17
Al cabo de un rato salimos del agua y nos quedamos en la arena esperando por secarnos un poco. Jonah había optado por quitarse la remera lo que me daba una perfecta vista de su abdomen sorprendentemente marcado.
-Cuando tu digas podemos irnos-habló luego de un rato sacándome de mis pensamientos indebidos.
-Podemos irnos ahora-hablé al notar la altura del sol ya algo bajo.
Jonah asintió y se incorporó estirando un poco su cuerpo, luego se giró a mi con una sonrisa, extendió sus manos hacia mi y me ayudó a incorporarme también. Me dio un tierno beso dejando si rostro a centímetros del mío sonriendo tímidamente. Se colocó la remera y luego volvimos a caminar en dirección de la salida de la playa.
Algunas personas al igual que nosotros se estaban yendo, pero otro tanto estaba entrando. Mi atención se centro en un grupo de chicos altos que caminaban riendo y empujándose entre si.
-Vayamos por otro lado-le rogué a Jonah abrazándome a su brazo, él miró en la dirección que yo miraba y suspiró negando-Por favor, Jonah-miré su rostro pero este parecía ignorarme.
-No debo correr de ellos, Summer-bajó su rostro para mirarme-no les tengo miedo-negó.
Cuando volví mi vista al frente uno de los chicos nos señaló y el rubio teñido golpeó el estómago del ojiazul a su lado haciendo que ambos nos miraran. Daniel me tiró una sonrisa y comencé a notar como venían en dirección a nosotros.
Estábamos saliendo de la playa y ellos recién cruzando la calle, con algo de suerte podríamos salir de allí sin tener que compartir ninguna palabra con ellos, pero sin embargo eso no pasó.
Uno de los muchacho pateó una pelota que todos se venían pasando en dirección nuestra, nos golpeó a Jonah ni tampoco a mi, pero se pasó frente a Akeya y la pequeña tropezó haciendo que su rostro golpeara el suelo y soltara un pequeño llanto.
-Oh linda-me agaché junto a ella y sujeté su rostro-¿estás bien?-la acaricié.
-¿Eres idiota o que te pasa?-habló Jonah enojado.
-¿Y a ti que te pasa?-Daniel sujetó el brazo del muchacho que amenazaba con venir a golpear a Jonah y yo torpemente intenté sujetar su mano.
-Ya basta-le susurré-ella está bien, ya vamonos-lo miré directo a los ojos.
-Que lindo moratón traes, Marais-comentó Corbyn y los chicos rieron.
Jonah aún tenía algunos leves moratones en su rostro de la última vez que había tenido un encuentro con Daniel.
-¿Podemos irnos, por favor?
-Deberías hacerle caso a tu madre, Marais-habló Corbyn lentamente y noté como la mandíbula de Jonah se tensaba.
-Vamonos-lo miré tranquila y entrelacé nuestras manos para volver a caminar.
-Miren nada más, Jonah finalmente se consiguió una novia-los chicos rieron al comentario de Daniel-luego de lo de su madre necesita una parte maternal que lo ayude-todos volvieron a reír y sentí la mano de Jonah apretar la mía, comencé a mover mi dedo pulgar y poco a poco comenzó a suavizar el agarre.
Los chicos venían detrás de nosotros, siguiéndonos, lo cual hacía más difícil todo.
-Oh no, es cierto...Jonah no busca novias para llenar el vacío maternal que tiene-sentí como dejaban de caminar-ya que pronto su madre quedará sin vida él sólo disfruta de quitarle la vida a otras chicas.
No supe como por que ni siquiera tuve tiempo a reaccionar de lo que estaba pasando, pero Jonah se soltó bruscamente de mí y con mucha fuerza acumulada mandó un perfecto golpe a la mandíbula de Daniel.
-¡Maldito hijo de perra!-chilló en el suelo mientras escupía algo de sangre.
-Jonah...-me encontraba impactada.
La furia emanaba del cuerpo de Jonah con mucha rapidez, sus manos estaban cerradas y muy tensas, sus nudillos de la mano derecha se encontraban con sangre pero no parecía importarle en lo absoluto.
-¡No vuelvas a decir eso, maldito imbécil!-escupió Jonah.
Corbyn se movió rápido y sujetando sus hombros llevó su rodilla con fuerza al estómago mandándolo al suelo completamente adolorido.
-¡Déjalo!-chillé corriendo hacia Corbyn y dándole un empujón haciendo que tropezara con Daniel y así terminara también en el suelo.
El muchacho que había golpeado a mi perrita hace unos segundos se acercó a mi sujetando mis brazos hacia atrás y levantándome del suelo.
-¡Suéltame pedazo de subnormal sin cerebro!-chillé tirando patadas.
-¡Déjala!-Jonah se incorporó pero Daniel lo imitó y tomándolo desapercibido golpeó su estómago nuevamente haciendo que volviera al suelo donde comenzó a proporcionarle patadas en diferentes partes de su cuerpo.
-¡Ya déjalo, Daniel!-chillé con lágrimas en los ojos-¡Daniel por favor!-grité y éste dejó de patearlo y respiró agitado, escupió algo de sangre y luego me miró.
-Bien, sólo porque la dama lo pide-se agachó junto a Jonah-porque sino, no saldrías vivo de esta, Marais-golpeó su mejilla dos veces-ya déjala.
El muchacho me soltó y yo me arrastré por el suelo hacia Jonah.
-Ni pienses en volver a tocarme Marais.
Los muchachos comenzaron a alejarse con tranquilidad y yo era un mar de lágrimas.
-Cariño-sujeté su rostro-cariño, dime algo-rogué.
Tenía sus ojos entrecerrados, su respiración débil y le costaba mantenerse despierto.
-Por favor no cierres los ojos-rogué-cariño mírame-abrió los ojos de golpe-quédate aquí, ¿sí? habla de algo-saqué mi teléfono para llamar a una ambulancia pero este no tenía batería-cariño vamos, quiero que me cuentes algo-rogué mientras seguía llorando.
-Lo lamento, Summer-negué.
-No digas eso-hablé tranquila-no te disculpes por nada-comencé a buscar en sus bolsillos hasta que encontré su teléfono-verás que será algo olvidado en unos días.
Marqué el número de emergencia y esperé a que alguien atendiera.
-Hola, ¿cual es su emergencia?
-Hola, necesito que manden una ambulancia urgentemente, un grupo de chicos golpearon a mi novio y está casi inconsciente-hablé rápido.
-Summer, deja eso-habló débilmente intentando quitarme el teléfono.
-Tranquila señorita, ¿puede decirme en donde está?-habló la chica del otro lado de la línea.
Le di las mejores indicaciones que pude y ella finalizó la llamada diciendo que estarían aquí lo antes posible.
-Ya vienen para aquí cariño-devolví mi atención a él.
Sangre comenzaba a salir de su boca y eso me preocupaba.
-¿Quieres que llame a tu padre?-negó rápido-¿o a tu hermana?
-No quiero que llames a nadie-intentó pararse pero no lo dejé.
-No cariño, quédate ahí-comenzó a cerrar los ojos y lo miré preocupada-¿Jonah?-palmee su rostro-¡Jonah!-chillé moviéndolo-carajo-sollocé.
La ambulancia tardo unos cuantos minutos en llegar, pero con rapidez lo subieron y pudimos irnos. Me intentaban hacer preguntar pero estaba desconcentrada, sólo pensaba en el chico que estaba tirado en esa camilla y en todo lo que había pasado.
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