What?!

-¿Qué fue lo que dijiste? -digo girando mi cabeza para mirarlo.

-Bueno, y-yo... -murmura evitando mi mirada mientras juega con sus manos.

-Está bien, voy a hacer que no lo escuché. -camino hacia el baño. Luego de hacer mis necesidades, lavarme mis dientes y peinarme con los dedos, salí del baño y Teo ya no estaba en la cama.

-¿Fue mi imaginación? -me pregunto confundido. Rasco mi cabeza y camino hacia la cocina para hacerme mi almuerzo, cuando entro a la misma, casi me da un ataque al encontrar a Teo allí intentando alcanzar algo de la alacena que es alta para él. Ósea que no imaginé nada.

-¿Qué haces? -pregunto serio al ver que comienza a dar saltitos, Jess es mucho más baja que él pero ella había acercado un pequeño banco para alcanzar las alacenas.

-Oh... voy a hacerte el almuerzo. -contesta mirando sobre su hombro para volver a dar saltitos. Nunca cocinó en su vida y ahora quiere hacerme el almuerzo.

-A ver. -me acerco a él y extiendo mi brazo para tomar la sal fina que Teo intentaba alcanzar.

-Deja eso Ian, voy a cocinar yo. -él agarra la sal y me ordena volver a la cama.

-Teo, enserio, yo puedo hacerlo. Ve a casa. -hablo un poco incómodo. Además Jésica fue a la casa de sus padres y regresará al anochecer, eso quiere decir que Teo y yo estamos sólo en el departamento pero él no tiene por qué saberlo.

-No, quiero quedarme contigo. -dice acercandose a mí y apoya sus manos en mi pecho.

Rápidamente me alejo estando asustado -No, Jess volverá en cualquier momento.

-Mientes, ella me dijo que iría a la casa de sus padres. -contesta y rodea mi cuello con sus brazos -Tenemos el departamento para nosotros solitos. -frota su nariz con la mía por la cercanía.

-¡No hagas eso! -intento alejarme de él pero ese pequeño no suelta mi cuello.

-Sólo te abrazo. -responde con normalidad, como si lp que está haciendo esta bien.

-¡Ayuda! ¡Quiere violarme! -comienzo a gritar y es cuando logró liberarme de Teo.

-No es cierto, deja de gritar. -dice él frunciendo el ceño.

-¡Nunca! ¡Ahhhh! -salgo corriendo de ahí y entro rápidamente al ascensor, aprieto el botón repetidas veces y las puertas no se cierran.

-¡Ian! -Teo sale del departamento y logra entrar al ascensor. Para asegurarse que no pueda escapar, aprieta todos los botones del tablero y luego me mira con una sonrisita inocente para cualquiera pero es malvada y maliciosa para mí.

-Tranqui Teo, no te acerques. -retrocedo lentamente y mi espalda choca contra el ascensor. No tengo escapatoria.

-Sólo voy a darte besitos... ahí. -susurra apuntando mi entrepierna.

-¡Claro que no! -exclamo asustado.

-Te va a gustar.

-No me gustan las bananas, además soy alérgico. -hablo un poco serio.

-No te hagas el difícil Ian, serás activo. -habla y hago memoria ¿Qué era "activo"? Supongo que es un término que se utiliza en contabilidad.

¡No idiota! Así le llaman al dominante en la cama, recuerda que tus padres peleaban por quien era el "activo".

-Ah si. -digo al enterder a que se refiere Teo.

-Okey. -sonríe él creyendo que acepté su propuesta y comienza a abrirse los pantalones. Desde que sale con Mike, Teo perdió toda su inocencia.

-¡Basta! -lo tomo de los hombros y lo sacudo bruscamente para hacerlo reaccionar. Teo me mira a los ojos asustado y luego lo suelto lentamente.

-¿Por qué no me quieres? -pregunta dando un paso adelante.

-Si te quiero pero como amigo, no como tú quieres que te quiera. -respondo moviendo la cabeza de un lado al otro negando.

-Pero... ¿Qué tiene Jess no yo no? -dice teniendo sus ojos llorosos.

-Bueno, tiene lindas curvas y tú eres plano. -comento cruzandome de brazos. No pensé que eso lastimaría a ese pequeño pero él comienza a llorar mientras cubre sus ojos. Ay ¿Por qué?

-Perdona Teo, no quise... -me interrumpo porque él me abraza con fuerza y llora en mi pecho.

-Siempre te quise Ian, desde el momento en el que te vi, eramos niños, te habían golpeado y tirado a la basura... sentí mucha pena por ti. Por eso m-me acerqué y abrí la tapa del contenedor. -me explica en medio del llanto.

-No pienso engañar a Jess contigo, entiende. -lo alejo de mi para mirarlo a los ojos -Perdería a mi novia y a mi mejor y único amigo. -murmuro teniendo sus cachetitos con mis manos.

Él sólo asiente y es cuando las puertas del ascensor se abren, por suerte se detuvo en el piso de mi departamento. Yo salgo del mismo y las puertas se vuelven a cerrar mostrándome por última vez a Teo, quien llora en silencio.

-Mmm... debo ayudarlo. -pienso seriamente y ya sé que puedo hacer. Darle lo que quiere.

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