Misión reconciliación

Ian
No me importa si debo arrodillarme, suplicar y pedir perdón, voy a hacer todo lo humanamente posible para que Jésica me perdone.

-¿Qué vas a hacer? -me pregunta Teo, ahora que nuestra amistad ha sido regenerada me ayudará con Jess.

-Le pediré perdón. -contesto como si nada.

-Pero, Jess estará molesta, mucho. Además no tienes que pedir perdón porque ella rompió contigo.

Y ahí es el momento en el que debo decir la verdad. Respiro hondo y lo miro a los ojos.

-Escucha Teo, te mentí con respecto a eso, ella no me había dejado, sólo fue a la casa de su abuela por una semana. Creí que podía darte un romanse como querias durante esa semana pero todo se me fue de las manos. Lo siento. -concluyo teniendo la mirada agachada. Soy una basura.

-¿Qué? -contesta shokeado y luego siento su palma impactar contra mi mejilla haciendo que sienta un fuerte ardor -¡¿Por qué me mentiste?!

No soy capaz de mirarlo a los ojos y permanezco con la mirada agachada -Merezco mucho más golpes. -murmuro.

-Igual que yo. -suspira él haciendo que levante la mirada, cuando lo hago me topo con sus ojos y una sonrisa se dibuja en su rostro -Y también una buena ducha con agua helada. -comenta haciendo que ambos riamos -Yo también lo siento Ian.

-Te perdono si me perdonas. -propongo y él asiente -Además no necesitas una ducha helada necesitas un Michael. -agrego.

Teo entrecierra los ojos y se cruza de brazos -No. -niega con la cabeza.

-Ambos sabemos que es cierto. -ahora soy yo quién se cruza de brazos -Se que quieres su banana ¿No es así?

-¡No digas eso! -chilla indignado y teniendo sus mejillas muy rojas.

-¡Ja! Tú eres tan santo como yo pequeño, ósea nada. Necesitas tanto la banana de Mike como yo necesito las curvas de Jess. -sentencio y Teo asiente en silencio.

-Bueno, hora de poner en mancha la misión. -hablo poniéndome de pie para salir afuera y buscar a mi cobra.

Michael
Ya habían pasado unos minutos y ella no aparece, me encontraba sentado en la parte trasera de un auto descompuesto con mis pies sobre mi el otro asiento. El lugar es un depósito de chatarra y mi favorito cuando necesito olvidar mis problemas.

En eso, escucho el sonido de pasos y levanto la mirada para encontrarme con ella.

-Creí que no vendrías. -hablo poniéndome de pie y camino hacia esa persona.

-Claro que iba a venir. -contesta sonriendo de costado -Necesito olvidar mis problemas por un momento, y quién mejor que Michael para ayudarme con eso. -sube y baja los hombros.

-Digo los mismo por ti, nena. -le guiño un ojos y me tomo un momento para ver mejor su atuendo.

-¿Te vestiste así para mí? -pregunto sonriendo, esa ropa de verdad resalta sus curvas. 

-Claro, además salí con un amigo. Pero basta de charla y más acción. -responde acercándose a mí y estoy completamente deacuerdo con Jésica.

Iván
Este día fue el más increíble de todos, Jésica es una chica con muy buena onda, nos divertimos en el centro comercial haciendo bromas y debimos correr y escondernos de unas fans que me vienron. Por suerte no pasó nada malo.

Luego de regresar ella me dijo que debía salir por un momento y aproveché eso para llamar a Ian.

Bambi súper cool
-Ian, Jess no está.
-Puedes venir al departamento?

Gatito que se cree Tigre
-Sí puedo ir, estaré allí en 15 minutos.
-A dónde fue mi cobra?

Bambi súper cool
-No la llames así, tonto.
-Debes ser tierno con ella, es tu novia ¿Recuerdas?

Gatito que se cree Tigre
-Pero ella me trata como basura, lastima mis sentimientos.

Rodo los ojos al leer este mensaje y suspiro.

Bambi súper cool
-Qué sentimientos ni que nada. Eres el hombre y actúa como tal.

Gatito que se cree Tigre
-Eres el menos indicado para hablar de cómo ser hombre.
-Yo llamo a Jésica como quiero.

Bambi súper cool
-Es mejor que la empieces a tratar mejor porque hoy se fue a ver a un "amigo"

Cuando envio este mensaje, no hubo respuesta, pero sí un molesto Ian entra por la puerta del departamento.

-¿Cómo que un amigo? -gruñe frunciendo el ceño.

-Eso dijo ella. -me cruzo de brazos mirando a un lado. En ese momento escuchamos un tono en el lugar que rompe el silencio. Es el celular de Jésica.

Ian toma el aparato en sus manos y lee un mensaje, en eso, veo sus ojos echar llamas de la rabia.


-¡¿Quién es Alejandro?! ¡¿Y por qué llama a Jésica amor?! -exclama furioso. Es inútil tratar de calmarlo.

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