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Las palabras de la ojiverde fueron ciertas, sí hubo próxima vez. Incluso no solo fue una, fueron varias próximas veces ya que en los últimos tres meses nos habíamos apegado más. Varias veces salimos con sus amigos, y de hecho tuvimos una revancha en los bolos y en esa ocasión mi equipo ganó, sin embargo tuve que volver a comer pizza de la basura porque no iba a permitir que Lauren lo hiciera y se enfermara por ello.

Nuestras salidas regularmente eran variadas, ya que no siempre hacíamos lo mismo. En algunas ocasiones íbamos a jugar al campo de mini golf o a pasear en patines al parque que estaba por la zona residencial donde ella vivía, incluso también íbamos mucho a cenar o a comer.

Una de las salidas más épicas que tuvimos fue la vez que la lleve al billar. Ella al principio no sabía nada en absoluto, pero al final de la noche terminó siendo una experta en el juego y le quito unos cuantos dólares a muchos hombres que pensaron que podrían ganarle. Esa noche saliendo del billar fuimos a bailar con su amiga Normani y con el dentista.

Y hablando de Normani, ella es aún más salvaje de lo que imaginé. Muchas veces se controlaba de atacarme por la ojiverde, pero cuando estábamos solas siempre terminabamos haciéndonos daño una a la otra, ganándonos los regaños de Valentín y de Lauren.

Todo estaba perfecto en mi vida actualmente; Lauren y las citas no citas que tenía con ella, el trabajo y ese aumento de sueldo que nos dió Richard por el aniversario número seis del bar, Milika y el hecho de que estaba llevando bien su tratamiento, Seth y nuestras competencias en su consola de videojuegos, Dinah y Gordon con su siempre e interminable buen humor, mis salidas nocturnas con Ashlee y los chicos después del trabajo, etc

Todo estaba saliendo a la perfección últimamente y por ello no me sorprendí mucho cuando Richard me mandó a llamar la noche pasada para entregarme otro sobre amarillo.

Dentro del sobre había otra carta del licenciado ese que pedía que confirmara mi asistencia para la lectura del testamento de la mujer que nunca jamás ví en mi vida, porque al parecer el día de la audiencia estaba programado para dentro de tres días.

Pero lo que me sorprendió no fue aquello. Lo que realmente captó mi total atención fue otro mapa impreso con el mismo lugar encerrado en un círculo. "Necesitas respuestas." , era lo que decía esta vez.

- ¿Cam, estás vestida? - preguntó Dinah al otro lado de la puerta de mi habitación

Hace una semana exactamente, la muy idiota había entrado sin avisar justo en el momento en que me quitaba la toalla de baño para cambiarme, por lo que me vió desnuda. Después de ese momento incómodo ella dejó de hablarme por cuatro días a pesar de que vivíamos en la misma casa. Muchas veces Milika y Gordon le preguntaron porque me ignoraba pero ella solo se encogía de hombros y no respondía.

- Pasa. - grité luego de esconder el mapa que me habían mandado - ¿Qué sucede, Di? - le pregunté al verla

- Seth tiene cita con el dentista. - me levanté de golpe de la cama - No esperaba otra reacción. - comenzó a reír - ¿Quieres acompañarme a llevarlo?

- Sí, solo déjame darme una ducha rápida. - pedí mientras corría al armario para sacar un poco de ropa

Con el paso del tiempo aprendí a tener un poco más de confianza en mí estilo de vestir cuando se trataba de salir con la ojiverde y gracias a eso Dinah había dejado de estafarme.

- - - - - - - - -

- ¿Y cuánto dinero me va a traer el ratón? - nos preguntó Seth cuando estábamos entrando al hospital

- Bueno, eso depende. - dijo Dinah

- ¿De qué? - preguntó Seth

- Sí no te mueres antes de que te saquen ese colmillo. - contestó asustando a su hermano, quien rápidamente se quejó y se abrazó a mi

- Tranquilo, campeón. Ella solo está siendo idiota, eso es todo. - consolé - No le digas esas cosas, Dinah. - le pegué en la cabeza

- Nos lleva preguntando eso desde que salimos de la casa. Solo quería que guardara silencio un rato. - se quejó

- Sí, pero no seas tan bestia.

- Dijo la bestia que me pegó. - rodó los ojos - ¡Deja de pegarme! - gritó cuando le dí otro golpe en la cabeza al puro estilo Milika Hansen

- Te lo ganas por estúpida, Di. - llegamos al área de Odontología y rápidamente me acerque hasta la recepcionista - Hola, bellísima ...

- La doctora Jauregui está ocupada, no voy a dejar que pase esta vez a interrumpirla. - se adelantó, interrumpiéndome 

- Uh, bueno, gracias por avisarme. Pero realmente mi amiguito es el que viene a consulta con el doctor Chmerkovskiy. - dije alzando a Seth para sentarlo en el escritorio de la recepcionista - ¿Cierto, campeón?

- Cierto. Van a sacarme este diente. - abrió la boca y con su dedo señaló el colmillo superior derecho

- Nombre. - pidió

- Es ese. - señalé el nombre de Seth en su computadora, pero la señora me pegó un manotazo - Ouch.

- No toqué nada. - escuché reír a Dinah a mis espaldas y voltee a verla enojada - Ahora largo de aquí, y baje a su hermano de mi escritorio.

- Bájalo, Di. - le pedí

- En unos minutos él doctor Chmerkovskiy los nombrará. Pueden sentarse. - nos dijo a los tres, pero después se levantó para mirarme atentamente - Ni de le ocurra moverse de ahí para ir a interrumpir a la doctora Jauregui o le juro que mandó a llamar a seguridad, ¿entendió?

- Entendí. - sin embargo obviamente no iba a hacerle caso ya que en primer lugar estaba aquí para ver a la ojiverde - No se preocupe. - le sonreí

Todo el tiempo que venía al hospital, ya sea para acompañar a Milika o a Seth, siempre me desaparecía por momentos para poder ver a la pelinegra. En muchas de las ocasiones tuve que engañar a la recepcionista para poder pasar al área de consultorios, sin embargo la última vez me cachó ya que el paciente que estaba atendiendo la ojiverde se fue a quejar con la recepcionista diciendo que yo no estaba respetando su tiempo como lo indicaba la consulta.

Desde ese día no me había dado la oportunidad de regresar al hospital. O sea, había venido, pero no entrado, porque siempre esperaba a Lauren en el estacionamiento recargada en el auto de Gordon para llevarla a comer.

- Dinah. - le hablé pero no me hizo caso por estar con los audífonos - Dinah. - volví a intentar - ¡Dinah! - grité un poco golpeando su hombro

- Maldita sea, Cam. ¿qué rayos quieres? ¿no ves que estoy ocupada viendo vídeos?

- Sí, ya lo noté. - rodé los ojos - Necesito un favor, Di. - murmuré para que la recepcionista no me escuchara

- ¿Qué quieres? ¿es algo ilegal? porque si el favor es algo ilegal, mejor vete olvidando que te ayude. - dijo mientras respondía mensajes en su teléfono - Camila, deja de pegarme. - se quejó

- Entonces deja de ignorarme. - dije - Te prometo que no es nada ilegal, por favor, ayúdame.

- Está bien. ¿qué quieres?

- Quiero que distraigas a la recepcionista un rato. - iba a comenzar a quejarse pero me apresuré a hablar: - Tranquila, no se va a dar cuenta. Me levantaré y le preguntaré dónde están los baños, entonces voy a fingir que me voy en busca de ellos y es cuando tú debes levantarte y distraerla. Entonces yo regresaré y voy a caminar rápido hacia el consultorio de Lauren, ¿ok?

- Para tu carro, amiga. - dijo cuando acabe de explicarle el plan - ¿Estás loca? Nos va a cachar y entonces nos matará a las dos porque va a mandar a llamar a los guardias y Seth se va a quedar sin su consulta.

- No, no, no. No te preocupes, voy a ser rápida, lo prometo. Por favor. - me abracé a ella ignorando el hecho de que Seth nos estaba mirando raro

- ¿Para qué quieres ver a Lauren? Déjala respirar un rato, todo el tiempo estás encima de ella.

- Eso no es verdad. - me quejé

- Ayer saliste con ella, Cam. ¿para qué quieres verla? - preguntó

- Porque verla siempre es algo hermoso.

- No empieces, no quiero oír nuevamente tu discurso sobre lo bella, increíble y sexy que es la hermana de tu jefe. - rodé los ojos, mi discurso no era tan malo

- Dinah, por favor. Vamos, ayúdame. - le di un beso en la mejilla - Si no aceptas voy a continuar besándote.

- Ew, no. - trató de separarse de mi, pero no pudo ya que la tenía bien agarrada con mis brazos - Está bien, está bien, lo haré. - aceptó finalmente - Pero deja de llenarme de saliva. Guarda eso para tu sexy pelinegra.

- ¡Eres la mejor, Di! - antes de soltarla la abracé más fuerte - Bien, iré a preguntarle por el baño. Estaré detrás de la planta de ahí. - asintió

- ¿A dónde vas, Cam? - me preguntó Seth

- Va a que le revisen la garganta. - respondió Dinah burlándose de mi - ¿Cierto, Camila?

- ¿También tienes cita? - me cuestionó el pequeño que estaba viéndome

- S-sí. Pero ¿ves a la bruja de ahí? - señalé a la recepcionista y el asintió - Bueno, ella no lo sabe. Así que no vayas a decir nada, ¿lo prometes?

- Lo prometo. - sonrió

- Bien, bien. Aquí vamos. - caminé hacia la recepcionista tratando de fingir mi mejor cara de sufrimiento - Disculpe, ¿en dónde están los baños?

- Camina todo derecho y después doblas a la izquierda, ahí hay unos letreros enormes que dicen "baño". - respondió

- Gracias. - caminé hacia dónde me dijo y cuando pasé a lado de Dinah le hice señas con mi mano para que se levantara a distraer a la recepcionista

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N/A:

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