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N/A:
No tengo que informarles siempre, pero realmente no puedo editar los capítulos por alguna razón, así que sorry si se pierden en algún momento.

Disfruten.

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Mi tiempo de recuperación fue bastante lento para mi gusto. Estuve aproximadamente un mes y medio acostada en la cama de mi habitación.

Dinah, Milika y Lauren se habían tomado muy en serio eso de cuidarme, y no me quejaba al respecto, pero a veces los cuidados eran tantos que no me dejaban respirar con tantas atenciones. Con decir que no podía nisiquiera estornudar sin tener a las tres al pie de mi cama preguntándome si me dolía la herida. Era muy raro ver a las tres por separado, y eso era lo que más me irritaba, porque nunca podía estar a solas con mi novia.

Afortunadamente todo eso ya era cosa del pasado y actualmente ya podía caminar como si nada hubiera sucedido. Aunque debo admitir que la mayoría del tiempo cuando estaba en el departamento de Lauren fingía dolor para tenerla todo el tiempo sobre mi dándome cariño, como ahorita.

¿Qué puedo decir? Soy una aprovechadora que solo quiere recuperar el tiempo perdido con su dulce y hermosa novia.

- Dame más besos, mi amor. - hice un puchero cuando se levantó de la cama y caminó hasta su baño

- Nada de besos, ¿ya viste la hora que es, cielo? tenemos que arreglarnos.

- ¿Arreglarnos? - me recargué de espaldas en el cabecero de la cama - ¿Por qué debemos arreglarnos?

- Lo olvidaste, ¿cierto? - salió del baño para colocarse frente a la cama observándome seriamente con las manos en su cadera - Camilaaa - se quejó - Hoy es la boda de Matt.

- Rayos, es verdad. - susurré para mí misma - No lo olvidé, amor, lo juro. - me levanté rápido de la cama para acercarme a ella y envolví mis brazos en su cintura cuando se quiso alejar

- Camila, he hablado de la boda de Matt prácticamente por dos semanas enteras. - dijo seria

- Lo sé, lo sé. - me incliné y capturé sus labios con los míos por unos segundos - Sé que es muy importante para ti.

- Bueno, voy a presentarte oficialmente a mi familia. Debería ser importante para ti también. - abrí los ojos de golpe al recordar la gran idea de mi novia de presentarme finalmente al ejército que tenía de hermanos y al intimidante hombre que tenía como padre; sin embargo tuve que quitar rápidamente mi cara de sorpresa para que ella no se enterará de mi miedo

- También es importante para mí. De hecho, es tan importante que hace tres días fui con Dinah a comprarme un seguro de vida. - bromeé un poco

- Eres tan tonta a veces. - rió - Te amo tanto. - me besó - Prometo que no te harán nada malo, cielo. Ahora ven, hay que arreglar la ropa y bañarnos porque debemos estar temprano en la iglesia. - tomó mi mano y nos arrastró a su gran armario - Te compre algo de ropa, muy a tu estilo. Espero realmente que te guste.

- Todo lo que venga de ti me encanta, pero hablemos de algo más importante. - la ví mirarme con curiosidad - Acabas de decir hace unos segundos que debemos tomar un baño, ¿el baño nos incluye a las dos juntas o debemos hacerlo por separado? - subí y baje mis cejas acompañadas de una sonrisa muy traviesa haciendo que mi novia se pusiera totalmente roja

No es que estuviera urgida, lo juro, pero la sola idea de tener el cuerpo desnudo de mi novia entre mis manos era tan atractiva que me la había pasado haciendo este tipo de comentarios durante semanas.

- Me temo que vas a tener que bañarte sola, sin embargo... - pasó sus manos por mi abdomen y luego se levantó de puntitas para alcanzar mi mandíbula - Después de la boda podríamos bañarnos juntas. - murmuró sobre mi piel haciéndome delirar

- Dios mío, sí. - dije tan pronto nos imaginé a ambas en la ducha - ¿Cuánto tiempo tarda una boda, mi amor? ¿Podemos irnos temprano? - pregunté haciéndola reír

- Tiene algo de tardado, pero vas a disfrutar de la boda. Te aseguro que no es como la boda de Will y Ally.

- Demasiada miel. - hice una mueca al recordar lo acaramelada que fue esa boda - ¿Ellos irán?

- Claro, Will es mejor amigo de mi hermano, igual que Val.

- Bien, eso significa que cacahuatito y cacahuatito bebé irán a la fiesta.

- Nada de molestar a Normani, Camila, por favor. Últimamente está más temperamental que nada.

- Te diría que es el embarazo, pero ella ya era temperamental desde antes. - reí - Hmmmm. - me quedé callada por un momento abrazada al cuerpo de mi ojiverde - Cariño. - le hablé

- ¿Sí?

- Cuando tengamos bebés, ¿prometes no ponerte como Normani? - mi novia se separó de mi rápidamente para mirarme con la boca abierta - ¿Qué?

- ¿Q-quieres ten-tener hijos conmigo?

- Y casarme contigo también. Quizá comprar una casa para ambas, pero antes debo de ahorrar. Por su puesto todo esto son metas a futuro, digo, aún tenemos mucho que descubrir de nosotras como pareja. Te amo, me amas. No sé tú, pero yo sí quiero pasar el resto de mi vida contigo. ¿Podríamos buscar un donante que se parezca a mi cuando hagamos el tratamiento para que quedes embarazada? Sinceramente me gustaría ver pequeñas versiones de nosotras corriendo por ahí. Uh, ¿y sabes que también estaría bien? Adoptar un perro. Siempre quise un perro. Los del orfanato ...

- Camila, Camila. - me interrumpió - Mi amor, cielo, mi vida, mírame. - tomó mi rostro entre sus manos - Te amo con todo mi corazón. - sonreí

- - - -

Básicamente tardamos dos horas completas en arreglarnos, bueno, yo solo me tardé media hora, quien se tardó las dos horas enteras fue Lauren, así que estuve aburrida todo el tiempo viendo la tele mientras ella terminaba, sin embargo cuando ella salió de su habitación y entro a la sala me di cuenta que esas dos horas habían realmente valido la pena.

El vestido rojo de mi novia era el vestido más sensual del mundo entero, y literalmente era un imán para mis manos porque todo el tiempo en el carro y en la iglesia no pude dejar de pasear mis manos por su delicioso y magnífico cuerpo. Lauren se veía tan jodidamente caliente que por un momento consideré la idea de raptarla y llevarla conmigo al hotel donde habíamos dormido por primera vez juntas, pero luego me percaté que esa idea era demasiado cavernícola y que posiblemente sus hermanos me matarían si hacia eso.

- Mira, ahí está mi papá, ven. - dijo emocionada mi novia cuando llegamos a la hacienda donde se estaba celebrando la cena de la boda

- Respira, respira, todo estará bien. Sonríe y saluda. No le tengas miedo, solo que es el padre de tu novia, no puede matarte si hay testigos. - me dije a mí misma mientras caminaba lentamente atrás de Lauren

Ví cómo mi novia abrazó a su padre y los nervios se hicieron presentes en mi estómago cuando ya me encontraba a una pequeña distancia de ellos. Mis pasos se fueron haciendo aún más lentos, yo realmente no quería llegar hasta donde estaba mi suegro pero mi ojiverde se acercó a mí y prácticamente me arrastró para que finalmente llegará y me pusiera frente a Michael Jauregui.

- Papá, quiero presentarte a Camila, mi novia. - tragué en secó al ver como el hombre fortachon me miraba

- Es un gusto poder conocerte por fin en persona. Matthew y Lauren me hablaron mucho de ti. Sobre todo Matthew cuando estabas en el hospital porque mi hija es un poco más reservada, al parecer tiene miedo de decir algo que me haga matarte. - rió un poco haciendo reír también a Lauren, pero yo solo sonreí casi forzosamente por miedo - Estoy bromeando. Si te mató mi hija es capaz de matarme y no quiero eso, sin embargo ten cuidado, Cabello. - advirtió - Ahora ven, dale un abrazo a tu suegro. - extendió sus enormes brazos a los lados y yo caminé torpemente hacia el - Quiero ver tus manos alejadas del cuerpo de mi hija durante la fiesta. Nisiquiera pienses en tocarla como lo hiciste en la iglesia. - susurró a mi oído mientras me abrazaba fuertemente

- Papá, ya. La estás asfixiando. - la ojiverde alejó a su padre de mi y le agradecí mentalmente por eso

Juro que ese hombre tenía planeado romperme la columna con ese abrazo mortal digno de una boa.

- Tendré mis ojos en ti. - dijo antes de acercarse a su hija y abrazarla - Iré a ver a tu abuela, está sentada por allá. - le dijo a Lauren señalando a una señora de vestido blanco - Nos vemos por ahí, cuidense. - dió la media vuelta y finalmente desapareció entre todo el tumulto de invitados

- Oh por dios, casi muero. - susurré para mí misma soltando todo el aire que tenía contenido

- Bueno, fue mejor de lo que imaginé.

- ¿Mejor? - no quería ni imaginarme cómo le había ido a sus ex novios

- Sí, mejor. Ahora ven, vamos a nuestra mesa, Val y Mani nos están esperando. - entrelazó nuestras manos y comenzamos a caminar juntas en dirección a nuestros amigos

O bueno, eso estábamos haciendo hasta que me detuve de golpe al ver a como Daniel Mazella acompañado de una mujer de vestido gris, entraba tranquilamente saludando a tres de los hermanos de mi novia.

No, no lo odiaba, ni a él ni a Maddison. Pero aún estaba dolida con ellos y por esa razón no los había vuelto a ver desde que nos ingresaron al hospital a los tres.

Aún se me hacía muy difícil ese tema de tener familia, pero poco a poco iba digiriendo mi historia. Mientras estaba en recuperación Lauren me había ayudado a investigar más sobre mi, y fue entonces como el abuelo de Bárbara Estrabao llegó a mi vida.

El señor Estrabao se encargó de contarme cosas que nadie sabía, nisiquiera Bárbara o Isaac. Al parecer quienes habían ido por Sinuhe al hospital cuando "murió" no habían sido sus padres, si no más bien los padres de Isaac, o sea Alejandro y Diana Cabello, quienes se habían encargado de drogarla para poder sacarla del hospital sin que estuviera llorando por su bebé, o sea, por mi.

También me contó que ellos trataron de deshacer todos los recuerdos que Sinuhe tenía sobre su embarazo pero que con el paso del tiempo, mientras su hija cayó en un estado de locura mental y fue entonces cuando pequeños recuerdos míos llegaron a su mente y fue ahí cuando arregló su testamento para dejarme un poco de las acciones de su trabajo, cosa que fue en balde porque Bárbara la había hecho firmar un testamento nuevo, el cual había perdido validez hace poco gracias a los abogados del señor Estrabao, haciendo que yo tomara no solo posesión de una propiedad, si no que también recibiera una suma de dinero del seguro por su muerte y acciones de la empresa familiar.

Cabe destacar que con ese dinero me volví socia de los Hansen por invertir en sus restaurantes y pagué por completo el tratamiento de Milika; también me compré ese carro que tanto deseaba y el resto del dinero lo metí en el banco del estado.

Finalmente después de todo aquello del testamento y el dinero del seguro, jamás volví a tener contacto con el padre de Sinuhe Estrabao, así que continúe con mi investigación sin ayuda del simpático señor.

Lauren me acompañó a Washington nuevamente el fin de semana pasado para visitar la tumba de mi madre y debo admitir que fue un poco difícil para mí estar ahí, pero al final pude pararme frente a su tumba y decirle que la perdonaba, pero que también ella debía perdonarme a mi por sustituir el cariño que ella nunca me dió con otra figura materna.

Ese día tuve una larga charla con mi madre biológica, y luego cuando regrese a Nashville tuve otra con mi madre postiza; Milika.

Todo está bien en mi vida a excepción del tema de mi padre biológico y mi media hermana que aún estaba internada en el hospital.

Lauren me dijo que en algún momento debía de hablar con el padre de Maddison, pero yo simplemente prefería mantenerme lejos; mi idea era que Maddison despertará y encararla primero a ella que a su padre. Pero para eso realmente necesitaba que ella se recuperará del balazo en el pecho y por eso le supliqué a Matt, el hermano de mi novia, que se encargará personalmente de su recuperación.

- Deberías hablar con el, cielo. - dijo la ojiverde al percatarse donde estaba mi mirada - Vamos, es momento.

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Bonito domingo.

🌹❤.

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