¿Quién es el bebé ahora?

Teo
Llevo a Mike como puedo a su departamento, él me entrega las llaves y al abrir la puerta un fuerte y asqueroso olor a cerveza mezclado con cigarrillos llega a mi nariz. Todo el lugar está hecho un desastre.

-Huele horrible. -murmuro haciendo una mueca.

-Lo siento pequeño. -dice él estando avergonzado. Le sonrío para tranquilizar sus nervios.

-No importa, yo voy a limpiar nuestro departamento y cuidaré de ti. -hablo con dulzura para luego besar su mejilla. La barba que tiene me raspa un poco los labios -Vamos al baño. -indico mientras caminamos por el pasillo.

Él no me a soltado desde que llegué, sus brazos están atrapando mi cintura y apoya su montón en mi hombro. En realidad yo tampoco quiero que me suelte. 

Cuando llegamos al baño le ordeno desvestirse, Mike lo hace con cuidado, quitando primero su chaqueta junto con la camiseta negra, y noto que en su cuerpo tiene varios moretones verdes, violetas y otros golpes.

-Dios ¿Qué te pasó Mike? -pregunto angustiado mientras toco su pecho. En eso él hace una mueca de dolor.

-Iba a bares de mala muerte a beber, quería olvidarte y en más de una vez peleé con sujetos de esos lugares. -me explica como si no fuera gran cosa. Yo no tengo nada que decir respecto a esto, sólo doy una profunda respiración.

Abro en grifo de agua tibia para que la tina se llene y coloco unos cristales de jabones perfumados. Para entonces Michael ya se ha desvestido por completo.

-No mires ese cuerpo Teo, reprime las ganas de quitarte la ropa también. -me digo para mí mismo en voz baja. También hago lo imposible por no mirar a Mike.

-¿Cómo te fue en el viaje? -me pregunta con su voz un poco ronca. Cuando lo miro de nuevo ya se encuentra sentado dentro de la tina y para mi suerte la espuma oculta su desnudez. Si lo viera como Dios lo trajo al mundo, no respondo de mí.

-Bien. -me limito a responder. No quiero decirle que la pasé genial mientras él estaba aquí sufriendo por mi culpa.

Yo me acerco a la tina y termino sentado de lado sobre uno de los bordes mientras lavo su cabello, no tenía idea de cuánto extrañaba tocar su cabello... entre otras partes de su cuerpo.

-¿Hiciste nuevos amigo?

-Bueno... -murmuro intentando recordar.

-Si conociste a alguien puedes decírmelo. Lo entenderé. -suelta rápidamente levantando la mirada para conectarla con la mía.

-Tonto. No conocí a nadie que pueda reemplazante, esa persona no existe. -contesto con una sonrisita mientras le hago masajes en el cabello con mis dedo.

-¿Encerio? -susurra sin dejar de mirarme. Lentamente se gira y pasa uno de sus brazos por mi cintura.

Al entender lo que quiere hacer intento alejarme un poco -No Mike, no quiero resfriarme.

Una sonrisa juguetona aparece en su rostro mientras me acerca cada vez más hacia él, quiere arrojarme dentro de la tina.

-Ah. -suelto un pequeño grito cuando toca esa zona de mi espalda baja.

-L-Lo siento ¿Te lastimé? -dice preocupado soltando mi cintura. Creo que ya es hora de darle esa sorpresa.

-No, es sólo que aún no ha sanado del todo. -contesto poniéndome de pie y girando sobre mis talones. Levanto mi camiseta y bajo un poco el borde de mis pantalones, allí está el tatuaje que me hice cuando estuve fuera. Dice "Mi héroe" en inglés y a su lado está el dibujo de una mariposa.

-Teo... es un tatuaje. -habla Mike sorprendido.

-Siempre decías que marcarías mi piel para que todos sepan que soy tu pequeño. ¿Felíz? -murmuro volviéndome a sentar en el borde de la bañera.

Su rostro se ve confundido y eso me da un poco de gracia, sin que lo espere me toma de la cintura con más ciudado y termino dentro del agua junto con él.

-¡Mike! -grito molesto mientras que él suelta risas tiernas. El muy idiota me mojó por completo.

-Me encanta el tatuaje, Teo. -murmura pasando su mano por mi cabello mojado haciendo que se vaya hacia atrás -Pero yo me refería a otra especie de marca. -cuando termina de decir esto acerca sus labios a mi cuello.

Río como un niño a sentir cosquillas pero coloco mis manos en sus hombros para alejarlo -Oh no Mikey. -niego con la cabeza jugando con unos mechones de su cabello -Tú debes ser marcado.

Me acerco a su cuello haciendo que trague saliva. Comienzo a besar su piel humeda despacio, se ve nervioso por no poder controlar la situación, admito que me gusta tener el control pero siempre seré su pequeño.

Succiono con fuerza el lugar que considero que quedará una perfecta marca para luego morder suavemente su piel varias veces. Los gruñidos roncos y pesados de Mike me hacen saber que lo estoy haciendo bien.

Doy un par de lamidas más sobre la marca y me separo para ver a Michael, su respiración está irregular y se ve muy bien estando completamente mojado -Esa fue mi venganza por haberme mojado. -hablo saliendo de la bañera. Lo dejaré un las ganas para que aprenda que puedo controlarme.

¿Quién es el bebé ahora Mikey? 

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