-¿Tienes dos padres? -pregunto emocionado. Él asiente mientras aún tiene esa goma de mascar.

-Si, hoy en día es bastante común. Pero duro. -comenta rascando su barbilla. Tadeo se pone de pie y va hacia el refrigerador para sacar unas cervezas -Ahora que mi tía se fue podemos beber un poco. -agrega entregandome una botella fría destapada.

-Gracias. -contesto y le doy un trago -Sé que muy difícil tener dos padres y siempre quise conocer a alguien como yo. -le comento.

-Si. -asiente dándole un largo trago -Dos padres, el hijo en el medio y ellos peleando noche y día. -habla rodando los ojos.

-Y luego van a la cama para arreglar sua diferencias y hacen ruido sin dejarte dormir. -agrego haciendo que me mire raro.

-¿Disculpa? -dice arqueando una ceja.

-Bueno... ya sabes ¿La reconciliación? -le explico frunciendo un poco el ceño.

-Ah, ya entiendo. -murmura pensativo -Eres hijo de una pareja gay. -deduce tomando su cerveza.

-S-Si ¿Tú no? Porque creí que...

-Lo que mi tía quizo decir es, si, tengo dos padres. -asiente apoyándose sobre sus codos -Mi padre biológico y un padrastro. -cuenta con sus dedos.

-Ahhhh. -suelto cuando al fin lo entiendo.

-Estoy harto de los dos por eso vine aquí. -gruñe mirando a un lado -Y también quería golpear al maldito que hace sufrir a Teo y ya lo hice. -sonríe de forma victoriosa.

-Se lo merecía pero... ¿Dónde está Teo? -pregunto, no lo vi en la casa y no contesta su celular.

-Dijo que necesitaba un tiempo a solas y viajó a mi casa. -contesta como si nada haciendo que me atragante con mi cerveza.

-¿Qué? ¡Y no me lo dijo! -exclamo molesto -Soy su mejor amigo.

-Ya lo sé pero tenía miedo de que Michael te obligue a decirle, ahora ya no importa porque está lejos. -me explica mientras bebe las últimas gotas de su botella.

-Pero... le dejó el camino libre a Katya. -cuestino serio. Ese pequeño no debió huír de ese modo.

-Fue su decisión irse. -sentencia mirando a un lado -Oye Ian, quiero conocer a Jésica. Teo me dijo que es increíble. -pide poniéndose de pie.

Ya quedó súper claro que Tadeo no es bambi en ningún sentido y puede que sea competencia para mí con Jésica.

-Okey pero ella es mía. -hablo serio mientras caminamos a la salida.

-Ya sé, no te preocupes porque me gustan las rubias. -sonríe de lado y cierra la puerta con llave.

Igual no voy a confiarme, las curvas de Jésica cautivan a cualquier hombre.

Fuimos en autobús a mi departamento y entramos en el ascensor, busco mis llaves y las encuentro en el bolsillo de mi abrigo junto con una hoja de papel, desdoblo el mismo y sonrío al ver el dibujo que hice de Jess. Ahora mismo se lo daré.

Llegamos a la puerta y la abro con mi llave -¡Ya llegué! -exclamo cuando doy unos pasos dentro de la sala. Mi linda novia viene hacia mí sonriendo pero se detiene al ver a mi acompañante.
Miro de reojo a Tadeo y su mandíbula amenaza con caer al suelo, Jésica acusa esa impresión pero siempre me da celos -T-Te-Te... -murmura ella sorprendida entonces camino hacia ella y rodeo su cintura con mis brazos para abrazarla y dejar un beso en su cuello y mejilla.

-Tadeo quería conocerte, es un primo lejano de Teo, nuestro pequeño. -le explico mientras ella me mira confundida.

-Hola. -sonríe Jess.

-Un gusto conocerte. -pronuncia él luego de salir del trance, luego se acerca para saludarla pero lo hace demasiado para mi gusto.

-Mía. -le recuerdo haciendo que retroceda apenado.

-Esto es muy extraño para mí, un chico muy parecido a Teo aparece pero es 200% hetero y ahora Ian actúa como un alfa de "Espíritu Salvaje" -habla ella haciendo que ría por lo bajo -Okey... voy a traer unas bebidas para todos. -agrega separándose de mí y camina a la cocina.

-Si la sigues mirando así voy a hacerte lo mismo que le hiciste a Michael multiplicado por mil. -le advierto serio manteniendo mi mirada fija en la suya.

-Si que es caliente. -dice haciendo que apriete los puños con fuerza -Pero ya te dije que me gustan rubias. -agrega pero no termina de convencerme del todo.

-Ya vuelvo. -sonrío falsamente y voy a la cocina con Jess. Ella se encuentra de espaldas mirando el refrigerador, entonces la tomo de las caderas y la subo sobre la mesada luego de cerrar el refrigerador.

-Hey. -dice soltando una risa y me mira con intriga arqueando una ceja. Me coloco entre sus piernas y acaricio su cintura con mis pulgares suavemente.

-Hey. -repito mientras froto mi nariz contra la suya.

-¿Qué te pasa, gatito? -pregunta ella acariciando el cabello de mi nuca.

-¿Qué te parece Tadeo? -pregunto yo mirando sus ojos.

-Mmm... es muy lindo. -confiesa subiendo y bajando los hombros.

-Ya te dije que soy el único que puedo recorrer tus curvas. -hablo despacio para no perder la cabeza.

-Mmm... Sólo lo haces porque yo te dejo. ¿Qué tal si voy con Tadeo?

Esta es una maldita broma pero ya estoy molesto para seguir con juego -No Jess. -murmuro en su oído -Ahora me siento un lobo en celo. -agrego mientas aprieto sus muslos y beso su cuello.

-¿Lobo? Más bien serías un oso, te la pasas abrazandome ¡Me estás aplastando! -contesta y es cuando comienzo a hacerle cosquillas en sus costados -¡Ian para! -chilla y se retuerce haciéndome sonreír.

-No hasta que digas que me amas. -hablo serio sin darle un respiro.

-Basta... jajajaja, ¡Ya! -se sigue retrociendo hasta que lo dice al fin -Te amo. -pronuncia en medio de las risas y me detengo.

-Awww que tierna. -digo sonriendo y siento sus labios sobre los mios.

-Te amo, gatito. -murmura teniendo sus manos en mis hombros.

-Casi se me olvida. -tomo el papel y se lo entrego -Lo hice yo mismo. -digo orgulloso.

Jésica mira el dibujo y noto que tiene una pequeña sonrisita.

Dibujo

-¿Te gusta?

-Veamos... -dice pensativa -Mi trasero no es tan grande, no cabello no es tan largo, mis ojos no son violetas, nunca usaría una sudadera como esa y olvidé que te gusta el animé. -habla haciendo que agache la mirada. Realmente hice mi mejor esfuerzo y no tenía el color marrón por eso pinté sus ojos de violeta.

-Es broma Ian, está perfecto. -toma mi rostro con sus manos y me da un corto beso, luego rodea mi nuca con sus brazos y me abraza.

-Vas a matarme de un ataque al corazón. -murmuro con dificultad, no por su broma, sino porque su escote está en mi cara y puedo ver sus lunas. Si me entienden ¿No?