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La habitación se fue oscureciendo mientras el día le daba paso a la noche por la ventana. Había estado abrazada a la ojiverde por cuatro horas y aún así quería continuar en la misma posición, pero Normani le había hablado a Lauren para avisarle que nos invitaba a cenar en casa de su abuela, así que tuvimos que levantarnos de la cama.
- Te ves un poco extraña de esa forma. - me dijo cuando salí del baño
- ¿Me veo mal?
- No. - rió un poco mientras se levantaba de la cama y caminaba hasta colocarse frente a mi - Te ves demasiado guapa. Pero jamás te había visto vestida de esta forma, así que me resulta un poco extraño.
- Es similar a lo que use el día de la boda de Will y Allyson. - hice una mueca al recordar cómo tuve que ir vestida esa noche a la ceremonia
- Claro que no. Ibas diferente. - posó sus manos en mi abdomen acariciando la tela de mi camisa - Tenías un estilo más tuyo. Llevabas unos skinyjeans negros.
- No me parecía cómodo usar pantalones de vestir. - reí
- ¿Te sientes incómoda ahorita?
- Un poco.
- ¿Y por qué los estás usando?
- Dinah dijo que debía...
- ¿Quién es Dinah? - preguntó
- Una gran amiga. - sonreí - Te la presentaré tan pronto como estemos de vuelta en Nashville. - rodeé su cintura con mis brazos - También tengo que presentarte a otras tres personas aparte de ella, son importantes.
- ¿A quienes? - se levantó de puntitas y pasó sus manos por mi cuello
- Mi familia. - dije admitiendo finalmente la importancia que tenían los Hansen en mi vida
- ¿Tu familia? - me miró confundida - Pero yo creí que...
- Te lo contaré más tarde. - prometí - Ahora deberíamos ir saliendo del hotel para ir a casa de la abuela del cacahuate, ¿no crees?
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(N/A: 👀)
New Jersey, Hotel Guns
Al ver el desastre que se estaba formando en el lobby del hotel, el gerente mandó a llamar a seguridad para separar a los dos hombres que se estaban peleando.
- ¡Aléjate de ella! - gritó el castaño
- Eres un imbécil, ¿crees que será así de fácil? - escupió al suelo un poco de la sangre que se estaba acomulado en su boca - Sinuhe y tú van a pagar por lo que hicieron, te lo aseguro. Esa estúpida huérfana va a sufrir las consecuencias.
- No es una huérfana, ella me tiene a mi, Isaac, así que aléjate. - advirtió furioso mientras se jaloneaba para que los guardias de seguridad lo soltaran - Regresa de donde veniste.
- Suéltame estúpido. - se safó del agarre de quien lo sostenía - No vuelvas a tocarme. - empujó al guardia
- Señor, si no se calma me veré en la necesidad de llamar a la policía.
- No sabes con quién te estás metiendo, Daniel, y te voy a demostrar que jamás debiste acostarte con mi ex esposa. - señaló al hombre de cabellos castaños ignorando al gerente del hotel - Lo van a pagar muy caro.
Se arregló el saco y limpió la poca sangre que tenía en la boda para después darse la media vuelta y finalmente salir del hotel como si no hubiera pasado nada.
- Debo llamar a Maddison... - murmuró para que no lo escucharán y comenzó a removerse en los brazos de los guardias que aún lo sostenían - Por favor, déjenme ir. - pidió poco irritado por toda la situación
- Disculpe señor, pero luego de esta escena le ruego que no vuelva a poner un pie aquí. - dijo apenado el gerente
Daniel Mazella se aflojó la corbata cuando por fin lo soltaron e ignoró lo que le decía el gerente. ¿Y qué si ya no podía entrar a un hotel? No sé iba a morir, y de todas maneras no necesitaba de él.
- ¿Me escuchó, señor?
- Sí, sí, como sea. - recogió su saco del suelo y salió del hotel rápidamente en dirección a su casa
Tenía que hablar urgentemente con Maddison y advertirle del peligro que corría su hermana.
(N/A: OMAIGAH, VAN POR LA K1000A, ¿¡Qué está pasando aquí doctor García!? 👀)
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La casa de la abuela de Normani era bastante modesta. O quizá no tanto. La verdad es que era incluso más grande que la casa de los Jauregui's.
Afuera de la casa había un oficial cuidando el lugar, así que tuve que dejarle mi identificación para poder entrar a pesar de que ya habían avisado que vendríamos de visita.
- ¿Te pasa algo? - me preguntó la ojiverde tomando mi mano
- ¿Y si no le agrado a la abuela del cacahuate? Estoy un poco nerviosa. ¿No crees que debí quedarme como estaba vestida antes? A lo mejor se asusta al verme de esta manera.
- Te ves estupenda, Camila.
- ¿Segura? Mírame, no quiero asustar a la señora. - señalé mi ropa - Me veo como si fuese a robarle su auto o algo así. Incluso creo que...
Podría simplemente acostumbrarme a que los labios de la ojiverde estuvieran sobre los míos todo el tiempo. Siendo sincera, besarme definitivamente era un buen método para hacerme callar.
Me removí un poco en el asiento del auto para buscar una posición más cómoda mientras me besaba con mi preciosa pelinegra. Lauren también comenzó moverse en su lugar, sin embargo ella fue un poco más práctica y sin despegar sus labios de los míos se pasó a mi lado y se acomodó en mis piernas sentándose encima mío.
Pasé mis brazos por su cintura para pegarla mucho más a mi y ella se engancho con sus puños a la playera negra que yo traía puesta.
- A veces hablas mucho. - murmuró cuando dejamos de besarnos
- Voy a empezar a hablar más de lo normal. - subí y baje las cejas de forma coqueta haciéndola reír
- Eres todo un caso, Camila Cabello.
- Sin embargo te gusto.
- Sí. - apoyó su frente en la mía
- Hmmm, ¿cariño?
- ¿Sí?
- ¿Podemos continuar besándonos?
Lo siguiente que oí después de hacer esa pregunta fue su hermosa risa de bebé. Y afortunadamente cuando finalizó de reírse volvió a juntar nuestros labios dándole vida nuevamente a las billones de mariposas que habitaban mi estómago.
Media hora después, luego de estar besándonos un buen rato, finalmente bajamos del auto y nos acercamos a la puerta principal de la enorme casa que había frente a nosotras. Normani fue quien nos recibió y luego de que ella y yo discutieramos un poco por el vestido que ella traía puesto, nos agradeció por llegar ya que su abuela estaba obligándola a ayudarle a cocinar, cosa que ella odiaba tanto como lo odiaba Dinah.
¿Sería una buena idea hacer que se conocieran esas dos? Chance y se volvían grandes amigas. Eran como dos gotas de agua. Ambas eran insoportablemente molestas.
- Tu abuela es una dulzura, no seas exagerada, Mani. - dijo la ojiverde abrazándose a mi cuerpo luego de oír las miles de quejas que tenía su amiga con respecto a su abuela
- ¡Esa mujer está loca, te lo juro! - se defendió - Es un milagro que no haya incendiado la cocina.
- Bueno, ahora sé que es de familia. - murmuré refiriéndome a la locura que compartían ella y su abuela
- Te oí, fenómeno.
- ¡Mani! - la reto mi ojiverde - No llames a Camila de esa forma, ya habíamos hablado de eso.
La última vez que habíamos ido a jugar bolos, les mostré a todos como podía sostener fácilmente una bola con los pies, y desde entonces Normani me llama fenómeno.
- Aguarden un momento. - dijo la morena entrecerrando los ojos ignorando el hecho de que mi pelinegra la había regañado
Nos observó de arriba a abajo por unos segundos y luego llevó una de sus manos a su barbilla.
- ¿Por qué estás abrazando a la fenómeno como si ya hubieras admitido lo que sientes por ella hace unas horas cuando te dejé en su habitación de hotel luego de que ella se desmayara? - sonreí de forma tonta al oír su pregunta, porque definitivamente ese era exactamente el motivo por el cual la ojiverde estaba enganchada a mi - ¿Es que acaso ya admitiste lo que...
- Sí, Normani. - la interrumpió - Ella ya sabe lo que siento por ella. - se apretó más contra mi enterrando su rostro en mi pecho
- ¿Y qué sientes por mí? - hice que se separara un poco de mi para poder verla con una sonrisa en mis labios
- Camila, ya te lo dije. - sus mejillas comenzaron a ponerse rojas
- ¿Se van a poner cursis? - preguntó Normani cruzándose de brazos
- Me dijiste cuando fue el momento en el que empezaste a sentir algo por mi, sin embargo no me dijiste lo que sientes por mí. - hablé ignorando a Normani
- ¿Eso significa que si van a ponerse cursis? - volvió a hablar la morena
- Pues, me gustas mucho... me haces sentir muy feliz. - sonreí aún más mientras ella comenzaba a acariciar mis brazos - Me pones muy nerviosa. Siento muchísimo amor por ti. - confesó mordiendo su labio inferior
- ¿Amor? - pregunté
- ¿Saben qué? Iré a ver si mi abuela no quemó la cocina, ustedes sigan en lo suyo, con confianza. - habló la morena desapareciendo de la sala en dirección a la cocina
- Te quiero mucho. - sus mejillas se ponían cada vez más rojas - ¿Crees que está mal etiquetarlo como amor en lugar de cariño?
- Está perfecto. - la acerqué nuevamente a mi y me incliné para rozar sus labios con los míos - Demasiado perfecto, mi amor.
- Jamás me habías llamado así.
- Bueno, trata de acostumbrarte, guapa. - besé su mejilla izquierda - Ahora que tenemos claros nuestros sentimientos puedo dejar de guardarme todo lo que he querido decirte o hacerte. - sonreí de lado por la última palabra que dije
- ¿H-hacerme?
- No tienes idea de todo lo que me pasa por la mente cuando traes puesta tu bata en el hospital. - hablé con un tono de voz demasiado coqueto
- ¡Camila! - se separó de mi y golpeó mi hombro - Estás llendo muy rápido.
- ¿Rápido? - fruncí el ceño en broma y volvió a golpearme - Ouch, amor, eso duele. - ¿de dónde había sacado tanta fuerza si tenía un cuerpo muy pequeño y delicado? era como una bebé y aún así acababa de golpearme duro - ¿O sea que no me vas a dejarme acariciarte y darte mimos?
- Mantén tus manos quietas, Camila Cabello. - advirtió - Hay que ir poco a poco, ¿sí? - pidió suavemente mientras se paraba de puntitas para tomarme de las mejillas y dejar un pequeño beso en mis labios
- Estoy a tus órdenes, mi amor.
- ¡Abuela! - íbamos a comenzar otra sesión de besos como la que tuvimos en el auto si no hubiéramos escuchado el grito de Normani acompañado de una pequeña explosión procedentes de la cocina
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N/A:
jo-di-do dios
ESTAMOS A NADA DE LLEGAR A LAS 30K!!!😱🎉
Muchísimas gracias por leer, y por tenerme paciencia en cuanto a las actualizaciones; ustedes son increíbles ❤.
🌹❤.
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