Por qué aún no han encendido los generadores del edificio? - Lenna estaba enojada, este era su edificio y un problema como que la ciudad entera se quedara sin energía era tan fácil de solucionar en su edificio con los generados con los que contaba.
- Ya están encendidos, por eso es la luz roja. Pero seguro el corte eléctrico dañó los ascensores.
- ¡Maldición!- la rubia volvió a golpear las puertas del ascensor.
- Frank, mira hacia la pared y no te gires hasta que yo te diga.- el castaño así lo hizo, sin entender el por qué de su petición, aunque nunca dudaría de su jefa.- Olivia.- la rubia se giró hacia ella, siendo embestida por su esposa, quien la hizo chocar contra el ascensor. Levantó la camisa de Olivia junto con su sostén.
- ¿Qué estás...?- la pelirroja fue interrumpida por Lenna, quien tomó su mano y la puso en un seno de Olivia.
- Acaricialo hasta que se calme.- bajó la camisa de Olivia, con la mano de la pelirroja aún en su pecho.
- ¡Lenna!- gritó Olivia, quien estaba roja de la ira y la vergüenza. Aquel método, aunque era infalible, sólo lo sabía su esposa, puesto que para Olivia era algo vergonzoso pero que le funcionaba con su ansiedad e insomnio desde que Lenna era su novia.
Sacó rápidamente la mano de la ojiverde, quien la veía sin entender nada. Lenna no pudo contener la risa, haciendo que Frank se girara por curiosidad. Olivia se estaba areglando el sostén y la camisa, evitando el contacto visual con cualquiera a su alrededor, pero en el fondo estaba pensando en mil maneras de asesinar a su "ex" esposa.
Lenna dejó de reír, después de todo debía guardar la compostura ante la amante de "su" mujer.
- Supongo que ya oíste mi nombre.- se refirió a la chica pelirroja con pecas en el rostro.- Lenna Miller.- extendió su mano para estrecharla con la mano de la ojiverde.- dueña de Miller's Industry y ex esposa de tu novia.
- Amy...- dudó al estrecharle la mano.
- El es Frank, mi secretaria.- se burló del castaño.
-¡Asistente!- se defendió el chico, enfurecido por la misma broma que Lenna hacía cada vez que lo presentaba.
[...]
Luego de 10 minutos, todos terminaron sentándose. Por suerte, Lenna había pedido que los ascensores fueran lo suficientemente grandes para que pudieran entrar incluso 10 personas, aunque claro, el límite de persona se encontraba por debajo de eso.
Frank llevaba un buen rato presionando el botón de emergencia, ya que tenía la certeza de que el edificio estaba cubierto por ingenieros que debían encargarse exclusivamente de los 10 elevadores que tenía el edificio en distintas zonas del mismo, esto incluía encontrar un método rápido y eficaz de rescatar a las personas en un ascensor en caso de emergencia; pero ese día parecía que el edificio se encontraba absolutamente solo.
Todo estaba en completo silencio, Olivia seguía sujetando fuertemente la mano de Amy, mientras que Lenna jugaba Candy Crush en su celular.
- Señorita Miller... ¿Cómo se conocieron usted y Olivia?- Olivia miró con los ojos abiertos como platos a su novia, mientras que Lenna apagaba su celular para dirigir su atención a Olivia.
- ¿No le has contado nuestra historia de amor?
- Callate, no necesita saber nada.
- Bueno, sería de mala educación no contestarle. Verás Anne.- se dirigió a la pelirroja.
- Es Amy, tonta.- Olivia cubrió su cara en desesperación.
- Eso, Amy. Verás, todo empezó cuando Olivia era una una adolescente muuuuy malhumorada.
- ¡Basta! Ya tuve suficiente.- Olivia se puso de pie, enfurecida.
- Al parecer sigue igual.- le susurró a Amy.- ¿Piensas salir?- resaltó el hecho de que estaban atrapados.- Sólo sientate y escucha la historia.
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Hola! Hoy regreso con una nueva historia que espero que les guste. Esta vez pienso terminarla, en serio.
Este capítulo va dedicado a Jise_A, la chica que me anima a escribir ;) (lo siento por publicar esto mientras duermes<3 )
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