Capítulo 10. FUNERAL

» Soukoku«
• Mon Laferte – FUNERAL •

Estaba levantándose tranquilamente, miro a su pareja ¿Cuánto tiempo tenían viviendo juntos? Quizá y solamente dos días, pero se sentía una eternidad.

4 años eran los que llevaban juntos, y estaba allí aun durmiendo, tallo su cabeza cansado, sin recordar cuantas veces lo habían hecho por la noche. O cuando fue la última vez que lo hicieron, al principio, fueron imparables, el temible doble negro, y ahora estaban tan aburridos. Nada es para siempre, amor, solo es para escuchar al corazón.

Mientras preparaba el desayuno, sintiéndose terriblemente solo – Chuuya, no me despertaste

― Es tu día libre

― Es cierto, pero aun así.

El silencio era enorme, el castaño lo miro - ¿preparas el desayuno?

― Eso hago

― Entonces... leeré un poco.

Dazai se sentó en la mesa, abrió su libro, no importaba lo cerca que estaban, era aburrido, cansado, solitario, y de pronto, sintió las ganas de morir, de escaparse de él. Cerró con calma sus ojos, ¿Cómo podría estar pensando en eso? Pensar en un mar que las olas lo lleven lejos y le dejen sin respirar. – Chuuya

― No me despiertes – se quejo

El castaño estaba a su lado quitándole el sartén – casi se te quema – se quejó el castaño

― Soñaba despierto

― ¿con que?

― Nuestro funeral

― ¿eh?

― Yo... saldré

Chuuya esta vez sí había escapado. Caminaba por las calles aun con la lluvia de la mañana, se sentía solo y sin nada, ¿Qué había pasado con sus años pasados? Los asaltos, las estrategias, las peleas, intrigas y sexo por doquier. No le molestaba llevar una vida tranquila, al contrario. Pero... sentirse tan solo, tan devastado – hubiera sido mejor quedarnos separados.

...

― ¿está bien el nudo?

― Apriétalo un poco más – pidió el castaño – oh mi amado Chuuya, por fin lo haremos juntos

― Si, aun no puedo creer que me convencieras de un doble suicidio

― Iremos a la playa en la noche, tendremos sexo desenfrenado y nos colgaremos del risco mientras nos besamos

― ¿no es más fácil solo faltar del risco hacia el mar?

― Pero podríamos soltarnos con la marea, y la cosa es... - Dazai se encimo a Chuuya – quiero morir a tu lado, y soñar con nuestro funeral...

Ambos chicos se besaron.

― Chuuya... ¡Chuuuuya! – Chuuya miro al castaño lavar los platos, había soñado despierto una vez más

― ¿Qué?

― ¿Qué pasa contigo hoy?

― Pensaba

― ¿en qué?

― Bueno... hace mucho que no hablas de suicidios... ¿ocurrió algo?

Dazai secaba sus manos – mmm... No, solo... pensaba en el futuro

― ¿futuro?

El agente se sentó en la mesa frente a Chuuya – Chuuya ¿Qué está ocurriendo?

― Nada, eso ocurre. Dazai... ¿hace cuánto que no me dices que me amas?

― Oh vamos, yo te amo, lo sabes

― Lo sé, y tú lo sabes... pero esto es... cotidiano.

― ¿Qué quieres hacer?

― Quiero que nos amemos como la primera vez

― Chuuya – Dazai estiro la mano tomando la del mafioso – en mi vida he amado a nadie más que a ti, y solamente a ti – sonrió el castaño – disculpa los descuidos, seré más considerado y

― Y quiero que Atsushi venga a casa

― ¿Qué?

― No quiero que viva con Akutagawa

― Pe-pero... e-el se-sexo...

― ¡dije que quiero aquí a mi gato! No se lo daré a ese mafioso fácilmente

Dazai estallo en risas.

...

Chuuya miraba a Dazai en la cama que compartían, había estado hablando por teléfono con Atsushi, al parecer el albino no quería ir a su casa, quería quedarse con Akutagawa. Chuuya miro por la ventana. ¿En qué momento todo se volvió de costumbre?

Dazai peleando con Akutagawa, Atsushi queriendo pasar la noche con Akutagawa, ellos discutiendo, gritándose, después sexo y a la mañana, el desayuno con café. El pelirrojo miro por el pasillo, las plantas de la casa se estaban marchitando. – quisiera... retroceder el tiempo y cambiar nuestras actitudes y que está vez el amor nos duré – menciono mirando como las hojas caían

― Chuuya

― ¿si?

― Convencí a Atsushi-kun

― ¿eh?

Aquello sorprendió al mafioso, Atsushi llevaba días sin ir a casa. - ¿Cómo lo hiciste?

― Bueno, le dije que le daría permiso de salir con Akutagawa pero que debía llegar a dormir en la casa

― ¿significa que no habrá más peleas?

― No, no más. – suspiro – aun no quiero que esté con él.

― Akutagawa se ha esforzado por controlarse, lleva 3 días sin apuñalarlo

― Aunque sea regenerativo, la violencia de pareja es mala

― Mira quien habla don explosiones

― Pero – Dazai sonrió – así hice que cayeras rendido a mi

― Eres mi dulce blanca nieves

Chuuya fue quien beso al agente, está vez se sentía feliz, la rutina había cambiado.

...

Atsushi hacia el desayuno mientras Dazai miraba su libro de suicidios, Chuuya llego dándole un beso al albino en su mejilla – me alegra que estés en casa

― Ma~ Digo, Chuuya-san, me alegra que tú y Dazai-san aceptaran a Ryu

― Bueno, tu pad... Dazai, sigue un poco molesto pero estarán bien

― Gracias

Atsushi termino el desayuno, los tres se sentaron a la mesa. Recordó aquellos momentos cuando apenas comenzaban a vivir juntos, Atsushi siempre se sentía penoso de todo, y algo miedoso, ahora era un gato fino y fuerte. Algo presumido por culpa del mismo Chuuya. Entre risas y juegos, aun así... todo era vacío.

...

Fue una noche cuando Atsushi había salido a una cita con Ryunosuke, Dazai y Chuuya habían visto una película en la televisión, y después de ello Dazai se estiro, beso la frente del pelirrojo y sonrió – iré a dormirme, no aguanto el sueño

― ¿no esperarás a Atsushi?

― No, quiero dormir

― Está bien, yo esperaré

Chuuya cambiaba los canales de la televisión, todo estaba oscuro solo la televisión lo iluminaba, volteo a ver hacia el cuarto donde Dazai dormía perfectamente y suspiro una vez más – me siento solo... - menciono. Ya era sofocante para el pelirrojo. ¿Era amor? ¿Costumbre? O simplemente... no era nada.

― ¿Chuuya? – le llamo Dazai extrañado de mirarlo en la puerta de la habitación.

Chuuya estaba llorando, cosa que no había notado – has hecho tanto... y yo... Perdóname mi amor, por haberte fallado... - hablo entre sollozos, Dazai fue con el más bajo, lo abrazo

― Lo arreglaremos

― Pero tú lo hiciste... yo, me siento tan solo...

― No te abandonaré

― Prefiero nuestro funeral

― Chuuya...

...

Los días pasaron, Atsushi llego a casa del mafioso y sonrió por verlo – Ryu, vine por ti

― ¿de nuevo?

― Prometiste acompañarme cada día

― No entiendo por que haces que se reunan los fines de semana... Terminaron

― Pero... - Atsushi bajo la mirada - Se siguen amando... - miro a Ryunosuke - Tengo esperanza, que su funeral no se lleve a cabo 

― Y mientras me llevas de escudo para no tener silencios incomodos 

― Ryunosuke, prometiste hacer esto por mi, ellos se volvieron como mi familia

― lo sé - suspiro - vamos a ver a tus padres divorciados - se quejo 

Atsushitomo la mano de Ryunosuke, ¿su dirección? Irían a ver a Dazai y a Chuuya, puesincluso después de la soledad, el amor y todo lo demás, su sueño era su eterna compañía, y Atsushi mantendría la esperanza hasta que la musica de funeral se deje de escuchar, y el limbo puedan disfrutar.

...

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