Iván
-¡Oh por Dios! Temike volvió con todo. -digo al ver otro de sus shows a través de mi computadora portátil -Esa posición es nueva. -comento ladeando la cabeza sin despegar mi vista de la pantalla. Primero Teo se hizo el difícil pero era obvio que no resistiría mucho tiempo.

-¡Wou! No conocía esa posición. -hablo sorprendido. Primero estuve revisando el departamento de Ian pero la única posición que encontré fue "Trapeando el piso" de Jésica y mi doble jugando con su celular en el sillón. Le prometí a Ian que sacaría las cámaras pero no le dije cuando.

-Hola Iván. -veo a Nathan asomarse por la puerta de mi habitación. Yo le di la llave de mi suite -¿I-Interrumpo algo? -pregunta un poco nervioso.

-¡Si! Digo no, no es nada... s-sólo que... -contesto rápidamente sin saber que decir.

En ese momento se escucha la sinfonía que Temike produce, mi cara toma un fuerte color rojo en un instante, estoy muy avergonzado. 

-Oh... perdón, si interrumpí. -se disculpa él teniendo sus mejillas coloradas. Se ve muy tierno.

-Sólo estoy viendo la reconciliación de dos amigos que estaban peleados, es todo. -respondo y me toma un segundo darme cuenta de la estupidez que dije.

-Bueno... -Nathan parece pensativo. Juega con las mangas de su suéter y luego suelta una risa.

-¿De qué te ríes? -pregunto confundido. Nathan camina hacia mí y se sienta a los pies de la cama.

-Siempre eres sincero, dices lo que piensas y creo que eso es lo que más me gusta de ti. -habla sonriendome. Adoro su sonrisa.

-Me descubriste... -finjo un suspiro mientras apago mi computadora -Soy un pervertido que espía a sus amigos.

-¿Te gustaría que nos espíen a nosotros? -supone mirándome a los ojos.

-¡No! Sólo yo puedo verte como vinieste al mundo. -respondo serio cruzandome de brazos. Mi comentario hace que sus mejillas tomen un color más fuerte que el de antes. 

-Iván, sabes que mis padres aceptaron lo nuestro con una condición. -me recuenda teniendo la mirada agachada.

No es que sus padres sean homofobicos, al contrario, aman y aceptan a su hijo como es. Es su tesoro y por eso la condición fue la que ya se imaginan.

Nada de sexo hasta el casamiento.

-Lo sé Natt, pero eso no quiere decir que no podamos hablar sobre el tema. -contesto guiñandole un ojo haciendo que suelte una de sus adorables risas.
Ian
Jésica trapea el piso y es una tortura para mí. No es que me guste la suciedad, es que ella se agacha cada tanto para tomar el trapo húmedo y puedo ver su trasero a la perfección. No sé si lo hace a propósito o no. Además no puedo hacer nada por las estúpidas cámaras.

-Esto ya quedó. -habla retorciendo el trapo por última vez. Lleva un shorts de jeans muy apretados, una camiseta simple blanca y una bandana roja sujeta su cabello.

Es el demonio en persona que me tienta a pecar. ¿Qué estoy diciendo? No debo juntarme más con Iván, ya me estoy volviendo dramático como él.

-¿Por qué esa cara? -me pregunta ella sacandome de mis pensamientos.

-Por nada. -respondo volviendo a mi juego. Planta vs zombis 2.

-¿Qué te pasa Ian? Te conozco. -insiste teniendo los brazos cruzados.

-Nada, sólo te estabas agachando, provocándome. Y no puedo hacer nada porque Iván nos observa con sus cámaras. -no le diré eso -Sólo pienso que traje ponerme para la boda. -respondo subiendo y bajando los hombros cuando dejo de usar mi celular.

-Ah eso. Yo me pondré un hermoso vestido rojo. -comenta sentándose a mi lado.

-¿Como el que usaste en la cita que tuviste con Iván? Ese me encantó. -susurro besando su cuello.

Alto Ian, recuerda las cámaras.

-Parecido pero no tendrá los hombros descubiertos. -habla un tanto nerviosa. ¿Qué trae entre manos?

-¿Por qué no? -pregunto frunciendo levemente el ceño.

Ella guarda silencio por un momento mientras se muerde el labio inferior, esto ya me está asustando. Lentamente toma el borde de su camiseta y se la quita como si nada.

¡Las cámaras!

-Me importa un carajo las cámaras. -dice mi conciencia, se supone que debe hacerme reaccionar, no perder el control.

Jess me da la espalda y quedo paralizado al ver un tatuaje en su homóplato derecho -¿Te gusta?

-Casi te violo Jésica. -pienso, luego trato de pensar bien qué decir mientras observo el tatuaje. Es un bote de basura en donde se asoma un gatito marrón con grandes ojos tiernos, hasta tiene una cáscara de banana sobre su cabeza.

-Es...

-¿Te recuerda a alguien chico basura? -murmura sonriendo de lado. Ella se vuelve a colocar su camiseta y se lo agradezco mucho.

-Ya entendí. -ese gatito soy yo -Es ofensivo para mí. -hablo frunciendo el ceño y mirando a un lado.

-Oh por favor. -suelta rodando los ojos. Jess se acerca a mí y comienza a acariciar mi cuello con la punta de su nariz -El gatito es muy tierno y sólo nosotros sabemos lo que significa. No te molestes.

Mmm... si ella actuará así cada vez que estoy enojado puede que finja para recibir más mimos de mi novia.