Pedido 2- 𝐒𝐭𝐚𝐧𝐥𝐞𝐲 𝐔𝐫𝐢𝐬 (🔞🔥)

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leer en color negro para mejor vista de los gráficos

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Pedido de: Nat_Uchi

Género: Romance & Smut (+18)

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Nahir Vaccari Tozier o conocida como Nashu por sus amistades, solía ser una chica que no se metía en problemas, por lo general, solo se alejaba de los demás y prefería mil veces pasarse un buen rato con sus amigos, los perdedores, quienes hacían lo mismo que ella.

Nashu se había mudado a Derry para continuar sus estudios ahí mismo, junto a su mejor amiga de la infancia, Lucia, quien tiene una relación amorosa con su primo, Richard Tozier.
Parecía que todo era normal, pero la verdad es que no, ella nació siendo una híbrida, mitad bruja mitad vampiro.

Se convirtió cuando vivía en un pueblo cerca de Mystic Falls, unos doctores experimentaron con ella, ya que su madre biológica de la recién nacida era una bruja, iba a morir en el proceso, pero su mamá hizo un trato con un vampiro conocido, un viejo amigo de la infancia. El cual, tenía más de mil años viviendo en la tierra, y el primer híbrido original en todo el mundo, Niklaus Mikaelson. Quien le dio de su sangre para que la bebé la bebiera, y así lo hizo. cuando murió, su lado humano solo lo hizo, haciendo que en ella el lado vampiro se activara. A los pocos días, la madre de la bebé fue asesinada por otro vampiro, las cosas empeoraron en ese pueblo. Pero, su padre intentó ocultar la verdad, pues le dolía haber perdido a su esposa.

Se mudaron a Argentina meses después de aquella atrocidad, donde conoció a Lucia, quien era la única que sabía su secreto.
Lucia no tenía miedo, puesto que amaba a los seres sobrenaturales, tenía cientos de libros y películas sobre vampiros, hombres lobos, brujas y fantasmas, además vestía de negro la mayoría del tiempo, y era considerada "rara" es por eso, que se volvieron muy unidas.
En ciertas ocasiones era visitada por su tío lejano Klaus, quien le enseñó a controlar el lado vampírico, mientras que sus poderes los controlaba con ayuda de una bruja Bennett.

El padre de Nashu se volvió a unir, está vez, con una mujer de cabellos oscuros y piel pálida, una Tozier, quien lo convenció de mudarse a Maine, donde Nashu conoció a su primo lejano, y a todo el mundo que lo rodeaba.

Un día le tuvo que contar a Tozier, pero este se asustó, a los pocos días, este volvió a hablarle, y prometió guardar su secreto, pues sabía que ella no era mala.

—¿Tienes hambre? —preguntó Beverly, entregándole una bolsa de papas fritas a Nashu— hasta acá puedo oír tu estómago rugir.

— Mmm, estoy bien, tranquila. Las papas no me gustan, tengo una dieta, estricta, pero gracias —respondió sutilmente. era obvio que tenía hambre, pero necesitaba algo más que unas papas fritas con un puñado de sal, necesitaba, un poco de sangre, estaba débil.

Gracias a Dios, sabía controlarse, eso había aprendido durante su infancia, pero no soportaba tener hambre, así que se levantó y sacudió su falda.

— ¿y vos a donde vas? —preguntó Lucia.

— Tengo que.. "hacer algo" boluda —Lucia sabía perfectamente a qué se refería, pues era su manera de decir "voy por algo de sangre"

— Perfecto—comentó Richie llegando— hasta acá puedo oler las papas fritas, ¿puedo? —Beverly asintió ofreciéndole las frituras, quien gustosamente fue recibida por el bocazas.

(...)

Nahir se metió en lo más profundo del bosque, corriendo con una velocidad exageradamente sobrenatural, buscando alguna persona, ya que en el pueblo, sería descubierta.

Escuchó una persona caminar por el bosque, se asomó y era un chico con unas bermudas y cabello pelirrojo, seguramente un tipo de explorador solitario.
Se acercó lentamente hacia a él, quien la miró un tanto extrañado, pues era extraño ver a una chica solitaria acercándose a ti en un bosque callado. El chico la tomó por el cuello.

—Mira nada más, que belleza tenemos por aquí —sonrió aquel chico pelirrojo universitario.

— Suéltame, sorete—pidió. no tenía las fuerzas suficientes como para lanzarlo, pues no había bebido sangre en una semana debido a un retraso de donaciones en el hospital, y eso la debilitó.

— Claro, claro que lo haré, pero primero...vamos a divertirnos—con la otra mano bajó su pantalón y la giró apoyándola en la pared.

— ¡Socorro! —el chico tiró de su cabello.

— Silencio niña —dijo él sobre su cuello. algo que la hizo cerrar los ojos con fuerza, tenía asco y se sentía muy endeble.

Un crujido lo hizo voltearse.

— ¿Que? ¿Quieres ver el show, Niño?—amenazó el pelirrojo. aunque, Nashu con los ojos confundidos se giró.

— ¡Suéltala!-gritó.

Esa voz sonaba muy conocida,era sin duda alguna Stanley Uris, su amor platónico, la razón de que su mente pensara cosas inadecuadas.

— Bien, bien —la soltó— pero ahora, te haré un hombre, Uris, eres una gallina, un marica..

— No vengo a pelear, ella es importante para mi, eso es todo.

— No te pregunté, dije que lo harás—el mayor soltó una áspera risa, y se acercó hecho furia hacia Stanley, como un salvaje.

Lo comenzó a golpear en la cara, Stanley lloriqueaba levemente, de su labio brotó sangre, y su ojo estaba cambiando a un tono rojizo.

Ella con la poca fuerza que le quedaba, se abalanzó sobre él bravucón, pero este la tiró al suelo. Vió su pierna, era la única opción, así que mordió el tobillo del mayor, quien se quejó. recibiendo un gran quejido del mayor.

Stanley apreció que de los ojos de Nahir brotaban unas venas oscuras por toda su cuenca, y se aferraba a la pierna del contrario.

El mayor echó la cabeza hacia atrás, y ella se soltó para aprovechar el cuello del hombre, donde tomó mejor de su sangre.

Poco a poco sentía que se llenaba de energía total, hasta que el cuerpo sin vida del joven, cayó al suelo, asustando a Stanley.

Nashu al ver el estado débil del chico, se acercó y le levantó un poco la cabeza, recostándolo sobre sus pálidas piernas.

— Bebe esto—pidió la chica mordiendo de su propia muñeca y acercándola a la boca de Uris.

Stanley soltó un "¿Que?" mientras abría sus ojos.

—Hazme caso, te vas a curar —ella insistió, esta vez siendo su petición aceptada. Stan con una mueca sorbió de la muñeca sangrante de Nashu y succionó bebiendo su sangre.

Nashu se mordió el labio del dolor, y no solo eso, una corriente extraña le pasó por toda la espalda al sentir los labios de Stanley Uris en su brazo.
El chico soltó su muñeca, y cerró los ojos, mientras Nahir Tozier solo le acariciaba el contorno del rostro.

— Gracias, me salvaste la vida —dijo ella sonriéndole al dormido cuerpo de Uris.

(...)

Al poco rato Stanley despertó, y se sentaron en el suelo frente a frente, un silencio incómodo se formó entre ambos, solo hubieron unas miradas entre ambos, la chica trató de sonreír pero Stanley estaba un poco confundido.

—¿Oigan? los estábamos...buscando ¿qué te ocurrió?—se quejó Eddie, pero se quedó boquiabierto al ver a la chica.

— No me digas que lo hiciste con mi prima, por Dios, dime que no— dijo tapándose los oídos, Tozier.

—¡Claro que no!, lo siento, estábamos..—Stanley se levantó de golpe, limpiando las sentaderas de su pantalón.— nos caímos hace un rato.

El asmático abrió los ojos enseguida y levantó las cejas.

— Estás sangrando—apuntó Bill hacia su muñeca que escurría levemente un líquido color carmesí.

— Oh, si, emm.. no es nada grave —soltó una sonrisa para calmarlos.

— Bueno, aún si, es hora de irnos— soltó Lucia.

(...)

— ¿sos una piba a caso? ¡Stanley te vio! necesitas hipnotizarlo para que lo olvide-le dijo su amiga bastante preocupada por lo del bosque.

— ni en pedo, boluda. creo que es mejor que Stanley sepa quien soy yo, porque estoy harta de ocultárselo a todo el mundo, a mis amigos-sostuvo la chica con un suspiro.

—¿acaso ahora eres boba? Stan es el pibe más chillón del grupo, después de Eddie.. ¿y vos queres dejarlo así? ¿y si le cuenta a alguien?-Lucia suspira.

—No le dirá.. iré con él-sonrió- mañana, ¡lo prometo!-chilló. ahora ándate, ya es tarde, vámonos de aquí.

Las chicas vivían por el mismo vecindario, así que llegaron juntas. El padre de Nashu no estaba, por lo que a la joven le dió el suficiente tiempo como para prepararse para hacer una llamada, le hablaría por el teléfono, le bastaron unos segundos para seleccionar el número y marcar, se sentó de lado en el sofá escuchando el sonido de espera.

—Stanley Uris, ¿quien habla?—contestó pensativo tras no escuchar una respuesta.

—Stan—dijo al fin—soy yo, Nahir, ¿podemos hablar?

—¿y si me lastimas? yo sé lo que vi, Nashu, lo vi ¿que fue eso? tú lo mataste, la sangre, tus ojos..

—Yo nunca te lastimaría, Stan. Te lo explicaré todo, solo necesito que vos vengas a mi casa—suplicó esperando la respuesta de Uris.

—Llego en veinte minutos —dijo el rabino con un tono alegre.

—Perfecto, dejaré la puerta abierta –colgó el teléfono bastante alegre, y se metió a bañar con la música al tope, estaba tan sumergida en la letra que no se percató hasta que salió de bañar, que era tarde.

—¿hola? –Stanley había pasado pero no escuchaba nada, la buscó por la sala, pero no estaba ahí.

Subió las escaleras y caminó con un poco de miedo, y sus manos estaban temblorosas, vió una puerta media abierta, quizás debía de ver que había en esa habitación, así que observó por la puerta a la chica quien estaba en calzoncillos cepillando su cabello, al verla así provocó que Stanley tuviera pensamientos degenerados.
No fue hasta que la vampira se quedó quieta y se giró hacia la puerta, lo vió rapiñándola, el solo retrocedió y pretendió no haber visto nada, bajó a la sala y puso su trasero en una silla, trataba de no pensar en ella pero le era imposible, pues no era el primer cuerpo que veía, pues el verano que conoció a Beverly la había visto en ropa interior, pero, nunca había visto unos pechos, nunca la había visto a ella desnuda, como vió a Nahir. Siempre le gustó, y esa era la razón por la que no salió corriendo al descubrir que era una vampira.

Escuchó pasos y respiró profundamente, estaba Nahir vestida de unos jeans color beige junto con una blusa corta color negra.

—Llegué –se acercó a la silla y le saludó con un beso en la mejilla, Stanley se sobresaltó, lo que la hizo sentirse ligeramente mal– tranquilo, no muerdo. –este la miró mientras se sentaba– bueno, te mentiría diciendo que no, es solo que, solo muerdo pelirrojos en el bosque –le sonrió con una mueca.

Stanley se quedó un instante serio, no por que no le pareciera gracioso, la verdad lo era, pero estaba apenado por que ella sabía que la había visto cambiarse y eso la hacía sonrojarse.

—¿y bien?—Stanley la interrumpió– ¿de que querías hablar? –no quería sonar grosero, pero, al final terminó escuchándose un poco.

—Ooh –respondió Vaccari con un ligero suspiro. Entrelazó las manos en forma de puño sobre la mesa– bueno, esto no será fácil, pero quiero que entiendas que nunca te haría daño..¿lo entiendes? –Stan asintió prestándole atención– ...soy mitad vampiro, mitad bruja –Stanley dejó de mirarla por un momento.

—¿Como puede ser eso posible–le preguntó con las cejas encorvadas.

—Créeme, es una historia larga y te dejará más confundido de lo que estás—mordió su labio inferior pensando en Stanley de manera prohibida— ¿quieres agua? por que yo si —se levantó apoyando los brazos de la suave mesa de madera.

— Tengo tiempo —informó Stanley, mirándola con interés— me intriga saber sobre tu vida ahora que se que tú eres...

—Híbrida—contestó. le contó sobre toda su vida, desde antes del nacimiento hasta poco después de mudarse a Derry.— ¿tienes alguna pregunta?

—¿que cambios has sufrido ahora que eres vampira?

—En general,  las hormonas, cuando eres un vampiro, lo que sientes se duplica.

"Hormonas" pensó Stanley de manera divertida.

Estiró su cuerpo para tomar dos vasos de cristal, este acto fue visto por Stanley Uris, quien llevó sus manos hasta sus bermudas, secando el sudor de nervios. Nahir sirvió agua fría sobre los vasos y los llevó a la mesa. Stanley tragó saliva violentamente.

La castaña  se sentó al lado del rabino, girando su cuerpo hasta quedar enfrente de él.

—¿Tienes alguna pregunta?—Nahir le dijo a Stanley, quien estaba bebiendo agua de su vaso.

El seguía bebiendo agua, negando ante su pregunta.

— Pues yo si—añadió la chica mirando al chico con los cachetes llenos de agua— ¿que hacías espiándome mientras me cambiaba?

Sus palabras fueron fugaces, el chico escupió reciamente todo el líquido sobre la chica. Su camisa y cara estaban empapadas de agua.

El chico cubrió su boca con pena.

—Oye, lo siento—se disculpó al ver que ella se había levantado de la silla para quejarse del agua.
Corrió por un trapo y la vió limpiarse la blusa.
Su brazier se notaba por el agua, esto lo hizo sentir hipnotizado, ¿en que estaba pensando? Nahir se dió cuenta, pero prefirió dejar la timidez un lado.

—¿Entonces, Stanley? —preguntó. de encorvó ligeramente para escucharlo más.

Él no respondió, solo se levantó con la finalidad de irse, pero ella no lo permitió, sentándose en sus piernas.
No sabía lo que hacía, se dejó llevar por sus deseos, quería frenarlo, pero era demasiado tarde. Stanley la tomó por la cintura, sintió las yemas de sus dedos hundirse en su piel, lo que la hizo perder el control.
Lo tomó por el cuello con ambas manos y rozó  sus labios del mentón del chico hacia sus labios, el beso comenzó agitado, por lo que ambos corazones estaban alterados. Nahir comenzó a moverse en Stanley, frotando sus cuerpos sobre la ropa.

—Nahir.. —soltó Stan en un suspiro— deberíamos parar—preguntó cerrando los ojos, presionando más la cintura de la chica.

—¿Enserio crees eso? por que no parece que quieras hacerlo—separó sus labios de él, con ambas manos se quitó la blusa, dejando a la vista su sostén color beige.

Nahir tomó ambas manos de Stanley, quien estaba mirando cada detalle de la prenda y las dirigió a sus pechos, este los apretó algo tímido, la chica llevó su mano adentro de los jeans de Uris, acariciando el bulto.

Stan echó la cabeza hacia atrás y apretó el trasero de la chica. Vaccari se levantó jalando la mano de Stanley, ambos se dirigieron ansiosos a la habitación principal, que le pertenecía a Nahir. Ambos se quitaron los Jeans y los zapatos, excepto los calcetines, la joven se posó frente a la cama, apoyándose con ambos brazos, viendo como Stanley se desvestía esos bóxers, dejando a la vista su miembro ligeramente erecto.
El rabino se acercó hacia ella lentamente mientras esta se acomodaba mejor en la cama, la sabana esponjosa perfectamente tendida, de color blanco, se vió alterada, pues Stanley gateaba para ponerse sobre la chica.

—Quiero hacerlo, solo contigo —dijo en voz alta y ronca, Stanley, lo que dejó sorprendida y caliente a Nahir.

Stanley se sonrojo ligeramente, pero sonrió de lado, para después colocar su cabeza entre las piernas de la híbrida, sus brazos estaban abrazados a las piernas de esta, profundizando el tacto. Comenzó a depositar besos y a jugar con su lengua dentro de esta misma, mientras el cuerpo de la chica se hundía en espasmos que la hacían intentar moverse ante el fuerte agarre del joven. Sintió un líquido caliente recorrer toda su parte íntima, y soltar un pequeño gemido.

—¿Estás segura de esto? —preguntó preocupado— puede que..

—Muy segura, Stanley.. los vampiros no podemos procrear—respondió— no pasa nada —dijo con la voz agitada.

El chico no se la pensó dos veces, se colocó entre las piernas y con la cabeza en el cuello de Vaccari, entró en ella, moviendo sus caderas al compás de sus cuerpos.

En aquella casa solo se escuchaban los cuerpos chocando entre sí cada vez con más intensidad, al igual que los gritos de placer. Las cuencas de Nashu se volvieron negras y salieron a la luz sus colmillos, pero a él no le incomodaba en lo absoluto, tampoco le asustaba.

— Stanley Ah —pidió a gritos más velocidad, lo que la hizo sudar cada vez más.

Uris paró al poco tiempo, se dejó caer rendido sobre el pecho de Nahir. Ella estaba contenta, pues era inexplicable la sensación que sentía en ese momento, sus piernas y muslos un poco cansados, y sentir la piel de stanley abrazada a la de ella, y el acariciar el cabello del chico se rulos, era lo mejor que le había pasado desde que había llegado a Derry.
—Te quiero —confesó Stanley. Le pareció tierno— para toda la vida —depositó un beso en su hombro.

—Yo también, y siempre te protegeré, pero no podrá ser para toda la vida, tú envejecerás y tendrás una vida por delante, yo seré inmortal hasta que me lo permita la vida —sonrío con tristeza, la vampira.

—No, quiero estar contigo toda la vida, conviérteme —soltó el castaño, ella negó — escucha, estoy seguro de lo que quiero, y mi vida igual apesta, mi padre quiere convertirme en un rabino, yo no si quiera quiero serlo, prefiero pasar una eternidad contigo, y si se puede más, por que desde que llegaste a este pueblo me hechizaste con tu belleza y tu forma de ser, estoy seguro de que te amo, Nahir Vaccari Tozier —besó su mentón, mirándola directamente a los ojos— hazlo por favor.

Ella terminó accediendo.

—Es peligroso ¿seguirás las indicaciones que te de, cierto?—asintió.
Le dió a beber sangre de su muñeca, después rompió su cuello, se sintió culpable. pues Stanley estaba muerto, lo vistió y esperó a que este abriera los ojos.
—Fue muy rápido —dijo el chico tocándose el cuello— ¿ya soy un vampiro?

— Aún no, estás en transición, necesitarás un anillo solar, para que puedas caminar por el día sin hacerte cenizas, descuida, tengo un anillo de repuesto—sacó de su mochila un accesorio de color plateado con una gema roja en medio, y se lo puso a Stan— ahora, solo tienes que beber mucha sangre, te recomendaría comenzar por una bolsa.

La chica se incomodó ante la mirada de Stanley.

—¿Que?—soltó con una risa nerviosa— ¿QUÈ?—sonrió aún más. el chico se posó sobre ella y la besó mientras está reía— te quiero, tonto.

—Y yo a ti, tonta—besó su mejilla.

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¡Espero que te haya gustado! la verdad el Edit no me convenció pero aquí tienes.
Es la primera vez que escribo una escena subida de tono explícitamente pero me agradó intentar una cosa nueva, me ayuda en la escritura.

— Los demás que dejaron sus pedidos también están en mis borradores, si me tardo no es por que no vayan a tener su mini relato, es seguro que los voy a tener listos en algún momento. (Lo más difícil es el edit JajJa)

LOS QUIEROOOO ^^

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