12. Ex de Verdad (Soukoku)

Capítulo 12. EX DE VERDAD

» Soukoku «
• HA-ASH – EX de Verdad•



Era un día libre, las aves cantaban cerca mientras se relajaba, le gustaba salir cómodamente, un jean suelto a media pantorrilla, zapatos cómodos, su cabello suelto, su sombrero y una chaqueta que llevaba en sus hombros, solo por si el clima cambiaba pues su camisa blanca de cuello V era bastante fresca. Solo era eso, un paseo por la ciudad... Pero claro que nada puede salir bien siempre. Sus ojos se abrieron sorprendido, el cigarro en su boca se cayó, lo miro mirarle, peor aún acercarse, y antes de llegar pronuncio ― ¿Por qué hoy en mi tranquilidad, si es tan grande está ciudad... hoy te tuve que encontrar?

― Chuuya, cuanto tiempo. – exclamo

― No lo suficiente – se quejó.

― ¿estás solo? Vine a hacer compras ¿me acompañas?

― No, aléjate

― Vamos

Tomo su brazo y lo llevo consigo, Osamu Dazai siendo casual, sus vendas jamás faltaban pero esa camisa de botones color azul y ese pantalón negro combinaban tan bien con él... siempre había sido encantador al vestir aun con su pésimo servicio en vendas y lealtad. No lo soltó, el más alto lo llevo de la mano por las calles, y el más bajo no pudo evitar seguirlo, ― ¿Por qué tu sonrisa despertó sentimiento que guarde con candado en un cajón? ¿Por qué? – se lamentó mientras lo seguía.

Entraron a la tienda de ropa, el castaño le enseño distintos conjuntos, Chuuya rechazo algunos, hasta que comenzaron al probador, comenzando a jugar. Chuuya comenzó con la ropa extravagante, Dazai con la graciosa y la música del lugar no ayudaba en nada para evitar que bailaran con esos locos conjuntos. Se divirtieron luciendo bolsos de mujeres, lentes o incluso zapatillas. Rieron sin control. Hasta que la gerente del lugar les pidió parar. Ambos volvieron a vestirse con lo que llevaban y salieron, Chuuya sonrojado y Dazai le miro ― no cambias Chuuya

― Idiota, - menciono molesto pero sonrió – tenía tiempo sin divertirme así

― Si y

― ¿y?

Dazai acerco su mano a su sombrero, Chuuya no entendió, pero tomo unos lentes oscuros de mujer y se los puso ― olvidaste estos

― ¡Aag! Los iré a devolver

― Na, pensaran que los robaste. Luego los pagas – sonrió ― sabes hacer esas cosas

― Idiota...

Ambos volvieron a andar, esta vez fueron por libros, Dazai recordaba sus libros favoritos, sonrió al ver uno de poesía pero Chuuya y estaba a su lado mostrándole sus libros favoritos, se sorprendió ― recuerdo que te gustan – menciono Chuuya y Dazai sonrió

― Me encantan

Compraron un par de libros, y ambos se dieron las bolsas del otro ¿Por qué? pues ambos habían comprado el libro preferido del otro. Rieron una vez más. Recorrieron algunas tiendas, riendo, jugando. No olvidemos el karaoke, ese no puede faltar en una cita. Caminaban por el parque de Nojima hablando de todo y de nada – entonces Hirotsu me reto de nuevo con los videojuegos

― Ahora entiendo por qué ese viejo sigue con el videojuego ese

― Algún día me ganará

― Si, se esfuerza en ello.

Chuuya se tropezó y Dazai lo sostuvo, fue el momento perfecto quedándose cerca uno del otro – te-ten más cuidado Chuuya

― Claro, gracias Osamu

― ¿Cómo me dijiste?

― Dazai

― Me llamaste Osamu

― No lo hice

― Si, lo hiciste

― No lo hice maldito bastardo

― Bien, no lo hiciste – sonrió – si lo hiciste

― ¡AAAH!

― ¿vamos por un café?

― ¿café?

― ¿Por qué no? – señalo al fondo – allí hay una cafetería

― Bien... - se quejó.

Entrando a la cafetería, era un lugar rustico y tranquilo, las ventanas tenían vista a la bahía, el olor a agua marina y café era perfecto ― es perfecto ¿no? Te encantan estos olores

― ¿Qué te importa lo que me guste?

Dazai volvió a reír.

Pasaron unos minutos, nadie les atendía, Chuuya ya golpeaba la mesa con su dedo cuando Dazai saco su libro ― cálmate, ya pedí

― ¿eh? ¿Cómo que ya pediste?

― Café negro caliente, cargado

― ¿co-como sabias?

― Conozco todo de ti Chuuya

― Estúpido.

Lo miro, Dazai disfrutaba de aquel libro que compro para él... el café llego antes de que pudiera hablar. Café caliente para Chuuya y uno frio para Dazai. El castaño dejo el libro de lado, estaban callados mientras bebían, el pelinaranja miraba por las ventanas, las gaviotas andaban por el lugar, suspiro ― ¿Qué te ocurre Chuuya? ¿No te gusta salir conmigo?

― No sé qué hacemos aquí tu y yo

― ¿Por qué no?

― ¿Qué no eres mi ex?

― Bueno, lo soy, pero ¿no es bueno convivir juntos?

― Ah, si... dime, ¿tienes pareja?

― No, tu tampoco

― ¿Cómo sabes eso?

― Te conozco Chuuya

― Podrías dejar de decir eso, intento solo tener una respuesta a esto

― ¿de qué hablas?

― Eres el peor amor que he conocido, tan perfecto que no te olvido. Piensa en mí, ayúdame a odiarte, haz las cosas que hacen los cobardes

― Pero si hui y explote tu carro

― ¡no es suficiente! ¿Qué hacemos aquí?

Dazai sonrió, alcanzo la mano de Chuuya, esté lo miro sorprendido, se sobre salto ― Chuuya

― No, no me trates bien, ni sonrías más

― ¿Por qué?

― Mi alma sigue sufriendo... se un ex de verdad y trátame mal, ayúdame con eso

― Chuuya yo....

El teléfono de Dazai sonó, ― contesta – pidió el mayor. Dazai lo miro y contesto

― Será unos segundos, espera.

Dazai salió, Chuuya aprovecho el momento, huyo del lugar.

Era de noche, todo estaba oscuro, el pelinaranja ya estaba acostumbrado a la penumbra, a la soledad, pero ese dolor en su pecho estaba matándolo ¿Por qué debía seguir enamorado de aquel patán? ¿Por qué no podía olvidarlo? Solo necesitaba un poco para seguirlo, ¿Por qué? solo ¿Por qué? tallo sus hombros, había dejado su chaqueta en la cafetería.

Fue caminando por la playa, todo estaba oscuro, solitario. Se sentó en la arena, no podía evitarlo, tallo su cabello despeinándose por completo y miro sus manos, se sentía tan mal, fatal y pudo mirar como sus guantes se llenaban por sus lágrimas... ― ¿Por qué? ¿Por qué te atreviste a saludar con un beso sin pensar, sin ver mi fragilidad? Y sé que mañana yo seré el culpable de esperar... dejarte escapar sin preguntar... ¿Por qué? ¡¿POR QUE?!

― Chuuya...

El más bajo volteo a verle, era Dazai, tallo sus lágrimas, no podía dejar de llorar ― Chuuya espera

― Aléjate de mi

― Tu chaqueta, Chuuya

El pelinaranja se acero temeroso, sentía como su cuerpo temblaba tomo la chaqueta y Dazai lo tomo a él ― QUITATE BASTARDO

― SOLO QUIERO HABLAR

― ¡ERES EL PEOR AMOR QUE HE CONOCIDO!

― Tan perfecto que no te olvido...

― Piensa en mí, ayúdame a odiarte, haz las cosas como lo hacen los cobardes... solo ayúdame con eso...

― Chuuya solo déjame hablar

― ¿Por qué? ¿para qué hablar más?

― Solo quiero... no lo sé, disculparme sería muy estúpido

― Aléjate y déjame en paz

― Chuuya

El palinaranja lo golpeo. Salió corriendo de allí. Dazai lo miro irse mientras tallaba su mejilla.

Meses después, ambos tenían una misión para proteger Yokohama, ― ¿crees que podrás? – pregunto Dazai. Chuuya sonrió

― Solo ayúdame con eso.

No importaba si tenían que trabajar juntos, se conocían a la perfección, se amaban y también se odiaban, eso lo reflejaba en sus acciones, y su amor se fulminaba en sus peticiones, así como las fotografías que ambos conservaban, libros que habían obtenido del otro, cartas, un collar y unos lentes.

― Sé un ex de verdad...

― Y trátame mal

― Ayúdame con eso...

― Ayúdame con eso... 



...

¿Se nota mi estado depresivo amoroso?

 No, genial.


¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top