Cansancio

Multimedia: Jésica
Todos saben que amo a Jésica y el mismísimo Dios es testigo pero ya estoy cansado de esto.

-Quiero un pikachu. -me dice sería. Últimamente sólo dice eso.

-Ya te dije que es muy difícil de conseguir un peluche de esos. -me quejo bufando -¿Por qué no quieres un osito o un perrito de peluche?

-No ¡Quiero un pikachu! -se cruza de brazos molesta.

-Okey, okey. Voy a comparte uno pero... ¡Por favor! ¡Cocina algo porque estoy muriendo de hambre! -me arrodillé para abrazar sus piernas.

-Está bien pero quiero un pikachu. -habla seria y caminó hacia la cocina después que la solté.

-Bien, a solucionar este problema. -me dije tecleando unas cuantas cosas en mi celular y encontré la solución a mis problemas.

Luego hice una llamada Que duró unos 20 minutos y luego camino hasta la cocina para hablar con mi novia -Jess ¿Quieres ir a el centro comercial con Teo? -pregunto recostandome por la mesada.

-Bueno pero primeros vamos a comer. -me dio un plato lleno de pedazos de salchichas con fideos atravesandolos -Tus favoritos. -hablo sonriendo.

-Si ¿A qué hora viene Teo? -pregunta con la boca llena. En ese momento tocaron la puerta -Es Teo. -digo levantándome para abrir y ese pequeño estaba allí parado.

-Hola. -me saluda entonces traigo a Jésica y la empujo fuera del departamento -Que se diviertan. -cierro la puerta en sus caras y llamo a ese número que me dieron.

Jésica
Teo y yo vamos al centro comercial luego de acomodarnos nuestros abrigos, esta haciendo demasiado frio, pero puede que en el centro encuentre un pikachu de peluche.

-¿Para qué quieres un pikachu? -me pregunta Teo porque en toda la salida estuve hablando de eso.

-Bueno, porque es tan tierno y amarillo... me encantan sus mejillas rojas. -contesto sonriendo.

-Pero recuerda que también es eléctrico. Una descarga y estás frito. -dice él encogiéndose de hombros.

-Quiero un pikachu y se acabó. -hablo y comienzo a buscar por todas las tiendas de peluches pero nada, sólo había ositos, perritos, conejitos, hasta elefantes pero ningún pikachu.

-Yo quiero ese. -Teo agarró un lindo osito que dice "te amo" en su barriga.

-Si eso es para Mike, ya lo imagino tirado en el suelo y roto, el odia lo tierno. -digo arqueando una ceja.

-No lo hará y no es cierto porque... ¿Por qué se quedaría conmigo? Soy tierno. -contesta en su defensa y le dice a la encargada que lo envuelva con un papel de regalos brillante.

Luego de eso, me di por vencida porque no encontré mi pikachu, Teo me acompañó al departamento y nos despedimos con un abrazo.

Yo entro a la casa desanimada y cierro la puerta con lleve, al voltear me encuentro con todo oscuro porque las luces están apagadas, yo las prendo y encuentro a un gigantesco pikachu en el suelo, recostado por el sillón.

Dejo mi abrigo en el suelo y noto un papel en la cabeza del pikachu, es una nota.

"Espero que te agrade, es lo mejor que pude conseguir para ti, mi linda cobra"

Eso dice y rodo los ojos al leer la palabra "cobra" sólo cuando la dice Ian no lo tomo como un insulto. Miro al gran peluche y me arrojo hacia él para abrazarlo. Se siente tan suave y huele a flores.

Lo abracé por un rato hasta que siento que sus brazos se mueven y me rodean, subo la mirada y me encuentro con unos ojitos verde-marrones.

-Sorpresa. -dice sonriendo mientras levanta un poco la cabeza de pikachu.

-¿Ian?

-Sólo se me ocurrió esto porque no pude conseguir un peluche... además me faltan mimitos de tu parte. -sonríe y besa mi nariz.

-Es lo mejor que podrías haber echo. Ahora amo a pikachu mucho más. -hablo y luego lo abrazo con más fuerza.

-Yo también. -murmura él correspondiendo.

Pasamos así todo el día juntos abrazados en el sillón, sin separarnos, comimos papas fritas y frituras porque no quería cocinar, sólo quería estar echada al lado de mi tonto novio disfrazado de pikachu.

En ese momento, tocan la puerta y yo me levanto para atender -Buenos días. -me saluda una mujer, ella viene acompañada con un hombre que debe ser su pareja.

-Hola. -sonreí.

-Nos enteramos que habían una nueva pareja aquí y vinimos a saludar. También tragimos una tarta. -dice el hombre.

Pude ver a dos niñas escondiéndose detrás de sus padres tímidamente y su madre las presenta.

-Ella son muestras hijas, son mellizas.

-Que lindas, soy Jésica y mi novio es Ian. -hablo y es cuando el pikachu gigante se acerca a la puerta diciendo -¡Pika pika!

-¡Pikachu! -gritaron las niñas y derriban al peluche gigante para abrazarlo.

-Disculpen, en serio. -dice el hombre pero la mamá no tuvo mejor idea que sacar su celular para tomar fotos de esta tierno momento.

Ian sólo sigue con el personaje y comienza a correr por todo el departamento con las niñas detrás, yo invito a sus padres a pasar y tomar un té para hablar y conocernos mejor. Ver a Ian jugar, decir ¡Pika pika pikachu! y correr con esas niñas me hace sonreír inconcientemente.

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