— Chicos —suspiró Raymond—, creo que sí necesitaremos ese segundo guitarrista.

Gerard se quitó los audífonos y los dejó colgando sobre el pedestal del micrófono antes de ir a tomar asiento en el suelo, cercano a la silla de su amigo. Mikey seguía con el bajo colgando desde sus hombros y Matt marcaba una lenta percusión sólo porque no sabía cómo demonios estar quieto cuando estaba frente a una batería. Llevaban tres meses grabando lo que se suponía, sería su disco debut como banda y aunque ya tenían todo, sabían que a las canciones les faltaba ese algo.

— El viernes que viene harán algo en casa del primo de Matt, ¿no? —siguió Ray, mirando a Matt en busca de confirmación. Él asintió y Ray sonrió como respuesta— Entonces ahí está, iremos y conoceremos a algunos chicos, de seguro alguien se interesa. Seremos grandes, chicos.

— Pero no me siento cómodo dejando entrar a alguien nuevo... —habló Gerard, su cabeza seguía dando vueltas a causa de los medicamentos que había tomado para aplacar el dolor en su muela, pero hace poco éste había mutado a una gingivitis y no tenía dinero para el tratamiento. Sólo tenía que esperar a que se pasara y escupir sangre de vez en cuando... no era tan malo puesto que sólo tenía que evitar la comida sólida y nunca había sido muy amigo de la comida de todos modos.

— Conozcamos a alguien entonces —dijo Matt al tiempo que se ponía de pie—, ahora tengo que irme a trabajar. Nos vemos el martes, ¿no es así?

— El martes —asintió Gerard—, hasta entonces Matt.

Un rato después él, Ray y Mikey se marcharon también. Los chicos iban hablando de sintetizadores y cosas que realmente no le importaban en ese momento, su dolor era bastante jodido y pensar en alguien nuevo en ese pequeño núcleo que tanto le gustaba no lo hacía demasiado feliz. Pero era cierto que faltaba alguien, y debía aceptarlo.

El martes llegó con prisa y su dolor se aplacó un poco. Los chicos ya estaban en la sala de grabación cuando llegó, a excepción de Mikey. Los saludó vagamente y luego tomó su cuadernillo para seguir revisando las letras de las últimas canciones del álbum. Ya lo había hecho mil veces, pero era una buena forma de distraerse cuando se sentía ansioso. Mikey había dicho que había encontrado a alguien, incluso lo había nombrado y había mencionado el lugar en donde se habían conocido, pero absolutamente nadie llegó a su mente.

— Hola, chicos —dijo Mikey desde la puerta, junto a él presumiblemente estaba el tal Frank. Su cabello castaño estaba separado en pequeños dreadlocks y vestía un suéter azul que lo hacía ver mucho más gordo que lo que verdad era. Sonreía de forma nerviosa, pero era una sonrisa agradable, y todos los detalles de su rostro lo hacían ver como un niño pequeño. Aunque de todos modos dudaba mucho que tuviera más de 18 años—. Les presento a Frankie, él está interesado en el puesto de guitarrista rítmico.

— Frank, hola —el primero en hablar fue Ray—. ¿Vas a ir el domingo a lo del primo de Matt?

— Matt, hola —respondió él con una voz bastante grave para su imagen. Matt sólo asintió en respuesta—. Claro que voy a ir, hombre. Como sea, ¿Esta es la banda en la que tocas? Nunca dices nada claro.

— Es porque nunca prestas atención —Ray puso los ojos en blanco.

— Ejem... —Gerard se aclaró la garganta ruidosamente— No todos aquí conocemos a Frank.

— Habla por ti —dijo Matt.

— Bueno —Frank se giró hacia él, dedicándole la misma sonrisa que le había regalado a sus amigos—. Los he escuchado tocar varias veces porque mi banda y yo ensayamos un par de salas más allá y realmente son buenos. Yo canto ahí y hace poco grabamos un álbum, ahora estamos intentando grabar un EP pero dentro de poco entraremos a la universidad y ya no habrá tiempo para la música.

— ¿Entonces como planeas ser nuestro guitarrista? —preguntó Gerard.

— Hm... —Frank estiró sus labios y luego de mirar a los chicos volvió a ver a Gerard— Sucede que ustedes son algo así como mi banda favorita en el mundo —dijo gesticulando excesivamente con sus manos— y si me dejan entrar entonces no me matricularé en la universidad y me quedaré con ustedes. Solía tocar batería en otra banda pero definitivamente no es lo mío aunque vengo de una familia de bateristas. Pero puedo cantar así que puedo hacer segundas voces o coros y también toco guitarra y... no lo sé, puedo serles útil. Puedo cargar varias cosas y puedo dormir en cualquier lugar cuando nos vayamos de gira y tengo licencia de conducir y... realmente sería genial estar con ustedes, chicos.

— No sé ustedes, pero yo voto que sí —dijo Ray, alzando una mano en el aire.

— Yo también —siguió Mikey, imitando su gesto.

— Creo que yo igual. Aunque no tienes permiso para manejar mi camioneta. Evan dijo que chocaste la van de su papá —dijo Matt.

— ¡Fue un accidente! —se defendió Frank.

— Supongo que sólo quedo yo —murmuró Gerard. Se dedicó a observarlo por unos instantes pero la energía en él era increíblemente contagiosa y se había dado cuenta de eso en unos instantes. Realmente quería estar ahí, realmente quería hacer algo grande, tal y como quería hacerlo él. Y vio muchísimo material de mejor-amigo-para-siempre. Así que puedo de devolverle la sonrisa, respondió— También voto a favor. Estás dentro.

— ¡Bien, estoy en My Chemical Romance! —exclamó Frank, alzando un puño en gesto triunfal sobre su cabeza.

NOTA: Quedó cortito porque no consideré necesario meterle más. Y pues nada. Disfruten de este 22 de marzo. Hoy se hacen ya tres años... el tiempo vuela cuando tu banda favorita ya no existe.