Demoré un buen rato en llegar a mi casa, pero una hora después finalmente estaba doblando en la última calle, a unas casas de la mía.
Me dolían los pies y sólo quería meterme en mi cama hasta la mañana siguiente. Había sido un día del asco, nunca debí haber aceptado esa maldita cita con Daniel porque estaba completamente segura de que traería problemas.

Unas casas antes de llegar comencé a buscar las llaves por mis bolsillos, un auto particularmente familiar captó mi atención, estaba estacionado en la casa de en frente a la mía. Suspiré frustrada y puse mis manos sobre mis caderas mirando al coche esperando a que el chico bajara de una maldita vez.

La puerta del piloto se abrió y lo vi salir, rodé los ojos y rogué por encontrar mis llaves rápido pero no lo logré y él llegó antes.

-hola...

Susurró llegando junto a mi.

-¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres?

Se mantuvo en silencio un buen rato, rodé los ojos y junte paciencia para no comenzar a insultarlo.

-Si vienes a hablar del maldito proyecto mejor ni te molestes y vete-Jonah negó rápido.

-no quiero hablar de eso-me miró nervioso-te traje esto.

Movió su mano que tenía detrás de él y me mostró un algodón de azúcar que traía en la mano.

-es para ti-aseguró extendiéndolo-lo lamento yo...no se como hacer esto porque la verdad nunca lo había hecho-se rascó la nuca suspirando-es todo muy complicado ¿Si? Aunque tal vez no parezca o no lo veas ahora intento protegerte, intento evitarte problemas Summer.

-¿de qué demonios hablas?

-Sobre ''nosotros'', y lo que pasó hace unos días-rodé los ojos.

-Me dejaste muy en claro que no quieres tener ningún tipo de relación conmigo, bien, si eso quieres pues cumplelo-me giré para entrar pero me detuvo jalando mi brazo.

-por favor-susurró-los chicos...ellos...-suspiró negando.

-sigue hablando-hablé firme. Al fin estaba dándome algún tipo de explicación y quería escucharla completa.

-e tenido problemas con los chicos antes ¿bien?

-espera-lo detuve confundida-¿Que chicos?

-Daniel, Corbyn y esos-asentí algo impactada.

Los chicos antes parecían muy unidos pero luego todo se torno obscuro para ellos, parecía que se habían olvidado de Jonah o él se había olvidado de ellos, Pero simplemente dejaron de verse, dejaron de hablarse...sólo dejaron todo.

-La cuestión es que no tengo ningún tipo de buena relación con ellos, con ninguno, en especial Daniel-tragué duro y me tensé un poco-Luego pasó lo del estúpido proyecto y tu llegaste con su perfecta sonrisa y tu buen humor contaste y me hiciste cambiar mi perspectiva de vida.

Me vi obligada a apretar mis labios para no sonreír y mis mejillas estaban al borde de explotar, por lo que agradecía la leve luz de luna.

-Ellos son unos malditos idiotas que lo único que quieren es arruinar mi vida-rodó los ojos-vi como Daniel se acercaba a ti y eso me molestaba muchísimo, intenté que se alejara pero el imbécil nunca sabe cuando parar-negó frustrado-me vi obligado a alejarme de ti Summer y en verdad lo siento mucho por eso.

-¿porque? ¿ellos te dijeron que lo hicieras?-asintió-¿y porque les haces caso?-pregunté indignada.

-No sabes toda la historia ¿si?-intentó hablar tranquilo-las cosas son complicadas con ellos y tienen muchas cosas en mi contra ¿bien? no quería que te metieran en medio, me dijeron que me alejara o tu estarías en medio y no quería eso-comencé a negar impactada-Daniel se enteró del maldito beso y no tuve otra opción que alejarte-se encogió de hombros-lo lamento, en verdad lo lamento.

-Y si todo eso es verdad...¿porque vienes ahora?

-Porque me harte de eso-sus ojos se expandieron y no pude evitar soltar una pequeña risa al causarme gracia su expresión-Ya no quiero estar reprimido por esos idiotas, me gustas Summer, me gustas mucho-sentí un cosquilleo por todo mi estómago-y no me importa si eso me hace ganarme algunos golpes por parte de Daniel o cualquiera de ellos, quiero estar contigo-habló sincero-me ayudaste cuando nadie quiso hacerlo, aunque ni siquiera lo hayas notado-mordió su labio nervioso-por más que te intenté alejar mil veces tú aún seguías aquí super insistentes y no se porque demonios hizo crecer interés en ti.

Me quedé inmóvil en mi lugar y las palabras se transformaron en viento al volverse invisibles y para nada audibles. Jonah esperaba que dijera algo pero simplemente no podía, nada salía y eso me hacía sentir aún peor.

-No debes corresponder de la misma manera-negó-sólo quería que supieras la razón por la que me alejé, no quería que me odiaras o algo parecido.

Hubo otro largo silencio.
¿Yo era estúpida? por supuesto que lo era.

-Bien, creo que mejor es hora de irme-metió las manos en los bolsillos de su pantalón y se giró lentamente para comenzar a caminar.

Sentí un golpe a mi cerebro y fue cuando reaccioné gracias a un movimiento de cabeza.

-También me gustas.

¿Enserio? podías decir mil cosas, ¿y debías decir eso? ¿donde está mi trofeo por la estúpida del día?

-¿qué?-Se giró lentamente mirándome confundido.

-Que también me gustas-me encogí de hombros caminando hacía él-desde hace tiempo...la verdad-me reí nerviosa.

Suspiró y una gran sonrisa marcó su rostro.

-¿es enserio o lo dices por lastima?

-¡es enserio!-exclamé y él rió.

Ambos nos mantuvimos en silencio mandándonos miradas nerviosas y graciosas.

-¿ahora que?-ambos reímos ante su comentario-¿debemos besarnos? ¿te preguntó si quieres ser mi novia?-preguntó confundido y yo reí negando.

-No lo sé, haz lo que quieras.

Me tambalee en mi lugar gritando internamente con todas mis fuerzas que quería que me besara.

-¿Lo que quiera?-arqueó una ceja acariciando mi mano con lentitud.

-Lo que quieras-aseguré en un susurro.

Me atrajo desde mi mano y la dejó sobre su nuca, sujetó mi cintura y me apegó a él para luego juntarnos en un muy tierno beso. Sonrió a la mitad de este y no pude evitar hacerlo también. Al separarse pegó nuestras frentes y luego me dejó un beso sobre esta.

-Ahora si, ¿te gustaría ser mi novia?-me reí ante su tono tierno.

-Claro que si-aseguré sonrojada.

No estuvimos mucho rato más allí, hubieron algunos besos más pero luego Jonah tuvo que irse, se estaba haciendo tarde y tenía cosas que hacer en su casa.
Cuando entré a la mía mi padre dormía, le dejé una nota junto a él anunciándole toda la situación con Jonah y los nuevos avances. Sabía que se pondría feliz por mi aunque luego no pudiera recordarlo.