57

La noche terminó en un pequeño festejo en casa de los Hansen a pesar de lo que había sucedido; así que ahora todos estábamos reunidos en el jardín disfrutando de una parrillada improvisada en mi honor.

Seth corría por el jardín junto con Oli para no ser atrapados por Val, quien fingía ser un monstruo que los mataría de cosquillas y luego los arrojaría al agua. Por su puesto los niños realmente se apegaban a sus papeles de víctimas ya que realmente corrían horrorizados.

Gordon estaba teniendo una plática amena con el señor Mazella mientras asaban carne y por otro lado estaban Dinah, Milika y Normani, quienes estaban alucinadas observando a Lauren haciendo reír a Jackson.

- Hola. - saludó tímidamente Maddison sentándose a mi lado en la orilla de la alberca

- Hey, ¿dónde has dejado a Ashton? - hasta hace unos minutos ambos habían estado sentados en la mesa hablando con todos los demás, sin embargo ahora no veía al prometido de Maddison por ningún lado

- Recibió una llamada de su madre y ahora está afuera hablando con ella. - respondió restándole importancia

- Así que... ¿cuándo piensan ponerle fecha a la boda? - pregunté con curiosidad para evitar que nos envolviera un silencio incómodo

- No lo sé. Planear una boda es muy difícil, ¿sabes? - negué - Bueno, espera a que le pidas matrimonio a Lauren y ya verás de lo que te hablo.

- Lo haré en navidad.

- ¿Qué?

- Voy a pedirle matrimonio en navidad. - confesé - ¿Consideras que es muy pronto para hacerlo?

- No, por su puesto que no. Bueno, eso depende de ustedes. ¿Estás segura?

- ¿De qué?

- ¿De querer casarte?

- Por su puesto. Estoy absolutamente segura que quiero que sea mi esposa, estoy segura que quiero que tengamos una casa y vivamos juntas, estoy segura que quiero hacerle el amor todas las noches del resto de mi vida y que quiero verla cada mañana al despertar. Estoy segura que quiero toda una vida a su lado. - miré a lo lejos como mi novia le daba pequeños besos al hijo de Normani y suspiré con anhelo - Quiero que sea mi mujer. Mía y de nadie más.

- Vaya, estás muy enamorada.

- No tienes una idea de lo mucho que lo estoy. - sonreí - Esa mujer de hermosos ojos color verde me tiene absolutamente a sus pies.

- Entonces, ¿ya tienes el anillo? - me preguntó chocando su hombro con el mío de forma juguetona

- Ashton me acompañó a comprarlo. - comenté observando cómo él castaño aparecía nuevamente en el jardín - Hmmmm, ¿Maddison?

- ¿Sí?

- Me preguntaba si, bueno, solo si ustedes quieren, porque si no quieren no puedo obligarlos a nada, sin embargo me haría sentir bien que si quisieran, ya sabes, sería importante y así y no es que busque su aprobación pero va a ser un momento especial y que estén presentes estaría bien, pero si tienen algo importante que hace juntos ese día yo puedo entenderlo y creeme que... - me detuve al oír la risa de Maddison - ¿Qué es gracioso?

- Papá también hace eso cuando está nervioso. - sonreí tímidamente al oír eso - De todas las cosas que pudiste heredar de él tenías que heredar la manía por divagar. - rió

- Culpa de la genética, supongo. - me encogí de hombros

- Sí, puede ser. - me miró unos instantes a los ojos y suspiró - Camila, quería agradecerte por lo que pasó en el Palace, yo de verdad...

- No lo hagas incómodo. - dije interrumpiendo su posible discurso al instante - Solo deja que me acostumbre un poco a ello.

- Oh, está bien, comprendo.

- Bien. Bueno, yo quería saber si a ti y a  tu familia les gustaría pasar navidad conmigo... - dije rápidamente en un acto de valentía - Haré una cena y bueno, en ella le pediré a Lauren que se case conmigo y pues, ¿irían?

- Hay que recuperar el tiempo perdido. - comentó casualmente - Papá estará contento de saber que nos has invitado a tu cena navideña. Igual nues... mi hermano. - corrigió rápidamente

- Nuestro, Madd, nuestro. - contesté antes de levantarme y dejarle un beso en la mejilla - Iré a ver a tu hermosa cuñada. - una enorme sonrisa apreció en su rostro y sus ojos se adquirieron un brillo especial

- Gracias, Camila.

- A ti, Madd. - le sonreí por última vez y me di la vuelta para caminar hasta donde estaba mi pelinegra

- - - - - -

(N/A: Lauren P.O.V)

Traté de estirarme en la cama pero un brazo en mi cintura me lo impidió.

- No te muevas, mi amor. - sonreí al oír la voz ronca de Camila

La fiesta improvisada por el show que dió Camila en el Palace terminó más o menos como a las cuatro de la madrugada, que fue cuando Normani y Valentín se fueron.

Era tan tarde que Camila no me dejó irme a mi departamento, así que luego de desearle una buena noche a todos ella me llevó a su habitación.

Como siempre, para dormir no use nada más que una playera que Camila me prestó en esos instantes; a ella le encantaba que yo usará su ropa como pijama y a mi definitivamente me encantaba el doble. La ropa de Camila siempre tenía ese aroma característico de lavanda, cosa que me volvía loca ya que era exactamente a lo que olía ella, y por esa razón amaba usar su ropa.

- Camila. - la llamé tratando de que se despertara, necesitaba ir al baño y no podía levantarme ya que su agarre en mi cintura estaba firme - Cielo.

- ¿Hmmmm?

- ¿Podrías soltarme? Necesito ir al baño un momento. - pedí

- No quiero. - respondió - Me gusta abrazarte, eres suave.

- En verdad necesito ir.

- Pff. - quitó su brazo de mi cintura y lo colocó encima de sus ojos - No te tardes, por favor.

- No lo haré. - antes de levantarme dejé un beso en sus labios y después me dirigí al baño

En todo lo que llevábamos de relación solo me había quedado en su habitación de la casa de los Hansen como cuatro veces, cinco con esta, y eso solo me hizo pensar en una cosa. ¿Qué me diría Camila si yo le pidiera irse a vivir conmigo? Mi departamento era espacioso, lo suficiente para dos personas.

Me observé detenidamente en el espejo y le sonreí a mi reflejo.

- Ella aceptará. - me dije a mi misma

Camila se la pasaba la mayor parte del tiempo en mi departamento y normalmente se quedaba a dormir conmigo en lugar de irse a su casa, así que prácticamente ya vivíamos juntas, o al menos eso podría decirse ya que incluso ella tenía ropa suya en mi closet y una copia de las llaves del departamento.

Antes de salir del baño enjuague mi rostro y cepille mis dientes.

- Camila, ¿te dormiste? - pregunté cuando regresé a la cama - Necesito hablar contigo sobre algo.

- Y yo necesito que te acomodes, me abraces y duermas. - respondió

Me recosté sobre su pecho y enrede mis piernas con las suyas.

- ¿Ya? - levanté la mirada un momento y la ví sonreír y asentir - ¿No crees que deberíamos levantarnos, cielo? - negó - ¿Por qué no?

- Quiero estar todo el día junto a ti en la cama. - abrió los ojos y me miró con una sonrisa traviesa - Podemos ver películas o hacer arder el lugar.

- Mmmm, me gusta más la segunda opción. - me subí encima de ella

- Te ves preciosa con mi ropa. - comentó - Pero, ¿sabes cómo te ves aún más preciosa?

- ¿Sin ella?

- Iba a responder que gimiendo mi nombre y retorciendote debajo de mi, pero esa también es una buena respuesta. - abrí la boca con sorpresa, a veces realmente me sorprendía de las cosas sucias y sin pudor que podían salir de su boca

- Camila. - me quejé golpeando levemente su abdomen - ¿No podías simplemente responder que sí?

- ¿Y mentir? No, mi amor, lo siento. - sonrió como una niña traviesa - Ven acá, déjame besarte.

Me incliné hasta llegar a sus labios y me dejé besar. Sus labios se movían sobre los míos de forma lenta y deliciosa, su lengua dibujo el contorno de mis labios para pedirme permiso de entrar y así lo hice, abrí mi boca y gustosa la recibí.

- ¡Camila, deja de meterle mano a Lauren y bajen a desayunar! - gritó Dinah desde el otro lado de la puerta haciendo gruñir a mi novia

- Juro que la voy a matar.

- No, no lo harías. - la besé por última vez y me quite de encima de ella

- ¿Qué haces? No te vayas, ven. - pidió con un puchero en sus labios

- Anda, vamos a desayunar. - saqué unos pans de sus cajones y me los puse - A parte, después tenemos que irnos a casa de mi papá.

- ¿Por qué? - se quejó

- Es domingo, cielo, recuerda que los domingos son sagrados para mí familia y tenemos que estar reunidos.

- ¿No puedo quedarme aquí?

- No, ya eres parte de la familia y no puedes hacerle eso a tu suegro y cuñados. - la ví sonreír

- Está bien, aceptaré. - me aventé encima de ella y comencé a llenar su cara de besos - Tienes suerte de ser linda. - besé sus labios - También tienes suerte de besar muy bien.

- También se moverme muy bien, así que agregarlo a la lista de la suerte. - le guiñé un ojo y después comencé a reír al ver su cara

- Chica lista. - se levantó de la cama y buscó una playera; ella a diferencia que yo, solo dormía con unos pantalones de pijama y con un brasier deportivo - Oye amor, antes de ir con tu familia, ¿podemos pasar a una tienda de ropa?

- Claro, ¿para qué?

- ¿Para qué? ¡El miércoles es tu cena! Necesito algo elegante. - tomé su mano y salimos de su habitación

- Siempre eres elegante, cielo.

- Y estúpida, no olvides lo estúpida. - dijo Dinah con burla - De hecho, estudios demuestran que su estupidez es proporcional a su estatura.

- Y estudios demuestran que tu cabello es del mismo color que el de los tintes baratos de la farmacia. - contraatacó mi novia haciéndome reír

- ¡Es natural, estúpida!

- Eso diría una rubia mal teñida.

- Mal teñida voy a dejarte yo, idiota. - le gritó y ambas comenzaron a discutir y corretearse

Me quedé un momento viéndolas pelear pero luego oí a mi estómago reclamar un poco de comida así que las dejé a las dos y baje a la cocina y me dispuse a desayunar con Seth, Gordon y Milika.

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N/A:

Sábado con S de "subiré dos capítulos el día de hoy"

1/2

🌹❤.

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