15
Caminé con tranquilidad hasta la parada del autobús rogando porque Jonah estuviera allí, no estaba en la puerta de la universidad y no había venido en coche, por lo que el autobús era la única forma que tenía de volver a casa; pero cuando llegué allí me decepcioné de no verlo.
Me senté resignada y me crucé de brazos, hacía un poco de frío y la briza no ayudaba en nada.
Comencé a mirar mi alrededor ojeando las cosas que veía en el camino, pero mi atención se centró en un chico. Se alejaba con rapidez de la parada y casi estaba corriendo. Me incorporé y juntando todas mis fuerzas corrí lo más rápido que pude.
-¡Jonah!-exclamé tomando su hombro-¿porque estás evitándome?-intenté girarlo pero este se rehusaba-¿Jonah?-hablé suavemente-Cariño, ¿que tienes?
Me sorprendí a mi misma por tal apodo pero al parecer a él también, ya que hizo que se girara y una expresión de preocupación se puso en mi rostro.
-¿Que te pasó?-pregunté sujetando su rostro pero el quitó mis manos con rapidez.
-Estoy bien-aseguró hablando lentamente.
-Claro que no-aseguré.
Tenía el ojo hinchado de un color morado y una marquita en su mejilla.
-¿Quién te hizo esto?-negó.
-No es importante.
-¿Los chicos te golpearon? ¿porque me ignoras así?-se mantuvo en silencio-¡Jonah!-exclamé.
-¡Ya cálmate!
-No me interesa si no estás acostumbrado a que la gente se preocupe por ti, ¡pues yo si lo hago! ¿bien? asi que te pido-sujeté sus manos y las acaricié lentamente -Dime que pasó.
Me miró unos segundos y luego sin ningún tipo de previo aviso me atrajo a él abrazándome con fuerza, me tomó por sorpresa por lo que tarde unos segundos en reaccionar y abrazarlo también.
Se mantuvo unos segundos así pero luego se alejó mirándome con ternura.
-Gracias linda, pero no debes preocuparte por mi-rodé los ojos.
-¿Daniel te golpeó?-asintió lentamente-¿porque? y ¿porque no me dijiste nada?-pregunté algo indignada.
-No lo consideré importante o relevante-entrelazó nuestros dedos y comenzó a caminar hacía la parada-el idiota se metió con alguien que no debió meterse y fui a defenderla.
-¿Te peleaste con él...por mi?-asintió.
-Algo así-se encogió de hombros y puso una sonrisa tierna en su rostro-el idiota vino junto a los otros idiotas y me encerraron en el baño, comenzó a amenazarme con las mismas cosas de siempre si no me alejaba de ti-rodó los ojos-luego le dije que el que debería alejarse debía ser él, se enojó y comenzamos a pelear-se encogió de hombros restandole toda la importancia a su historia.
-¿Y así nada más? ¿te dejaste golpear?-negó rápido y luego soltó una leve risa.
-Digamos que estoy muy seguro que tiene unos cuantos hematomas en su estomago-volvió a reír mientras hablaba y yo negué.
-eres un idiota, ¿lo sabes?-pregunté atrayéndolo a mi.
-Lo sé, tu me vuelves idiota-susurró sobre mis labios, y luego se sonreír los juntos con los míos.
***
Abrió la puerta de su casa y me dejó recibir la tranquilidad que había allí.
-Creí que tu hermano estaba de visita-asintió.
-Pero no se esta quedando aquí-se rió pícaro y lo miré con los ojos entrecerrados por su mentira-Mi madre está durmiendo-habló algo bajo y yo asentí-normal, mi padre trabaja y mis hermanas aún no vienen-volví a asentir-¿quieres hacer el trabajo ahora o tal vez más tarde?
-Cómo tu prefieras-me encogí de hombros mirándolo.
-Esa no es un respuesta-hizo una mueca.
Extendió su mano pidiendo mi mochila asi que se la di. Se encaminó a la escalera y comenzó a subir con suavidad, yo me perdí mirando algunos cuadros que colgaban de las paredes y admiré al pequeño Jonah soltando alguna que otra risa.
-Oye-pegué un salto al sentir la voz del chico, me giré y lo vi a la mitad de la escalera mirándome-¿piensas venir?
-Oh si, claro-me reí nerviosa y lo seguí rápido.
-Sube tranquila, no hagas tanto ruido-susurró y yo asentí.
Caminamos con lentitud hacia su habitación y cerró la puerta sin golpearla, dejó las mochilas a un lado y me miró apretando sus labios.
-¿Que quieres hacer?-me encogí de hombros algo nerviosa.
Prácticamente nunca había estado sola en la habitación de un chico...con un chico, mucho menos si era mi novio, y no sabía del todo si Jonah era del tipo de chico que sólo pensaba en sexo. Pero a tomar en cuenta su comportamiento cotidiano, seguramente no.
-No lo sé-hablé sincera y sentí mi voz temblar, creo que él también lo notó ya que se rió levemente.
-Tranquila-se acercó acariciando mis brazos-relájate-asentí-iré a buscar hielo par mi ojo ¿está bien?-asentí nuevamente y él salió con tranquilidad.
Soplé con fuerza y me senté en la cama, nuevamente me puse a analizar su habitación centrándome en las mismas cosas que antes y en cosas que no había visto. Había un hoodie de él en la punta de la cama y sin poder evitarlo lo tomé. Seguramente parecía algún tipo de loca psicopatía haciendo esto pero no pude evitarlo y lo llevé hacia mi nariz y aspiré el aroma de Jonah, mordiendo mi labio levemente al disfrutarla. Sentí el picaporte de la puerta y con rapidez devolví el hoodie a su lugar.
Jonah se asomó y me miró con una media sonrisa, se acercó y al ver el hoodie algo arrugado en la punta de la cama me miró con el ceño fruncido y yo mordí mi labio.
-¿Tomaste mi hoodie?-preguntó con una sonrisa juguetona y yo asentí completamente roja lo que hizo que riera, lo tomó y me lo extendió-llevátelo si quieres, no te lo regalo-advirtió-pero puedo prestártelo.
-No necesitas hacerlo-hablé suavemente mientras lo tomaba.
-¿Acaso eso no es lo que los novios haces?-preguntó acostándose junto a mi.
-Supongo susurré algo tímida mientras me giraba a mirarlo.
-Para que me recuerdes cuando no estoy contigo-habló con un tono extraño que hizo que ambos riéramos-que cursi.
Asentí riendo. Palmeó la cama junto a él y luego de dejar el hoodie a un lado me recosté junto a él.
-¿Piensas dormir?-pregunté al verlo con los ojos cerrados.
-Tengo un ojos enterrado abajo de un montón de hielo y el otro quieres hacerle compañía, asi que sólo tengo los ojos cerrados-me reí.
Me giré un poco y entrelacé mi pierna con la de él y luego apoyé mi mano en su pecho dejando mi cabeza apoyada un poco más abajo de su hombro para poder mirar su rostro. El llevó su mano libre a mi cintura y la apretó levemente.
-Que lindo eres de cerca-hablé suavemente mientras acariciaba su cabello.
-Lo sé-habló egocéntrico poniendo una sonrisa en su rostro lo cual me hizo reír.
-¿porque tu padre nunca está en casa?-pregunté suavemente y él suspiró tranquilo-no necesitas contestar si no quieres-me apresuré a hablar.
-Está bien-soltó una pequeña risa, comenzó a mover sus dedos con suavidad sobre mi cintura y me estremecí un poco-los medicamentos y cosas en general que mi madre necesitan salen muy caros, mies hermanas obviamente no pueden trabajar y ellos insisten en que yo lo haré, que sólo debo concentrarme en estudiar, asi que si...trabaja tanto porque él trae el único dinero a esta casa-asentí suavemente y acaricié su barbilla.
-Está bien, eso es lindo-asintió suavemente-¿cuantos años tienen tus hermanas?-rió.
-¿qué te ocurre hoy?-me miró-¿has venido curiosa?
-Oh, lo lamento, no quería molestarte ni nada-su risa me interrumpió.
-Summer, está bien-aseguró-Svea tiene doce años, y Esther tiene diecisiete-asentí-¿algo más detective?-solté una risa y luego negué.
-Está bien, no haré más preguntas.
Apoyé mi cabeza en su pecho y cerré mis ojos con suavidad mientras sentía la tranquilidad apoderándose de mi cuerpo, la cosa fue tanta que sin siquiera notarlo caí dormida.
***
Los gritos de una niña me hicieron abrir los ojos con lentitud. Estaba en una habitación poco familiar y todo estaba obscuro, sólo se veía la luz de fuera de la habitación entrar levemente por debajo de la puerta. Comencé a ponerme nerviosa pero luego recordé que estaba en la habitación de Jonah y me calmé...esperen...¡Jonah!
Cuando intenté moverme sentí un fuerte brazo rodeando mi cuerpo. El chico tenía su brazo por mi cintura y su mano terminaba debajo de mi pegándome completamente a él, su otro brazo estaba por debajo de mi cabeza y debo de aceptar que se estaba muy cómodo, mis piernas estaban flexionadas al igual que las de él las cuales estaban pegadas a mi, cuando me moví y sentí a su amigo sobre mi trasero me sentí algo incómoda y seguramente me sonrojé.
Pasé mi mano por su brazos y lo acaricié suavemente, él se movió un poco y me liberó. Yo me moví y me giré para mirarlo, este tenía su cabeza hacia arriba pero con los ojos cerrados y una de sus manos apoyada en su frente. Acerqué mi mano y acaricié con suavidad su mejilla.
-¿Ya es de noche?-preguntó con la voz ronca.
-Aparentemente.
-¿Quieres que te lleve?-preguntó abriendo sus ojos levemente.
-¿Porque mejor primeros terminas de despertar?-pregunté sonriendo tiernamente.
Él asintió y soltó un gran bostezo, miró el reloj en su muñeca y luego algunos segundos intentando descifrar que hora era maldijo.
-¿Qué pasa?
-Es muy tarde-advirtió-¿tú padre se enojara?
-No lo creo-intenté restarle importancia pero la verdad esperaba que no.
-Hablando de padres-se sentó-creo que mi padre ya llegó.
Me sonrojé un poco y él se giró para verme.
-Puedo volver a mi papel de antipático y pedirle que se quede en la cocina-negué.
-No necesitas pedirle eso-asintió suavemente.
-¿quieres salir ahora?-hice un movimiento con mis hombros y él rió-pues si no quieres ni vamos.
Se giró hacia mi y abriéndose paso entre mis piernas apoyó su cuerpo sobre mi sin dejar caer todo su peso. Yo enredé mis brazos en su cuello y mis piernas a su cintura pegándolo un poco más a mi. Separó un poco su rostro y luego de regalarme una sonrisa comenzó a besarme, al principio había sido algo lento, pero luego de dejarle paso a su lengua dentro de mi boca se tornó un poco más intenso. Comencé a jugar con su cabello y el acariciaba mi cintura con detenimiento. Se escuchó otro grito fuera de la habitación que aparte de asustarnos hizo que Jonah se separara y me mirara con la respiración algo agitada.
-Mejor vamos-asentí suavemente.
Intentó incorporase pero me quedé enganchada a él, soltó una risa y con algo de dificultad se incorporó conmigo aún colgada a él. Se tomó el atrevimiento no de tomar mis muslos, sino llevar sus manos hacía mis trasero y levantarme un poco desde ahí.
-¿Estás cómoda?-asentí sin separarme-genial, pero no creo que quieras que salga contigo así-negué.
Separé mi cabeza y luego de darle un corto beso me bajé y recién allí noté que su ojo ya estaba mucho mejor, ya no estaba hinchado (o al menos no tanto) y el color intenso había disminuido un poco.
Tomé mis cosas y luego de que Jonah volviera a preguntar abrió la puerta haciendo que ambos cerráramos los ojos con fuerza cuando la luz del pasillo chocó con nosotros. La pequeña Svea pasó corriendo con rapidez y fue seguida con Esther la cual la seguía riendo.
-Suelen ser así-comentó Jonah y yo asentí.
Tomó mi mano y caminamos con tranquilidad hacia el piso de abajo, miró por le ventana y luego asintió mirándome.
-Mi padre está aquí, ¿quieres saludarlo o sólo nos vamos?
-¿Cómo voy a irme sin saludar a tu padre?-pregunté incrédula y luego tomó rumbo hacia la cocina.
Allí vi aun hombre parado que cuando Jonah lo llamó y este se giró noté el para nada disimulado parecido que ambos tenían, me mostró una sonrisa en una expresión de cansancio y yo sonreí.
-Hola, hijo-habló suavemente pero luego de ver el rostro de Jonah su semblante cambió a uno preocupado-¿Qué te pasó?
El chico se acercó y besó su mejilla e hizo un movimiento de cabeza restandole importancia a la pregunta.
-No importa-luego se giró y ambos me miraron.
-Hola-su padre me extendió la mano-soy Timothy-estreché su mano.
-Summer-hablé tímidamente.
-Ella es mi novia-se apresuró a hablar Jonah haciendo que me pusiera completamente roja y el padre lo mirara impactado.
-¿Novia?-asintió acercándose a mi y pegándome a él desde la cintura-Pues...los felicito chicos-no se notaba tan real su tono de voz-Yo, iré arriba ¿sí?-Jonah asintió-fue un gusto conocerte, Summer-asentí.
-Igualmente-le regalé una sonrisa y luego se fue.
Jonah se alejó y tranquilamente se fue, lo seguí con rapidez y saludé a sus hermanas con la mano al verlas sentadas en la mesa de la sala, Jonah caminó rápido al auto y entró sin siquiera esperarme, corrí hacia allí y me metí poniéndome el cinturón.
-No creo que tu padre se haya emocionado mucho con la noticia-se encogió de hombros.
-Tampoco es algo que me importe la verdad-hizo una mueca y yo asentí prefiriendo no entrar mucho en ese tema.
-Podríamos hacer esto más seguido-elevó una ceja sin sacar la mirada de la calle.
-¿Que cosa?
-Vernos más, y tener tardes así-sujeté su mano y la acaricié suavemente.
-Podríamos-sonrió y me sentí satisfecha con su reacción.
°°°°
Disculpen la demora con este capítulo jeje
E entrado en mis exámenes finales y escribir se me está dificultando mucho, pero espero que les esté gustando❤
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