Noche

Luego de un día en la cama, sin hacer otra cosa además de descansar, llegó la noche.

-¿Pizzas o hamburguesas? -me pregunta Jess mirandome mientras tenía su celular en la mano.

-Mmm... ambos suenan muy tentadores. -contesto pensativo y comienzo a dar golpecitos con los dedos a mi barbilla -Quiero ambos.

-Estaba pensando lo mismo. -sonríe y llama a la pizzería, unos segundos después la atienden.

-Hola, quiero pedir una hamburpizza para dos. -habla y luego corta la llamada después de dar la dirección y piso del departamento.

-En 20 minutos nos traerán la comida. -me dice dejando de lado el celular y se sienta junto a mi en el sillón.

-Pero tengo hambre. -me quejo haciendo un puchero.

-Yo estoy viendo algo delicioso. -murmura pero no sé a qué se refiere.

-¿Qué cosa? -pregunto y es cuando se lanza haciendome quedar acostado en el sillón con ella sobre mí.

Comenzó a besarme con fuerza, no correspondí porque estoy sorprendido por eso, también envolvió sus brazos por mi cuello para no separarse por ningún motivo.

-Jess *beso* no tenemos *beso* tiempo *beso* Traerán la hambur- *beso* pizza *beso* en cualquier momento. -digo como puedo porque apenas me deja respirar.

-¿Y si lo hacemos aquí? -propone mordiendo su labio inferior.

-Ya comida llegará en 20 minutos, sabes que cuando empiezo vamos a necesitar varias horas para terminarlo. -le advierto y Jésica roda los ojos.

-Ni que fueras una estrella porno con años de experiencia. -comenta seria.

-Estoy cerca. -respondo soplando un poco de aire en su rostro.

-Por idiota te quedas sin sexo. -sentencia y se aleja. Jess se sienta en el sillón con sus brazos cruzados y mira a un lado.

-Se dice "hacer el amor" -le recuerdo sonriendo. Y recibo un gruñido de su parte.

En eso, tocan la puerta y yo atiendo, debe ser la chica de las pizzas -Hola. -me saluda, si es ella.

-Hola, gracias por traer la hamburpizza. -sonrío tomando la caja que tiene en sus manos y dándole el dinero.

-No hay de qué. -contesta y, antes de que pueda regresar adentro, ella me toma de la ropa y atrapa mis labios con los suyos.

Pude sentir todos sus dientes contra mis labios y comienzan a doler por lo fuerte que ella succiona. Luego de un traumatizante momento, esa chica se aleja y recupero el aire perdido.

-Fue increíble. -sonríe -¿Por qué no me llamaste? -pregunta haciendo un puchero.

-Nunca lo haría porque tengo novia. -respondo serio.

-¡Pero me besaste! -exclama molesta.

-¡Tú me chupaste la cara! -contraataqué. Entonces recibí una fuerte cachetada en mi mejilla derecha.

-¡Idiota! -grita y da la media vuelta para entrar al ascensor, antes de que las puertas se cierren, la muchacha me muestra el dedo del medio como despedida.

-Pero que loca. -murmuro serio, cuando volteo para entrar al departamento, se me para el corazón por un momento al encontrarme con Jésica en la puerta.

-Bonita. -digo nervioso y ella cierra la puerta en mi cara -¡Jess, por favor! -golpeo la misma con mis puños. Ella la abre para tomar la caja con la comida y la vuelve a cerrar rápidamente -Puedo explicarte. -hablo apoyando mi frente por la puerta.

-¡Estabas besando a esa perra! -contesta enojada del otro lado.

-No, fue ella. -corrijo pero no me escucha.

Ya no escucho nada más del otro lado y me siento en el suelo con las piernas recogidas. Esperé a que la puerta se abra pero eso no pasó, cuando estuve a punto de dormirme ahí, Jess salió lentamente del departamento.

Cerré mis ojos, simulando que estoy dormido y ella se arrodilla a mi lado para cubrirme con una calentita manta. Mi novia besa mis labios cortamente y luego acaricia un poco mi cabello. Después de eso, escucho como sus pasos se alejan y las puertas del ascensor cerrarse.

-Mmm... -abro mis ojos y busco mi celular en el bolsillo de mis pantalones -Las 10 de la noche ¿A dónde vas pequeña cobra?

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