El restauran
Michael conduce su auto y Teo esta en el asiento del copiloto mientras que Jess y yo vamos atrás.
-Estas de mi lado. -dice Jésica cruzandose de brazos.
-No es mi culpa que su trasero sea tan grande. -contesto teniendo el ceño fruncido.
-Tú eres el gordo.
-No, tú eres la gorda, perderás tus curvas y me voy a dar un tiro en la entrepierna. -digo asustado -Te dije que no comieras tantas hamburguesas. -agrego serio.
-¡Muévete un poco! -me empuja y mi mejilla queda pegada contra el vidrio.
-¡Ya basta! Se calman o regresamos. -habla Mike molesto mirándonos por el espejo retrovisor.
-Ella empezó. -digo temiendo mi cara contra el vidrio.
-Perdón. -ella me suelta y vuelvo a respirar normalmente.
-Hablas como todo un padre. -murmura Teo sonriendo mientras mira embobado a Michael.
-Ay no ¿Quién quiere niños? Son tan insoportables. -hablo teniendo un escalofrío.
-No, tú eras insoportable de niño, no significa que todos son así. -Jess me da un golpe en la cabeza y luego mira a un lado.
-Bueno ¿Dónde quieren cenar? -pregunta Teo mirándonos.
Yo quedo pensativo un momento pero Jésica se me adelanta -Quiero ir allá. -indica y Mike estaciona el auto y enteramos al lugar. Nos sentamos en una mesa y una mujer con rasgos asiáticos nos atiende, más bien todos lo del lugar tienes rasgos asiáticos porque entramos a un restauran japonés.
Pedimos nuestra orden y la única que atacó su plato fue Jésica -Este sushi sabe muy bien. -dice con la boca llena.
Teo, Mike y yo nos miramos entre sí y luego a Jésica -Creo que algo se movió en mi plato. -digo haciendo una mueca.
-Jess aquí dice que el sushi está hecho de pescado crudo. -murmura Teo por lo bajo.
-Ya perdí el apetito. -Mike aleja su plato y Jess come lo de todos repitiendo que sabía rico.
Michael pagó la cena con mi ayuda y luego nos dejó en nuestro departamento -Jamás probé algo tan rico. -dice ella lamiendo sus labios.
-Verte comer esa cosa fue lo más asqueroso que vi en mi vida. -digo para molestarla pero ella se acuesta en el sillón y frota su estómago lleno.
-Voy a pedir pizza para mi. -tomo mi celular y llamo al deliveri, en 15 minutos una chica golpeó la puerta y atendi.
-Hola. -saludo y tomo las dos cajas que trajo.
-Gracias. -sonríe cuando le di el dinero -¿Tu departamento? -pregunta curiosa.
-Si.
-¿Y para ti solo son las pizzas? -adivina mirándome.
-Así es. -asentí y ella anotó un número en la caja de pizza.
-No vemos luego. -me guiño un ojo y se fue.
Yo cierro la puerta teniendo las pizzas en una mano, miro el número y pienso -Ya entendí, ella me dio ese número para que la llame cada vez que quiera pizza más rápido. -digo tomando una porción en mi mano y le doy un mordisco.
Voy a la sala y encuentro a Jésica dormida, tiene sus piernas arrolladas y un poco de su cabello está en su rostro.
-Descansa. -susurro cubriendo su cuerpo con una manta, corro su cabello y la beso suavemente. Sonrio nervioso al ver que dejé un poco de salsa por sus labios, entonces tomo una servilleta y la limpio.
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